jueves, 8 de octubre de 2020

ENTREVISTA CON GIPI EN THE COMICS JOURNAL (3 de 4)

Entrevista de Paul Karasik a Gipi para The Comics Journal nº 295 (2009). Traducción al inglés por Vanessa Petrucci. Traducción al castellano: Frog2000. Parte 1, parte 2.

APUNTES PARA UNA HISTORIA DE GUERRA

¿Cómo se te ocurrió la historia? ¿Cómo encajaste todos los elementos? ¿Fue un proceso muy largo?

Más bien fue un proceso extraño. Los tres años anteriores antes de empezar con Apuntes para una historia de guerra, estuve probando a hacer dibujos al óleo. Es una técnica compleja, pero de grandes resultados visuales. Densa y poco apropiada para las narraciones largas, pero visualmente potente y extrema. Exterior Noche, el primer tomo que publiqué en Italia, ganó muchos certámenes de dibujo porque lo dibujé con dicha técnica.

Supongo que cualquier persona inteligente la habría utilizado de nuevo. Pero yo no podía hacerlo. Quería cambiar de una vez, encontrar un camino más sencillo y luminoso, algo que me dejase más espacio para elaborar la historia, en lugar de centrarme en su aplastante aspecto visual. Así que un día me hice con una hoja de papel y algunas acuarelas. Llevaba tiempo sin usarlas, pero me puse a dibujar la primera página de Apuntes. Lo hice impulsivamente, sin pensar. Los personajes surgieron ahí mismo, en la viñeta, por primera vez. Y lo mismo ocurrió con los fondos. Quería intentar encontrar un nuevo trazo. Las primeras trece o catorce páginas de la historia las dibujé de forma improvisada. Luego me detuve y comprendí que tenía que empezar a hacer algo que llevaba tiempo queriendo plasmar: una historia. Pero no sabía cómo iba a ser. Ni tampoco cómo eran los personajes, ni de dónde provenían, ¡ni siquiera qué hostias quería hacer yo! Así que lo dejé. Durante un mes estuve reflexionando acerca de por qué había sentido esa impulsividad, y empecé a descubrir alguna de las causas. Así que redacté toda la historia de golpe, avanzando a partir de donde la había dejado aparcada. Era una historia sobre la guerra. Eso es lo que entendí. En esa época había empezado la segunda guerra de Irak, e Italia había decidido participar. Me dolió y preocupó mucho. Fue mi primera motivación. Pero además, también estaban los personajes. Dos eran pobres y uno rico. No me llevó mucho tiempo entender que estaba hablando sobre mi relación con mis amigos del barrio y la tensión que había sufrido durante ese período.

Al principio pensaba que la historia tenía lugar en la Toscana, pero podría haber tenido lugar sin problemas en cualquier parte de Europa. Aún así, no podía obviar la impronta italiana que parecían despedir los personajes. ¿Qué intentabas hacer? ¿Crees que los personajes se comportan de un modo específicamente italiano?

Estoy seguro que los personajes se comportan así, y de alguna manera, quizá tengan un código moral al estilo italiano. Solo escribo sobre lo que conozco. Para mí, la historia tiene lugar en Italia. Pero en las ediciones extranjeras, por ejemplo, en la francesa, hice que sustituyeran sus nombres con nombres propios del país donde se iba a editar. Quería transmitir la idea de que todas las guerras, como la de Irak, siempre parecen muy distantes y resulta imposible imaginar que pudiesen llegar a suceder en nuestro propio hogar, pero podría ocurrir. Recuerdo que mi madre me contaba que durante la Segunda Guerra Mundial, bombardearon su casa, y a ella le había parecido hasta entonces sencillamente "imposible". Ocurrió en 1943, y la guerra se desató por toda Europa. ¿Era mi madre una persona inocente? Puede ser. Pero supongo que existe una forma particular de pensar en la que tu cerebro puede negar que otra persona sea capaz de bombardear tu casa. Por supuesto, la realidad cambia cada día. Lo sé, no soy tan ingenuo.

De todas formas, los paisajes que enmarcan continuamente la narrativa de Apuntes parten de la misma ambientación del barrio donde crecí. Tampoco me sorprende mucho que te recordara a la Toscana.

En la historia se pueden ver varios espacios bélicos: la ciudad devastada por las drogas, la guerra que literalmente está teniendo lugar, y una guerra constantemente en segundo plano entre los chicos protagonistas y su esfuerzo por adquirir su propia personalidad. Si en verdad es una guerra, ¿quién gana y quién pierde?

Si es una guerra, no gana nadie. No me gusta pensar en la resolución de la historia en términos de ganadores y perdedores. No hay un solo lado, ni la historia se centra en un personaje en particular. Me interesaba más dibujar una representación de la vida a través de los sucesos y comportamientos de los protagonistas. No me interesa juzgar a nadie, intenté evitarlo, así que no catalogo a los personajes como buenos o malos. Dejo que sean humanos, así será el lector quien juzgue sus acciones. Al leer Apuntes, quizá te imagines que el único personaje con un posible futuro es el más prominente de ellos, Giuliano. Pero eso no significa que piense que el destino de sus dos amigos es más desafortunado. Creo que siguen viviendo, y esa "vida" ya es, quizá solo para mí, una victoria. Somos afortunados de vivir cada segundo.

BANDA DE GARAGE

Sospecho que hasta ahora, en tu trabajo aparece por lo general un personaje que funciona como tu avatar, un personaje que se queda un paso atrás del resto del grupo, como si fuese una especie de Vigilante. ¿Es así? Si tengo razón, ¿quién es dicho personaje en Apuntes sobre una historia de guerra y en El Local?

Estás en lo cierto. Me representa el narrador. Y también es el espejo donde reflejo aquellos años de mi adolescencia de los que te he hablado antes. Porque aunque en ese momento estuviese viviendo al filo, siempre fui más cauteloso que el resto de chicos. Nunca experimenté las cosas al cien por ciento. Siempre me quedé un poco rezagado, quizá porque quería contarlas más adelante, o porque tenía miedo y era menos osado que el resto. Todos los narradores de mis primeras historias, (que por descontado, siempre tienen el mismo nombre), son cobardes y un poco bobos, pero se dan cuenta de cómo "son las cosas". Y las cuentan. Casi es como una inversión de las prioridades. Los otros personajes viven lo que les ocurre de una forma más profunda. El narrador las vive a medias, pero puede contarlas después. Así que no las disfruta del todo, pero tampoco sufre totalmente las consecuencias. La narración se convierte en una especie de escudo, pero también le ayuda a preservar la vida.

Además de lo que constata el propio argumento, ¿de qué va para ti El Local?

El Local trata sobre la pérdida. Noté en lo más hondo de mí que cuando estaba dibujando la historia, también estaba sufriendo la pérdida de mi padre, y me dio la sensación (para mi vergüenza y satisfacción) de que la vida "realmente" seguía adelante. Puede que suene a trillado, pero esa pérdida fue el mayor dolor que he sentido en mi corta vida, siempre había creído que no iba a poder sobrevivir a algo así. En su lugar, su fallecimiento me produjo a la vez la sensación de que necesitaba que la vida "creciera" en mi interior, nunca había sentido algo así. En el primer esbozo de El Local, uno de los personajes moría, pero luego cambié esa idea por la pérdida del espacio de ensayo donde tocan. Un objeto, el local, en lugar de una persona. No quería hacer avanzar la historia con un suceso tan dramático como el de que muriese uno de los protagonistas. Quería una obra más optimista. Además, como era un momento de mi vida en el que estaba haciendo frente a la pérdida de mi padre, tenía que concentrarme en la idea de que la vida continuaba, en lugar de retratar las pérdidas y los finales. Y luego también está el asunto de los recuerdos, los aspectos autobiográficos de la historia. Cuando tenía 18 años, empecé a cantar en una banda de hardcore punk. El recuerdo de la energía, de los ensayos, y de los conciertos seguía vivo, y me seguía resultando precioso. Era el concepto opuesto al de la "muerte" con el que estaba batallando. Pura energía. Elegí dibujar en cada capítulo el momento en el que los chicos ensayan. Recordar el poder y mantener esa energía en el recuerdo hicieron posible la historia.

En la superficie de El Local se pueden ver varias fuerzas en danza, fuerzas hormonales, sociales y generacionales. ¿Veías la historia como una especie de narración bélica?

La juventud es guerra. Al menos lo fue en mi caso. Una guerra contra tu propia familia, para convertirte en un individuo. Una guerra contra la sociedad, tan llena de hipocresía y tan intolerable para los ojos puritanos de un adolescente puro. Por supuesto, hablo sobre mi experiencia de adolescente italiano durante los ochenta. No sé si este sentimiento lo podría compartir alguien del otro lado del charco. Para mí fue como una batalla de verdad. Nada a mi alrededor me agradaba o incluso me llegaba a satisfacer. Ni el sistema político, social, económico o religioso en el que crecí. No fue coincidencia que fuese el cantante de una banda de hardcore punk.

¿Estoy en lo cierto si te recuerdo que te gusta establecer ciertos límites específicos mientras trabajas? ¿Cuáles fueron en el caso de El Local?

Definitivamente, ponerme límites forma parte de mi trabajo. Curiosamente, El Local fue la obra donde menos respeté las reglas. Estos límites o reglas que me impongo mientras trabajo en una historia se pueden manifestar de diferentes formas. Morales o formales. En el caso de El Local, no usé el lápiz. Me obligué a usar líneas frescas y potentes, que muchos lectores han interpretado como elecciones estilísticas que parecen recordar las líneas de acción. Odio decepcionarlos: son errores de verdad. No pude borrarlas por culpa de esa "regla de trabajar sin lápiz", pero eso es lo que son: errores. Parecía un buen método: cometer errores para representar la fragilidad de las decisiones que tomamos cuando somos adolescentes, especialmente cuando vives en una sociedad desprovista de modelos que puedas utilizar de referencia.

¿Cómo reaccionó el público europeo a El Local?

Estuvo bien, con menos intensidad que en el caso de Apuntes, pero de todos modos, estuvo bien. Es normal. Para mi gusto, El Local es la historia "más débil" que he escrito. Se debe a que cuando la escribí, yo mismo me encontraba en mi punto más débil.

(Finalizará)

No hay comentarios:

NUEVA YORK EN EL DAREDEVIL DE FRANK MILLER

"Investigué mucho para hacer un buen trabajo. Si me pedían que dibujara una cascada, iba hasta una y la dibujaba. Esto es algo que a...