Entrega nº 28 de la columna “Come In Alone” escrita por Warren
Ellis. Aparecida el 9 de junio de 2000 en Comic Book Resources. Traducida por
Frog2000. Nota: el título es una invención, la columna original no tenía ningún
encabezado.
Conozco a Grant Morrison desde que empezó a guionizar cómics. No suelo verlo demasiado (hace que no pongo mis ojos encima de
ese bobo delgaducho de Glasgow desde el pasado verano), de hecho, creo que
desde que estuvimos un par de semanas en Nueva Zelanda y Australia. La anterior
ocasión fue en San Francisco en 1997. Pero siempre que leo sus
cómics me parece como si estuviese conversando con él. Sea DOOM PATROL, JLA
o la brillante LOS INVISIBLES, porque sé qué libros ha estado leyendo, a quién
ha conocido, dónde ha viajado. Y a menudo podría incluso asegurar con quién ha
follado, o qué quiere follarse.
Grant es una de las escasas y genuinas estrellas pop del
mundo del cómic. También es un mago practicante desde hace mucho tiempo que
ha convertido en magia su trabajo artístico (la magia exige un montón de tu propia vida), y además Grant ha revelado que realizar el acto de
escritura también puede ser un acto mágico. Esto no debe confundirse con el infame
“sigil” para SALVAR A LOS INVISIBLES que diseñó Grant y que se pudo leer en los correos de la colección, donde les insistía a sus lectores que un gran número
de ellos debían marturbarse con la mayor ferocidad posible a una hora determinada
para conseguir salvar la serie.
La obra de Grant Morrison es como disfrutar con él de una
conversación, como si él estuviese de charla con sus colegas, con su público y
con el mundo en general. Y lo que sigue es una conversación que mantuvo conmigo:
La última vez que te hice una entrevista fue en Glasgow hace
diez años. Supongo que habrás cambiado de identidad tres veces por lo menos
durante la última década. ¿Quién eres hoy en día, y cuánto difiere de la
versión que eras hace diez años?
[Grant Morrison] Cada uno de los átomos que componen mi
cuerpo físico ha sido reemplazado durante todo ese tiempo, pero el campo
organizado que mantiene la integridad de mi cuerpo temporal parece que podría seguir teniendo una indefinida cualidad de “Morrisonidad”. Toda la
estúpida mierda que dije en aquella entrevista de entonces sigue formando
parte de mi agenda actual. Las ideas que intentaba expresar (sobre los cómics y los
universos de cómic como contínuos que funcionan de forma autónoma, sobre el
potencial de manipulación mágica de la realidad a través de la ficción, etcétera), ha evolucionado para convertirse en la vanguardia de mi trabajo durante los noventa, en particular bajo la forma de “supersigils” tan potentes como Flex
Mentallo y Los Invisibles.
Dos de mis gatos fallecieron, me cambié de casa, lo dejé con
mi novia de toda la vida, viajé alrededor del Mundo, aprendí a beber y a tomar
drogas, practiqué rituales de chamanismo travestido, participé en “raves”, al
parecer fui abducido por alienígenas, casi muero por envenenamiento de la
sangre y neumonía, dejé de sentirme de una forma miserable y pesimista, abandoné a
mi novia, curé dos casos de cáncer usando la magia, estuve en París, Venecia,
Los Ángeles, estuve viviendo en Nueva York, aparecí en el “Vogue”, conocí a la chica de mis
sueños... Y finalmente me he convertido en uno de mis propios personajes. De
hecho, lo más interesante que me ha ocurrido ha sido desde que me hiciste la última entrevista, Warren. ¿Por qué cojones crees que habrá sido?
[Warren Ellis] En algún momento del pasado verano llamé a la
puerta de tu habitación de hotel para ver si querías verme beber de nuevo y
emergiste entre una densa nube de droga, envuelto en una sábana y diciendo
entre risotadas que se te habían ocurrido serias y muy avanzadas ideas. No voy
a preguntarte cuáles eran esas ideas (las veremos muy pronto en Marvel Boy),
pero me pregunto cómo percibes los cómics ahora mismo. Tus ideas para los
cómics tienden a reflejar la forma en que se percibe el medio. ¿Cómo crees que sería tu cómic
ideal en la actualidad?
[Morrison] En esa ocasión el LSD también tuvo mucho que ver. Tengo que admitir que ahora me he vuelto straight edge y que de nuevo he empezado a
recibir clases de Jeet Kune Do tres veces por semana. Poco después de que te
marcharas, ahí estaba yo, babeando completamente zumbado frente a la presencia de siete
veces siete trastornados seres al estilo Bizarro, todos hirviendo con un patrón
de moiré en los límites del SER o NO SER. Al concepto de esa mermelada
intravenosa le siguió una visita al baño (una espiral de agua en la dirección
equivocada, la fuerza de Coriolis jodiéndome del revés). Muchas de esas
transmisiones directas se fueron directamente hacia el quinto número del tercer
volumen de Los Invisibles, que en ese momento estaba escribiendo en Australia, justo cuando empezaste a aporrear la puerta.
El verdadero avance surgió después de esa noche (y
durante el viaje completo al reino de las Antípodas) bajo una
forma más pura de ideas directas para “IF”, la novela que estoy escribiendo
ahora mismo, pero también pueden verse rastros de mi nueva teoría para
explicarlo “todo” a largo del último número de Los Invisibles, mientras que algunos ecos aparecen en
la mayor parte de nuevas ideas en las que me encuentro trabajando ahora
mismo.
Como Marvel Boy. No sólo es que esté trabajando con uno
de los mejores dibujantes y con una buena paleta de colores, sino que de nuevo todo está iluminado como si fuese uno de los video-juegos más increíbles y
atmosféricos que se pueden conseguir. Sin embargo, realmente la serie se
convierte en algo novedoso a partir del tercer número, uno del que estoy
particularmente orgulloso. Aparte del hecho de que la idea central sea algo
potencialmente impenetrable (Hexus, LA CORPORACIÓN VIVIENTE) también ha
terminado siendo maravillosamente simple, original y ridícula al mismo tiempo,
y ese fue el motivo por el que quería colaborar con el absurdamente genial J.G.
Jones, para que pudiese utilizar sus mejores trucos, además de reconsiderar de
nuevo el uso de la estructura y los diseños de página como si fuesen viñetas
cinematográficas capaces de eyacular en tu cara, y que ahora están tan de moda. El
estilo visual de Marvel Boy se ha vuelto más cercano al de la MTV y al de los
anuncios actuales, y desde el tercer número estará repleto de todo tipo de nuevas
técnicas; cortes rápidos y estroboscópicos, paneles lenticulares, escorzos
peligrosos, rejillas de 64 viñetas, lo que sea. Tan sólo hemos empezado a
experimentar, pero Marvel Boy ya no se parece a nada de lo que se puede encontrar a su
alrededor. Algunas de las cosas que JG está haciendo para la serie parecen un enfoque actualizado del "pop” artístico utilizado por Steranko en las páginas
de sus cómics. En lugar de Orson Welles, el op art y las películas de espías,
JG está usando efectos digitales, ritmos percusivos, acercándose
mucho más y de forma más compleja a la acción, iluminada a partir del frenético resplandor producido por las enloquecidas imágenes alucinadas del Siglo XXI que
nos proporciona la cultura mediática y el resto. Los cómics no tienen por qué
ser como las películas. No necesitan parecerse a un “storyboard”. Esto no va en
detrimento de aquellos grandes cómics que han utilizado técnicas narrativas
fílmicas, pero en mi caso quería volver y explorar algunas de las posibilidades del cómic como música.
Estoy haciendo Marvel Boy y las demás cosas desde el
espíritu utópico del Siglo XXI. Voy a dirigir todas estas obras contra ese amplio
público que conoce medianamente la literatura “mainstream”, por lo que creo que poco a
poco ayudará a generar aún más público al igual que haces tú con tus cosas.
Continuaré actuando como si ser un guionista de comic book
fuese lo mismo que ser una estrella del pop. Voy a seguir aprendiendo cosas nuevas, porque creo que pueden abrir nuevos caminos. En este momento creo que los cómics no
están siendo lo suficientemente atractivos ni tampoco parecen tener el suficiente estilo
Futurista Pop o ser lo suficientemente incendiarios, pero intentaré rellenar
ese vacío con el tipo de cosas que a mí me gustaría leer. Pase lo que pase, sé
que voy a vender una cantidad mayor de cómics de lo que suelen vender los
arrastrados medio hombres que creen que estamos todos condenados a sufrir un
"mercado en retroceso". Mirad por la ventana el planeta en el que
vivimos, ¡imbéciles! Hay miles de millones de bípedos ¡y seguimos haciendo más
aún! ¿A qué escala ha de crecer el mercado antes de que tengamos que comernos
el puto Soylent Green? ¡Salid a la calle y vended más cómics a esas personas!
¡Haced lo mismo que el idiota “savant” que logró convencer al público de que su
Pokémon era más necesario aún que el oxígeno!
Estoy ocupado escribiendo mi propia teoría para poder salir
de la crisis, como la mayoría de la gente que trabajamos como “freelance”. Pero
alguien ha de empezar a tomar algunas sanas decisiones administrativas y de
mercado que respalden el excelente trabajo de nuestra cantera de talentos
actual.
El "medio" no tiene consciencia de su atractivo,
eso es todo. Pero todo el mundo ama los cómics. Para mi entera satisfacción, he
podido comprobar que esto es cierto en el caso de contables, corredores de
seguros, peluqueros, madres con hijos, cinturones negros, estrellas del pop,
taxistas, pintores, lesbianas, médicos, etc, Expediente X, Buffy, Matrix,
X-Men... la cultura “mainstream” ya no es lo que era anteriormente, cuando la
ciencia ficción y los fans de los cómics tenían que apiñarse en subterráneos
como si fuesen cristianos gnósticos esquivando a los romanos. Debemos salir
pronto a la luz, antes de que nos asfixiemos. Creo que estamos al borde de otra gran oleada de interés en los cómics por parte del “mainstream”, y
también me parece que estaría bien que tuviésemos algo bueno que ofrecer, ¿tenemos ya material listo, creado ex-profeso mirando al futuro, por si acaso llegamos a verlo con nuestros propios ojos?
Mientras tanto, en la actualidad, los únicos títulos que
realmente me dan una auténtica sensación de que “hay que tenerlos como sea” y que me la
ponen dura son Planetary y Authority, pero hay un montón de voces interesantes
emergentes, como Tom Peyer con su Hourman o lo que está haciendo Mike Carey en
Lucifer. También me gusta el SPAWN de Brian Holguin y el Hellblazer de
Azzarello. Muchos de los contenidos de las Dos Grandes parecen ser bastante
inanes frente a sus competidores, parecen rutinarios, se echa en falta
lo que yo llamaría "sexo" en ellos. Prefiero el zumbido visionario y
delirante de la imaginación de alto octanaje, y en mi caso, el material de tipo
policíaco carece de un buen empujón de pelvis, por lo que creo que se quedará estancado en el
asilo, en la frontera de mis favoritos... pero eso tan sólo es lo que me parece a mí. Si se venden ese tipo de cómics, buena suerte con ellos. Y si no...
dejadle el trabajo a James Ellroy y a los muchachos de la policía de Nueva York. Yu-hú.
Mi cómic ideal es uno que pueda expresar perfectamente su
época y que haga que quieras bailar como lo harían tus discos favoritos. El
cómic ideal es la condensación holográfica del puro “zeitgeist”. El Pop es mi
dios y mi diosa, Warren, y creo que los cómics deberían esforzarse por ser más
Pop que el propio Pop. Particularmente desprecio el pastiche “retro”
cínicamente perfecto, árido y estéril, y en última instancia sin ningún tipo
de encanto y que surge de LAS IDEAS DE OTROS que ha llegado a caracterizar la
producción de tantos creadores cansados, personas que deberían haber tenido
la dignidad de seguir avanzando como pudieran cuando se quedaron sin su propia
voz.
Tú mismo has estado escribiendo en periódicos, yo he escrito
para SLEAZE NATION (una revista para jóvenes ingleses que trata sobre moda y
"night clubs" y repetitiva música techno). Y tú has escrito una
novela. ¿Ha producido eso un cambio en tu ritmo? ¿Un cambio en la forma en la
que te tratan? ¿En qué fase está tu novela? (¿Quién publicará a la hijadeputa
de todas formas?)
[Warren Ellis] En cuanto a lo anterior…
He escrito alrededor de un tercio de la novela y me está
llevando un poco más de lo que había estimado en un principio, porque pensaba que sería capaz de escribir un libro entero en pocas semanas. Me he pasado un montón de
tiempo revisando y puliendo lo que había escrito. Al usar sólo prosa, sin
dibujos, creo que se parece más a lo que hace Jackson Pollock.
[Grant Morrison] Yo he estado ocupado con el obligatorio guión para
la pantalla grande y con los argumentos y tratamientos para una película, por lo
que he empezado a flirtear con la rutilante fábrica Hollywoodiense. Channel 4
acaba de expresar cierto interés en hacerse cargo de la serie de TV LOS
INVISIBLES de nuevo, y espero que muchas de estas cosas previstas para la
pantalla empiecen a dar sus frutos durante los próximos seis meses. También
espero hacer un montón de dinero escribiendo guiones para el cine, así que voy
a ser capaz de financiar payasadas mundiales al estilo de las amparadas por Guy
Grand.
La columna SLEAZE NATION fue una cosa que me encantaría haber escrito con regularidad, pero inexplicablemente revisaron mi mejor material sin
consultarme, así que la dejé de lado. Demasiado para la anarquía
radical-skater. Les escribí aquel relato sobre la Inglaterra de Blair en 1998 y me
cortaron toda la mejor mierda, y eso me dejó sin fuerzas para continuar con la
broma. Tal vez tú podrías editarla entera, Warren. Creo que fue uno de los
primeros artículos periodísticos que capturaban todo el verdadero sabor de un país
que ha llegado a ser muy familiar para nosotros.
[Warren Ellis] Luego tenemos eso de LOS CUATRO FANTASTICOS.
Parece que Marvel niega que tú estés haciendo nada, y sin embargo es
tremendamente seguro que estás con ello. ¿Qué es lo que está ocurriendo? De todos
modos, ¿qué es lo que te interesa tanto de ese tipo de juguetes tan viejos y
sucios como para jugar con ellos? Quiero decir, ¿de verdad quieres tocar algo
que Tom DeFalco ha chupeteado antes?
[Grant Morrison] No sería la primera vez. Puede que a los fans de cómics como
JLA e Invisibles les interese saber que estoy dispuesto a ser la perra que
sigue la mayoría de trabajos ochenteros producidos por el Señor DeFalco. Porque
yo era alguien tan joven y de aspecto tan razonablemente delgado que
rápidamente podía emperifollarme con un trozo de cortina y parecer el
“sobrino de visita“ ideal todas las veces que aumentase la mórbida testosterona
de Tom y que tanta congoja le producía. Era un acuerdo recíproco con DC según
el cuál cada empresa de peces gordos podía emparejar a los nuevos jovencitos
con los editores de alto nivel, ya que ellos esperaban poder enseñar a dichos
incipientes “ninfos” los trucos del oficio a través de un pésimo “pacto” del
estilo de los que aparecían en LOS NUEVOS DIOSES. Dick Giordano se quedó con Scott
Lobdell, creo que lo prefirió a mí. Neil Gaiman fue canjeado por un muy joven e
inexperto Rob Liefeld, bien pensado, un trato bastante bueno. Me produce
mucha tristeza decirlo, pero esta enorme y antigua tradición comenzó a declinar en los noventa. ¿No te parece desgarrador ver extinguirse todas esas antiguas y
maravillosas costumbres y recursos?
Obviamente, me gusta que me paguen y quiero que me paguen
tanto como resulte posible, pero soy yo quien va a elegir los proyectos sin tener en cuenta el dinero, tan solo basándome en el capricho que tenga en ese momento. Más allá de Marvel y DC como entidades corporativas, se
pueden encontrar los universos Marvel y DC, y tengo un gran interés científico
en esos pequeños mundos de papel tan vivos, con sus propias estructuras
internas y sus leyes cosmológicas. Esos universos en miniatura seguirán
adelante incluso independientemente de sus creadores. Podemos entrar en ellos y
destruir a los personajes, mutilar sus mundos, llevar a cabo los ideales
utópicos que queramos hasta sus destructivas conclusiones, rediseñarlos, borrarlos, aniquilarlos... y volver a poner todo como estaba si
así lo queremos. Incluso nos pueden llegar a sobrevivir, tal y como sin duda
nos recordarían Jack Kirby, Joe Simon y muchos otros más si pudiesen interactuar
ahora en el plano material como solían hacerlo antes. Como mago que utiliza el
cómic como medio con el fin de efectuar “actos mágicos" (la palabra
"magia", al igual que "cómic", es otro de esos términos que en
realidad ocultan su verdadero propósito), disfruto mucho poniendo mis manos
sobre iconos corporativos reconocibles en todo el mundo para recargarlos con
nuevos propósitos. ¿Qué es lo que intento hacer con los Cuatro Fantáticos o
Estela Plateada o cualquiera de los otros personajes a los que les he echado el
ojo? Me gustaría hacerlos brillar con un poco más de sentido en este S. XXI,
mientras genero dinero y atención por parte de los medios. ¿Realmente es eso un
crimen a ojos de cualquier juez?
Mis colegas magos, por ejemplo, inmediatamente podrán
reconocer un “supersigil” bastante descarado en los seis números de Marvel Boy,
con el que trato de invocar y descargar y hacer de puerta de entrada la venida
de Horus, el recién llegado Señor del Eón. Esta forma de usar poderosos
personajes corporativos para mis propios fines resulta mucho más difícil de
explicar a un materialista fundamentalista que simular que estoy bromeando o
tratando de parecer diferente a ojos de mi interlocutor cuando empiezo a
hablar sobre la magia, pero es algo fundamental para lo que me propongo hacer y
para aquello que quiero conseguir en mi vida y con mi "trabajo"...
Por supuesto, las corporaciones suelen jodernos. Todo aquel que
juega con monstruos acaba arañado en un momento u otro. Lo sabemos, pero
seguimos haciéndolo porque queremos poner nuestras manos sobre esos pequeños
pedazos de Sueño Global. No me importa quién es el dueño del Universo Marvel. Por el jodido amor de Dios, es como saber quién lleva adelante las Montañas Rocosas. Si soy lo suficientemente estúpido como para escalarlas desnudo, ese es
mi problema. La verdad es que todos nosotros, pobres bastardos (incluyéndome a
mí mismo) que hemos sido jodidos por DC o Marvel, o cualquier otra empresa que lo haya hecho, hemos estado lo bastante ocupados como para no prestar
atención al negocio. Y esto ha ocurrido por las mismas razones que se pueden
rastrear en la industria musical: las personas creativas son conocidas por
evitar todo lo que tenga que ver con la burocracia. En particular, el cómic
demanda una producción constante, una constante concentración de imaginación,
por lo que para muchos de nosotros no nos resulta ninguna sorpresa que nos
enmarronen en alguna ocasión, al ser incapaces de concentrar toda nuestra
atención en las complejas trapacerías y artimañas financieras. La triste verdad
es que es culpa nuestra, por descuidar nuestros puntos débiles y culpar a otros
por cosas que sabemos que no somos capaces de hacer.
Hasta ahora me han tratado bastante bien en Marvel
Knights. Iré a donde tenga que ir cuando sienta que tengo que hacerlo en un
momento determinado.
[Warren Ellis] ¿Tienes programado algún viaje para este
verano?
[Grant Morrison] Viajaré a L.A. para ver a Primal Scream. A
Nueva York para reunirme con Genesis P. Orridge y Doug Rushkoff (estuvimos
hablando para hacer un libro a tres bandas, un sinsentido de ojos bien abiertos
sobre “el futuro”), etc. Y a mediados, a México, para efectuar una especie de
viaje tántrico. Después, en septiembre, me marcharé a Tokyo, que es algo que llevo
esperando hacer toda mi vida.
[Warren Ellis] ¿Estarás (o no) haciendo cómics en 2001?
[Grant Morrison] Es indudable que sí. Y por cierto, ¿qué hay
sobre ti? Continuemos elevando entre todos el nivel y veamos quién puede crear
el cómic más cool, duro, brillante y de mayor éxito de la próxima década.
INSTRUCCIONES: Leed LOVELY BISCUITS de Grant Morrison
(Oneiros, 1999), escuchad FOR YOUR EARS ONLY de Bentley Rhythm Ace (Parlophone,
2000), y entrad en la web de Douglas Rushkoff.
La Novela Gráfica recomendada de hoy es THE MYSTERY PLAY (El
Misterio Religioso), de Grant Morrison y Jon J Muth (DC, Vertigo).
4 comentarios:
Creo me ha afectado la magia que destila esta entrevista y ahora estoy dispersando mis átomos entre universos paralelos, pues no me parece que haber leído que Morrison recomendaba el Spawn de Brian Holguin. No es posible ¿o sí?
Desgraciadamente, sí.
También recomendaba a Geoff Johns recientemente XD
Brillante entrevista, master Frog. Vaya dos se juntaron aqui. Seguimos esperando esa novela "If", por cierto.
Tristemente dejó aparcada "The If", y utilizó la mayoría de sus ideas en The Filth y otras tantas ideas para colecciones. Creo que iba a ser una especie de continuación "espiritual" de The Invisibles.
Gracias por visitar el blog.
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