Estos días los tebeos parecen haberse convertido en un lugar inquietantemente reservado. He aquí algunas cosas de las que quiero dejar constancia en lo que de otro modo se habría quedado enterrado en la neblina gris del tiempo:
Blankets de Craig Thompson acaba de aparecer sin causar mucho alboroto. En mi caso no disfruto demasiado de su obra y no soy capaz de sintonizar con el trabajo de Thompson. Sé que soy una minoría, y la gente decente suele mirarme como si fuese una especie de bocazas horrible cuando lo digo. BLANKETS tiene seiscientas páginas, es posible que sea la mayor novela gráfica original publicada hasta la fecha (al principio el tomo de FROM HELL se publicó serializado). Es una historia de amor autobiográfica, y una importante obra creada con un tremendo compromiso y habilidad. Creo que por algún sitio todavía se puede echar un vistazo previo.
Me acabo de enterar de que Fantagraphics ha publicado una excelente retrospectiva del dramático autor de cómic Bernard Krigstein, a quien muchos de nosotros seguimos robando material. Su dibujo para el relato titulado "Master Race" es uno de los pináculos de la inventiva formal. En algún momento vamos a necesitar ampliar nuestra cobertura de trabajos sólidos del medio, y sospecho que este debería ser el primero a incluir en la pila.
Dave Sim está en la recta final de su berserk, el magnum opus CEREBUS, un serial de trescientos episodios que ha tardado cerca de veintisiete años en completar. Comenzó como una parodia de la fantasía de los setenta, intercambiando a Conan El Bárbaro por un sádico aardvark capaz de aplastar fuertemente los huesos del género al estilo de Howard, el Pato. Durante el transcurso de sus miles de páginas también ha sido una detallada novela política, una comedia de Corte Imperial, un drama acerca de la Iglesia, una búsqueda de la visión personal, una biografía de los últimos días de Oscar Wilde, varios ataques profundamente extraños contra el feminismo y las mujeres en general, y una exégesis de la propia extraña toma de conciencia personal de Sim sobre la religión. En todo caso, resulta fascinante, porque Sim es un fabricante de páginas absolutamente brillante, un dibujante sublime que posee un completo control de la forma... y porque durante la progresión de la obra se puede ver claramente su mente desmoronándose bajo la presión de la inmensa empresa y los veinticinco años de soledad cada vez mayor que le ha cercado y que solo ha podido expresar ante el mundo mediante la intervención de un oso hormiguero. Es una pena que las grandes recopilaciones de 500 páginas no incluyan las notas personales que llenan los comic books en los que la obra ha sido publicada inicialmente, donde Sim detalla la totalidad de la vida en la Tierra como una guerra contra el mal provocado por las mujeres y proclama que "si aprendes a dejar tu pene quieto, aprenderás a vivir solo". Durante un tiempo, la gente estuvo apostando si Sim se suicidaría inmediatamente después de que CEREBUS estuviese completo.
-Warren (artículo publicado en algún momento entre 2002 y 2004.)
Blankets de Craig Thompson acaba de aparecer sin causar mucho alboroto. En mi caso no disfruto demasiado de su obra y no soy capaz de sintonizar con el trabajo de Thompson. Sé que soy una minoría, y la gente decente suele mirarme como si fuese una especie de bocazas horrible cuando lo digo. BLANKETS tiene seiscientas páginas, es posible que sea la mayor novela gráfica original publicada hasta la fecha (al principio el tomo de FROM HELL se publicó serializado). Es una historia de amor autobiográfica, y una importante obra creada con un tremendo compromiso y habilidad. Creo que por algún sitio todavía se puede echar un vistazo previo.
Me acabo de enterar de que Fantagraphics ha publicado una excelente retrospectiva del dramático autor de cómic Bernard Krigstein, a quien muchos de nosotros seguimos robando material. Su dibujo para el relato titulado "Master Race" es uno de los pináculos de la inventiva formal. En algún momento vamos a necesitar ampliar nuestra cobertura de trabajos sólidos del medio, y sospecho que este debería ser el primero a incluir en la pila.
Dave Sim está en la recta final de su berserk, el magnum opus CEREBUS, un serial de trescientos episodios que ha tardado cerca de veintisiete años en completar. Comenzó como una parodia de la fantasía de los setenta, intercambiando a Conan El Bárbaro por un sádico aardvark capaz de aplastar fuertemente los huesos del género al estilo de Howard, el Pato. Durante el transcurso de sus miles de páginas también ha sido una detallada novela política, una comedia de Corte Imperial, un drama acerca de la Iglesia, una búsqueda de la visión personal, una biografía de los últimos días de Oscar Wilde, varios ataques profundamente extraños contra el feminismo y las mujeres en general, y una exégesis de la propia extraña toma de conciencia personal de Sim sobre la religión. En todo caso, resulta fascinante, porque Sim es un fabricante de páginas absolutamente brillante, un dibujante sublime que posee un completo control de la forma... y porque durante la progresión de la obra se puede ver claramente su mente desmoronándose bajo la presión de la inmensa empresa y los veinticinco años de soledad cada vez mayor que le ha cercado y que solo ha podido expresar ante el mundo mediante la intervención de un oso hormiguero. Es una pena que las grandes recopilaciones de 500 páginas no incluyan las notas personales que llenan los comic books en los que la obra ha sido publicada inicialmente, donde Sim detalla la totalidad de la vida en la Tierra como una guerra contra el mal provocado por las mujeres y proclama que "si aprendes a dejar tu pene quieto, aprenderás a vivir solo". Durante un tiempo, la gente estuvo apostando si Sim se suicidaría inmediatamente después de que CEREBUS estuviese completo.
-Warren (artículo publicado en algún momento entre 2002 y 2004.)
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