viernes, 1 de agosto de 2025

PIENSA EN LOCAL, QUE JODAN A LO GLOBAL, ALAN MOORE CHARLA SOBRE DODGEM LOGIC

Entrevista de John Doran en The Quietus, 2011. Traducida por Frog2000.

Alan Moore se presentará este fin de semana en el festival I'll Be Your Mirror. Su colega y editora, Queen Calluz, y él charlan con John Doran acerca de por qué el experimento global ha fracasado y por qué su fanzine local, Dodgem Logic, es un paso en la dirección correcta.

Cuando el año pasado viajé a Northampton para entrevistar a Alan Moore para un artículo, le confesé que lo que más me ponía de los nervios era afrontar una entrevista realizada fuera de Londres. Por lo general, viajar a un lugar alejado de la aglomeración habitual de discográficas, cafés, pubs, hoteles y restaurantes de la zona uno de la capital significaba para mí algo fuera de lo común. Por ejemplo, me puse muy nervioso cuando me reuní con Mark E. Smith en Manchester y con Billy Childish en Chatham. A pesar de ser un autor multimillonario de obras tan singulares como Watchmen, From Hell y V de Vendetta, Moore nunca ha dejado que los motivos comerciales lo alejen de Northampton, y mucho menos lo impulsen a mudarse definitivamente a una metrópolis mediática como Londres o Nueva York.

Tras la entrevista nos acompañó al fotógrafo Dave Ma y a mí de vuelta a la estación de tren mientras charlábamos sobre la historia local con razonamientos muy divertidos. Al pasar por el Northampton Guildhall, señaló un escudo que pertenecía a Lawrence Washington, un comerciante de lana local cuya familia se mudó a América y engendró al primer presidente de los Estados Unidos. Nos cruzamos con un hombre que se encontraba sentado en el suelo frente a una tienda tapiada, a su lado estaba posado un vaso de plástico lleno de monedas. Moore se detuvo un rato a conversar con él antes de dejarle algo en la mano. Como periodista, se pueden interpretar estos actos de generosidad de muchas maneras diferentes, pero me fijé en que ambos hombres se tuteaban. Moore podría ser un buen representante del pueblo, o mejor dicho, de sus habitantes, pues su visión, con defectos y todo, nace de un afán de mejora, por lo que es probable que no fuese del agrado de algunos de los elegidos para los cargos locales actuales. Aquellos que principalmente se deben al partido y a los negocios.

Como él mismo reconoce, su amor por su pueblo natal y su gente ha aumentado en los últimos años. Lo que antes era principalmente una forma práctica de mantener el anonimato y de seguir su propio camino como escritor, mago, filósofo popular, bon vivant psicodélico y psicogeógrafo, se ha convertido en un deseo de interactuar con la comunidad local, no sólo como un acto de afición o filantropía, sino como una declaración política radical. En ningún otro sitio queda más claro que en su revista underground local, Dodgem Logic, que nació de la frustración que le produjo el trato que recibían sus vecinos y del deseo de darles voz. Quienes solo lo conocen por sus cómics más populares podrían confundirse ante su contenido de entrevistas, recetas, ficción, pasatiempos, contracultura y noticias locales, pero los más astutos reconocerán su intención inconformista. Con ocho números publicados, la escritura, la fotografía, la ilustración y el diseño corren principalmente a cargo de los mejores (ciudadanos, no policías) de Northamptonshire, aunque también han colaborado un puñado de invitados como Michael Moorcock, Simon Munnery, Josie Long, David Quantick, Stewart Lee y Kevin O'Neill.

Aunque todos los números tienen portadas fantásticas (la fotografía de bailarinas de burlesque del segundo número y una imagen de dos amantes abrazándose en el cuarto, interpretada como si lo hubiese hecho un Aubrey Beardsley bajo los efectos del LSD), mi favorita es la de Phil Barton, un exmarinero mercante que reside en Spring Boroughs, y que blande un hacha y a su mascota, un hurón. El formidable señor Barton estuvo años quejándose al ayuntamiento por la falta de calefacción en invierno que padecían en su bloque de pisos y, después de que su amigo y vecino falleciese de hipertermia y los funcionarios del ayuntamiento irrumpieran en su piso, visitó sus oficinas para protestar con vehemencia.

Si crees que todo esto tiene un ligero tufo a lucha de clases, no te equivocas demasiado, pero desde luego, en Dodgem Logic no vas a leer nada sobre "policías hospitalizados". La verdadera pregunta es por qué es una realidad que tu periódico local no suela publicar artículos sobre estos temas. De hecho, si quieres leer historias sobre corrupción o, digamos, los turbios negocios del gobierno local, tienes que buscar algo tan centralizado y de interés relativamente inusual como la columna "Rombous Boroughs" de Private Eye. O, con suerte, quizá des con un bloguero dedicado que se encarga con detalle de la política de la ciudad. Pero dado que, por lo general, los medios locales y nacionales arrojan muy poca luz sobre todos estos temas, es aquí donde florecen las malas prácticas y la corrupción. ¡Así que viva Dodgem Logic, aunque resulta vergonzoso que hayamos tardado tanto en apoyar esta aventura perversamente fuera de onda, pero atronadoramente honesta! 

Entrevista con Alan Moore.

John Doran: Alan, ¿crees que, de una forma discreta, eres mucho más un inglés tradicional de lo que la gente puede suponer?

Alan Moore: Bueno, depende de la tradición inglesa a la que te refieras… Me gusta pensar que soy como un inglés tradicional, al menos en lo que respecta a las tradiciones que se siguen en Northampton. Pero me parece que llevamos en la lista negra de alguien desde aproximadamente 1263. Creo que fue Enrique III quien nos la tuvo jurada primero, y solo empeoramos las cosas cuando apoyamos a Cromwell durante la Guerra Civil; fabricamos las botas para el Nuevo Ejército Modelo, ¡y creo que ni siquiera nos llegaron a pagar! Y luego, por supuesto, Cromwell resultó ser peor aún que Carlos I, y solo duró 15 años hasta su muerte y la huida de su hijo al continente. Luego tuvimos de vuelta a Carlos II en el trono, a quien no le caíamos muy bien, así que derribó el castillo. Supongo que se tomó muy en serio que fuésemos «nosotros» quienes cortamos la cabeza de su padre.

JD: Yo he vivido en Hull, que también jugó un papel inconformista en la Guerra Civil Inglesa…

AM: Suelo viajar allí los fines de semana.

JD: Vive una de tus hijas, ¿verdad?

AM: Así es, suelo ir a Hull para ver a Amber [Moore] y a Dominic, mientras que Leah [Moore, la hermana de Amber] y John vendrán de Liverpool y así tendré la oportunidad de ver a los dos nuevos nietos al mismo tiempo. Un vistazo rápido a la herencia genética.

JD: Bueno, nací en St. Helens y luego me marché a Hull, supongo que son lugares poco glamurosos… ni siquiera para los que viven en ellos, pero me hizo pensar que algunas de las mejores entrevistas que he hecho, y de las más estresantes, son las que he tenido que hacer visitando sitios donde vive gente como Mark Smith en Prestwich o Billy Childish en Chatham…

AM: Habitantes locales de esos sitios.

JD: ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de que alguien como tú siga viviendo donde ha crecido durante toda su vida?

AM: Últimamente, sobre todo desde que he empezado a trabajar en Dodgem Logic, me estoy volviendo fan absoluto de lo local. Antes se me antojaba que tan sólo era local en un sentido innato, pero ahora es más una postura política. Una postura socioeconómica. Una vez leí a un futurólogo que decía que hace años tuvo sus más y sus menos en una convención de futurólogos al sugerir que la política y la economía del futuro tenían más probabilidades de ser locales que globalizadas, aunque fue antes de la gran crisis financiera, porque ahora la gente tiende a estar más de acuerdo con él. Es en esa dirección donde parece que discurre la cosa. En nuestro quinto número de Dodgem Logic publicamos un brillante artículo sugerido por Mitch Jenkins, con quien también estuve haciendo Unearthing. Nos fuimos a recorrer Spring Boroughs, el barrio desolado del que surge tanto la revista como yo. Hicimos una sesión de fotos con los habitantes de la zona, pero en plan Vanity Fair, como en el número dedicado a Hollywood...

JD: ¿El de la portada desplegable?

AM: Sí. Cuando ves la portada, cualquiera puede asumir que el que aparece en ella es una persona importante y que merece que su imagen aparezca en esa prestigiosa revista. Así que hicimos lo mismo con los habitantes de los Boroughs. La estrella de portada es alguien llamado Phil Barton, que nos contó que se hartó de que el ayuntamiento se negase a hacer algo los inviernos de los últimos diez años con el sistema de calefacción defectuoso de su bloque de pisos. Y cuando su amigo murió de neumonía protestó de forma muy enérgica. Los sucesos tuvieron lugar a lo largo de tres o cuatro días de Navidad en los que no hubo calefacción, radiadores, ni agua caliente. Pero ignoraron sus quejas. Más tarde ese mismo año, por fin consiguió que el ayuntamiento hiciese algo con la fuga de su radiador. Acudieron cuando no estaba, forzaron la entrada y, al marcharse cambiaron la cerradura de la puerta. Phil se molestó un poco, así que cogió una podadera, entró en el ayuntamiento y la clavó en una de las mesas de madera, le dio una patada en los huevos a un guardia de seguridad, y únicamente se ganó una condena condicional de dos años porque, francamente, ¡todos sabían lo que le había obligado a actuar de esa forma!

JD: Así es.

AM: Así que pusimos a Phil como estrella de nuestra portada con un hacha en una mano (le quitaron la podadera, que sigue requisada en las taquillas de pruebas de la comisaría) y uno de sus hurones en la otra. Es una persona magnífica. Encaja como celebridad de portada. Es otra forma de decir que, hasta cierto punto, la cultura de la fama ha llegado a su fin. Devaluada tanto como lo ha sido en la actualidad, ¿qué valor puede tener? Y además, se rumorea que la globalización ha terminado. Que no ha funcionado. Mejor cuidar los sitios donde vivimos, y en primera línea de batalla, no en retaguardia. Me refiero a los barrios que nos rodean, las personas que dan forma a nuestras comunidades. Tenemos que empezar a pensar en ellas y el lugar que ocupan en el contexto global, en la era de internet no tiene por qué ser tan difícil. Es el camino a seguir. O igual terminamos por no hacerlo, ni idea. Pero en el futuro deberíamos concentrarnos en los sitios donde vivimos y en la gente que nos rodea.

JD: ¿Tiene esto que ver con tu actitud respecto a internet? Es raro que alguien reconocido por su trabajo centrado en la ficción especulativa, con guiones que ficcionan el futuro cercano y las historias alternativas, no le interese demasiado internet.

AM: En el fondo, vivo prácticamente como un Amish. Desconfío bastante de cualquier tecnología posterior al buggie. Creo que internet encaja con todo el mundo. Entiendo alguna de sus desventajas. De hecho, me doy cuenta de algunos de los problemas derivados, pero en general… mis hijas usan internet… de hecho, todo el mundo, menos yo, utiliza internet, y parece que se desenvuelve bastante bien. Por mi parte, no me gusta mucho estar conectado a esa cultura cibernética omnipresente, y tampoco me gusta estar en contacto con el mundo físico [risas] más de lo que pueda evitarlo. Es más de lo que puedo controlar. En su mayor parte soy solitario por naturaleza y también lo soy por mi trabajo. Dicho esto, me suelo aventurar por la ciudad, donde la gente ya se ha acostumbrado a mí, así que no es para tanto. Casi nunca salgo de Northampton. De vez en cuando visito Londres o, si tengo que dar un concierto o actuar en una performance, viajo hasta allí, así es como me gusta estar en el mundo: en un punto de quietud y concentración. Si me moviese a la misma velocidad a la que se mueve el mundo, puede que no me viniese bien y me marease, pero como me quedo quieto, soy capaz de observar cómo todo se mueve a mi alrededor.

JD: ¿Te parece importante que Northampton no solo se encuentre cerca del centro físico del Reino Unido, sino que, a lo largo de las últimas dos o tres décadas, se parezca bastante a muchos otros lugares de Gran Bretaña? Se parece a Sheffield, se parece a Gillingham, se parece a Truro. La peatonalización de la zona comercial de la ciudad, la llegada de las cadenas comerciales, el cierre de los negocios familiares de la zona…

AM: Eso es todo. Peatonalizan las calles principales y con eso reducen el tráfico. Cierran tiendas porque los alquileres siguen siendo desproporcionadamente altos, pero el comercio ya no existe… Da para pensar que algunos ayuntamientos intenten desviar la vida y la actividad de los centros urbanos hacia los centros comerciales más rentables que rodean la mayoría de nuestras conurbaciones actuales. Así parece ser en Northampton. Nos prometen que van a realizar cierto desarrollo urbanístico, pero en realidad buscan dejar la ciudad tan desprovista de alma como la de Milton Keynes, para que podamos competir con ellos por clientes y turismo. No funciona. Creo que la gente jamás va a decir: "Viajemos hasta Northampton para ver esa maravillosa Torre del Ascensor Exprés o la estación de autobuses construida del revés". Cuando construyeron la estación de autobuses, usaron los planos al revés, y la hicieron así entera. Una estupidez de ese nivel es casi heroico. Como comenté en el editorial del primer número de Dodgem Logic, sí, esta revista se basa en Northampton, en que entendemos que es un agujero ruinoso y maltratado prácticamente idéntico a cualquier otro. Prácticamente vivimos todos en el mismo sitio. Han llevado a cabo una especie de enorme nivelación. En nuestras tiendas se pueden comprar las mismas marcas reiteradas. En cada pueblo han instalado las mismas cadenas de tiendas y, como dices, todas son peatonales. Todas tienen cámaras de vigilancia. No sé si con la misma densidad que las que se ven aquí. Northampton siempre ha sido una especie de laboratorio para el experimento social, así que hay un puñado de tíos que nos dirigen en plan: "Recoge esa colilla. Sí, tú, el del anorak." Esa especie de teatralidad suborwelliana es lo que más irrita a la gente. Y tampoco es que influya gran cosa en las cifras de delincuencia, ni en el comportamiento, ni en los niveles de felicidad de la gente.

JD: ¿Cuánto le debe Dodgem Logic al hecho de ser un hijo de la contracultura y haber llegado a la primera edad adulta cuando las revistas marginales empezaron a prosperar?

AM: Hasta donde podamos, con Dodgem Logic nos comprometemos a restablecer una cultura psicodélica abierta como la que existía en los sesenta. Pero no en sentido retroactivo. No queremos recrear los años sesenta. Solo algunas de las posibilidades que existían entonces. Sacamos un número psicodélico de verano con una hermosa portada de John Coulthard y un artículo sobre la cultura psicodélica. Y queremos reintroducir la idea del hipsterismo, que era algo elitista pero también bastante útil. Imagínate ser un estudiante que iba a una fiesta y te ponías a hablar con alguien: "¿Has leído a Sartre?", y le respondías: "¡Claro, por supuesto!", entonces corrías a casa y te informabas de quién era ese tal Jean Paul Sartre y quizá te leías parte de su obra. Así que ibas a la siguiente fiesta y quizá te ponías en plan: "¡Claro que "La náusea" es mi novela favorita!". Sí, vale, inyectaba una especie de presión social y era elitista, pero también te otorgaba una educación.

JD: Ahora se considera un término puramente despectivo y peyorativo basado en el estilo de tus gafas, el ancho de tus pantalones y si eliges llevar escote en "V".

AM: Sí. Sí, seguro que tienes razón. Solía ​​ser como una declaración de gusto por la moda, pero es probable que como declaración en sí fuese mejor que simplemente la ropa que llevabas. Después de que me expulsaran del instituto, mi educación ha sido increíble. Y ha sido justo a partir de ese punto. Es probable que esté la altura intelectual de la mayoría de las personas que han estudiado una carrera. De hecho, algunas incluso han recibido cursos sobre mis obras. Así que a pesar de que mi educación terminó a los 16, tenía un cierto toque hípster (de querer estar a la moda), lo que me llevó a leer una increíble variedad de libros sobre ciencia, misticismo, ciencia ficción, literatura, arte… Y he ido adquiriendo una educación bastante completa. Soy autodidacta, que es una palabra grandiosa… La aprendí yo mismo. Es la mejor forma de ser y creo que, si se tiene acceso al material, podemos educarnos a nosotros mismos. Necesitamos un carné de biblioteca o, en la actualidad, conexión a internet. Pero lo importante es tener el impulso de educarnos, lo que en mi caso proviene del tipo de sociedad en la que vivíamos en los sesenta. Era como se hacían las cosas en esa época, y no estoy muy seguro de si aún puede ser útil.

JD: Siempre me tienta pronunciar mal la palabra «autodidacta». ¿Pero de dónde proviene? Creo que siempre se corre el riesgo de parecer un poco anticuado o desfasado si la dices, pero...

AM: ¡Adelante, John!

JD:... ¡Ja, ja! ¿Pero de dónde ha salido este conservadurismo? No creo que haya mucho de pretencioso en la vida moderna. De hecho, desearía que hubiera más cosas pretenciosas. Pero hoy en día se oye la palabra pretenciosidad a la mínima. ¿De dónde salió este conservadurismo de que la gente tenga ideas por encima de su posición social?

AM: Bueno, fue algo así como... Recuerdo que en los 60 hubo una pequeña disputa entre Private Eye y Oz. Creo que David Widgery escribió una crítica de Private Eye donde decía que les tenían tanto miedo a los verdaderos intelectuales que tuvieron que etiquetarlos a todos como pseudointelectuales. Lo cual, por mucho que me guste "El Rincón de los Pseudos" en Private Eye, creo que tiene algo de cierto. Algunas cosas son, por supuesto, pretenciosas y ridículas. Pero a veces lees algo y piensas: "Bueno, estoy más o menos de acuerdo. Entiendo su punto de vista. El lenguaje con el que lo expresan quizá no sea el del discurso común, pero entiendo lo que dicen".

JD: En la columna Pseud´s Corner revelan qué es lo que entienden y lo que no. En mi opinión, no entienden bien la música. [Desde esta entrevista, el autor ha aparecido en Pseud´s Corner, así que quizá sí "entiendan" la música, Ed]. Sin embargo, aciertan a la perfección con las cosas sobre la temática corporativa, de relaciones públicas y políticas.

AM: Sí, hace unas semanas había algo sobre Patti Smith y me dije: "Estoy totalmente de acuerdo". Es una buena descripción de Patti Smith y su música. Creo que lo que ocurrió fue que en 1968 y 1969 todo parecía lleno de posibilidades y luego todo pareció derrumbarse. Hubo un par de golpes mortales, Charles Manson, Altamont, los sospechosos habituales, que mermaron el entusiasmo general, pero también se abrieron crecientes divisiones políticas. Se produjeron muchas disputas. Tenías a la izquierda tradicional que despreciaba a la izquierda psicodélica. Tenías una obra maravillosa llamada "Ah! Sunflower". Es una grabación que Iain Sinclair hizo en 1969 o 1970 cuando Alan Ginsberg estaba en el país. Estaban en contacto, e Iain hizo un cortometraje sobre el escritor que presentaba el Congreso sobre la Dialéctica de la Liberación que tuvo lugar en Roundhouse. Tenías a Allen Ginsberg, R.D. Laing, a los Diggers de San Francisco y estaba Stokely Carmichael, uno de los líderes negros de la época. Había mucha tensión, pues él desestimaba la resistencia blanca por considerarla irrelevante para la lucha de las personas negras. Ginsberg se mantuvo muy sereno y virtuoso durante todo el discurso al afirmar que la gente debería trabajar unida. Y también estaban las divisiones feministas. No digo que estas cosas no fueran necesarias, pero tendían a fracturar la resistencia.

La gente se quedaba aislada en pueblos de provincias donde la mayoría de sus amigos probablemente habían decidido que ya habían aportado su granito de arena durante el verano del amor libre y los psicodélicos años 60, y que ahora era el momento de madurar, tomarse la vida más en serio y pensar en ese trabajo. Siguieron adelante con sus vidas. Y, de nuevo, no hay nada malo en eso, pero tendía a dejar desamparada a mucha gente que quizá no tenía esas opciones. Yo era una de las personas que se sentía un poco abandonada en Northampton. Sentías que la gente se conformaba con ser pequeños delincuentes, drogadictos... ¡y esto era lo que ocurría con la mayoría de mis conocidos! Y sí, había algunos artistas, pero la mayoría vivían en condiciones precarias. Tras mi expulsión del instituto, no tuve ninguna posibilidad de continuar mis estudios porque le caía antipático al director y escribió a los demás colegios diciendo: «Es un traficante de drogas, no acepten su solicitud». Lo cual fue genial, porque me obligó a depender de mis propios recursos. Y eso fue probablemente lo más importante que me ha pasado en la vida. La verdad es que no tenía más oportunidades. Tenía que arreglármelas por mi cuenta o desaparecer. Lo cual supone un gran incentivo.

JD: Es realmente interesante, porque conecta con el mundo hipster. Debo decir que, como periodista de rock, añoro la época en que teníamos revistas musicales a las que uno tenía que aspirar a leer, en lugar de una cultura que favorece principalmente las revistas que se centran en el mínimo común denominador.

AM: Sí, porque crea una cultura del mínimo común denominador.

JD: Además, no es definitivo, ya que crea un ciclo de retroalimentación. En cuanto se toma ese camino, las cosas solo pueden empeorar de forma progresiva.

AM: Y la gente se hará suposiciones. La gente de la revista asume cosas en plan: "Bueno, nuestros lectores son un poco tontos y no quieren nada mejor que esto". Y al final, eso será todo lo que hay para elegir, y se está produciendo el círculo vicioso que describes, que irá empeorando cada vez más hasta que terminemos con el Gran Hermano encima o algo por el estilo.

JD: ¿Eres socialista, marxista o...?

AM: No. Soy anarquista. Probablemente tenga inclinaciones hacia el socialismo, ya que es la postura política más importante. Para el segundo número de Dodgem Logic escribí un extenso artículo sobre la anarquía y me identifico más con Mijaíl Bakunin cuando le dijo a Marx algo así como: «Sí, tus ideas son geniales, pero una revolución marxista solo acabará reemplazando a los poderes gobernantes con más poderes gobernantes». Marx discrepó fervientemente, pero finalmente resultó ser cierto. Así que sí, soy anarquista y creo que siempre lo seré.

JD: ¿Cómo conociste a Queen Calluz?

AM: La conocí cuando estaba acosando a los jóvenes delincuentes de los Boroughs. Es grafitera. Habían formado un grupo de hip hop y hecho una película sobre la zona. Me hice amigo de ellos y me parecieron unos chavales geniales. Hicimos una pequeña revista que se distribuyó en los colegios. Presenté un artículo sobre los verdaderos problemas que tiene la zona, que se deben principalmente a la negligencia del ayuntamiento, y que la revista se negó a publicar alegando que... la organización para la que trabajaba estaba financiada en parte por el ayuntamiento y era crítica con este. Así que dije: «Hagamos nuestra propia revista. Hagamos una revista underground». Y ella me preguntó: «¿Qué es una revista underground?». Porque es más joven y nunca había escuchado hablar de estas cosas. Le dije: «Es como un fanzine», y me preguntó: «¿Qué es un fanzine?». Y todo empezó ahí.

JD: En cierto modo, supongo que, dado que en los últimos 15 años se ha generado mucho discurso político y social marginal en internet, aunque en un formato muy fragmentado, volver a publicar en un medio impreso es bastante radical.

AM: Me lo han dicho. Fue lo primero que se me ocurrió. Me gustan los objetos. Los objetos bellamente producidos. A medida que la cultura se vuelve cada vez más virtual, estos objetos se volverán cada vez más preciados. Solo quería crear algo que la gente pudiera sostener en sus manos. Que pudieran leer en la bañera. Con lo que pudieran relajarse en el sofá. Algo que no les arrojara luz a los ojos. Algo que se imprimiese en papel y para lo que hay que utilizar una fuente de luz reflejada naturalmente. La página impresa. Sí, no tengo nada en contra de las revistas online, pero no son para mí. Me gusta el olor a papel viejo, es uno de mis fetiches.

Entrevista con la coeditora Queen Calluz.

¿Qué hacías cuando conociste a Alan y surgió la idea de la revista?

Queen Calluz: Yo dirigía el Proyecto Caspar, que organizaba actividades juveniles, mientras que Alan trabajaba con un grupo de músicos en un proyecto llamado X Marks The Spot en un museo local. En realidad, trabajábamos con los mismos jóvenes. Animamos al grupo a crear su propia revista, OVR2U, escrita por y para personas de entre 13 y 19 años. Imprimimos un par de números, pero tuvimos algunos problemas… Alan quería publicar el artículo sobre el quemador de residuos El Destructor, que terminó en el primer número de Dodgem Logic. Como el proyecto Caspar se gestionaba en colaboración con el Ayuntamiento de Northampton [NBC], nos desaconsejaron publicarlo. El artículo cuestionaba a la NBC y alegaba que los residentes estaban recogidos en alojamientos inapropiados. También informamos que la NBC estaba incumpliendo las leyes de seguridad contra incendios y que algunos de los alojamientos donde vivían estos residentes habían sido desalojados por el Departamento de Bomberos. Pero debido a quiénes eran los financiadores, no pudimos publicarlo. Creíamos que hacerlo era importante y no queríamos que nos silenciaran. Y así nació Dodgem Logic.

¿Cómo son los medios tradicionales en Northampton?

QC: Bueno, tenemos nuestros periódicos locales, hay varios fanzines locales y otras publicaciones similares. Hay mucho que hacer, pero rara vez se ven publicaciones independientes, lo nuestro es algo completamente autoeditado y sin ninguna burocracia. Así que somos realmente únicos.

¿Qué dificultades habéis encontrado al crear la revista?

QC: ¡Vaya!... Aunque Alan ha publicado mucho, nunca se había autopublicado. Era algo nuevo para ambos. Así que al principio, fue cuestión de familiarizarse con la gestión de una revista. Creo que también tuvimos que gestionar nuestras propias expectativas. Ambos somos muy románticos y teníamos ideas muy ambiciosas sobre lo que queríamos hacer. Y lo logramos, pero dirigir una revista es carísimo. Si no se obtienen ingresos de otras fuentes (todo lo pagaba Alan) era carísimo. Así que eso fue lo más difícil: calcular los costes.

Obviamente, Dodgem Logic tiene un enfoque local muy definido, pero ¿recibes comentarios de gente de fuera?

QC: Por supuesto… Dodgem Logic dispone de una circulación masiva. Aunque nuestro enfoque es local, la revista se distribuye fuera del Reino Unido, en Estados Unidos y otros países. A algunos les encantan la revista y los artículos, otros preferirían ver más tiras de cómic. Como Dodgem Logic era algo tan novedoso, especialmente para los fans de Alan Moore, creo que esperaban que fuera una revista llena de cómics, pero no es así. Puede que a algunos les haya costado aceptarlo, pero en general la actitud de la gente en referencia a la revista es positiva, así que hasta ahora hemos tenido bastante suerte.

¿Recibís correo de gente que quiere crear sus propias revistas locales?

QC: Nos ha llegado correo de algunas personas que gestionan fanzines y de otras que piden que comentemos artículos que ellos han escrito, así que no mucho, la verdad. Sin embargo, me interesa recibir más correo, ya que, como la revista se ha creado de forma independiente, hemos tenido que encontrar nuestro propio camino en la industria de las revistas. Ha sido un proceso de aprendizaje muy largo y al final lo hemos conseguido. Así que agradeceríamos intercambiar más correos electrónicos, porque quizá otra revista podría aprender de alguno de nuestros errores.

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