viernes, 24 de enero de 2014

ENTREVISTA CON BILL WATTERSON EN THE COMICS JOURNAL (1 DE 3)

Entrevista conducida por Richard Samuel West para The Comics Journal nº 127, febrero de 1989. Traducida por Frog2000.

Calvin & Hobbes es la tira de cómic más apasionante de toda América. Después de estar sindicada menos de tres años, ha acabado apareciendo en más de 600 periódicos. Las tres recopilaciones de Calvin & Hobbes son artículos permanentes en la lista de "bestsellers" del New York Times. Y su creador, Bill Watterson, acaba de ganar el codiciado Premio de la Sociedad de Historietistas al Mejor Historietista a Nivel Nacional del Año [National Cartoonist Society Cartoonist of the Year award].

Así que... ¿por qué no has podido ver todavía a Calvin y Hobbes salpicando el paisaje americano en los vasos de los burguers, en tarjetas de felicitación o convertidos en juguetes de peluche? Pues se debe a que Watterson ha objetado un gran "no" a la concesión de licencias. De hecho, es probable que el autor diga "no" mucho más a menudo de lo que suelen decirlo los cansados padres objeto de las bromas de Calvin. Francamente, no le interesa, y en esta entrevista comenta sus motivos. Watterson nació en Washington DC en 1958. Al comienzo de su carrera estuvo dibujando en la Chagrin Falls High School y en la Kenyon College de Ohio en periódicos y anuarios estudiantiles. Después de graduarse en 1980 se convirtió en el caricaturista político del Cincinnatti Post, una experiencia que recuerda como deprimente pero misericordiosamente corta. Incapaz de cumplir con la difusa noción de su editor de lo que debería ser una tira para los editoriales de un periódico, Watterson fue despedido antes de finalizar su primer año. Durante los siguientes cinco, Watterson presentaría ideas a los Sindicatos [Syndicates] para realizar sus propios cómics. Desarrollaría seis, y le rechazarían seis. United Features Syndicate fue donde más lo alentaron, y el séptimo contrato para los diseños de Watterson (esta vez con el UFS), daría lugar a Calvin y Hobbes. Irónicamente, el UFS se negó a distribuir la tira alegando que creía que no iba a vender. Universal Press Syndicate terminó haciéndose con ella y la empezó a distribuir en noviembre de 1985. Watterson valora mucho su privacidad y suele ofrecer entrevistas en muy raras ocasiones. Estuvo de acuerdo en conceder la actual con la condición de que la tira fuese el centro de la charla. La entrevista fue realizada, transcrita y editada por Richard West, editor de la fallecida (y llorada) revista de historieta política Target, y además, viejo amigo de Watterson.

RICHARD WEST: ¿Cómo te explicas la popularidad de Calvin & Hobbes?


BILL WATTERSON: En realidad no la entiendo muy bien, porque no diseñé Calvin & Hobbes para que se convirtiese en una tira popular. Sólo la dibujé para mí. Supongo que tengo un don para expresar gustos pedestres. En cierto modo, puede resultar un poco deprimente.

WEST: ¿No es irónico que en una profesión que se ha vuelto tan formuláica, hayas terminado creando la tira de cómic más exitosa de los ochenta mientras intentabas no seguir las fórmulas habituales?

WATTERSON: Pero de alguna forma, también he utilizado un viejo método de contrastada calidad. Porque es una tira sobre una familia, un ambiente familiar y universal que resulta fácil de identificar. Estoy intentando que tenga un toque único, pero supongo que en lo más básico transita por terreno conocido. La tendencia actual en los cómics parece ser la de concentrarse en un angosto público específico, como el de los padres divorciados, los “baby boomers”, y así sucesivamente. Supongo que la idea es intentar atraer a un grupo especialmente interesado en las páginas del cómic que pondría el grito en el cielo si en algún momento se cancelase la tira. De esa forma, sus oportunidades de sobrevivir serán mayores que las de una tira con un público más amplio pero no tan profundamente identificado. Por lo general no me gustan las tiras sobre la "tendencia-del-mes", porque suelen ser un producto consecuencia de un análisis de mercado, y no de una sensibilidad artística honesta por parte del dibujante. Aún así, lo más importante de cualquier tira no es su temática, sino lo que haces con ella. Una tira centrada en una familia se puede convertir en una tontería trillada con la misma facilidad que otra de cualquier tipo.

WEST: A veces Calvin actúa de forma muy infantil y otras hace y dice cosas completamente imposibles en un niño de seis años. ¿Qué opinas?

WATTERSON: Mi principal preocupación es la flexibilidad, hacer aquello que me permita una autonomía mayor, que me dé un altavoz que pueda utilizar al máximo. En cuanto la idea del niño como adulto inteligente, sin duda suele ser un enfoque habitual en muchos tebeos. Su atractivo radica en que, ya sabes, el dibujante es un adulto y presumiblemente tiene comentarios adultos que decir. La verdad es que decir lo que piensas utilizando la mentalidad de un niño no parece demasiado natural.

WEST: Los "gags" suelen basarse en poner pensamientos sofisticados en la boca de un bebé o de un niño.


WATTERSON: Exacto. Lo que me más hace disfrutar de Calvin es que siento que tengo todo el abanico de posibilidades a mi entera disposición para hacer lo que quiero, porque la tira puede ser infantil en algunos momentos y adulta en otros. En realidad, el problema reside en las reglas que tú mismo te impongas. Si quieres, puedes hacer que tu mundo de dibujos animados tenga tanto sentido o tan poco como quieras, pero lo principal es que tu visión sea consistente. De esa forma obtienes el respaldo del público. No tienes por qué hacer las cosas de una forma concreta. Una de las cosas más interesantes de Bloom County es que esa tira no tiene prácticamente regla alguna en absoluto. "Cutter John" se monta en una silla de ruedas repleta de animales que llevan peceras en su cabeza como si fuesen cascos espaciales, y sencillamente así son las cosas. Todos los personajes de la tira las aceptan y los lectores también. En esencia, Breathed dibuja lo que siente y no se preocupa por ofrecer un montón de explicaciones ingeniosas para lo que está sucediendo. Los lectores deben aceptar lo que ocurre. Es una forma bastante arriesgada de escribir, pero a Breathed tiene completa libertad en ese mundo que ha creado. Hay más tiras igual de buenas con universos más ordenados. Supongo que el mío se encuentra en algún lugar entre ambos extremos.

WEST: ¿Crees que la ausencia de reglas asumida por Breathed podría limitar la aceptación de su tira? O dicho de otra manera, como de alguna forma Calvin y Hobbes mantiene ciertas restricciones (los personajes tienen que respetar los límites que has impuesto en su mundo de fantasía), ¿crees que a la gente le resulta más fácil aceptar la tira, y que en parte podría ser el motivo que explique su popularidad?
WATTERSON: Es posible. Tampoco me preocupa demasiado enterarme de quién se la lee y quién no.

WEST: Pero estoy hablando sobre si a alguien le puede o no resultar aceptable. Por ejemplo, si violases las reglas del mundo de fantasía de Calvin, ¿cómo crees que se debilitaría la tira? ¿Por qué no vas a poder imponerte menos reglas? ¿Por qué no podría la tira ser más parecida a Bloom County en ese aspecto?

WATTERSON: Supongo que de esa forma me resulta más cómodo escribirla. Me gusta trabajar dentro de ciertos límites. El aspecto de la tira más divertido es el de las personalidades y los personajes. En otras palabras, lo más interesante es la interacción entre los personajes, no las posibilidades de jugar con el formato de la tira de cómic. Por supuesto, si quiero, puedo modificar las reglas. Me gusta jugar visualmente con la forma, pero por ejemplo, en ocasiones Bloom County tiene un narrador. Es un maravilloso dispositivo con el que jugar, pero en realidad no se ajusta demasiado a mis necesidades. Intento que Calvin y Hobbes sea una tira lo suficientemente realista como para poder explorar las ideas que me interesan sin hacerla tan realista que me imponga limitaciones.

WEST: Has llegado a comentar que Calvin tiene mucha más imaginación que tú. ¿Dónde encuentras la inspiración si el personaje no se basa en el mundo que te rodea?

WATTERSON: Bueno, por poner un ejemplo: algunas veces juego con algo tan sencillo como el problema de la escala. La cuestión de la escala solemos darla por sentado. A menudo tienes la oportunidad de hacer las cosas más grandes hasta que llegas a un punto en el que te detienes y no sigues adelante, porque ese es el tamaño que has escogido, y entonces te empiezas a relacionar con el mundo teniendo en cuenta ese punto de vista. Si el tamaño fuese una variable, ¿cómo sería ese mundo? En otras palabras, si no hubiese una rápida y estricta regla de crecimiento, ¿cómo crees que cambiarían las cosas? Así que saltarme dicha cuestión me ofrece la oportunidad de ocuparme de una gran cantidad de posibilidades visuales que me hacen disfrutar mucho. De esa forma, espero que la tira sea más refrescante para los adultos que están acostumbrados a pensar en el mundo desde cierto punto de vista.

WEST: Entre los mejores rasgos de la tira está que suele sorprender a los lectores con los temas que a ti te interesan, y que también se suelen dejar ver. ¿Te ha sorprendido alguna vez? ¿Sueles incorporar lo que más te deleita, cosas con las que te sueles encontrar en tu vida diaria? ¿O es como si tu inspiración estuviese en piloto automático?

WATTERSON: Me gustaría que el proceso creativo se pareciese más a tus comentarios de como se desarrolla en realidad. No soy capaz de salirme de las cosas que todos aceptamos o hemos aprendido. Por ejemplo, todo el mundo trabaja asumiendo la hipótesis de que la gravedad de las cosas del día a día tiene que estar presente desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, y así sucesivamente. Imaginar que de repente esa gravedad nos abandona requiere mucho esfuerzo. En realidad, no suelo pensar automáticamente en todos esos extraños elementos que aparecen en la tira.

WEST: Bueno, ¿crees que durante estos tres últimos años te ha resultado más fácil desarrollar escenas fantásticas? Porque en la actualidad pareces hacer cada vez menos. ¿Hay algún motivo?

WATTERSON: Es muy sencillo. Al principio me parecía muy divertido yuxtaponer la fantasía con la realidad, solo por el simple hecho de que el lector pudiese ver el elemento fantástico para al final afrontar el otro aspecto de las cosas. Intentaba que viese las cosas desde el punto de vista del niño para más tarde obligarle a que las viese desde el punto de vista del adulto, que es cuando se daba cuenta de que había alguna incoherencia. Al principio era un dispositivo muy divertido, pero el tema central de la tira ha sido intentar que cada cambio sea más inteligente. La yuxtaposición de elementos solo consigue que algo resulte predecible, y acaba desembocando en la repetición. Tienes que lograr que la tira resulte imprevisible cada vez, que tenga algo ingenioso para que no empiece a flojear. Así que sí, últimamente hago menos escenas parecidas, porque cada vez la tira me resulta más y más difícil de hacer.

Pero sigo queriendo incorporar escenas fantásticas, porque me interesan mucho. No tienen limitaciones. Son divertidas, y sin duda resulta divertido dibujarlas, pero no poseen el mismo peso emocional que la interacción entre dos personajes interesantes. En otras palabras, cuando Spiff viaja al planeta Zorg, todo es como un festín visual. Me pongo a dibujar paisajes extraños y monstruos, y falseo la iluminación y el color y así sucesivamente, suelo hacerlo en las dominicales. Es una historia de aventuras en su nivel más simple. Calvin reacciona ante la situación y luego, tal vez, al final se gira de espaldas y vemos que está en el aula de clase, o donde sea, pero no hay ninguna profundidad emocional.

Lo que más me interesa es lo profunda que puede llegar a ser la amistad entre Calvin y Hobbes, porque reviste gran importancia. Cada tipo de historia sufre sus propios problemas de escritura, pero en realidad, mi principal preocupación es mantener al lector en ascuas, que la tira sea impredecible. Intento alcanzar algún tipo de equilibrio entre ambos elementos que sea capaz de mantener al lector preguntándose qué va a suceder a continuación, porque mi intención es sorprenderlo.
WEST: ¿Qué respondes ante la idea de que básicamente, Calvin y Hobbes trata sobre la exploración de una amistad y que el resto de recursos del cómic son un alivio cómico de ese tema emocional central?

WATTERSON: No está muy alejado de lo que realmente pienso de la tira, pero supongo que esos otros dispositivos no sólo funcionan como un alivio. Esas dos cosas me interesan por razones bien diferentes. En realidad, intento hacer malabarismos con tantas bolas a la vez como sea capaz, para poder tener a punto una broma "slapstick" un día, una escena fantástica al siguiente, una escena de amistad u otra más triste. Intento explorar la diversidad del mundo tanto como me resulte posible. De nuevo, de esa forma tengo la flexibilidad suficiente como para que los guiones sigan siendo interesantes, por lo que también espero que la tira se mantenga viva para el lector.

WEST: Hablemos un poco de Hobbes. Parece ser mayor y más sabio que Calvin, aunque tampoco demasiado. ¿Cuál de los siguientes aspectos crees que lo describiría con mayor precisión: una mascota, un hermano, un amigo o el padre que Calvin nunca tuvo?

WATTERSON: En realidad Hobbes es muy difícil de describir, y de alguna forma soy reacio a hacerlo. Hay ciertos aspectos del personaje que son difíciles de articular. Supongo que si tuviese que elegir entre los cuatro aspectos, el de hermano y amigo son los más cercanos. Pero tiene algo peculiar, algo que, con suerte, consigue que no se le pueda clasificar fácilmente.

WEST: Bueno, de alguna forma eso dice más cosas acerca de Calvin que de Hobbes, porque Hobbes parece un personaje implícito, sólo resulta explícito como producto de la imaginación de Calvin.

WATTERSON: Pero en la tira nunca se llega a afirmar nada. Esa es la suposición que se suelen hacer los adultos. Porque nadie más lo ve, nadie ve a Hobbes de la misma forma que lo hace Calvin. Unos periodistas escribieron un artículo sobre los amigos imaginarios y me pidieron que comentase algo sobre el tema, y no acepté, porque en realidad no sé absolutamente nada sobre los amigos imaginarios. Sin embargo, cuando te inventas un amigo, supongo que es alguien que siempre estará de acuerdo contigo, y no alguien con el que discutes. Así que Hobbes es más real de lo que sospecho que cualquier niño podría llegar a soñar.

WEST: Bueno, a riesgo de empezar a psico-balbucear, gran cantidad de psicólogos dirían que los niños se inventan amigos imaginarios para representar dramas familiares. Así que la pregunta es si Hobbes podría tanto formar parte de un mundo imaginario como, ya sabes, formar también una especie de amistad sentimental y adictiva.

WATTERSON: Sí, bueno, espero que ese tipo de complejidad haga que su relación sea interesante en un par de niveles.

WEST: Supongo que has conseguido delimitar una fina frontera que en algunos momentos puede parecer superflua y casi ilógica en otros, pero siempre con una especie de consistencia interna.

WATTERSON: Por suerte, así es.

(Continuará)

3 comentarios:

Faustino dijo...

Interesantísima entrevista. Espero impaciente las siguientes partes.

Iñaki Aragón dijo...


Excelente!! Gracias Frog!

Gracias, gracias! :)

Pancho10 dijo...

Si, excelente. Felicito y agradezco

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