Entrega nº 46 de "Come In Alone”, la columna escrita por Warren
Ellis. Aparecida el 27 de octubre de 2000 en Comic Book Resources. Traducida
por Frog2000. Nota: el título es una invención, la columna original no disponía
de ningún encabezado.
"La ironía, por supuesto, es que me puedo comprar la
obra en cualquier otro país excepto en el que llevo viviendo los
últimos 14 años."
-Eddie Campbell
Ese es Eddie Campbell, antiguo habitante de Escocia y de
Southend-On-Sea, residente ahora mismo en Australia. Como sabrán
los lectores habituales, Eddie Campbell es uno de los guionistas y dibujantes con más talento
del medio. Además también ha colaborado con Alan Moore en la creación de FROM HELL,
probablemente la mejor novela gráfica de los últimos años. DESDE EL INFIERNO es una obra sobre Jack el Destripador y el sangriento parto del S. XX con raíces en la
suciedad y la hipocresía de la Inglaterra Victoriana que actualmente está
transformándose en una película protagonizada por Johnny Depp y Heather Graham. Sin duda, es una de las obras del medio más aclamadas de los últimos tiempos. De
hecho, tan sólo hace unos días, Eddie y FROM HELL fueron reseñados en un
importante artículo de uno de los grandes periódicos australianos.
Exactamente al mismo tiempo, la aduana australiana estaba
prohibiendo la entrada de FROM HELL al país.
Es curioso cómo funcionan las cosas algunas veces.
"Hace diez años, al final de sus siete como jefe de la
censura cinematográfica, Janet Strickland le dijo al Herald que estábamos
entrando en un período de conservadurismo social y que preveía que a mediados
de 1990 el clima de censura sería más fuerte de lo que había sido sido durante
las tres décadas anteriores. "Sin duda, ya hemos llegado a esa situación," ha comentado últimamente Strickland. "Creo que es exactamente lo que ha sucedido. Y
se está acelerando. Incluso se va a poner peor. Dios sabe en qué clase de
sociedad vamos a estar viviendo dentro de 10 años. Podría ser de nuevo como la
época victoriana, con toda esa hipocresía y ese doble rasero."
-Sydney Morning Herald, 6 de julio de 1996.
-Sydney Morning Herald, 6 de julio de 1996.
Parece ser que a principios de año, la aduana australiana se
apoderó de una copia de la séptima edición del originalmente serializado FROM
HELL que había sido enviada desde un almacén de la distribuidora Diamond Comics
hasta una tienda de tebeos llamada Quality Comics, en Perth. El proceso legal
para poder hacerlo es el siguiente: la aduana elige una caja, la abre y hurga
hasta que encuentra algo que le parezca pervertido. A continuación, desde la aduana de Australia se envía la obra hasta algún sitio llamado la Oficina de
Clasificación de Cine y Literatura. Esencialmente, el brazo censor del
gobierno australiano. Aquí, en el sitio web donde
se detalla el estado de la censura australiana actual, alguien comenta: "es
delito vender o exhibir películas, vídeos y juegos de ordenador a menos que
hayan sido pre-calificados por la Oficina de Clasificación de Películas y
Literatura (OFLC) del Gobierno. También es ilegal la venta de publicaciones
(tarjetas de felicitación, carteles, revistas, libros, etc), que puedan ser
calificados como no aptos para menores de edad, a menos que hayan sido
pre-calificadas por la OFLC. Para obtener la calificación, se tiene que pagar una
cuota a la OFLC. La tasa para la calificación de un video XXX para su venta al
público o para su uso comercial es la misma que la que grava la calificación de
un vídeo sobre la poda de árboles de distribución exclusiva para socios de un
club de jardinería local. A partir del 1 de julio de 1998, la OFLC empezará a operar teniendo en cuenta la recuperación de costes: la censura en Australia es una de las empresas del Gobierno".
La OFLC trabaja bajo una especie de manto de paranoia
secreta. Una vez intentó prohibir “ROMANCE”, la película de Catalina Breillat.
Cuando se llamó a la Junta de Censura para tomar la decisión y se le pidió que redactase un documento sobre esa decisión, el Director interino (esta
es una organización que a día de hoy sigue teniendo sin cubrir puestos clave
que deberían estarlo desde hace años) se negó a suministrarlo públicamente. Consideraba inapropiado admitir en público que la decisión tenía que pasar antes por la Junta de Revisión de la Censura (donde “ROMANCE” fue
readmitida). La web sobre el Estado de la Censura dispara un disculpable golpe
bajo: "Que estemos hablando sobre el hecho de que a los
australianos no se les permita conocer las razones existentes para tomar la decisión de prohibir una película proyectada en todo el mundo por mediación de
una autoridad nombrada por un gobierno legítimo desafía toda descripción."
La OFLC ha emitido la recomendación de que FROM HELL se opone a la Regla 4 (1A) (a) de las (Importaciones prohibidas) en Aduanas.
¿Qué significa esto? Eddie nos lo comenta
directamente en su web: "después de hablar largo y tendido con un
representante de la Oficina de Clasificación de Películas y Literatura sobre el
tema en concreto, entiendo que la "sentencia" dictada por esta
oficina no es un fallo en absoluto, sino una recomendación o una directriz. Por
lo tanto, no cabe ni discusión ni apelación. Ese “fallo” es por completo
una idea de Aduanas. Y esta oficina no va a entrar a criticar ningún
rasgo de lo que plantea Aduanas. Han sugerido que lo único que yo podía hacer,
si es que el asunto no se ha planteado correctamente, sería que me pusiera en contacto con
Aduanas con la intención de presentar una nueva revisión de la obra para que
la evalúen de la forma habitual, como si fuese un nuevo caso."
En el programa de radio de la Australian Broadcasting
Corporation, WORLD TODAY, ofrecieron lo que estaba ocurriendo desde otra deprimente
perspectiva: "Se le echa toda la culpa a que un gran cargamento de publicaciones se
encuentran a la espera de clasificación por parte de la Oficina de Cine y
Literatura tanto como a la ineficacia por culpa de las distracciones políticas.... fuentes
cercanas a la Junta dicen que existe un número de unas 1000 publicaciones en
espera de ser clasificadas en las oficinas de la Oficina para la Clasificación
de Películas y Literatura de Sydney. Las revistas no se van a poner a la venta hasta que
hayan sido dadas de alta en la Junta. Sin embargo, otras fuentes comentan que las
malas prácticas de trabajo, la ineficacia y las distracciones políticas son las
que han logrado que algunas de las publicaciones todavía no hayan llegado a los puestos de
venta."
El editor de la revista bastante inocua People Magazine and
The Picture, Brad Boxl, comenta a su vez: "Ya sabes, ellos tienen dificultades
progresivamente mayores. Son personas que hacen frente a
una frustración increíble, también resulta difícil interpretar unas directrices novedosas pero particularmente problemáticas." ¿Y cuál es la razón de los retrasos?
"Sencillamente, hay que echarle la culpa a la enorme carga de trabajo. Dicen que están contratando a nuevos clasificadores, que las nuevas directrices suelen tardarse mucho
en realizar y que necesitan, ya sabes, la máxima certeza en la toma de
sus decisiones."
"En toda la industria, donde quiera que vayas, la
gente... las revistas están rebajando el tono de como eran hace seis
meses, y en algunos casos, el nivel de lenguaje también parece determinante, lo mismo si hablamos de reproducir la desnudez. Si miras las
revistas de hace un año, incluso los profanos notarán una gran diferencia de contenido."
La periodista Alison Caldwell añade: "reserva un
espacio para los editores de Hep Times. Tuvieron que esperar 12 meses antes de
que les dijeran que su revista estaba prohibida. Mientras tanto, su
contrapartida internacional sigue disponible en Internet."
¿Y dónde deja esto a Eddie? Ha empezado a buscar una forma de intentar convencer a las aduanas australianas (y presumiblemente, también
a la OFLC) de que eliminen la prohibición de una de las obras más aclamadas del
medio y que está traducida a seis idiomas (Eddie les mencionó esta característica y le
respondieron "No me importa lo que está sucediendo en el resto del mundo, esto es
Australia".) ¿Serán razonables alguna vez? Sé que un tal Michael Dean,
escritor de The Comics Journal, ya ha estado hablando por teléfono con la Aduana australiana.
Dejaré que Eddie Campbell diga la última palabra:
"El “Chappie” [bastardo] de Aduanas dijo que si el
señor Dean le citaba en prensa alguna vez, a partir de ese mismo
momento, nunca volvería a encontrar algo bueno en este país.”
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