Fue el segundo episodio de la etapa de los ochenta de Alan Moore en la venerable serie de terror propiedad de la DC, SWAMP THING, dibujada por Steve Bissette y John Totleben con ayuda de Tatjana Wood. La historia se titulaba "Lección de Anatomía", y era la primera vez que se aplicaba una sensibilidad posmoderna en los cómics comerciales. Un remix frío y denso con los viejos personajes. Una nueva y áspera nitidez. Una corporación se encarga de la custodia del cadáver del personaje epónimo, un científico empapado en su propio compuesto acelerador del crecimiento de las plantas al que prendieron fuego y arrojaron en los pantanos de Luisiana, sólo para volver como una pesadilla de tejido humano transformado en vida vegetal. Ahora está muerto de un buen tiro en la cabeza, y lo están desmontando para que la corporación pueda recuperar el suero. Pero el cadáver parece no tener sentido. El cirujano encargado del procedimiento (un viejo "supervillano" de DC con naturaleza similar semejante a la de una planta) se da cuenta de que simplemente el cuerpo no funciona. El "cerebro" sólo es una masa de pulpa sin sinapsis conectadas. Los pulmones son bolsas que inspiran y espiran sin cilios respiratorios. Es la parodia de un cuerpo.
Cuando el cirujano empieza a leer un viejo periódico sobre gusanos turbelarios, que después de diseccionarlos cada parte aprende a escapar de un laberinto por sí misma, comprende horriblemente lo que ocurre.
Al jefe de la corporación no le gusta mucho el informe, porque en él se asegura que Alec Holland, el hombre que se ha convertido en La Cosa del Pantano, no es el cadáver que está en la morgue. La investigación relata que empapado de la fórmula del crecimiento acelerado, Holland cayó en el pantano lleno de gusanos, plantas y microbios, que comenzaron a digerirlo (e infectarlo en esos momentos cruciales) con una poderosa y traumatizada inteligencia que no se da cuenta de que ha fallecido.
Y entre la mugre le crecieron pulmones capaces de inspirar y espirar, porque eso es lo que sabía que los pulmones tenían que hacer. Y un esqueleto de madera. Un poderoso cerebro con la inteligencia de Alec Holland distribuida uniformemente por todo el cuerpo. Alec Holland ha muerto. Alec Holland siempre ha estado muerto. Lo que reside en la morgue es un fantasma de malas hierbas que no sabe lo que es.
El jefe echa al cirujano antes de que le explique lo mejor. Y ahora, de noche, sabiendo que el jefe ha empezado a recorrer su imperio, el cirujano se agazapa y espera.
Porque sabe que no puedes matar una verdura disparándole en la cabeza.
Y esta noche va a despertar.
El jefe se encuentra la cosa que pensaba que era Alec Holland en su oficina, leyendo el informe del cirujano. Sudando profusamente, riendo nerviosamente de terror, el jefe le espeta lo primero que le viene a la cabeza:
"¿Te ha gustado?"
Esta historia fue la primera salva lanzada por lo que podríamos llamar la sensibilidad británica contra los cómics estadounidenses. Al utilizar el monólogo del cirujano como una narración, el guionista evita toda la prosa borrosa que de otra manera caracteriza gran parte de la temprana obra británica en los cómics estadounidenses (incluyendo algunos del propio Alan). MIRACLEMAN precedió a este cómic, pero "Lección de Anatomia" fue la primera vez que se le mostraba a un amplio público de los cómics modernos un personaje que conocían de sobra y le decían que todo lo que sabían hasta ahora estaba equivocado. Ahora es un cliché. Entonces fue explosivo.
Estructuralmente es intocable. Ritmo perfecto, una historia corta completa impulsada por el nervio y la comprensión repentina de Moore de las posibilidades que tienen los panfletos de 24 páginas. Su trabajo como guionista en Inglaterra había restringido su prosa a las historias de 6 a 8 páginas. Esta vez fue como si de repente un inteligente flautista tuviese acceso por fin a toda una orquesta.
Trabajando en equipo, rara vez Bissette y Totleben volvieron a ser mejores que en este momento de páginas atmosféricas y profesionales, poniendo su genialidad al servicio de un complejo guión. En el cómic utilizaron métodos experimentales para la secuenciación de las viñetas y la composición de página, agregando nuevas páginas enteras al vocabulario del cómic mainstream. El ejemplar rezumaba vida gracias a su invención visual: como en el desparrame de líneas en las viñetas de ambientación interior donde el director corporativo golpeaba los puños contra el cristal ensangrentado, convirtiéndolos en tintes impresionistas de negro y rojo, líneas que nos guiaban hacia el realismo sombrío del cirujano que estaba considerando todas las posibles vías que llevarían al inminente asesinato de su jefe.
Es una de esas historias que dejó al medio sin ser el mismo. Menos mal que hay más por el estilo.
"The Anatomy Lesson" se puede leer en la primera recopilación de DC [ECC en España] de las historias de La Cosa del Pantano de Alan Moore.
-Warren (artículo publicado en algún momento entre 2002 y 2004.)
Cuando el cirujano empieza a leer un viejo periódico sobre gusanos turbelarios, que después de diseccionarlos cada parte aprende a escapar de un laberinto por sí misma, comprende horriblemente lo que ocurre.
Al jefe de la corporación no le gusta mucho el informe, porque en él se asegura que Alec Holland, el hombre que se ha convertido en La Cosa del Pantano, no es el cadáver que está en la morgue. La investigación relata que empapado de la fórmula del crecimiento acelerado, Holland cayó en el pantano lleno de gusanos, plantas y microbios, que comenzaron a digerirlo (e infectarlo en esos momentos cruciales) con una poderosa y traumatizada inteligencia que no se da cuenta de que ha fallecido.
Y entre la mugre le crecieron pulmones capaces de inspirar y espirar, porque eso es lo que sabía que los pulmones tenían que hacer. Y un esqueleto de madera. Un poderoso cerebro con la inteligencia de Alec Holland distribuida uniformemente por todo el cuerpo. Alec Holland ha muerto. Alec Holland siempre ha estado muerto. Lo que reside en la morgue es un fantasma de malas hierbas que no sabe lo que es.
El jefe echa al cirujano antes de que le explique lo mejor. Y ahora, de noche, sabiendo que el jefe ha empezado a recorrer su imperio, el cirujano se agazapa y espera.
Porque sabe que no puedes matar una verdura disparándole en la cabeza.
Y esta noche va a despertar.
El jefe se encuentra la cosa que pensaba que era Alec Holland en su oficina, leyendo el informe del cirujano. Sudando profusamente, riendo nerviosamente de terror, el jefe le espeta lo primero que le viene a la cabeza:
"¿Te ha gustado?"
Esta historia fue la primera salva lanzada por lo que podríamos llamar la sensibilidad británica contra los cómics estadounidenses. Al utilizar el monólogo del cirujano como una narración, el guionista evita toda la prosa borrosa que de otra manera caracteriza gran parte de la temprana obra británica en los cómics estadounidenses (incluyendo algunos del propio Alan). MIRACLEMAN precedió a este cómic, pero "Lección de Anatomia" fue la primera vez que se le mostraba a un amplio público de los cómics modernos un personaje que conocían de sobra y le decían que todo lo que sabían hasta ahora estaba equivocado. Ahora es un cliché. Entonces fue explosivo.
Estructuralmente es intocable. Ritmo perfecto, una historia corta completa impulsada por el nervio y la comprensión repentina de Moore de las posibilidades que tienen los panfletos de 24 páginas. Su trabajo como guionista en Inglaterra había restringido su prosa a las historias de 6 a 8 páginas. Esta vez fue como si de repente un inteligente flautista tuviese acceso por fin a toda una orquesta.
Trabajando en equipo, rara vez Bissette y Totleben volvieron a ser mejores que en este momento de páginas atmosféricas y profesionales, poniendo su genialidad al servicio de un complejo guión. En el cómic utilizaron métodos experimentales para la secuenciación de las viñetas y la composición de página, agregando nuevas páginas enteras al vocabulario del cómic mainstream. El ejemplar rezumaba vida gracias a su invención visual: como en el desparrame de líneas en las viñetas de ambientación interior donde el director corporativo golpeaba los puños contra el cristal ensangrentado, convirtiéndolos en tintes impresionistas de negro y rojo, líneas que nos guiaban hacia el realismo sombrío del cirujano que estaba considerando todas las posibles vías que llevarían al inminente asesinato de su jefe.
Es una de esas historias que dejó al medio sin ser el mismo. Menos mal que hay más por el estilo.
"The Anatomy Lesson" se puede leer en la primera recopilación de DC [ECC en España] de las historias de La Cosa del Pantano de Alan Moore.
-Warren (artículo publicado en algún momento entre 2002 y 2004.)
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