miércoles, 6 de junio de 2012

¿POR QUÉ ELEGISTE LOS CÓMICS? (2)

Entrega nº 38 de la columna “Come In Alone” escrita por Warren Ellis. Aparecida el 18 de agosto de 2000 en Comic Book Resources. Traducida por Frog2000. Nota: el título es una invención, la columna original no disponía de ningún encabezado.

Hace un tiempo formulé esta pregunta. Antes me la había hecho uno de los visitantes de mi foro de mensajes. Era una pregunta directamente para guionistas, pero ahora me gustaría hacérsela a algunos dibujantes: "¿Por qué elegiste los cómics...? ¿Cuál es el “zeitgeist” de los dibujantes? Parece que actualmente muchos de ellos utilizan los cómics como trampolín para saltar a otros medios de comunicación "más respetables", que en mi opinión es una de las cosas que está cargándose el medio del cómic. Así que, ¿por qué? Eso es todo."

Simple y llanamente. "¿Por qué elegiste los cómics?"

Cully Hamner:

Bueno, de una forma u otra el cómic ha formado parte de mi mundo toda la vida, así que una pregunta más pertinente podría ser: "¿por qué no los cómics?" ¡La verdad es que me encantan!

En cuanto descubrí que era capaz de dibujar, el ejemplo inmediato y más natural de lo que podía hacer se encontraba justo enfrente mío: un comic book. Verás, empecé a leer muy pronto. Sé que no aprendí a leer exclusivamente con los cómics, pero aprendí a enamorarme de la lectura leyéndolos. Me gustaba leer historias (y por extensión, hacerlas) y me gustaba dibujarlas. Los cómics son capaces de combinar las dos cosas. Por lo tanto, en mi caso fue la opción más natural del mundo.

La razón por la que he seguido haciéndolos es por la promesa de lo que pueden llegar a convetirse. Claro que me han hecho ofertas para trabajar en otros medios, principalmente en el ámbito de la animación, haciendo diseños artísticos y “storyboards”. Todos son campos bastante lucrativos. Cuando las cosas se empezaron a poner particularmente tensas en mi vida, un montón de gente me dijo que debería dejar los cómics, que eran una industria que estaba moribunda. Justo después el trabajo empezó a escasear. Aunque nunca me he quedado sin trabajo del todo, a veces he tenido que compaginar dos labores, y a menudo he tenido que hacer algo que particularmente no me importaba demasiado.

Ahora que la mayoría de detractores se han suicidado de forma figurativa, tengo más trabajo del que voy a poder manejar alguna vez. Cada vez más, este se está convirtiendo en un trabajo que no puedo esperar a empezar, y eso me encanta. Esos gilipollas negativos pueden hacer todo el sucio trabajo que quieran, pero yo me estoy divirtiendo de lo lindo y me gano bien la vida haciendo lo que hago. Soy capaz de afrontar el trabajo en el que creo, y quiero ayudar a cumplir las promesas que me ofrece el medio.

En otras palabras, sólo porque en otros lugares consigas algunos beneficios importantes o te dejen disfrutar de algunos pequeños placeres, no lo veo motivo suficiente para que tú mismo te pongas frente al tren.

Ahora mismo Cully Hamner está dibujando el primer anual de THE AUTHORITY para Wildstorm. El próximo año estará trabajando conmigo.

Lea Hernandez:

¿Por qué los cómics? Porque nunca he querido hacer ninguna otra cosa. Llevo queriendo dibujar cómics desde antes de convertirme en adolescente. Me gustaba mucho el dibujo de los cómics de Disney que me compraban mis padres para que aguantásemos los largos viajes en coche. Puede que mis hermanos se quedasen mirando por la ventana mientra que yo me quedaba acurrucada sin el cinturón de seguridad, tirada en el suelo del coche MIRANDO los dibujos.

En la época que iba al Instituto empezaron a editarse todas aquellas grandes obras: MARS de Hempel y Wheatley, AMERICAN FLAGG! de Chaykin, la etapa de Simonson en THOR. No es que los superhéroes fuesen lo que más me gustaba de todo (tampoco es que haya nada de MALO en ellos), pero no me atraía demasiado su “status quo”, sino las HISTORIAS. Solía emocionarme con todo lo que tenía que ver con los cómics; lo suficiente como para ignorar a mis profesores de dibujo, que solían desecharlos, y a los estudiantes de dibujo masculinos que decían que una chica nunca podría hacer un cómic a menos que lo guionizase y dibujase junto a un tío, porque los cómics estaban hechos PARA chicos. (Pellizqué a uno de los chicos que me dijo eso.) Pude leerme el MANGA! MANGA!, de Fred Schodt, que me dio otra prueba de que los cómics eran algo más que una parte protuberante PARA hombres (hombres a los que lo único que les abultaba era la entrepierna). Schodt y los cómics de los ochenta envenenaron mi cerebro... fui infectada con la absoluta convicción de que podía escribir lo que la gente y yo queríamos. Era como Juana de Arco. Si me ponía a hacer lo que las pequeñas voces de mi cabeza me decían que hiciese, nada sería capaz de detenerme. Ni siquiera que un organizador de Salones me agarrara el culo en una fiesta patrocinada por un distribuidor de San Diego, ni las múltiples propuestas indecentes realizadas durante una noche de juerga con unos desechos profesionales del cómic, ni las invitaciones para follar en las saunas de los hoteles, ni la depresión aguda, ni la caída del mercado en blanco y negro, ni el cabrón que me dijo que había otro dibujante de estilo manga que le parecía mejor que yo, por lo que ¿por qué tenía yo que conseguir ese trabajo (bueno, bueno, eso sí que me dejó un poco descolocada)?, ni tampoco estar durante casi dos años sin trabajar de forma regular y ver rechazadas mis propuestas tanto para RUMBLE GIRLS como para CATHEDRAL CHILD porque estaba embarazada (y porque aparecían ciertas escenas lésbicas en RUMBLE GIRLS), ni tener dos niños que parecen tener problemas de aprendizaje, porque piensan y actúan como Wednesday y Pugsley Addams, ni el colapso nervioso que me indujo a postrarme en el suelo en Gainax en 1989.

Me siento impulsada a hacer cómics. Haciéndolos siento un enorme subidón que es mejor-que-el-sexo, y me siento como la mierda cuando no hago caso de esa necesidad que tengo de crear dibujos con palabras con las que mostrarle al mundo lo que veo, pienso y siento. Podría aguantar la respiración durante más tiempo del que podría dejar de hacer cómics. Respuesta corta: porque jodidamente yo NO puedo dejar de hacer cómics.

Lea Hernandez está dibujando POPPY, una serie de historias cortas que he escrito para ser incluidas en la parte posterior de su maravillosa serie para Image: “RUMBLE GIRLS”. 

D'Israeli:

Supongo que la respuesta fácil es "porque el grabador de cintas musicales se había roto."

Desde niño siempre me ha interesado contar historias. Mi mami me contó que con dos años me vio una vez paseando arriba y abajo mientras me contaba historias a mí mismo. Es una costumbre que tengo pendiente dejar de lado.

Según estaba creciendo, engullía historias en cualquier formato disponible: novelas, películas, cómics, dibujos animados, programas de radio. Me gustaba mucho dibujar, e incluso hice mis propios cómics, pero también me gustaba escribir historias. Más tarde hice un “programa de radio” con un par de grabadoras antiguas y algunas cintas de efectos de sonido de la BBC. Era algo que cada vez se iba haciendo más complejo, me gustaba pasarme un par de semanas escribiendo los guiones y me tiraba varios días haciendo el propio programa.

Entonces llegó el día en el que, mientras estaba intentando acometer mi más ambicioso proyecto hasta la fecha, una de mis grabadoras se estropeó. Maniatado por la frustración, cogí mis guiones, cogí un papel y lápiz y empecé a hacer un cómic en lugar del programa.

En ese momento de fastidio descubrí la verdadera ventaja de los cómics sobre el resto de medios, y es la siguiente: si tienes cierto grado de aptitudes y un montón de ganas, podrás conseguir el material que necesitas por unos pocos centavos y crear historias donde puedes incluir todo lo que tú elijas. Los otros medios de comunicación narrativos, el cine y la televisión, ofrecen posibilidades fantásticas, pero también demandan muchos más recursos. Y cuantos más recursos necesites, más compromisos tendrás que satisfacer para conseguirlos. Harlan Ellison fue el que dijo la famosa frase de que estar trabajando en una serie de televisión es como tratar de poner una rosa en la cima de una montaña de mierda, incluso aunque logres conseguirlo, no vas a ser capaz de oler la rosa.

Por supuesto que la industria del cómic tiene sus propias exigencias, pero hay mucha más libertad. Incluso aunque no quieras cumplir con las exigencias de la industria tradicional, siempre tendrás editores independientes e incluso te puedes auto-editar. Igual no te ganas la vida con ello, pero podrás distribuir tu obra a pequeña escala.

Algunos de los mejores cómics de los últimos diez años han sido producidos de esa forma, y aunque yo haya trabajado como dibujante profesional durante estos diez años, sigo produciendo cómics para mi propio disfrute.

Además, los cómics ofrecen un número de posibilidades únicas para narrar historias. Si consultas "Entender el Cómic" de Scott McCloud, podrás ver una completa explicación de las diversas formas que con el paso del tiempo han ido retratándose en las viñetas de los cómics. A menudo se ha comparado el arte de contar historias en forma de cómic con la narración del cine o la animación, pero los cómics ofrecen mayores posibilidades de densidad y complejidad. Después de todo, el lector puede elegir pasarse más o menos tiempo estudiando una viñeta u otra, o incluso si quiere puede volver hacia atrás unas páginas para ver si se ha perdido algo. al ser un medio "literario", los cómics son mucho mejores retratando la vida interna de los personajes que los medios de comunicación como el cine o la televisión en los que la vida es interpretada por actores.

En resumen, los cómics son un medio democrático, al alcance de cualquiera con cualquier nivel, las únicas limitaciones reales son la habilidad de la que disponga el creador y la industria. Es un medio que ofrece amplias posibilidades de control, y es mucho más creativo que otros medios de narración visual.

Y para un mono-maníaco como yo, todo esto solo puede ser positivo.

¡Os deseo a todos lo mejor!

Matt Brooker T/ Como el Dibujante D'Israeli D'Emon

Conozco a D'Israeli (que quizá sea más conocido en Estados Unidos como uno de los ilustradores de THE SANDMAN) desde hace mucho tiempo. Fue el dibujante de uno de mis cómics más importantes: LAZARUS CHURCHYARD.

Jacen Burrows:

Resulta bastante sencillo: no hay otro medio en el que puedas hacer que tu visión esté viva (además de verla impresa) sin la menor interferencia. Las distintas posibilidades del resto de medios no son tan libres.

En el mundo de la ilustración profesional y en el diseño gráfico, tus servicios son alquilados para vender productos. Tienes que obedecer los deseos de tu cliente, y el artista tiene muy poco que decir sobre la dirección, los estilos y qué composiciones pueden funcionar mejor. Yo no quiero ser ese tipo que lleva las cabezas de lechuga en los anuncios de comestibles que se puede ver en los folletos de los periódicos o que aparece como spam durante toda su vida. En la industria del video-juego estarás trabajando bajo la visión de los diseñadores... y de la de los productores... y de la de los tipos de ventas... y de la de otra docena de participantes, todos aportando su propio punto de vista. Rara vez la visión de una persona tiene el suficiente potencial como para ser tenida en cuenta, y resulta muy difícil alcanzar una posición tan codiciada como la de Diseñador de Juegos.

Hacer “storyboards” y animación también son trabajos en los que, de nuevo, nunca vas a tener el control. Trabajas para cubrir las ideas, agendas y proyectos de otras personas. Los cómics son el único campo en el que puedes crear una historia de una forma bastante sencilla y donde controlas cada aspecto del diseño desde los bocetos. Desde que la auto-edición se está convirtiendo en una opción más común, ya no tiene por qué existir ningún comité que aplaste tu visión hasta convertirla en una agradable y esponjosa chocolatina “para todos los públicos”, a no ser que decidas permitirlo, claro. En ocasiones todavía se pueden crear mundos enteros, personajes que están vivitos y coleando, una historia capaz de comunicarse directamente con el lector.

Jacen Burrows es uno de los mejores dibujantes que he descubierto últimamente, motivo por el que ha dibujado mi serie DARK BLUE para Avatar, que será recopilada el próximo año.

INSTRUCCIONES: Leed “THE CLOCK OF THE LONG NOW”, de Stewart Brand (1999), escuchad “VOICES OF FORGOTTEN WORLDS”, la música tradicional de los indígenas (Ellipsis Arts, 1996), y entrad en OPI8, porque en esa web se pueden encontrar bonitas galerías de imágenes y sólida ficción que por lo general me parece jodidamente buena. 

La novela gráfica recomendada de hoy es VENTILADORES CLYDE, Primera Parte (Sins Entido), de Seth.

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