Entrevista publicada originalmente en la web de The Comics Journal. Realizada por Tim Hodler, Dan Nadel y Frank Santoro, 13 de diciembre de 2012. Traducción de Frog2000. Transcripción original de Kristen Bisson, Janice Lee y Anna Pederson.
Este 2012 ha sido otro año victorioso para Gilbert y Jaime Hernández. Los hermanos han celebrado el 30º aniversario de Love and Rockets viajando de costa a costa para hacer un montón de sesiones de firmas, y además han continuado creando cómics que se encuentran entre lo mejor que han hecho nunca, incluyendo el “Love and Rockets: New Stories” nº 5, donde han participado ambos, “Fatima: The Blood Spinners” y "Venus", de Beto, y “El Retorno de las Ti-Girls”, de Jaime. Una mañana de septiembre, Gilbert y Jaime se sentaron con nosotros en el Carroll Garden de Dan, un grill bar de Brooklyn, para charlar sobre su nuevo trabajo, además de ofrecer algunas pistas sobre su viejo material y los procedimientos artísticos que suelen utilizar.
DAN NADEL: Me gustaría empezar centrándome en el tomo de las “Ti-Girls”. Para empezar, el nombre de Ti-Girls se parece mucho a la palabra “Tigers” [Tigres].
JAIME: Así es.
NADEL: Bueno, ¿cómo es que te ha llevado tanto tiempo finalizar toda esa historia protagonizada por superheroínas?
JAIME: Hasta ahora nunca había hecho una historia de superhéroes propiamente dicha. En mis historias solían aparecer en segundo plano. Hace un tiempo Gilbert me comentó: "Me gustaría hacer un cómic de superhéroes a color en plan “spin off”." Y siguió diciendo: "No tendría mucho sentido, se parecería a las series de los cuarenta, sin muchas explicaciones, sólo super-heroicidades." Y me dije, “hey, me parece que estaría genial.”
Así que empecé a pensar que a mí también me gustaría hacer algo parecido. Teníamos planeado empezar las dos historias al mismo tiempo, pero la mía iba a ser más larga, y la iba a editar alguna otra editorial, Dark Horse o alguna parecida. Cuando estuviese terminada la obra se la presentaría completa, lista para publicar. Pero entonces cambiamos de nuevo el formato de “Love and Rockets” y cada número creció hasta las cien páginas, y yo no tenía lista ninguna historia para ese primer nuevo número, así que me dije: "no pasa nada, siempre puedo dibujar esa historia protagonizada por las súpers para la revista."
Al principio era una historia para pasar el rato y divertirme, pero se convirtió en algo más ambicioso. Hace poco leí una crítica donde aseguraban que la historia no tenía alma.
NADEL: ¿En serio? Cuando la terminé de leer me pareció increíblemente conmovedora. Me pareció muy emocionante. Hasta cierto punto parece una historia que trata sobre la maternidad. Un tema por el que obviamente te has interesado otras veces, aunque nunca de una forma tan explícita. Sin embargo, parece que esta vez tratas el tema como si fuese un don de doble filo, me parece que también intentas hablar sobre el pánico que puede provocarle a cualquiera intentar formar una familia. Además, hace poco Gilbert también ha dibujado un montón de cosas que tienen mucho que ver con las relaciones entre madres e hijas, creo que ambos lleváis tratando esa temática desde hace bastante tiempo. Pero aún así, parece que ahora os estáis centrando más que nunca en el tema.
GILBERT: Bueno, hasta cierto punto tiene que ver con que he terminado por eliminar a todos los hombres de mis historias, lo digo en serio. En muchas de las historias de mis comienzos intentaba que apareciesen hombres y mujeres de forma equilibrada, pero entonces empecé a quitarlos de en medio hasta que desaparecieron por completo, porque me gusta más dibujar a las encantadoras damas que protagonizan mis historias.
HODLER: ¿Fue ese el único motivo? ¿Querías dibujar a esos personajes en concreto?
GILBERT: Cuando estás haciendo una historia hay un montón de cosas que quieres hacer, pero yo solía empezar con eso en mente. Quería dibujar a las chicas, así que la historia empezaba arrancando desde ese punto. De esa forma las historias se convertían en algo "serio". Al principio siempre aparecían más hombres en mis historias, pero como tenía que dibujar una determinada cantidad de páginas, constantemente estaba recortando cosas. Ahora todo me resulta mucho más fácil, porque los dos tenemos más páginas en este volumen de “Love and Rockets”, cerca de las cincuenta, aunque me parece que si fuesen más, me resultaría bastante pesado intentar rellenarlas todas. Ahora mismo estoy con el nuevo número de Love and Rockets, que todavía no ha salido, donde básicamente he empezado a tratar de nuevo el tema generacional de madres e hijas. Sé que literalmente hay un par de páginas que no voy a poder incluir en esta historia, porque he rellenado todo el espacio y ya no me queda más.
HODLER: ¿Te acuerdas de si aquel crítico argumentaba por qué le parecía que “Ti-Girls” no tenía alma?
JAIME: No. A él le gustaba mucho la historia, pero el único problema que veía era que no tenía alma. Me habría gustado que se hubiese leído otra vez la historia, porque daba la impresión de que quería que se pareciese más a un cómic de la Marvel, o de...
HODLER: Claro, de esa forma es más conmovedor. [Risas.]
GILBERT: Las críticas actuales centradas en nuestro trabajo aseguran que nos hemos alejado mucho de lo que hacíamos al principio, de aquello en lo que nos centrábamos en nuestros comienzos, la plenitud del alma y los dramas familiares profundos, todo eso, y sé que en la actualidad muchos de nuestros antiguos críticos ya ni siquiera siguen nuestro trabajo. Sencillamente, me parece que se han quedado atrapados en nuestro material más antiguo, como si todo lo demás que estuviésemos haciendo fuese de menor calidad. Es como si quisieran ordenarnos: "intentad no hacer obras menores." No estoy de acuerdo con ese punto de vista, porque en realidad puedo hacer lo que me apetezca.
“Love and Rockets” es como una tienda de cómics con la que hemos ido creciendo, bueno, la verdad es que entonces no había tiendas de cómics, había quioscos. Pero en el quiosco había una estantería con cómics donde se podían encontrar Blackhawk, Archie, My Love, y el resto de comic books. En esa época nadie pensaba: “existen cómics de verdad y otros que son falsos”, no, todos eran comic books. Así que nosotros metimos todo lo que nos gustaba en el mismo saco. Jaime ha hecho una historia épica de súperhéroes porque así es como siempre han sido los cómics. Puede que algunas veces yo me ponga a hacer una historia romántica, una “soap-opera”, porque esos géneros también forman parte del comic book. Igual no hago nunca una del Oeste, porque no me interesa mucho. Lo mismo me ocurre con los cómics bélicos, no solemos tocar esos géneros porque no nos interesan demasiado. Puede que me los lea, pero no me parecen demasiado interesantes, a excepción de las historias de Harvey Kurtzman.
Pero retomando el tema… sí, puede que esa falta de alma que comentaba el crítico bien pudiera ser porque se pensara: "Bueno, esto no parece una historia seria de superhéroes, no habéis hecho “El Regreso del Señor de la Noche”... en realidad habéis hecho los, eh... “Cinco Inferiores”. ¿Por qué pensará el crítico de esa forma?
NADEL: Es gracioso, porque en mi caso pensaba que la historia era muy seria. Es divertida, pero al mismo tiempo muy triste, y de verdad, de verdad, parece un cómic muy emocionante. Parece como si en muchos sentidos te ocupases de algunos temas que nunca habías revisado antes en tus historias, en especial las relaciones entre madres e hijas. Parece como si fuese la mejor versión de un superhéroe que se podría hacer alguna vez; daba la sensación de que son como super-héroínas al estilo de la ACG. Richard Hughes fue un magnífico guionista que le imprimía un buen ritmo a sus historias, me recuerda mucho a tu forma de narrar en “Ti-Girls”.
JAIME: Sí, en ese momento yo también sentía como si los fans de los superhéroes actuales estuviesen buscando superhéroes que mereciese la pena leer. Aunque sigan teniendo presente todo ese mito del superhéroe y el resto de cosas del género... pero me parece que... supongo que ese es el motivo por el que los críticos creen que mi historia no tiene alma, porque no intento utilizar el mito del superhéroe, no me importa mucho, sobre todo porque no sé sobre qué diablos podría tratar ese mito... [Risas.]
NADEL: ¿Cómo se convirtió “Dios y Ciencia” en algo más que una sencilla broma? Hay partes del tebeo bastante densas...

JAIME: Porque no sé cómo simplificar las cosas. Al principio solo estaba jugando un poco. Pero cuanto más me sumergía en el guión, más empezaba a pensar sobre quiénes podrían ser estos personajes. Además, tenía que hacer algo con toda la trama de la madre: en parte también la metí para poder divertirme y en parte la historia era mi versión sobre qué es lo que pasaría si apareciesen superhéroes en nuestro mundo. La chica tenía poderes, y su mamá "charlaba" con ella sobre la responsabilidad que suponía tenerlos y todo eso. Así que es como si la historia fuese saltando atrás y adelante en el tiempo, tampoco es que me la tomase demasiado en serio, pero al mismo tiempo esos personajes son algo muy serio para mí, así que tenía que tratarlos con respeto, como si fuesen seres humanos, en lugar de preocuparme por saber quién es el siguiente secundario al que van a golpear. Aún así, mientras estás leyendo te das cuenta de que la obra es muy divertida, pero bueno, ya sabes...
GILBERT: Te preguntaré algo que, bueno, si quieres puedes pegarme un tiro en la cabeza, pero... en el tomo hace aparición Spectra, la Diosa Anciana del futuro, ¿es en realidad Xochitl o es un personaje nuevo?
JAIME: Creo que es… es una larga historia. [Risas.] Tenemos que volver al punto en el que había empezado a idear la historia. Me dije: “Oh, dios mío, estoy volviendo a crear personajes que se parecen a otros personajes que había hecho anteriormente.” Y así es como se me ocurrió retorcer un poco más las cosas: “Hey, ¿por qué no hago que sea algún viejo personaje que proviene de una dimensión diferente?" “Si Rocky es “The Weeper”, podría usar a Mini Rivero como la “Golden Girl”, y entonces también podría hacer que ese otro se pareciese un poco a Xochitl.” Pero te aseguro que no es ella. Quiero decir, si te fijas en Xochitl puedes encontrar algunas similitudes entre las dos, pero en realidad no son el mismo personaje. Así que me dije: “Después de todo, ¿por qué voy a hacerlo de esa forma?” Por eso empecé a bromear un poco en la escena en la que ella y Maggie se conocen. Maggie la dice: "tengo una prima que se parece un poco a ti". [Risas.] Así que sólo hice que se pareciesen un poco, pero es distinta, proviene de otra dimensión. Creo que todo ese asunto de las dimensiones alternativas también es bastante raro. Había más de lo que se podía ver, es como si en esa dimensión nosotros también fuésemos las mismas personas realizando diferentes funciones. [Risas.] En realidad me estaba intentando cubrir el culo.
GILBERT: De acuerdo, es que me lo he estado preguntando, porque tu dibujo actual tiene un estilo característico, y quería saber por qué los dos personajes se parecían tanto...
JAIME: Sí, es que me gusta esa estúpida cara con cabeza de calabaza. [Risas.] Me gusta mucho dibujarla.
GILBERT: Y es curioso, porque yo hago las cosas completamente al revés. A mí me gusta dibujar más a “Killer” que a otros personajes menos atractivos.
HODLER: Me acuerdo lo que contabas en tu intervención en la SPX, cuando creaste a la hermana de Fritz. Sencillamente, habías empezado a dibujar la cara de Fritz y te salió mal, y entonces...
GILBERT: Oh, ¿te refieres al primer número de Birdland?
HODLER: Claro.
GILBERT: Bien, se suponía que Fritz iba a aparecer en la portada de Birdland, pero el personaje que acabé dibujando no se parecía mucho a ella, y entonces me dí cuenta de que tenía que corregirlo todo. Su cabello era demasiado liso, y me dije, "hey, voy a hacer que sea su hermana. Es una historia pornográfica, así que será mejor meter más mujeres en la trama." Eso fue todo. Por alguna razón, en los muy felices viejos tiempos de las películas porno que veía con mis amigos en el “drive-in”, las tramas solían estar protagonizadas por una chica que se lo montaba con un montón de tipos en lugar de por un tío que se acostaba con un montón de chicas. Pero, ¿a quién le gusta lo que se hacía en los comienzos? [Risas.] ¿A quién le puede poner eso? Excepto por las películas de Russ Meyer. Ese sí que sabía muy bien lo que se hacía.
Bueno, de todos modos eso fue lo que ocurrió. A veces me burlaba de todo el asunto, pero las cosas se te suelen ocurrir de chiripa. Era un dibujo que empecé a elaborar a partir de un boceto. Dan Clowes también suele hacerlo todo el tiempo, simplemente se pone a dibujar a alguien y... me contó que al principio Wilson sólo era un dibujo, y luego dibujó un tomo entero a partir del boceto.
HODLER: ¿Sueles crear a los personajes de esa forma? ¿Suelen surgir como si fuesen una especie de accidente?
JAIME: ¡A veces sí! Son accidentes felices… cuando funcionan. Algunos no lo suelen hacer, pero los que funcionan se convierten en algo perfecto… son cosas que hasta ese momento no conocías.
HODLER: ¿Pensáis en todos los antecedentes de los personajes antes de empezar las historias o sencillamente lo hacéis a medida que avanzáis con el argumento?
JAIME: Diría que a veces lo solemos planear todo de antemano, ¿no es cierto?
GILBERT: Sí, aunque tampoco demasiado, lo suficiente como para ponernos en marcha y construir una historia a su alrededor, aunque muchas veces guionizamos las cosas en el momento. Me llevó 25 años averiguar quién era Fritz, ese es el motivo por el que siempre aparece en mis historias, porque finalmente he podido darme cuenta de quién es.
JAIME: En el caso de Tonta, acabo de empezar hace muy poco con el personaje. Ya sabes, ¡allá vamos! De acuerdo, es una joven con cara de boba, y también es la hermana de Vivian “Frogmouth”. Bueno, veamos qué sale de todo esto mientras sigo avanzando. Puede que termine siendo un error. Ya sabes, puede que sólo aparezca un par de veces, pero quiero que tenga una historia extensa detrás, incluso me gustaría que se convirtiese en uno de los personajes principales que aparece más que el resto de secundarios, pero...
HODLER: Acabo de leerme el último número. Me gusta mucho que cuando presentas tus nuevos personajes, parezca como si llevasen mucho tiempo con nosotros. Los lectores empezamos a pensar: ¿es que me he perdido las doce historias anteriores de Tonta? [Risas.] Es uno de esos efectos interesantes que consigues transmitir con tus historias.
JAIME: A veces empiezo las cosas justo a la mitad, por lo que la gente siente que de algún modo conoce al personaje o que por lo menos le gustaría hacerlo. Otras veces hay algún personaje caminando en segundo plano y ese es el comienzo de la historia. También suelo revistar lo que sabemos de los protagonistas. Tonta, al principio yo no te quería mucho. [Se ríe.] Lo único que quería era que el lector viese esa grande y boba cara de inmediato y ¡BAM! ¿Quién es esta chica? Y luego, a partir de ese punto quiero que intente conocerla mejor.
NADEL: Cuando habláis sobre el acto de escribir a los personajes, ¿a qué os estáis refiriendo en concreto? ¿Soléis escribir en el guión cómo es su personalidad?
JAIME: No, no es un guión en el sentido de que cuando empezamos a dibujar una cara, tenemos apuntado literalmente cómo es. Es más en plan: esto... es de esta forma. Sí, para nosotros eso es guionizar. Ya sabes, tan sólo dibujamos la figura, que puede que esté demasiado pulida o sin pulir, que sea delgada, lo que sea, demasiado delgada como para... Lo que tenemos en cuenta es si el personaje ha aparecido más flaco en ocasiones anteriores... ese tipo de cosas. Empezamos a escribir y a partir de ese punto vamos construyendo el resto.
HODLER: Igual me equivoco, pero me parece que en una entrevista decías que al escribir tus historias tenías todo pensado: su comienzo, el final y el nudo.
GILBERT: En cada ocasión hago las cosas de forma diferente. Es probable que esa sea mi forma de trabajar más habitual. Puede que a veces alguien llegue a la última página y la dibuje de una forma descuidada, porque ya está bastante cansado. Para que no me ocurra lo mismo, yo la dibujo justo nada más empezar a hacer la historia, de esa forma conozco el final, que es algo bastante raro, pero si sé cómo va a ser, puede que dibuje la última página justo al principio. Un poco como lo que hice en “Marble Season” [Tiempo de Cánicas, La Cúpula], mi tomo para Drawn and Quarterly, en el que hice la última página cuando iba por la mitad del libro, porque no quería llegar a esa última página con una sensación en plan: "estoy muy cansado, ¡no quiero dibujar más!" [Risas.] Es una lección que aprendí al fijarme en una de las primeras historias del Conan de Barry Smith, la de “Clavos Rojos”. ¿Era al final del primer capítulo, o de todo el...? En esa página te dabas cuenta de que había algo extraño: “Ey, Barry Smith, probablemente la habrás dibujado a las cuatro de la mañana”, porque la verdad es que no le hacía demasiada justicia.

JAIME: A mí me parece que todo ese segundo número era…
GILBERT: Creo que era la última página del primer capítulo, porque la primera parte realmente era muy intensa y a Conan le perseguía un dinosaurio mientras acarreaba a Valeria, y entonces, al final llegabas a la última página del capítulo, y parecía como si Smith le hubiese pasado el dibujo a Vinnie Colletta para que lo acabase.
NADEL: Oh, ¿lo acabó Colletta?
GILBERT: No, sólo lo parece. O Pablo Marcos.
NADEL: Ah. [Risas.]
GILBERT: Qué puedo decir. Parecía como si Barry Smith se hubiese quedado frito a las cuatro de la mañana, y que al día siguiente tuviese que llevar el material a la oficina sin tenerlo completamente acabado. Como yo no quiero que me pase lo mismo, el truco es hacer la página final antes de llegar. Claro. De esa forma, la página que has hecho más descuidadamente puede aparecer a mitad de la historia en lugar de al final, por lo que no se notará demasiado. Cuando aparece al final se nota mucho más.
Esa técnica la aprendí gracias a los chicos del “mainstream". Creo que hay un buen número de artistas independientes que no la conocen. Por eso no son capaces de hacer historias o relatos, o de estructurarlos bien. De todos modos deberían aprender un poco del “mainstream”, de sus mecanismos y giros. Como Dan Clowes me dijo una vez, "si ves los suficientes episodios de Mannix y de “The Twilight Zone”, podrás aprender cómo se estructura una historia." Esos chicos no saben hacerlo. Ya sabes, no saben cómo diseñar la estructura de la historia. Me refiero a que puede que tengan talento, pero solo con eso no consigues hacer una historia. Creo que es lo que hace que nuestros cómics le resulten bastante incómodos a la escena “indie”, porque en realidad son historias con estructura. Quizá no escribamos antes un argumento, pero creo que son historias con principio y con final.
NADEL: Sí, aunque ya no sé cuál es esa escena “indie” de la que hablas.
GILBERT: Es que no recuerdo ningún autor… pero cuando me leo la mitad de las cosas que nos pillamos en las Convenciones, me doy cuenta de que los dibujantes se han esforzado mucho, pero que no saben cómo estructurar una historia o cómo potenciar su dibujo utilizando el argumento.
NADEL: Entonces, ¿crees que la escena actual se diferencia mucho de la que había hace 15 o 20 años?
GILBERT: Todavía quedan algunos de esa época, porque los que son capaces de contar una historia siguen adelante, y los que no, pues ya no están. Dan Clowes, Chris Ware, Adrian [Tomine]... todos los narradores siguen en activo, pero el resto ya no está.
JAIME: Una de las diferencias que encuentro entre los artistas “indies” de cómic actuales y nosotros es que no les importa demasiado la antigua forma de hacer las cosas: primero hacías el cómic y cuando lo habías terminado te ponías con el siguiente, y luego con el siguiente. Sólo tienes que escucharlos hablar y empiezan a decir cosas como: "Sí, voy a hacer algunos cómics durante este verano". [Risas.] Y mientras tanto están haciendo ilustraciones o alguna otra cosa en otro sitio, pero no parece que se preocupen demasiado de que todo forme parte de una obra conjunta. No digo que sea necesariamente malo, pero cuando hago cómics me resulta difícil hacer otras cosas. Ellos cogen y dicen: “sí, he hecho algunos cómics para la Convención de este año," o "igual no voy al Salón porque no tengo ningún cómic terminado que enseñar." Y a veces dicen: "Bueno, igual ya no vuelvo a hacer más cómics." Yo hago las cosas de otra forma. En mi caso he crecido leyendo y haciendo cómics, ya sabes, tengo que seguir haciéndolos.
HODLER: Bueno, ahora también se enfatiza mucho todo el asunto de la novela gráfica, así que muchas veces el dibujante está trabajando en la misma obra durante años antes de terminarla, por lo que no tiene nada que enseñar hasta que está acabada.
JAIME: Claro, es cierto.
GILBERT: El problema es el “Síndrome de Kubrick”, que es cuando empiezas a hacer un proyecto que finalmente te lleva tanto tiempo que en el momento en que lo presentas al público se ha quedado obsoleto. Al parecer, Kubrick se quedó bastante chafado cuando se dio cuenta de que “El Resplandor” no aterrorizaba tanto como otras películas parecidas de la época, ¡porque tardó una enorme y jodida cantidad de tiempo en hacerla! [Risas.] Y entonces se estrenaron otras veinte películas que daban mucho más miedo. “Soy condenadamente lento, por lo que todo el mundo da más miedo que yo." Eso me han contado.
HODLER: Bueno, era un artista bastante inusual...
GILBERT: Oh, claro. ¿Era un soñador o en realidad era un flipado de la técnica? Como dijo uno de mis hermanos en una ocasión, en realidad era un pajero.
HODLER: La gente sigue asustándose cuando ve esa película.
GILBERT: Yo no. Yo no juzgo una película de terror porque me asuste o deje de hacerlo. Ya he madurado. Puede que me sorprenda como cualquier otra persona, ¿pero asustarme? Ni me dan miedo los efectos especiales ni la producción o su trabajo con la cámara. Me gusta si está bien contada, o por lo menos si me divierto al verla.
SANTORO: Bueno, al observar a la generación del tumblr me he podido dar cuenta de que les preocupa mucho más lo visual, porque lo que les gusta es insertar ilustraciones, una sola página de lo que sea sin historia, y luego alguien se lo agradece de inmediato, o alguien les hace un comentario sobre la imagen, y me parece que aunque puede que muchas de esas personas terminen haciendo cómics en algún momento, y que más tarde vas a poder verlos en alguna serie y todo eso, en realidad no están contando ninguna historia, porque...
NADEL: No son historietistas. Hacen algo bastante diferente.
SANTORO: No son historietistas. Son como una especie de creadores de imágenes, pero al final conseguirán entrar en los círculos del cómic gracias a las imágenes que son capaces de crear. Hay mucho material por el estilo. Otra cosa que me he dado cuenta que ocurre en la escena “indie”, o entre los autores más jóvenes, es que después del reinicio de Love and Rockets, y de las novelas gráficas de Beto, que funcionan de forma autónoma a la serie principal, ya sabes... antes a los chavales jóvenes les intimidaba un montón empezar a leer Love and Rockets, de eso me he dado cuenta hace poco. Pero cuando he tenido ocasión de hablar con autores más jóvenes a lo largo de todos estos años, me han comentado: "Al principio me resultaba difícil sumergirme en "Love and Rockets", pero como han aparecido otras novelas gráficas independientes actuales como las de Michael DeForge y Jonny Negron, ahora me dicen: "me gustan mucho las novelas gráficas de Beto, han sido el punto de partida para seguir con el resto de su material", así que me parece buena idea proporcionar nuevos puntos de entrada a vuestra saga. Creo que lo que hace Jaime en “Browntown” y en algunas de sus otras historias, y también lo que estáis dibujando en vuestro nuevo volumen de la serie, ofrece otro acceso diferente a los lectores para conocer vuestra serie. Me pregunto si queréis charlar un poco sobre las novelas gráficas independientes y si os parece que os están proporcionando nuevos lectores.
JAIME: Claro, me encanta que den con nosotros. [Risas.] Porque idear cómo empaquetar y vender este tipo de cosas es trabajo de Fantagraphics, aunque ahora que lo dices, suelo pensar, “Oh, de acuerdo, lo que quieras, todo eso está muy bien. Pero envíame un cheque.” [Risas.] Me refiero a que he visto reeditada la primera historia de Mechanics como unos ochenta millones de veces.
Y siempre creo que la gente va a tener la misma reacción, algo en plan: "Oh Dios mío, ¿otra vez? ¿En serio?" Pero nunca me dicen nada, así que estoy muy contento. [Se ríe.] Me alegro de que hayáis dado con nuestra serie, me parece genial que me esté teniendo en cuenta una generación frente a la que ya me había acostumbrado a pasar desapercibido, ¿sabes? Incluso aunque sea una tercera generación de artistas que dibujen un poco como yo y como Gilbert, que nos copie desconociendo cuáles son nuestras influencias.
SANTORO: Gilbert, ¿cómo te sentiste al observar algunas de las reacciones durante tu estancia en la SPX? Estuvo muy bien poder verte interactuando con algunos de los autores más jóvenes. ¿Cómo te sentías al respecto?
GILBERT: Oh, ¡me ha sentado muy bien! Es como si hubiese resurgido el interés por nuestra obra, y creo que ha sido gracias a esas novelas gráficas independientes de la serie troncal. Me encanta, porque son bastante fáciles de entender, sobre todo dos: "Los Timadores" y “Love from the Shadows”, porque son historias de terror y de crímenes, la puerta de entrada a lo que suelo hacer. Es lo que quiero hacer ahora. Por otro lado, no puedo esperar a que editen “Marble Season”, porque será diferente, algo propio, algo por lo que soy conocido. Es algo que estos chicos todavía no han descubierto y creo que les resultará una grata sorpresa. Espero que sigan buscando el resto de mis cosas. Así que claro, claro que me gusta hacer esas novelas gráficas independientes, creo que "Los Timadores" y “Love from the Shadows” se encuentran entre lo mejor que he hecho nunca. Supongo que “Hablando del Diablo” también puede estar en el mismo paquete, a pesar de que haya terminado siendo una obra más problemática, porque nada más aparecer, la crítica empezó a pasarme el cuchillo. Pero en mi defensa me gustaría decir que esas historias no se desarrollan en Palomar ni en el resto de localizaciones de Love and Rockets, no se parecían en nada. [Con voz retumbante] “Bueno, es que ya sólo haces cómics de terror.” Bueno, en realidad es mi versión de los cómics de terror. No tiene por qué gustarte. Algún fracasado con el cerebro hecho polvo escribió en The Comics Journal: "Bueno, parece como si en el Instituto no hubieses seguido las clases de gimnasia de la forma más apropiada". [Risas.] Qué pena que no tuviese a tiro la entrepierna de este [censurado] perdedor idiota.
JAIME: Oh, me acuerdo de aquella crítica.
SANTORO: Era bastante divertida. Ayer me habéis comentado que estáis intentando probar con cosas diferentes. A nosotros, los fans, nos gusta que nuestros artistas favoritos estén haciendo siempre lo mismo.
GILBERT: De acuerdo, algunas de las historias que he estado haciendo últimamente, las “slasher” y las de rollo delincuente, y una que estoy haciendo ahora con zombies, puede que en el caso de otros artistas parezcan de lo más normal, y los lectores también suelen aceptarlas. Como están hechas por un autor conocido por una serie específica, como ocurre con mis historias de Palomar, entonces entra en juego una crítica en la que se puede leer entre líneas: "no quiero que hagas esos cómics, quiero que hagas concretamente "ésto". No quiero que hagas ese tipo de cosas, me parece asqueroso que malgastes tu tiempo, deja de hacer lo que no quiero que hagas." [Risas.]
NADEL: “Hablando del Diablo” es una de esas cosas, lo mismo [risas] ocurre con “Love from the Shadows”…
GILBERT: Sin embargo, son dos de mis libros más cínicos, por lo tanto...
NADEL: Sí, pero también son muy puros. Se pueden tomar como la oportunidad de abordar otros géneros del cómic de forma muy, muy, muy profunda, algo que me parece fascinante. ¿Qué es lo que persigues, qué es lo que estás buscando al hacerlos? Otra de las cosas divertidas de esos tomos es que todos están interconectados entre sí. Bueno, o algo parecido, como ocurre con “Hablando del Diablo”, que es la versión en la “vida real” de “Los Timadores”.
GILBERT: Sí, o en realidad no. “Hablando del Diablo” es la versión en la “vida real” de una de las películas de Fritz, pero no tengo por qué hacer la versión “real” de la película. Ya he hecho la versión de la “vida real”. [Risas.]
NADEL: Parece confuso. ¿Todo eso de la película y la “vida real” se te ocurrió después de empezar o era algo que tenías planeado…?
GILBERT: Bueno, a excepción de “Pereza”, hasta ese momento no había hecho historias en forma de novela gráfica, y los únicos tomos que aparecían firmados con mi nombre eran recopilatorios, así que me dije que ya estaba listo para ponerme en marcha y empezar a hacer novelas gráficas. Tenía que empezar a hacerlas porque sabía que era capaz de hacerlas, era mi rollo, aunque todavía no había empezado a arrancar. Estaba ocupado con otras cosas, así que pensé: bueno, tengo que empezar estas novelas gráficas, y tengo que hacerlo de una vez, y lo mejor será intentar dirigirme hacia lo que quiero hacer en lugar de dibujar algo en plan, no sé, adaptaciones de uno de los pasajes de la Biblia. No, mi idea era otra: ¿qué es lo que me gustaría hacer? En ese momento no me importaba demasiado que se me tomase en serio.
JAIME: A mí también me pasó algo parecido.
GILBERT: Sí, tenía buenas críticas porque era alguien que hacía buenos tebeos, pero me gustaba mucho la idea de convertir a Fritz en actriz de Serie B, así que empecé a desarrollar algunas historias alrededor de esa idea y me dije: bueno, las incluiré en Love and Rockets como historias cortas, pero luego empezaron a tener vida propia. “Va a ser una historia de crimen muy molona. ¡Nunca se había hecho algo parecido!" Pero tengo que hacerlo como una novela gráfica, de esa forma el tomo tendrá una doble función. Me dije: "A la mierda, juntaré todas las historias cortas en una sola trama." Entonces empecé a pensar que en realidad la historia trataba sobre la versión en tomo de las películas de intriga y crimen habituales. Además sabía que me iba a suponer todo un salto. O hago esto o me muero. Tenía que ir hacia alguna parte, aunque todavía no sabía hacia dónde. Aún así quería hacerlo de todos modos, porque pensaba: "Bueno, si utilizo hábilmente mi Bat-Inteligencia y consigo hacer una buena novela gráfica, puede que no se note que se trata de una película de monstruos o de una película policíaca de Serie B o algo parecido." Sí, claro...
SANTORO: Además, cada tomo te permitía experimentar formalmente con cada nueva vuelta de tuerca, como en el de Los Timadores, donde utilizabas una cuadrícula en CinemaScope, lo que creo que le infería buen ritmo. Supongo que a menos que te pongas a explorar cosas diferentes, no habrías hecho nunca algo parecido, supongo que nunca habrías probado otra forma de hacer las cosas.
GILBERT: Exacto, eso es. En realidad, para mí las historias de Fritz eran como una especie de libros de usar y tirar, como si sólo fuesen lectura veraniega, una barata novela criminal. De hecho, ese era su aspecto. Pero todavía no me había dado cuenta de que ese producto no tenía un público potencial, nadie quería leer algo así con mi nombre en portada, sino que querían el siguiente número de Optic Nerve, no un “Exploitation Comics”. Pero entonces Fantagraphics tuvo en cuenta que iba a ser mi primera serie de novelas gráficas realizada para ellos, y quisieron seguir adelante con la idea: y además lo iban a sacar en tapa dura: “vendámoslo como tu primera novela gráfica para Fantagraphics”. Porque aunque había hecho mi primera verdadera novela gráfica para DC, “Pereza”, tuve que pasar por su filtro. Me editaron y re-editaron, ya sabes, me corrigieron algunas cosas por teléfono, lo habitual. Así que hasta cierto punto aprendí mucho de la experiencia. Básicamente, la primera vez las cosas fueron más complejas, lo que me parece bien, porque aprendí un montón.
(Continuará)