Entrevista realizada por Jason y Daniel para Comics Bulletin en 2013. Traducida por Félix Frog2000. Parte 1.
CB: La serie transitó desde el precioso número de Gene hasta el comienzo de Craig Russell en el título. Su estilo empezó siendo bastante crudo, pero de inmediato se convirtió en una cosa espectacular.
McGregor: Absolutamente. Ya hemos charlado sobre sus primeros dibujos para otras series, pero te voy a contar la historia de cómo terminó Craig Russell en "Killraven”:
A diferencia de lo que ocurría entre Billy Graham y yo, que éramos amigos (aunque repito que no fui yo quien elegió a Billy para dibujar la Pantera Negra como sí que hice más tarde al crear a Sabre), no conocía a Craig.
Había oído hablar en el Bullpen de él antes de que lo destinaran a dibujar Killraven, porque una entrevista que hizo para un fanzine suscitó cierta reacción. No recuerdo detalles, pero Craig había dibujado una historia del Hombre Hormiga y no le gustó lo que Marvel había hecho con alguno de sus dibujos. Y despotricó de ello en la revista.
Ahora deberíamos establecer una diferencia entre 2013 y 1974. En ese momento sólo había un puñado de fanzines. Fue un período en el que muchos fans de los cómics estaban empezando a crear sus propias revistas sobre el medio. The Comics Journal apenas había empezado y también había alguna más.
Antes de ese punto había muy pocos sitios donde los talentos pudiesen hablar de forma negativa sobre las políticas o las estrategias con que las editoriales de cómic trataban su material. Si nos fijamos en esas declaraciones desde la persepectiva actual, es probable que parezcan extrañas, y más al tener actualmente el recurso de internet y diversos blogs diseccionando los cómics y a sus creadores, aunque tampoco es muy común hacer entrevistas en profundidad a los guionistas y dibujantes como soléis hacer Daniel y tú aquí en Comics Bulletin.
Así que en ese momento, algunos de la editorial se disgustaron con lo que había dicho Craig que había sucedido con su obra. Creo que Craig solo había hecho una o dos historias para Marvel. Yo había escuchado hablar de él porque todavía estaba trabajando como personal de oficina, aunque me sentía ajeno a gran parte de los chanchullos y políticas que tenían lugar arriba, en los Recintos Consagrados, porque sin duda me parecían el tipo de cosas que se suelen escuchar cuando estás trabajando en cualquier negocio.
Si Marvel no hubiese aumentado el número de títulos que estaba publicando, Craig podría haberse visto condenado al ostracismo y puede que no hubiese trabajado más en la empresa. Pero también necesitaban dibujantes. Los editores no se habían dado cuenta del potencial de Craig. Los guionistas de los títulos principales que podían vender más no eran conscientes de en qué se convertiría rápidamente el arte único, hermoso y poderoso de Craig.
Deberíais preguntarle a Craig lo que opina sobre el tema, pero recuerdo que nos empezamos a llevar bien desde el principio. Nos hicimos amigos. Trabajamos mucho juntos. Nos mantuvimos en contacto personal y laboral. Y esto es lo que quería decir con tener suerte cuando me refiero a los dibujantes que me iban tocando.
Asignaron a Billy a la Pantera no porque él y yo nos conociésemos, sino porque Billy era negro y la Pantera Negra era un personaje negro. Y el razonamiento de muchos de los tíos de la editorial era el de que los talentos negros debían estar aislados en títulos orientados a la población negra.
Cuando se decidió a probar con algunos títulos realizados por mujeres, Marvel hizo lo mismo, pensaban que tenían que ser cómics protagonizados por mujeres como temática central. En cuanto suspendieron esa investigación en pos de nuevas temáticas, no soy capaz de recordar una sola mujer guionista de la época que siguiera trabajando en series regulares, o en cualquiera de los títulos. En cuanto a los talentos de raza negra, si habían conseguido entrar en la editorial, para ellos eras un tío negro y te quedabas en series como Luke Cage o Jungle Action, salvo raras excepciones.
CB Jason: Ya te conté cómo consiguió Trevor Von Eden su trabajo en Black Lightning, ¿no?
McGregor: Creo que sí, pero es mejor repetirlo.
CB: Lo que ocurrió es que Trevor era un chaval que vivía en la zona de Nueva York. Tal y como hacían otros fans, envió muestras a las oficinas de Marvel y DC. Un día alguien del personal de DC le respondió a Trevor y le dijo: "Vente la próxima vez que te pases cerca de nuestras oficinas y charlamos. Tal vez te ofrezcamos trabajo." Así que un día entró en DC Comics y los empleados descubrieron que Trevor era de raza negra. Su nombre no daba pistas. Cuando lo vieron, los empleados de DC dijeron: "¡Tenemos una serie en la que tus dibujos encajan muy bien, se llama Black Lightning!"
McGregor: ¡Es exactamente de lo que estoy hablando! Pero aunque yo estaba dentro, en el staff, mis series casi se estaban haciendo en plan guerrilla. Billy era el dibujante de una serie. Craig el de otra.
Yo escribía las dos. Pero nadie sabía hacia dónde me estaba dirigiendo, y a veces eso también me incluía a mí.
Me solía fijar en la forma de pensar de la editorial y cómo ponía eso en práctica, aunque no era capaz de entenderla. Y aunque estaba trabajando en los "Recintos Consagrados", no formaba parte del círculo íntimo de confidencias. Hace años Dean Mullaney me dijo que seguramente pensaban que yo era una especie de alienígena. No tenía aspiraciones políticas en la empresa. No planeaba ser editor en jefe. Primordialmente pensaba en aspectos narrativos. Y los lectores solían responder con cartas de cierta profundidad sobre las series que reforzaban mis teorías acerca de que lo que hacemos los guionistas es importante, y por eso solía darlo todo en cada número.
Sospecho que dos años más tarde de ese momento puntual, ni "Killraven" ni "La Furia de la Pantera" podrían haber existido. Se produjeron en un momento en el que la línea editorial de Marvel se estaba expandiendo tan rápidamente que no había suficientes ojos como para revisar todos los títulos antes de que salieran a la luz, por lo que se convertían en realidad.
Yo mantenía estrechas relaciones laborales tanto con Craig como con Billy. Siempre estábamos hablando por teléfono. A menudo nos reuníamos en las oficinas o en algún otro sitio de la ciudad. Ambos sabían que yo hablaba en serio acerca de la escritura y de los cómics, y ellos eran gente que se tomaban su arte y el medio del cómic en serio.
Al principio mi vida diaria era un poco diferente de la de muchos de los editores y guionistas de cómics, porque estaba casado y tenía una hija pequeña. Los primeros números de Jungle Action y Killraven se escribieron después de llegar a casa por la noche del trabajo. Si hacer la serie regular supuso todo un cambio en mi vida, en muchos aspectos también lo fue para el resto de mi existencia. Antes del final de ambas series pasé por un divorcio. Acudí a los tribunales para poder seguir manteniendo el derecho a visitar a mi hija.
Parte de esos sucesos se convirtieron en algo increíblemente surrealista. Mi separación también tuvo que ver con uno de los mayores escándalos del comic book de la época. Si lo hubiese leído en un tebeo no me lo habría creído. Me parecía demasiado artificial como para ser verdad. Cuando las cosas se terminaron por revelar me sostuve las sienes con las manos y mi corazón estuvo a punto de estallar. Cuando me desvelaron la identidad de quién estaba haciendo lo que estaba haciendo, fue como uno de esos finales chocantes de cómic donde la última persona que creías que era el villano ¡en realidad lo era!
Me llamaban “Dauntless Don” [Don el Intrépido]. Déjame decirte algo: ¡hubo un montón de ocasiones en las que tuve que tener mucho valor!
De todas formas, Craig se vino finalmente a Killraven y esa es básicamente la historia de cómo logró ser asignado a una serie tan oscura.
CB Jason: Creo que llegaste a hacer uno de los últimos números más hermosos que yo recuerde, "The Morning After Mourning Prey." Era un cómic singular. ¿Lo escribiste como si fuese una especie de elegía para la serie o en realidad tenías planeado continuar a partir de ese punto?
McGregor: Oh no, cuando escribí "The Morning After Mourning Prey" ¡no tenía ni idea de que sería el último! Estaba estructurando las cosas para el siguiente, donde pensaba hacer aparecer elementos del Fantasma de la Ópera, con un desarrollo en el Centro Espacial Kennedy. Esa iba a ser la siguiente parada del viaje de los Hombres Libres.
De hecho, cogí la idea y la cambié de forma radical para poder meterla en la historia que Craig y yo hicimos para la novela gráfica de los ochenta. Por supuesto, si esa historia hubiese aparecido en la serie regular, nunca habrían encontrado al hermano de Killraven en ese lugar. Si hubiese escrito la historia al principio, tampoco estoy seguro de si habría creado a alguien como Jeanette.
En algún momento, durante ese lapso de tiempo, se empezaron a producir cambios continuos en Marvel. Supongo que fue idea de Jim Shooter contratar a gente para desarrollar los argumentos antes de que alguien se pusiera a dibujarlos, de esa forma podían aprobar o no las historias antes de que llegasen a manos del dibujante. Creo que bien se podría comparar a estas criaturas limpiadoras con los Jorgito, Juanito y Jaimito de los Jóvenes Castores.
Te aseguro que si estos Jóvenes Castores hubiesen existido mientras estábamos haciendo los primeros números de aprendizaje de Killraven, una historia como "The Morning After Mourning Prey" jamás habría visto la luz, ni siquiera habría tenido un límite de tiempo de por lo menos 24 horas, o por lo menos una oportunidad en el infierno de hacerla. Sé que mientras estábamos guionizando y dibujando "The Morning After Mourning Prey" esos supuestos Jóvenes Castores ni existían, porque si fuese así, esa historia jamás se habría editado.
Recuerdo que Craig me comentó que los creativos de los despachos de la parte de arriba querían que me precipitara e hiciese rápidamente el guión y que él empezara a dibujarlo. Y yo contesté algo en plan: "Craig, ¿qué te hace pensar que tengo idea de cómo escribir lo que ellos quieren? E incluso si lo llegase a hacer a su modo, ¡me parece que iba a pasar un rato bastante malo escribiendo el guión que ellos quieren que lleve a cabo! ¡Creo que sobrestimas mis habilidades!"
CB: La serie transitó desde el precioso número de Gene hasta el comienzo de Craig Russell en el título. Su estilo empezó siendo bastante crudo, pero de inmediato se convirtió en una cosa espectacular.
McGregor: Absolutamente. Ya hemos charlado sobre sus primeros dibujos para otras series, pero te voy a contar la historia de cómo terminó Craig Russell en "Killraven”:
A diferencia de lo que ocurría entre Billy Graham y yo, que éramos amigos (aunque repito que no fui yo quien elegió a Billy para dibujar la Pantera Negra como sí que hice más tarde al crear a Sabre), no conocía a Craig.
Había oído hablar en el Bullpen de él antes de que lo destinaran a dibujar Killraven, porque una entrevista que hizo para un fanzine suscitó cierta reacción. No recuerdo detalles, pero Craig había dibujado una historia del Hombre Hormiga y no le gustó lo que Marvel había hecho con alguno de sus dibujos. Y despotricó de ello en la revista.
Ahora deberíamos establecer una diferencia entre 2013 y 1974. En ese momento sólo había un puñado de fanzines. Fue un período en el que muchos fans de los cómics estaban empezando a crear sus propias revistas sobre el medio. The Comics Journal apenas había empezado y también había alguna más.
Antes de ese punto había muy pocos sitios donde los talentos pudiesen hablar de forma negativa sobre las políticas o las estrategias con que las editoriales de cómic trataban su material. Si nos fijamos en esas declaraciones desde la persepectiva actual, es probable que parezcan extrañas, y más al tener actualmente el recurso de internet y diversos blogs diseccionando los cómics y a sus creadores, aunque tampoco es muy común hacer entrevistas en profundidad a los guionistas y dibujantes como soléis hacer Daniel y tú aquí en Comics Bulletin.
Así que en ese momento, algunos de la editorial se disgustaron con lo que había dicho Craig que había sucedido con su obra. Creo que Craig solo había hecho una o dos historias para Marvel. Yo había escuchado hablar de él porque todavía estaba trabajando como personal de oficina, aunque me sentía ajeno a gran parte de los chanchullos y políticas que tenían lugar arriba, en los Recintos Consagrados, porque sin duda me parecían el tipo de cosas que se suelen escuchar cuando estás trabajando en cualquier negocio.
Si Marvel no hubiese aumentado el número de títulos que estaba publicando, Craig podría haberse visto condenado al ostracismo y puede que no hubiese trabajado más en la empresa. Pero también necesitaban dibujantes. Los editores no se habían dado cuenta del potencial de Craig. Los guionistas de los títulos principales que podían vender más no eran conscientes de en qué se convertiría rápidamente el arte único, hermoso y poderoso de Craig.
Deberíais preguntarle a Craig lo que opina sobre el tema, pero recuerdo que nos empezamos a llevar bien desde el principio. Nos hicimos amigos. Trabajamos mucho juntos. Nos mantuvimos en contacto personal y laboral. Y esto es lo que quería decir con tener suerte cuando me refiero a los dibujantes que me iban tocando.
Asignaron a Billy a la Pantera no porque él y yo nos conociésemos, sino porque Billy era negro y la Pantera Negra era un personaje negro. Y el razonamiento de muchos de los tíos de la editorial era el de que los talentos negros debían estar aislados en títulos orientados a la población negra.
Cuando se decidió a probar con algunos títulos realizados por mujeres, Marvel hizo lo mismo, pensaban que tenían que ser cómics protagonizados por mujeres como temática central. En cuanto suspendieron esa investigación en pos de nuevas temáticas, no soy capaz de recordar una sola mujer guionista de la época que siguiera trabajando en series regulares, o en cualquiera de los títulos. En cuanto a los talentos de raza negra, si habían conseguido entrar en la editorial, para ellos eras un tío negro y te quedabas en series como Luke Cage o Jungle Action, salvo raras excepciones.
CB Jason: Ya te conté cómo consiguió Trevor Von Eden su trabajo en Black Lightning, ¿no?
McGregor: Creo que sí, pero es mejor repetirlo.
CB: Lo que ocurrió es que Trevor era un chaval que vivía en la zona de Nueva York. Tal y como hacían otros fans, envió muestras a las oficinas de Marvel y DC. Un día alguien del personal de DC le respondió a Trevor y le dijo: "Vente la próxima vez que te pases cerca de nuestras oficinas y charlamos. Tal vez te ofrezcamos trabajo." Así que un día entró en DC Comics y los empleados descubrieron que Trevor era de raza negra. Su nombre no daba pistas. Cuando lo vieron, los empleados de DC dijeron: "¡Tenemos una serie en la que tus dibujos encajan muy bien, se llama Black Lightning!"
McGregor: ¡Es exactamente de lo que estoy hablando! Pero aunque yo estaba dentro, en el staff, mis series casi se estaban haciendo en plan guerrilla. Billy era el dibujante de una serie. Craig el de otra.
Yo escribía las dos. Pero nadie sabía hacia dónde me estaba dirigiendo, y a veces eso también me incluía a mí.
Me solía fijar en la forma de pensar de la editorial y cómo ponía eso en práctica, aunque no era capaz de entenderla. Y aunque estaba trabajando en los "Recintos Consagrados", no formaba parte del círculo íntimo de confidencias. Hace años Dean Mullaney me dijo que seguramente pensaban que yo era una especie de alienígena. No tenía aspiraciones políticas en la empresa. No planeaba ser editor en jefe. Primordialmente pensaba en aspectos narrativos. Y los lectores solían responder con cartas de cierta profundidad sobre las series que reforzaban mis teorías acerca de que lo que hacemos los guionistas es importante, y por eso solía darlo todo en cada número.
Sospecho que dos años más tarde de ese momento puntual, ni "Killraven" ni "La Furia de la Pantera" podrían haber existido. Se produjeron en un momento en el que la línea editorial de Marvel se estaba expandiendo tan rápidamente que no había suficientes ojos como para revisar todos los títulos antes de que salieran a la luz, por lo que se convertían en realidad.
Yo mantenía estrechas relaciones laborales tanto con Craig como con Billy. Siempre estábamos hablando por teléfono. A menudo nos reuníamos en las oficinas o en algún otro sitio de la ciudad. Ambos sabían que yo hablaba en serio acerca de la escritura y de los cómics, y ellos eran gente que se tomaban su arte y el medio del cómic en serio.
Al principio mi vida diaria era un poco diferente de la de muchos de los editores y guionistas de cómics, porque estaba casado y tenía una hija pequeña. Los primeros números de Jungle Action y Killraven se escribieron después de llegar a casa por la noche del trabajo. Si hacer la serie regular supuso todo un cambio en mi vida, en muchos aspectos también lo fue para el resto de mi existencia. Antes del final de ambas series pasé por un divorcio. Acudí a los tribunales para poder seguir manteniendo el derecho a visitar a mi hija.
Parte de esos sucesos se convirtieron en algo increíblemente surrealista. Mi separación también tuvo que ver con uno de los mayores escándalos del comic book de la época. Si lo hubiese leído en un tebeo no me lo habría creído. Me parecía demasiado artificial como para ser verdad. Cuando las cosas se terminaron por revelar me sostuve las sienes con las manos y mi corazón estuvo a punto de estallar. Cuando me desvelaron la identidad de quién estaba haciendo lo que estaba haciendo, fue como uno de esos finales chocantes de cómic donde la última persona que creías que era el villano ¡en realidad lo era!
Me llamaban “Dauntless Don” [Don el Intrépido]. Déjame decirte algo: ¡hubo un montón de ocasiones en las que tuve que tener mucho valor!
De todas formas, Craig se vino finalmente a Killraven y esa es básicamente la historia de cómo logró ser asignado a una serie tan oscura.
CB Jason: Creo que llegaste a hacer uno de los últimos números más hermosos que yo recuerde, "The Morning After Mourning Prey." Era un cómic singular. ¿Lo escribiste como si fuese una especie de elegía para la serie o en realidad tenías planeado continuar a partir de ese punto?
McGregor: Oh no, cuando escribí "The Morning After Mourning Prey" ¡no tenía ni idea de que sería el último! Estaba estructurando las cosas para el siguiente, donde pensaba hacer aparecer elementos del Fantasma de la Ópera, con un desarrollo en el Centro Espacial Kennedy. Esa iba a ser la siguiente parada del viaje de los Hombres Libres.
De hecho, cogí la idea y la cambié de forma radical para poder meterla en la historia que Craig y yo hicimos para la novela gráfica de los ochenta. Por supuesto, si esa historia hubiese aparecido en la serie regular, nunca habrían encontrado al hermano de Killraven en ese lugar. Si hubiese escrito la historia al principio, tampoco estoy seguro de si habría creado a alguien como Jeanette.
En algún momento, durante ese lapso de tiempo, se empezaron a producir cambios continuos en Marvel. Supongo que fue idea de Jim Shooter contratar a gente para desarrollar los argumentos antes de que alguien se pusiera a dibujarlos, de esa forma podían aprobar o no las historias antes de que llegasen a manos del dibujante. Creo que bien se podría comparar a estas criaturas limpiadoras con los Jorgito, Juanito y Jaimito de los Jóvenes Castores.
Te aseguro que si estos Jóvenes Castores hubiesen existido mientras estábamos haciendo los primeros números de aprendizaje de Killraven, una historia como "The Morning After Mourning Prey" jamás habría visto la luz, ni siquiera habría tenido un límite de tiempo de por lo menos 24 horas, o por lo menos una oportunidad en el infierno de hacerla. Sé que mientras estábamos guionizando y dibujando "The Morning After Mourning Prey" esos supuestos Jóvenes Castores ni existían, porque si fuese así, esa historia jamás se habría editado.
Recuerdo que Craig me comentó que los creativos de los despachos de la parte de arriba querían que me precipitara e hiciese rápidamente el guión y que él empezara a dibujarlo. Y yo contesté algo en plan: "Craig, ¿qué te hace pensar que tengo idea de cómo escribir lo que ellos quieren? E incluso si lo llegase a hacer a su modo, ¡me parece que iba a pasar un rato bastante malo escribiendo el guión que ellos quieren que lleve a cabo! ¡Creo que sobrestimas mis habilidades!"
CB Jason: No tenía ni idea de que a ti también te gustaba esa historia, Daniel, pero siempre me he dicho que ese número era fantástico, como si… no sé qué palabras utilizar. Supongo que no me lo esperaba.
CB Daniel: Bueno, a mí me encanta, tío.
McGregor: Me encanta ese número y me gusta mucho cómo lo dibujó Craig. He leído y escuchado a mucha gente un montón de teorías o declaraciones sobre lo que podía significar esa historia. John Warner dijo que funcionaba mejor con un cierto tipo de música puesta de fondo que densificara el número. Creo que a título individual, cada lector es capaz de proyectar su experiencia vital en él, y para muchos tiene un significado profundo. Otros se preguntan por qué demonios provoca tanto furor. Cualquiera que niegue que esa época fue única para el cómic porque fuimos capaces de hablar con nuestra propia voz, entonces se estará fijando en el medio desde el prejuicio.
Al parecer, algunas personas leen estos cómics y aún les provocan reacciones extremas. Algunos afirman enfáticamente que son geniales y que sus historias siguen resonando, y que han seguido siendo importantes todos estos años. Otros sacuden la cabeza y murmuran que les parecen blasfemias. Pero es mejor separarlo del acto de sentarse y escribir las historias porque no se puede, o no se debería, pensar en cómo va a interpretarlas la gente mientras las creas. Tienes que bloquear todo excepto la historia que estás escribiendo, de lo que trata, y pensar en quiénes son los protagonistas que viven en la historia, y qué es lo que facilita que te decidas a dedicarles tanto tiempo y energía de tu vida.
¿Qué sentíais vosotros respecto al camino que estaba siguiendo Killraven en cada número y en el conjunto de la obra?
CB Jason: Daniel, ha sido la primera vez que te lees la serie, así que tengo curiosidad por escuchar lo que piensas.
CB Daniel: Bueno, cuando empecé a leer los Essential fue como, "¿qué es esto", pero luego Don y Craig empezaron a encajar las cosas, aunque no sé exactamente cuándo. Puede que en el número 27, "The Death Breeders”, cuando el cómic se amplió muchísimo. El dibujo, el guión, los diseños, todo se convirtió en parte de algo mucho mayor. "¡Oh, no, no sólo es una pequeña narración enloquecida." Sencillamente se transformó en mucho más.
CB Jason: Me encanta la humanidad que muestran Adán y Eva en "The Death Breeders,” cuando al final Eva tiene la temeridad de demostrar sentimientos por la niña que acarrea. Me encanta esa pareja. En esencia son personajes de usar y tirar, pero conseguiste que pareciesen reales.
McGregor: ¿Te das cuenta de que cuando hablamos sobre el hecho de que "The Death Breeders " siga existiendo, lo más increíble es que esa serie lograse existir en ese periodo de tiempo concreto? Ni siquiera sé cómo llegamos tan lejos, pero te puedo decir lo siguiente: fue la primera historia que se inspiró realmente en la obra de HG Wells. Antes de empezar a escribir, no me había leído La Guerra de los Mundos. En la novela había una sección que hacía referencia a cómo criaban los alienígenas que ocupaba unos párrafos. Los personajes se dirigen a algún lugar y charlan acerca de que los marcianos tienen un sitio donde los humanos están siendo criados como delicias culinarias o algo por el estilo. Así que la idea básica para la historia fue la única que tuvo algo que ver con HG Wells.
Y aquí tenemos otra de esas cosas que nunca voy a entender. No hubo problemas para sacar la historia. Las páginas pasaron el control, y el único comentario que recuerdo fue de Johnny Romita al ver una página en la que Eva aparecía con el aspecto de estar embarazada de nueve meses, "¿Tiene que estar ASÍ de embarazada?"
CB: Estaba muy embarazada.
McGregor: Y quisieron quitar algunos trazos, estrechar las líneas de sus ropas. Pero si al final lo hicieron, fue un cambio bastante menor. La silueta que aparecía en la Furia de la Pantera, la imagen del protagonista y de Mónica Lynne, produjo una reacción más visceral.
Sabía que Sue Storm también se había quedado embarazada en los Cuatro Fantásticos, pero en sus últimos meses de embarazo aparecía muy poco. O quizá se había escondido detrás de un mueble o se había vuelto invisible. En cuanto a Eva, cualquiera se daba cuenta de que estaba lista para dar a luz.
Incluso el Comics Code Authority no dijo nada. Si le doy una vuelta, supongo que para muchos de los que trabajaban allí la historia tan sólo era un trabajo más. Mientras no pusieras demasiado descaro en la viñeta, la mayoría de las veces ni siquiera prestaban atención ni se daban cuenta de lo que realmente estaba ocurriendo en la serie. Por supuesto, podría argumentar que las secuencias entre Eva, Adán y Atalón eran muy descaradas, por lo que no tengo ni idea de por qué se la colamos. Seguro que perdieron la concentración de una viñeta a otra y olvidaron lo que estaba sucediendo en la anterior. Pero bueno, estoy hablando demasiado sobre el tema, ¿verdad?
CB Daniel: ¡Sí!
CB Jason: Sí, como que van a prestar atención a una página online sobre cómics.
McGregor: Um... Daniel créeme: hay gente trabajando para grandes empresas que prestan atención a lo que se dice sobre ellos en las webs de cómics. Puede que te digas que no es así>, pero en realidad sí que lo hacen. Por otro lado, el hecho de que conozcan todas las páginas sobre cómic depende de cada persona en concreto.
CB Jason: Bueno, ¡mejor que sepan cuáles son las mejores webs! ¡Las páginas de la red mejor escritas, caray! por otro lado, Daniel, ¿algún personaje te impresionó sobre el resto?
CB Daniel: Um, claro. Por algún motivo me parecía bastante familiar, pero el personaje que más me intrigaba era Old Skull. Sencillamente por su simplicidad y porque con un personaje tan sencillo se podían decir cosas bastante profundas. Casi era como un personaje cliché, como lo que decías del Mose de "Centauros del Desierto". Acabo de caer en la conexión.
McGregor: Es la primera vez que hablo sobre el tema, pero a muchos de los seguidores de la serie les encantaba Old Skull. No tenía ninguna doblez, decía las cosas sin filtros y era profundamente leal, de forma que sabías que nunca te iba a traicionar. Obviamente no era un buen candidato para trabajar en las oficinas de una editorial de cómics.
Hablar sobre Old Skull me hace pensar en "A Death in the Family". Cuando veníamos hacia aquí, antes de la entrevista, os conté que en realidad no me había leído esos números desde que acabé la novela gráfica, pero cuando alguien me pasa uno para que se lo autografíe, las cosas por las que se jodió el título y se debilitó innecesariamente, y todos los errores que me levantaron dolor de cabeza, vuelven a mi mente de inmediato.
Me gusta mucho el intrincado y efectivo dramatismo del dibujo de Craig. Recuerdo que se lo curró muchísimo en la serie.
Desde el principio decidí que quería abordar la escritura de la historia a base de textos de apoyo. Uno de mis cómics favoritos de todos los tiempos es El Príncipe Valiente de Hal Foster, reeditado recientemente por Fantagraphics. A menudo, cuando se utilizan los cuadros de texto ocurre que se eliminan todas las referencias subjetivas. Quería que los textos de apoyo fuesen muy subjetivos y que además se integrasen en el dibujo y no fuera parecido, que fuesen un reflejo de lo que estaba sucediendo en el interior de los personajes.
Durante un puñado de números me preocupó un poco que, aunque estaba escribiendo acerca de una guerra, ninguno de los principales personajes moría en la historia. No quería que el título diese la impresión de que sólo las personas que odias o que no te gustan, o que no te importan, eran asesinadas o sufrían heridas. Es una mentira que la cultura pop muestra demasiado a menudo. Por lo tanto, la única forma que tenía de resolver esa batalla creativa interna fue haciendo que muriese uno de los Hombres Libres.
El problema es que me gustaban todos los personajes, y todos tenían un gran potencial y aportaban algo diferente a la serie. Entonces, ¿quién era el elegido? Había invertido demasiado tiempo en M'Shulla y Carmilla Frost, y estaba cerca de conseguir que Marvel consintiera una relación interracial en el cómic que no habría forma de escribir en otro sitio en ese momento.
También le había prometido a Craig que nunca mataría a Old Skull.
CB: Al verlo en retrospectiva casi parece como si matar a Grok era demasiado fácil. De todas formas ya estaba herido y parecía que no se iba a recuperar. De eso me gustaría charlar, ¿por qué mataste a Hawk?
McGregor: Mientras estaba diseñando el arco argumental sobre el hermano de Killraven y Yellowstone, las decisiones que iba tomando no eran tan orgánicas como pudiese parecer, y surgieron una gran cantidad de problemas que no sabía que me iba a encontrar.
Elegí a Hawk a regañadientes porque seguía comprometido con esa idea de que debería enseñar cuáles son las pérdidas que se suelen producir en una guerra. Pero al mismo tiempo también estaba investigando la cultura de los Navajos y quería explorar más a fondo. El problema es que teníamos un equipo de secundarios limitado, y la muerte de Grok no tuvo el mismo impacto que si hubiese sido la de alguien de la pandilla central.
¡Oh! ¡Parece que va a morir ese personaje!, no, te equivocas, ¡aunque sí que era así! Quería comprobar si el aparente fallecimiento de Old Skull le afectaría a Alex, así que me traje las primeras cinco páginas del guión para que se las leyera y me volví a mi oficina.
Cuando hago una entrevista como ésta, siempre me acuerdo de muchas anécdotas personales, cosas que me hacen sonreír. En aquel momento acababa de escribir la quinta página de "Una muerte en la familia." Mi amigo Alex Simmons, que muchos conocen como el creador del cómic Blackjack y que interpretó a Denning en la película “Detectives Inc.”, siempre se quedaba en mi casa. Así que le entregué a Alex las primeras cinco páginas para que se las leyera y me volví a la oficina.
Estaba sentado, probablemente tratando de averiguar lo que iba a pasar a continuación, y entonces Alex entró a la carga, saltó sobre mí y me tiró de la silla al suelo. Me agarró de la camisa con una expresión en su rostro que mostraba incredulidad, no se podía creer que lo hubiese hecho. "¡Has matado a Old Skull! ¡Vas y matas a Old Skull!"
En ese momento no pude contestar que no me había atrevido a hacerlo. Puede que suene a locura, pero el narrador que hay en mí estaba encantado y pensaba: “¡Te pillé!” Ahora tenía que comprobar si iba a funcionar igual de bien con los lectores. De esa forma sabría si los personajes les importaban, si estaban enganchados emocionalmente, incluso aunque sólo leyesen la serie una vez cada dos meses.
Pero al recordar todo esto, aunque he olvidado gran parte de lo que estaba sucediendo mientras escribía esos números, en cuanto veo lo que no marchaba en el título, los recuerdos me asaltan de forma inmediata. En todos estos años como guionista de cómics, como creador de historias, cuando en mis páginas aparecía un error que saltaba a la vista, nadie vino y me preguntó: "Don, ¿por qué la ha fastidiado el editor?" Siempre era en plan: "¿Por qué has hecho eso? ¿En qué demonios estabas pensando?" Creo que tiene bastante que ver con lo que me sucedió con la primera página de la historia de "Una muerte en la familia."
Para empezar ese número escribí una primera frase que marcaba de inmediato el tono del resto de la historia: "La familia nuclear ha estallado."
CB Jason: Me encanta.
McGregor: Y es una gran frase de apertura. Bam, ya estás metido en la historia. Pero la editorial la cambió y por eso se podía leer algo en plan: “La Bomba Atómica cayó sobre Nagasaki," aunque sabía que “la familia nuclear había estallado” era mucho mejor. Y era mi nombre el que aparecía en algún lugar por ahí encima como guionista.
Así que la editorial decidió que nadie se iba a comprar un tebeo que estaba narrado a base de un montón de textos narrativos. No era lo que pensaba yo, pero me dijeron sus motivos. Y como algunos odiaban realmente el enfoque de ese número, se dijeron que era mejor no seguir con el siguiente, porque a menos que se hubiesen leído el maldito título, ¿cómo iban a saber que estaba narrado con todos esos textos de apoyo? Eso a menos que se hubiesen leído el cómic entero.
Así que la editorial decidió cambiar los textos de apoyo por bocadillos. Sin embargo, después de cinco páginas se dieron cuenta de que era demasiado trabajo y lo dejaron. El resto de "A Death in the Family" siguió con los textos originales que yo había escrito. En una de las viñetas los diálogos que pegaron encima no estaban en el sitio correcto. Habían bailado de tal forma que parecía que uno de los diálogos de Carmilla lo estaba diciendo el dragón. Seguro que los lectores se preguntaron: “¿qué demonios le está pasando a Don?” Aún se puede ver el diálogo pegado encima del texto.
Pero el cambio que más me fastidió vino poco después, en la escena en la que Carmilla hablaba sobre su madre y su padre, y comentaba que nunca habían llegado a casarse. De todas formas, aunque lo hubiesen hecho no habrían seguido juntos. Así que "Death-Birth" se editó sin problemas, ¡pero abruptamente decidieron que Carmilla no podía decir que sus padres no estaban casados! La editorial extirpó la frase quirúrgicamente. El editor dijo que mejor que reescribiese el diálogo, porque después de que Carmilla se topase con su madre, se volvía hacia Killraven, lo detenía y le decía: "una vez tuve un a madre". Pero en el tebeo, la frase no parecía venir a cuento. A pesar de que me prometieron corregirla, "A Death in the Family" se sigue editando con ese espacio en blanco donde antes debía estar enganchado el diálogo original de Carmilla, sin nada que lo sustituya. Así que sigo sintiéndome igual de mal que entonces. No he leído la serie en décadas, pero cada vez que me traen un número para que lo firme, esas historias consiguen arrastrarme de nuevo como si las estuviese escribiendo ahora mismo. Y nunca he tenido la oportunidad de corregirlas.
CB Jason: Suena raro, porque estabas relegado, ocupando tu propio rincón del universo [Marvel], pero al mismo tiempo te seguían prestando atención.
McGregor: Bueno, sí que lo hacían, claro. No sé cuántas veces me llamaron para que acudiera a la oficina editorial...
CB: Hablemos sobre el beso interracial entre Carmilla y M'Shulla.
McGregor: ¡De acuerdo!
CB Daniel: ¿Cómo conseguiste meterlo en la serie?
McGregor: No fue fácil. Planeaba juntarlos desde el principio, pero tenía que pensar cómo hacerlo y que me dejaran imprimirlo.
Ahora que te estoy respondiendo a la pregunta, me doy cuenta de que hay cierta gente a la que le puede resultar difícil enterarse de dónde estaba este país en 1973.
En su introducción a "The Original", la novela gráfica de Trevor von Eeden, Mike Gold escribió lo siguiente: "En 1973 el Presidente Richard Nixon declaró que las parejas interraciales debían abortar sus hijos antes de tenerlos. Nuestro presidente fue grabado diciendo: “Hay ocasiones en las que el aborto es necesario, y sé cuáles son. Cuando la pareja es blanca y negra."
En los cómics nunca se veían parejas interraciales. Tampoco parejas gays. Si era capaz de imaginarme una forma de que Marvel me dejase hacerlo, tenía planeado escribir ambos ejemplos, tanto en Killraven como en Jungle Action. Si lees ambas series, notarás que desde el principio aparecen escenas en las que M'Shulla y Carmilla están juntos, sin nadie más cerca. En Jungle Action aparecen Taku y Venomm.
Con lo de la pareja homosexual tuve que tener más cuidado. Si hubiese intentado hacerlo de sopetón, probablemente habría sido mi ultimo número mucho antes de la saga del Ku Klux Klan.
Todo esto tiene mucho que ver con tu pregunta anterior sobre los orígenes de ambas series. Cuando empezamos, había cierto número de cosas que pensar. Una fue la dirección que iban a tener las series, otra se centraba específicamente en reflexiones sobre ciertos personajes. También estaba preocupado por la periodicidad con la que se iban a editar. Las dos colecciones eran bimensuales.
Pero si escribes a Old Skull o a cualquier otro de los Hombres Libres en un número concreto, significa que los lectores no lo volverán a ver hasta dentro de cuatro meses. Si los escribes durante dos números seguidos, básicamente pasará medio año durante el que estarán perdidos. Es un periodo muy largo como para que el público continúe enganchado emocionalmente al personaje.
Eso siempre me había preocupado, no solo hablo de M'Shulla y Carmilla, sino de todos.
Fue uno de los retos que se me presentaron en cada número, presentar a los personajes a los nuevos lectores, no solo para no repetirme, sino para encontrar nuevos aspectos que hiciesen que los lectores se involucrasen cada vez. Me fijaba en la situación donde se habían quedado anteriormente y enseñaba cómo respondían ante la misma, y quizá dejaba entrever otro ángulo de la historia que no se había visto antes.
Mientras estaba inmerso en el proceso de escritura de la novela gráfica de Killraven, años después del ultimo número de la serie, Dean Mullaney me dijo que no importaba lo que hiciéramos Craig y yo, pero que no podíamos hacer lo mismo que habíamos hecho en la serie, y no sólo porque la novela fuese una historia independiente en sí misma, sino porque tampoco había nadie esperando, esperando y esperando durante dos meses a que saliera el siguiente número. No existía ese factor de anticipación. Cuando se edita una serie de forma regular, se tiene la sensación de que la historia se va construyendo poco a poco. En una novela gráfica sabes lo que ocurre en el tomo de principio a fin. Es un desafío diferente.
Entiendo lo que Dean me intentaba decir, porque yo mismo lo he experimentado con series que me encantaban. No podía esperar a que saliese el siguiente número.
Pero déjame decirte algo sobre la novela gráfica de Killraven, si cada número de la serie hubiese tenido un aspecto igual de bueno, habrías oído hablar mucho más de esa perra de Don McGregor.
CB Jason: Es el único problema de leer el Essential, Daniel, que sencillamente la propia novela gráfica es mucho más vistosa.
McGregor: Nos dieron espacio suficiente como para contar la historia, y la edición impresa fue una maravilla, de forma que se podía ver perfectamente el dibujo de Craig. Creo que la colorista fue Petra Goldberg. Me quiero disculpar con ella, porque tuvo encima tanto a Don McGregor como a Craig Russell dándole ideas muy claras de lo que queríamos. Ella quiso escuchar lo que le decíamos, y siempre y cuando la dejásemos utilizar el color púrpura (a Petra parecía encantarle), todo parecía marchar bien.
Me gustaría decir una cosa más sobre Craig Russell. Craig siempre le fue leal al proyecto. Fuimos amigos a lo largo de toda la etapa. Lo mismo ocurrió con Billy. Me parece muy importante. Porque te enfrentas a tantas cosas cuando estás en el centro de la creación de algo, que en mitad de esa batalla siempre tienes que reconocer cuando cualquiera de las cosas por las que pasas no terminan cargándose la amistad.
Cuando apareció la novela gráfica de Killraven me llamó Archie. Como sabe la mayoría de la gente que ama los cómics, al dibujante se le paga una tasa por página mayor que al guionista. No recuerdo los entresijos, pero como a Craig le pagaron más que a mí, cuando llegaron los royalties a mí me dieron más que a Craig. Archie me llamó para decirme que Craig le había llamado al respecto. También me dijo que yo no estaba obligado a hacer nada. Que formaba parte del contrato. Le dije a Archie que le diese a Craig lo que él creyese que le parecía correcto, que a mí me parecía bien. No quería que nuestra relación se agriara después de todo lo que habíamos hecho juntos a lo largo de los años.
CB Jason: Volvamos sobre la relación entre M'Shulla y Carmilla.
CB Daniel: ¡Esa es la historia que quiero escuchar!
McGregor: Antes de que Craig fuese elegido para dibujar la serie, yo había escrito varias secuencias con ambos personajes para los sucesivos números, para despachar así el problema de que la serie fuese bimensual. Creo que había guionizado dos o tres números, no muchos más, y el editor me llamó para que acudiese a su oficina. Había un dibujante que había hablado con él porque, como se había dado cuenta de que no estábamos colaborando estrechamente en la serie, quería dejarla. No quería dibujar el título. Y el editor quería saber si yo estaba al tanto.
Sé que es pronto como para hablar sobre el tema, porque llevo dándole muchas vueltas hasta que por fin me he dado cuenta de cómo funcionaban las cosas. Lo que quería hacer no era suficiente. Tenía que encontrar la forma de que lo que aparecía en papel fuese toda una realidad y ponérsela al lector en las manos.
Ahora, si yo hubiese dicho que quería seguir adelante con lo que tenía pensado y ellos me hubiesen dicho que “no”, en ningún caso podría haber seguido en la serie. Me habría quedado estancado. Si lo intentaba, tendría que desafiarlos abiertamente, y nunca imprimirían la historia de la forma en la que realmente quería que se editase.
¿Y cómo llegas de un sitio al otro?
En esa época les dije que esas secuencias se parecían a la relación de Modesty Blaise y Willy Garvin. Referirme a la tira de periódico de Peter O'Donnell era una buena forma de que la gente del comic book entendiese lo que quería hacer.
Eso me hizo ganar algo de tiempo. Y tenía la esperanza de que los lectores empezaran a preguntarme en la sección de correo, "Don, ¿cuándo vas a permitir que estén juntos los dos?", mientras la serie proseguía su andadura.
De Stan Lee sabía que verdaderamente quería que Marvel fuese la primera en hacer las cosas en el medio del cómic, le gustaba la reputación que tenía Marvel de vanguardista que se había ido construyendo a lo largo del tiempo. Sabía que la única forma de hacer algo parecido a un beso interracial, era con Stan dando su aprobación.
Pero no podía acudir a pedir ayuda a Stan pasando a la editorial por encima. Si existe una regla no escrita sobre lo que se puede y no se puede hacer en los cómics, esa es la que tiene que ver con el protocolo. Si lo rompes, especialmente si estás trabajando en el staff, tienes que pensar que vas a seguir trabajando con esa gente de forma regular. ¡Y que van estar absolutamente cabreados! Casi supone una declaración de guerra, y si la haces te estarán vigilando más estrechamente y con una animosidad mucho mayor. Yo trabajaba cerca de los Recintos Consagrados de la editorial, por lo que los riesgos potenciales que existían a mi alrededor hacían que me la estuviese jugando.
Esperé hasta que creí que ya habían llegado cartas suficientes, y luego me fui a la editorial y pregunté si podía reunirme con Stan para poder charlar sobre el número. Sentía que esa era la forma correcta para hacer que Stan se interesara en lo que yo intentaba, apelar a ese deseo de que Marvel siempre fuese la primera en el cómic. Los rumores contaban que DC iba a sacar un beso interracial en uno de sus cómics románticos que no eran de continuará mensual. No tengo ni idea de si llegaron a hacerlo, pero cuando me reuní con Stan me las arreglé para que supiera que DC estaba contemplando la idea, y le dije: "¿No sería vergonzoso que DC dispusiera de una pareja interracial antes que Marvel?" Bueno, claramente Stan no quería algo así. Redondeé lo que estaba diciendo volviendo sobre el tema y diciéndole que si eso era posible y llegaban a hacerlo, sería una vergüenza que DC fuera la primera, cuando a los fans les encantaba que Marvel fuese siempre en vanguardia.
Stan me preguntó, "Pero ella es blanca, ¿no, Don? ¿No podría ser verde?"
Me encogí de hombros. Me encogí en plan: "qué se le va a hacer" y le contesté: "Pero Carmilla no es verde. No se puede convertir en verde de repente."
Stan estaba preocupado por el hecho de que algunos Estados del Sur mostraran el número en una reunión de la PTA [Parent-Teacher Association] y protestaran por lo que estaban leyendo sus hijos.
Al final decidimos que claro que se podía hacer, pero que la viñeta en la que M´Shulla y Carmilla se besaban debía estar coloreada con tonos que se solaparan entre sí, lo que en la práctica significaba que los dos personajes aparecerían coloreados de un sólo color, ambos de morado o algo parecido. De esa forma, supongo, pensaban que se evitaba que alguien cogiera esa página y despotricara enojadísimo acerca de la pureza racial o lo que demonios que sea que solían hacer.
Y entonces, justo cuando el cómic estaba a punto de salir, llegaron copias sin la portada, puede que con no más de un día o dos de antelación. Era la época en la que la editorial miraba concienzudamente los interiores del cómic. En cuanto revisaron Amazing Adventures nº 31, "The Day the Monuments Shattered", me llamaron para que acudiese a la oficina de los editores de inmediato. La puerta estaba cerrada. Eso siempre era mala señal. Realmente no sabía qué iba a ocurrir esta vez, pero habíamos tenido otra discusión por culpa del elenco completamente negro que aparecía en "La Furia de la Pantera", así que no podía ser lo mismo de nuevo. Y no lo fue. Me llamaron por lo del beso.
El editor sostuvo Killraven frente a mí, y ahí estaban M´Shulla y Carmilla abrazados con un bonito coloreado de Petra Goldberg que definía perfectamente la idea que se les había ocurrido a Don McGregor y a Craig Russell. ¡Y sin los colores superpuestos!
"¿No lo están?", le pregunté con los ojos como platos y levantándome de mi asiento para poder ver mejor el cómic. Porque se podía ver claramente que no lo estaban, "¿cómo demonios ha podido ocurrir?"
"Bueno, déjame fijarme de nuevo, supongo que nadie se ha dado cuenta. Pero ya sabes, el coloreado queda bastante bonito, ¿no es cierto?"
Pero aquí está lo bueno: el cielo no cayó sobre la cabeza de nadie. Ese beso no inundó la oficina con correo de odio. Aparentemente no hizo daño a las ventas, aunque tampoco hizo que subieran. Pero así fue como las parejas interraciales aparecieron en los cómics Marvel, y facilitó que gente de todo tipo apareciese representada en el medio. La batalla no iba a ser tan dura la próxima vez.
Eso sí, todas estas cosas tienen su coste en lo personal. Tienes que mantenerte firme e intentar decir la verdad como narrador. Las peleas se sucedían en ambas series, Jungle Action y Amazing Adventures.
CB: Es muy parecido a esa historia que me constaste sobre la Pantera Negra y el beso de "La Furia de la Pantera". Una historia muy similar.
McGregor: ¿Te refieres al trasfondo?
CB: Claro. La forma en que querían difuminarlo todo.
McGregor: Si, bueno, en los cómics el sexo siempre te puede meter en problemas. Mira lo violentas que eran esas escenas de Killraven.
(Continuará)
CB Daniel: Bueno, a mí me encanta, tío.
McGregor: Me encanta ese número y me gusta mucho cómo lo dibujó Craig. He leído y escuchado a mucha gente un montón de teorías o declaraciones sobre lo que podía significar esa historia. John Warner dijo que funcionaba mejor con un cierto tipo de música puesta de fondo que densificara el número. Creo que a título individual, cada lector es capaz de proyectar su experiencia vital en él, y para muchos tiene un significado profundo. Otros se preguntan por qué demonios provoca tanto furor. Cualquiera que niegue que esa época fue única para el cómic porque fuimos capaces de hablar con nuestra propia voz, entonces se estará fijando en el medio desde el prejuicio.
Al parecer, algunas personas leen estos cómics y aún les provocan reacciones extremas. Algunos afirman enfáticamente que son geniales y que sus historias siguen resonando, y que han seguido siendo importantes todos estos años. Otros sacuden la cabeza y murmuran que les parecen blasfemias. Pero es mejor separarlo del acto de sentarse y escribir las historias porque no se puede, o no se debería, pensar en cómo va a interpretarlas la gente mientras las creas. Tienes que bloquear todo excepto la historia que estás escribiendo, de lo que trata, y pensar en quiénes son los protagonistas que viven en la historia, y qué es lo que facilita que te decidas a dedicarles tanto tiempo y energía de tu vida.
¿Qué sentíais vosotros respecto al camino que estaba siguiendo Killraven en cada número y en el conjunto de la obra?
CB Jason: Daniel, ha sido la primera vez que te lees la serie, así que tengo curiosidad por escuchar lo que piensas.
CB Daniel: Bueno, cuando empecé a leer los Essential fue como, "¿qué es esto", pero luego Don y Craig empezaron a encajar las cosas, aunque no sé exactamente cuándo. Puede que en el número 27, "The Death Breeders”, cuando el cómic se amplió muchísimo. El dibujo, el guión, los diseños, todo se convirtió en parte de algo mucho mayor. "¡Oh, no, no sólo es una pequeña narración enloquecida." Sencillamente se transformó en mucho más.
CB Jason: Me encanta la humanidad que muestran Adán y Eva en "The Death Breeders,” cuando al final Eva tiene la temeridad de demostrar sentimientos por la niña que acarrea. Me encanta esa pareja. En esencia son personajes de usar y tirar, pero conseguiste que pareciesen reales.
McGregor: ¿Te das cuenta de que cuando hablamos sobre el hecho de que "The Death Breeders " siga existiendo, lo más increíble es que esa serie lograse existir en ese periodo de tiempo concreto? Ni siquiera sé cómo llegamos tan lejos, pero te puedo decir lo siguiente: fue la primera historia que se inspiró realmente en la obra de HG Wells. Antes de empezar a escribir, no me había leído La Guerra de los Mundos. En la novela había una sección que hacía referencia a cómo criaban los alienígenas que ocupaba unos párrafos. Los personajes se dirigen a algún lugar y charlan acerca de que los marcianos tienen un sitio donde los humanos están siendo criados como delicias culinarias o algo por el estilo. Así que la idea básica para la historia fue la única que tuvo algo que ver con HG Wells.
Y aquí tenemos otra de esas cosas que nunca voy a entender. No hubo problemas para sacar la historia. Las páginas pasaron el control, y el único comentario que recuerdo fue de Johnny Romita al ver una página en la que Eva aparecía con el aspecto de estar embarazada de nueve meses, "¿Tiene que estar ASÍ de embarazada?"
CB: Estaba muy embarazada.
McGregor: Y quisieron quitar algunos trazos, estrechar las líneas de sus ropas. Pero si al final lo hicieron, fue un cambio bastante menor. La silueta que aparecía en la Furia de la Pantera, la imagen del protagonista y de Mónica Lynne, produjo una reacción más visceral.
Sabía que Sue Storm también se había quedado embarazada en los Cuatro Fantásticos, pero en sus últimos meses de embarazo aparecía muy poco. O quizá se había escondido detrás de un mueble o se había vuelto invisible. En cuanto a Eva, cualquiera se daba cuenta de que estaba lista para dar a luz.
Incluso el Comics Code Authority no dijo nada. Si le doy una vuelta, supongo que para muchos de los que trabajaban allí la historia tan sólo era un trabajo más. Mientras no pusieras demasiado descaro en la viñeta, la mayoría de las veces ni siquiera prestaban atención ni se daban cuenta de lo que realmente estaba ocurriendo en la serie. Por supuesto, podría argumentar que las secuencias entre Eva, Adán y Atalón eran muy descaradas, por lo que no tengo ni idea de por qué se la colamos. Seguro que perdieron la concentración de una viñeta a otra y olvidaron lo que estaba sucediendo en la anterior. Pero bueno, estoy hablando demasiado sobre el tema, ¿verdad?
CB Daniel: ¡Sí!
CB Jason: Sí, como que van a prestar atención a una página online sobre cómics.
McGregor: Um... Daniel créeme: hay gente trabajando para grandes empresas que prestan atención a lo que se dice sobre ellos en las webs de cómics. Puede que te digas que no es así>, pero en realidad sí que lo hacen. Por otro lado, el hecho de que conozcan todas las páginas sobre cómic depende de cada persona en concreto.
CB Jason: Bueno, ¡mejor que sepan cuáles son las mejores webs! ¡Las páginas de la red mejor escritas, caray! por otro lado, Daniel, ¿algún personaje te impresionó sobre el resto?
CB Daniel: Um, claro. Por algún motivo me parecía bastante familiar, pero el personaje que más me intrigaba era Old Skull. Sencillamente por su simplicidad y porque con un personaje tan sencillo se podían decir cosas bastante profundas. Casi era como un personaje cliché, como lo que decías del Mose de "Centauros del Desierto". Acabo de caer en la conexión.
McGregor: Es la primera vez que hablo sobre el tema, pero a muchos de los seguidores de la serie les encantaba Old Skull. No tenía ninguna doblez, decía las cosas sin filtros y era profundamente leal, de forma que sabías que nunca te iba a traicionar. Obviamente no era un buen candidato para trabajar en las oficinas de una editorial de cómics.
Hablar sobre Old Skull me hace pensar en "A Death in the Family". Cuando veníamos hacia aquí, antes de la entrevista, os conté que en realidad no me había leído esos números desde que acabé la novela gráfica, pero cuando alguien me pasa uno para que se lo autografíe, las cosas por las que se jodió el título y se debilitó innecesariamente, y todos los errores que me levantaron dolor de cabeza, vuelven a mi mente de inmediato.
Me gusta mucho el intrincado y efectivo dramatismo del dibujo de Craig. Recuerdo que se lo curró muchísimo en la serie.
Desde el principio decidí que quería abordar la escritura de la historia a base de textos de apoyo. Uno de mis cómics favoritos de todos los tiempos es El Príncipe Valiente de Hal Foster, reeditado recientemente por Fantagraphics. A menudo, cuando se utilizan los cuadros de texto ocurre que se eliminan todas las referencias subjetivas. Quería que los textos de apoyo fuesen muy subjetivos y que además se integrasen en el dibujo y no fuera parecido, que fuesen un reflejo de lo que estaba sucediendo en el interior de los personajes.
Durante un puñado de números me preocupó un poco que, aunque estaba escribiendo acerca de una guerra, ninguno de los principales personajes moría en la historia. No quería que el título diese la impresión de que sólo las personas que odias o que no te gustan, o que no te importan, eran asesinadas o sufrían heridas. Es una mentira que la cultura pop muestra demasiado a menudo. Por lo tanto, la única forma que tenía de resolver esa batalla creativa interna fue haciendo que muriese uno de los Hombres Libres.
El problema es que me gustaban todos los personajes, y todos tenían un gran potencial y aportaban algo diferente a la serie. Entonces, ¿quién era el elegido? Había invertido demasiado tiempo en M'Shulla y Carmilla Frost, y estaba cerca de conseguir que Marvel consintiera una relación interracial en el cómic que no habría forma de escribir en otro sitio en ese momento.
También le había prometido a Craig que nunca mataría a Old Skull.
CB: Al verlo en retrospectiva casi parece como si matar a Grok era demasiado fácil. De todas formas ya estaba herido y parecía que no se iba a recuperar. De eso me gustaría charlar, ¿por qué mataste a Hawk?
McGregor: Mientras estaba diseñando el arco argumental sobre el hermano de Killraven y Yellowstone, las decisiones que iba tomando no eran tan orgánicas como pudiese parecer, y surgieron una gran cantidad de problemas que no sabía que me iba a encontrar.
Elegí a Hawk a regañadientes porque seguía comprometido con esa idea de que debería enseñar cuáles son las pérdidas que se suelen producir en una guerra. Pero al mismo tiempo también estaba investigando la cultura de los Navajos y quería explorar más a fondo. El problema es que teníamos un equipo de secundarios limitado, y la muerte de Grok no tuvo el mismo impacto que si hubiese sido la de alguien de la pandilla central.
¡Oh! ¡Parece que va a morir ese personaje!, no, te equivocas, ¡aunque sí que era así! Quería comprobar si el aparente fallecimiento de Old Skull le afectaría a Alex, así que me traje las primeras cinco páginas del guión para que se las leyera y me volví a mi oficina.
Cuando hago una entrevista como ésta, siempre me acuerdo de muchas anécdotas personales, cosas que me hacen sonreír. En aquel momento acababa de escribir la quinta página de "Una muerte en la familia." Mi amigo Alex Simmons, que muchos conocen como el creador del cómic Blackjack y que interpretó a Denning en la película “Detectives Inc.”, siempre se quedaba en mi casa. Así que le entregué a Alex las primeras cinco páginas para que se las leyera y me volví a la oficina.
Estaba sentado, probablemente tratando de averiguar lo que iba a pasar a continuación, y entonces Alex entró a la carga, saltó sobre mí y me tiró de la silla al suelo. Me agarró de la camisa con una expresión en su rostro que mostraba incredulidad, no se podía creer que lo hubiese hecho. "¡Has matado a Old Skull! ¡Vas y matas a Old Skull!"
En ese momento no pude contestar que no me había atrevido a hacerlo. Puede que suene a locura, pero el narrador que hay en mí estaba encantado y pensaba: “¡Te pillé!” Ahora tenía que comprobar si iba a funcionar igual de bien con los lectores. De esa forma sabría si los personajes les importaban, si estaban enganchados emocionalmente, incluso aunque sólo leyesen la serie una vez cada dos meses.
Pero al recordar todo esto, aunque he olvidado gran parte de lo que estaba sucediendo mientras escribía esos números, en cuanto veo lo que no marchaba en el título, los recuerdos me asaltan de forma inmediata. En todos estos años como guionista de cómics, como creador de historias, cuando en mis páginas aparecía un error que saltaba a la vista, nadie vino y me preguntó: "Don, ¿por qué la ha fastidiado el editor?" Siempre era en plan: "¿Por qué has hecho eso? ¿En qué demonios estabas pensando?" Creo que tiene bastante que ver con lo que me sucedió con la primera página de la historia de "Una muerte en la familia."
Para empezar ese número escribí una primera frase que marcaba de inmediato el tono del resto de la historia: "La familia nuclear ha estallado."
CB Jason: Me encanta.
McGregor: Y es una gran frase de apertura. Bam, ya estás metido en la historia. Pero la editorial la cambió y por eso se podía leer algo en plan: “La Bomba Atómica cayó sobre Nagasaki," aunque sabía que “la familia nuclear había estallado” era mucho mejor. Y era mi nombre el que aparecía en algún lugar por ahí encima como guionista.
Así que la editorial decidió que nadie se iba a comprar un tebeo que estaba narrado a base de un montón de textos narrativos. No era lo que pensaba yo, pero me dijeron sus motivos. Y como algunos odiaban realmente el enfoque de ese número, se dijeron que era mejor no seguir con el siguiente, porque a menos que se hubiesen leído el maldito título, ¿cómo iban a saber que estaba narrado con todos esos textos de apoyo? Eso a menos que se hubiesen leído el cómic entero.
Así que la editorial decidió cambiar los textos de apoyo por bocadillos. Sin embargo, después de cinco páginas se dieron cuenta de que era demasiado trabajo y lo dejaron. El resto de "A Death in the Family" siguió con los textos originales que yo había escrito. En una de las viñetas los diálogos que pegaron encima no estaban en el sitio correcto. Habían bailado de tal forma que parecía que uno de los diálogos de Carmilla lo estaba diciendo el dragón. Seguro que los lectores se preguntaron: “¿qué demonios le está pasando a Don?” Aún se puede ver el diálogo pegado encima del texto.
Pero el cambio que más me fastidió vino poco después, en la escena en la que Carmilla hablaba sobre su madre y su padre, y comentaba que nunca habían llegado a casarse. De todas formas, aunque lo hubiesen hecho no habrían seguido juntos. Así que "Death-Birth" se editó sin problemas, ¡pero abruptamente decidieron que Carmilla no podía decir que sus padres no estaban casados! La editorial extirpó la frase quirúrgicamente. El editor dijo que mejor que reescribiese el diálogo, porque después de que Carmilla se topase con su madre, se volvía hacia Killraven, lo detenía y le decía: "una vez tuve un a madre". Pero en el tebeo, la frase no parecía venir a cuento. A pesar de que me prometieron corregirla, "A Death in the Family" se sigue editando con ese espacio en blanco donde antes debía estar enganchado el diálogo original de Carmilla, sin nada que lo sustituya. Así que sigo sintiéndome igual de mal que entonces. No he leído la serie en décadas, pero cada vez que me traen un número para que lo firme, esas historias consiguen arrastrarme de nuevo como si las estuviese escribiendo ahora mismo. Y nunca he tenido la oportunidad de corregirlas.
CB Jason: Suena raro, porque estabas relegado, ocupando tu propio rincón del universo [Marvel], pero al mismo tiempo te seguían prestando atención.
McGregor: Bueno, sí que lo hacían, claro. No sé cuántas veces me llamaron para que acudiera a la oficina editorial...
CB: Hablemos sobre el beso interracial entre Carmilla y M'Shulla.
McGregor: ¡De acuerdo!
CB Daniel: ¿Cómo conseguiste meterlo en la serie?
McGregor: No fue fácil. Planeaba juntarlos desde el principio, pero tenía que pensar cómo hacerlo y que me dejaran imprimirlo.
Ahora que te estoy respondiendo a la pregunta, me doy cuenta de que hay cierta gente a la que le puede resultar difícil enterarse de dónde estaba este país en 1973.
En su introducción a "The Original", la novela gráfica de Trevor von Eeden, Mike Gold escribió lo siguiente: "En 1973 el Presidente Richard Nixon declaró que las parejas interraciales debían abortar sus hijos antes de tenerlos. Nuestro presidente fue grabado diciendo: “Hay ocasiones en las que el aborto es necesario, y sé cuáles son. Cuando la pareja es blanca y negra."
En los cómics nunca se veían parejas interraciales. Tampoco parejas gays. Si era capaz de imaginarme una forma de que Marvel me dejase hacerlo, tenía planeado escribir ambos ejemplos, tanto en Killraven como en Jungle Action. Si lees ambas series, notarás que desde el principio aparecen escenas en las que M'Shulla y Carmilla están juntos, sin nadie más cerca. En Jungle Action aparecen Taku y Venomm.
Con lo de la pareja homosexual tuve que tener más cuidado. Si hubiese intentado hacerlo de sopetón, probablemente habría sido mi ultimo número mucho antes de la saga del Ku Klux Klan.
Todo esto tiene mucho que ver con tu pregunta anterior sobre los orígenes de ambas series. Cuando empezamos, había cierto número de cosas que pensar. Una fue la dirección que iban a tener las series, otra se centraba específicamente en reflexiones sobre ciertos personajes. También estaba preocupado por la periodicidad con la que se iban a editar. Las dos colecciones eran bimensuales.
Pero si escribes a Old Skull o a cualquier otro de los Hombres Libres en un número concreto, significa que los lectores no lo volverán a ver hasta dentro de cuatro meses. Si los escribes durante dos números seguidos, básicamente pasará medio año durante el que estarán perdidos. Es un periodo muy largo como para que el público continúe enganchado emocionalmente al personaje.
Eso siempre me había preocupado, no solo hablo de M'Shulla y Carmilla, sino de todos.
Fue uno de los retos que se me presentaron en cada número, presentar a los personajes a los nuevos lectores, no solo para no repetirme, sino para encontrar nuevos aspectos que hiciesen que los lectores se involucrasen cada vez. Me fijaba en la situación donde se habían quedado anteriormente y enseñaba cómo respondían ante la misma, y quizá dejaba entrever otro ángulo de la historia que no se había visto antes.
Mientras estaba inmerso en el proceso de escritura de la novela gráfica de Killraven, años después del ultimo número de la serie, Dean Mullaney me dijo que no importaba lo que hiciéramos Craig y yo, pero que no podíamos hacer lo mismo que habíamos hecho en la serie, y no sólo porque la novela fuese una historia independiente en sí misma, sino porque tampoco había nadie esperando, esperando y esperando durante dos meses a que saliera el siguiente número. No existía ese factor de anticipación. Cuando se edita una serie de forma regular, se tiene la sensación de que la historia se va construyendo poco a poco. En una novela gráfica sabes lo que ocurre en el tomo de principio a fin. Es un desafío diferente.
Entiendo lo que Dean me intentaba decir, porque yo mismo lo he experimentado con series que me encantaban. No podía esperar a que saliese el siguiente número.
Pero déjame decirte algo sobre la novela gráfica de Killraven, si cada número de la serie hubiese tenido un aspecto igual de bueno, habrías oído hablar mucho más de esa perra de Don McGregor.
CB Jason: Es el único problema de leer el Essential, Daniel, que sencillamente la propia novela gráfica es mucho más vistosa.
McGregor: Nos dieron espacio suficiente como para contar la historia, y la edición impresa fue una maravilla, de forma que se podía ver perfectamente el dibujo de Craig. Creo que la colorista fue Petra Goldberg. Me quiero disculpar con ella, porque tuvo encima tanto a Don McGregor como a Craig Russell dándole ideas muy claras de lo que queríamos. Ella quiso escuchar lo que le decíamos, y siempre y cuando la dejásemos utilizar el color púrpura (a Petra parecía encantarle), todo parecía marchar bien.
Me gustaría decir una cosa más sobre Craig Russell. Craig siempre le fue leal al proyecto. Fuimos amigos a lo largo de toda la etapa. Lo mismo ocurrió con Billy. Me parece muy importante. Porque te enfrentas a tantas cosas cuando estás en el centro de la creación de algo, que en mitad de esa batalla siempre tienes que reconocer cuando cualquiera de las cosas por las que pasas no terminan cargándose la amistad.
Cuando apareció la novela gráfica de Killraven me llamó Archie. Como sabe la mayoría de la gente que ama los cómics, al dibujante se le paga una tasa por página mayor que al guionista. No recuerdo los entresijos, pero como a Craig le pagaron más que a mí, cuando llegaron los royalties a mí me dieron más que a Craig. Archie me llamó para decirme que Craig le había llamado al respecto. También me dijo que yo no estaba obligado a hacer nada. Que formaba parte del contrato. Le dije a Archie que le diese a Craig lo que él creyese que le parecía correcto, que a mí me parecía bien. No quería que nuestra relación se agriara después de todo lo que habíamos hecho juntos a lo largo de los años.
CB Jason: Volvamos sobre la relación entre M'Shulla y Carmilla.
CB Daniel: ¡Esa es la historia que quiero escuchar!
McGregor: Antes de que Craig fuese elegido para dibujar la serie, yo había escrito varias secuencias con ambos personajes para los sucesivos números, para despachar así el problema de que la serie fuese bimensual. Creo que había guionizado dos o tres números, no muchos más, y el editor me llamó para que acudiese a su oficina. Había un dibujante que había hablado con él porque, como se había dado cuenta de que no estábamos colaborando estrechamente en la serie, quería dejarla. No quería dibujar el título. Y el editor quería saber si yo estaba al tanto.
Sé que es pronto como para hablar sobre el tema, porque llevo dándole muchas vueltas hasta que por fin me he dado cuenta de cómo funcionaban las cosas. Lo que quería hacer no era suficiente. Tenía que encontrar la forma de que lo que aparecía en papel fuese toda una realidad y ponérsela al lector en las manos.
Ahora, si yo hubiese dicho que quería seguir adelante con lo que tenía pensado y ellos me hubiesen dicho que “no”, en ningún caso podría haber seguido en la serie. Me habría quedado estancado. Si lo intentaba, tendría que desafiarlos abiertamente, y nunca imprimirían la historia de la forma en la que realmente quería que se editase.
¿Y cómo llegas de un sitio al otro?
En esa época les dije que esas secuencias se parecían a la relación de Modesty Blaise y Willy Garvin. Referirme a la tira de periódico de Peter O'Donnell era una buena forma de que la gente del comic book entendiese lo que quería hacer.
Eso me hizo ganar algo de tiempo. Y tenía la esperanza de que los lectores empezaran a preguntarme en la sección de correo, "Don, ¿cuándo vas a permitir que estén juntos los dos?", mientras la serie proseguía su andadura.
De Stan Lee sabía que verdaderamente quería que Marvel fuese la primera en hacer las cosas en el medio del cómic, le gustaba la reputación que tenía Marvel de vanguardista que se había ido construyendo a lo largo del tiempo. Sabía que la única forma de hacer algo parecido a un beso interracial, era con Stan dando su aprobación.
Pero no podía acudir a pedir ayuda a Stan pasando a la editorial por encima. Si existe una regla no escrita sobre lo que se puede y no se puede hacer en los cómics, esa es la que tiene que ver con el protocolo. Si lo rompes, especialmente si estás trabajando en el staff, tienes que pensar que vas a seguir trabajando con esa gente de forma regular. ¡Y que van estar absolutamente cabreados! Casi supone una declaración de guerra, y si la haces te estarán vigilando más estrechamente y con una animosidad mucho mayor. Yo trabajaba cerca de los Recintos Consagrados de la editorial, por lo que los riesgos potenciales que existían a mi alrededor hacían que me la estuviese jugando.
Esperé hasta que creí que ya habían llegado cartas suficientes, y luego me fui a la editorial y pregunté si podía reunirme con Stan para poder charlar sobre el número. Sentía que esa era la forma correcta para hacer que Stan se interesara en lo que yo intentaba, apelar a ese deseo de que Marvel siempre fuese la primera en el cómic. Los rumores contaban que DC iba a sacar un beso interracial en uno de sus cómics románticos que no eran de continuará mensual. No tengo ni idea de si llegaron a hacerlo, pero cuando me reuní con Stan me las arreglé para que supiera que DC estaba contemplando la idea, y le dije: "¿No sería vergonzoso que DC dispusiera de una pareja interracial antes que Marvel?" Bueno, claramente Stan no quería algo así. Redondeé lo que estaba diciendo volviendo sobre el tema y diciéndole que si eso era posible y llegaban a hacerlo, sería una vergüenza que DC fuera la primera, cuando a los fans les encantaba que Marvel fuese siempre en vanguardia.
Stan me preguntó, "Pero ella es blanca, ¿no, Don? ¿No podría ser verde?"
Me encogí de hombros. Me encogí en plan: "qué se le va a hacer" y le contesté: "Pero Carmilla no es verde. No se puede convertir en verde de repente."
Stan estaba preocupado por el hecho de que algunos Estados del Sur mostraran el número en una reunión de la PTA [Parent-Teacher Association] y protestaran por lo que estaban leyendo sus hijos.
Al final decidimos que claro que se podía hacer, pero que la viñeta en la que M´Shulla y Carmilla se besaban debía estar coloreada con tonos que se solaparan entre sí, lo que en la práctica significaba que los dos personajes aparecerían coloreados de un sólo color, ambos de morado o algo parecido. De esa forma, supongo, pensaban que se evitaba que alguien cogiera esa página y despotricara enojadísimo acerca de la pureza racial o lo que demonios que sea que solían hacer.
Y entonces, justo cuando el cómic estaba a punto de salir, llegaron copias sin la portada, puede que con no más de un día o dos de antelación. Era la época en la que la editorial miraba concienzudamente los interiores del cómic. En cuanto revisaron Amazing Adventures nº 31, "The Day the Monuments Shattered", me llamaron para que acudiese a la oficina de los editores de inmediato. La puerta estaba cerrada. Eso siempre era mala señal. Realmente no sabía qué iba a ocurrir esta vez, pero habíamos tenido otra discusión por culpa del elenco completamente negro que aparecía en "La Furia de la Pantera", así que no podía ser lo mismo de nuevo. Y no lo fue. Me llamaron por lo del beso.
El editor sostuvo Killraven frente a mí, y ahí estaban M´Shulla y Carmilla abrazados con un bonito coloreado de Petra Goldberg que definía perfectamente la idea que se les había ocurrido a Don McGregor y a Craig Russell. ¡Y sin los colores superpuestos!
"¿No lo están?", le pregunté con los ojos como platos y levantándome de mi asiento para poder ver mejor el cómic. Porque se podía ver claramente que no lo estaban, "¿cómo demonios ha podido ocurrir?"
"Bueno, déjame fijarme de nuevo, supongo que nadie se ha dado cuenta. Pero ya sabes, el coloreado queda bastante bonito, ¿no es cierto?"
Pero aquí está lo bueno: el cielo no cayó sobre la cabeza de nadie. Ese beso no inundó la oficina con correo de odio. Aparentemente no hizo daño a las ventas, aunque tampoco hizo que subieran. Pero así fue como las parejas interraciales aparecieron en los cómics Marvel, y facilitó que gente de todo tipo apareciese representada en el medio. La batalla no iba a ser tan dura la próxima vez.
Eso sí, todas estas cosas tienen su coste en lo personal. Tienes que mantenerte firme e intentar decir la verdad como narrador. Las peleas se sucedían en ambas series, Jungle Action y Amazing Adventures.
CB: Es muy parecido a esa historia que me constaste sobre la Pantera Negra y el beso de "La Furia de la Pantera". Una historia muy similar.
McGregor: ¿Te refieres al trasfondo?
CB: Claro. La forma en que querían difuminarlo todo.
McGregor: Si, bueno, en los cómics el sexo siempre te puede meter en problemas. Mira lo violentas que eran esas escenas de Killraven.
(Continuará)











1 comentario:
Estupenda entrevista. Y gracias por tomarte el trabajo de traducirla.
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