viernes, 10 de julio de 2009

REEDICIONES NECESARIAS (8): STAR SLAMMERS

Walter Simonson dispone de algunas obras en su periplo que muy pocos autores de cómic comercial tienen el honor de poder nombrar entre su producción. Tebeos fantásticos como la adaptación de la película Alien, el recorrido junto con su mujer Louise Simonson por el universo mutante en Factor-X (qué corto se nos hizo en su día), sus épicos Cuatro Fantásticos (también merecedores de una recuperación en condiciones), el experimental Manhunter o una grandiosa epopeya en Thor, tebeo que rivaliza con las obras maestras de consumo de los ochenta (Daredevil de Ann Nocenti, Daredevil de Frank Miller, Hulk de Peter David). 
El estilo de Simonson (su firma en forma de dinosaurio es sinónimo de calidad) es reconocible de inmediato y sus guiones persisten en aquella sensibilidad setentera en la que se engarzaban situaciones más grandes que la vida y relevancia social; una forma de hacer las cosas que particularmente agradezco en un artesano (muchos otros autores cultivaron los guiones con chicha, pero nadie ejemplifica esto tan bien como Doug Moench o McGregor.)

Aunque en una lectura apresurada parece que Star Slammers no es más que una historia de ciencia-ficción grandilocuente, Walter Simonson, autor completo de la obra, produjo un cómic relevante en la historia norteamericana del medio. Y esto fue por varias razones: con la obra puso otra piedrecita más en el camino de los creadores que idean espacios propios al margen de los grandes universos de super-héroes de las editoriales al uso, aunque se valgan de las mismas; el dibujo del autor fue todo lo influyente que se le presupone a un estilo fresco, diferente a la ración industrial que se ofrecía y ofrece mes tras mes en las estanterías y con un agudo instinto comercial; y el anguloso guión dispone de cazarecompensas imbatibles, con un fondo de space-opera tan adictivo como para hacer pasar páginas velozmente al lector cautivo hasta el sorprendente final mientras el afán de la lectura presiona con fuerza las meninges. Apenas influido por Star Wars (aunque Simonson se había fogueado dibujando la versión en cómic de Han Solo y compañía que editaba Marvel), se notan las miríadas de lecturas de Ci-Fi clásica en los diseños de trajes, ambientes, en conversaciones y trama argumental.

Se puede decir que el innovador artista comenzó su carrera con este tebeo, pues ya diseñó como tesis para la Escuela de Diseño de Rhode Island una versión en blanco y negro que presentaría en la World Science Fiction Convention de Washington D.C. en 1974 y que incluso llegó a utilizar como portafolio de presentación a la hora de conseguir trabajo en las editoriales mayores. Cuando años después publicó la nueva versión en formato Novela Gráfica en Epic (1983), manteniendo los derechos, se cumplió su sueño: lo que Simonson imaginaba que sería el primero de una serie de álbumes con los mismos protagonistas, “al estilo de Blueberry”.

Doce años después, la editorial independiente Malibú publicó una segunda parte de la trama de los soldados trotamundos en formato comic-book (1995). Esta vez, el autor cede “ciertos derechos” de sus personajes a la editorial y se publican cuatro de los cinco números de la aventura.
El protagonista es el Star Slammers Rojas, acusado equívocamente de asesino en una intriga que reposa aún más en la aventura, presentándonos complejas relaciones entre los diferentes protagonistas mientras los combates se suceden a buen ritmo.
Desgraciadamente Marvel fagocita la independiente y Simonson detiene la serie para que la editorial neoyorquina no se quede con los derechos. El quinto y último número saldría con un retraso considerable en Dark Horse como parte del subsello Legend, donde estaban otros autores ya míticos (John Byrne, Arthur Adams, Frank Miller).

Lo siguiente que sabemos de los personajes es a través de una historia corta del Dark Horse Presents 114 (1996), donde se pueden ver acontecimientos que anteceden las ocho partes de la tercera entrega de la saga (ya escrita y guardada en su ordenador según refirió el autor en esta entrevista).

Aunque Walter Simonson siente un cariño especial por los personajes, sobrevivir en el mercado actual de comic-book supone un esfuerzo que no deja lugar a viejas aspiraciones de independencia (lo que dice mucho de cómo están las cosas en este y otros ámbitos), pero no dudo que algún día veremos esa tercera parte y predigo que será tan genial como las dos anteriores.

En España, Forum editó meritoriamente la Novela Gráfica (1984), mientras que Norma Editorial calcó la edición americana de cinco cómic-books de la segunda parte.

La reedición perfecta sería publicar la primera parte próxima a su edición en Forum, pues es una historia unitaria sin apenas relación con la siguiente trama y la segunda en un tomo que recopile los cinco números. Así tendríamos disponible otra de las obras mayores de la década de los ochenta, una de esas que hacen que sigamos coleccionando como descosidos.

4 comentarios:

Miguel B. Núñez dijo...

amo el Star Slammers de Forum... es de los pocos tebeos que he ido llevando de casa en casa. Maravillosa y épica historia. Y Simonson... caramba... un grande!

frog2000 dijo...

Y poco reconocido..., al igual que Chaykin. ¡Una pena!.

Saludos.

Miguel B. Núñez dijo...

Recuerdo que un amigo mío escribió a Simonson. Estaba haciendo Thor en aquella época y le envió un dibujo. Todo un detallazo!

Suso dijo...

En buena forma artística (sorprendentemente, casi resucitando) todavía Chaykin y Simonson.

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