lunes, 1 de noviembre de 2010

ELEKTRA ASESINA, ENTREVISTA CON FRANK MILLER Y BILL SIENKIEWICZ (1986)

ELEKTRA ASESINA, ENTREVISTA CON FRANK MILLER Y BILL SIENKIEWICZ EN AMAZING HEROES Nº 99 (1986). Traducida por FROG2000.

ELEKTRA ASESINA

¿Cómo podría describir alguien de una forma sencilla Elektra: Asesina, la nueva serie limitada de ocho números de la línea Epic Comics de Marvel?

Según el creador de Elektra, Frank Miller, es una serie de acción y aventura en la que “un monstruo diabólico ha tomado el control de la mente del próximo presidente de los EE.UU, y una ninja psicótica es la única persona que lo sabe y tiene la posibilidad de detenerlo.” Hay muchas batallas violentas, persecuciones entre un coche y un helicóptero y, dice Miller, “cosas que estallan a lo grande”. El propio Miller, cuyo trabajo en Daredevil, Dark Knight y Ronin es bien conocido, es el guionista de la serie. El dibujo está realizado por Bill Sienkiewicz, que probablemente sea más conocido por los lectores de cómic por su etapa en el Caballero Luna y los Nuevos Mutantes. Jim Novak es el rotulista, Jo Duffy, la editora asociada de la serie y Archie Goodwin está a su servicio como editor.

La propia Elektra es la psicótica ninja asesina en cuestión. El monstruo es un demonio llamado la Bestia. Miller creó a Elektra durante su primera temporada como guionista y dibujante en Daredevil. Ella se enamoró de su alter-ego Matt Murdock cuando ambos estudiaban en la Universidad Columbia de New York. Elektra dejó a Matt después de quedarse completamente rota emocionalmente cuando su padre fue disparado de forma accidental. Rechazada por el maestro de artes marciales Stick, Elektra se unió a la Mano, un culto de asesinos que adoraban a la Bestia, y finalmente los dejó para convertirse en una asesina mercenaria. Después de luchar contra el alias de Matt Murdock, Daredevil, fue asesinada por uno de sus enemigos, Bullseye y murió en los brazos de Matt. Aunque parece que al final fue resucitada por medios místicos. El destino final se revelará próximamente en una novela gráfica que estará escrita y dibujada por Miller y coloreada por Lynn Varley.
Elektra Asesina se ambienta en el pasado, en la época en la que dejó la Mano y se reencontró con Daredevil. “Esta serie trata sobre la época más oscura en la vida de Elektra”, comenta Frank Miller. En el primer número, que ya está a la venta, encontramos a Elektra en un manicomio después de ser conducida hasta la locura por la Bestia. La mayor parte de su memoria ha quedado deshabilitada de una forma temporal por culpa de los brutales tratamientos de shock que está recibiendo en el asilo mental. Al final del número el personaje se da cuenta de cómo ha podido acabar en el mismo y consigue liberarse.

Aunque todo lo que hemos descrito hasta ahora sobre Elektra Asesina es cierto, ni siquiera empieza realmente a describir lo que es la serie. La saga está protagonizada por dos personajes principales, Elektra y alguien un poco más bufonesco, aunque altamente capacitado: el oportunista agente secreto llamado John Garrett, que se convierte en el contrapunto, en el títere, el esclavo, aliado y amante de Elektra. La serie es un thriller psicológico que trata tanto con el mundo del espionaje como con lo oculto. Es una comedia negra, un romance tenebroso y en cierta forma, también es un reportaje político. Y sobre todo es un muestrario del mayor trabajo experimental que se haya visto en los cómics con Miller como guionista y con Sienkiewicz como dibujante.
Jo Duffy escribió la primera historia que Frank Miller hizo para Marvel y durante su breve estancia como editora de Daredevil, le asignó la serie. Ahora, como editora asociada en Elektra, se encuentra trabajando con Miller y Sienkiewicz en lo que ella llama “editar el trabajo más agotador y gratificante y divertido que jamás haya tenido en mi carrera. Creo que Elektra es la culminación de la creatividad tanto de Frank como de Bill. Ambos han hecho algo extraordinario. Los guiones son tan buenos que a otro guionista le daría un ataque al corazón si tan sólo se los leyese. El dibujo es maravilloso, es claro y fácil de seguir visualmente, y muy, muy excitante y bonito. Y es algo que crece y crece, una cosa orgánica. Cada número hace evolucionar todo lo que Bill había hecho antes. Siento como si toda su carrera previa hubiese sido una simple preparación para lo que hizo en la Novela Gráfica de Daredevil y para lo que está haciendo en la serie limitada de Elektra. [La novela gráfica de Daredevil, protagonizada junto a Kingpin, fue guionizada por Miller y dibujada por Sienkiewicz. La obra ha sido finalizada recientemente y debería ponerse a la venta antes de que acabe el año].
El mundo presentado en Elektra Asesina es muy diferente del que se puede ver en las historias de Daredevil. En Elektra es lóbrego y siniestro; la división entre bien y mal no puede verse con claridad, las posturas morales no son las habituales y ciertos agentes de operaciones del gobierno pueden llegar a ser inhumanamente depravados. Por otra parte, a veces podemos encontrar heroísmo en individuos que en un principio nos habría parecido muy improbable que lo ejerciesen en algún momento.
ELEKTRA EN PERSONA


¿Por qué en el pasado Elektra pudo apoderarse tan fuertemente de la imaginación de los lectores?

“Sexo y violencia, una vieja historia”, replica Jo Duffy riendo. “Realmente, creo que es por los mismos motivos por lo que les fascina Lobezno, o Batman cuando muestra su faceta más oscura. Es el héroe que quizá tenga parte de villano, la figura atormentada, alguien que nunca fue inocente y que tampoco ha cabalgado un caballo blanco, o lo que sea. Creo que Elektra posee el atractivo de la violencia y además sabes que cuando necesite tomar una decisión, podrá hacerlo de la misma forma en que lo harías tú. Pero si intentamos buscar un elemento crucial, supongo que hay cosas que estaría mucho más complacida de llevar a cabo que la mayoría de héroes más convencionales. Y también me imagino que cierta cantidad de tormento interior siempre ha incrementado la popularidad de un personaje.”

“A pesar de toda la atmósfera malvada que impregna la serie”, dice Miller, “vemos que en ella tiene lugar un acto de bondad, y además podemos ver que las motivaciones de Elektra son algo definitivo y profundamente bondadoso. Incluso aunque pensemos que es una jodida psicópata. Siempre lo ha sido, pero nunca se ha convertido en alguien puramente malvado. Sí, a lo largo de la serie hace muchas cosas diabólicas, pero el conflicto básico es el del bien contra el mal, y ella está en el bando de los buenos.”


"En la colección", continúa Miller, “las reglas morales se reproducen de una forma amoral.” Esa es la idea detrás del enfoque subjetivo que Miller plantea en la serie, narrada en su mayor parte desde el punto de vista de Elektra y Garrett, “de esa manera podemos ver muchas de las cosas corruptas que hacen y piensan los protagonistas. Pero a pesar de ello, también logran hacer algo positivo."

“Si te fijas atentamente, es algo que creo que se muestra de forma muy hermosa en los shows de Jim M. Cain. El bien y el mal existen aunque la gente no sea consciente de ellos.” De hecho, dice Miller, en los casos de gente psicopáta o corrupta –como Elektra y Garrett- incluso puede proporcionarles alguna habilidad oculta. “Creo que es lo que la convierte en un personaje tan torturado. Porque no hay forma de que pueda perdonarse lo que ha hecho en cualquiera de sus historias. Aunque también tiene nobleza. No está tan podrida como se piensa que lo está.” [Miller compara este rasgo de Elektra con la incapacidad de Batman al intentar matar al Joker en el tercer número de Dark Knight].

“Elektra siempre ha querido ser el peor ser humano que haya pisado la tierra”, pero su enemigo, la demoníaca Bestia, es mucho peor. La Bestia quiere destruir literalmente toda la vida de la Tierra”, revela Miller. “Ella combate en su contra, pero se siente más cómoda pensando que su motivación es la venganza personal.” En realidad, no es el verdadero motivo, pero es el único que acepta, porque Elektra no cree en la bondad. No cree en hacer lo correcto.”
Miller habla sobre que “hemos tomado un enfoque sobre los personajes totalmente Dionisíaco.” Al empezar a darle vueltas a tan enigmática referencia, el entrevistador le sugiere a Miller que Elektra y Garrett son figuras Dionisíacas porque les mueven fuertes pasiones. En efecto, dichas pasiones son la violencia y el sexo, algo que la Sociedad no perdona. Elektra y Garrett son los portadores del caos en la serie. Pero en la saga sus enemigos son Apolíneos, figuras del orden y la autoridad: un candidato presidencial, un embajador, los agentes de SHIELD, e incluso la misma Bestia, que actúa como un Dios para sus seguidores. Estos representantes de la autoridad son los verdaderos heraldos del caos, porque quieren destruir toda la existencia, mientras que Elektra y Garrett, como sus opuestos, son figuras caóticas que trabajan a favor del orden. Sienkiewicz describe a Elektra como una “fuerza pura, un personaje más grande que la vida. Quiero que parezca muy misteriosa e intento que sus rasgos emocionales parezcan contenidos.” Sienkiewicz la representa de forma mucho más realista que al caricaturizado Garrett. “Intento no mostrar demasiado los ojos de Elektra. Quiero mantenerlos ocultos en la oscuridad, para que el lector pueda imaginarse qué podrá haber en el lugar donde ellos deberían aparecer representados.”

“Creo que sería imposible colgar a Elektra en una pared como si fuese una mariposa bajo el cristal”, dice Miller refiriéndose a su enigmática personalidad. “El personaje se escribe a sí mismo”, añade, (también comenta que Garrett es otro personaje que se escribe a sí mismo). “Me sorprende continuamente. Parte de mi estrategia para escribir a Elektra es tratar de no entenderla demasiado bien. Porque entonces podría acabar convirtiéndose en todas las cosas a las que quieres empujarla,” el personaje no es mucho más que un peón a las órdenes de las ideas del autor.
GARRETT

“Originalmente”, recuerda Miller, “la idea de la serie era la de que Elektra iba a relacionarse con diferentes personajes. 
El elenco de secundarios iría cambiando entre un número y otro y ella iba a ser la única constante”. “Esencialmente la historia iba a tratar sobre la lucha de Elektra contra La Mano y La Bestia.” En el segundo número Elektra tendría un encuentro con Garrett, que trabajaba para la agencia de inteligencia super-científica de Marvel, SHIELD. Al final del número Garrett moriría. 

Pero las cosas no se terminaron desarrollando de esa forma. “Garrett fue lo más sorprendente de la serie,” dice Miller. “Garrett explotó en cuanto Bill y yo empezamos a zarandearlo de aquí para allá.” Como resultado, el agente de SHIELD John Garrett se convirtió en el segundo personaje más importante de la serie, interpretando un papel más amplio excepto en el número inicial.

Del mismo modo, mientras Miller y Sienkiewicz estaban trabajando en el quinto número, otro personaje aparentemente menor que se presentaba en ese ejemplar, Chastity McBride, “explotó” de una forma similar, revelando una historia mucho mayor que la haría ser una de las protagonistas de los últimos números. A Miller no le parece tan inusual que la serie haya cambiado de forma tan radical mientras Sienkiewicz y él estaban trabajando en ella. De hecho, comenta que Dark Knight sufrió una evolución similar mientras la guionizaba y dibujaba gracias a las conversaciones que mantuvo con su colaboradora en la serie, Lynn Varley. “Para mí es de lo más normal cambiar constantemente las cosas”, explica Miller. “Esa es mi forma de trabajar, y durante el trayecto surgen muchas sorpresas. Si todo lo que me espera enfrente estuviese completamente estructurado, no tendría ninguna razón para hacerlo.”

“Garrett ha sido el bebé de Sienkiewicz y el mío desde el comienzo de la serie,” continúa Miller. “Le arrojé un relato extrañísimo” (el de Garrett en el segundo número), “y [Sienkiewicz] me devolvió a un personaje que se puso a caminar hasta el centro del escenario y lo llenó con su sola presencia. Y luego ambos empezamos a lanzarnos el uno al otro toneladas de chascarrillos sobre Garrett que iban dando forma a su personalidad, y ambos terminamos cogiendo mucho afecto por este feísimo personaje.”

La primera vez que se puede ver a Garrett con su aspecto a lo Charles Bronson y sus enormes pistolas, los lectores podrían asumir que es un personaje parecido al que interpretan Bronson y Sylvester Stallone en las películas. Así que, ¿cómo refleja Garrett la imagen que tenemos de Rambo? “Muy torpemente”, replica Miller riéndose. En parte Garrett fue diseñado originalmente por Miller y Sienkiewicz como una parodia de lo que consideran una repugnante forma de machismo. En referencia al tema, Sienkiewicz lo caricaturiza de forma grandiosa en sus primeras apariciones. “Siempre parece como si tuviese las hombreras del jugador de un equipo de fútbol puestas,” comenta Sienkiewicz.“Bebe mucho, y también fuma demasiado. Las pistolas que usa son como símbolos fálicos. Ni siquiera ha llegado a pensar que sería más cómodo utilizar un arma más pequeña.”

Miller dice: “Garrett es una figura de fantasía masculina” sobre el machismo “que tiene que vivir en un mundo donde también lo hacen todas las mujeres. En un mundo así”, sigue Miller, “toda esa fantasía se desmorona”. “La otra cara” de Garrett, continúa Miller, sale a relucir cuando empieza su extraña relación con Elektra, que tal y como reconoce el autor, en sí misma parece el reverso de esta figura sobre la “fantasía masculina”, combinando igualmente sexo y violencia.

Al principio Garrett queda continuamente como un bobo frente a Elektra, comenta Miller, “se siente más un payaso que un héroe”. Pero la relación entre Garrett y Elektra evolucionará hasta formar una especie de extraña alianza e incluso acabará en romance. “Pasa de insultarla y llamarla puta a llamarla amorcito”, declara Sienkiewicz.

Además, según evoluciona la serie Garrett parecerá alguien más admirable. “Sufre un gran cambio”, comenta Sienkiewicz, “empieza siendo un haragán, un cerdo.” Pero según avanza la serie Sienkiewicz viste mejor al personaje y lo caricaturiza un poco menos. En los números con más acción y aventura, dice Sienkiewicz, “intentamos enseñar que él es un agente de SHIELD muy capaz.” Y añade Miller: “podrás ver que cuando entra en acción es un personaje bastante poderoso.”

Al igual que ocurre con Elektra, Garrett también se convierte en un héroe a pesar del lado oscuro que arrastra. “Hasta cierto punto Garrett es un héroe”, reclama Miller. “Se necesita la mayor parte de la serie para que ese elemento nos sea revelado. En los guiones finales incluso se rebela contra Elektra. Está siendo manipulado por fuerzas que son mucho más grandes que él. Y a pesar de eso, en muchas más ocasiones termina haciendo lo correcto en lugar de lo equivocado, y también realiza una buena cantidad de actos muy positivos. Es un héroe verdaderamente feo. Hace bien las cosas por las razones correctas. Y lo hace a pesar del resto de su personalidad.” [Risas.]

“Al final me daba la sensación de que Garrett es el personaje del lector” en la serie, continúa Miller. “Es el personaje a través del que vamos observando toda la historia.” Ciertamente Garret está obsesionado, es alguien corrupto y apoya conceptos ya obsoletos como el machismo, y sin embargo es alguien relativamente normal si lo comparamos con la mayoría de los que le rodean en la historia, los cuáles, señala Miller, “adquieren dimensiones bíblicas.”
CHASTITY

En el quinto número de Elektra Asesina se presenta a la agente de SHIELD Chastity McBryde, a la que Jo Duffy nombra como un “muy fuerte y maravilloso personaje”. Miller comenta: “Chastity es esencialmente una policía corporativa. Es una agente de SHIELD que tuvo algo que ver con Garrett en el pasado”, y aunque Miller sabe lo que ocurrió, no está planeado explicarlo exactamente en la serie. Sin embargo, Miller comenta que la anterior relación de Garrett con Chastity discurre en paralelo a la antigua relación entre Elektra y Matt Murdock. “Ambos [Elektra y Garrett] han tenido relaciones que, como mínimo, han fracasado”, apunta Miller, “y acabaron en un amargo final.”

Al referirse al papel que desempeña durante la serie, "así como la brillante melena rubia de Chastity contrasta con el pelo oscuro de Elektra", dice Miller, “Chastity contrasta muy luminosamente con la oscuridad de Elektra”. Me parecía que la historia necesitaba cierto equilibrio”, añade. Es una figura heróica: “si te fijas en sus acciones verás que lo es sin ninguna duda”. Miller continúa diciendo: “pero en cuanto a su moralidad creo que es igual de cuestionable que la del resto” (excepto, probablemente, la de Nick Furia). Chastity probará que es más una antagonista para Garrett que para Elektra. Está muy dedicada a su trabajo como agente de SHIELD. Adora a Nick Furia, acata estrictamente las reglas y parece tener poca tolerancia hacia los que las rompen, como ha hecho Garrett.

Sienkiewicz describe a Chastity como una “bomba rubia de ojos adorables. La veo como una chica católica, muy religiosa”. A pesar de la apariencia “deslumbrante” que le dio Sienkiewicz,  “en su interior es lo opuesto a su apariencia. Es alguien muy moral, podría ponerse de moda porque su aspecto es muy metódico y femenino.” Pero para retratar su fuerte sentimiento religioso “lleva una cruz colgando de su oreja que prácticamente es del tamaño de su puño”.

“Chastity es una adición más tardía” a la serie, comenta Miller. “Es un nombre que tenía desde hace un tiempo y que estaba buscando la oportunidad para usarlo. Evolucionó de ser un personaje menor de SHIELD hasta que se ha convertido en una de las mayores presencias de la serie. Chastity y Perry tienen el mismo espacio [que Elektra y Garrett] en los últimos dos números. El séptimo número es el de Chastity. Aunque aparecen todos los personajes, es donde Chastity realiza su jugada, y en su mayor parte el número está narrado por ella.”


“Chastity simplemente es alguien que floreció”, sigue Miller, “es un personaje increíble. No es alguien maligno, sino demasiado vigoroso. Es una chica muy masculina, en el sentido de que ella puede llegar a tener una personalidad muy dominante, ser alguien muy agresivo. Creo que posee todo tipo de razonamientos emocionales para mostrarse así de dura.”

“Es un buen ser humano”, afirma Miller. Por otra parte, dentro del sombrío mundo de Elektra Asesina, Chastity es una figura heróica porque, según Miller, “es una burócrata heróica. Está inmersa en el trabajo del día a día de SHIELD y lo utiliza para hacer lo que ella cree que es lo correcto. No necesita dominar necesariamente el sistema, sino que lo usa lo suficientemente bien como para hacer lo que ella cree que está bien.”

“Chastity está cerca de tener el punto de vista más objetivo de entre todos los personajes de la serie. Si la observas escena por escena, nunca demuestra ningún tipo de narcisismo durante sus cometidos. Si excluimos a Furia, es el menos narcisista de los personajes principales.”
NICK FURIA


Aparte de Matt Murdock, que aparece brevemente en un flashback en el primer número, el único personaje “clásico” de Marvel que hace acto de presencia en Elektra Asesina es el Coronel Nick Furia, director de SHIELD, que por supuesto, protagonizó dos títulos de Marvel creados por Stan Lee y Jack Kirby, Sargento Furia y sus Comandos Aulladores, donde se contaban sus aventuras en tiempos de guerra, y Nick Furia, Agente de SHIELD. Aunque en Elektra Asesina atisbamos un oscuro mundo en el que parece que no hay casi héroes tal y como los conocemos en los cómics generalistas, en cuanto a las pasadas apariciones de Nick Furia en Marvel no se han producido demasiados cambios. “Sigue siendo un personaje de Stan Lee y Jack Kirby de arriba a abajo”, aclara Miller.

Sin embargo, Miller nos comenta: “en la serie muestro otro lado del mundo [de Furia]” diferente al que se les ha enseñado a los lectores en las anteriores apariciones del personaje. “En Nick Furia, Agente de Shield aparecía todo un mundo de grandes cómics de aventuras realizados por Lee y Kirby, pero realmente no reflejaban cómo entiendo yo el funcionamiento de este mundo. He aprendido lo suficiente sobre las organizaciones gubernamentales como para creerme con los ojos cerrados que SHIELD funcione tan bien como nos han dicho hasta ahora o que nunca se haya visto en problemas por culpa de quién tenga al cargo.”

Personalmente, la lucha contra HYDRA y otros enemigos, que es a lo que se dedicaba Furia en sus propias colecciones, “es lo que suele hacer en su tiempo libre”, afirma Miller. En Elektra Asesina “Furia es tremendamente competente, es mucho más que el buen chico que hemos visto hasta ahora. Pero también tiene mucho más que manejar que lo que se nos había mostrado anteriormente. No es un Nick Furia que se ponga un uniforme para luchar contra otros espías. Es un hombre que comanda una monstruosa organización tecnológica de espías. Se pasa la mitad del tiempo hablando por teléfono con senadores, intentando que financien sus proyectos.”

“Definitivamente, Furia es un burócrata. Creo que una vez que una organización alcanza un determinado tamaño, se convierte en una especie de monstruo, sin importar las intenciones de la gente que trabaja allí. Y ya no buscan ser creativos. Se convierten en lo que yo llamo la burocracia.”

SHIELD se ha convertido en algo tan enorme que ni el propio Furia está seguro de todo lo que ocurre dentro de la organización, y por eso se pregunta Miller: “¿cómo podría hacerlo? La sección de SHIELD de Latinoamérica para la que trabajan Garrett y Perry opera de una forma que Furia no podría perdonarles. Durante el transcurso de la serie, Furia pondrá toda su atención sobre las actividades de Elektra, y los lectores podrán ver lo que ocurre cuando Furia se entera de las actividades amorales que ha estado llevando a cabo la división de SHIELD llamada Extechop.”
PERRY

La serie de Elektra presenta a varios villanos humanos. Dos de ellos, el embajador Reich y el candidato a la presidencia Ken Wind, son peones de la demoníaca Bestia que aparece en el primer número. Sienkiewicz ve a Wind (cuyo nombre se pronuncia “Wind” en el aspecto eólico, no como la acción de dar cuerda a un reloj, “winding”, tal y como parece que nos dicen los anuncios comerciales de su campaña) “como mucho más que una parodia de Kennedy, con el atractivo en plan "vecino de al lado”. En cuanto a Reich, Sienkiewicz lo compara con Kurt Waldheim (el político austriaco del que recientemente se reveló que había tenido un pasado de militancia nazi) o “como Melvin Belli yendo directamente hacia la catástrofe, con una apariencia muy distinguida pero bastante reprobable.”

Otro de los principales villanos de la serie es el colega de Garrett en SHIELD, Arthur Perry, que debuta en el segundo número. “Si lo comparas con Perry, Garrett es puro glamour”, declara Miller, “Perry es un hijo de puta sociópata”.

“Perry es un listillo”, dice Sienkiewicz, “es como Eddie Haskell, pero también es un verdadero punk, alguien sencillamente desagradable. De alguna forma hace que Garrett se parezca a Henry Fonda. Perry es alguien sencillamente corrupto, muy malvado, malicioso, nauseabundo. Un punk que se regodea de serlo. La primera vez que lo enseñamos, lo dibujé como si fuese un cretino. Muestra una sonrisa maliciosa, dientes de oro, tiene auténticos matices new wave y punk. Traté de hacerlo tan new wave como me fuese posible.”

Además, sobre el diseño de Perry Sienkiewicz también comenta: “como Garrett era tan fuerte y musculoso, quería crear a un personaje que fuese lo opuesto a él, completamente delgado y demacrado. Y también algo psicótico.” Perry también se parece un poco a otro fino villano de Miller y Sienkiewicz, Victor, el asesino de la novela gráfica de Daredevil. Sienkiewicz piensa que “hay algo en el diseño de los villanos que parece estar bastante reñido con la idea de hacerlos grandes físicamente. “Victor es alguien amenazador y espantoso, pero no es demasiado fuerte. No es grande ni poderoso. Es un escuálido tío de la calle cuyos ojos no miran en la misma dirección al mismo tiempo. Tiene ojos camaleónicos, pequeños ojos brillantes. Y creo que detrás de esos rasgos, Perry tiene el mismo parecido, como una especie de look psicótico. Me encanta hacerlos de forma que el encanto de estos villanos no resida en un gran tamaño, sino que parezca que hay algo detrás de sus ojos. Eso es lo que intenté hacer con Perry.”

Los ojos también son importantes en la descripción que da Sienkiewicz de otro de los personajes de la serie, Sandy, que aparece en el cuarto número. “Sandy lleva en coma desde hace años” explica Sienkiewicz, “y por fin sale del mismo en ese número.” Sobre su representación de esta joven chica, Sienkiewicz nos comenta: “intenté describir esa dulzura de ojos de cordero. Es tan vulnerable que resulta increíble.” Cuando sale del coma y “abre sus ojos, son del tamaño de teteras. Es como un cuadro viviente de Walter Keane.”
SURREALISMO EN LOS COMICS.
“Elektra Asesina es la serie más conscientemente surrealista en la que haya trabajado jamás”, afirma Miller. Sobre la declaración de Miller, Sienkiewicz responde, “¡Es algo perfecto! Quería hacer exactamente lo que me pidió. Aunque nosotros no lo hablásemos de una forma explícita, creo que él terminó dando en el clavo. Hay verdadero surrealismo en este material: son realidades cambiantes y técnicas cambiantes, porque al fin y al cabo a veces se convierten en imágenes humorísticas. Arrojamos una situación realista contra un dibujo inverosímil, o un dibujo muy realista contra la Bestia.”

El surrealismo que aparece en la serie resulta difícil de definir. Decir que la serie es surrealista no es como decir que es una lectura narrativamente inaccesible. Jo Duffy comenta: “Creo que la obra es surrealista gracias a los personajes. Pero tiene el mérito de que comunica una historia lineal de una forma que no lo es para nada. La historia es sencilla y directa, pero está expresada con una sofisticación tremenda. Los personajes principales, Elektra y Garrett, se ven sometidos a experiencias muy surrealistas durante la historia, así que el contexto es un tanto surrealista, pero está narrado de forma muy, muy hábil.”

Aún así, la presentación visual de la serie difiere ásperamente de todos los otros cómics mainstream, e incluso se despega de forma radical de los anteriores trabajos publicados por Sienkiewicz en los cómics. Sin embargo, lo primero que se puede hacer es definirlo bajo los términos habituales: surrealismo, de acuerdo con su definición, es “los principios, ideas o la práctica de producir imágenes fantásticas o incongruentes en el arte, la literatura o el teatro, a base de yuxtaponerlas o combinarlas de forma antinatural.”

Aquí tenemos algunos ejemplos del surrealismo de Miller y Sienkiewicz en Elektra: en el tercer número operan a Garrett de las heridas que sufrió en la entrega anterior. Sienkiewicz sugiere, y Miller está de acuerdo, que uno de los instrumentos quirúrgicos sea una máquina de coser de la marca Singer.

En la escena en la que aparecen Elektra y la diabólica Bestia, Sienkiewicz hace que el padre de Elektra forme parte del villano. Cuando Elektra piensa en su madre embarazada, se nos muestra un dibujo de la misma con el bebe visible en su interior. Una viñeta del padre de Elektra en la que éste aparece tumbado, muerto y cubierto de sangre, se ve acompañada por garabatos de escritura infantil.

Estos tres últimos ejemplos aparecen en el primer número, descrito por Miller como una increíble “explosión” por parte de Sienkiewicz. En ese número Sienkiewicz usa una extensa variedad de estilos. Por ejemplo, en una de las escenas en el interior del manicomio en el que han encerrado a Elektra, casi todas las otras mujeres tienen su misma apariencia, como si su miserable destino estuviese representado docenas de veces. O quizás se esté indicando que en el manicomio las han privado de toda individualidad.

En los siguientes números Senkiewicz no varía tanto su estilo, pero sigue alcanzando logros inusuales por todas partes. Los personajes dibujados de forma realista, como Elektra y Chastity, interactúan con otros mucho más caricaturizados, como Garrett y Perry. Uno de los más sorprendentes golpes de efecto de Sienkiewicz es su visualización del candidato presidencial Ken Wind. “Lo trato como si fuese una fotocopia”, dice Sienkiewicz, “sólo tiene dos expresiones, una de sombría determinación o cautela, y la otra es esa condenada sonrisa que enseña por todas partes. Siempre está intentando mostrar su mejor perfil”, y Sienkiewicz siempre intenta mostrar su cara mirando directamente de frente, sin preocuparse de la posición del cuerpo. Así que “parece un búho”, comenta Sienkiewicz, refiriéndose a la habilidad de ese pájaro para torcer su cabeza casi por completo. “Con él he roto todas las leyes de la física, pero me parece muy bien. Probablemente parecerá muy bizarro, pero hace que la serie sea definitiva."


Ninguna de todas estas inusuales visualizaciones aparecen sin un motivo. Tal y como indica el tratamiento que hace Sienkiewicz de Ken Wind, dichos efectos se utilizan como recursos para observar a los personajes y sus acciones. Esto es lo que Sienkiewicz daba a entender en su reciente entrevista en el Comics Journal, cuando hablaba de que solía hacer los dibujos de Elektra como un contrapunto de las palabras del guión de Miller; no siempre crea una imagen simple y directa de lo que le pide Miller, sino que utiliza las imágenes como una opinión, como una interpretación. “Los guiones de Frank son más o menos sencillos,” comenta Sienkiewicz, “y lo que hago con el dibujo es decir, de acuerdo, vamos a ver cuán lejos podemos llegar con todo esto.”

A Miller le encanta lo que hace Sienkiewicz. “Creo que la absoluta explosión del primer número me impresionó por completo,” comenta. “Es cierto que no es lo que me había imaginado cuando estaba trabajando en el guión. Es mucho más diverso, aventurado y atrevido. Desde un principio, el guión se adentraba en esa dirección surrealista,” pero ahora, gracias a las imágenes, la serie ha cogido un tono surrealista mucho mayor. Miller indica que el lugar hacia el que tiende Sienkiewicz es la forja del realismo puro, porque “cuando dibuja de forma más realista, es mucho más realista de lo que lo suelen ser los cómics de super-héroes”. Supongo que hemos conseguido sacar gran parte de lo que tenía Sienkiewicz en su interior esperando para salir. El enfoque de Sienkiewicz no es lineal, generalmente es un enfoque más o menos poético de la narración, y creo que podría resultar muy difícil intentar acomodarlo en un cómic mensual habitual”.

Por ejemplo, Miller encuentra muy apropiado que Sienkiewicz caricaturice tantísimo a Garret en sus dibujos, ya que el autor entiende que en parte, Garrett es una parodia del machismo. “Bill lo hace parecer alguien totalmente absurdo, ¡me encanta!”.
Contrastando enormemente
 con el estilo de trabajo habitual “a lo Marvel”, en donde el guionista escribe primero el argumento para el dibujante, y luego escribe el guión una vez se hayan finalizado los dibujos, Miller (tanto en Elektra como con el resto de sus proyectos) escribe primero el guión completo, con los diálogos y la descripción de cada viñeta. (Sienkiwicz puede variar la distribución de las viñetas si así lo desea). Después de que Sienkiewicz dibuje las páginas, Miller puede que realice más cambios dependiendo de las inusuales imágenes que le entregue el dibujante. Por ejemplo, en el primer número, en la escena en la que Elektra asesinaba a una víctima subida a un tiovivo, Miller añadió unas cuantas frases, algunos fragmentos de frases, para crear un ritmo verbalizado, porque comenta que sintió que era algo bastante apropiado para la escena. “Me di cuenta de que según estaba guionizando los dibujos de Bill, un cierto tipo de verso casi en blanco empezó a surgir como perfecto contrapunto verbal de sus dibujos. Y lo mismo me ocurrió en otros muchos casos,” como en la escena del tiovivo. “Fragmenté mucho más la escena”. Miller añade que ese es uno de los ejemplos de cómo Elektra “me hizo hacer cosas que nunca había hecho antes.”

Hasta que no miró los cambios que Miller había hecho en el guión, Sienkiewicz estaba bastante preocupado por haber ido demasiado lejos en aquel primer número. Se sentía, comenta, “indeciso a la hora de dibujarlo”, destacando los variados estilos del primer número, y que “estaba nervioso de que todos esos estilos no acabasen de cuajar al mezclarse”. Pero cuando Sienkiewicz vio que después de mirar sus páginas Miller reescribía el número, el artista cayó en la cuenta de que “de repente, todos esos estilos variados funcionaban y se convertían en una entidad propia. Miller escribía a partir de mis múltiples estilos y hacía que todos juntos cobrasen sentido
.” Sienkiewicz cree que en el primer número “estaba jugando un poco a hacer de contrapunto del texto de Frank”, para ver hasta dónde podía llegar si oponía sus imágenes a las palabras, aunque en los últimos números el efecto sea menor. Pero Sienkiewicz no descarta hacerlo de nuevo en otra serie. 

Sienkiewicz cree que los cómics mainstream hacen demasiado hincapié en que todo parezca demasiado realista, para conseguir así una continuidad visual. “Elektra ya tiene la suficiente continuidad visual“, dice, “pero es la continuidad del surrealismo. De esa forma hacemos que todo adquiera sentido y que funcione en conjunto.” La realidad que se retrata en la serie no se basa en las apariencias externas. “Es una realidad interior, una realidad de lo emocional.” Sienkiewicz ya había comentado que dibujaba tal y como sentía las cosas y que no quería retratar su apariencia. En Elektra se ha dejado llevar por dicho principio mucho más allá que en sus cómics anteriores.
NARRADORES POCO FIDEDIGNOS


Existe una razón más para el estilo irreal que se utiliza en Elektra. En Elektra Asesina el autor no realiza la labor de narrador omnisciente, sino que en su lugar, la mayor parte de los actos que ocurren a lo largo de la serie nos son contados por los propios Garrett y Elektra. Por eso, a veces la realidad se retrata como si hubiese sido imaginada por uno de ellos, o más específicamente, por cómo Sienkiewicz y Miller son capaces de dramatizar la comprensión de cada personaje de la misma. Y por eso el recuerdo que tiene Elektra de su pasado en el primer número no es necesariamente real. Miller ha escrito todos esos flashbacks como si él fuese Elektra, que en ese momento tiene la memoria completamente embotada y esos fuesen sus recuerdos. Además, a continuación Sienkiewicz presenta dichos flashbacks de una forma que parecen sugerir la percepción que tendría una niña pequeña, de tal modo que también hace su propio comentario visual sobre lo que recuerda Elektra con ese estado mental concreto. “A veces,” dice Sienkiewicz, "la forma en que la realidad es retratada se convierte en algo muy subjetivo para el narrador”. En la secuencia en la que Elektra recuerda la sangrienta muerte de su padre, “traté de distanciarme de toda esa brutalidad dándole un aspecto muy infantil a todo”. Por lo tanto, el lector debe saber que la forma en que Garrett y Elektra perciben la realidad no es necesaria y objetivamente la real. Miller apunta hacia Rashomon, la película de Akira Kurosawa en la que se cuenta varias veces el mismo hecho, pero cada vez de forma radicalmente diferente, dependiendo de la perspectiva de los diferentes testigos.

En cuanto a Elektra Asesina, Miller comenta: “Imagínate rodar Rashomon protagonizada por unos personajes a los que se les podría cuestionar su salud mental.” En el primer número de Elektra “intentamos dilucidar qué es lo que ha ocurrido a través de narradores en los que se puede confiar muy poco y que están obsesionados consigo mismos.”

“Algo que he podido sentir varias veces mientras estaba trabajando en la historia,” dice Miller “fue que la mayoría de historias super-heróicas son fantasías de poder narcisista. Realmente, la serie de Elektra es muy parecida, solo que no trato el narcisismo como si fuese algo positivo. Los dos protagonistas están completamente obsesionados consigo mismos, y por ello son figuras muy oscuras y destructivas. La realidad es algo muy difícil de encontrar en esta serie. Como también puede serlo para un verdadero narcisista.”

Aún así, Jo Duffy dice que Elektra Asesina se puede entender fácilmente. “Los dibujos son muy, muy excitantes y bonitos. Puedes mirar cada página y comentar lo que está pasando en las viñetas sin tener que leerte el argumento.” Pero la interpretación exacta de los sucesos puede ser otra cosa. “Las ilustraciones no retratan lo que está pasando en realidad”, dice Miller. “La narración tampoco describe lo que ocurre. Hay algo que parece desajustado, y un pequeño elemento de ese desgarro es lo único real. Tienes que deducir qué es la realidad
, no es algo que se te ofrezca de una forma clara y cristalina.”
ELEKTRA COMO COMEDIA NEGRA

A pesar de la violencia e incluso del horror que se puede encontrar en Elektra Asesina, tanto Miller como Sienkiewicz hablan de la serie como si fuese una comedia, y Sienkiewicz llega tan lejos como para comparar los primeros números donde aparece Garrett con los dibujos del Correcaminos de Chuck Jones. Al escuchar la comparación Miller se ríe y dice, “hay cierta parte de la historia, en particular en los números dos y tres, en los que Elektra y Garrett hacen mucho más que interpretar al Correcaminos y a Wile E. Coyote.” A pesar de los intentos de Garrett por apresar a la intocable Elektra, ésta se escapa mientras él acaba burlado, viendo cómo fracasan sus planes por su culpa. Además, comenta Miller, más adelante se hace un uso bastante salvaje de la maquinaria, como por ejemplo cuando en el número cinco Garrett monta en un trineo volador para poder capturar un helicóptero. “Creo que es muy del estilo Kirby”, medita Miller, “pero tampoco estoy en desacuerdo con las referencias a Chuck Jones que ha hecho Bill.”

Aún así, los lectores no deberían buscar en Elektra el estilo humorístico de los Looney Tunes. Cuando Miller y Sienkiewicz describen Elektra como comedia, lo que intentan decir es que es una comedia muy oscura e irónica; aunque no les falten extraños recursos que provoquen la hilaridad. Cuando se le pregunta a Miller si el humor de Elektra provoca más la risa o en realidad es algo más irónicamente oscuro, replica: “en su mayor parte está más cerca de lo segundo, pero al leer las escenas en las que Bill y yo hemos encajado nuestro trabajo como teníamos que hacerlo, te vas a sorprender mientras te carcajeas sin saber muy bien por qué.”

Miller compara el oscuro humor de Elektra al que nos podríamos encontrar en las películas de Martin Scorsese, en particular en Taxi Driver, que como ocurre con Elektra trata sobre la violencia y la locura. “En Taxi Driver hay mucho humor”, asiente Miller. “Todo lo que sucede entre Cybill Shepherd y Robert De Niro me parece fascinante, porque los personajes son muy obsesivos. La realidad es que lo que vemos en la pantalla no es lo que está viviendo ninguno de los dos. Él se ha construido una imagen que no tiene nada que ver con ella excepto por su apariencia física. Y ella no es capaz de comprender el mundo en el que vive el protagonista. Y hay algunos momentos en los que se convierte en una especie de cómic muy desagradable, como cuando la lleva al cine porno en su cita.” En gran parte, el oscuro humor de Elektra se apoya en la sutilidad y en lo que se puede leer entre líneas. La ironía en la ficción ha sido definida como el modo en que los personajes son manipulados por fuerzas más grandes que ellos mismos, sin poder enfrentarse a ellas con éxito, condenados a ser derrotados de una forma grandiosa y trágica, y puede que además afrontando un completo absurdo.
En ciertas ocasiones, en Elektra el elemento irónico se apodera de ese heroísmo del mundo del comic-book “más grande que la vida”, produciendo un extraño efecto. Garrett es manipulado y humillado por Elektra, y su destino, siendo degradante y en algunas ocasiones incluso horrible,  es presentado por Miller y Sienkiewicz con un cierto toque disparatado. Garrett, dice Miller, “se encuentra en algún sitio entre el héroe y el payaso. Se siente más como un payaso que como un héroe.” Miller apunta hacia los westerns filmados por Sergio Leone: “son muy sombríos e irónicos, una especie de vistazo de cómic al mundo que retratan. Por ejemplo, en "El bueno, el feo y el malo" los tres personajes tienen tres características cada uno.” Ninguno de ellos es del todo un héroe o un villano, "y en cierta forma, todos ellos son peones.”

Y aún así, si el lector es capaz de armonizar con el espíritu propuesto en Elektra Asesina, a veces se podrá encontrar con genuinos momentos de carcajada, y según avanza la serie, con mucha frecuencia “aparecerán bastantes elementos divertidos por todos lados”, dice Miller, “en particular gracias a Garrett.” Particularmente en algunas de las historias presentadas en el cuarto número. También hay mucho humor intencional en la entusiasta caricaturización que realiza Sienkiewicz de personajes como Garrett, Sandy y Ken Wind. Lo humorístico se produce en su mayoría gracias a la evolución del romance entre Elektra y Garrett. (El irónicamente cómico romance entre los dos asesinos de la película más reciente de John Houston, El Honor de los Prizzi, se le asemeja bastante.) Los lectores deberían vigilar los finales del tercer y quinto número, las fantasías sexuales de Sandy del cuarto número, y la asombrosa portada de Sienkiewicz con un estilo de San Valentin protagonizada por Garrett y Elektra de uno de los últimos números.
POLITICA Y COMICS


En los trabajos más recientes de Frank Miller hemos podido leer algunos argumentos plagados de temas políticos, algo que no se había visto en los cómics mainstream desde principios de los años setenta. El vigilantismo de Batman 
que aparecía en el Dark Knight era explícitamente político. La participación norteamericana en la desestabilización de la política nicaragüense fue descrita de forma explícita en el trabajo más reciente de Miller en Daredevil, y en Elektra o Dark Knight tampoco se han ocultado diversos elementos políticos.

En Elektra Asesina, SHIELD es una versión super-tecnológica de la CIA, mientras que la división sudamericana de SHIELD aparece retratada en la serie haciendo gala de “un comportamiento bastante vergonzoso”, según Miller. E
n los títulos de Miller el presidente de los EE.UU es un personaje más. En Batman aparece como una clara parodia de Ronald Reagan, mientras que en Elektra, Sienkiewicz dibuja un sorprendente y humorístico retrato que mezcla a Reagan con Richard Nixon.

¿Por qué ha decidido Miller tratar dicha temática de forma tan asidua? “Es algo bastante obvio. La política siempre ha formado parte de la tradición del dibujo humorístico, sobre todo en los chistes de una viñeta realizados para los periódicos,” los “cartoons” políticos estándar. Porque algunos autores de cómic han hecho trabajos muy políticos en el pasado, como ocurría con Walt Kelly en Pogo y Garry Trudeau en Doonesbury. “La obra de Garry Trudeau ha tenido mucho peso en lo que estoy haciendo ahora mismo”, comenta Miller.

El giro de Miller hacia los temas políticos “tiene mucho que ver con que ahora mismo esté muy interesado en todo lo que está pasando ahí fuera, mucho más de lo que lo solía estar antes”.
“También tiene mucho que ver con mi estilo. Creo que en mi obra existe un fuerte vínculo entre fantasía y realidad.” Los cómics de cualquier tipo pueden llegar a tener una intencionalidad social. No me refiero a que estemos haciendo historias que supuestamente se encuentran más ancladas en el mundo real, pero parece inevitable que las ofrezcamos bajo un contexto político.” Puede que la fantasía super-heróica se centre más en el poder y en lo real, comenta Miller, cuando se encuentra anclada a un contexto más político y social.”

“Para que las historias de super-héroes sean poderosas”, sostiene Miller, “tienen que tener una base real, tanto psicológico como sexual o política, o lo que sea. Y en particular, por culpa del aspecto tan desesperado que tienen los cómics actuales, supongo que ha llegado la hora de reevaluar y volver a pensarnos algunas cosas, como he hecho yo mismo al introducir el contexto político.”

Miller cree que el uso de temas políticos “es una consecuencia de que los cómics se hayan empezado a escribir para lectores de más edad.” Pero el autor también afirma que los comic books ya tenían cierto contenido político entre 1930 y 1950. “Los super-héroes más importantes de todos, Superman y Batman, tenían contenido político desde un principio, especialmente Superman,” que luchaba incluso contra líderes bélicos y defendía a la gente normal. “Puede que ahora resulte difícil creérselo”, dice Miller, “pero Superman empezó como cualquier otra cosa excepto lo que podríamos calificar como un héroe de derechas. Creo que fue la simple negligencia la que causó que el contenido político se evaporase de los cómics de super-héroes. Incluso en los setenta, cuando la política volvió a impregnar los cómics, y siendo algunos de ellos muy buenas obras, por lo general tan sólo fue una moda más de las muchas que abrazaron los comic books.”

Acerca del uso de contenido político comenta: “supongo que el mejor razonamiento que podría hacer se parecería a lo que dijo Sting hace poco (y estoy parafraseándole), que es que ésta no es una época para divertirse, sino que estamos en una etapa en la que hay que ser mucho más serios, porque vivimos momentos muy oscuros. Y nos encontramos plenamente inmersos en ellos. Vivimos en una época muy amenazadora. Me gusta que haya algún tipo de relación entre el mundo real y mi trabajo. No sólo quiero hacer fantasías escapistas. Odio la palabra “escapismo” casi tanto como odio el término “modelo de conducta”. Históricamente, creo que los autores de cómic han tenido un maravilloso papel en la sociedad (como comentaristas políticos) y que deberíamos valorarlo tanto como nos resultara posible.”

Como ocurría en Dark Knight, en Elektra Asesina se critica ásperamente tanto el estilo progresista de los sesenta como el actual Gobierno conservador, así como también la propia estructura de la burocracia gubernamental. Miller afirma que “el objetivo del autor de cómic” realmente debe ser criticar ambos lados del espectro político de las mayorías. “Me parece que 
poner en relieve lo que se está haciendo mal forma parte de la labor del autor. Ahora se están haciendo algunas cosas extremadamente estúpidas. El partido demócrata está anclado en los sesenta y el partido republicano se esfuerza en abrazar los finales de los cuarenta.” 

Al hablar sobre los comentarios políticos en los cómics, Miller también opina que su papel debe ser el de un crítico, pero que necesariamente no tiene por qué ofrecer soluciones, “un autor debe ser crítico de muchas formas”, declara. “Aunque si intentas serlo creo que corres el peligro de convertirte o bien en un cínico o bien en un ideólogo.”

Según Miller, un ideólogo “representa un solo punto de vista e ignora todos los hechos que pueden contradecirlo. Yo prefiero tener un punto de vista en lugar de una ideología: un punto de vista me parece más personal, más flexible. Cuando hice Dark Knight, una de las cosas que me parecieron más divertidas fue cuando intenté reflejar todas las diversas posturas políticas que se me ocurrieron.”

“No puedo afirmar que mi punto de vista político sea directamente progresista o conservador. Me he fijado tanto en Walter Mondale como en Ronald Reagan y ahora mismo no estoy dispuesto a atarme a ningún movimiento o causa en particular.”
EL ARTE DE LA COLABORACION


Sobre su colaboración con Sienkiewicz, Miller comenta: “trabajar con Bill ha sido como empezar mi carrera en los cómics de nuevo. Y creo que para Bill trabajar significa reiniciar su carrera una y otra vez, porque su imaginación es muy volátil. Ninguno de nosotros podríamos haber hecho una obra como esta por separado.” El autor cree que la serie es algo más que un producto compuesto por las personalidades de ambos. “Bill y yo somos muy diferentes y esto es lo que se puede conseguir al mezclarnos. Durante el proceso nos retábamos el uno al otro, y en algunos momentos parecía como si estuviésemos jugando al voleibol, disparándonos ideas a discreción. Ahora es más como un partido de tenis, todo se ha acelerado. Nuestro trabajo ha alcanzado una dimensión mayor gracias a que nuestras personalidades son muy diferentes entre sí.”

En lugar de usar un narrador omnisciente Miller da voz subjetiva a los personajes, algo que
 tiene mucho que ver con su colaboración con Sienkiewicz. La anterior novela gráfica de Daredevil también estaba narrada desde el punto de vista de los personajes. “Desde un principio,” dice Miller, “me di cuenta de que Bill y yo teníamos que hacer una obra que fuese esencialmente subjetiva. El primer guión que escribí” (que terminaría convirtiéndose en la novela gráfica) “estaba narrado de forma completamente subjetiva. Cuando me fijé en los dibujos de Bill caí en la cuenta de que si todo estaba contado desde el punto de vista de un narrador omnipresente se podría estropear lo que los dibujos estaban intentando comunicar.”

Trabajar con Sienkiewicz ha cambiado algunas de las ideas de Frank Miller sobre la narrativa en los cómics. “Lo que más me asustó de trabajar con Bill es que siempre me había pensado que los dibujos tenían que ser mucho más objetivos que el guión. Con Bill descubrí que muy a menudo lo opuesto es lo mejor. El primer número de Elektra me pilló con la guardia baja. De repente, una historia que había visualizado de una forma relativamente sencilla se convirtió en algo maravillosamente gráfico y subjetivo. Por lo que tuve que reescribir el argumento un montón, convertirlo en algo mucho mejor. Supongo. Así que el producto final me parece mucho más desafiante.”

"Mientras estábamos haciendo el proyecto, a menudo he podido darme cuenta de que lo que quería transmitir con las palabras ya lo estaban haciendo los dibujos de Bill. Así que intenté hacer con las palabras algo diametralmente opuesto a los dibujos. Un buen ejemplo puede ser la escena del primer número donde Elektra está en la ducha con las otras mujeres.” Tan sólo por el dibujo ya “puedes sentir cuánto frío tiene y cuán degradante y horrible es toda la situación.” Por lo tanto, Miller creía innecesario describir la escena con textos explicativos, y en cambio los utilizó para hacer algo totalmente diferente con los pensamientos de Elektra. “De esa forma podía permitirme jugar con los pensamientos de los personajes, que se contraponen a lo que les está sucediendo.” Corresponde entonces al lector decidir por qué Elektra está pensando en esas cosas mientras experimenta una situación tan humillante. Además, dicha técnica ayuda que la obra ofrezca múltiples niveles narrativos.

Miller cree que su colaboración con Sienkiewicz les ha influido narrativamente a ambos. Se dio cuenta de que en algunos números posteriores de la serie 
Sienkiewicz había dibujado ciertas puestas en escena muy del estilo de Miller. Y en cuanto a cómo le ha influido el dibujante, Miller apuntaba a la viñeta en la que Batman sostenía el cadáver del general del segundo número del Dark Knight. “Nunca habría hecho esa escena si no hubiese trabajado antes con Bill”, asegura Miller. “En cuanto al concepto en general sobre el cómic, Bill y yo venimos de mundos completamente diferentes. Bill se orienta más hacia la ilustración, y yo tengo la idea de que una única ilustración es capaz de encapsular todo un suceso. Son formas diferentes de hacer cómics.”

Miller resume: “trabajar con Bill es un enorme e intenso proceso de descubrimiento. Ha sido la colaboración más pura que cualquiera se podría imaginar
.”
EXPERIMENTACIÓN

Mientras echa un vistazo al primer número de Elektra Asesina, que ya se encuentra a la venta, Miller comenta: “me asombra lo bien que funciona todo. Me sorprende mucho lo bien hilvanado que está.”

Pero, ¿cómo cree que reaccionarán la mayoría de los lectores? “Espero que también se sorprendan. No se parece a ninguno de esos cómics a los que la gente está tan acostumbrada.” Los siguientes números tienen una narrativa algo más “lineal”. Miller y Sienkiewicz anuncian que la historia tiende más hacia la acción. Pero con el último número de la serie, Miller espera sacudir las expectativas de los lectores tanto o quizá más que como ha hecho con el primero.

“No creo que Bill y yo seamos deliberadamente oscuros”, explica Miller. “Hay un método en nuestra locura. Hemos trabajado conjuntamente de la forma más efectiva que hemos podido para conseguir que nuestra historia funcione. Creo que cualquier obra debería estar hecha para poder comunicar algo. Pero supongo que como la narrativa de los cómics sigue ciertas pautas, en cuanto las aplicas demasiado te puedes quedar paralizado. Cuando explotas una y otra vez los viejos métodos, finalmente te encuentras con un montón de clichés entre manos.”

Al preguntarle por la reciente publicidad que ha recibido Dark Knight y su figura como creador en la Rolling Stone y en algunos otros medios, Miller comenta: “la percepción sobre los cómics está empezando a cambiar, y a mí me están poniendo como ejemplo. La gente empieza a juguetear con este medio. Además, algunos autores han empezado a escribir material mucho más sabroso, obras que están directamente realizadas para los lectores veteranos. Actualmente los creadores están dándole más vueltas a su material y eso ha atraído a nuevos lectores.”

“La gente está hambrienta de novedades. Creo que en lo que se refiere a los medios de entretenimiento, nos encontramos en una época increíblemente deficiente. En particular, parece que en Hollywood hayan decidido que la gente es completamente estúpida.”

"Por su misma naturaleza, este tipo de cómics son casi como una expresión underground. Leer un comic book es una experiencia realmente íntima.” Los autores de cómics suelen trabajar con un estilo personal. “En el mejor de los casos, crear cómics es una forma directa de escribir con dibujos. Y además, creo que también son una especie de forma de comunicación privada entre el artista y el lector, porque el lector hace un esfuerzo mucho mayor para poder seguir la historia. Es muy personal, porque tus ojos están interpretando esos trazos y asimilándolos como una experiencia personal. Echa un vistazo a “Snoopy”. Me parece una tira muy hermosa. Cada uno de los personajes que la pueblan tiene mucha personalidad. Y la mayoría están dibujados con cinco trazos. Charles Schulz nos da las pautas y somos nosotros los que interpretamos a Carlitos.”
“Hasta ahora habían sido los propios comic books los que le habían vociferado a todo el mundo que eran basura, así que se han ido haciendo cada vez menos personales, menos dramáticos y menos relevantes. Pero recientemente la gente ha empezado a fijarse en ellos y ha comenzado a ampliar su percepción sobre el medio. Ahora se están haciendo las suficientes obras de primera como para cambiar los conceptos que se tenían sobre el medio (me refiero al material de Alan Moore en particular), y le hemos demostrado al público que si están dispuestos a esforzarse un poco más en la lectura del cómic, es muy posible que obtengan mucho más a cambio. La obra que está haciendo Bill es extraordinaria, pero puede que seguir su forma de narrar sea un poco más difícil de lo habitual.”

“En la actualidad los cómics están muy cerca de conseguir el mismo estatus que tenía el rock and roll en la época de Elvis Presley y Patsy Cline. Llevan demasiado tiempo sumergidos, y 
gracias a la colisión de varios factores diferentes y aislados entre sí, han empezado a sacar la cabeza y se han comenzado a editar obras mucho mejores que las que se hacían antes.”

A Miller le gustaría decirle a la gente que quiere leerse la serie de Elektra Asesina “que se mantenga fiel a la historia, porque creo que recibirán una recompensa a cambio. Me parece que por fin el público ha ampliado la percepción en cuanto a lo que los cómics son capaces de hacer. Estamos hablando de un medio increíblemente versátil. Estamos hablando de nada más y nada menos que de la combinación de palabras y dibujos de todas las formas posibles. Hay una increíble cantidad de cosas que podemos hacer en el medio, y finalmente están empezando a ocurrir cosas en este negocio.”

“Para mí, Elektra vibra de la misma forma que Ronin. Hemos entrado en territorio inexplorado. Es un territorio que vale la pena explorar, pero demanda un esfuerzo mucho mayor.” Cuando compara Elektra con Dark Knight, Miller declara que “en cuanto a la forma de utilizar el medio, creo que Elektra es mucho más audaz. Las metas de ambos proyectos son muy, muy diferentes. En cuanto a la forma, Elektra es la cosa más experimental que haya hecho nunca, y en esto también estoy incluyendo a Ronin. Creo que Elektra es nuestro intento de hacer algo novedoso. Si hablamos de experimentación en el medio, como mínimo me he esforzado tanto como cuando hice Ronin. Dark Knight era más parecido a una síntesis de todo lo que sabía hasta entonces. Fue más un intento de coger todos los cómics que se habían hecho y llevarlos un paso más allá, pero Elektra es un nuevo tipo de criatura.”

4 comentarios:

Jordi Bravo dijo...

Elektra: Assassin debería estar entre los grandes cómics de los 80, junto a Watchmen y DK. Mil gracias por este post.

JL Cancio dijo...

Uno de los últimos comics de superheroes experimentales del mercado. bun post. Saludos!

Lord_Pengallan dijo...

Vamos, que si Miller no hubiese trabajado con Bill no habría hecho Sin City.

Muchas gracias, frog, por el trabajazo.

frog2000 dijo...

Gracias a todos, Elektra Asesina es una obra maestra que necesita inmediata reedición. Próximamente: Sergio Aragonés.

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