Continuamos con la entrevista al famoso editor (aquí la primera parte). Mañana más.
Shooter: He de decir un par de cosas para así quitármelas de encima. No es que necesariamente tenga que decirlas para tu revista, pero he visto las cartas que os escribe la gente y lo que dice el público en las Convenciones sobre la inminente desaparición de la industria del comic book. A menudo las cartas que aparecen en vuestra sección de Correo tienen un tono desilusionado. “Bueno, por supuesto, una de las razones de que los cómics estén vendiendo mucho es que ni más ni menos se encuentran al borde del desastre y eso es porque…” No sé lo que tendría que hacer para poder corregir esa percepción errónea. El negocio no se está acabando, en serio. [Se ríe.] Estamos haciendo bastante dinero. No estamos cargándonos la industria, pero en este momento, en este país sí que hay mucha gente que lo está haciendo. Nosotros lo estamos haciendo perfectamente. Marvel es una compañía saludable. El último año fue el mejor año de todos. Y el actual, y teniendo en cuenta cómo suele marchar el mercado de los cómics, probablemente será un poco peor que el año pasado, pero también será un buen año. No está siendo un mal año, incluso tampoco es que sea un año mediocre. Es un buen año. Y el resto de la empresa está plantando cara con toda su potencia a todas las probabilidades que tenía en contra. A riesgos como el de que las compañías de juguetes están yéndose a la quiebra y no pueden permitirse el lujo de anunciar sus productos en nuestro tebeos o licenciar los nuestros. El hecho de que nosotros estemos haciéndolo bien, plantando cara a las posibilidades económicas que tenemos en contra, puede dar una buena medida de la fortaleza de nuestra compañía.
Groth: ¿Hasta qué punto crees que esa situación se debe a las ventas de cómics y cuánto se lo achacas a las ventas de merchandising, películas de televisión y el resto de cosas?
Shooter: La verdad es que no tengo libertad para decirlo. Lo único que puedo contarte es que los cómics son una parte muy importante de nuestra estructura financiera. Contribuyen en buena parte al éxito de la empresa, y puedo decirte que en nuestro plan trienal, que presentamos cada año, nuestra posición es la de una empresa en la que los cómics son la base de la compañía y su espina dorsal. Principalmente somos una editorial y tenemos el compromiso de publicar el material que mejor sabemos publicar, y lo hacemos con todos los variados formatos que tengamos disponibles. Esto continuará siendo una parte importante de nuestra búsqueda de beneficios. Había un artículo en un fanzine inglés, BEM, que citaba un montón de cifras de ventas de Marvel que eran totalmente ficticias. No tengo ni idea de dónde las habían sacado. Periódicamente, Joe Brancatelli realiza un artículo superficial y también es muy bueno citando cifras de ventas y lanzando un montón de escenarios “tras la cámara” repletos de información de ese tipo. Lo hace con tal seguridad que no puedes entender de qué fuente ha podido conseguir el material. ¿Se lo inventa o qué es lo que está haciendo? Me puse a rastrear sus problemáticas fuentes de información y ahora sé quiénes son, y también sé lo desencaminadas que están en sus apreciaciones. Sé cómo están haciendo sus pequeños y lógicos cálculos equivocados, y mientras él siga sacando de ahí los números que cita en sus artículos, jamás llegará a saber nada de lo que intenta demostrar que sabe. Está completamente equivocado. Están distribuyendo información errónea, perfilando conclusiones totalmente equivocadas.
Groth: ¿De dónde sacaban la información?
Shooter: No quiero comentarlo. Tienen fuentes como Cadence, y trafican con esa serie de cifras a las que han tenido acceso, pero aparentemente hay un montón de material del que no son nada conscientes.
Groth: Bueno, las ventas de cómics han estado disminuyendo desde hace mucho tiempo.
Shooter: Oh, claro. No, no, claro que toda la industria está en verdadera mala forma, pero eso se debe a que tenemos un par de empresas serias compitiendo y también un par de negocios familiares que en realidad no están interesados en seguir creciendo y no son empresas competitivas. Tenemos algunos problemas con la Comic Magazine Association, porque no podemos emprender acciones unificadas ya que Marvel y DC generalmente están dispuestas a hacer cosas que serían beneficiosas para el negocio, pero las otras empresas tienden a ser muy conservadoras porque son más pequeñas y familiares, y ese clima económico no es exactamente una forma de promover el crecimiento. Así que creo que deberías decidirte entre preguntarme por una compañía específica o por la industria entera. Creo que lo que pasó es que los cómics tuvieron una fase de expansión en la que a todo el mundo le encantaba Marvel y todo el mundo quería mucho a Stan, y no había cómics más maravillosos que los de la editorial, y el público empezó a celebrar Convenciones y fue casi como una celebración de la alegría. El problema es que cuando ocurre algo así, tienes un síndrome psicológico floreciendo entre manos. Seguro que habrá un nombre auténtico para esa dolencia, pero yo la llamo Síndrome de Namor. Significa que los chicos que están en su submarino, cuando éste cambia de profundidad, se vienen abajo. Todo el mundo empieza a preocuparse y la tensión se masca en el aire. Pero tan pronto como uno de los chicos entra en pánico, el suboficial, que en ese momento está tan nervioso como cualquier otro, de repente se arma de valor. [Se ríe.] Es como si para cualquier acción emocional existiese su reacción opuesta. Creo que una generación entera de lectores de cómics aprendió que una buena forma de sorprender a la gente y captar su atención era denunciando a la industria. Se ha convertido en una moda comentar: “oh, sí, es una industria terrible, no hacemos mucho dinero y los cómics se están yendo al garete”. Es algo que está bien para captar la atención durante un tiempo, pero termina por convertirse en una especie de refranero. En las Convenciones se puede escuchar a bastantes personas repitiendo ese mantra y otras cosas parecidas, convirtiéndolo en el punto de vista oficial. “Bueno, los chavales creen que los cómics son algo grandioso, pero nosotros tenemos un poco más de información”, y creo que esa actitud es verdaderamente desafortunada.
(Continuará)
Shooter: He de decir un par de cosas para así quitármelas de encima. No es que necesariamente tenga que decirlas para tu revista, pero he visto las cartas que os escribe la gente y lo que dice el público en las Convenciones sobre la inminente desaparición de la industria del comic book. A menudo las cartas que aparecen en vuestra sección de Correo tienen un tono desilusionado. “Bueno, por supuesto, una de las razones de que los cómics estén vendiendo mucho es que ni más ni menos se encuentran al borde del desastre y eso es porque…” No sé lo que tendría que hacer para poder corregir esa percepción errónea. El negocio no se está acabando, en serio. [Se ríe.] Estamos haciendo bastante dinero. No estamos cargándonos la industria, pero en este momento, en este país sí que hay mucha gente que lo está haciendo. Nosotros lo estamos haciendo perfectamente. Marvel es una compañía saludable. El último año fue el mejor año de todos. Y el actual, y teniendo en cuenta cómo suele marchar el mercado de los cómics, probablemente será un poco peor que el año pasado, pero también será un buen año. No está siendo un mal año, incluso tampoco es que sea un año mediocre. Es un buen año. Y el resto de la empresa está plantando cara con toda su potencia a todas las probabilidades que tenía en contra. A riesgos como el de que las compañías de juguetes están yéndose a la quiebra y no pueden permitirse el lujo de anunciar sus productos en nuestro tebeos o licenciar los nuestros. El hecho de que nosotros estemos haciéndolo bien, plantando cara a las posibilidades económicas que tenemos en contra, puede dar una buena medida de la fortaleza de nuestra compañía.
Groth: ¿Hasta qué punto crees que esa situación se debe a las ventas de cómics y cuánto se lo achacas a las ventas de merchandising, películas de televisión y el resto de cosas?
Shooter: La verdad es que no tengo libertad para decirlo. Lo único que puedo contarte es que los cómics son una parte muy importante de nuestra estructura financiera. Contribuyen en buena parte al éxito de la empresa, y puedo decirte que en nuestro plan trienal, que presentamos cada año, nuestra posición es la de una empresa en la que los cómics son la base de la compañía y su espina dorsal. Principalmente somos una editorial y tenemos el compromiso de publicar el material que mejor sabemos publicar, y lo hacemos con todos los variados formatos que tengamos disponibles. Esto continuará siendo una parte importante de nuestra búsqueda de beneficios. Había un artículo en un fanzine inglés, BEM, que citaba un montón de cifras de ventas de Marvel que eran totalmente ficticias. No tengo ni idea de dónde las habían sacado. Periódicamente, Joe Brancatelli realiza un artículo superficial y también es muy bueno citando cifras de ventas y lanzando un montón de escenarios “tras la cámara” repletos de información de ese tipo. Lo hace con tal seguridad que no puedes entender de qué fuente ha podido conseguir el material. ¿Se lo inventa o qué es lo que está haciendo? Me puse a rastrear sus problemáticas fuentes de información y ahora sé quiénes son, y también sé lo desencaminadas que están en sus apreciaciones. Sé cómo están haciendo sus pequeños y lógicos cálculos equivocados, y mientras él siga sacando de ahí los números que cita en sus artículos, jamás llegará a saber nada de lo que intenta demostrar que sabe. Está completamente equivocado. Están distribuyendo información errónea, perfilando conclusiones totalmente equivocadas.
Groth: ¿De dónde sacaban la información?
Shooter: No quiero comentarlo. Tienen fuentes como Cadence, y trafican con esa serie de cifras a las que han tenido acceso, pero aparentemente hay un montón de material del que no son nada conscientes.
Groth: Bueno, las ventas de cómics han estado disminuyendo desde hace mucho tiempo.
Shooter: Oh, claro. No, no, claro que toda la industria está en verdadera mala forma, pero eso se debe a que tenemos un par de empresas serias compitiendo y también un par de negocios familiares que en realidad no están interesados en seguir creciendo y no son empresas competitivas. Tenemos algunos problemas con la Comic Magazine Association, porque no podemos emprender acciones unificadas ya que Marvel y DC generalmente están dispuestas a hacer cosas que serían beneficiosas para el negocio, pero las otras empresas tienden a ser muy conservadoras porque son más pequeñas y familiares, y ese clima económico no es exactamente una forma de promover el crecimiento. Así que creo que deberías decidirte entre preguntarme por una compañía específica o por la industria entera. Creo que lo que pasó es que los cómics tuvieron una fase de expansión en la que a todo el mundo le encantaba Marvel y todo el mundo quería mucho a Stan, y no había cómics más maravillosos que los de la editorial, y el público empezó a celebrar Convenciones y fue casi como una celebración de la alegría. El problema es que cuando ocurre algo así, tienes un síndrome psicológico floreciendo entre manos. Seguro que habrá un nombre auténtico para esa dolencia, pero yo la llamo Síndrome de Namor. Significa que los chicos que están en su submarino, cuando éste cambia de profundidad, se vienen abajo. Todo el mundo empieza a preocuparse y la tensión se masca en el aire. Pero tan pronto como uno de los chicos entra en pánico, el suboficial, que en ese momento está tan nervioso como cualquier otro, de repente se arma de valor. [Se ríe.] Es como si para cualquier acción emocional existiese su reacción opuesta. Creo que una generación entera de lectores de cómics aprendió que una buena forma de sorprender a la gente y captar su atención era denunciando a la industria. Se ha convertido en una moda comentar: “oh, sí, es una industria terrible, no hacemos mucho dinero y los cómics se están yendo al garete”. Es algo que está bien para captar la atención durante un tiempo, pero termina por convertirse en una especie de refranero. En las Convenciones se puede escuchar a bastantes personas repitiendo ese mantra y otras cosas parecidas, convirtiéndolo en el punto de vista oficial. “Bueno, los chavales creen que los cómics son algo grandioso, pero nosotros tenemos un poco más de información”, y creo que esa actitud es verdaderamente desafortunada.
(Continuará)
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