miércoles, 25 de diciembre de 2019

LA MESA REDONDA DE LOS VIGILANTES (1988): ALAN MOORE, DAVE GIBBONS Y OTROS CHARLAN SOBRE WATCHMEN. PARTE 5 DE 5.

Entrevista grupal en Fantasy Advertiser nº 100, marzo de 1988. Reimpresa en el Comics Interview de David Anthony Kraft nº 65 ese mismo año con el título de "Watchmen Round Table: Moore & Gibbons". Traducción: Frog2000. Parte 1parte 2parte 3, parte 4.

PETER: Una de las cosas que más me gustan de Watchmen es su aspecto como de realidad alternativa. Se parece un poco a... es la visión de 1986 de Dan Dare, llena de coches eléctricos y dirigibles y todo lo demás, pero las calles siguen pareciendo modernas y el entorno es sucio.

FIONA: Y hay muchos elementos maravillosos como la aparición del Dr. Manhattan en la televisión, con un traje de doble botonadura que parece pasado de moda, y de repente te das cuenta de que todo el mundo los lleva.

DAVE: Bueno, el fuerte del Alan eran las ramificaciones sociológicas y filosóficas, y en mi caso me encanta todo lo que tenga que ver con la tecnología y los elementos estilísticos. Creo que en una de mis primeras notas sugería que para lograr que las cosas pareciesen un poco diferentes, ¿por qué no hacer que los personajes vistiesen con trajes de doble botonadura?

FIONA: Es una buena forma de esquivar el problema habitual que se presenta en las sociedades futuristas de ficción, donde todas las chicas llevan minifaldas, vestidos de plástico, etc.

MARTIN: Eso es, si es que no visten con uniformes llenos de cosas brillantes y metálicas recogidas de la parte más "moderna" de las modas subculturales, como por ejemplo, la que más me gusta, el punk...

FIONA: Y todo el mundo lleva cresta.

DAVE: Por qué no intentar hacer algo ultra-moderno o futurista.

FIONA: Si, porque las cosas se desarrollan solo dos años antes de la fecha actual.

PETER: Uno de los toques que más me gustan fue lo del pelo con el moño en la parte superior, que parece tanto sacado de una novela de Philip K. Dick de la década de los cincuenta, como del tipo de cosas que se podrían ver en la calle con tan solo echar un vistazo por la ventana.

DAVE: Lo más raro es que alguien me apuntó que es algo muy poco americano, ya sabes, eso de que los chavales que forman pandillas se identifiquen por el estilismo de sus ropas.

ALAN: Eso de los moños es una de las cosas que más me gustan de la aparición de Aline... lleva como una especie de peinado a lo Zandra Rhodes. Te das cuenta de que es un estilo que ha calado entre el público en general.

DAVE: Al final Laurie llevaba pequeños botines como los de Aline, solo que los de esta eran de cuero negro, y los de Laurie son como de color pastel...

FIONA: Kitsch.

MARTIN: Es asombroso, todo concuerda.

DAVE: Llegaron a decirnos que querían que otra gente continuase con Watchmen...

FIONA: ¿Y cómo demonios lo iban a hacer?

ALAN: Conseguimos parar las cosas.

DAVE: Me refiero a que la colaboración entre Alan y yo es algo intrínseco a su éxito. Watchmen es una obra verdaderamente dificultosa: sé que ahora estamos sentados aquí sonriendo y charlando sin darle importancia, pero no solo no es un trabajo arbitrario, no solo supuso dibujar o guionizar lo que se nos había ocurrido.

FIONA: Una vez estuve hablando sobre Watchmen con algunos amigos en un centro comercial y les pregunté qué pensaban sobre el número 12. Me dijeron: es exactamente como esperábamos, no pasa gran cosa. Bueno, por supuesto que no pasa demasiado, pero tampoco consiste en un baño de sangre y ya está... El final me parece encantador e irónico y, aunque no se cuenta absolutamente todo, todas las conclusiones están muy bien planificadas: te das cuenta de lo que podría suceder en 20 o 30 años.
DAVE: A DC se le ocurrió sacar una serie protagonizada por Búho Nocturno y Rorschach y mostrar más de la estancia del Comediante en Vietnam.

FIONA: ¿Cómo? ¿Algo parecido a la serie de televisión de "Randall and Hopkirk, Deceased?"

DAVE: ¡Eso es! Y como las ventas de The 'Nam se estaban empezando a hundir, pensaron en sacar un cómic bélico para sustituirla.

ALAN: ¿Puedo retomar eso de que "no pasa demasiado", una crítica con la que no estoy demasiado de acuerdo? Gerald Jones, que me parece un buen crítico, hizo una reseña para Amazing Heroes que decía que... bueno, fue a la altura del quinto número y todavía no había sucedido gran cosa. Por supuesto, si lo comparamos con cualquier cómic convencional, tan solo han pasado dos semanas y han sucedido algunas situaciones... pero se le olvidó decir que en esos cinco números habíamos cubierto más o menos una continuidad de 40 años a base de flashbacks...

MARTIN: Pero, ¿y las escenas de pelea?

ALAN: Bueno, así que en el número 12 de Watchmen no pasa gran cosa si lo comparamos con... ¿qué?: muere un personaje importante, la mitad de Nueva York es aniquilada, el Dr. Manhattan abandona la Tierra para siempre...

FIONA: En el número 11 hay una pelea entre superhéroes con un tenedor y un plato, y eso es todo.

PETER: El nº 12 de Watchmen me gustó muchísimo, porque todas las piezas encajaron. El 11 me dejó sin aliento, porque sucedía de todo, pero en el 12 empezaron a ocurrir un montón de cosas que no me esperaba. 

ALAN: En cuanto te evades un poco de los comic books de referencia, te das cuenta de que en el cómic no importa gran cosa la acción, a menos que la obra esté catalogada como "cómic de acción" que todo cómic de acción suele ser por lo general... pero la gente no se suele dar cuenta.

STEVE: En mi opinión, toda la violencia que meten en los cómics para legitimarlos supone acelerar el ritmo.

MARTIN: Es como con las cosas de Kirby: todos los personajes que se pegan y atraviesan paredes y se golpean unos a otros a lo largo de kilómetros... en la actualidad toda esa violencia ya ni se nota. Y sin embargo...

ALAN: La escena del primer número en la que Rorschach machaca los dedos.

MARTIN: Esa es la que iba a mencionar.

ALAN: En esa escena dimos una pista sobre cómo queríamos utilizar la violencia en la serie... piensa en cualquier escena de cinco páginas de lucha entre Batman y el Joker... lo más lógico sería que al final acabasen con un par de dedos rotos.

MARTIN: A mí me han pegado una sola vez en toda mi vida en la cara... y me estuvo doliendo durante días.

DAVE: Yo le di un golpe a un amigo en la espalda para saludarlo, y me rompí un dedo.

STEVE: Cuando ingresa en prisión, Rorschach lleva el labio partido durante varios días.

ALAN: En ese primer número, aparte del flashback del Comediante cayendo por la ventana, la única violencia que vemos es cuando Rorschach le rompe el dedo meñique a alguien... y es mucho más violento, aterrador y perturbador que si hubiésemos hecho que veinte personas atravesaran la pared.

DAVE: Es más una cuestión de contrastes. Si lees a Kirby, ves un panorama violento y activo con pequeños momentos de calma. En Watchmen el panorama es tranquilo por lo general con momentos de violencia muy agudos y repentinos. Nos parecía bien evitar cualquier tratamiento habitual de la violencia.

STEVE: Por eso, a pesar de que las peleas del Jovial Jack sean un poco nerviosas e hiperbólicas, sus obras son cómics puros, porque entiende completamente la dinámica del medio y es capaz de manejar los momentos más tranquilos y calmados con una sensibilidad tremenda.

ALAN: Jack trataba de crear, no de seguir las reglas.

MARTIN: Hace poco estuve en un programa de Radio Bristol charlando sobre hacia dónde están yendo los cómics, y la mayoría de la gente creía que los cómics van hacia eso mismo. En las historias de superhéroes, la gente es apalizada todo el tiempo, pero nadie sale herido. Y eso le ofrece a la gente una pésima impresión: la violencia parece divertida porque Spider-Man siempre le está pegando a alguien.

FIONA: Al estilo Tom y Jerry, ¿no?
PETER: Creo que "Destroy" lo dijo ya todo. Nueva York es aplanada... ¡y nadie sale herido!

ALAN: En Watchmen la violencia aparece en pequeñas ráfagas. Si alguna vez te has metido en una pelea, recordarás lo difícil que es que dure más de treinta segundos... literalmente. Me apuesto a que la mayoría de peleas consisten en treinta segundos de gente gritando "GRRR" (imita una pelea), y luego todo se termina.

FIONA: Si, uno de los momentos más impresionantes fue cuando de repente Dan se vuelve loco al escuchar hablar sobre la muerte de Hollis.

DAVE: Por supuesto, otra cosa que deberías tener en cuenta si te vas a pelear es que no tienes que bromear mientras lo estás haciendo.

ALAN: Claro, pero en esa situación, Dan actúa como un verdadero imbécil y empieza a amenazar con hacer explotar todo el vecindario, y la única forma que se le ocurre a Rorschach de detenerle es diciéndole: "no frente a civiles."

STEVE: Como decías en el apéndice del primer número: asegúrate de ganarte las simpatías del lector. A todo el mundo le gusta Hollis, es como un anciano colega. De ahí la reacción de Dan. Hablando de Hollis, recuerdo pensar que la inscripción de la estatua era un poco extraña... porque se podía leer "INGRATITUD" en ella, una sola palabra. Así que cuando Derf le machaca la cara con la estatua me parece un triste y horrible final.

MARTIN: El momento más triste de toda la serie es cuando Hollis dice: "Voy a volver a trabajar como mecánico de coches", y Osterman le contesta que los coches eléctricos están a punto de hacer aparición.

ALAN: La mirada en su cara.

FIONA: Si, "ya nos veremos".

DAVE: Espero que la gente se diese cuenta de que cuando lo asesinan, el coche que está fuera del garaje tiene un motor de combustión interna. De hecho, íbamos a hacer algo más, ¿no? Dentro del coche iba a estar...

ALAN: Pensamos en que alguien podría estar pintando el coche con un spray, trabajando la pintura, pero... parecía estar fuera de lugar.

DAVE: ¿Has oído hablar sobre la película de Watchmen? Creo que Watchmen es una obra coral en la que no hay ningún personaje principal, por lo que...

STEVE: Mientras venía hacía aquí pensaba que Watchmen no se podría rodar como la típica película en tres actos.

DAVE: La vemos más como una serie de televisión de 13 capítulos.

STEVE: Esa encrucijada es el escenario perfecto.

ALAN: El problema de llevar Watchmen a cualquier otro medio es que deliberadamente nos propusimos crear la obra para el medio del cómic sin sembrar ningún tipo de duda. Intentamos explotar cosas del cómic que no se pueden hacer en ningún otro medio. Me refiero a que si rodasen una película de Watchmen, no se podría meter el material del pirata. No se podrían poner todos los detalles en segundo plano, porque irían tan rápido que ni te darías cuenta ni podrías compararlos con lo que ocurre en primer plano.

STEVE: ¿Y qué hay sobre una animación del cómic de piratas?

ALAN: Bueno, en realidad tendrían que mostrar una especie de viñetas fijas.

DAVE: Sin embargo, creo que al final desecharían ese material. Quiero decir, ¿quién quiere una alegoría en una película?
MARTIN: Esto se remonta de nuevo hasta tu artículo sobre la creación de guiones en el cómic, donde enumerabas todas las propiedades únicas del medio en lugar de compararlas desfavorablemente con el cine.

ALAN: Hasta cierto punto, Watchmen es el ejemplo perfecto de las teorías que formulé en ese artículo.

Estuve charlando con Sam Ham (es de Virginia, uno de los Hams de Virginia), el autor del guión para la película de Batman, de la que estoy seguro que se podrá criticar esto y lo otro, pero desde el punto de vista de un fan de los cómics no hay nada mejor: los dos nos quedamos satisfechos. De todas formas, Sam vino a verme porque le habían pedido escribir el guión de Wachtmen. Y les dijo que le gustaría escribirlo. Sus motivos fueron que aunque no quería hacer Watchmen, porque no importaba mucho si el guión lo escribía él o no, ya que se lo iban a reescribir en varios puntos, y el director también iba a cambiar algunas partes, y el elenco podría cambiar cualquier parte más... las frases que finalmente aparecerían en pantalla serían similares a mi guión por pura coincidencia. En otras palabras: si alguien iba a joder Watchmen, prefería no ser él. Aún así, quería hacer la película porque si alguien iba a joder la obra, prefería que fuese alguien a quien le importaba. Me dijo: "Me daba cuenta de que todo estaba perdido antes de empezar, así que mejor adoptar una actitud de samurái: ya que estoy muerto, me despediré con honores." Es la mejor actitud que se puede tener.

STEVE: Parece un buen vendedor. Además de por lo que has dicho, Watchmen es muy difícil de adaptar porque es episódico. Como has dicho antes, seguro que como serie de televisión funciona mucho mejor.

ALAN: En un mundo perfecto preferiría que se quedase en forma de cómic. Esa insistencia para que algo que ha sido un éxito en un medio, entonces de forma automática se traslada a otro, y aún así seguirá siendo un éxito, es...

STEVE: Lo que me parece objetable es la forma en que ese enfoque desprecia el medio del cómic. Se creen que una versión cinematográfica puede llegar a un público más amplio. Pero como señala Alan en su artículo, la diferencia con el medio del cómic es que no tiene movimiento ni sonido. La idea es que supone todo un acto de voluntad continuar creyendo que una viñeta sigue a la anterior.

ALAN: No sé si... si se puede decir, pero le consultaron a cierto actor si querría interpretar al Dr. Manhattan. Era Arnold Schwarzenegger.

(Quejas de desaprobación.)

ALAN: Le dijeron: Arnold, ¿estás preparado para afeitarte la cabeza y pintarte entero de azul para hacer una película?, y él dijo que claro que sí, si es que eso tiene sentido. En realidad, yo nunca había visto sus películas antes de ver Terminator la noche pasada... y me estuve fijando con todo detalle, ¡y reconozco que sería capaz de interpretar el papel! Pero, ¿quién se va a creer que Arnold Schwarzenegger es capaz de entender la teoría de la relatividad? Tiene el físico, un acento alemán que nunca hubiese imaginado que tuviese Osterman, pero... su padre es alemán.

DAVE: Es uno de esos casos en el que cierto grado de frialdad podría mejorar mucho la interpretación.

ALAN: También les sugerí que hiciesen al Dr. Manhattan por ordenador. Sería perfecto.

DAVE: Sin embargo, Joel Silver, el productor del filme, quería ver a Arnold Schwarzenegger por todos lados. Ya sabes, Arnold Schwarzenegger va a ser el Sargento Rock.

MARTIN: ¿Se sabe algo del director?

ALAN: No sé, me pidieron que sugiriese alguno, pero...

PETER: Se rumoreaba que quizá iba a ser Walter Hill, y de inmediato me dije: "Calles de fuego", ¡sí!

ALAN: ¿Sabes que todos los periodistas que han dicho que Walter Hill iba a ser el director lo han hecho porque son unos vagos? En una entrevista dije que no tenía muy claro quién iba a ser, pero deduje que sería alguien que había formado parte de "48 Horas", así que el que escribió el artículo asumió que me estaba refiriendo a Walter Hill. Envié una corrección para decir que no, que eran Joel Silver y Larry Gordon, pero el resto ha tomado esa entrevista como referencia. El otro día leí una cosa en Photoplay que decía que Walter Hill se había hecho con la dirección de una nueva película titulada "Watchmen", pero que el nombre que todo el mundo debería apuntar era "Alan Moore". Pobre viejo bastardo de Walter Hill: lo están comparando desfavorablemente conmigo cuando no tiene nada que ver con la película.

STEVE: ¿Te van a dejar participar en el storyboard, Dave?

DAVE: No lo sé, no sé si ni siquiera le van a dejar hacer algo a Alan... Sin embargo, por lo que ha dicho Joel Silver, si al final se hace, será en Elstree, que está cerca, por lo que seguro que me pasaré por el "set".
STEVE: ¿Has hecho alguna vez un storyboard?

DAVE: No, pero me gustaría intentarlo, y algunos amigos me han comentado que suelen comparar exhaustivamente el dibujo de los cómics con lo que hacen para las películas. Por lo tanto, estaría bien hacer un montón de dibujos emocionantes sin tener que realizar también muchos de los acabados que necesita un cómic. Así que me gustaría intentarlo, pero tampoco creo que quiera sentarme y ponerme a dibujar guiones gráficos de algo que llevo haciendo todo un año, y de todos modos, si se mantienen fieles a la obra, el dibujo es tan minucioso que no tienen por qué necesitar guiones gráficos.

STEVE: ¿Alguna vez alguien ha comparado tu dibujo con la obra de Botticelli? En parte tu estilo me lo recuerda mucho, en particular en el caso del Dr. Manhattan: el sombreado, tu forma de entintar, es diferente a esa antigua regla clásica que dice que solo hay que dibujar una línea en dos planos superpuestos.

DAVE: Bueno, claro que tengo algunas influencias... Moebius... y Heath Robinson. Una de las mejores cosas que aprendí en mis clases fue cuando nos pasaron un libro de latín ilustrado por Heath Robinson, que me abrió los ojos por completo. El estilo de dibujo de Moebius, que es diferente al de Jean Giraud (los dos son el mismo), separa al artista de su dibujo. Como dibuja de una forma tan esquemática, casi desapasionada, evita la participación del artista en su obra: de esa forma se obvia la naturaleza del artista como tal y se enfatiza la naturaleza de lo que se está dibujando. 

En cuanto a mi técnica, en Watchmen utilicé una plumilla bastante rígida para que no hubiese demasiada modulación en el trazo o que estuviese demasiado presente. De todos modos ya lo había probado en Rogue Trooper. Como todo el mundo sabe, se supone que hay que dibujar a los superhéroes estadounidenses con un bonito trazo más redondeado. Sin embargo, el Dr. Manhattan es ligeramente translúcido, por lo que en su cuerpo no se proyectan tanto las sombras, así que en ciertos planos el lector lo ve más sombreado.

STEVE: Queda perfecto para ese estilo en plan "dibujado gracias al color".

DAVE: Intento dibujar teniendo en cuenta el formato en que se va a imprimir, lo que afortunadamente significa que en el caso del papel Baxter, el negro se imprimirá como tal.

ALAN: Cuando ya estábamos acabando y sabíamos de lo que era capaz John, empezaste a dejarle mucho más espacio. Ese fue el caso de la portada del nº 9. Dave dibujó una botella, y el resto lo hizo John.

STEVE: Hablando del espectacular coloreado de John, habría que nombrar también la secuencia en la que la luz se enciende y se apaga de forma intermitente mientras el Comediante se derrumba frente a Moloch en el segundo número, acentuada por la cuadrícula de nueve viñetas que convierte la escena en un tablero de ajedrez. Lo único que he visto parecido es el color de la revista mensual de The Spirit publicada por Kitchen Sink.

PETER: Cierto.

DAVE: A lo largo de los doce números John progresa un montón. En el tercero se puede comprobar, porque se empieza a sentir a gusto, y luego, cuando llegamos al número doce...

STEVE: Es más audaz.

DAVE: Sí, creo que si John hubiese sido más tímido se habría estropeado todo. Estuvo bien saber que después de aportar nuestro granito de arena no teníamos por qué preocuparnos por el color...

ALAN: Otra capa de arte.

MARTIN: Hay muy pocos cómics que usen el color de forma artística.

STEVE: Hay algunas excepciones: los colores de Richmond Lewis para Batman y La Sombra... De hecho, el dibujo de La Sombra casi funciona gracias al color.

DAVE: Cuando abres un cómic, primero te fijas en el color, luego en el dibujo, y después en el texto.

STEVE: Parece raro que los editores todavía no hayan pensado en esa secuencia. Sin un buen colorista, Watchmen podría haber parecido una cosa sin vida.

ALAN: Diría que esa es una buena coletilla. Dado que nos tenemos que ir en diez minutos, ¿tenéis alguna otra pregunta concreta?

FIONA: Si. Watchmen y El Regreso del Caballero Oscuro son las dos grandes novelas gráficas del año, pero creo que la obra de Frank Miller parece llegar a la conclusión de que, cuando llegue el Armagedón, primero todos se van a pelear entre sí, pero luego empezarán a colaborar y eso es lo que nos salvará... mientras que en Watchmen, a la hora de la verdad todos intentan ayudar y luego todos se meten en una refriega antes de darse cuenta de que no hay nada que hacer y se terminan por convertir en una unidad de caridad humanitaria justo antes de que todo explote. ¿Es deliberado?

ALAN: Bueno, ir a la contra de lo que había hecho Frank no fue deliberado para nada. Creo que en cuanto a la naturaleza humana, él es un poco más optimista que yo.

STEVE: Que maten a todo el mundo en la encrucijada es irrelevante, lo importante es lo que estaban haciendo. Me refiero a que los asesinan en el mejor momento de sus vidas, cuando muchos de los personajes están intentando detener la violencia.

FIONA: Pero al final todos se acaban metiendo en la trifulca.

ALAN: Es un desastre muy humano.

DAVE: Si, pero tampoco Watchmen es una obra pesimista. Al contrario, reflexiona sobre la condición humana de forma muy positiva.

ALAN: Si en Watchmen hay algún logro moral, su optimismo solo se puede encontrar indagando con mucho tesón. Es algo que sentí después de acabar el sexto número: ese es el final, no se puede decir nada peor. Si la serie transmite algún tipo de optimismo, es un optimismo absolutamente válido, porque no se basa simplemente en ignorar los hechos desagradables de la vida. Lo puedes ver en esa última viñeta, en la última frase de Godfrey: "Lo dejo completamente en tus manos". También le está hablando al lector... Lo dejo completamente en tus manos. Si la pregunta es quién gobierna el mundo, ¿cómo se podría resolver ese nudo gordiano? La única respuesta es que todos lo estamos haciendo.

Sí, hay personas que parecen tener un poder mayor que el resto, pero en realidad el mundo es un elaborado conjunto de accidentes, coincidencias y sincronías increíbles en el que las personas parecen poseer el control, pero... bueno, piensa en los eventos que te suelen ocurrir a diario, las cosas que producen cambios verdaderamente dramáticos en tu vida se pueden remontar a una decisión en la que cogiste o no un bolígrafo.
DAVE: ¿Y quién parecía una de las personas más asustadas e impotentes de Watchmen? El presidente Nixon encerrado en su búnker. Fíjate en el nivel de humanismo, en la gente que está en la encrucijada... Hay mucho altruismo y heroísmo. 

ALAN: Malcolm Long es un héroe.

DAVE: E incluso Steve Fine intenta detener la confrontación.

STEVE: En una de las presentaciones de Watchmen dijiste que en la continuidad de la obra se podían encontrar muchas pistas falsas. Aun así, los soliloquios de los dos Bernards y Steve Fine también me llegaron al alma...

PETER: Es genial, porque te retrotrae hasta la dimensión humana que reside en la cuestión de Hiroshima: esta es la gente que vas a sacrificar.

ALAN: Una de las influencias del número 11 fue Stomu Yamashita y el Teatro Rojo de Buda interpretando algo titulado "A day in the life of Hiroshima".

STEVE: Caramba, tiene que haber sido hace tiempo.

ALAN: Bueno, estuvo muy bien. El viejo Stomu... o Stom, tal y como yo lo llamo, interpretó ese show que empezaba con un escenario vacío por completo... luego aparece un crío, se sienta y empieza a pescar, y luego... deja de hacerlo. Se queda quieto. Más tarde sale una chica que lleva una pequeña máscara y que parece trabajar de secretaria. Se sienta y simula teclear, y luego se detiene. Luego sale más gente, dos lesbianas, alguien que se dirige a trabajar, un vendedor de pescado, una pareja de recién casados en un balcón... se abrazan y luego se besan, la chica levanta la pierna, y de repente, los dos se quedan quietos. Entonces, de repente empieza a surgir una luz blanca desde detrás del escenario. Se ponen en marcha unos ventiladores y las cortinas se empiezan a retorcer. Encienden una bancada de luces kleig o algo parecido, así que nadie del público puede ver nada más que la luz blanca. La música empieza a ser cada vez más intensa... y solo se ven todas esas siluetas de personas congeladas a contraluz. Cuando lo vi, me dije: ¡Guauu!

STEVE: Me recuerda al principio de "Insignificance" [Insignificancia, 1985], donde eres testigo del efecto que tendría una bomba de neutrones lanzada sobre Marilyn Monroe, y luego la película te cuenta en un flashback lo que ha ocurrido hasta ese momento, y se convierte en la típica película de final feliz en la que Marilyn se despide saludando.

ALAN: Si, y el gesto de despedida se queda congelado.

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