viernes, 29 de junio de 2018

MARSHAL LAW: IMPONIENDO LA LEY DE MARSHAL (2 DE 2)

Un vistazo previo al mundo futuro super-heróico y la justicia severa del nuevo título de Epic, por Frank Plowright para Amazing Heroes nº 125 (1987). Traducción: Frog2000. PARTE 1.

IMPONIENDO LAS REGLAS

Aunque los conceptos anteriores solo aparecen en momentos puntuales de la serie, bien pueden ser un indicativo de lo profundamente que suele investigar Mills para un proyecto. Al buscar información sobre San Francisco, el guionista encontró numerosos escritos relacionados con la ciudad que irán apareciendo extractados por toda la serie. Una proporción significativa proviene de "The Annals of San Francisco". "Puede que te parezcan bastante crudas", dice Mills, "pero son una serie de citas que hablan sobre algunas licencias de comportamiento de los habitantes de esta ciudad, libertinaje, crimen y burdeles, y al leerlas en el cómic, en un principio piensas que por fuerza tienen que referirse al San Francisco actual. De alguna forma justifican la aparición de Marshal Law. Muchas las intercalamos en el primer ejemplar hasta el momento en el que el personaje hace su primera aparición, y la última está puesta estratégicamente antes de que el infierno bostece para recibir toda esa masa pútrida, y por supuesto, "infierno" también es sinónimo de Marshal Law. Quiero hacer que parezca real y enseñar que en el pasado, San Francisco era una ciudad salvaje, pero lo mismo se podría decir de su futuro".


Los autores decidieron que San Francisco sería el escenario más adecuado, y ciertamente lo preferían a Nueva York, porque según O'Neill "ya estaba muy quemada". La visión de Estados Unidos que aparecía en 2000 A.D. repasó la ciudad de Gotham desde todos los ángulos, así que los autores eligieron San Francisco porque les parecía una urbe realmente atractiva, accidentada y brumosa. Por lo general es la ciudad favorita de América para ir de visita, pero la investigación inicial de Pat reveló la existencia de todo un trasfondo atroz en la Barbary Coast. "Aunque parece increíblemente hermosa, en ella siempre está sucediendo algo dudoso. Situamos la historia después de un terremoto para que desde el principio parezca más actual y contemporánea. Algunos de los monumentos siguen en pie, aunque no creo que salga ninguno en el primer número. Ni Puente Golden Gate, ni Edificio Panamericano. Cuando los cómics se sitúan en Londres siempre aparecen monumentos por todos lados, por lo general mal ubicados, y resulta poco convincente, porque te aseguro que podrías ponerte a caminar por Londres un día entero y no ver ni un solo monumento. Estamos intentando mostrar cómo es el San Francisco normal, y cuando aparezca el Golden Gate, sin duda será en medio de una espectacular batalla".

Mills también enfatiza el realismo del lugar: "Queríamos crear un estado de ánimo, y queríamos saber bien sobre qué diablos estábamos tratando, no queríamos parecer un par de británicos hablando sobre algo que ni se han molestado en verificar. No hay nada peor".Es irónico que Mills, que no es que sea un gran entusiasta del género de los superhéroes, haya tenido que crear innumerables superhéroes como adversarios y aliados de Marshal Law. Algunos no son más que carne de cañón, pero el vasto programa de creación del gobierno le da un amplio margen a la imaginación. Por ejemplo, también aparece un sacerdote superhéroe. El padre O'Brien, que conduce un confesionario móvil con un halo como volante y un púlpito montado en la parte trasera del vehículo. Es capaz de confesar en cualquier lugar, lo que permite que los fieles purguen sus pecados, y eventualmente incluso Marshal Law le hará una visita.


Luego está El Cuasi Hombre. Es alguien mutado, pero decidió que su habilidad no le hacía apto para ejercer como superhéroe. "Dependiendo de cómo siga la historia, puede que se convierta en el sidekick de Marshal Law, o que alguien lo asesine", dice Mills, "pero lo más probable es que finalmente se convierta en un héroe y actúe como uno. Es lo peor de lo peor, pero cuando alguien en su misma situación hace algo heroico, es algo heroico de verdad".


"Lo hemos retratado como un personaje patético", continúa O'Neill, "y lo es sin ninguna duda. Puede que alguna vez tuviese mejor pinta, pero ha caído muy bajo y ahora está viviendo en un teleférico abandonado con imágenes y recuerdos de los diversos héroes que le rodean." Recuerdos que incluyen varios pares de baúles y una colección de autógrafos incomparable. "Es un verdadero fan de Marshal Law, y su principal esperanza es que Marshal Law se alíe alguna vez con sus otros superhéroes favoritos", concluye Mills.

El villano del primer número es Suicida, el líder de una banda de matones llamada Gangreen, y algunos de los personajes favoritos de Mills debutan en el segundo número.

"Oh, sí, liberamos a un montón de psicópatas del Silo 7. Son un grupo de superhéroes de lo más depravado que tienen que estar encerrados en un búnker de vacío especial bajo tierra, pero se liberan para echar más leña al fuego. Hay un escuadrón entero de ellos con objetivos muy superficiales en mente, pero un par son personajes bastante extraños e interesantes, y sospecho que huirán de Marshal Law para regresar algún día. Uno se llama el Traidor, y está basado en una tribu a la que pasaron copias del Nuevo Testamento y en lugar de convertirse en seguidores de Jesús, empezaron a admirar y adorar a Judas. El Traidor recorre San Francisco presentándose como JS Cariot, y siempre prefiere que le paguen en monedas de plata. Creo que es mi personaje favorito, porque en cierto sentido con él puedo hacer un comentario sobre el cristianismo, fíjate si no lo que han hecho los misioneros en Sudamérica. El otro tipo se llama Hitler Hernández y es un descendiente de los nazis que se estableció en el sur de América Latina. Cree que los superhéroes son los ubermensch y piensa que es su misión limpiar la Tierra de cualquiera que no sea un superhéroe. El Sr. Cariot y él están asociados en una extraña relación, y Cariot está constantemente poniendo sobre aviso a Marshal Law e intentando traicionar a Hitler".

El dibujo de la serie tendrá un aspecto verdaderamente dinámico, y estará pintado en tonos vibrantes. "Es algo que sucedió por casualidad", dice O'Neill, "ya que originalmente quería que pareciese un cómic normal de Marvel con colores planos y guías de color para que las ancianas no se pierdan nada de lo que ocurre en la historia, pero acababa de terminar un especial de Torquemada de seis páginas para un anual de 2000 A.D. a todo color, y tropecé con una técnica que parecía bastante rasposa y sombría. Hice dos portadas utilizando esa técnica, y logré darle a la ciudad una apariencia diferente que normalmente no se puede ver en un cómic. En los cómics no se suelen hacer cosas tan sutiles, como gente mirando a través de la tenue luz de un escaparate. Hacer todo el primer número en color pintado fue mucho trabajo, pero creo que es una gran aportación, especialmente en el caso de los personajes que vuelan". También da un gran efecto que el autor empezó a experimentar con las historias de "Némesis" que había hecho para 2000 A.D.

"Alguien ha tenido que conectar todas esas luces de neón a los cuadros eléctricos de los edificios colapsados", asegura, "y por eso las luces actúan en cada viñeta como si fuesen comentarios gigantes. De todos modos, en Estados Unidos siempre ha habido algo parecido; hoy en día se puede comprobar que está lleno de signos gigantes por todos lados, y no nos ha costado mucho distorsionarlos y exagerarlos en el cómic".

Los bordes negros entre viñetas agregan una apariencia distintiva, y su origen lo encontramos en la necesidad que tuvieron los autores de intercalar en la narración los párrafos extractados sobre la ciudad. "Pero descubrimos que esos bordes negros entre viñetas tienden a acelerar la historia. El ojo no se salta las líneas blancas, algo que cuesta particularmente en las publicaciones deluxe. Además de convertir las páginas en todo un bloque, parece darles más complejidad", señala, "aunque es algo que nos convenía para ese número, no un rígido formato que tengamos que respetar."
DELINEANDO A LAW

En cuanto a la escritura del guión, Pat Mills encontró pocas dificultades para adaptar al formato de seis páginas por semana de 2000 A.D. a las disciplinas de escribir una historia de 28 páginas, ya que sus técnicas preferidas pasan por trazar una historia completa y luego dividirla en el número requerido de episodios, aunque ese no siempre ha sido el procedimiento elegido por los guionistas de 2000 A.D. El escritor también aprovechó la oportunidad de experimentar con los estilos narrativos, particularmente con la estructura. "Cuando Marshal Law está en escena, está hablando, pero cuando la escena se centra en Gangreen, la narración también cambia. En el pasado, los bocadillos de pensamiento solían ser pesados ​​y torpes, y rara vez eran útiles, pero los pensamientos expresados ​mediante un estilo narrativo te permiten expresar lo que piensan los personajes de forma mucho más sucinta. Nuestro cómic será más directo que Elektra, donde los pensamientos eran fragmentados y no había indicación alguna sobre a quién pertenecían. Nosotros lo contaremos todo de forma más disciplinada". Mills se apresura en señalar que esto no pretende ser una crítica a Elektra: Asesina, y cita dicha serie y Dark Knight de Miller, y El Uno de Rick Veitch, como "los únicos cómics que honestamente puedo decir que he disfrutado de todo el [montón] que Kevin me envió para investigar para la serie. Se metían con el género y tenían mucho corazón y pasión, mientras que muchos de los otros no parecían tan apasionados".

Cuando se le pregunta por la temática de la serie, Mills responde que se puede definir como "QUÉ ES UN HÉROE". "Suelen describir estas personas como héroes, pero sus acciones lo desmienten. Muchos a los que adoran como héroes no lo son y a muchos verdaderos héroes nunca se les ha reconocido. Tampoco es cuestión de cansar al lector con 28 páginas de filosofía en el primer número, sino que mejor iremos soltando la información poco a poco para que no cortocircuite el drama".

O'Neill indica que la serie es tan poderosa porque a Mills los superhéroes no le seducen gran cosa, porque no creció leyéndolos, y por lo tanto está calificado para aportar algo nuevo al género. Ambos creen que la investigación que han llevado a cabo forma parte integral de la serie y le dan mucho crédito al editor de Epic Dan Chichester por suministrarles gran cantidad del material requerido. Marshal Law acechará en los quioscos de tu ciudad a mediados de agosto, y te aseguro que no es alguien al que se pueda ignorar.

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