viernes, 17 de abril de 2015

TINTA INVISIBLE, LOS INVISIBLES NÚMERO 1, VOLUMEN 1.

TINTA INVISIBLE, LOS INVISIBLES NÚMERO 1, VOLUMEN 1.

(El siguiente texto está copiado de aquí, donde alguno de los colaboradores de esta casilla en la net lo tradujo estupendamente. También he incluido la introducción porque explica bien qué era exactamente "Tinta Invisible". En las sucesivas semanas iré posteando la traducción del Correo de los Lectores de los siguientes números de LOS INVISIBLES que he ido traduciendo en facebook.)

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Desde el primer número de LOS INVISIBLES, la página de correo, titulada Tinta Invisible, fue algo más que un espacio para imprimir y contestar cartas de los lectores. Grant Morrison la convirtió en su propio foro personal, estableciendo un ejemplo que luego seguirían Garth Ennis con Gone to Texas, el estupendo, retorcido y sincero correo de PREACHER, y Warren Ellis, que dispensó sabiduría y mala leche a partes iguales desde Subway, el correo de TRANSMETROPOLITAN. La comunicación que se estableció entre autor y lectores en Tinta Invisible fue realmente intensa y personal. Se hablaba de música, drogas, cine, literatura, ciencia, psicoterapia, gatos o Magia del Caos prácticamente con tanta frecuencia como de la propia trama de LOS INVISIBLES o del morbo que tenían King Mob o Lord Fanny.

Tinta Invisible se convirtió en un complemento de la historia y en ocasiones arrojó luz sobre ella. Por ejemplo, cuando Morrison relató a los lectores con pelos y señales los pormenores de la grave enfermedad que casi le cuesta la vida. Para que podáis entender por qué los que leyeron LOS INVISIBLES aún siguen hablando de Tinta Invisible, en estas páginas os ofreceremos unas muestras. Para completar su obra más querida, Grant Morrison se abrió casi literalmente las venas, pero de ellas no salió sangre.

Salió tinta...


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TINTA INVISIBLE: Invisibles nº1 USA

Hasta que Vertigo suprimió a finales de 1998 las páginas dedicadas al correo de sus colecciones, Grant Morrison contestó religiosamente las cartas dirigidas a Tinta Invisible mes tras mes, excepto en las contadas ocasiones en que, por causas de fuerza mayor, su amigo Mark Millar o el dibujante Phil Jiménez tomaron el relevo. En LOS INVISIBLES todo fue excepcional, hasta el correo. Solamente los ejemplos valen para transmitir la vibración de Tinta Invisible. Transcribimos en primer lugar la bienvenida que Grant Morrison ofreció al incauto lector del número 1 de LOS INVISIBLES, allá en el verano de 1994. Maestro...



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"Has llegado en el momento oportuno. Vamos a celebrar una pequeña fiesta. ¿Te gusta... ya sabes qué?"

DESTRUYE ESTE TEBEO

Ese es mi consejo. Cuando hayas acabado de leer el número 1 de LOS INVISIBLES, rómpelo, quémalo, dáselo a tus lagartos para que se lo coman, escóndelo en el maletero de un coche robado y empújalo desde lo alto de un puente. Te sentirás bien, créeme. Es sólo un tebeo, después de todo. ¿Necesitas más cosas de éstas embarullándote la vida? ¿Realmente necesitas vivir encadenado a una montaña de peso muerto en forma de papel? El mes que viene habrá otro, al fin y al cabo, y es muy posible que tus recuerdos de éste tebeo sean mucho mejores que el tebeo en sí. Así que adelante. Hazlo. Y cuando lo hayas hecho, ve a por el resto de tus tebeos. "¡Muerte a los "especuladores!"

EXCÉDETE EN LA DOSIS

Como de costumbre, al no tener cartas para rellenar las páginas de texto del primer número, me veo obligado a divagar un rato, ofreciendo algo de información en torno a la creación del artículo que sostienes en tus manos en estos momentos y presentando al equipo creativo. Siempre consciente de la obligación del escritor de proyectar al menos una ilusión de glamour y sofisticación, estoy escribiendo estas notas en el Boulevard Pomare, en la parte baja de Papeete, vientos cambiantes agitando las hojas de las palmeras, un fresco rocío de lluvia cálida, olas blancas en el agua verde, nubes difuminando el dentado horizonte volcánico de la isla de Moorea allá en la lontananza. Un domingo perezoso en el paraíso. Bebiendo espressos con la mano izquierda, "destornilladores" con la derecha, en un intento de desconectar los hemisferios de mi cerebro. El vodka con naranja no parece que combine muy bien. Sabe raro y huele como si algo se hubiera cagado en mi vaso. Lo único que se puede hacer, supongo, es seguir bebiendo hasta que pierda el sentido del olfato completamente. Lo mejor de escribir es que lo puedes hacer en cualquier lugar, y cualquier lugar es, por supuesto, mi lugar favorito.

Desde que acabé DOOM PATROL en el 92, he pasado mucho tiempo viajando y recargando mis baterías con nuevos paisajes, nuevos sonidos, nuevos problemas gástricos. (Y ahora está lloviendo de verdad, cayendo en espesos velos ondulantes, gotas tan grandes como pasas golpeando contra la madera. Diez minutos después las nubes han pasado y aparece el sol. El aire ionizado huele a polvo quemado, saturado de oxígeno. Empapado y refrescado, el follaje es ahora de un verde vívido y grandes yates toman el sol en la bahía, esperando a ser infiltrados por James Bond en cualquier momento). Estos viajes en lo que es generalmente reconocido como el mundo "real", fueron equilibrados y enriquecidos mediante extensivos... um, viajes interiores, diseñados para generar lo que Rimbaud tan apropiadamente dio en llamar "la sistemática alteración de los sentidos". Durante este periodo, también me sentí, para ser brutalmente franco, afectado por la respuesta a DOOM PATROL, a la cual quise como un padre quiere a un hijo dotado e incomprendido, pero que fue o bien implacablemente fustigada por los críticos, o bien completamente ignorada. Así pues, sentí la necesidad de alejarme de los tebeos durante un tiempo, un tiempo para recuperarme y replantearme mi forma de enfocar el trabajo. Emergí de este crisol alquímico con varias pequeñas libretas negras llenas de ideas -el inminente one-shot de FLEX MENTALLO, por ejemplo- y también LOS INVISIBLES, que ya tienes aquí mismo. Vagabundear locamente a lo largo y ancho del globo en estados de delirio puede ser altamente instructivo en muchos aspectos, pero me acabé dando cuenta de que echaba de menos la sencilla disciplina de escribir un tebeo mensual, así como la excitación de la reacción de los lectores.

Lo cual nos lleva hasta donde estamos ahora.

LOS INVISIBLES es en lo que me voy a concentrar durante el futuro inmediato, y creo que al fin he encontrado un concepto lo suficientemente amplio como para dar cabida a todas las ideas que he tenido y que de otra forma acabarían esparcidas en una sucesión de one-shots y especiales. Aunque tenemos un grupo central de personajes, cualquiera puede pertenecer u oponerse a los Invisibles, lo cual me da la oportunidad de contar historias ubicadas a lo largo del tiempo y de los géneros, historias que eventualmente acabarán unificándose, y que se revelarán como un trémulo tapiz holográfico a gran escala.

Generalmente, las historias más largas presentaran las actividades de nuestros protagonistas principales, mientras que las unitarias explorarán las vidas de varios individuos, ordinarios y extraordinarios, atrapados en la red de conspiraciones que se extiende desde los callejones de tu ciudad hasta el oscuro planeta verdeazul que orbita Alpha Centauri y más allá, traspasando el horizonte de la superesfera del espaciotiempo. Éste es el tebeo que he querido escribir toda mi vida -un tebeo sobre "todo": acción, filosofía, paranoia, sexo, magia, biografía, viaje, drogas, religión, OVNIs... puedes hacer tu propia lista. Y cuando alcance su conclusión, en algún punto del camino, prometo revelar quién domina el mundo, por qué nuestras vidas son como son, y qué pasa exactamente cuando nos morimos. Entretanto, envíanos tus comentarios, tus sueños, tus recetas, tus cartas de amor, correo chiflado, o lo que sea. Lo leeré todo y responderé a tantos como pueda aquí, en Tinta Invisible.

DELIRIO HOMICIDA

Tengo un sueño: En algún lugar ahí fuera, niños de catorce años están comenzando a recelar, comenzando a comportarse de forma rara y cabreada y salvaje. Pronto estarán cortándose el pelo con escalpelos sin afilar, tomando drogas que aún no han sido sintetizadas, haciendo música que aterrará a cualquiera mayor de veintiuno. Tengo un sueño. Y me gustaría ser el primero en saludar a les enfants du siècle.

"¡NO!, ¡YO SOY ESPARTACO!"

Grant Morrison mide algo más de uno ochenta y tiene el pelo de color marrón oscuro y ojos de color avellana. Su color favorito es el turquesa. Sus alimentos favoritos son el chocolate, las patatas fritas con sal y vinagre, las ensaladas y el estiércol picante de importación. Tiene una cicatriz de apendicetomía. Su mamá se llama Agnes, su papá se llama Walter y su hermana se llama Leigh. Su animal favorito es un gato y su chica favorita se llama Magdalena. Está soltero, es heterosexual (con posibles tendencias homosexuales latentes), y actualmente se encuentra bastante saludable. Su trabajo ha sido descrito como "incoherente". Eso es todo lo que hay que saber de él.

Steve Yeowell es uno de los mayores artistas de la historieta y un amigo personal del autor. Es un enamorado del mundo moderno y vive con su novia Jill en un mundo de interminables fiestas a la luz de los neones. Aparte de eso, no hay mucho que decir sobre Steve.

Rian Hugues, ilustrador de la primera portada y diseñador del logo de LOS INVISIBLES, es el tipo de joven educado y típicamente británico al que confiarías la virtud de tu hija adolescente, ¡pero te estarías equivocando, Profesor! ¡Terriblemente!¡Porque Rian es un loco por el sexo! ¡Es un maníaco del sexo! Este Don Juan venera el sexo en todas sus variantes. Los priápicos apetitos de este Casanova, este lujurioso Lothario, rendirían exhaustas incluso a las más entusiastas diosas del amor tántrico. La hija de ningún hombre está a salvo con Romeo Rian Hugues. ¡Oíd mi aviso!

Grant Morrison

Tahití, marzo 1994

1 comentario:

Iñaki Aragón dijo...

Qué buena onda! Gran iniciativa!

Quedo atento a las próximas traducciones del correo.

¡Muchísimas gracias!

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