martes, 30 de agosto de 2011

ENTREVISTA A MARV WOLFMAN 2 (DE 4)

Entrevista a Marv Wolfman 2 (de 4). Entrevista de Dwight R. Decker aparecida originalmente en los números 79 y 80 de The Comics Journal (1982/83). Traducida por Frog2000. Parte 1.

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DECKER: En los dos primeros números Kory es perseguida por los malos, los Titanes más o menos la rescatan y ella entra a formar parte del grupo. Parece como si no tuviese ningún otro sitio adonde ir.

WOLFMAN: Bueno, tampoco puede regresar a casa. Y es difícil que pueda hacer cualquier otra cosa. Tiene que quedarse con ellos. Son personas con las que puede asociarse gracias a las habilidades de las que dispone, y además se han portado amablemente con ella. Estoy seguro de que en el caso de alguien como ella o como el de Raven, que han llevado una vida muy distinta a la del resto de Titanes
es bastante normal que rápidamente se junten con otras personas. Ese es el caso de Kory, aunque puede que Raven sea más reticente por su timidez. Pero en lugar de establecer una amistad deliberada después de un encuentro casual, es esa cercanía la que facilita que se conviertan en buenos amigos. 

DECKER: Y durante todo este tiempo parece como si hubiese empezado a surgir cierta ternura afectuosa entre Kory y Robin.

WOLFMAN: Y no creo que vaya a desaparer. Digamos que Robin fue quien apagó la llama, aunque Kory no se opuso. Creo que ya lo he comentado en alguna ocasión.

DECKER: Me pregunto cuántas cosas se pueden hacer con Robin, porque es un personaje con el que prácticamente no existe margen de actuación.
WOLFMAN: Claro, es cierto. Robin supone un verdadero problema. Siempre estoy pensando si debería apartarlo del grupo o no, si debería sacarlo del grupo para ver si puedo apartarlo de la influencia de Batman, aunque me parece que Gerry Conway tendría algo que decir al respecto, y muy probablemente su respuesta sería negativa. Me gusta mucho Robin. Me gustaba escribirlo cuando estaba guionizando Batman. Pero diseñar su relación con el resto de personajes puede suponer un gran problema. No puedo ir demasiado lejos con Robin. No lo puedo cambiar ni modificar, mientras que con los demás sí que puedo hacerlo. Así que me encuentro a mitad de camino de poder resolver este problema: puede que intente reemplazarlo con un nuevo miembro o puede que no lo haga. Ya veremos. Todavía no he tomado la decisión definitiva.

DECKER: Creo que no podrías haber seguir desarrollando su relación con Kory...

WOLFMAN: Puede ser… no sé si Gerry Conway me habría dejado continuar. No sé si a Gerry le interesa mucho, porque él tampoco puede hacer nada con Kory. La situación podría haberse convertido en una especie de Segunda Guerra Mundial entre nosotroos dos.

DECKER: Hablemos sobre Raven y su historia con Trigon. Parece como si la cuestión sexual se insinuase fuertemente. Trigon es una especie de “Semilla del Diablo” adulta.

WOLFMAN: Claro. Y tanto que lo es. Pero aprenderemos mucho más en la mini-saga que acaba de aparecer centrada en el personaje, y además descubriremos que los desconocidos que capturaron a Raven y a su madre también son los mismos que crearon a Trigon. Todo el concepto dimensional de Azarath, quiénes son ellos, cómo han sido capaces de borrar el mal que habitaba en su interior, qué es exáctamente la maldad que habita en la dimensión de Trigon. Por lo tanto, sienten la necesidad de retener cautivas a Raven y a su madre, porque son ellas quienes realmente les han estado causando tantos problemas.

DECKER: Cuando he leído las escenas de Trigon parecía como si hubieses tenido ciertos problemas para manejar al personaje, porque es alguien grande, poderoso y malvado. ¿Has tenido problemas de algún tipo con los Titanes provocados por la escala hacia la que han ido aumentando los argumentos?WOLFMAN: Cuando creé a este personaje se me presentó todo un problema, y esa es la razón de que no haya vuelto a aparecer, aparte de en la mini-serie de la que hemos hablado. Diseñé a Trigon como el gran concepto y el gran villano que ha terminado siendo, pero no lo voy a traer de vuelta tan sólo porque sí. Estoy bastante seguro de que podría vender entre 10 y 15 mil copias más si guionizase otra buena historia con el personaje, pero la próxima vez que regrese quiero que funcione todavía mejor. La anterior vez hizo aparición al principio de la serie, justo cuando aún estábamos aprendiendo sobre la marcha.

DECKER: Hay una larga escena de varias viñetas en la que Trigon aparece en segundo plano mientras observa a los Titanes discutiendo entre ellos, y luego se van enfrentando con él uno detrás de otro.

WOLFMAN: A veces me doy cuenta de que es tan difícil como divertido trabajar con villanos de esta naturaleza. Me divertí un montón escribiendo al Doctor Muerte, y también con algunos otros personajes “parecidos” como La Esfinge, pero tienes que saber muy bien qué hacer con ellos. El Doctor Muerte ha sido usado de forma excesiva, y también el resto de personajes parecidos. Son buenos personajes y quieres que aparezcan en el título. Sin embargo, guionizando los Titanes estoy en una posición inmejorable. El título se vende muy bien. No quiero sacar de nuevo a un villano tan sólo para hacer crecer las ventas. Por lo tanto, puedo ahondar más profundamente en el personaje y esperar a que cuando vuelva esté mejor construido y se haya convertido en un villano que pueda manejar de forma mucho más satisfactoria.

DECKER: También he notado que 
en la historia donde aparecían los superhéroes rusos, Kid Flash aparecía caracterizado como un conservador del Medio Oeste y no dejaba de vociferar todo tipo de exabruptos anti-soviéticos.
WOLFMAN: Creo que intentaba exagerar un poco las cosas. A veces me gusta establecer un poco la personalidad de un personaje para más tarde intentar trabajarla más profundamente. A menudo los lectores más jóvenes no entienden los rasgos más sutiles, por lo que si los impresionas desde el principio, puedes seguir avanzando más tranquilamente. No me quiero extender mucho sobre el tema, pero tampoco quiero que Kid Flash parezca simplemente un conservador del Medio Oeste, que creo que era la denominación que aparecía en la historia, sino que es mejor que parezca que tiene un trasfondo conservador. Le preocupan la familia, la iglesia, el hogar, mamá, el pastel de manzana y él cree fervientemente en todo eso. No creo que tenga nada de malo. Nunca habíamos visto a un personaje parecido hasta ahora. Ni siquiera el Capitán América actual habla de la misma forma, y creo que no hay nada malo en ser conservador, como tampoco lo hay en ser progresista o quedarte en un término medio.
DECKER: Bueno. A mí me dejó impresionado.

WOLFMAN: Bueno, sencillamente no se había visto demasiado en los cómics. Todo el mundo tiende a ser progresista. Yo lo soy, pero sigo pensando que no hay nada malo en que alguien siga la tendencia contraria.

DECKER: Claro, a veces parece como si los personajes reflejasen demasiado a menudo a sus creadores. Nunca he entendido por qué Bill Mantlo puede estar tan cómodo guionizando a Iron Man.

WOLFMAN: Ni yo tampoco. Pero en mi caso quiero dejar que cada personaje se desarrolle por sí mismo. Quería que Kid Flash fuese único. Siempre ha sido un número más, una especie de cero perfecto, si es que nos concentramos en su personalidad. Cuando empecé a pensar en la primera historia de Starfire que apareció hace 14 años, me dije que Starfire y él podrían ser antagonistas naturales. La verdad es que en aquel entonces pensaba que lo eran, pero ahora soy capaz de manejar las cosas mucho mejor, porque durante estos 14 años he aprendido cómo caracterizar a un personaje de forma más óptima. Creo que ahora soy mucho mejor en mi oficio.

DECKER: Admito que el final de la historia del ruso Starfire me cogió por sorpresa, cuando Starfire admitía que había venido para matar a su prometida fue... WOLFMAN: ¿Te gustó o no? [Risas.]

DECKER: Fue una de esas cosas que de alguna forma te llegan hasta el estómago, lo agarran y lo retuercen.

WOLFMAN: Bueno, supongo que entonces fue una buena reacción. Para él es más importante aliviar su dolor que cualquier otra cosa. Es el motivo por el que escogió esa misión. La ama lo suficiente como para no permitir que se destruya lentamente.

DECKER: Ya veo. Es como la filosofía que encontramos al final del libro “De Ratones y Hombres” [de John Steinbeck]: “Algunas veces un hombre tiene que matar a su propio perro.”

WOLFMAN: [Risas.] No exáctamente. Es casi como una forma de eutanasia, pero si me preguntaran, respondería que no he dicho tal cosa. Aunque tampoco sé qué debería hacer la juventud asiática con esta lección. [Redoble de tambores.]

DECKER: En la serie te has ido adentrando en algunos temas bastante espinosos a los que les he estado dando vueltas. Por lo menos has incluido un par de veces un conflicto en el que los personajes tan sólo se han sentado sin hacer nada y han dejado que el mal termine triunfando, algo que me parece tan malo como la propia maldad.

WOLFMAN: Recuérdame acerca de qué escenas estamos hablando. Después de haberlas escrito, mi cerebro
 tiende a olvidar algunas de ellas. 
DECKER: Claro, me refería a la de los clérigos, la filosofía de Azarath...

WOLFMAN: Como me aburro rápidamente, suelo ocuparme de varios temas diferentes en mis guiones. Ese fue el motivo por el que Drácula me parecía un título experimental. Si me estoy aburriendo yo con mi trabajo, también se aburrirán los lectores, por lo que siempre intento escribir situaciones que sean novedosas, para mantener el interés en la serie.

DECKER: Me parece bien. Pero es como si los Titanes hubiesen tomado una decisión demasiado extraña. Sencillamente la gente no se queda tumbada y vegetando. Tienes que levantarte y seguir peleando por lo que crees.

WOLFMAN: En este caso estoy en una clara situación de desventaja. Como tengo tan mala memoria, no soy capaz de determinar exactamente a qué te estás refiriendo.


DECKER: Me refiero a la escena de la madre de Raven...

WOLFMAN: ¡Ah! Hablas del momento en el que los protagonistas se quedaban sentados sin hacer nada. En ese caso estaba intentando poner de manifiesto una de las dos posiciones extremas que se pueden asumir. Estaba intentando presentar varios posicionamientos diferentes. Quería dejar claro que si quieres también puedes tomar la opción de quedarte plantado de pie sin hacer nada. Aunque en mi opinión, una actitud completamente pacífica nunca suele funcionar, porque en algún momento tienes que plantar cara a los problemas. Tampoco me parece que funcione escoger el extremo opuesto, el de la pura agresividad, porque al vivir en una Sociedad no nos queda más remedio que convivir con los demás. Específicamente, en esa escena quería dejar claro que “No deberías quedarte sentado”. Si, ahora sí que he entendido tu pregunta.

DECKER: También te ocupabas de la situación contraria, el momento en el que los Titanes intentaban contener a Kory para poder llevársela con ellos, y luego era cuando sobrevenía la explosión...

WOLFMAN: Es un caso parecido. Cuando decides vivir en una Sociedad con reglas y leyes, creo que adoptar extremismos nunca funciona. Ni el pacifismo definitivo ni la violencia definitiva, porque te guste o no tendrás que terminar acatando las reglas. Y al que no le guste debería marcharse. O intentar cambiar las cosas. En cuanto al asesinato, no debería tener perdón. Por lo que si Starfire ha decidido vivir siguiendo sus propias reglas que dictan que el asesinato no le parece aceptable, debería detenerse antes de llevarlo a cabo: no puede matar. Eso sí, los Azaratheanos tienen que tener claro que el único resultado de ordenarla que se “detenga” es el de terminar siendo eliminados por completo. Las dos posturas son antitéticas y no pueden funcionar al unísono.
DECKER: Se parece mucho a la escena en la que aparecen 
las tropas de asalto de Madame Rouge, porque en ella podemos distinguir claramente quiénes son los buenos y quiénes los malos. La Hermandad del Mal son capaces de asesinar a sus enemigos mientras que los Titanes simplemente intentan ponerlos fuera de combate. 

WOLFMAN: Es uno de los temas básicos que siempre podrás encontrar en mi trabajo. Supongo que esa forma de actuar forma parte de nuestra naturaleza, es lo que nos hace ser lo que somos.

DECKER: Estaba pensando en esa viñeta en la que Madame Rouge atacaba Zandia, y aquella otra en la que aparecían cientos de tropas de asalto...

WOLFMAN: Lo bueno de George es que si tiene que dibujar a “A” disparando, además dibujará a “B”, “C”, “D” y “E”. Se sumerge tanto en su trabajo que es capaz de dar el ciento cincuenta por ciento. Creo que es lo que le ha llevado hasta la posición que está ocupando hoy en día, realmente se encuentra muy muy arriba. Cuando George me devuelve los guiones dibujados, en ellos se pueden observar nuevos elementos relacionados con la caracterización de los personajes que yo no había escrito antes. Es como si nos estuviésemos desafiando. Solemos retarnos el uno al otro. Puede que yo haya escrito una escena que no voy a ser capaz de imaginar cómo volverá a mis manos dibujada. Y no sólo es que George la dibuje, sino que va mucho más allá. Más tarde puede que me rete para que yo encuentre la forma adecuada de escribirla. Y sigue retándome cuando a continuación la desglosamos en varias secuencias. En el trabajo nos soltamos muchísimo.

DECKER: Me recuerda a lo que ayer mismo me comentó Bill Gaines en la entrevista que le hicimos. Decía que en la época de la EC los dibujantes siempre estaban intentando superarse unos a otros. Cuando Wally Wood llevaba una historia a la editorial, el resto de dibujantes se agolpaba a su alrededor exclamando “oohs” y “aahs”. Y entonces cada uno de ellos se marchaba a su casa para intentar superarlo.
WOLFMAN: Bueno, supongo que es la mejor forma de trabajar. Cuando estás colaborando con alguien con el que te encuentras a gusto, tienes la mitad del problema resuelto. Si dos artistas trabajan desafiándose uno al otro, seguramente seguirás manteniendo el interés en lo que haces. Llevo guionizando cómics desde hace casi 15 años, George lleva dibujándolos desde hace ocho. Hemos escrito y dibujado cada planteamiento que sea posible imaginar, y lo único que nos ha hecho mantener el interés es, por muchas razones, ese desafiarnos el uno al otro, hacer algo que todavía no hemos hecho. Encontrar los rasgos para un personaje en los que todavía no habíamos pensado.

Como George tiene libertad completa para rehacer los argumentos, puede incluir lo que quiera que se le ocurra en el fragor del momento. No se ve atado por insensatas restricciones, obligado a hacer lo que yo le diga. Cuando me llegan sus dibujos, me inspiran a varios niveles. Una vez dibujó una escena en la que Robin tenía que intentar detener a Cyborg, que estaba siendo controlado por el Titiritero. En aquella escena, llena de líneas cinéticas, parecía como si un rayo disparado fuera de plano por Stafire golpease a Robin en el plexo solar. Pero el lector no tenía forma de saber que era Starfire quien había disparado el rayo, así que George modificó la escena para que no pareciese que golpeaban al personaje en el plexo solar. Lo que parecía entonces era que Kory había explotado, por lo que al final teníamos muchas más líneas cinéticas y el lugar donde golpeaban a Robin era mucho más doloroso.

DECKER: Me sorprende bastante que esa escena superara el código.

WOLFMAN: Probablemente no se enteraron de qué es lo que estaba pasando, o igual se dieron cuenta de que no estábamos mostrando nada de forma demasiado gráfica. Había que leer entre líneas. Los lectores más pequeños tampoco podían saber lo que estaba pasando, así que todo estaba "perfectamente". Tienes que leer entre líneas para saber qué está ocurriendo.

DECKER: Creo que en mi caso sabía lo que estaba pasando desde el principio.

WOLFMAN: Es posible, pero también sabes bien cómo se escribe un guión y otro montón de cosas que indican que…

DECKER: No, no, no. Estoy seguro de que con cinco años, casi cualquier chaval pequeño es capaz de enterarse del lugar en el que están golpeando a Robin.

WOLFMAN: Es posible, es posible. No lo sé. No es como si dijeras: “Mira, esto es lo que pasa explícitamente”. Pero ahí lo tienes. Y creo que si no las destacas con luces de neón, el Código está dispuesto a dejar pasar ciertas escenas.

DECKER: Bueno, eso me recuerda otra cosa más. Aunque tampoco es que los Titanes estén saltando sobre la cama del resto de sus compañeros, en la serie hay como una especie de sexualidad soterrada. Un ejemplo es aquella escena en la que las modelos anuncian pantalones vaqueros.

WOLFMAN: Para ser honesto, pensaba que esa escena me había quedado bastante asexual.

DECKER: Se nota que las modelos no llevan nada puesto en la parte superior, a pesar de que el lector sólo pueda ver su parte trasera.
WOLFMAN: Así es la sociedad actual. George dibujó modelos muy delgadas a propósito, y si te hablo con franqueza, tampoco creo que tuviesen un gran componente sexual. Verás… Aunque Kory estuviese vestida por completo me parecería mucho más sugerente...

DECKER: Puede que lo que ocurre es que realmente no reconoces el sexo como una abstracción, o como algo por el estilo, sino como algo que forma parte de la sociedad en la que están viviendo los personajes.

WOLFMAN: Eso es. Es algo que no puedes evitar. Los personajes tienen que pensar y vivir de acuerdo con la sociedad en la que están. Pero tampoco creo que las cosas sean tan evidentes. O por lo menos eso es lo que pienso.

DECKER: No. Aunque la relación que mantiene Donna Troy con su novio divorciado, alguien mayor que ella, parece un poco extraña...

WOLFMAN: De nuevo, creo que todavía no los hemos mostrado en la cama. A veces no enseñar algo puede lograr que lo que imagina el lector sea mucho más poderoso. Sí, por supuesto que mantienen una saludable relación sexual. No hay ninguna razón para que no la tengan. Y sin embargo, tampoco estamos reafirmando su relación en plan Kinsey [risas.] [Se refiere a 
Alfred Charles Kinsey, uno de los pioneros de la investigación sexual humana en Estados Unidos.] No están haciendo nada malo. La verdad es que no hemos recibido ni una sola queja, y de todos modos, es probable que haya pasado por alto la mayoría de quejas, porque creo que estamos desarrollando la serie de una forma completamente honesta. 

DECKER: De acuerdo, aunque ella tenga... ¿cuántos?, ¿en torno a los 19 años?

WOLFMAN: Claro, tiene 19 años. Está por encima de la edad. [Risas.]

DECKER: Claro, de acuerdo, y aún así él es diez años mayor que ella...
WOLFMAN: Sí, y además está divorciado. Y tiene un hijo en alguna parte, ¿y qué?, ¿es que nunca había ocurrido algo por el estilo?

DECKER: Puede que incluso ocurra demasiadas veces. Casi se ha convertido en una especie de
cliché.

WOLFMAN: Pero todavía no se había visto en los cómics. Es la primera vez que se trata algo parecido, aunque ni siquiera hemos empezado a apuntar nada serio. Lo hemos mencionado alguna vez, pero ahí está, está ocurriendo. Y es esa diferencia entre lo que estamos intentando hacer y lo que a veces se ha hecho en los cómics por lo que se nos ha empezado a señalar con unas gigantescas flechas de neón. Hemos creado a unos personajes que disfrutan relaciones demasiado sanas. En lo que a mí respecta, en algún momento en el futuro puede que incluso se casen, pero eso no cambiará ni un poquito la relación que tiene Wonder Girl con el grupo de los Titanes. No veo por qué debería hacerlo. Me parece una relación realista.

DECKER: Claro, pero puede que sea un poco demasiado realista, porque Donna Troy es una superheroína y...

WOLFMAN [Perplejo]. ¿Y qué?

DECKER: Es capaz de volar con las corrientes de aire, viste con uniforme y sale a combatir el crimen.

WOLFMAN: Claro, ¿y no se puede enamorar de nadie?

DECKER: Pero su pareja es alguien prosaico, normal, es como Lois Lane convertido en hombre.

WOLFMAN: Y al mismo tiempo es un poco mayor que ella. Es una persona que más o menos ha tenido una relación similar en su juventud, y probablemente el conocimiento y las experiencias que él la va a poder aportar no podría haberlas encontrado en alguien de su misma edad con el que pudiera haber tenido una relación. Ella necesita a alguien mayor que probablemente haya pasado por una relación parecida. Además, al ser profesor de historia, sin duda Donna y él tendrán muchas más cosas en común.

DECKER: Sigo pensando que como son superhéroes, pueden tender más a quedarse encerrados dentro de un grupo, a relacionarse mucho más entre ellos, sencillamente porque la gente no es capaz de entenderlos o no sabe muy bien cómo relacionarse con ellos.

WOLFMAN: Es posible, y sin embargo... bueno, tampoco tienes forma de asegurar lo que van o no hacer, ¿no es cierto? [Risas.]

DECKER: Supongo que no. Sigamos con los personajes. Parece que estás intentando generar una relación amorosa e interracial entre Cyborg y la chica esa como se llame...

WOLFMAN: Sarah Simms.

DECKER: Esa.WOLFMAN: No necesariamente. Al principio había pensado en hacer algo por el estilo. Me imaginaba que no habría nada malo en que tuviesen una saludable relación amistosa basada en el sexo como trama secundaria. Pero me llegó una carta que de alguna forma me hizo cambiar de opinión. Me la envió un líder negro que pensaba que ya se habían visto demasiadas relaciones interraciales por todas partes, pero que nunca se había visto algo parecido a una buena relación de amistad, algo diferente al héroe negro que se enrrolla con la heroína blanca y viceversa. Y me hizo pensar. Todo esto ocurrió justo al principio de su relación, y entonces empecé a pensar en lo que podría hacer para que tan sólo se convirtiesen en buenos amigos. En ese momento él todavía no tenía una novia de la que estuviese completamente enamorado, ni una vida sexual plena. Y sin embargo ellos dos se convierten en grandes amigos, y por eso su relación es tan diferente.

DECKER: Me acuerdo de aquella escena en la que el personaje se encuentra paseando por el parque, y un niño pequeño se le acerca cojeando y le pregunta dónde puede estar su pelota, y podíamos ver que el chico tenía una prótesis en lugar de mano. Me pareció que era una escena tremendamente conmovedora.

WOLFMAN: Gracias. Pero hay que darle el crédito a quien se lo merece. George y yo diseñamos juntos la mayor parte de la escena en la que el personaje conocía a esos chicos, pero en realidad fue George el que ideó ese momento en particular. Quiero dejarlo claro, fue George quien añadió esa escena. Obviamente se le ocurrió porque antes habíamos estado conversando y trabajando juntos en ese número, porque cuando haces las cosas en equipo siempre redunda positivamente en el título. Y creo que ese es el motivo por el que la escena funciona tan bien, es muy novedosa.

DECKER: Quizá deberías contar cómo soléis fabricar una historia. ¿Cuál es vuestro método de trabajo?

WOLFMAN: Hemos hecho historias de formas muy variadas. Cuando se indica en los créditos el término “co-creador”, normalmente significa que yo he escrito un apretado argumento de seis páginas a un solo espacio, desmenuzando lo que ocurre una página tras otra, y luego George lo interpreta como cree que debe hacerlo. Puede elegir ignorar parte del material o seguir adelante con él. Puede hacer las dos cosas. Por lo general, suele seguir lo que he escrito casi por completo y va añadiendo un par de cosas aquí y allá. En las escenas de pelea puede hacer lo que quiera. Todo está coreografiado, y si quiere puede hacer lo que le indico en el argumento, o no. Si tiene un mal día o no se siente bien, seguirá adelante con lo que yo le he indicado. Pero en cuanto ritmo, es cierto que él es capaz de dibujar bastante mejor que lo que yo soy capaz de dejar plasmado por escrito. Cuando las historias indican “co-argumentista” y “co-creador” significa que George y yo nos hemos ocupado juntos de la historia. Puede significar, que, o bien después de que lo hemos hablado, me he encargado del guión, o bien George ha dibujado el argumento que habíamos elaborado previamente de forma verbal.
Últimamente George me ha estado ayudando un montón, porque entre el título principal, la mini-serie y el anual y todo lo demás, no tenía tiempo material de resolverlo todo. La secuencia de Starfire fue elaborada completamente a viva voz. Y los dos hemos ido colaborando de igual manera en la serie, intentando hacer que funcione de la forma que realmente nos apetece. Estuvimos dándole vueltas y pensando cómo podíamos hacer que la historia funcionase mejor, e incluimos todos los “guiños” que se nos iban ocurriendo, las caracterizaciones, cómo podíamos desarrollar los acontecimientos a lo largo de la historia y otras cosas parecidas. Solemos enfocar cada historia de forma diferente. Si George no tiene ganas de elaborar la historia de forma verbal, escribo el argumento al completo. Si George no tiene tiempo, hago un guión completo. También he hecho algunos números con un guión completo. Pero sería vergonzoso encadenar a George con un guión completo. Es alguien demasiado innovador como para intentar limitarlo.

DECKER: ¿Y qué piensa el entintador de todo esto? También tiene que realizar una gran cantidad de trabajo. En su caso, se me ocurren algunas escenas muy detalladas, como la de Starfire volando de espaldas a la ciudad... es un plano asombroso en el que aparece la ciudad, y todos sus edificios están meticulosamente detallados.

WOLFMAN: Romeo ha ido aprendiendo a entintar a George a lo largo de un período de varios números, y además tiene un secreto. Romeo entinta el título casi tan rápido como lo dibuja George a lápiz, por lo que ha aprendido a trabajar con la misma rapidez. Si hablamos sobre la producción de la serie para la editorial, una de las cosas más beneficiosas de los Titanes es que George, Romeo y yo tenemos una rapidez parecida. Todos hacemos las cosas lo más rápido posible sin perder calidad. Quiero decir, creo que yo no podría escribir más lento ni aunque me esforzase en hacerlo. Y George dibuja a pleno rendimiento sin importar cuáles sean las fechas de entrega. Lo mismo ocurre con Romeo. Así que todos somos bastante rápidos, y además Romeo utiliza algunos trucos del oficio que ha ido aprendiendo con el tiempo y los traslada rápidamente a la idiosincrasia de los Titanes.

DECKER: Quiero preguntarte una última cosa sobre Cyborg. Me he dado cuenta de que te llegan cartas agradeciéndote que no lo hayas diseñado como el estereotipo de un macho negro.

WOLFMAN: Claro. Es algo intencionado. Porque no creo que todos los blancos anden por ahí diciendo: “Hey, somos chicos blancos y somos felices”, o “Me aburro porque soy blanco”. Así que ¿por qué deberíamos crear a un personaje que dice: “Soy negro y estoy enfadado”? El personaje se ha criado en un entorno científico, y cuando le asalta la ira se debe a situaciones muy específicas, no por el simple hecho de que sea negro. Es muy inteligente. Y la intolerancia tiende a desmoronarse cuando la observas a través de un punto de vista intelectual. Tan sólo quería diseñar a un personaje sencillo que se hubiese criado de una forma específica, y que viese el mundo a través de sus propios ojos y no a través de unos ojos estereotipados. Obviamente, el hecho de que sea negro tiene cierta relación con lo que él es como persona, en cómo responde respecto a cómo le pueden tratar otras personas. Sin embargo eso no afecta su punto de vista sobre los demás. Sus padres no le han inculcado ningún fanatismo, por lo que necesariamente no existe razón alguna para que se convierta en un fanático.
DECKER: Y por supuesto, a lo largo de los números has ido modificando las cosas de forma deliberada, haciendo que el personaje evolucione. Aunque no creo que solo sean ciertos elementos los que nos dicen cómo es su personalidad, como por ejemplo, ese divertido sombrero que suele llevar puesto.

WOLFMAN: De nuevo, lo hicimos de forma intencionada, sabía bien qué es lo que iba a ocurrir más adelante cuando llegase su padre, y sabía cómo se iban a desarrollar las cosas. Quería empezar desde un punto concreto para ir viendo su evolución. En realidad la gente va progresando cuando no le queda más remedio que lidiar con cierto tipo de situaciones. En varios sentidos, lo que le está ocurriendo le resulta bastante desagradable y le resulta difícil afrontarlo. Por culpa de su cuerpo destruido y todo lo demás, termina convirtiéndose en un antagonista natural. La historia de la mini-serie responde a las preguntas de por qué tiene esa personalidad concreta, por qué no se le había dado la libertad necesaria para hacer lo que quería y por qué no comprende la libertad que ahora le está dando su padre. El resultado es que finalmente cae en la cuenta de por qué ha hecho su padre lo que ha hecho. Creo que es una sensación que puede compartir todo el mundo, porque solemos pensar que nuestros padres tienen que ser perfectos. Pero si te vuelves a fijar, te darás cuenta de que también son personas normales. Yo mismo soy padre, y no soy muy diferente de como era antes de que naciese mi hija. Probablemente cuando ella me mira, se piensa que tengo que ser alguien perfecto, y eso es una equivocación, porque no puedo serlo y nadie puede. Y pensar en tus padres como personas idealizadas quizá termine haciendo que los aborrezcas y te haga encogerte de vergüenza por culpa de todos los defectos que pueden acarrear consigo, y esa me parece una actitud estúpida, porque todo el mundo tiene defectos. Son personas. Nadie suele asistir a la escuela de paternidad. [Risas.]
DECKER: Eso de que los Titanes estén viviendo en la Torre durante un par de números sin tener ni idea de quién es el propietario, aunque estén haciendo uso de ella, no llegué a creérmelo del todo...

WOLFMAN: Era una situación que me convenía. Puede que si hiciese algo parecido en la actualidad, sabiendo por todo lo que han pasado los personajes, modificase un poco las cosas. Lo hice de esa forma porque, simple y llanamente, me convenía.

DECKER: ¿Has considerado que es posible que no puedas aguantar mucho más tiempo con el tema de “jóvenes encapuchados” como protagonistas?

WOLFMAN: Por supuesto, claro que lo he pensado.

DECKER: Tan sólo han pasado cuatro años, y si eso lo extendemos al tiempo que transcurre en los cómics...
WOLFMAN: Pueden surgir ciertos problemas. No sé qué es lo que va a ocurrir más adelante. Supongo que como acabo de hacer que Cyborg celebre su 19º cumpleaños, luego cumplirá los 20 y luego los 21 años. Tal vez no tenga ni que mencionarlo, podría empezar a hacer las cosas de una forma diferente. Tampoco de forma demasiado diferente, pero sí que hay que ir un poco más allá de las preocupaciones iniciales que pueda tener un adolescente. En realidad no estaría cambiando demasiado las cosas, sino que tan solo sería un planteamiento diferente. Pasaría de retratar la presión que ejercen tus compañeros de equipo a una especie de presión empresarial. Pero primero tendrá que pasar mucho más tiempo, así que todavía no sé cómo voy a enfocar el título en el futuro. Afortunadamente la serie es bastante joven.

DECKER: Bueno, lo de NUEVOS Jóvenes Titanes siempre tendrá que aparecer en el título...

WOLFMAN: Bien, eso es porque existen unos antiguos Jóvenes Titanes…

DECKER: Me refería a que…

WOLFMAN: No me dejan poner únicamente la palabra “Titanes” como título, pero es por motivos completamente diferentes. Neal Adams registró los derechos o la marca comercial de “The Titans” para uno de sus portafolios, y técnicamente ni siquiera deberíamos usar la palabra “Teen”. Por lo que siempre serán los “Teen Titans”, incluso aunque lleguen a cumplir los ochenta años.

DECKER: Una cosa más. Después de leer la columna de correo y habiendo escuchado lo que piensan los fans sobre la serie, parece como si no quisieran que en el título apareciesen combates de ningún tipo. Quieren personajes a los que sienten tan cercanos como si fuesen sus amigos. De hecho, insisten mucho con el tema de la caracterización…

WOLFMAN: Es algo que me hace sentir muy bien.

DECKER: Y tú enfatizas esos elementos...
WOLFMAN: En el número ocho intenté hacer algo que me dejó aterrado, porque en la historia no había ni gota de acción, y cuando salió a la venta ya estábamos trabajando en el número doce o trece. Pero la reacción fue cien por ciento positiva. Así que desde ese momento me di cuenta de que era capaz de salir adelante eliminando montones de escenas de acción. Aunque tampoco deberíamos hacer lo mismo en cada número. Es cierto que tengo la intención de saltar entre una cosa y otra, porque el material de acción también me parece muy divertido. Pero me parece que nunca más voy a tenerle miedo a escribir cómics que se encuentren más orientados hacia la caracterización. La gente suele comentar que la serie sólo le gusta a sus fans, pero después de hacer algunos sondeos de mercado hemos descubierto que las ventas directas en las tiendas especializadas y las de quioscos y mayoristas son exactamente las mismas. Por lo general, si un título se vende bien en venta directa también debería hacerlo entre los mayoristas.

Así que obviamente (y aunque no nos gustara demasiado), llevábamos años creyendo que lo que querían los fans era más acción. Y no es necesariamente el caso. Creo que si escribes argumentos complejos, si quieres puedes dejar a un lado la acción en muchos números e incidir más en la caracterización. Y así vas aprendiendo cómo desarrollar y hacer progresar a tus personajes. Me encanta leer el Cerebus actual. El personaje se queda plantado de pie en una habitación y eso es todo. No sé si [Dave Sim] ha tenido mucho éxito haciendo lo que hace, o si está haciendo lo que debería hacer. Hasta cierto punto es un tipo de argumento que hace avanzar la historia, pero se está arriesgando mucho al hacerlo, porque tiene mucho que perder. Me refiero a que si un título de DC es cancelado, no afectará demasiado a la empresa. Si se cancela es por una cuestión económica. Así que estoy muy contento de que los lectores estén dispuestos a aceptar todo las cosas que nosotros estamos haciendo.

DECKER: ¿Te sientes limitado por culpa del formato, 25 páginas al mes? Si alguien descubre ahora mismo la serie, tendrá que pagar cerca de 12 dólares por los antiguos números para poder tener la historia completa. Parece como si la historia hubiese crecido más allá de su formato.
WOLFMAN: El formato es un problema por culpa de las páginas. En realidad creo que la gente no tiene por qué conseguir los números anteriores para poder entender a los personajes. Intento escribir de forma que no tengan que hacerlo, aunque incluya algunas notas a pie de página, porque intento construir mis frases para que todo se entienda perfectamente. Y también utilizo la columna de correo para explicar algunas cosas. No creo que sea una equivocación utilizar la columna de correo para apuntar ciertas cosas. Tampoco creo que resulte muy difícil que alguien se aficione a los Titanes a partir del número 25 y que se empiece a comprar la serie desde ese punto. La continuidad no se ha desarrollado lo suficiente como para ser absolutamente liosa. La serie no se está ahogando a sí misma, y si me puedo mantener alejado de esa situación, me quedaré muy complacido. Me gustaría escribir una serie a la que los lectores vayan teniendo cada vez más apego, pero tampoco quiero escribir una obra de la que necesariamente tengas que saber demasiadas cosas para poder estar al día.

DECKER: ¿Así que crees que vas a continuar en el título durante mucho tiempo?

WOLFMAN: Disfruto mucho con la serie. Realmente lo hago. Ciertamente, intentaré estar en el título tanto tiempo como siga dibujándolo George. Y George me ha comentado que quería batir el récord que tiene Kirby en los Cuatro Fantásticos. Y si los dos podemos seguir adelante, entonces estaré muy, muy feliz. Si alguna vez empiezo a aburrirme con el título lo dejaré. Dejaré que alguien se emocione rehaciéndolo. Llegados a este punto, supongo que ya habré puesto un montón de mí mismo en el título. Porque al principio resultaba demasiado arriesgado hacer algo parecido. Cuando llegué a DC y empecé en esta serie, en realidad no teníamos demasiados seguidores por culpa de su título, así que he puesto una gran cantidad de mí mismo para conseguirlos. Ahora todo es mucho más agradable, tenemos un programa de incentivos y es una de las series de DC que mejor se está vendiendo. Pero estuvimos haciéndola antes de empezar a recibir royalties y la hacíamos porque queríamos hacerla. Y me parece bien que todo ese esfuerzo esté teniendo resultados económicos. Pero anteriormente también estábamos dispuestos a hacer el título sin ningún tipo de compensación económica, porque el título nos importaba muchísimo.

(Continuará)

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