sábado, 23 de mayo de 2020

RAY BRADBURY ENTREVISTA A CHUCK JONES (1985)

Charla transcrita por James Van Hise para Comics Feature nº 42 (1986). Traducción: Frog2000.
Foto del encabezado: Ward Kimball, Ray Bradbury y Chuck Jones.

El Festival de Animación resalta lo inusual y lo raramente visto en pantalla. En octubre de 1985, el Animation Celebration de Los Ángeles presentó uno de los eventos más singulares de toda su programación. Chuck Jones, probablemente el mejor director de animación vivo y la voz cantante de Bugs Bunny y otras estrellas de la Warner Brothers, fue presentado y entrevistado por Ray Bradbury, uno de los escritores de ficción imaginativa más populares del mundo.

Ray Bradbury abrió la velada presentando a su viejo amigo:

"He aceptado venir por un motivo muy especial. Hace diecinueve años, un amigo me presentó a Chuck Jones por primera vez. Fue amor a primera vista; desde entonces hemos seguido siendo amigos. Al menos una vez al mes durante todos estos años, me he acercado a su estudio y nos hemos subido a la torre para tomar unos fabulosos martinis y celebrar algunas charlas increíbles. Chuck me ha seguido llamando a lo largo de estos años: cada vez que tenía listo un chiste, me telefoneaba para contármelo".

"Le encanta leer la Enciclopedia Británica. Así que me llama y me dice: "¿Sabes...?", y yo digo: "No, ¿qué será esta vez? Es porque ha descubierto algo fantástico. Recuerdo que me llamó hace como diez años y me dijo: "¿Sabías que cuando estaban construyendo el ferrocarril Trans-Africano en Egipto hace cien años, se quedaron sin combustible para la locomotora y tuvieron que parar a los coches que pasaban por mitad del desierto, irse con ellos hasta la catacumba más cercana, sacar a las momias de sus tumbas y meterlas en la caldera del tren para usarlas como combustible?" Arrojé el teléfono, corrí hasta mi máquina de escribir y redacté un poema titulado: "The Nefertiti-Tut Express". ¿No os parece un amigo maravilloso? Me ha sugerido un montón de ideas para mis poemas y relatos."

"Recuerdo otra fabulosa reunión hace diecinueve años, justo después de la primera. Me dijo que le gustaría que escribiese un poema sobre Halloween, que nunca se había escrito un poema sobre la festividad verdaderamente bueno. Así que le dije: "¿Halloween? Si es mi celebración favorita." Todos los Halloween, cuando la gente viene a mi casa y llama al timbre, mi esposa les tiene que decir: "Bueno, Ray no está. ¡Debe haber ido a algún sitio donde estará preguntando todo eso del truco o trato!"
"Así que Chuck y yo le dimos vueltas a una idea realmente buena sobre Halloween. Le llevé un cuadro al estudio que yo había pintado hace muchos años titulado "The Halloween Tree". Se trataba de un gran árbol lleno de calabazas con una figura construida con hojas que yacía tendida en la base del árbol. Chuck lo miró y retrocedió en el tiempo, y me enumeró las características de una película que se podría centrar en todas las fiestas que han celebrado la muerte a lo largo de los siglos, durante dos mil años, desde Irlanda hasta Escocia, desde América, hasta Sudamérica y México. Escribí el guión de El Árbol de Halloween y en cuanto lo entregamos en la empresa, MGM echó el cierre a su oficina de animación y nos mandó a la calle. Le dije que al carajo, y espoleado por sus ideas, escribí un libro que aún se sigue vendiendo. Y todo gracias a Chuck Jones".

"No se me ocurre mejor forma de presentar a mi querido amigo que contar todas estas pequeñas anécdotas de nuestro pasado compartido. Y espero, también de nuestro futuro".

¿Alguna vez habrá sido alguien presentado de una forma tan grandiosa? Incluso Jones parecía abrumado por los elogios de su amigo.

"Ser presentado por Bradbury es como viajar junto a Bugs Bunny y el Pato Lucas", observó Jones. "Nadie tiene por qué preguntar: "¿Qué hay de nuevo, viejo?, porque ya sale todo de él".

"Recuerdo que hace unos años leí una tira en The New Yorker donde se veía una enorme estatua con dos pequeños hombres plantados frente a la base. La estatua era del estilo de la "resistencia final de Custer", o de "Aníbal cruzando los Alpes" y ese tipo de ejemplos. El escultor le está diciendo al otro tipo en la imagen: "Comenzó como un par de sujetalibros", que es como me siento cuando pienso en todo esto. Es una buena oportunidad de charlar sobre este escenario, pero cuando hicimos las películas, teníamos la leve esperanza de que se viesen al menos durante tres años".
LA NATURALEZA DEL HUMOR

"Hay otra pequeña anécdota que me gustaría compartir", comenta Bradbury, obviamente divertido. "Hace diez años estuvimos almorzando con Steven Spielberg antes de que empezase a rodar '1941'. Durante el "lunch", Chuck le ofreció un consejo a Spielberg. Nos encanta lo que hace, y nos parece un director excelente, pero sin embargo Chuck estaba intentando enseñarle algo sobre las reglas de la comedia y los personajes: trataba acerca de que los personajes tienen que ser sólidos. Steven parecía estar escuchándolo, pero cuando se estrenó la película, nos dimos cuenta de que no le había hecho ni caso, porque en ella no aparecen personajes reales".

"Chuck, ¿qué puedes decirnos sobre lo que le dijiste a Steven aquel día sobre los fundamentos principales para hacer películas y personajes como los tuyos?", pregunta Bradbury.

Jones: "Escuché una vez a Ed Wynn decir que un comediante no es alguien que abre una puerta que le parezca graciosa, es alguien que abre una puerta de una forma graciosa, y esa me parece la esencia de todo el asunto. Tienes que idear personajes que sepan actuar y que sean cómicos, algo muy difícil".

"En la charla con Spielberg, le comenté que cuando haces comedia, al espectador le tiene que importar los personajes. En ´1941´ no te preocupabas por nadie, y todos parecían detestables".

"Si te fijas en mis cartoons," continúa Jones, "creo que no hay ningún personaje con un aspecto verdaderamente gracioso. Cuando la gente compra los fotogramas de mis personajes (para mi sorpresa, en grandes cantidades), es como que están consiguiendo la foto de su tío favorito".

Bradbury hace una observación para intentar ver los contrastes entre la comedia cinematográfica actual y la comedia de antaño.

"Me parece fascinante que en la historia cinematográfica de los últimos diez o veinte años, hayan aparecido tan pocos comediantes que utilicen el lenguaje corporal. Bob Hope fue uno de los favoritos durante muchos años, pero era todo boca, eso es todo lo que era. No hay nadie en la comedia cinematográfica de los últimos años que haga uso del lenguaje corporal, excepto en los dibujos animados".

Jones explica cómo se relaciona todo esto con su estilo de dirección en los dibujos. "En la etapa de la prueba a lápiz, siempre hacíamos nuestros dibujos animados sin fondo alguno para ver cómo se desarrollaban en un escenario desnudo. Lo mismo en el caso de Bugs Bunny, Pepe Le Pew y el resto de personajes que hablaban, y por lo general sabíamos rápidamente si algo no funcionaba. Alguien que trabaja en el cine me dijo una vez que si eres capaz de ver algo durante diez minutos sin sonido y todavía te sigue interesando, entonces es que está bien actuado. Si no es así, olvídalo".

"Lo que más me ha impresionado siempre del trabajo de Ray, y espero que también diga algo sobre nuestro trabajo en los cartoons", agrega Jones, "es que intenta que sus cosas parezcan creíbles. Creo que algo no puede ser divertido, misterioso o aterrador a menos que tú mismo lo creas. Nunca hemos intentando utilizar simplemente un dibujo, intentamos hacer dibujos de personajes. Una de las mejores frases que he escuchado nunca fue cuando le dijeron a un niño pequeño que yo era "el hombre que dibuja Bugs Bunny", y él contestó: "No lo dibuja, dibuja imágenes de Bugs Bunny". Espero que sea así. Tuve la inmensa suerte de trabajar con Tex Avery y Fritz Freleng. Fueron los dos mejores directores de animación de personajes que alguna vez han estado vivos".

Jones explicó que el sonido juega un papel importante en sus técnicas para animar. Recuerda que en los viejos tiempos la integración de la música en los dibujos era muy importante, porque su unidad de animación formaba parte de un gran estudio.

"Cada vez que hacíamos una película musical como "Una rana cantante" y "¿Qué es Opera, viejo?", disponíamos de una orquesta al completo. La orquesta de la Warner Brothers trabajaba por contrato. Era una orquesta de setenta músicos, y podíamos usarla ¡por unos 3,50 dólares la hora! Cuando hacíamos esas películas nadie holgazaneaba, y la orquesta tocaba la música lo mejor que podía. Cuando tienes setenta músicos, las composiciones suenan bastante bien. Intentábamos que la música se integrase en la acción, en lugar de superponerla en los dibujos. Habíamos planeado cada efecto de sonido".

En cuanto al tema de los efectos de sonido, Jones revela cómo surgió uno de los populares efectos utilizado en los dibujos animados del Correcaminos.

"Seguro que recuerdas que cuando el Coyote se cae por un acantilado, suena un pequeño "plop". Hubo un momento en que todos pensaban que los efectos de sonido debían ser más potentes. No importa cuán lejos estuviese desarrollándose la acción, tenía que armar mucho escándalo. Una vez estábamos metiendo sonido en una imagen y el volumen bajó de repente. El técnico se había olvidado de subirlo. Cuando apareció ese "plop" en la toma, por primera vez en mi vida vi a un editor reaccionando. ¡Se cayó de espaldas! Nunca había visto a nadie hacer algo así antes. Se levantó y me dijo: "Habrá que arreglarlo". Le contesté que lo mejor era no tocarlo. "¿De qué demonios crees que te estabas riendo?", le dije.

Jones también quiso contar la historia de cómo el Pato Lucas consiguió esa voz tan familiar. El director temía que se estuviesen contando versiones faltas a la verdad.

"Al principio sonaba de una forma más loca. Luego, cuando Tex Avery dirigió un cortometraje que me parece que se titulaba 'Porky´s Duck Hunt', no se quedó satisfecho con la voz. Así que todos seguían sentados por allí cuando entró Leon Schlesinger. Schlesinger emitió un susurro que sonó como un quinto del tono de Larry Cohen. Alguien dijo: "Esa sí que podría ser una buena voz para Lucas". Y yo respondí: "Apuesto que sí". "Al menos sería graciosa", dijo Tex. ¡Lo único en lo que no caímos es que Leon también iba a ver la película! (Nota: Leon Schlesigner era su jefe.)" "¿Qué iba a decir cuando escuchase la voz del pato? No era demasiado difícil de adivinar. Así que todos estábamos resignados a perder el trabajo cuando proyectasen la película al jefe. Según recuerdo, al fondo de la sala Leon tenía un trono sobre un pedestal. Creo que era de oro. Después de ver la película levantó la vista y nos dijo: “Jesucristo, esa sí que era una voz graciosa. ¿De dónde la habéis sacado?"
UNA FILOSOFÍA DE VIDA

Tal y como había hecho al principio, Bradbury resumió de nuevo el estilo de los dibujos animados realizados por Chuck Jones. Son lo que hace que la gente los siga amando durante décadas.

"Ver las películas de Chuck de nuevo me recuerda cuando la gente me dice que de verdad que tengo que ver ciertas películas porque me van a encantar. Mi teoría, y creo que Chuck estará de acuerdo conmigo, es que hay dos maneras de enfrentarse a la realidad de este mundo. De una u otra forma, los dibujos animados tratan sobre la ciencia ficción y la fantasía".

"La realidad es demasiado cruda, eso ya lo sabemos", insiste Bradbury. "Al alcanzar cierta edad, y a veces demasiado pronto, sabemos casi todo lo que hay que saber sobre el mundo real, y la muerte y los misterios de la vida, la existencia, parecen demasiado. La forma de manejar las no es chuparte el dedo y meterlo en un enchufe para electrocutarte, eso lo hace el realismo por nosotros. Tiene que haber otra forma de manejar las cosas para que todos podamos arreglárnoslas, y que nos ayude a sobrevivir otro día y superar la noche".

"Una de esas formas es invertir las cosas, ver las cosas a través de un espejo, o verlas como las ve Chuck Jones, de forma que puedas decirte: "Si, realmente esa visión es como la vida misma". Estos cartoons representan la existencia, y son capaces de provocar una gran risotada, de tal forma que podamos sobrevivir a otro día. Sin eso, creo que estamos perdidos".

"Lo que quiero decir está bastante bien ejemplificado por "La Invasión de los Ultracuerpos", que se estrenó en los cincuenta, y que a todos nos encanta, ¿verdad? La película hace que el espectador tenga que afrontar una serie de escaramuzas espantosas (los personajes pasan una noche de peligros terrible), pero al final el público alcanza una especie de alivio. Es como un escape. El protagonista ha podido demostrar su teoría. Le había advertido a la gente que nos estaban invadiendo unas criaturas salidas de vainas. ¡La nueva versión que estrenaron hace unos años era todo lo contrario! Tienes que superar toda esa agonía y sufrimiento para intentar advertir a la gente del peligro, y al final todo sigue siendo absolutamente desesperado, es la aniquilación absoluta. No hay esperanza. Mejor rendirse y morir." 

"No intuyo cuál puede ser el mensaje", comenta Bradbury. "Necesitamos tener un poco de esperanza. Necesitamos finales felices. Para eso existen. Si aceptas ese mensaje de condena y tristeza, no creo que nos sea posible sobrevivir."

"Mi función, y también la de Chuck, es hacer que salgas y te comportes de una forma óptima. Es lo que pretendemos, y sé que sus películas quieren que yo me comporte de una forma óptima, lo que me parece sumamente importante. Ser alguien absolutamente optimista me parece ridículo, ¡pero todos nosotros nos podemos comportar de una forma óptima!"

¿Qué mejor tributo se podría rendir al trabajo de una vida?

Chuck Jones acepta encantado el cumplido diciendo: "Me gusta que alguien tan brillante como Bradbury explique lo que he hecho bien".

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