Entrevista realizada por Alan Pedder para Wears The Trousers, noviembre de 2012.
Traducida por Frog2000.
Por mucho que en “Wears The
Trousers” nos encante quejarnos y refunfuñar sobre el reduccionismo y el
pensamiento pasado de moda de esas infernales listas de "mujeres rockeras" que venden anualmente revistas como Rolling Stone, al menos tenemos que concederles que invariablemente consiguen acertar en un par de cosas. En
este caso concreto: si desplazas tu dedo por cualquiera de esas listas, el nombre
de Kim Deal aparecerá en ella, sea en solitario (junto a efusivos elogios a los
Pixies) o pegadito al nombre de su hermana gemela Kelley. Como componentes de Breeders, las dos consiguieron mellar de
forma impresionante la conciencia de los años noventa gracias a "Last Splash", su disco de 1993, que alcanzó el platino en
ventas (aunque algunos podrían argumentar que “Pod”, de 1990, es todavía mejor).
Casi veinte años más tarde, The Breeders tan sólo han publicado dos discos más (“Title
TK”, en 2002, y “Mountain Battles”, en 2008), pero los nombres de Kim y Kelley
Deal siguen teniendo un gran peso que va mucho más allá de la mera nostalgia. Será mejor que durante los próximos
meses te acostumbres a escuchar sus nombres, en cuanto hagan efectivos los grandes planes y cambios que piensan llevar
a cabo. En esta primera parte de la exclusiva y profunda entrevista que Alan
Pedder le realizó por teléfono a Kim Deal (ella estaba en la casa de sus padres en Dayton,
Ohio), contó de qué iba todo esto.
En la primavera de 2011 la
paciencia de Kim Deal finalmente rebosó el vaso. Después de ocho años viviendo con
sus padres y ayudando a cuidar a su madre según progresaba la avanzada enfermedad de Alzheimer que
padecía y empeoraba la memoria de la misma, la intensidad de la situación
simplemente fue demasiado para ella. Después de haberse resistido por todos los
medios a pedir ayuda hasta ese momento, en cuanto su padre también comenzó a
mostrar signos de demencia, Kim también se dio cuenta de que afrontar la
situación en solitario no era precisamente la opción más aceptable. Necesitaba descansar.
"Estaba mirando al exterior, mirando desde el interior de la casa y fue entonces cuando me di
cuenta", dice mientras el tono de su voz baja de intensidad por la
línea de teléfono. "Pensé ¡a la mierda! ¡Debería largarme de una puta
vez de aquí! Me sentía como si la situación me estuviese abrumando, ¿sabes?"
Después de haber hecho los
arreglos necesarios para mantener cómodamente a sus padres, Kim decidió marcharse un año entero de Dayton para centrarse de nuevo en la música. Cargó todos
sus instrumentos y equipo en una furgoneta, y decidió conducir primero hacia
Portland, Oregon, para visitar al batería de Breeders, José Medeles, y a su
familia, antes de dirigirse por la 101 en dirección hacia Los Ángeles.
"Era como un hermoso sueño", dice ella, alargando las vocales para
enfatizar el confort que le produjo la luz del sol californiano. "Ahora
llevo en Ohio desde principios de octubre, y siento como si hubiese estado aquí
desde hace décadas. Es oscuro, triste y estamos casi a cero grados. A veces
pienso en Los Ángeles y me digo, "Dios, ¿existe un lugar como
Los Ángeles? ¿En serio?"
Como alguien que ha recorrido el
mundo varias veces y que ha cruzado América de una punta a otra por lo menos el
triple, incluso Kim se quedó muy sorprendida de lo poco que conocía la ciudad. En el cambio de milenio estuvo viviendo en el este de Los Ángeles
durante una buena temporada, pero admite que nunca llegó a tener conexión alguna con la ciudad. "En primer lugar, el East LA es diferente del verrrrrrrrdadero
rollo que es Los Ángeles", explica. "En segundo lugar, durante
toda la época que estuve girando con los grupos, jamás exploré las ciudades
donde tocábamos. No he sido nunca ese tipo de persona que se marcha de gira y acude a
todos los museos interesantes y toda esa mierda. Me quedaba mamándome en el bar, tío. Siempre estaba con resaca, intentando no perder el autobús. Básicamente, esa era toda mi vida".
Decidida a sacar el máximo
provecho de su libertad provisional, alquiló un apartamento cerca de Echo Park.
El propietario es una mujer que está muy relacionada con la
industria del vino, dando la casualidad de que estaba en pleno proceso de construcción de una bodega como escondite propio. ("Ella adoraba a Baco de verdad, ¡Dios mío!
¡Tenía estatuas de él por todas partes!"). Fue allí donde Kim instaló su
improvisado estudio. Aunque disponía de un equipamiento simple que consistía en un
viejo y destartalado Tascam-388 de 8 pistas ("calidad para el consumidor,
tan sólo funcionaban bien los “inputs”) y otra máquina Tascam de 16 pistas en
cinta, sus amplificadores y sus guitarras favoritas sobre el suelo de piedra,
la forma de hablar del tema de Kim da a entender que no podría haber sido más
feliz. "El sonido era más bonito. Me encantaba. No era como
el que se produce cuando tocas en un garaje o en un sótano, de superficies más
reflectantes, se podía obtener un “feedback” mucho más duro. La habitación era muy
poco reflectante, pero la bodega estaba sin acabar, así que la superficie de
las paredes era más porosa que la de una pared normal, incluso una de
ladrillo, por lo que también había cierta absorción de sonido".
A lo largo del año, excepto por un parón
de un mes producido por la gira “Lost Cities” de los Pixies, Kim se pasó horas abajo en la bodega, trabajando en las canciones, a veces con amigos, pero
la mayoría del tiempo haciéndolo todo sola. Es probable que si echas un vistazo al equipo elegido, y debido a la notoria ausencia
de un “laptop” entre el mismo, te des cuenta de que a Kim le gusta mucho lo
analógico. En varios momentos a lo largo de nuestra conversación terminábamos de
nuevo con el tema de la elección entre la cinta o lo digital, y las anécdotas
seguían fluyendo de forma continuada. Como la vez en la que los Pixies
cargaron el equipo en la furgoneta para su primera gira propiamente dicha de
1987, para presentar su mini-LP para 4AD “Come On Pilgrim” y Frank Black
(por supuesto, Kim lo llama Charles) se trajo consigo un reproductor de CD que
le había regalado su novia de entonces (y ahora ex-esposa), Jean Walsh. “¡Nunca
había oído hablar acerca de eso!", chilla Kim. “Nos quedamos
todos de pie, contemplándolo. No me
malinterpretes, me parecía un regalo formidable, pero me acuerdo de que lo odié incluso entonces, porque cuando lo
conectó inmediatamente me quedé en plan: “¡Tío, suena como una mierda!"
Kim tiene cuidado en señalar que
esto no sólo son los gruñidos de una artista que se ha hecho mayor, sino que
siempre ha pensado de la misma forma. "Es curioso, mi problema con lo digital frente a lo analógico se manifiesta de formas diferentes. Siento como que siempre estoy en el lado equivocado de lo que es la tecnología más
avanzada. A mediados de los 90 se convirtió en todo un problema, porque la gente
comenzó a usar esas cintas digitales DA-88 y las cintas DAT, que siempre parecía como que sonaban
como si las máquinas se hubiesen congelado. La gente agitaba los brazos y hablaba
de cosas como las tasas de muestreo, y yo me quedaba: “Eh, ¿no podemos
usar una simple cinta? Luego, alrededor de 1999, todos los estudios de Nueva York, incluso los más pequeños y oscuros, se deshicieron de todas esas máquinas. Antes entrabas en uno y ahí tenías las cajas de embalaje llenas de poliespán por
todo el local. Se podía oler el nuevo producto."
Se puede ver muy bien de dónde
proviene Kim. Entiende perfectamente que los ingenieros del estudio se entusiasmasen con las
máquinas nuevas, y que la única manera de que pudiesen desarrollar sus
habilidades fuese usándolas intensamente, pero quizá otra persona no estuviese
demasiado dispuesta a someter sus mejores tomas de canciones a una tecnología que seguía sin probar en ese momento. "Nunca estuve en su contra, sino que estaba en
contra de las personas que me hacían utilizarla y que me decían que era mejor que
lo otro", dice Kim. "Pero de ahí es de donde provengo. Actualmente
lo digital puede sonar increíble y creo que sencillamente seguirá mejorando. No
se trata sólo del MP3, que tan solo fue otra moda pasajera, creo que lo digital está
yendo mucho más lejos en este momento. Si ahora consigues un buen programador, si
contratas a alguien que realmente se gaste un montón de dinero para conseguir los
mejores plug-ins y esas cosas, puede sonar muy bien. Pero yo sigo estando en el
otro lado, porque todavía tengo problemas con el tema digital."
Aunque experimentó con el ProTools mientras estuvo trabajando
en el EP de Breeders “Fate To Fatal”, de 2009, la opinión de Kim permanece inalterada. Ahora, cuando escucha de nuevo
“The Last Time”, que cuenta con las voces grabadas de Mark Lanegan en su hogar
y que le fueron enviadas a Kim a través de Internet, que en ese momento estaba en
Dayton, sigue convencida de que suena bastante tenue. "¡Ni siquiera
suenan tan bien como las cosas que yo grabo en mi cuatro pistas! Hay que aceptar
que no soy una persona digital. La verdad es que nunca me he sentado delante del ordenador para
escuchar, o incluso escribir, música. Creo que el producto hay que sacarlo con los músicos
dentro de la habitación. Aquí no se trata de programar una batería, sino de que
alguien intente construir físicamente un ritmo y de que compruebe si funciona.
Y cuando vamos al estudio adecuado, entramos y tocamos la canción completa de principio
a final, sin modificarla..." Hace una pausa y luego se ríe. "A menos
que haya un buen espacio en mitad de la canción y al final no nos convenza
demasiado. Entonces puede que volvamos a tocar mejor esa parte, luego cortamos la
cinta, la ponemos un poco de adhesivo por la mitad y unimos las dos piezas de
cinta de nuevo".
Y ahora hablemos sobre las nuevas
canciones. Como siempre ha sido una “persona de grupos”, Kim comentó una vez
que pensaba que tocar en solitario la pondría enferma, pero evidentemente las
cosas han cambiado un montón. En lugar de elaborar un nuevo disco de Breeders, sabía
que durante el tiempo que permaneciese en la
Coste Oeste intentaría grabar temas que se editaran bajo su propio nombre, (“no es como si
hubiese empezado a hacer una obra de las Breeders y luego me quedase en blanco
sin saber qué hacer. Sabía bien que quería grabar algo en solitario.”). El hecho
de que Kelley estuviese ocupada con su propio proyecto: R. Ring (un dúo con el
guitarrista de Ampline, Mike Montgomery), y que tanto Jose como el bajista de
las Breeders, Mando, estuviesen ocupados con sus labores paternas, en realidad
hizo que las cosas fuesen más sencillas. “Cuando dije que estaba poniéndome
mala, no es el tipo de enfermedad en el que estás pensando... lo que me
estaba fastidiando era que estaba empezando a estar aterrorizada por el
hecho de tocar yo sola. Sencillamente siempre me han gustado mucho los grupos,
siempre he querido formar parte de uno. Pero parece que ya no voy a “poder estar
en uno” nunca más. Mando y Jose tienen familia y trabajos que les mantienen siempre ocupados, así que me resulta difícil conseguir tiempo para ensayar juntos.
Ahora las cosas son diferentes, así que he alquilado los servicios de algunas
personas para que vengan y toquen conmigo. Eso me parece bien. En realidad es bastante agradable.”
Aunque no soy capaz de sacarle a Kim cómo suenan realmente sus nuevas canciones,
aparte de comentar que ha grabado algunas canciones con una banda al completo y
otras en las que sólo es ella con su guitarra, por lo menos me revela, quizá incitándome un poco, que el primer single en solitario ya está grabado y
prensado en vinilo. De hecho, ella misma lo pondrá a la venta cuando actúe en
el evento "Nightmare Before Christmas" del All Tomorrow’s Parties este fin de semana, a petición de su gran amigo Steve Albini y de los
demás miembros de Shellac, también organizadores del festival. Por un lado
tenemos una canción que se llama "Walking With A Killer", y en el
otro "Dirty Hessians". Es el primer lanzamiento de una planificada
serie de singles de 7
pulgadas auto-editados, aunque los detalles más íntimos siguen sin concretarse. "Estuve pensando: ¿por qué simplemente no voy a poder editar un single?" "¿Por qué no voy a poder sacar un EP?" Pero la gente me decía: "No, mejor saca un disco completo", me explica
adoptando un tono ligeramente maníaco. "Así que no sé qué hacer. ¡Estoy
bastante confusa!"
Trabajar
sin sello no es nada nuevo para Kim. En realidad, Kelley y ella se lanzaron a
producir y promocionar ellas mismas el EP "Fate To Fatal", y se
dieron cuenta de que todo el proceso era sorprendentemente agradable. Para
alguien que no tiene mucho que ver con los ordenadores, sorprende bastante que
me diga que le ha encantado trabajar con Tunecore para hacer que el EP se
encuentre disponible online, asignando directamente los códigos ISRC. “Es diferente. Es la forma en la que la gente consume música en la actualidad.
Recuerdo que yo solía estudiar obsesiva y detenidamente los discos que llegaban a mis manos. Hacía cosas como reseguir con el dedo el logo del grupo en la
portada del álbum para poder calcarlo en un cuaderno, para que tuviese un
aspecto “cool” o lo que fuese. O me emborrachaba y sencillamente me quedaba
allí tirada, escuchando el disco tranquilamente en una habitación, preguntándome qué es lo que quería expresar el grupo. Independientemente de las cosas que te gusta hacer, seguro que
en algún momento de tu vida ha habido cierta cantidad de tiempo en el que te
has pasado escuchando un disco. No estoy diciendo que la gente ya no lo haga, o
que fuese "mejor" cuando yo era adolescente, pero me imagino que si yo
le dijese a mi sobrina o a quien
fuese de su edad que se pasara un par de horas conmigo simplemente escuchando
algunos discos, puede que me contestase: “¿Cómo te atreves a pedirme que
dedique una parte tan enorme de mi tiempo en algo así?” ¡Es como hacer los deberes! ¿¡no te habrás vuelto loca!?"
Como
lleva sobreviviendo en el negocio de la música desde hace 26 años, y por
supuesto, todo lo que le queda, Kim es bastante cauta a la hora de no ser
malinterpretada o de que sus palabras se interpreten fuera de contexto, por lo que frases como: "esto no es una queja, simplemente me estoy explicando" y
"Yo no he dicho eso en absoluto", surgen muchas veces mientras
charlamos. Cuando habla de dinero, o más bien de la falta del mismo, es
muy cuidadosa para no parecer una caricatura de “mira como paso mi día a día”.
Los hechos son simples: con muy pocas excepciones, la música no es lo suficientemente rentable como para llevar una vida demasiado cómoda, sobre todo cuando formas parte de una banda.
"Ahora las cosas son diferentes, lo que me parece bien, pero podría decirte cómo me gusta a mí hacer las cosas. Al parecer,
las únicas personas que trabajan en la música y que ganan mucho dinero son los que tienen patrocinadores o promueven como marca su propia forma
de vida. He oído hablar de que Kid Rock se está metiendo en el mundo de la
cerveza, y recuerdo que cuando Jessica Simpson editó su primer CD de música
country, comentó que le estaba muy agradecida a su línea de calzado, ya que ser la propietaria de ese negocio que le genera millones cada año, le permitía continuar
haciendo música como hobby.”
Puede que
Kim haya aceptado que es poco probable que se encuentre en una posición similar
a la de Jessica alguna vez, o incluso en la posición del Sr. Rock, pero es
difícil imaginar que Kim Deal llegue a ser alguien que haga música como hobby en el futuro. Supongo que nunca podrá tener su propio línea de ropa en el imperio de la moda, pero como los
Pixies han descubierto durante los últimos años, lo viejo puede allanar el
camino hacia lo nuevo. A Kim no le resulta ajeno negociar con el pasado, aun
cuando también esté completamente centrada en el futuro. En la gira “Lost Cities" de octubre /
noviembre de 2011, los Pixies retomaron el clásico LP "Doolittle" para tocarlo de
principio a fin en directo con gran éxito. "Fue divertido. Al principio lo hicimos porque en 2009 se cumplía el 20º aniversario del disco. Creo
que ofrecimos un buen show, así que seguimos interpretándolo. Me gustó mucho tocar en esos conciertos, pero no sé si alguna vez volveré a hacer algo parecido. Creo que fue la última vez."
Hablando
de aniversarios, es difícil pasar por alto el hecho de que “Last Splash”
alcanzará esa misma efeméride en agosto de 2013. De hecho, Kim está muy
entusiasmada, revelando que no sólo The Breeders han estado hablando
con 4AD sobre la reedición del vigésimo aniversario, sino que también la banda ha comenzado a ensayar para tocar el álbum en directo. "Kelley y yo
empezamos a hablar sobre el tema la pasada primavera, y desde entonces Josephine
[Wiggs, que fue la bajista de los dos primeros discos] ha venido hasta Dayton desde
Nueva York para ensayarlos en mi sótano, así como Jim Macpherson [batería en “Last
Splash”]. Lo hemos tocado de principio a fin y suena muy bien, así que creo
que vamos a seguir adelante, ¡eso sí, alguien tendrá que venir a vernos! "(Errr, ¡sí, por favor! ¿Dónde
hay que firmar?)
Algunas
personas se darán cuenta de que la tendencia en auge de reeditar los
álbumes casi de forma arbitraria en cada hito significativo es algo que debería
parar en algún momento. Se podría argumentar que esos movimientos son una
jugada comercial disfrazada de nostalgia, y que rara vez agrega valor alguno al
producto, e incluso es capaz de devaluar la música. Suele ser cierto en algunos casos, pero
cuando las re-ediciones se hacen bien (como la maravillosa antología
empaquetada que editó 4AD de
Throwing Muses en 2011) no hay ningún motivo para dudar del compromiso de los artistas.
Si bien los planes para la nueva edición de “Last Splash” todavía no han
finalizado, Kim dice que han estado hablando
de incluir el EP "Safari" (1992), bastante difícil de conseguir. Fue la única grabación de
Breeders que incluye a Kelley Deal y Tanya Donelly, que había renunciado a
formar parte del grupo en diciembre de 1991, así como un montón de demos y
caras B de los tres singles del disco.
"De
hecho, todos juntos hemos empezado a conseguir tanto material para el disco
extra que nos hemos puesto a pensar: "espera, ¿se supone que aquí también
deberíamos meter “Pod” [su debut de 1990]?” Así que de alguna manera teníamos
que recordarnos que esto no es una reedición "antológica", que sólo
tiene que ser lo relacionado con “Last Splash”. Pero luego empezamos
a pensar: “espera, tal vez deberíamos incluir sólo las cosas que hizo la misma
formación que grabó el disco. Así que todavía estamos hablando sobre el tema. Es
un poco complicado, así que no sé aún que aparecerá en la caja final."
Al
consultarle si los preparativos para la reedición del próximo año han vuelto a
abrir o a profundizar en algún tipo de conexión emocional con “Last Splash”,
Kim hace una pausa de un minuto. "Um. Bueno. Yeahhhh. Pero no es que sea como una de esas "películas de después de comer" ni nada parecido. No es que cuando alguien deja caer la aguja sobre la grabación, un cálido flujo nostálgico se apodere de mí ni nada parecido. Nuh-uh. En primer lugar, ¡nunca estoy dentro de una
habitación cuando sucede algo así! Casi nunca puedo escuchar el disco en ningún
sitio, pero Josephine dice que puede escucharlo por todo Nueva York. Como por
ejemplo, el día que entró en un “deli” y estaba sonando “Invisible Man”.
“En
cierto modo”, dice Kim, “es bueno que hace veinte años no sintiéramos el
disco como el principio de algo en particular, algo muy importante de nuestra
vida.” “Last Splash” puede haber sido el mayor éxito de Breeders, pero su
reputación ya estaba establecida desde hacía tiempo. Sin embargo, a partir de
ahora tal vez ella mire veinte años atrás antes de su aparición durante el
próximo fin de semana en el ATP (su primer “performance” en solitario frente a
una gran audiencia) y lo vea como alguna especie de nuevo comienzo.
"Supongo que justo antes del show me estoy poniendo nerviosísima,", comenta. "Quiero decir, tengo una hora en directo entre Wire y
Neurosis!"
Levanta
su voz en un grito jubiloso. "Tío, ¡voy a tocar antes de Neurosis!, ¿ves?! ¡Si estuvieses en mi lugar sé que te acojonarías un montón! Seré como un
cordero al que le están llevando al matadero. Sencillamente saldré gritando: ¡Beeee,
beeee!"
*** El single de Kim Deal en Youtube, Cara A y Cara B.
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