Artículo de Jack Kirby Collector nº 2 (1994). Escrito originalmente por Harry W. Miller para Alpha Omega nº 26 (1989) antes del fallecimiento de Jack Kirby. Traducido por Frog2000.
Resulta incuestionable el importante lugar que ocupa Jack Kirby en la historia de los cómics, tanto en términos de innovación visual como de concepto. Pero me resulta incluso más impresionante el carácter de la persona detrás de estas contribuciones históricas. Tuve la suerte de poder apreciarlo claramente al tener la oportunidad de charlar con el Señor Kirby por teléfono en varias ocasiones. Tengo la esperanza de conocerlo algún día en persona.
Lo que sigue a continuación es mi forma de parafrasear alguna de las ideas que compartimos durante nuestras conversaciones telefónicas, la última de las cuáles tuvo lugar el 18 de enero y el 16 de marzo de este año. Gran parte de lo que hablamos concernía a sus influencias formativas durante la época en la que estuvo desarrollando su estilo único y afilado de contar historias mediante palabras y dibujos. Revisó el artículo y me dio permiso para usar el material.
Jack Kirby nació como Jacob Kurtzbert en 1917. Sus padres son judíos austriacos que llegaron a América desde Europa. Tenía un hermano menor, Dave, al que solía referirse como un "gran chico". Es fácil de entender, considerando que Kirby medía 1,60 metros.
Jack fue el primer miembro de su familia nacido en América. Este hecho, junto con las experiencias que modelaron su personalidad en el ejército americano cuando estuvo destinado en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, le imbuyeron de un firme patriotismo enérgicamente expresado en sus historias y en personajes como el Capitán América y su héroe con más sentido del humor, The Fighting American. En efecto, toda su obra está fuertemente influenciada o directamente basada en sus aventuras en la vida real.
Durante su juventud, mientras crecía en Nueva York, experimentó el mismo tipo de mundo de la Prohibición y la Era de la Depresión que retrató en trabajos como "In The Days of the Mob" y en otros numerosos cómics sobre el crimen. Su barrio poseía una gran mezcla étnica, así que aprendió a entenderse con todo tipo de personas. Parece que básicamente descubrió que había dos tipos de individuos, los buenos y los malos. Y así era. Más tarde elegiría usar minorías étnicas como los negros en sus historias, basándose en experiencias en las que el protagonista original era blanco. Porque como él decía, "en aquella época no aparecían negros en los cómics." En Fantastic Four nº 52 creó el que se estima que es el primer superhéroe negro, La Pantera Negra. Este personaje pasaría a ser la estrella de Jungle Action, y luego disfrutaría de su propio título.
El entorno inicial de Kirby ayudó a estimular su interés por la narrativa. Al proceder de una familia emigrante de clase trabajadora que hacía poco que había llegado al país, una de las formas principales de entretenimiento era contarse historias unos a otros después de la cena. Así que el joven Jack fue entrenado en el oficio desde pequeño. Me confesó que bien podría haberse convertido en periodista, tan fuerte era su interés por el aspecto narrativo de lo que dibujaba.
Su casa se encontraba en el Lower East Side, desde donde había un pequeño viaje en tranvía hasta el lugar donde se asentaban la mayoría de los editores. Tuvimos la inmensa suerte de que cayera bajo la influencia de los dibujantes de las tiras de periódico en lugar de la de los periodistas. Solía visitarlos, hacía recados para ellos, y sobre todo, aprendía de artistas consumados como Walter Berndt, creador de la tira "Smitty". Fue con él con quien esencialmente Jack Kirby trabajó como "aprendiz".
Durante los treinta, sus ojos y cerebro fueron alimentados por las glorias visuales del cine y las tiras de periódico. A Jack le impresionaban cada vez más las magníficas y amplias tiras del periódico de Hearst, The New York Journal. Uno de los historietistas cuyo estupendo trazo encontraba particularmente excepcional era Willy DeBeck, al que seguía en su tira de 1935 "Barney Google".
Las frecuentes visitas al cine reforzaron la apreciación de Jack por el tipo de secuenciación visual de la narrativa. Aún sigue siendo un cinéfilo de primer orden.
Aunque prefiere ampliamente las películas con argumentos bien hilvanados en lugar de las que se apoyan necesariamente en los efectos especiales, el aspecto tridimensional del cine siempre le ha fascinado en extremo. El estilo de Kirby, que destaca por su fuerte uso de la perspectiva y el escorzo, lo deja muy claro. Sin embargo, Jack mencionó la reciente obra en 3D que hizo junto con Ray Zone en "Battle for a Three-Dimensional World" como, quizá, el mejor ejemplo de este interés.
Como muchos otros jóvenes de los treinta, tuvo que vender periódicos para ganar algo de dinero. Dichas experiencias como repartidor plantaron la semilla de lo que más tarde se convertiría en la "Newsboy Legion" que apareció en Star-Spangled Comics, y luego en "Superman´s Pal, Jimmy Olsen". Puede que la Legión fuese el primer grupo de jóvenes como tales que le echaban una mano a su superhéroe favorito.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Jack almacenó mentalmente las suficientes excitantes experiencias como para abastecerlo de una fuente inagotable de ideas para sus historias. Kirby sirvió como explorador de avanzadilla para la Quinta División Armada del General Patton en Francia. Su trabajo era entrar furtivamente en los pueblos objetivo del Ejército antes que las tropas para informar a Inteligencia de cuáles podrían ser los movimientos que debían hacer los soldados. Se pasó muchas noches medio cubierto de nieve en mitad de un frío glacial. Me dijo que el viento soplaba continuamente en Francia, y que "nunca parecía detenerse." En lugar de un Capitán América luchando contra los nazis, en la vida real fue Jack Kirby quien puso en riesgo su vida en primera línea y quien estuvo presente en Bastogne cuando se pronunciaron en voz alta las siguientes famosas palabras en respuesta a la petición de que se rindiese que le hicieron los alemanes: "¡Estáis pirados!"
Me contó que dos historias concretas de los "Losers" que aparecían en Our Fighting Forces estaban basadas directamente en sus experiencias en la guerra. Una en el número 159 titulada "Mile a Minute Jones". Trataba sobre dos soldados que corrían el equivalente a un maratón por encima de una línea blanca marcada en el borde de un campo de minas. "Jones" era un soldado negro en la historia. La otra se titulaba "A Small Place In Hell". Saber que estas historias están basadas en experiencias reales hace que me resulten mucho más significativas y asumo que lo mismo le puede ocurrir a cualquier fan.
Considerando todos sus logros, Jack Kirby es una persona inusualmente modesta. Siempre tiene una palabra amable para todo el mundo y siempre está dispuesto a dar algún consejo útil a dibujantes y guionistas. Dice que especialmente ha sido bendecido por los talentosos entintadores que han trabajado con él a lo largo de los años.
Déjame concluir con una anécdota personal sobre toda la obra de Kirby. Algo que me asombra mucho y que me parece de lo más excepcional en sus historias es la forma en que es capaz de inyectar su filosofía personal y su punto de vista sobre el mundo en ellas, por lo que siempre parecen ser más grandes que la vida. Su dibujo y sus guiones se entretejen para dar forma a una estructura unificada drámatica y contundente tanto visual como conceptualmente. Es moralista sin sermonear o ser moralizante. Su estatura verdaderamente heroica es más que evidente cuando vemos a otros dibujantes y guionistas intentar interpretar de forma insatisfactoria sus creaciones. Lo único que han conseguido los intentos por convertir a sus héroes en algo más "realista" ha sido transformarlos en algo más mundano y mucho menos memorable.
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Harry W. Miller es un profesor de Arte y de Historia del Arte jubilado que se ocupa de Alpha Omega, de The Christian Comics Apa.
Resulta incuestionable el importante lugar que ocupa Jack Kirby en la historia de los cómics, tanto en términos de innovación visual como de concepto. Pero me resulta incluso más impresionante el carácter de la persona detrás de estas contribuciones históricas. Tuve la suerte de poder apreciarlo claramente al tener la oportunidad de charlar con el Señor Kirby por teléfono en varias ocasiones. Tengo la esperanza de conocerlo algún día en persona.
Lo que sigue a continuación es mi forma de parafrasear alguna de las ideas que compartimos durante nuestras conversaciones telefónicas, la última de las cuáles tuvo lugar el 18 de enero y el 16 de marzo de este año. Gran parte de lo que hablamos concernía a sus influencias formativas durante la época en la que estuvo desarrollando su estilo único y afilado de contar historias mediante palabras y dibujos. Revisó el artículo y me dio permiso para usar el material.
Jack Kirby nació como Jacob Kurtzbert en 1917. Sus padres son judíos austriacos que llegaron a América desde Europa. Tenía un hermano menor, Dave, al que solía referirse como un "gran chico". Es fácil de entender, considerando que Kirby medía 1,60 metros.
Jack fue el primer miembro de su familia nacido en América. Este hecho, junto con las experiencias que modelaron su personalidad en el ejército americano cuando estuvo destinado en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, le imbuyeron de un firme patriotismo enérgicamente expresado en sus historias y en personajes como el Capitán América y su héroe con más sentido del humor, The Fighting American. En efecto, toda su obra está fuertemente influenciada o directamente basada en sus aventuras en la vida real.
Durante su juventud, mientras crecía en Nueva York, experimentó el mismo tipo de mundo de la Prohibición y la Era de la Depresión que retrató en trabajos como "In The Days of the Mob" y en otros numerosos cómics sobre el crimen. Su barrio poseía una gran mezcla étnica, así que aprendió a entenderse con todo tipo de personas. Parece que básicamente descubrió que había dos tipos de individuos, los buenos y los malos. Y así era. Más tarde elegiría usar minorías étnicas como los negros en sus historias, basándose en experiencias en las que el protagonista original era blanco. Porque como él decía, "en aquella época no aparecían negros en los cómics." En Fantastic Four nº 52 creó el que se estima que es el primer superhéroe negro, La Pantera Negra. Este personaje pasaría a ser la estrella de Jungle Action, y luego disfrutaría de su propio título.
El entorno inicial de Kirby ayudó a estimular su interés por la narrativa. Al proceder de una familia emigrante de clase trabajadora que hacía poco que había llegado al país, una de las formas principales de entretenimiento era contarse historias unos a otros después de la cena. Así que el joven Jack fue entrenado en el oficio desde pequeño. Me confesó que bien podría haberse convertido en periodista, tan fuerte era su interés por el aspecto narrativo de lo que dibujaba.
Su casa se encontraba en el Lower East Side, desde donde había un pequeño viaje en tranvía hasta el lugar donde se asentaban la mayoría de los editores. Tuvimos la inmensa suerte de que cayera bajo la influencia de los dibujantes de las tiras de periódico en lugar de la de los periodistas. Solía visitarlos, hacía recados para ellos, y sobre todo, aprendía de artistas consumados como Walter Berndt, creador de la tira "Smitty". Fue con él con quien esencialmente Jack Kirby trabajó como "aprendiz".
Durante los treinta, sus ojos y cerebro fueron alimentados por las glorias visuales del cine y las tiras de periódico. A Jack le impresionaban cada vez más las magníficas y amplias tiras del periódico de Hearst, The New York Journal. Uno de los historietistas cuyo estupendo trazo encontraba particularmente excepcional era Willy DeBeck, al que seguía en su tira de 1935 "Barney Google".
Las frecuentes visitas al cine reforzaron la apreciación de Jack por el tipo de secuenciación visual de la narrativa. Aún sigue siendo un cinéfilo de primer orden.
Aunque prefiere ampliamente las películas con argumentos bien hilvanados en lugar de las que se apoyan necesariamente en los efectos especiales, el aspecto tridimensional del cine siempre le ha fascinado en extremo. El estilo de Kirby, que destaca por su fuerte uso de la perspectiva y el escorzo, lo deja muy claro. Sin embargo, Jack mencionó la reciente obra en 3D que hizo junto con Ray Zone en "Battle for a Three-Dimensional World" como, quizá, el mejor ejemplo de este interés.
Como muchos otros jóvenes de los treinta, tuvo que vender periódicos para ganar algo de dinero. Dichas experiencias como repartidor plantaron la semilla de lo que más tarde se convertiría en la "Newsboy Legion" que apareció en Star-Spangled Comics, y luego en "Superman´s Pal, Jimmy Olsen". Puede que la Legión fuese el primer grupo de jóvenes como tales que le echaban una mano a su superhéroe favorito.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Jack almacenó mentalmente las suficientes excitantes experiencias como para abastecerlo de una fuente inagotable de ideas para sus historias. Kirby sirvió como explorador de avanzadilla para la Quinta División Armada del General Patton en Francia. Su trabajo era entrar furtivamente en los pueblos objetivo del Ejército antes que las tropas para informar a Inteligencia de cuáles podrían ser los movimientos que debían hacer los soldados. Se pasó muchas noches medio cubierto de nieve en mitad de un frío glacial. Me dijo que el viento soplaba continuamente en Francia, y que "nunca parecía detenerse." En lugar de un Capitán América luchando contra los nazis, en la vida real fue Jack Kirby quien puso en riesgo su vida en primera línea y quien estuvo presente en Bastogne cuando se pronunciaron en voz alta las siguientes famosas palabras en respuesta a la petición de que se rindiese que le hicieron los alemanes: "¡Estáis pirados!"
Me contó que dos historias concretas de los "Losers" que aparecían en Our Fighting Forces estaban basadas directamente en sus experiencias en la guerra. Una en el número 159 titulada "Mile a Minute Jones". Trataba sobre dos soldados que corrían el equivalente a un maratón por encima de una línea blanca marcada en el borde de un campo de minas. "Jones" era un soldado negro en la historia. La otra se titulaba "A Small Place In Hell". Saber que estas historias están basadas en experiencias reales hace que me resulten mucho más significativas y asumo que lo mismo le puede ocurrir a cualquier fan.
Considerando todos sus logros, Jack Kirby es una persona inusualmente modesta. Siempre tiene una palabra amable para todo el mundo y siempre está dispuesto a dar algún consejo útil a dibujantes y guionistas. Dice que especialmente ha sido bendecido por los talentosos entintadores que han trabajado con él a lo largo de los años.
Déjame concluir con una anécdota personal sobre toda la obra de Kirby. Algo que me asombra mucho y que me parece de lo más excepcional en sus historias es la forma en que es capaz de inyectar su filosofía personal y su punto de vista sobre el mundo en ellas, por lo que siempre parecen ser más grandes que la vida. Su dibujo y sus guiones se entretejen para dar forma a una estructura unificada drámatica y contundente tanto visual como conceptualmente. Es moralista sin sermonear o ser moralizante. Su estatura verdaderamente heroica es más que evidente cuando vemos a otros dibujantes y guionistas intentar interpretar de forma insatisfactoria sus creaciones. Lo único que han conseguido los intentos por convertir a sus héroes en algo más "realista" ha sido transformarlos en algo más mundano y mucho menos memorable.
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Harry W. Miller es un profesor de Arte y de Historia del Arte jubilado que se ocupa de Alpha Omega, de The Christian Comics Apa.
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