lunes, 22 de marzo de 2010
¡SE ACABO!
¡SE ACABO!
No, no me estoy refiriendo al blog. Se acabó mi paciencia a la hora de seguir el pulso de la actualidad en lo que se refiere al coleccionismo de cómics. Hasta ahora me ha sido (muy) problemático elegir entre todos los títulos apetecibles (o no) que se publican al mes en el mercado español, con o sin crisis. Siempre he llevado una lista encima con todo aquello con lo que no doy abasto (créeme, era mucho) y que tenía la intención de adquirir más adelante. Y nunca he sido capaz de borrar todos los registros, porque las imprentas no paraban de soltar material. Por fin me he dado cuenta de que la mayoría de lo que se edita es forraje. Incluyendo algunas de las cosas incluidas en mi lista. Incluyendo el tebeo que ESTABAS obligado a comprar.
Basura que ponen por las nubes las diferentes maquinarias publicitarias dirigidas hacia “los que estamos metidos en esto”. Es todo un problema, el de las “obras maestras” que se reproducen como setas, argucias dirigidas con segunda intención tan efectivas como el resto de anzuelos que se lanzan hacia el comprador de cualquiera de las otras disciplinas culturales/ productos de mercado. No voy a volver a hacer caso a ningún vendedor de humo.
Pero esto no es la mayor inmundicia que padece nuestra afición, no. El verdadero problema es que no existe una CRITICA real: que no abunden las personas con criterio contrastado y en las que se pueda confiar a la hora de juzgar en cuál de los títulos desconocidos merezca la pena gastar el dinero. Tampoco, un poco a rebufo de lo anterior, existe ninguna plataforma seria, unas revistas, que informen debidamente y que separen el grano de la paja y desguacen los productos sin valor. Los profesionales, que haberlos haylos, se ganan la vida como pueden y les dejan, y los blogs imprescindibles que pululan por la red se hacen con gran cariño y poco tiempo. No pueden con todo, claro.
Creo que en el mundo del tebeo no existe crisis de ningún tipo, y no la veo porque el cómic se ha convertido en otra opción “legítima” más que elegir para que gente con dinero, la masa con chequera a la que lo mismo le da El Príncipe Valiente que Persépolis, pueda cubrir su tiempo de ocio. Si durante los ochenta, los editores sobrevivían, ahora viven. Echa un vistazo a lo que se vende en librerías generales y dime cuán apretadas pueden estar las grandes editoriales. Venden toneladas de papel, te lo aseguro.
Y si un título no funciona, a otra cosa. Es uno de los indicios de que esto es poco serio, de que el mercado está liderado por piratas de todo pelaje, de que no se respeta al que debería ser imprescindible en su agenda, el que les da de comer: al comprador, sea habitual del vicio o no. Cada vez se dispone de más material cuanto más caro, mejor, y tan mal editado, traducido y maquetado que dan ganas de llorar. Cuando la historieta debería tener opciones accesibles para todo el mundo y también productos para el más sibarita. Y debería estar plagada de profesionales.
Si quieres juegos, películas o libros a precio comedido, puedes obtenerlos fácilmente, y observarás que la edición es competente. Que una cosa no quita la otra. En el mundillo del cómic, si quieres lo barato, compra lo saldado, mientras los libreros especializados se comen tiradas completas de errores, sujetos a las férreas reglas de distribuidores y editoriales. Y en muchos casos, si quieres algo concreto, sólo existirá una edición, con errores.
En este mundillo, si lanzan “Notas al pie de Gaza”, de Joe Sacco (muy bien editado, todo hay que decirlo) el precio será el mismo tanto ahora como dentro de cinco años (si es que no lo han subido un treinta por ciento o se ha descatalogado). Si se edita mal “All Star Superman”, de Grant Morrison, hay que esperar a una segunda edición para tener completo el tebeo. Y otras veces esto puede convertirse en una carrera contra el tiempo: lo que no compres este año, olvídate de conseguirlo al siguiente.
Y encima, debido a un mercado comprimido, en el que mandan cuatro editoriales que fijan los precios, las pequeñas también editan caro. A veces para sobrevivir y a veces, da la impresión, porque consiguen colar sus precios exorbitados.
Por otra parte, existe más oferta que nunca y esto es un problema para un consumidor omnívoro y con capacidad de discernir lo bueno de lo inocuo. Me gusta el manga, los super-héroes fueron mi primera televisión, los títulos underground están muy bien una de cada tres veces y el tebeo europeo que se está recuperando es imprescindible (Gil Pupila es un catálogo fidedigno de cómo hacer “narrativa gráfica”). Los autores españoles actuales realizan, en muchos casos, grandes obras (Endurance, de Luis Bustos, es brillante) y la recuperación del vasto legado del que sólo disfrutaban cuatro coleccionistas está a la orden del día (bendito coleccionable de RBA; y encima se anuncia una nueva edición de “Los doce trabajos de Hércules”, del increíble Miguel Calatayud.)
Dejé de comprar super-héroes hace un par de años, tan sólo sigo mensualmente Factor-X y Capitán América, del señor Brubaker, y algunos proyectos especiales (como el infame Marvels 2 o Catwoman, cuando aparece), pero la misma sensación denigrante que olí en los pijamas, el manga y el underground (no todo está hecho desde el alma), me empieza a golpear con los modernos productos franceses de Sfar y compañía (Émile Bravo es al único que compro a ciegas). Estoy harto de que no acaben sus series. Harto de que sean tan prolíficos como para no dar unos últimos retoques a su obra, pues el autor se debe a ésta, no a su público. Y lo que el artista idee, debería ser lo mejor que pueda conseguir. Sé que Sfar da para mucho, mucho más.
Por fortuna, con los avances tecnológicos actuales es muy fácil cubrir parte del vicio sin gastar un euro; probar qué hay de nuevo bajo el sol, si es que lo hay. Entre esto, enterarse por internet de cuál es el error de turno del mes, tener ojo avizor para no hacerse con el último hype y leer sobre cómic, además de leer cómics, tu criterio será el que impere. Y por fin podrás decir aquello de: ¡se acabó!
Se acabo esperar a colecciones que tan sólo se leen una vez. Se acabó comprar series que no van a completarse (¡Nexus!, ¡Krazy Kat!). Se acabó volver a adquirir lo que ya tenía en una nueva reedición más completa, en mejores condiciones. Se acabó el que casi no te dé tiempo a leer el montón del mes. Se acabó el que nos engañen una y otra vez con lo más de lo más, porque es lo más moderno. Más recuperaciones y menos impactos de última hora (¿oigo Mark Millar por ahí?) es una buena consigna. ¡Se acabó!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
NUEVA YORK EN EL DAREDEVIL DE FRANK MILLER
"Investigué mucho para hacer un buen trabajo. Si me pedían que dibujara una cascada, iba hasta una y la dibujaba. Esto es algo que a...
-
BUSTER BROWN EN LAS BARRICADAS En 2014 le pasé a un editor llamado Anastasio Rodríguez un montón de material de Alan Moore que había ido tr...
11 comentarios:
¡Ni un clavel más, punki!
Mucha razón en casi todo lo que dices aunque haría algunas matizaciones.
Respecto a la crisis, yo creo que existe, por supuesto, porque es general y no sólo centrada en el Cómic pero no afecta por igual a todos los ámbitos del mercado. La crisis afecta sobre todo a compradores -que, como en todo negocio, son en los que al final mantienen cualquier chiringuito- y en los autores, que en muchos casos deben compaginar la creación de cómics con otras ocupaciones. En cuanto a los editores, grandes y pequeños, se ven afectados pero no creo que en ningún caso pierdan.
Sobre la crítica, cada vez me parece más complicada. Para estudios especializados y currados aunque cada vez hay más hueco en el mercado es difícil encontrar gente dispuesta a invertir tiempo y ganas sin saber si va a verlo siquiera publicado. Y respecto a la reseña en blogs no deja de ser superficial e improvisada sin tener la profundidad necesaria debida a las propias características del medio en el que prima la inmediatez y la improvisación.
Con el resto de lo que opinas, pues estoy bastante de acuerdo.
A propósito, me alegro que continues con el blog. ;-DDDDDDD
Impacientes Saludos.
Yo creo que esto es como cuando dejas de fumar, una y otra vez...
AUGUSTO dijo:
Tienes razón en muchas cosas de las que dices,pero es que yo creo que hay una calidad media alta de obras publicadas,incluyendo la infinidad de reediciones,y con un presupuesto limitado uno se vuelve loco.Yo tambien soy omnivoro y por desgarcia tengo muchas colecciones sin completar porque en su momento el mercado me desbordo y tube que decir basta!!!!!y deje de comprar muchas obras maestras.
Hay que ser fuertes y luchar contra el vicio jajajaja
Pero ¿còmo luchar contra lo que se nos viene encima en el Salón del Cómic, con la obligatoriedad de compra con la que se nos presentan determinadas obras, con, con...? Dentro de poco voy a hacer otro post en el que comento los títulos que he llegado a vender, y el por qué. Porque esa es otra, ¡el problema del espacio, la agonía de dónde meter tanto!
Gracias por leer el blog.
Muchos son los temas que tratas en el post, y mucha razón tienes en la mayoría de tus afirmaciones.
Un problema que existe es que con todo lo que se edita es cierto que la mayor parte o está muy mal editado o tienen muy poca calidad. Lo malo es que estas dos afirmaciones no tienen porque coincidir.
También es muy difícil encontrar una referencia en Internet que sea objetiva o mejor dicho que cubra diferentes gustos.
Por ejemplo, La Cárcel de Papel es un blog que informa estupendamente de la actualidad del cómic, pero en cuanto a sus reseñas están muy tamizadas por los gustos de Alvaro que son un tanto minoritarios. Es cierto, que algunas de sus recomendaciones son interesantes, pero no puedes fiarte del todo. Y así sucede con la mayoría de los blogs, que dan opiniones personales, no habiendo una especie de portal que estuviera formado por distintos críticos que den su opinión especializada sobre distintos tipos de cómics. Y todo ello bajo la dirección de una especie de editor que aúnase diferentes tendencias, y además que fuera independiente de las editoriales.
En definitiva, que falta profesionalidad en el estudio y recomendación de cómics. Algo que es muy diferente por ejemplo en el cine o en la música.
y cuando no había internet?
nos quejamos de todo.
Demasiadas novedades, yo he acabado por comprar solo lo ya pasado con uno o dos años de antiguedad y releer lo coleccionado. Gracias por el blog, gracias por las entrevistas, articulos y impagable música. Todo lo que aparece aquí es de primera. Animo! y a seguir con esto.
EL STALKER
No te lo crees ni tu rana.
Joder, este artículo me gusta mucho.
"Estoy harto de que no acaben sus series. Harto de que sean tan prolíficos como para no dar unos últimos retoques a su obra, pues el autor se debe a ésta, no a su público. Y lo que el artista idee, debería ser lo mejor que pueda conseguir."
Tienes motivos para negarte a comprar y para sentirte estafado como comprador fiel. Pero tu hábito consumista no se nutre solo con Lo Mejor, ¿verdad?
El primer paso es reconocerlo.
Saludos!
jj
Publicar un comentario