“Gamma, el hombre de hierro” (Tetsujin Ganma en el original) trata sobre un gigantón con fea cara de no haber roto un plato y sus circunstancias: su bella mujer, su hijo, su trabajo en la oficina, sus momentos estilo Hulk.
Pero aquí no hay monstruos fotocopiados de la Marvel sino muchos instantes rocambolescos de humanidad. Gamma Teruo reaccionará con nerviosismo ansioso y pasado de vueltas (hinchándosele los músculos hasta que parezcan de hierro, de ahí el título en castellano) en cuanto le surjan dudas sobre la perfecta vida en la que está encajado y cavile que su quehacer vital quizá no sea tan idílico como parecía en un principio sino un controlado, supervitaminizado y mineralizado aburrimiento. Y es que la tragicómica vida de Gamma Teruo (que visto a posteriori bien pudiera parecer la de un Shin-Chan adulto, pero realizada por un creador ingenioso) es tan rutinaria y predecible como la que vivimos sus lectores, pero retratada con un inteligible y bizarro humor (todo lo inteligible que le pueda resultar a un occidental leer cultura japonesa, claro), revelándose como uno de esos escasos entretenimientos que funcionan como antídoto para la depresión. Sólo por la escena en la que el protagonista conoce a su futura mujer ya merece la pena atesorar Gamma en estantería preferente, y que conste que esa no fue la única ocasión con la que me partí de risa leyendo la serie; el resto de peripecias abundan en esa vis cómica retorcida pero amable de la que hace gala Yasuhito Yamamoto (1957, Tokyo), agudo guionista y excelente dibujante de la obra.
El título lo publicó Norma en 1995 en 11 números (correspondientes a los tres primeros tomos de los once que componen la obra completa editada por Kodansha en Japón) en un formato estilo grapa que motivó su escaso éxito.
Si no puedes esperar a que Glénat (por ejemplo) la reedite, en la burra se puede conseguir la edición de Norma.
Pero aquí no hay monstruos fotocopiados de la Marvel sino muchos instantes rocambolescos de humanidad. Gamma Teruo reaccionará con nerviosismo ansioso y pasado de vueltas (hinchándosele los músculos hasta que parezcan de hierro, de ahí el título en castellano) en cuanto le surjan dudas sobre la perfecta vida en la que está encajado y cavile que su quehacer vital quizá no sea tan idílico como parecía en un principio sino un controlado, supervitaminizado y mineralizado aburrimiento. Y es que la tragicómica vida de Gamma Teruo (que visto a posteriori bien pudiera parecer la de un Shin-Chan adulto, pero realizada por un creador ingenioso) es tan rutinaria y predecible como la que vivimos sus lectores, pero retratada con un inteligible y bizarro humor (todo lo inteligible que le pueda resultar a un occidental leer cultura japonesa, claro), revelándose como uno de esos escasos entretenimientos que funcionan como antídoto para la depresión. Sólo por la escena en la que el protagonista conoce a su futura mujer ya merece la pena atesorar Gamma en estantería preferente, y que conste que esa no fue la única ocasión con la que me partí de risa leyendo la serie; el resto de peripecias abundan en esa vis cómica retorcida pero amable de la que hace gala Yasuhito Yamamoto (1957, Tokyo), agudo guionista y excelente dibujante de la obra.
El título lo publicó Norma en 1995 en 11 números (correspondientes a los tres primeros tomos de los once que componen la obra completa editada por Kodansha en Japón) en un formato estilo grapa que motivó su escaso éxito.
Si no puedes esperar a que Glénat (por ejemplo) la reedite, en la burra se puede conseguir la edición de Norma.
1 comentario:
ooooooh... Gran manga :D
aunque me falta uno de los de la edicion de Norma... pero lo malo es que no estaba acabada la serie :(
Espero que, como tu dices, lo reediten ya que es un joya!!
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