lunes, 20 de febrero de 2017

BRAINPOWERED 5: SOBRE EL CIERRE DE MI FORO, por Warren Ellis

Tengo guardada una cinta de vídeo que recoge una de las últimas actuaciones del cómico Bill Hicks. Incluso puede que sea la última de todas, no lo sé. Uno de los asistentes la grabó con una videocámara desde el público. La primera vez que vi a Bill Hicks en televisión estaba actuando en uno de los grandes festivales de comedia, en Montreal o alguno similar. Cuando casi nadie se había dado cuenta, ya estaba actuando en grandes salas de Londres, sus shows eran filmados profesionalmente para ser vendidos en vídeo para la posteridad. Era un hombre grande, afeitado escrupulosamente, aureolado con una confianza enloquecida en el escenario a medio camino entre el religioso y el apasionado.

En esta cinta aparece delgado, deforme, con un arrugado traje de color vómito de bebé. Su barba es escamosa, el pelo largo y grasiento. Tiene aspecto estropeado. Actúa en un pequeño club, las sillas están dispuestas alrededor de un pobre trozo de espacio. Me parece que es algún sitio de L.A. Él solía bromear sobre que terminaría actuando en The Comedy Pouch en Possum Ridge, Arkansas. Solía ​​vagar por el escenario como una pantera, golpeándolo, doblándose por la mitad y gritándole al micrófono. En esta actuación no tiene micro. Probablemente podría escupir sobre la pared trasera del club sin problemas. Su música de entrada / salida suena desde un magnetófono que se encuentra sobre un taburete medio caído detrás suyo. Cuando finalmente deja el pequeño escenario, tiene que girar sobre sí mismo. Se queda allí y expulsa un último alegato, un disparo final para que la gente escuche lo que tiene que decir. Se está muriendo justo enfrente de ese público. Unas semanas más tarde el cáncer terminará matándolo a los 32 años. Pero ellos no lo saben. Yo lo hago viendo esta cinta. Es una filmación demoledora.

Él tenía tantas cosas que decirles a estas personas... Pero se rieron de él. Y él fue quien tuvo que poner su propia música final para un par de docenas de asistentes. No había nadie que apagase las luces por él. Dos docenas de pares de ojos se posaron sobre su espalda encorvada mientras se tambaleaba.

Nunca, nunca se debería abandonar un escenario de esa forma.

Sobre el final de TRANSMETROPOLITAN

En 1996 me senté a escribir un plan argumental mientras pensaba que nunca podría conseguir que me diesen los cinco años que necesitaba para acabar esto. Una novela gráfica de 1300 páginas serializada en episodios de 22 páginas a lo largo de cinco años. Una novela gráfica de ciencia ficción, aunque los cómics de CF hayan supuesto un error en el mercado estadounidense durante los últimos veinte años. Pero estaba escribiendo el argumento de uno para el mercado estadounidense. Peor aún, su sabor era muy británico: la novela de ciencia ficción como novela social a lo HG Wells, seguida por la de los autores de New Worlds de los años sesenta que fue prácticamente abandonada desde entonces como un cadáver imposible de reanimar. No ha habido muchos escritores americanos de CF con inclinaciones de izquierda humanista (Alfred Bester, Norman Spinrad y Bruce Sterling están entre los más conocidos), y menos aún preparados para conseguir el tono emocionalmente sucio que yo quería para TRANSMET. Bester era tan malo con la gente en sus páginas como cualquier autor de CF de los cincuenta. Los autores del cyberpunk hicieron que sus personajes se convirtieran en un espacio emocional influenciado poderosamente por la escuela de la Nueva Ola (especialmente por la etapa del JERRY CORNELIUS de Michael Moorcock), donde las cuestiones morales y éticas de los mundos que habitan simplemente suponen un importante telón de fondo. Quería escribir algo que estuviese relacionado. Quería utilizar el futuro como una herramienta con la que examinar el presente.

Y Dios me ayude, quería escribir una novela de largo formato completa en el medio del cómic.

La octava recopilación estará disponible en marzo de 2003. Si sigue a la velocidad actual, la décima y última aparecerá a principios de 2004.

Pero la serialización inicial ya está realizada. Sesenta capítulos. Fue una jodida y horrible pelea, el único trabajo más largo y más grande que he hecho hasta ahora. Va a pasar mucho tiempo antes de que intente realizar algo del mismo tamaño de nuevo. Pero ahora formo parte de un club extrañamente selecto. He completado un trabajo cerrado de más de mil páginas. Y está hecho en un mercado que no está diseñado para obras finitas, y que de acuerdo con la "Sabia Rumorología", en el que los cómics de ciencia ficción no suelen gustar. Aunque la obra no consiga mucho más, estoy muy orgulloso de haberla llevado a cabo.

Ahora tan sólo necesito decidir cuál será el siguiente.

Lo Próximo

Durante un tiempo (si es que lo hago de nuevo) no seguiré participando en más comunidades online. No va a haber ningún Foro en Artbomb. Soy consultor de dos comunidades (Opi8 Forum y ComicsPro, una comunidad cerrada para los profesionales de cómics) y seguiré participando en las dos de forma semi-regular, pero eso es todo. Es hora de hacer otras cosas.

Por cierto, si trabajas profesionalmente en los cómics (en sus aspectos creativos y editoriales, de marketing y edición, distribución y venta al por menor) y te gustaría formar parte de ComicsPro, el correo electrónico de la Directora del Foro Amanda Fisher es phelps@bigsky.net. Te responderá con toda su buena fe.

Todas mis nuevas obras serán series o novelas gráficas originales. Pero nada del tamaño de 1300 páginas. Durante un tiempo, un par de cientos será mi límite. Me siento como un corredor de maratón que realmente no quiere hacer nada más dramático que caminar hasta el pub. Trabajos pequeños, autónomos y asequibles. No hay nada de malo en ello.

Estoy tan cansado.

Warren (2002-2004)

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