Entrega nº 4 de la “Come In Alone” escrita por Warren
Ellis. Aparecida el 24 de diciembre de 1999 en Comic Book Resources. Traducida
por Frog2000. Nota: el título es una invención, la columna original no disponía
de ningún encabezado.
Así que la otra noche salí a tomar una copa con Garth Ennis. De hecho, con Garth y con Ruth (Ruth es su novia). En realidad la noche
de bebercio estaba planeada por John Higgins: al parecer es una malograda y jodida
tradición de los cómics británicos establecida en la década de los ochenta por la gente que trabajaba en Marvel UK.
El año pasado también me presenté en la fiesta, y parecía como si se pudiese identificar a un montón de
gente como parte del antiguo personal de la editorial Marvel
UK. Este año ya no hay ni rastro de ellos. Por supuesto, John Higgins es el brillante ilustrador de mi primera historia para Hellblazer: “HAUNTED”. Ahora está compartiendo un estudio bastante mal iluminado en Luton con Steve Dillon, que no se pudo venir de marcha
aquella noche porque tenía que dibujar quinientas páginas antes de Navidad o
algo así. Pero Dave Gibbons sí que lo hizo: por lo que..., "¿a quién no le
gustaría que le viesen sentado junto a los más Leales del Cómic?" En toda la noche solo sufrió un par de difíciles situaciones por ese mismo motivo, pero estuvo consciente el
tiempo suficiente como para disfrutar de los elogios que le otorgamos por su
historia corta de Hellblazer en la antología anual VERTIGO: AL FILO DEL
INVIERNO 3. También estaba Sven Larsen, un tío genial. Lo
conocía como ese buen tipo que trabajaba como relaciones públicas de Marvel, y
que ahora lo hace en ventas internacionales para la editorial británica Little,
Brown. Lo que en el fondo significa que ha conseguido caer de pie y que le pagan montones de
dinero por viajar por todo el jodido mundo. Por favor, no me dejéis continuar. Ha sido una de las pocas personas que trabajaba en Marvel poseedora de la verdad en su hora
más oscura, y una de las pocas voces progresistas de la editorial. Cuando pienso en
algunos de los indignos animales que siguen en esa empresa en la actualidad...
bueno, qué demonios. Ya no tengo que soportarlos. Uno de ellos incluso terminó
pidiendo un descenso de categoría laboral tan sólo para poder mantener su trabajo. Resulta
extraño que cuando me da por pensar que ojalá enfermasen algunos editores, de
alguna forma suele ocurrir. Tan pronto como Rubén Díaz sea lisiado y mutilado
por un coche en marcha, habré alcanzado el 100% de éxito. Pero bueno, de todos
modos... por dónde iba.
Por otro lado, tenía una pregunta bastante particular para John
Higgins, pero hasta ese momento no había tenido la oportunidad de hacérsela. Demasiadas distracciones.
Sabes bien cómo pueden ser las Navidades. Ruth le gritó a Garth que debería
contarme cómo funciona todo eso de comprarles cosas bonitas a las novias (acababa de llegar
de Harrods e iba cargada con unas cuántas de esas cosas preciosas, además de algunos paquetes
de Tiffany & Co y un sombrero de Philip Treacy), y no es que Garth me
mirase con demasiado amor a los ojos. Por lo demás me aseguró que un kit de Spitfire y un poco de pegamento suponían un hermoso regalo
para la mujer que amas, y de repente ya no estaba tan contento de verme. A
continuación Dez Skinn apareció entre una nube de azufre arrojándome copias
de Comics International y preguntándome si había sido “muy” bueno con ellos, porque tenía entendido que ya ni siquiera me hablaban, a lo que respondí: "Entonces, supongo que deberías haber intentado llamarme por teléfono alguna jodida vez." Y me contestó algo que no tenía relación alguna: "¡Oh, me parece buena idea!”. Luego
conocí a un par de nuevos dibujantes, Leigh Loughridge y John Watson, que me
parece que valen mucho la pena, y Simon Furman me agradeció un montón la entrevista en
WRITERS ON COMICS SCRIPTWRITING, así que quise empezar a hablar con él sobre el campo de la
animación, pero luego Gibbons empezó a cantar su nombre en plan coro celestial y a esparcer pétalos de rosa en su camino...
De hecho, Dave Gibbons es el origen de una de las cosas más
aterradoras que me hayan ocurrido nunca relacionadas con ordenadores. Hace un
par de años apareció otra de esas breves modas en las revistas inglesas: les dio por incluir un
CD-ROM. Se podía encontrar por todos los quioscos enganchado en un cartón del tamaño de una
revista, y se vendía al exclusivo precio de un magazine. Una vez me encontré uno que
afirmaba que en su interior había algunas cosas de Moebius, así que me lo compré. Al
ejecutar aquella cosa me encontré con lo que parecía ser una entrevista con
Dave. Pulsé encima, como un buen chico. Tuve que soportar a unos viejos
estadistas del medio antes de que empezasen a orinarse encima en público y a hablar sobre la guerra y todo eso, ya sabes a lo que me refiero.
Y entonces, la enorme cabeza cortada de Dave Gibbons
apareció en pantalla sin ningún jodido cartel de advertencia, charlando un rato
sobre Dibujo. Casi me cago encima. Y entonces la jodida cosa comenzó a rebotar
por toda la pantalla, ladrando y murmurando Dios sabe qué. Para ser honesto, me
quedé muy perturbado al escucharlo. Esto... esta cosa, que más adelante sería
descrita por Alan Moore como la "horrible visión al estilo Banquo",
se estuvo sacudiendo por toda la pantalla de ordenador durante sus buenos cinco
minutos antes de que finalmente me diese cuenta de cómo tenía que hacer para que
desapareciese. Y francamente, después ya no he vuelto a ser el mismo.
Así que desde aquello nunca he podido perdonar a Dave Gibbons, ni tampoco lo he
vuelto a tratar exactamente de la misma forma.
Pero me había quedado en que estaba intentando hablar con
John Higgins sobre RAZORJACK.
RAZORJACK es la primera incursión de John Higgins en el
mundo de la auto-edición. Es un jodido matón de ochenta páginas con un lomo
que lo declara como primer volumen. Contiene el primer episodio de la serie
principal, RAZORJACK, y dos episodios de lo que podríamos llamar la versión
remasterizada del director de la novela gráfica de ciencia ficción realizada por Higgins y Jamie Delano que fue serializada
en varios episodios a finales de los ochenta y principios de los noventa: MUNDO SIN FIN. También contiene pequeñas rarezas
que parecen haberse incluido sin motivo aparente, como una historia corta de Robbie
Morrison y Charlie Adlard, una obra que ve por primera vez una edición en
suelo inglés. Está publicado por Jack Publishing.
Para mí, MUNDO SIN FIN reviste un interés especial porque, tal y como revelaba Jamie en su introducción a la reedición de los dos
primeros números de un conjunto de seis, era precisamente lo que no deberían haber hecho cuando la hicieron. El guionista recuerda que el presidente y editor de DC Jenette Kahn se les acercó a ambos y les sugirió que sería maravilloso que hiciesen una
miniserie pintada de Batman. Más tarde, aquella misma noche Jamie vio a Kahn
manteniendo una profunda conversación con Grant Morrison, por lo que siempre ha creído que Grant se marchó ese mismo día a su casa para escribir la muy exitosa novela gráfica
“Batman: Arkham Asylum”, lo que hizo que ganase una barbaridad de dinero.
Mientras tanto, Jamie estaba escribiendo MUNDO SIN FIN. John y Jamie le dijeron a
Kahn que “no gracias”, que preferían hacer esa novela en seis partes titulada MUNDO SIN FIN, de la que siempre serían propietarios.
Obviamente, fue un error de proporciones Berserk. Si
se hubiesen inclinado por el murciélago, Jamie hoy no estaría
viviendo en una balsa a la deriva en algún detestable canal en mitad de
Inglaterra, medio empobrecido por la venta de viejas bicicletas y una multitud
de condones usados, y John no sería ese gris y estropeado náufrago incontinente y empapado
en cerveza al estilo Finnegan´s Wake que pude ver caído delante mío la otra noche.
Pero no. En su lugar, intentaron hacer lo que más les
apasionaba. John Higgins es un artista innovador y bien orientado que
constantemente está buscando el siguiente nivel artístico, constantemente está intentando expandir sus
capacidades. Y Jamie Delano probablemente sea uno de los
escritores más complejos y dotados que Inglaterra ha producido nunca, un
estilista en el medio de la narrativa de primer nivel. Ambos escogieron producir algo que provenía de ellos mismos, algo novedoso.
La obra ancla sus raíces en las novelas sociales de ciencia
ficción de los sesenta. Es una historia de ingeniería social e ingeniería biológica: como todo el Arte con verdadero valor, en última
instancia trata sobre la vida humana. Pero posee una fiereza, una dureza que te
mira directamente a los ojos, y una capacidad de inventiva con la que se la puede seguir catalogando como actual, una obra sobre la que hay que hablar aquí y ahora, en este fin de siglo y
más allá. En su primera versión era un trabajo bastante subestimado. Esperemos que ahora esta extraña y hermosa historia de inmoralidad coloreada
con carne, encuentre su público.
Puede que no la conozcas porque apenas ha obtenido una
pulgada de espacio en el PREVIEWS. No ha recibido publicidad en la vida, nadie la ha comentado nunca,
no ha conseguido nada de nada. John tenía todo un sistema para apoyarla entre manos y ni
siquiera llegó a utilizarlo. (Hablaré más sobre este tema en un futuro
cercano, en otra de estas columna. Hay mucho más.)
Así que si quieres una copia de RAZORJACK, pregunta en tu
tienda habitual para poder conseguirla. O pídela online. Cuesta 11.95
dólares en Estados Unidos y 7.95 libras en Inglaterra.
Por favor, echadle un vistazo. Porque este es
exactamente del tipo de cosas de las que siempre hablo: de las personas que
no quieren escoger el camino más cómodo. Las personas que se ven obligadas a hacer
algo nuevo. La idea es hacer cosas novedosas.
Mientras estás leyendo todo esto, yo ya me habré largado. Durante la época de Navidad estaré encerrado en una excéntrica, exclusiva y
laberíntica mansión que se encuentra en las profundidades de Inglaterra. A millas de cualquier
parte y concretamente, a kilómetros de cualquier conexión con un ordenador,
módem o teléfono. Y lo que es peor, mi familia y yo estaremos pasando el Año
Nuevo en Alemania. Por lo tanto, tus queridos comentarios enviados por correo
electrónico, tus amenazas de muerte, tus avisos de violación, los debates a medio
cocinar y todas las otras chorradas con las que intentáis ahogarme, no van a ser leídas
hasta dentro de un par de semanas. Espero poder responderos a todos vosotros
con una nota redactada a mano que será llevada de pueblo en pueblo por un Kevin
Costner a caballo después del desastroso 2K que seguro que nos va a enviar de regreso a la
Edad de Piedra.
Y ahora, largáos.
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