GENERAL SAMUEL DOE
Presidente de Liberia.
Es mejor resumir a Samuel Doe por su físico cambiante. Cuando llegó al poder en 1980 mediante un sangriento golpe de estado era un enjuto sargento mayor de la rueda militar, hoy en día es un gordo general hecho a sí mismo embutido en un traje que vive de la ayuda de EE.UU. y de los sobornos corporativos. Pero mientras que Doe y sus compinches viven en el lujo, el resto de Liberia sobrevive en la miseria. Bajo su régimen, el producto interior bruto se ha reducido hasta el 13%, las estadísticas de salud del país se encuentran entre las peores del mundo, el 80% de la población es analfabeta, a todos los partidos de la oposición excepto uno les fue prohibido participar en las elecciones nacionales de 1985, y los que protestaron contra estas desigualdades fueron encarcelados o asesinados.
Doe, un anti-comunista pro-estadounidense, recibió de Estados Unidos 500 millones de dólares para ayudas entre 1980 y 1985. Cuando el Congreso amenazó con cortar los fondos a causa de las violaciones de los Derechos Humanos en Liberia, Doe pidió "asesoramiento financiero estadounidense como muestra de buena voluntad". Los EE.UU. enviaron 17 contables, examinadores de bancos y economistas para ayudar a Doe a equilibrar su presupuesto, pero se dieron cuenta de que les esperaba una difícil tarea cuando por fin entendieron que Doe se había comprado una flota de Mercedes Benz por un valor superior a 60.000 dólares para sus ministros y que había prestado un millón de dólares al equipo de fútbol de Liberia para que ganase un partido contra su rival Ghana. Finalmente, Doe se negó a permitir el acceso a los registros que concernían al 40% de los fondos de Liberia, porque este "segundo presupuesto" por ingresos de gasolina e impuestos de la vivienda iba a parar directamente a la cuenta bancaria del presidente. Los asesores norteamericanos regresaron a sus hogares en 1989 sin haber cumplido su misión, y Samuel Doe aún permanece en el cargo, a pesar de los rumores que surgieron en 1.990 sobre los complots rebeldes levantados en su contra.
Presidente de Liberia.
Es mejor resumir a Samuel Doe por su físico cambiante. Cuando llegó al poder en 1980 mediante un sangriento golpe de estado era un enjuto sargento mayor de la rueda militar, hoy en día es un gordo general hecho a sí mismo embutido en un traje que vive de la ayuda de EE.UU. y de los sobornos corporativos. Pero mientras que Doe y sus compinches viven en el lujo, el resto de Liberia sobrevive en la miseria. Bajo su régimen, el producto interior bruto se ha reducido hasta el 13%, las estadísticas de salud del país se encuentran entre las peores del mundo, el 80% de la población es analfabeta, a todos los partidos de la oposición excepto uno les fue prohibido participar en las elecciones nacionales de 1985, y los que protestaron contra estas desigualdades fueron encarcelados o asesinados.
Doe, un anti-comunista pro-estadounidense, recibió de Estados Unidos 500 millones de dólares para ayudas entre 1980 y 1985. Cuando el Congreso amenazó con cortar los fondos a causa de las violaciones de los Derechos Humanos en Liberia, Doe pidió "asesoramiento financiero estadounidense como muestra de buena voluntad". Los EE.UU. enviaron 17 contables, examinadores de bancos y economistas para ayudar a Doe a equilibrar su presupuesto, pero se dieron cuenta de que les esperaba una difícil tarea cuando por fin entendieron que Doe se había comprado una flota de Mercedes Benz por un valor superior a 60.000 dólares para sus ministros y que había prestado un millón de dólares al equipo de fútbol de Liberia para que ganase un partido contra su rival Ghana. Finalmente, Doe se negó a permitir el acceso a los registros que concernían al 40% de los fondos de Liberia, porque este "segundo presupuesto" por ingresos de gasolina e impuestos de la vivienda iba a parar directamente a la cuenta bancaria del presidente. Los asesores norteamericanos regresaron a sus hogares en 1989 sin haber cumplido su misión, y Samuel Doe aún permanece en el cargo, a pesar de los rumores que surgieron en 1.990 sobre los complots rebeldes levantados en su contra.
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