lunes, 15 de junio de 2020

EL TERROR EN EL CÓMIC, LA BÚSQUEDA DE UN TÉRMINO MEDIO (3 DE 6)

Artículo de James Van Hise para Comics Feature Collector´s Edition nº 3 (1984). Traducción: Félix Frog2000. Parte 1, parte 2.

Las discusiones entre la gente del pueblo desentrañan lentamente la historia de los morbosos niños y lo que han aprendido sobre la electrocución, además de que para ellos, la muerte es la pena asignada al reo por haber secuestrado a alguien. En una de las viñetas clave, los niños se paran delante de la tumba que acaban de rellenar, y la gente descubre que falta uno de ellos que se ha convertido en el enemigo de los niños morbosos al robar la muñeca de una de las niñas del grupo y negarse a devolvérsela. La tensión alcanza su punto culminante en la viñeta final, en la que la gente descubre todos estos hechos mientras en el fondo de la escena los niños se colocan alrededor de la tumba, y dicen algunas palabras sobre el difunto. En ningún momento de la historia hay violencia, y sin embargo, la primera vez que la leí, me sorprendió tanto lo revelado como las escenas más grotescas de Tales from the Crypt nº 38. "¡Dejad que el castigo se ajuste al crimen!" tiene mucho más que ver con la imagen que se suele tener de cómo son las historias de terror de E.C., mucho más que lo que nos puede evocar que un vistoso cadáver podrido y resucitado regrese al hogar.

"The High Cost of Dying", de Haunt of Fear nº 21 es otro ejemplo de una historia de terror que depende sobre todo del elemento humano. Dibujada por Reed Crandall, evoca la emoción y reproduce cierta atmósfera sin que en ella tenga lugar un solo acto violento, sino que depende del guión y la fuerza del concepto motor de la historia. Esta historia de un hombre pobre que intenta conseguir dinero para poder pagar el entierro de su esposa, además de la trama sobre sus hijos, se había utilizado de forma  frecuente, pero la manera de contarla, y la evocadora atmósfera del París de 1867, por no hablar del increíble dibujo de Reed Crandall (quizá sea esta su mejor historia unitaria para la E.C.), nos consigue comunicar esa triste y desoladora realidad propia de las historias de terror. Es capaz de eclipsar por sí misma los otros tres relatos del ejemplar.

En otro guión más cercano al fantástico, la historia "Country Clubbing!" del Haunt of Fear nº 23, veremos otra de las estrategias que se pueden llevar a cabo en un relato de terror. Jack Davis nunca ha sido el autor más adecuado para dibujar una historia que en esta ocasión, donde el guión termina con una frase humorística en la que el chiste no solo trata sobre el propio lector, sino también sobre el personaje principal de la historia. En ella vemos una tensa persecución a través de un pantano mientras un convicto lucha con caimanes y es mordido por una serpiente, e incluso pasa más penurias, solo para que el enorme gargantúa que lo está persiguiendo finalmente lo alcance y le devuelva un garrote que el protagonista se había dejado en la escena de un asalto. El final, en lugar de forzado, es completamente inesperado y demuestra un uso inventivo e inspirado del estilo O´Henry.

Cuando E.C. mangó sus historias a Bradbury y luego llegó a un acuerdo para adaptar legalmente todo un paquete de su producción, le facilitó el trabajo a sus guionistas para sus series de terror, así como para los títulos de ciencia ficción.

"The Handler", de Tales from The Crypt nº 36, parece como si hubiese sido escrito específicamente para E.C., pero en realidad es de finales de los años cuarenta. Con su extraño sentido del humor negro, las similitudes en el enfoque entre esta y muchas de las historias de Gaines y Feldstein mostraron que, a diferencia de los títulos de terror que estaban haciendo sus competidores, al menos intentaban usar su imaginación para inventar los relatos cortos de suspense que escribían.

"The Lake", en Vault of Horror nº 31, dibujado por Joe Orlando, enseñaba cómo los guionistas se centraban en la personalidad y el contenido emocional presente en las mejores historias de E.C. El elemento fantástico también se maneja a la perfección y predice el terror más tranquilo de The Twilight Zone [Más allá de los límites de la realidad] varios años después.

No, "Foul Play" no personifica la esencia E.C. Es una faceta más, y una muy pequeña. E.C. desarrolló las historias terroríficas en los cómics de una forma que nunca antes se había abordado, y solo ocasionalmente a partir de entonces ha sido igualada.

El regalo de despedida de E.C. al género de los cómics de terror fue Adult Tales of Terror Illustrated, donde algunas de sus historias más interesantes se presentaron con nuevas ilustraciones en un formato de denso texto. Aunque era una idea interesante, el peso del relato recaía en la escritura y, a pesar de la gran cantidad de ilustraciones, en ese formato no parecían tan fluidas como en una página de cómic normal. Incluso la versión de Graham Ingels de "The Basket" no capturaba la esencia de la historia con la misma profundidad que la versión de Jack Davis en Haunt of Fear nº 9. Fue un experimento adelantado a su tiempo, pero sin duda sigue siendo una idea interesante y puede que hubiese roto ciertas barreras si hubiese tenido más tiempo para desarrollarse.

En la mayoría de los casos, los títulos de ciencia ficción de la E.C. también eran historias de terror mezcladas con el género ci-fi, y también abrieron terreno en dicho área. Pero me gustaría quedarme con el concepto más tradicional del horror, en unas historias también contemporáneas. Se podría escribir un detallado artículo simplemente analizando los hallazgos de la E.C. para los relatos de terror aplicados en sus historias de ciencia ficción, pero se aleja un poco de lo que quiero hacer.

¿Se hizo algo notable en los otros cómics de terror al mismo tiempo que E.C. estaba abriendo nuevos caminos? En su mayoría, no. Puede que algunos fans lo encuentren en las grotescas portadas tan abundantes en este período, pero apenas se progresaba en la forma del cómic.

A principios de los cincuenta, Basil Wolverton llevó a cabo una serie de notables historias de ciencia ficción y terror, y si alguna vez un artista ha pertenecido a la estela de la E.C., fue él. El hecho de que no viviese cerca de Nueva York aparentemente impidió que fuese un habitual de sus series, pero a menudo, sus publicaciones para editores menores durante los años cincuenta mejoraron números de colecciones que de otra manera serían olvidables. "Swamp Monster", de Weird Mysteries nº 5 (junio de 1953), es una historia de terror realmente extraña, basada casi por completo en el concepto y la imagen que en el caso de E.C. dependía más de los guiones para lograr ser exitosa. Prácticamente sin excepción, las historias de Wolverton (que por lo general solía escribir él mismo) tenían una ambientación de ciencia ficción, ya que parecía que el enfoque de terror tradicional parecía más incómodo a la hora de introducir algún elemento fantástico que permitiese que su imaginación y su dibujo enloquecieran. El hecho de que los otros dibujantes no mirasen sus imágenes limpias, detalladas y abrumadoras, y renunciaran a seguir en el negocio, sencillamente demostraba la piel tan gruesa de muchos de sus contemporáneos (o quizá de que sus cráneos eran demasiado duros.)

(Continuará)

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