Entrevista realizada por Gary Groth para The Comics Journal nº 152 (1992). Traducida por Frog2000. Parte 1.
Groth: Me parece que lo que está ocurriendo en gran parte de la cultura no es tanto que los cómics se han convertido en algo lo suficientemente bueno como para ser asimilados por la cultura mainstream, sino que ésta ha degenerado hasta llegar al nivel de los cómics... La cultura mainstream se ha convertido en un producto lo suficientemente burdo e infantil como para aceptar los cómics.
Moore: Puede que tengas razón. Las dos líneas llevan convergiendo entre sí durante mucho tiempo. Por una parte, algunos cómics se han convertido en un producto lo suficientemente bueno como para merecer la atención de un cierto tipo de cultura mainstream más amplio y que merece la pena. Me refiero a Maus y algunos otros títulos. Creo que por lo general, lo que se está consiguiendo es un público cinéfilo que puede que se haya visto las películas de John Ford o de Frank Capra, o de quien sea, pero que también se ha ido alimentando lentamente con una dieta de Terminators y películas cercanas a las raíces de los comic books. Unos comic books de bajo denominador común. Terminators... todas esas grandes armas, las películas de ciencia ficción de Arnold Schwarzenegger son como comic books en movimiento. Así que hay como un pequeño paso entre Terminator y Batman. Y supongo que el público es capaz de darlo de una forma relativamente sencilla. Otro ejemplo de la forma en la que la cultura y los cómics han llegado a converger es que ambos, a similar velocidad, cada vez parecen más incoherentes. El otro día estuve echando un vistazo a un tomo recopilatorio con cómics de DC de los ´50, y Gary, ¡me lo pasé muy bien! Eran pequeñas historias idiotas y tontas, pero en realidad, vistas con cierta perspectiva, tenían mucho sentido. Tenían argumento. No sólo eran secuencias de acción intensa y violenta puestas en serie a través de unas cuantas viñetas que iban enlazándolas.
Cuando reviso los pocos cómics a los que echo un vistazo en la actualidad, percibo una increíble sensación de incoherencia, incluso me da la sensación de que el guionista y el dibujante no saben bien hacia donde debe discurrir la trama, como si se hubiesen olvidado de la mayoría de los sub-argumentos... es como una especie de paseo a través de esta moda incoherente y sin conclusiones, un número tras otro. Veo lo mismo en un montón de anuncios publicitarios contemporáneos, por ejemplo. Te da la impresión de que los publicistas ya no tienen idea alguna de a qué público se están dirigiendo, por lo que tan sólo derraman esa auténtica explosión de imágenes de MTV, sonidos y colores que en realidad no significan nada. Lo hacen con la esperanza de poder atrapar algún nicho de audiencia. Si te acuerdas, los publicistas solían decir: "este detergente lava más blanco". Me refiero a que no es una certeza, pero por lo menos sabías lo que estaban intentando hacer de una forma más simple. Era directo, podías entenderlo. Las historias de los cómics solían ser bastante sencillas, no es que contasen las historias más brillantes del mundo, pero por lo menos poseían cierta cantidad de coherencia interna.
En la actualidad, tanto los cómics como los anuncios parecen haberse internado en las tierras de nadie psicodélicas de la algarabía y la incoherencia... y me parece que esa es otra de las cosas que han hecho posible que los cómics sean más aceptados por el público en general. Creo que el cerebro de ese público se ha ido suavizando mediante el aluvión de los medios de comunicación hasta un punto en el que los cómics modernos podrían resultar bastante digeribles para ellos. Creo que por eso Mavrides indicaba algo importante de forma tan astuta.
Groth: Y entonces, ¿no te divierte hasta cierto punto la forma actual de representar las cosas por parte de los medios, con todas esas imágenes de aspecto incoherente y fragmentado, esas nuevas formas de comunicación que finalmente el público parece entender y apreciar?
Moore: No estoy diciendo que me divierta, pero me gusta la idea. Incluso se podría pensar en nuevas formas de construir cosas más optimistas mediante esos medios, ¿no es cierto?
Groth: Claro.
Moore: Bueno, ya me conoces. Soy un individuo luminoso y risueño. Me gusta creer que esta destrucción de la coherencia que parece estar en pleno proceso a lo largo de nuestra cultura forma parte de algún paso hacia un nuevo tipo de reintegración. Me gusta pensarlo, pero habrá que esperar un poco antes de sacar conclusión alguna. A menudo parece como un desglose completo de idiotez que va arrastrando los pies sin sentido. A menudo tampoco parece que vaya a tener lugar ningún tipo de reintegración. Me gusta pensar que eso es lo que finalmente va a ocurrir, aunque también tengo el ojo puesto en la otra opción, una que a menudo parece la más probable de todas. El fin de la civilización tal y como la conocemos.
Groth: Claro. Ahora ya ni siquiera te pillas el Buyer´s Guide, ¿no?
Moore: No... hace mucho que no visito una tienda de cómics.
Groth: Bueno, eres afortunado... se acaba de generar una controversia bastante estúpida. Aparentemente, en los cómics mainstream actuales hay un montón de dibujantes que se están transformando en guionistas. O en guionistas/ dibujantes. Y su valía como guionistas aún se está debatiendo, por lo que creo que deberías hacer algún comentario destacado. Por ejemplo, creo que hay que tener mucho cuidado con la panda de Image. Mi comprensión, que igual es un poco deficiente, es que aunque ellos no solían guionizar los títulos que hacían para Marvel, ahora han empezado a hacer los guiones de los suyos. Esa idea, la de que cualquiera es capaz de guionizar una serie, o por lo menos la de que cualquiera que es capaz de dibujar también puede guionizarla, me parece un poco... dudosa.
Moore: Podría parecer dudosa, pero por otra parte, cuando echas un vistazo a los cómics mainstream actuales, también es bastante realista.
Groth: ¿Y por qué lo crees?
Moore: Es probable que cualquiera sea capaz de guionizar un título de Marvel en un momento dado. Cualquiera podría guionizar series para DC. Si lo enfocas desde el punto de vista de la industria, probablemente no esté demasiado alejado de la realidad. Obviamente, si hablamos en términos de guionizar una serie de verdad, entonces, por supuesto, estará a años luz de cualquier tipo de situación funcional. Pero por lo general, cualquiera que sepa algo de cómics te podría decir que guionizar es un arte que por lo menos resulta difícil de aprender y que hay que practicarlo tanto como el dibujo. Ambas disciplinas necesitan gran número de años de paciente aplicación hasta que te puedas convertir en un maestro. Por supuesto, algunas veces aparece algún extraño genio capaz de hacer ambas cosas. Pero como mucho habrá dos o tres con esas características. Pero la idea de que porque seas capaz de poner unas cuantas frases juntas seas un guionista no es más creíble que la de que yo te diga que sé cuántas patas hay que poner en mi garabato de un perro, y por eso soy dibujante. Pero como he dicho, probablemente en los cómics mainstream sea una filosofía funcional perfecta. Mientras hablemos sobre cómic mainstream, no me parece problemático.
Groth: Pero es que esta no es una situación funcional.
Moore: ¿Y quién sabe qué lo puede ser? Podría... los lectores podrían ponerse enfermos y pasar de las series, ¿sabes? Si los valores de la escritura empiezan a empeorar, entonces, ¿quién sabe? Podría forzar las cosas y que se produjese un cambio.
Groth: Bueno, eres muy optimista.
Moore: Si, algunas veces lo soy. Cuando desembarqué en los cómics mainstream, los valores acerca de la escritura tampoco diferían mucho de lo que me acabas de contar. Me refiero a que había ciertas excepciones, pero los cómics no eran mucho mejores, y por eso el lector siempre parecía responder muy bien a mis cosas. No sé. Es una de esas cosas imponderables. Puede que todo esto esté generando algo positivo, puede que desemboque en una especie de situación inversa. No, parece más probable que en el futuro se editen todavía más cómics estúpidos y poco inspirados, del mismo tipo que llevamos viendo desde hace mucho tiempo. Puede que no sean mucho peores, pero tampoco serán mejores.
Groth: Nos están empujando hacia esa perfecta democratización del arte en donde cualquiera puede guionizar o dibujar o hacer una película o lo que sea, según el dinero y los recursos que tenga para hacerlo, pero tampoco parece que haya que tener alguna habilidad o talento en especial.
Moore: Bueno, si hablamos en términos artísticos, nunca he sido elitista... creo que si alguien se aplica de una forma lo suficientemente diligente, probablemente podrá alcanzar una capacidad para guionizar o dibujar estándar. Si se aplican y trabajan lo suficiente. No creo que sea genético, o que haya dibujantes que han sido bendecidos por Dios. Si se prepara y trabaja una burrada durante años, es probable que cualquiera pueda hacerlo. Me convierto en alguien elitista cuando me vienen con esa idea de: "Hey, ¡"soy guionista!" o "Hey, ¡soy dibujante!" o cineasta, o músico, o lo que sea, alguien que asume que sólo por decirlo tiene las mismas habilidades que la gente que lleva currándoselo durante años. Visto desde ese enfoque claro que lo soy, porque es una noción que me parece ridícula. Apoyo por completo a cualquiera que esté intentando hacer lo mejor que puede para conseguir sacar adelante su arte, pero debería hacerlo en la privacidad de su salón hasta llegar a un punto en el que crean que podrán hacer una contribución útil a la cultura.
Supongo que ese será el subtexto de ese debate que ha surgido en el Buyer´s Guide en torno al tema de que el guión no es importante. No creo que sólo se esté juzgando que cualquiera es capaz de guionizar o dibujar, porque por lo general esos autores suelen ser los dibujantes preferidos por el público, y son capaces de captar enormemente la atención con sus dibujos. Supongo que lo que ha ocurrido es que se han retomado de nuevo los valores de los cómics mainstream de los setenta, o de cuando fuese, los de una época en la que puede que la gente que compraba cómics lo hiciese por los dibujantes. Supongo que se puede convertir en una tendencia bastante negativa. Pero siempre se tiende a hacer las cosas de formas parecidas, a pesar de que he escuchado a algunos dibujantes americanos quejarse sobre lo vergonzoso que resulta que el guionista sea quien se gane toda la atención en la actualidad. Puedo recordar una larga y horrible época en la que... bueno, creo que cuando te miras cualquier guía de precios de cómic, el nombre del guionista no suele aparecer muy a menudo. Trabajamos en una industria que siempre ha estado más orientada hacia el dibujo.
Groth: Claro, y es probable que ahora más que nunca.
Moore: Me parece vergonzoso, porque son los únicos valores de las historias que van a estar en el punto de mira. Ciertamente, los únicos avances que se han hecho en los últimos seis o siete años, han sido en gran medida avances que tienen como base las habilidades narrativas de las personas afectadas. Los cómics que han recibido la atención de los medios y han sido aclamados por la crítica no sólo lo han sido por las fantásticas habilidades del dibujante. No creo que haya sido el uso inteligente del dibujo a pluma y el zipatone de Art Spiegeleman lo que le ha hecho ganar un Pulitzer. El arte, el conjunto de guión y dibujo en los cómics, eso es la narrativa.
Groth: O solía serlo.
Moore: Solía serlo y lo será.
LA IMAGEN DEL FUTURO
Groth: Parece como si ahora el arte de contar una historia fuese irrelevante, como si estuviese por debajo del dibujo. Probablemente no lo habrás leído, y yo tampoco habría tenido tiempo si no hubiese tenido que investigarlo, pero me he leído un puñado del Spider-Man de Todd McFarlane. Me habré leído como una docena, y una de las razones de haber seguido, aparte de por la cuestión del deber, era porque quería saber qué cojones pasaba después y enterarme de cómo terminaba la historia. Llegué al final de la misma y me di cuenta de que no había pillado nada. No soy capaz de decirte qué ocurría, y el final no parecía tanto una conclusión del guión como una parada. No había estructura, incluso tampoco había historia o argumento que te pueda describir. Sólo un montón de frases vertiginosas y diálogos irrelevantes.
Moore: Llevo un par de años sin leer cómics mainstream, por lo que habrá un montón de nuevo material terrible que me he perdido y del que no conozco nada en absoluto. Me gustaría decir que no me he leído el Spider-Man de Todd McFarlane. Si miro hacia atrás, hasta los títulos de los que puedo hablar, podría acordarme de algunos de los cómics Marvel de la época. La gente [de Image] proviene en su mayor parte de Marvel, ¿verdad?
Groth: Claro, todos ellos.
Moore: Los valores narrativos de Marvel siempre han sido diferentes, incluso de los de DC. Nunca me pondría a decir que el enfoque de guión de DC es superior al de Marvel, pero parece que este último es la base que ha engendrado el tipo de material del que estás hablando. Creo que el enfoque Marvel es en plan: "De acuerdo, tú haces el argumento, tú haces los dibujos, y luego tú pones el diálogo," creo que hace que los méritos de las historias terminen devaluándose. Porque es muy diferente escribir un guión completo en el que la historia está completamente elaborada, donde puede surgir algo con entidad antes incluso de que se haya añadido el dibujo. En los cómics Marvel que puedo recordar se producen situaciones como en que en un número el guionista tenga una idea, pero de repente piense en introducir un nuevo sub-argumento vergonzoso. En el siguiente número ya no tiene ni idea de qué hacer con ese nuevo sub-argumento, así que misteriosamente se queda en barbecho, en segundo plano, mientras abre otro nuevo sub-argumento. Entonces, en el siguiente número el guionista se olvida de ambos sub-argumentos e introduce alguno más. Todo esto se parece a una hidra. Es como un animal que se mantiene con vida mientras brotan nuevas cabezas a una velocidad increíble, y el resultado final es este complicado y enredado revoltijo que en realidad no va hacia ningún lado, y en el que las historias no se resuelven nunca. Quiero decir... presumiblemente hablabas sobre algún tipo de fase novedosa que ha surgido de todo este proceso.
Groth: Claro, eso creo.
Moore: Pero me doy cuenta de dónde puede provenir. Creo que es una excrecencia inevitable surgida del Método Marvel. Si el aprendizaje para contar una historia de un dibujante sólo proviene de los cómics Marvel, entonces sé por qué se ha desarrollado lo que me comentas. Supongo que en muchos sentidos podría ser la serie de superhéroes definitiva.
Groth: En realidad, todos tus guiones son como lo opuesto al método para guionizar de la Marvel. Corrígeme si me equivoco, pero siempre has escrito guiones verdaderamente completos, ¿no es cierto?
Moore: Si, son cosas bastante masivas.
Groth: Por supuesto, el Método Marvel consiste en contarle el argumento al dibujante, y más tarde, después de su labor se escribe el guión. Casi parece como si fuese una combinación de pereza y espontaneidad, sin lugar alguno al que dirigirse excepto hacia abajo.
Moore: Si, eso es. El guionista le entrega primero el argumento al dibujante, facilitando que el peso de la narración de la historia quede en manos del mismo.
Groth: Claro. Siempre y cuando tengas a un genio visual como Kirby para dibujar la historia con éxito...
Moore: Por supuesto. Pero si el artista es inexpresivo... gente que dibuja enormes viñetas de superhéroes a página completa, o que se dice: "bueno, me gustaría dibujar un poco de maquinaria por este lado", o "aquí me apetece dibujar un monstruo enorme", entonces eso es lo que le llega al guionista. Incluso los guionistas más espontáneos y que más improvisan de todo el mundo serían capaces de hacer bastante con una serie de viñetas que no tengan una verdadera lógica interna como historia. Supongo que los dibujantes que se han criado con ese método tenderán a pensar que lo único que importa en un título es el dibujo. Que lo que hacen los guionistas solo es dar ideas tardías. Supongo que si tú has hecho el trabajo artístico y se lo entregas a los guionistas para que les paguen por escribirlo, y te das cuenta de que lo que vuelve a tus manos son unos bocadillos llenos de texto sin sentido y poco entusiasta empastado sobre tu arte, o un gran número de innecesarios textos de apoyo relatando quién es el personaje o algo parecido, entonces se te puede perdonar porque pienses que "después de todo, el trabajo de guionizar no es para tanto. Cualquiera puede hacerlo." Eso es lo que me parece que ha ocurrido.
Groth: Cuando le preguntaron qué es lo que le gustaba dibujar, Todd McFarlane dijo que prefería "cosas grandes y excitantes", por lo que pensé que sería un dibujante perfecto para Eros.
Moore: [Risas.] No quiero meterme con Todd McFarlane, estoy seguro de que es un tío maravilloso, pero hay un montón de dibujantes en los cómics a los que les gustaría dibujar cosas grandes y excitantes. Cuando yo empecé a guionizar cómics, me gustaba escribir sobre cosas grandes y excitantes. Mi primer material tenía superhéroes, fantasía y ciencia ficción, porque me gustaba hacer ese tipo de material. Creo que es porque había crecido con él. Y no me arrepiento de haber pasado por esa fase. Admito que si se considera que yo era un humano adulto que estaba en mis últimos veinte y primeros treinta cuando estuve haciendo mi primer material, estaba viviendo una especie de tardo-adolescencia, pero no me arrepiento. Creo que fue algo por lo que pasé y que gracias a esa fase llegué a hacer cosas mejores, pero supongo que existe una tremenda cantidad de dibujantes que dibujarán cómics por razones similares. A algunos dibujantes bastante reputados les he oído decir que dibujan cómics porque les gusta dibujar mujeres. Básicamente esa respuesta es como una extensión de esa especie de cartoons pajeros que hicieron cuando tenían once años y que luego arrojaron por el retrete y tiraron de la cadena. La diferencia es que ahora les pagan por hacerlos. Hay un montón de gente a la que sólo le gusta dibujar mujeres. Si estás en la serie adecuada, los cómics son un trabajo donde puedes dibujar a un montón de mujeres. Cosas grandes y excitantes. Sin haber leído nada de la línea Image ni del material de Todd McFarlane, ¿crees que existirá algún caso en el que los autores de la línea estén siendo un poco más honestos en su forma de enfocar el medio que la de algunos de los creadores del pasado?
Groth: Claro, bueno, es cierto que no tienen ningún tipo de pretensión.
Moore: En las empresas mainstream estaban trabajando una gran cantidad de dibujantes y guionistas que si les preguntas ahora te confesarán que les gustaba mucho dibujar cosas grandes y excitantes, y que no creen que las historias fuesen importantes. Pero puede que en su momento no lo dijeran en alto, porque no era enrollado decirlo. No sé. No comparto sus mismos valores, pero me parece que no son tan radicalmente diferentes de los actuales, que sólo son como una extensión de los valores que siempre han existido en los cómics mainstream.
Groth: Claro, estás en lo cierto. Es probable que sea una pendiente resbaladiza. Como has apuntado antes, incluso los cómics de DC de los cincuenta (a los que creo que has hecho referencia) tienen una historia detrás. Aunque eran historias descerebradas...
Moore: Oh, ¡absolutamente! Pero eran historias. Ese es el tema. Cuando me leo esas pequeñas historias de ocho páginas del Detective Marciano claro que me parecen artificiales, y en su mayoría están plagadas de personajes que están intentando enterarse de a dónde tienen que ir a continuación para golpear a más criminales a partir de una serie de pistas elaboradas, o están escapando de trampas retorcidas. Pero a pesar de todo, en la actualidad cualquiera puede enterarse también de qué va toda esa artificiosidad. Y a veces, como ocurre en las farsas bien escritas, la artificiosidad puede ser bastante entretenida. ¡Ahora sólo hay peleas! Ese es todo el meollo de la historia, el combate. Como mucho, en esas viejas historias de DC de los cincuenta aparecía un caballeroso puñetazo en la mandíbula. Puede que en la última viñeta el villano se quejase encerrado entre rejas: "Maldición, me han burlado de nuevo", mientras Batman le contestaba: "Lo que has hecho mal ha sido... blah blah blah blah blah blah blah blah". Era más como... no diría que se pueda catalogar como cerebral, pero las historias tenían más que ver con el pensamiento en lugar de ser simples excusas en donde uno apaliza a otro con su increíble rayo de poder durante veinte páginas. A eso no se le puede llamar argumento. No son historias de verdad. Sólo violencia con algunas viñetas enlazándolo todo que intentan hacer la función de historia.
(Continuará)
Groth: Me parece que lo que está ocurriendo en gran parte de la cultura no es tanto que los cómics se han convertido en algo lo suficientemente bueno como para ser asimilados por la cultura mainstream, sino que ésta ha degenerado hasta llegar al nivel de los cómics... La cultura mainstream se ha convertido en un producto lo suficientemente burdo e infantil como para aceptar los cómics.
Moore: Puede que tengas razón. Las dos líneas llevan convergiendo entre sí durante mucho tiempo. Por una parte, algunos cómics se han convertido en un producto lo suficientemente bueno como para merecer la atención de un cierto tipo de cultura mainstream más amplio y que merece la pena. Me refiero a Maus y algunos otros títulos. Creo que por lo general, lo que se está consiguiendo es un público cinéfilo que puede que se haya visto las películas de John Ford o de Frank Capra, o de quien sea, pero que también se ha ido alimentando lentamente con una dieta de Terminators y películas cercanas a las raíces de los comic books. Unos comic books de bajo denominador común. Terminators... todas esas grandes armas, las películas de ciencia ficción de Arnold Schwarzenegger son como comic books en movimiento. Así que hay como un pequeño paso entre Terminator y Batman. Y supongo que el público es capaz de darlo de una forma relativamente sencilla. Otro ejemplo de la forma en la que la cultura y los cómics han llegado a converger es que ambos, a similar velocidad, cada vez parecen más incoherentes. El otro día estuve echando un vistazo a un tomo recopilatorio con cómics de DC de los ´50, y Gary, ¡me lo pasé muy bien! Eran pequeñas historias idiotas y tontas, pero en realidad, vistas con cierta perspectiva, tenían mucho sentido. Tenían argumento. No sólo eran secuencias de acción intensa y violenta puestas en serie a través de unas cuantas viñetas que iban enlazándolas.
Cuando reviso los pocos cómics a los que echo un vistazo en la actualidad, percibo una increíble sensación de incoherencia, incluso me da la sensación de que el guionista y el dibujante no saben bien hacia donde debe discurrir la trama, como si se hubiesen olvidado de la mayoría de los sub-argumentos... es como una especie de paseo a través de esta moda incoherente y sin conclusiones, un número tras otro. Veo lo mismo en un montón de anuncios publicitarios contemporáneos, por ejemplo. Te da la impresión de que los publicistas ya no tienen idea alguna de a qué público se están dirigiendo, por lo que tan sólo derraman esa auténtica explosión de imágenes de MTV, sonidos y colores que en realidad no significan nada. Lo hacen con la esperanza de poder atrapar algún nicho de audiencia. Si te acuerdas, los publicistas solían decir: "este detergente lava más blanco". Me refiero a que no es una certeza, pero por lo menos sabías lo que estaban intentando hacer de una forma más simple. Era directo, podías entenderlo. Las historias de los cómics solían ser bastante sencillas, no es que contasen las historias más brillantes del mundo, pero por lo menos poseían cierta cantidad de coherencia interna.
En la actualidad, tanto los cómics como los anuncios parecen haberse internado en las tierras de nadie psicodélicas de la algarabía y la incoherencia... y me parece que esa es otra de las cosas que han hecho posible que los cómics sean más aceptados por el público en general. Creo que el cerebro de ese público se ha ido suavizando mediante el aluvión de los medios de comunicación hasta un punto en el que los cómics modernos podrían resultar bastante digeribles para ellos. Creo que por eso Mavrides indicaba algo importante de forma tan astuta.
Groth: Y entonces, ¿no te divierte hasta cierto punto la forma actual de representar las cosas por parte de los medios, con todas esas imágenes de aspecto incoherente y fragmentado, esas nuevas formas de comunicación que finalmente el público parece entender y apreciar?
Moore: No estoy diciendo que me divierta, pero me gusta la idea. Incluso se podría pensar en nuevas formas de construir cosas más optimistas mediante esos medios, ¿no es cierto?
Groth: Claro.
Moore: Bueno, ya me conoces. Soy un individuo luminoso y risueño. Me gusta creer que esta destrucción de la coherencia que parece estar en pleno proceso a lo largo de nuestra cultura forma parte de algún paso hacia un nuevo tipo de reintegración. Me gusta pensarlo, pero habrá que esperar un poco antes de sacar conclusión alguna. A menudo parece como un desglose completo de idiotez que va arrastrando los pies sin sentido. A menudo tampoco parece que vaya a tener lugar ningún tipo de reintegración. Me gusta pensar que eso es lo que finalmente va a ocurrir, aunque también tengo el ojo puesto en la otra opción, una que a menudo parece la más probable de todas. El fin de la civilización tal y como la conocemos.
Groth: Claro. Ahora ya ni siquiera te pillas el Buyer´s Guide, ¿no?
Moore: No... hace mucho que no visito una tienda de cómics.
Groth: Bueno, eres afortunado... se acaba de generar una controversia bastante estúpida. Aparentemente, en los cómics mainstream actuales hay un montón de dibujantes que se están transformando en guionistas. O en guionistas/ dibujantes. Y su valía como guionistas aún se está debatiendo, por lo que creo que deberías hacer algún comentario destacado. Por ejemplo, creo que hay que tener mucho cuidado con la panda de Image. Mi comprensión, que igual es un poco deficiente, es que aunque ellos no solían guionizar los títulos que hacían para Marvel, ahora han empezado a hacer los guiones de los suyos. Esa idea, la de que cualquiera es capaz de guionizar una serie, o por lo menos la de que cualquiera que es capaz de dibujar también puede guionizarla, me parece un poco... dudosa.
Moore: Podría parecer dudosa, pero por otra parte, cuando echas un vistazo a los cómics mainstream actuales, también es bastante realista.
Groth: ¿Y por qué lo crees?
Moore: Es probable que cualquiera sea capaz de guionizar un título de Marvel en un momento dado. Cualquiera podría guionizar series para DC. Si lo enfocas desde el punto de vista de la industria, probablemente no esté demasiado alejado de la realidad. Obviamente, si hablamos en términos de guionizar una serie de verdad, entonces, por supuesto, estará a años luz de cualquier tipo de situación funcional. Pero por lo general, cualquiera que sepa algo de cómics te podría decir que guionizar es un arte que por lo menos resulta difícil de aprender y que hay que practicarlo tanto como el dibujo. Ambas disciplinas necesitan gran número de años de paciente aplicación hasta que te puedas convertir en un maestro. Por supuesto, algunas veces aparece algún extraño genio capaz de hacer ambas cosas. Pero como mucho habrá dos o tres con esas características. Pero la idea de que porque seas capaz de poner unas cuantas frases juntas seas un guionista no es más creíble que la de que yo te diga que sé cuántas patas hay que poner en mi garabato de un perro, y por eso soy dibujante. Pero como he dicho, probablemente en los cómics mainstream sea una filosofía funcional perfecta. Mientras hablemos sobre cómic mainstream, no me parece problemático.
Groth: Pero es que esta no es una situación funcional.
Moore: ¿Y quién sabe qué lo puede ser? Podría... los lectores podrían ponerse enfermos y pasar de las series, ¿sabes? Si los valores de la escritura empiezan a empeorar, entonces, ¿quién sabe? Podría forzar las cosas y que se produjese un cambio.
Groth: Bueno, eres muy optimista.
Moore: Si, algunas veces lo soy. Cuando desembarqué en los cómics mainstream, los valores acerca de la escritura tampoco diferían mucho de lo que me acabas de contar. Me refiero a que había ciertas excepciones, pero los cómics no eran mucho mejores, y por eso el lector siempre parecía responder muy bien a mis cosas. No sé. Es una de esas cosas imponderables. Puede que todo esto esté generando algo positivo, puede que desemboque en una especie de situación inversa. No, parece más probable que en el futuro se editen todavía más cómics estúpidos y poco inspirados, del mismo tipo que llevamos viendo desde hace mucho tiempo. Puede que no sean mucho peores, pero tampoco serán mejores.
Groth: Nos están empujando hacia esa perfecta democratización del arte en donde cualquiera puede guionizar o dibujar o hacer una película o lo que sea, según el dinero y los recursos que tenga para hacerlo, pero tampoco parece que haya que tener alguna habilidad o talento en especial.
Moore: Bueno, si hablamos en términos artísticos, nunca he sido elitista... creo que si alguien se aplica de una forma lo suficientemente diligente, probablemente podrá alcanzar una capacidad para guionizar o dibujar estándar. Si se aplican y trabajan lo suficiente. No creo que sea genético, o que haya dibujantes que han sido bendecidos por Dios. Si se prepara y trabaja una burrada durante años, es probable que cualquiera pueda hacerlo. Me convierto en alguien elitista cuando me vienen con esa idea de: "Hey, ¡"soy guionista!" o "Hey, ¡soy dibujante!" o cineasta, o músico, o lo que sea, alguien que asume que sólo por decirlo tiene las mismas habilidades que la gente que lleva currándoselo durante años. Visto desde ese enfoque claro que lo soy, porque es una noción que me parece ridícula. Apoyo por completo a cualquiera que esté intentando hacer lo mejor que puede para conseguir sacar adelante su arte, pero debería hacerlo en la privacidad de su salón hasta llegar a un punto en el que crean que podrán hacer una contribución útil a la cultura.
Supongo que ese será el subtexto de ese debate que ha surgido en el Buyer´s Guide en torno al tema de que el guión no es importante. No creo que sólo se esté juzgando que cualquiera es capaz de guionizar o dibujar, porque por lo general esos autores suelen ser los dibujantes preferidos por el público, y son capaces de captar enormemente la atención con sus dibujos. Supongo que lo que ha ocurrido es que se han retomado de nuevo los valores de los cómics mainstream de los setenta, o de cuando fuese, los de una época en la que puede que la gente que compraba cómics lo hiciese por los dibujantes. Supongo que se puede convertir en una tendencia bastante negativa. Pero siempre se tiende a hacer las cosas de formas parecidas, a pesar de que he escuchado a algunos dibujantes americanos quejarse sobre lo vergonzoso que resulta que el guionista sea quien se gane toda la atención en la actualidad. Puedo recordar una larga y horrible época en la que... bueno, creo que cuando te miras cualquier guía de precios de cómic, el nombre del guionista no suele aparecer muy a menudo. Trabajamos en una industria que siempre ha estado más orientada hacia el dibujo.
Groth: Claro, y es probable que ahora más que nunca.
Moore: Me parece vergonzoso, porque son los únicos valores de las historias que van a estar en el punto de mira. Ciertamente, los únicos avances que se han hecho en los últimos seis o siete años, han sido en gran medida avances que tienen como base las habilidades narrativas de las personas afectadas. Los cómics que han recibido la atención de los medios y han sido aclamados por la crítica no sólo lo han sido por las fantásticas habilidades del dibujante. No creo que haya sido el uso inteligente del dibujo a pluma y el zipatone de Art Spiegeleman lo que le ha hecho ganar un Pulitzer. El arte, el conjunto de guión y dibujo en los cómics, eso es la narrativa.
Groth: O solía serlo.
Moore: Solía serlo y lo será.
LA IMAGEN DEL FUTURO
Groth: Parece como si ahora el arte de contar una historia fuese irrelevante, como si estuviese por debajo del dibujo. Probablemente no lo habrás leído, y yo tampoco habría tenido tiempo si no hubiese tenido que investigarlo, pero me he leído un puñado del Spider-Man de Todd McFarlane. Me habré leído como una docena, y una de las razones de haber seguido, aparte de por la cuestión del deber, era porque quería saber qué cojones pasaba después y enterarme de cómo terminaba la historia. Llegué al final de la misma y me di cuenta de que no había pillado nada. No soy capaz de decirte qué ocurría, y el final no parecía tanto una conclusión del guión como una parada. No había estructura, incluso tampoco había historia o argumento que te pueda describir. Sólo un montón de frases vertiginosas y diálogos irrelevantes.
Moore: Llevo un par de años sin leer cómics mainstream, por lo que habrá un montón de nuevo material terrible que me he perdido y del que no conozco nada en absoluto. Me gustaría decir que no me he leído el Spider-Man de Todd McFarlane. Si miro hacia atrás, hasta los títulos de los que puedo hablar, podría acordarme de algunos de los cómics Marvel de la época. La gente [de Image] proviene en su mayor parte de Marvel, ¿verdad?
Groth: Claro, todos ellos.
Moore: Los valores narrativos de Marvel siempre han sido diferentes, incluso de los de DC. Nunca me pondría a decir que el enfoque de guión de DC es superior al de Marvel, pero parece que este último es la base que ha engendrado el tipo de material del que estás hablando. Creo que el enfoque Marvel es en plan: "De acuerdo, tú haces el argumento, tú haces los dibujos, y luego tú pones el diálogo," creo que hace que los méritos de las historias terminen devaluándose. Porque es muy diferente escribir un guión completo en el que la historia está completamente elaborada, donde puede surgir algo con entidad antes incluso de que se haya añadido el dibujo. En los cómics Marvel que puedo recordar se producen situaciones como en que en un número el guionista tenga una idea, pero de repente piense en introducir un nuevo sub-argumento vergonzoso. En el siguiente número ya no tiene ni idea de qué hacer con ese nuevo sub-argumento, así que misteriosamente se queda en barbecho, en segundo plano, mientras abre otro nuevo sub-argumento. Entonces, en el siguiente número el guionista se olvida de ambos sub-argumentos e introduce alguno más. Todo esto se parece a una hidra. Es como un animal que se mantiene con vida mientras brotan nuevas cabezas a una velocidad increíble, y el resultado final es este complicado y enredado revoltijo que en realidad no va hacia ningún lado, y en el que las historias no se resuelven nunca. Quiero decir... presumiblemente hablabas sobre algún tipo de fase novedosa que ha surgido de todo este proceso.
Groth: Claro, eso creo.
Moore: Pero me doy cuenta de dónde puede provenir. Creo que es una excrecencia inevitable surgida del Método Marvel. Si el aprendizaje para contar una historia de un dibujante sólo proviene de los cómics Marvel, entonces sé por qué se ha desarrollado lo que me comentas. Supongo que en muchos sentidos podría ser la serie de superhéroes definitiva.
Groth: En realidad, todos tus guiones son como lo opuesto al método para guionizar de la Marvel. Corrígeme si me equivoco, pero siempre has escrito guiones verdaderamente completos, ¿no es cierto?
Moore: Si, son cosas bastante masivas.
Groth: Por supuesto, el Método Marvel consiste en contarle el argumento al dibujante, y más tarde, después de su labor se escribe el guión. Casi parece como si fuese una combinación de pereza y espontaneidad, sin lugar alguno al que dirigirse excepto hacia abajo.
Moore: Si, eso es. El guionista le entrega primero el argumento al dibujante, facilitando que el peso de la narración de la historia quede en manos del mismo.
Groth: Claro. Siempre y cuando tengas a un genio visual como Kirby para dibujar la historia con éxito...
Moore: Por supuesto. Pero si el artista es inexpresivo... gente que dibuja enormes viñetas de superhéroes a página completa, o que se dice: "bueno, me gustaría dibujar un poco de maquinaria por este lado", o "aquí me apetece dibujar un monstruo enorme", entonces eso es lo que le llega al guionista. Incluso los guionistas más espontáneos y que más improvisan de todo el mundo serían capaces de hacer bastante con una serie de viñetas que no tengan una verdadera lógica interna como historia. Supongo que los dibujantes que se han criado con ese método tenderán a pensar que lo único que importa en un título es el dibujo. Que lo que hacen los guionistas solo es dar ideas tardías. Supongo que si tú has hecho el trabajo artístico y se lo entregas a los guionistas para que les paguen por escribirlo, y te das cuenta de que lo que vuelve a tus manos son unos bocadillos llenos de texto sin sentido y poco entusiasta empastado sobre tu arte, o un gran número de innecesarios textos de apoyo relatando quién es el personaje o algo parecido, entonces se te puede perdonar porque pienses que "después de todo, el trabajo de guionizar no es para tanto. Cualquiera puede hacerlo." Eso es lo que me parece que ha ocurrido.
Groth: Cuando le preguntaron qué es lo que le gustaba dibujar, Todd McFarlane dijo que prefería "cosas grandes y excitantes", por lo que pensé que sería un dibujante perfecto para Eros.
Moore: [Risas.] No quiero meterme con Todd McFarlane, estoy seguro de que es un tío maravilloso, pero hay un montón de dibujantes en los cómics a los que les gustaría dibujar cosas grandes y excitantes. Cuando yo empecé a guionizar cómics, me gustaba escribir sobre cosas grandes y excitantes. Mi primer material tenía superhéroes, fantasía y ciencia ficción, porque me gustaba hacer ese tipo de material. Creo que es porque había crecido con él. Y no me arrepiento de haber pasado por esa fase. Admito que si se considera que yo era un humano adulto que estaba en mis últimos veinte y primeros treinta cuando estuve haciendo mi primer material, estaba viviendo una especie de tardo-adolescencia, pero no me arrepiento. Creo que fue algo por lo que pasé y que gracias a esa fase llegué a hacer cosas mejores, pero supongo que existe una tremenda cantidad de dibujantes que dibujarán cómics por razones similares. A algunos dibujantes bastante reputados les he oído decir que dibujan cómics porque les gusta dibujar mujeres. Básicamente esa respuesta es como una extensión de esa especie de cartoons pajeros que hicieron cuando tenían once años y que luego arrojaron por el retrete y tiraron de la cadena. La diferencia es que ahora les pagan por hacerlos. Hay un montón de gente a la que sólo le gusta dibujar mujeres. Si estás en la serie adecuada, los cómics son un trabajo donde puedes dibujar a un montón de mujeres. Cosas grandes y excitantes. Sin haber leído nada de la línea Image ni del material de Todd McFarlane, ¿crees que existirá algún caso en el que los autores de la línea estén siendo un poco más honestos en su forma de enfocar el medio que la de algunos de los creadores del pasado?
Groth: Claro, bueno, es cierto que no tienen ningún tipo de pretensión.
Moore: En las empresas mainstream estaban trabajando una gran cantidad de dibujantes y guionistas que si les preguntas ahora te confesarán que les gustaba mucho dibujar cosas grandes y excitantes, y que no creen que las historias fuesen importantes. Pero puede que en su momento no lo dijeran en alto, porque no era enrollado decirlo. No sé. No comparto sus mismos valores, pero me parece que no son tan radicalmente diferentes de los actuales, que sólo son como una extensión de los valores que siempre han existido en los cómics mainstream.
Groth: Claro, estás en lo cierto. Es probable que sea una pendiente resbaladiza. Como has apuntado antes, incluso los cómics de DC de los cincuenta (a los que creo que has hecho referencia) tienen una historia detrás. Aunque eran historias descerebradas...
Moore: Oh, ¡absolutamente! Pero eran historias. Ese es el tema. Cuando me leo esas pequeñas historias de ocho páginas del Detective Marciano claro que me parecen artificiales, y en su mayoría están plagadas de personajes que están intentando enterarse de a dónde tienen que ir a continuación para golpear a más criminales a partir de una serie de pistas elaboradas, o están escapando de trampas retorcidas. Pero a pesar de todo, en la actualidad cualquiera puede enterarse también de qué va toda esa artificiosidad. Y a veces, como ocurre en las farsas bien escritas, la artificiosidad puede ser bastante entretenida. ¡Ahora sólo hay peleas! Ese es todo el meollo de la historia, el combate. Como mucho, en esas viejas historias de DC de los cincuenta aparecía un caballeroso puñetazo en la mandíbula. Puede que en la última viñeta el villano se quejase encerrado entre rejas: "Maldición, me han burlado de nuevo", mientras Batman le contestaba: "Lo que has hecho mal ha sido... blah blah blah blah blah blah blah blah". Era más como... no diría que se pueda catalogar como cerebral, pero las historias tenían más que ver con el pensamiento en lugar de ser simples excusas en donde uno apaliza a otro con su increíble rayo de poder durante veinte páginas. A eso no se le puede llamar argumento. No son historias de verdad. Sólo violencia con algunas viñetas enlazándolo todo que intentan hacer la función de historia.
(Continuará)
1 comentario:
Interesante entrevista, mas aún al leerla actualmente, donde el guionista a tomado mas relevancia que el dibujante (a ligera excepción en Marvel), sobre todo me gusto al referirse a McFarlane, pues mostró su postura que le llevaría después a trabajar con él.
Publicar un comentario