Manifiesto del Cine de la Transgresiónpor Nick Zedd, 1985
Nosotros, quienes hemos violado las leyes, las instrucciones y las obligaciones de la vanguardia; dicho de otra forma, que hemos tenido que aguantar un proceso dictado por las prácticas de lo convencional que nos ha dejado sedados y confundidos, nos declaramos culpables.
Nosotros renunciamos y rechazamos abiertamente el arraigado esnobismo académico que ha levantado ese monumento perezoso conocido como estructuralismo y que ha expulsado a aquellos directores de cine que veían más allá de esta pantomima.
Nosotros rehusamos coger ese enfoque fácil de creatividad cinemática, un enfoque que ha arruinado el underground de los sesenta cuando fue absorbido por el azote de las escuelas de cine.
Habéis legitimado cada manifestación sin sentido de películas perezosas realizadas por una generación de estudiantes de cine engañados, a los aburridos centros de arte y a los ancianos críticos que han ignorado totalmente los estimulantes logros de aquellos que nos encontramos en nuestra categoría –invisibles cineastas del underground como Zedd, Kern, Turner, Klemann, DeLanda, Eros y Mare, y DirectArt Ltd; una nueva generación de cineastas que nos hemos atrevido a arrancar las agobiantes limitaciones de la teoría del cine en una ataque directo a cada valor del Sistema conocido por el hombre.
Nosotros proponemos hacer explotar todas esas películas de facultad y no volver a hacer ninguna película aburrida.
Nosotros argumentamos que el sentido del humor es una parte esencial desechada por los vejestorios académicos; además cualquier película que no conmocione no merece la pena ser vista.
Todos los valores deben ser cambiados. Nada es sagrado. Todo debe ser puesto en duda y reevaluado con el fin de liberar nuestras mentes de la fe en lo tradicional. El crecimiento intelectual exige que se tomen dichos riesgos y se lleven a cabo cambios tanto en lo político, como en lo sexual y lo estético sin importar quién lo desapruebe.
Proponemos ir más allá de todos los límites prescritos o establecidos por el buen gusto, la moralidad o cualquier otro de los valores tradicionales que constriñen la mente de los hombres.
Nosotros pasamos por encima y vamos más allá de las fronteras milimétricas, las pantallas y proyectores, hacia un estado que ensancha el cine.
Nosotros vulneramos las órdenes y leyes que llevan al espectador hacia la muerte a través de rituales repetitivos y proponemos romper con todos los tabúes de nuestra época transgrediendo todo lo que nos sea posible.
Habrá sangre, vergüenza, dolor y éxtasis, las prioridades que nadie ha imaginado aún.
Ninguno saldremos ilesos.
Dado que no existe nada después de la muerte, el único infierno es el infierno de la plegaria, del obedecer las leyes y del rebajarse a uno mismo ante figuras de autoridad; el único paraíso es el paraíso del pecado, de rebelarse, divertirse, de follar, aprendiendo cosas nuevas y rompiendo tantas reglas como sea posible.
Este acto de valentía se conoce como transgresión. Nosotros proponemos la transformación a través de la transgresión – para convertirnos, transfigurarnos y transmutarnos en un plano más elevado de existencia con el fin de liberarnos de un mundo lleno de esclavos desconocidos.
RICHARD KERN SOUNDTRACKS 1(Conseguido en la mula)
El disco que podéis descargar aquí es una única pista de cuarenta y pico minutos donde están alojadas non-stop muchas de las canciones y diálogos “calientes” que aparecen en los cortos de Richard Kern, uno de los cineastas adalides del Cine de la Transgresión; el movimiento que se atrevió a devastar la cultura cinematográfica durante los ochenta en New York con la intención de “transmutarnos en un plano más elevado de existencia con el fin de liberarnos de un mundo lleno de esclavos desconocidos”, como bien dice Zedd en su famoso manifiesto.
No dispongo del listado de temas, pero entre esta entrega y las dos siguientes se puede disfrutar de Sonic Youth, Wiseblood, The Dream Syndicate, Swans o Lydia Lunch (a la que también puede verse en algunos de los cortometrajes que realizó Kern) compitiendo por acelerar el Infierno con una saturada banda sonora. Una simbiosis maldita (no podía ser de otra forma, pues los artistas de diferentes disciplinas artísticas de “Gotham” se encontraban igual de jodidos y enfadados) entre la música que salió de las alcantarillas y las rabiosas películas de combate seudo pornográficas, profundamente desalentadoras que se atrevieron a rodar los cineastas de la transgresión. Películas que enarbolaron la barbarie como razón de ser, transformándola abruptamente en una reivindicación de la vida al margen de la Sociedad Capitalista (aunque alimentándose de ella, pues no en vano son productos netamente norteamericanos). Aquí se parodió o alabó el asesinato con armas de fuego, la supervivencia al borde de la indigencia, las drogas, el sexo violento, la indecencia y la corrupción.
Quizá el objetivo de esta generación maldita por elección no fuese tanto destruir el Sistema como infectarlo para acelerar el descarrilamiento nihilista. En todo caso, son muestras de arte que han quedado como ejemplos de hasta dónde pueden llegar sensibilidades sin domesticar mientras no les quede más remedio que habitar en las deshumanizadas sociedades actuales.
Info Nick Zedd.
Info Richard Kern.
Continuará mañana.
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