jueves, 27 de enero de 2011

ENTREVISTA CON DON MCGREGOR 3 (DE 3)

ENTREVISTA CON DON MCGREGOR 3 (DE 3). Mangada en ENJOLRASWORLD. Realizada por Richard Arndt. Traducida por Frog2000. Parte 1, parte 2.

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Richard Arndt: Bueno, todo esta conversación parece llevarnos de vuelta al punto de partida anterior, cuando estábamos hablando sobre tu último trabajo para Warren. Creo que en cuanto volviste a la editorial, la primera historia que escribiste fue “The Trespassers”, dibujada por Paul Gulacy. El protagonista se parecía un poco a James Coburn.

Don McGregor: Claro, es cierto. Probablemente fuese la primera historia que escribí nada más volver a Warren. Louise Jones me la compró.

RA: En realidad Warren dejó en barbecho algunas de tus historias
. Al parecer, creo que las dejó archivadas alrededor de noviembre de 1979. Louise Jones se fue de Warren para trabajar en Marvel unas semanas después. ¿Sabes si todo el material que apareció en Warren entre 1980 y 1982 había sido escrito con anterioridad?

DM: No sé nada de que Warren dejase algunas historias en barbecho, la verdad.

RA: Lo mencionaste en uno de los capítulos de “The Variable Syndrome”, y ese es el motivo por el que te lo estoy preguntando. Allí declarabas que “solían usar todo el material de inventario antes de comprar nuevas historias.” Incluso citabas una fecha concreta, el 29 de Noviembre de 1979.

DM: Tienes razón, no me acordaba. Sé que muchas de mis historias aparecieron años después de haberlas escrito. Además, algunos de los dibujantes contratados por la editorial no solían dibujar lo que yo les había indicado en el guión del relato. Tuve ciertos problemas con “The Mist”, uno de mis guiones. “The Mist” era un serial ambientado en Nueva York, pero sufrió algunos problemas. Al principio se lo asignaron a un dibujante que aparentemente no tenía referencia alguna de la ciudad, e incluso no sabía el aspecto que tenía la misma. La historia fue dibujada finalmente por tres artistas, y uno de ellos era Val Mayerik, un dibujante estupendo. Pero solo fue el primer dibujante del relato, porque los editores de Warren cogieron y recortaron cuatro páginas de la primera entrega antes de contratar a otros dos artistas para que hiciesen las siguientes. La razón que adujeron fue la de que no les gustaba el dibujo del primero, y además adujeron que el artista tenía nociones equivocadas sobre el aspecto de la ciudad de Nueva York. Sencillamente quitaron esas cuatro páginas, por lo que la historia perdió todo el sentido. Además, en ella aparecían dos agentes de la CIA protegiendo al personaje principal, a su esposa y a su familia. Su labor era vigilarlos constantemente. En la versión que se inventó Warren aparecían ambos agentes haciendo unos comentarios racistas que yo no había escrito en ningún momento. La revista apareció un viernes y a mí me llegó una copia por correo (o me la pillé en una tienda, la verdad es que ya no lo recuerdo). Pero cuando pude ver lo que habían hecho me enfurecí un montón, porque ese diálogo aparecía a mi nombre, como si yo lo hubiese escrito, y sabía que ese día ni siquiera sería capaz de llamarles por teléfono para protestar, porque ya estábamos en fin de semana. Sabía bien que si hubiese podido hacerlo, me habría puesto a gritarles como un loco y que probablemente sólo les habría dicho incoherencias. Me puse de muy mala leche. Fue una de las veces que más furioso me he puesto a lo largo de toda mi carrera como guionista.
Los llamé al lunes siguiente con la idea de que yo sería el guionista del siguiente episodio de “The Mist”. Probablemente ya tenía escrita la segunda parte. Era una historia larga, así que puede que incluso hubiese guionizado hasta el cuarto episodio. Pero si seguían haciendo esa carnicería con el material, insertando cosas que yo nunca había escrito, entonces ten por seguro que tenía muy claro que no sería yo el que acabase la historia. Como suele ocurrir en este negocio, cuando los que están al cargo creen que vas a hacer algo escandaloso que reciba publicidad, querrán hacerlo tan público como les resulte posible, pero si en su lugar van a hacer algo cobarde con tu trabajo querrán hacerlo a puerta cerrada, donde no haya testigos. [Se ríe.] Así que me dijeron: “vente con nosotros, Don, te invitamos a a comer.” Y les contesté: “no estoy aquí para comer, sino para resolver de una vez esta situación.” Nos fuimos a algún restaurante y cuando me enseñaron el material racista que habían insertado en la historia, uno de ellos me dijo: “nosotros sabemos muy bien cómo hablan tus personajes, Don.” Cogí la revista, la arrojé al otro extremo de la sala y les dije: “si eso es lo que jodidamente crees, entonces no tenemos nada más sobre lo que hablar. Creo que no voy a escribir el siguiente capítulo, así que... ¿qué es lo que vais a hacer entonces?” Supongo que se pensaron que yo sería capaz de seguir adelante con dicha decisión, por lo que finalmente dejaron la historia abandonada.

Ya sabes, mi nombre aparecía en ese material y no iba a haber forma alguna de que yo permitiese que se publicara. Puedes hacer lo que quieras con las historias que aparezcan bajo tu propio nombre, pero yo tengo que seguir viviendo con las mías, y si apestan quiero que apesten de una forma honesta. Si meto la pata quiero que sea por culpa de mi propia incapacidad. Supongo que los lectores, que son quienes me siguen de una historia a otra, de una editorial a otra, agradecerán bastante el hecho de que aunque cometa un fallo, lo haga de una forma honesta.

RA: ¿Me podrías decir, ya que en realidad nunca pudimos verla terminada, cuál se suponía que iba a ser la conclusión de "Sweetwater Nessie"? De acuerdo con “The Variable Syndrome” se suponía que iba a ser una historia de unas setenta páginas.
DM: No sé. Ni siquiera recuerdo que no se llegara a acabar.

RA: Apareció en unos cuántos de los últimos números de Vampirella o Eerie. Fueron dos episodios con un dibujo bastante bueno de Rafael Auraleón.

DM: Claro, recuerdo que me gustó mucho su dibujo, y que se complementaba muy bien con mi guión. Lo siento, pero no recuerdo cómo terminaba. Hay algunas historias que me temo que nunca se llegaron a terminar. Pero esa la tenía escrita por completo, a diferencia de otras que nunca tuve la oportunidad de finalizar o de poder enseñar a la gente por dónde transitarían.

RA: Seguro que existen más historias sin publicar que las que escribiste para Warren, algunas que supongo que nunca llegaron a aparecer, aunque creo que esa es la única que comenzó y que nunca llegó a terminar nadie. Todas las otras historias que hiciste tuvieron un final en un momento u otro.

DM: Estoy seguro de que también escribí algún final para esta. Y estoy bastante seguro de que lo tendrán en algún sitio archviado, pero por más que lo intente no lo recuerdo. Hay historias que se cortaron o que finalizaron de forma prematura y que me hubiese gustado mucho poder acabar. La tercera historia de Sabre, por ejemplo. El último segmento de Ragamuffins. La historia de la Pantera contra el KKK. En especial, la tercera historia de Detectives, Inc., que trataba sobre algunas personas que bombardeaba clínicas donde se practicaba el aborto. Esas son las que realmente me hubiese gustado acabar. Son las que recuerdo más vívidamente. Supongo que como terminé dándole un final a “Sweetwater Nessie”, no tengo tan presente el recuerdo de cómo acababa. Sin embargo, de las historias que no llegué a acabar sí que me acuerdo del final que tenía previsto.
RA: Había una larga historia que hiciste con Isidro Mones con algunas viñetas a página completa que me parecen muy buenas.

DM: Oh, ¿no se titulaba “The Alien Who Wept For Children”?

RA: En ese número de Creepy el título que pusieron era “The Spectator Who Wept”. Consta de unas 28 páginas y muchas de las escenas están dibujadas a página completa.

DM: Si, creo que fui yo quien la diseñó de esa forma. Está muy bien dibujada y yo me esforcé mucho en ella. Creo que el dibujante hizo un gran trabajo, pero el enfoque visual, la extensión a página completa, venía dictada por el guión. Me gustó mucho el hecho de que el concepto visual funcionase tan bien, y fui bastante tajante en cuanto al enfoque que debía escoger el dibujante. Creo que el dibujante clavó lo que yo esperaba conseguir. Aprendí a no volver a poner nunca más indicaciones del estilo de “este es el factor decisivo” para intentar ambientar el dibujo.

RA: Hemos llegado al momento en el que empiezas a trabajar para Eclipse.

DM: Me gustó un montón trabajar con Dean Mullaney, en Eclipse. Recuerdo que mientras estábamos haciendo Ragamuffins tenía bien presente que siempre me habría gustado poder ver reproducidos los lápices de Gene Colan tal cual, sin entintar. Antes, cuando había estado trabajando en las oficinas de Marvel, había tenido la oportunidad de ver sus lápices antes de ser entintados y me entusiasmaron. Ragamuffins era un concepto que se me había ocurrido algunos años antes y que había dejado almacenado para más adelante. Lo mismo ocurrió con la serie de Detectives, Inc.

Tenía la intención de hacer que “Ragamuffins” fuese un vistazo bastante completo a la infancia, un recorrido a lo largo de varias décadas sobre el concepto de qué es ser y sentirte americano: qué es lo que había cambiado y qué es lo que no lo había hecho a lo largo de todo este tiempo. Qué es lo que se había quedado exactamente igual. Qué se pensaban los padres que estaban comunicando a sus hijos y qué era lo que realmente estaban aprendiendo dichos hijos. Es algo que me gustaría mucho tener la oportunidad de continuar y de finalizar. Todo este tiempo me ha dolido mucho no poder seguir haciendo historias de esa serie.
Desde el mismo momento en el que Dean estuvo de acuerdo en publicar la serie, rápidamente agarré la oportunidad y no la dejé escapar. Algunos me dijeron: “bueno, ¿por qué no haces algo en plan super-héroes o fantasía heroica?” Suponía que mi trabajo con los super-héroes o la fantasía era algo que la gente ya conocía bastante bien. Son géneros que me encantan, porque creo en los héroes, pero también deseaba hacer otro tipo de historias. La verdad es que no quería quedarme estancado en un único estilo. Porque me encantan todos los géneros. Y en ese momento creía que era capaz de hacer más tipos de historias que sólo las que se centraban en un género específico.

Después de Detectives, Inc. me di cuenta de que también existía un mercado para el cómic alternativo. Que no sólo había público para los super-héroes o la fantasía heroica. Sin embargo, “Ragamuffins” suponía toda una incógnita. Algunos se creían que debería haber seguido con el material de super-héroes fantásticos, ya que mucha gente se había olvidado de las obras de terror que había escrito en el pasado. Antes de entrar en Marvel era bastante conocido como guionista de terror. Más tarde, en los ochenta, llegué a ser conocido como guionista de género policíaco gracias a Detectives, Inc. y Nathaniel Dusk. Desde que he escrito El Zorro soy muy conocido por mi material del Oeste. La memoria es muy corta en el mundo del cómic. [Risas.]

En tus comentarios sobre Ragamuffins mencionabas que los lápices de Gene no estaban demasiado bien reproducidos, pero cuando he revisado el one-shot en color publicado por Dean creo que se pueden ver bastante bien sus lápices. Muy nítidos.

RA: Sí, la verdad es que ya lo he comentado en algún otro sitio. Creo que también hiciste una historia de 20 páginas de “Ragamuffins” en la serie en color Eclipse Monthly que fue entintada por Klaus Janson.
DM: Tienes razón, pero los lápices sin entintar de esa historia todavía están por algún lado, y si reimprimiésemos la historia lo haríamos directamente a partir de los lápices de Gene, al igual que todas las demás. También hay una historia 
titulada “The Pack Rat Instinct” que no se llegó a editar nunca y que podríamos incluir en esa recopilación. 

RA: Siempre me ha maravillado todo lo que puede cambiar el proceso de impresión entre una editorial y otra. Parece como si Warren no tuviese problemas a la hora de imprimir dibujos a partir del lápiz. Sin embargo, para Eclipse parecía ser un tremendo esfuerzo. Marvel ha hecho reproducciones horribles del dibujo a partir de los lápices.

DM: Los lápices suelen reproducirse mejor en blanco y negro que en color. Incluir color en los lápices es todo un nuevo mundo completamente diferente. Cuando DC produjo la primera serie de Nathaniel Dusk en color, la que se titulaba “Lovers Die At Dusk”, la verdad es que tenía muy mal aspecto; la línea de dibujo estaba bastante mal impresa. Gene fue el primero que vio el ejemplar y me llamó para preguntarme qué había pasado, pero yo no tenía ni idea de lo que me estaba diciendo. Lo que ocurrió fue que me había reunido con la gente que se encontraba al mando en DC para comentarles que Dean Mullaney sería capaz de darles un consejo o dos sobre cómo reproducir bien los lápices a color. Dean había hecho un gran trabajo en aquel one-shot de Ragamuffins, y creo que podía haberles aconsejado sin problemas. Así que pensé que DC se preocuparía más y lo haría bien, pero de repente me llegó esa exaltada llamada de Gene Colan. Gene estaba bastante molesto por la reproducción y le contesté: “Gene, no sé de lo que me estás hablando. Todavía no he podido ver el ejemplar.” Cuando por fin lo hice, llamé y pregunté a la gente de DC si se habían puesto en contacto con Dean en algún momento. Si una pequeña editorial como Eclipse era capaz de hacer una buena reproducción, qué es lo que no podría hacer alguien como DC, con todos sus recursos. La respuesta que me dieron fue que una gran editorial como DC no se podía permitir llamar a una pequeña como Eclipse para buscar consejo. Porque eran demasiado grandes como para hacer algo así.

RA: En la entrevista que le hice, Dean me contó que había hablado con ellos y que le habían ignorado por completo.

DM: ¡Arghhhhh! [Enorme sigh.] En ese momento incluso llegué a pensar que nunca habían hablado entre ellos. La verdad es que no puedo entender cómo fueron capaces de editar una serie con una reproducción que destruía el dibujo de Gene por completo, y todo porque no quisieron aceptar ningún consejo. Ese tipo de cosas me enfurecen muchísimo.
Aun así, hicimos una segunda historia de Nathaniel Dusk titulada “Apple Peddlers Die At on”, y creo que esa está entre mis obras favoritas. Trabajar con Gene fue algo increíble. Entregaba página tras página con sus maravillosos y preciosos dibujos, haciendo todo lo que me esperaba que hiciera, tanto al representar la época donde se ambientaban las historias como la ciudad, o los personajes y sus diversos estados de ánimo, el tono noir, las sombras y luces, todo. La forma que tiene Gene de representar el tiempo y el espacio y los estados de ánimo, y lo más importante, los personajes, simplemente me dejó anonadado. Teníamos un montón de espacio para poder contar la historia que queríamos. Ese segundo Nathaniel Dusk se encuentra entre mis diez proyectos favoritos de todos los que he hecho hasta ahora.

Tom Zuiko escribió un ensayo en la sección de autores invitados de mi página web en el que decía que yo había sido el primer guionista que se había puesto en contacto con él para poder discutir el tema del color en las series. Y no me refiero a lo que debe aparecer en cada viñeta, sino al enfoque que termina por definir la apariencia de una serie, reflejando los temas y la ambientación que se quiere dar a la historia.

Pero antes de hacer “Ragamuffins” había estado elaborando Sabre y Detectives, Inc. Cuando llegó la oportunidad de hacer la primera historia de Sabre y la llevamos a las tiendas de cómics, se originó un debate sobre qué era Sabre, sobre si en realidad se trataba de una novela gráfica o no. Nunca me imaginé esa serie como una novela. Era una historia demasiado corta. No creía que 38 páginas se aproximasen a la extensión que debía tener una novela. Todavía no.

Sabía que esas 38 páginas se valorarían gracias a los dos años y medio o tres años de historias que la gente había estado siguiendo un número tras otro durante mi época en Marvel. Eso fue entre 1976 y 1978 y, para ser honesto nadie sabía si podríamos vender directamente un tomo a través de las tiendas de cómics como único punto de venta importante, si terminaría siendo algo económicamente viable. Nos estábamos adentrando en territorio desconocido. Yo pensaba que sí que se podía. Tenía la fuerte convicción de que se podía hacer. Si tienes a un dibujante y a un guionista cuyos nombres son conocidos en las tiendas de comic-books, el público será capaz de apoyar ese nuevo esfuerzo. Pero en ese momento no disponíamos de datos sobre los que poder basarnos. Ciertamente, dentro de la industria conocía a mucha gente que se pensaba que el mercado independiente era bastante pequeño, que era un pequeño porcentaje del pastel sobre el que el tomo no podría apoyarse y despegar.

Y entonces Dean sacó Sabre y Phil Seuling le dijo: “¿seis dólares por un comic-book? ¿Se te ha ido la olla?” [Risas.]

RA: Claro, era bastante caro.
DM: Simplemente reflejaba el precio que tenía que pagar Dean por el cómic. A Paul [Gulacy] se le pagó la misma tarifa por página que cobraba en Marvel. A Annette Kaweki se la pagó más de su tarifa por página habitual en Marvel. Y Dean me pagó 300 dólares por hacer este tomo. Si hubiera sabido que me iba a llevar tanto tiempo completar Sabre, probablemente no lo hubiese hecho nunca, ya que no sabía que el libro tardaría tanto en captar a su público. Sencillamente quería que Dean me dejase hacer la obra. Así que acepté una tarifa más baja con la esperanza de que en cuanto apareciese en el mercado ganaría más dinero. Si era así, entonces todo marcharía sobre ruedas, pero como no lo fue, bueno...

RA: Le vendiste los derechos de reimpresión a Heavy Metal, que supongo que ayudaría un poco.

DM: Lo hicimos cuando todas las páginas estaban ya dibujadas por completo. El tomo estaba a punto de entrar en producción y ahí se iba a quedar durante un largo período de tiempo. Cuando empiezas con tu propio proyecto para introducirlo en un mercado desconocido, cualquier cosa puede salir mal. Por ejemplo, Paul hizo las primeras seis páginas de Sabre y sin asegurarlas ni nada las envió a Nueva York en el mismo momento en el que se produjo el gran apagón de Manhattan. Así que esas primeras seis páginas de Sabre nunca llegaron a ver la luz. Paul tenía la esperanza de recuperarlas en algún momento, porque no las quería volver a dibujar. De hecho, no lo hizo hasta que tuvo acabado el resto del tomo.

En realidad yo había empezado a escribir la serie en la página siete. Normalmente no habría hecho lo mismo bajo ninguna otra circunstancia. [Risas.] Recuerdo que la primera viñeta se centraba en Sabre y Melissa mientras la cámara se alejaba de ellos y podíamos ver a Willoughby tirado en el suelo inconsciente. Cuando las primeras páginas fueron dibujadas de nuevo, siendo la sexta la última que había guionizado, en la última viñeta teníamos a Willoughby tirado con la espada de Sabre en su garganta. Cogí el teléfono y le pregunté a Paul: "¿qué podemos hacer? Obviamente Willoughby se despierta en la página seis, pero en la siete se le puede ver inconsciente. La página siete ya está rotulada, entintada y lista para editar. ¡Ya está todo hecho!” Y Paul contestó: “Bah, ya te inventarás algo para resolver ese problema.” Durante días estuve mirando esas páginas y dándole vueltas, pensando en qué podría hacer con ellas. ¿Cómo podría puentearlas y hacer que funcionasen? Finalmente se me ocurrió una frase que apareció en la última viñeta de la página seis en la que Willoughby decía: “creo que me voy a desmayar”. [Risas.] Eso explica por qué podemos verle inconsciente en la siguiente página. Puede que esa fuese la última frase que escribí para Sabre.
Ahora he empezado a escribir la primera serie de Sabre desde hace años. Saldrá en un formato diferente. Puedes llamarlo las pesadillas ocasionales del escritor freelance.

Pero aún así sigo en contacto con Joe Pruett, de Desperado Publishing, y estamos trabajando en SABRE: The EARLY FUTURE YEARS. Ahora mismo he acabado las primeras cinco páginas. La filosofía que tiene Joe sobre los cómics es en gran parte parecida a la mía, así que la colaboración me parece estupenda.

La serie saldrá en Desperado Publishing y será una limitada de cuatro números con un primer número con el doble de páginas. Muchos de los personajes favoritos de los fans aparecerán en la historia, incluyendo a Melissa Siren, Blackstar Blood, Crimson Dawn y Midnight Storm. Y también muchos nuevos personajes como el Doctor Painless. También se podrán ver los primeros encuentros entre personajes por los que los fans han estado preguntando durante tantos años. Creo que todavía ni lo he mencionado aún en la Lista de Debate de Don McGregor, la que está en Yahoo.

También estoy trabajando en una nueva historia de Detectives, Inc. para Joe titulada “A Fear Of Perverse Photos”. La primera frase de Rainer es: “vamos a ver si lo entiendo, quieres que me introduzca en su apartamento y robe las sucias fotos que has sacado impresas de Internet.”

Y a partir de ahí empezará a desarrollarse el resto de la historia. La idea se me ocurrió cuando estuve charlando sobre internet y sexo con Paul Bishop, comentándole acerca del material que había escrito para el proyecto de Batman que al final se terminó convirtiendo en la serie de Dragonflame, que trataba sobre el secuestro de niños. Casi en cualquier hogar se puede encontrar material que incluye sexo explícito. Y creo que no es algo muy raro, sino muy humano. Esas son el tipo de historias que me gusta escribir para ser protagonizadas por Denning y Rainer. Se suponía que Detectives, Inc. no iba a ser una serie en la que todas las historias trataban sobre un misterioso asesinato.
Pero si todo va bien, finalmente podré escribir la que en un principio iba a ser la segunda historia de la serie de Detectives, Inc.: “A Horror Of Burning Places”. No la he empezado antes porque trata sobre el bombardeo de clínicas donde se practica el aborto. Y aunque realmente quería escribirla, cuando me llegó la oportunidad de hacerlo, e incluso de dirigir el guión de una película de vídeo, además de escribir un papel para mi esposa, Marsha, interpretando a Deirdre Sevens, supe que nunca conseguiría el presupuesto suficiente como para hacer volar algunos edificios. Por lo que en su lugar me puse a investigar las estadísticas actuales de violencia doméstica, que se convirtieron en el motor de la segunda verdadera historia de Detectives, Inc.: “A Terror Of Dying Dreams”.

Si se vende bien esta nueva serie, al final parece que tendré la oportunidad de poder escribir aquella historia de la clínica.

Además, Kevin Burton Smith, que ha montado la web Thrilling Detective (una de las páginas con más información sobre detectives de Internet), acaba de contarme que hay un productor que ha expresado interés por Detectives, Inc. para producir una serie de películas de género negro. Ya veremos.

El vídeo completo está terminado, y los agradecimientos pueden verse en esta web [actualmente está aquí, y la dirección del trailer aquí]. Además sacaron un tremendo trailer de cuatro minutos que precederá a un vídeo de dos horas y diez minutos. Por favor, echadle un vistazo.

RA: Una de las historias que más me ha gustado es la que escribiste para Eclipse Magazine. Se llamaba “The Twin In The Doorway”.
DM: Oh, ¿en serio? Me sorprende bastante, porque esa no la mencionabas en tus comentarios sobre la revista. Sí que hablabas sobre el resto de historias (aparentemente reseñabas mínimamente cada número y mencionabas las historias que más te habían gustado del mismo), pero creo que sobre esa en concreto no escribiste ningún comentario.

RA: [Risas.] Quizá es porque me tocaba muy de cerca. [Muchísimas risas.] Dos de tus historias tratan sobre la infancia de una forma que podrían estar sacadas de mi propia auto-biografía. Cuando leí esa historia me dije: “Guau, joder, conozco bien a ese chico.”

DM: Me sorprende, porque la verdad es que no la mencionabas en tus comentarios, y aparentemente creo que también te gustó mucho “A Walk Up Avenue U”. Esa historia trataba sobre algo bastante concreto. Capturaba muy bien la forma en que se vivía en esa Avenida durante aquella época. Se la pasé a Tom Sutton, que nunca había estado en Brooklyn, con un montón de referencias fotográficas y capturó la esencia de inmediato gracias a su enorme capacidad para dibujar cualquier cosa, aunque estoy seguro de que a Tom le hubiese gustado reemplazar la “Avenue U” por un pantano. Le encantaba dibujar pantanos.

Me gustaba mucho colaborar con Tom, era muy agradable. Cuando estuvimos haciendo las historias para Alexander Risk o para Warren, o las de Eclipse, le podía pedir cualquier cosa, elementos terroríficos, que dibujara elementos de la gran ciudad o aviones volando con todas sus palancas e interruptores dibujados, o localizaciones de Long Island, o coches de caballos, y él era capaz de dibujarlo todo. Incluso era capaz de cambiar su estilo entre una historia y otra. Simplemente me parecía increíble. Observa “The Fade-Away Walk” o “The Night The Snow Spilled Blood” o “Not A Creature Was Stirring…” te darás cuenta de que tenía un estilo diferente en cada una de las historias.
RA: Era capaz de hacer por igual dibujos artísticos muy raros y dibujos más sencillos. Su dibujo para Planet Of The Apes simplemente te cortaba el aliento. Tiene páginas dobles que son tan intrincadas y bellas como cualquier cosa que hayan hecho Moebius o Geof Darrow alguna vez. El tributo que hizo 
a Will Eisner en Warren, “Boxed In”, me parece de una perfección absoluta.

DM: Por eso me gustaba tanto cuando colaboramos en la serie de Morbius. Porque no importaba lo que le arrojase a su mesa de dibujo, que no parecía perturbarlo. Me gustaba mucho trabajar con Tom. Me llamaba a cualquier hora, incluso a las dos o tres de la mañana. [Risas.] Finalmente, después de charlar, ya serían cerca de las cuatro o así, le decía: “déjalo ya, Tom, creo que voy a dormir un poco.” En serio, eran cosas que hacía todo el tiempo. Era todo un personaje. Recuerdo el momento en el que lo conocí en Massachusetts. Cuando empezamos a colaborar.

RA: La siguiente pregunta se la suelo hacer a todos los entrevistados, porque me parece muy interesante. ¿Quiénes eran tus guionistas y dibujantes favoritos cuando eras joven? No me refiero solo a los que trabajaban en el medio de los cómics, sino en general.
DM: Gran parte de los guionistas que me gustaban no trabajaban en los cómics. De los que estaban en las tiras prefiero a Milton Caniff, Will Eisner, Hal Foster y Chester Gould. Una vez le dije a Stan Lee: “vamos, Stan, admítelo. Te trajiste al comic-book el tipo de historias y la forma de narrar que tenían Milton Caniff y Chester Gould en sus tiras. El tipo de continuidad con el que el lector sigue la vida de un personaje de un día para otro. Historias donde el héroe dispone de un gran grupo de personajes secundarios a los que poder recurrir.” Eso es lo que Stan hizo exáctamente, y finalmente me lo admitió y me contestó que sí, que era verdad. También me divertía mucho con el trabajo de Jack Kirby, Gene Colan y con el de muchos otros de los artistas de Marvel. ¡Qué época más maravillosa y qué creatividad tan asombrosa!

RA: Claro, en aquellos primeros años Marvel consiguió cosas que ninguna otra editorial había logrado antes.

DM: Estoy de acuerdo. Y produjeron mucho material que aún hoy se sigue sosteniendo. Es algo asombroso. Pero antes me has preguntado por guionistas que me hayan influenciado, y nadie lo ha hecho más que Evan Hunter [alias Ed McBain]. Sus libros me influyeron profundamente. Eran increíbles. Tanto por la humanidad que destilaban como por su forma de narrar. Para mí fue el mejor escritor de la ciudad de Nueva York. Mucho antes de que yo llegase a la ciudad, Una de las razones por las que que quería venir a la ciudad, mucho antes de que terminase haciéndolo, fue por sus historias. Nueva York no me sorprendió tanto, porque había leído la descripción que había escrito Hunter de la ciudad. Su lado más encantador y el más odioso. Creo que las capturó mucho mejor que nadie que haya visto antes. Me influyó muchísimo. También escribió más de cincuenta títulos de una serie de libros de una serie llamada "The 87th Precinct". Me gustan todos. Desde el primero, que se editó alrededor de 1956, hasta el último de 2005. Me gusta muchísimo su material. [Nota para el lector: muchas, sino todas, de las novelas del 87th Precinct se siguen imprimiendo todavía. Además, la magnífica nueva línea en rústica Hard Case Crime Files ha reeditado un gran número de novelas de McBain, entre las de otros autores. Echa un vistazo en internet. ¡Es muy buen material!]

También me gusta Sterling Sillaphant, que escribió los programas de TV “Naked City” y “Route 66”. Sillaphant fue el escritor del que aprendí que se podía sufrir casi en cada página, todo el tiempo. Has de darlo todo en cada historia. Me encanta su obra. “Naked City” se puede encontrar en DVD, está editado por Image y se pueden pedir algunas de sus recopilaciones por Internet. Me gustaría poder ver “Route 66” en DVD. Algunos episodios, como “Incident On A Bridge” o “Most Vanquished, Most Victorious”, están hechos de forma muy bonita.
También era un gran seguidor de Ian Fleming. Fleming escribió un material increíble, como la escena en la que un ciempiés empieza a subir poco a poco hacia la entrepierna de Bond o en la que se bebía el sudor de su frente para poder sobrevivir. Escribió una narrativa increíble de suspense, y la hizo parecer muy, muy real. Ciertamente fue una influencia en cuanto a los aspectos heroicos que yo incluía en mis cómics.

Richard Matheson. Recogió las ensoñaciones paranoicas de todo el mundo y se las arrojó al lector a la cara. ¿Un hombre menguante?, ¿vampiros? Los convirtió en algo real. Y al igual que Evan Hunter y Sterling Silliphant, nunca perdió el punto de vista humano, que en realidad es el corazón y el alma de este trabajo.

RA: El otro día estuve leyéndoles a mis hijos de diez y doce años algunas historias de Richard Matheson. Les encantó una que se titulaba “Born Of Man And Woman”.

DM: ¡Guau! Bueno, ahí lo tienes. ¡Vaya historia es esa! [Risas.] Sigue funcionando.

RA: A mi hijo de diez años también le gustó mucho “Dress Of White Silk”.

DM: Esa no la recuerdo demasiado.

RA: Es una especie de historia de vampiros protagonizada por una niña pequeña que se publicó al principio de su carrera. Es bastante horripilante.

DM: Richard también escribió la gran novela americana de vampiros, I Am Legend [Soy Leyenda].

También me gustaba Robert Culp. Culp y Bill Crosby me influyeron profundamente cuando hicieron “I Spy”. He tenido la oportunidad de conocer a muchos de mis héroes durante éstos últimos años —incluido a Evan Hunter y a Robert Culp—, y creo que esa es una de las mejores cosas de ser escritor. El hecho de poder conocer a tus héroes. Evan falleció este mismo año. Hubo rumores este último verano que decían que estaba pensando en retirarse y le escribí y le dije: “¡Evan, no puedes hacerlo! Prometiste que escribirías hasta el final.” Por supuesto, yo no sabía lo enfermo que estaba en realidad.
RA: ¿Hay alguien que te haya impresionado en la actualidad?

DM: Claro, Joss Whedon. Joss hizo para televisión lo que nosotros hicimos en el campo de los cómics. Intentó que la gente se sentase frente a la pantalla un mes tras otro. Aunque sea para el medio de la TV, tienes que conseguir que el espectador acuda todas las semanas. También intentó que la diferente mitología de sus diferentes personajes tuviese cierta coherencia. Creo que Buffy, The Vampire Slayer, Angel y Firefly son trabajos tremendos. ¡E incluso el tío es capaz de escribir musicales! ¿Hay algo que Joss no pueda hacer?

J. Michael Straczynski consiguió producirme una sensación parecida con Babylon 5. Son historias individuales que sirven para dar coherencia al resto, es una novela visual poderosa y emocionante. Es un trabajo asombroso, y además ¡J. Michael Straczynski escribió casi todos los episodios! Probablemente el noventa por ciento de los guiones estuviesen escritos por él. Es un trabajo asombroso. No conozco a nadie que haya hecho toda esa cantidad de trabajo desde Stirling Silliphant o Susan B. Harris.

Sé que estoy dejando de lado a algunos grandes escritores [Risas.] En realidad estoy mirando mi estantería de DVDs a ver si se me ha pasado alguien por alto. ¡Oh! ¡Aquí hay uno! No me acuerdo de su nombre, pero hizo The Wire. ¡Ese tio me voló la cabeza! Lo suyo es asombrosamente certero, ¡material muy actual! Se pone a contar la historia y no le importa si alguien se cabrea o lo que sea. Su material incluye todo tipo de cosas, y sin embargo ¡sus creaciones son tan ricas y densas y complejas...! ¡Y su tratamiento de personajes es muy bueno! ¡Oh! El nombre de este tío es David Simon. ¡Me encanta su trabajo!

Y luego también tenemos a Tom Fontana. Gran parte de su trabajo para la serie Homicide era fenomenal. Andre Braugher interpretó a su personaje con una gran profundidad emocional, creando al imborrable Pembleton. Creo que sus diferentes directores hicieron un gran trabajo, muy complejo, y creo que a menudo también se pasa por alto la interpretación que hizo Kyle Secor de Tom Bayliss, porque el personaje de Pembleton ya era muy exuberante y complejo de por sí, pero... Creo que más de uno se dio cuenta justo al final de la serie.

Esos son algunos de los guionistas que me vuelven loco. Probablemente habrá otros, pero los que he mencionado son los que han aflorado a mi mente ahora mismo.

RA: Muchas gracias por toda la información, realmente apreciamos que nos hayas podido ceder parte de tu tiempo.

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