lunes, 20 de junio de 2022

EMBUSTES, POR GRANT MORRISON /14

Columna para Speakeasy nº 114 (1990), traducción: Frog2000. 

Todo el mundo tiene problemas, y uno de los míos es que el otro día me desperté y de repente me acordé de Jimmy Clitheroe. ¡Y ahora no se me va de la cabeza! Este señor de ochenta y cinco años vestido de colegial no para de perseguirme por la casa con un tirachinas y un tarro de mermelada lleno de erratas que ha recortado de revistas femeninas.

¡Es un viejo y extraño mundo y no hay margen para el error, Sr. Frodo!

¿Y qué es toda esa tontería censuradora que de repente ha vuelto a asomar su fea cabeza? Durante años, la 'censura' ha sido el equivalente al tipo aburrido de la fiesta que no deja de hablar pero que puede ser fácilmente ignorado. Sin embargo, ahora tiene uno la desagradable sensación de que mientras nos hemos estado riendo de él, este grisáceo personaje ha empezado a merodear y a cerrar todas las puertas. Incautaciones en aduanas, redadas en tiendas de cómics, cobardía progresiva que afecta editorial tras editorial... ¿De qué va todo esto, Alfie?

Como se ha mencionado antes, la mayoría de las historietas incautadas hasta ahora estaban compuestas por material bastante indefendible. ¿A quién le gustaría realmente ponerse de pie ante el juez y admitir que se ha llegado a leer algo como Leather And Lace, y mucho menos defenderlo basándose en su léxico y su mérito artístico?

Lo que más me molesta no es el hecho de que algunas revistas repugnantes y descerebradas se empaqueten en el interior de bolsas de plástico negras y se envíen por correo para que los muchachos se las lean en la pausa del té, sino que toda esta campaña que se va intensificando gradualmente en realidad está políticamente motivada. Tengo la terrible sensación de que todas estas incautaciones pueden ser solo el comienzo de una campaña contra los cómics como vehículo potencial para el comentario político. Los llamados cómics 'políticos', y en particular todos esos cómics anti-gubernamentales de izquierda chiflada últimamente llevan acaparando demasiados titulares en la prensa, y no es demasiado difícil imaginar un escenario en el que alguien decida que ya es suficiente y decida pasar a la acción. Las redadas pornográficas, me temo, son solo una excusa y un comienzo.

¿De qué estoy hablando? En el próximo Speakeasy trataremos mucho el tema, así que no tiene sentido incidir en algo en lo que he perdido interés. Pasemos mejor a hacer una libre e interesante asociación de ideas.

Mira qué curioso: si revisas un texto con un procesador y recortas palabras y frases clave con la función de cortar y pegar, puedes reorganizar las palabras y frases presionando las teclas 'pegar´ en orden aleatorio. Por ejemplo, aquí tengo el párrafo anterior sobre la censura remezclado con fragmentos del Birland de Gilbert Hernandez como si fuese un éxito para la pista de baile en 12" pulgadas de vinilo.

La cobardía de una buena noche envuelta en repugnantes y feas bolsas de plástico. Una pequeña muestra de un editor con motivaciones políticas. Restricciones literarias y artísticas demasiado fuertes.

El editor empaquetado en bolsas de plástico. Incautaciones de sexo por motivos políticos. Una editorial fea y rastrera envuelta en bolsas de plástico. Una pequeña muestra de la cobardía más dulce del mundo unida a la censura plástica políticamente motivada. Fea jodienda arrastrándose y arrastrándose en bolsas de plástico literarias y artísticas. Políticamente, una pequeña muestra de los muslos motivados de una buena noche. El mérito literario y artístico reprime esto reprime esto reprime jodidamente esto reprime esto reprime esto jodidamente esto reprime esto envuelto en las bolsas de plástico más dulces del mundo.

¡Y no digáis que no os lo advertí!

Comentaré otra cosa que me cabrea mucho: todos esos anti-intelectuales esnobs a la inversa que han estado saliendo últimamente del armario. Ahora que el péndulo de los cómics se ha alejado de la oscuridad y la miseria, o ahora que 'estas personas' finalmente han notado la oscilación del péndulo, varias cabezas asoman por encima del parapeto y anuncian lo más nuevo de la temporada -bostezo-, la frase de moda es: 'estoy harto de pretenciosos', 'los cómics son divertidos otra vez', etc. Casi se les puede oír cómo emiten un suspiro de alivio cuando se dan cuenta de que ya no tienen que intentar seguir el ritmo de los Moores. Con gratitud, por fin pueden cerrar las persianas de nuevo y permanecer felices en el gueto, donde los cómics que aspiran a un nivel de sofisticación más allá de la media e intentan no convertirse en vehículo para Dolf Lundgren son instantáneamente descartados como 'pretenciosos'.

'Diversión' no tiene por qué significar 'estupidez', al igual que 'inteligencia' y 'pretencioso' no tienen por qué ser sinónimos. Lamentablemente, demasiadas personas tienen interés en etiquetar como "pretencioso" cualquier cosa que se eleve por encima de la pueril obviedad de su propia imaginación. Prefiero ver a alguien hacer el ridículo intentando hacer algo nuevo que ver a los mismos viejos desgraciados hacer el ridículo reciclando historias e ideas que perdieron el sabor hace ya diez años.

Hablando de traseros, el cómic que más quiero ver se llama Maza - Son Of Man y aparentemente trata sobre la liberación de Charles Manson en 1994. Manson se convierte en mánager del Escuadrón de la Copa del Mundo de Inglaterra y se lleva a nuestros muchachos de costa a costa en una orgía de matanza y violación, deteniéndose solo para clavar gol tras gol contra los brasileños y los krauts. Se rumorea que esta joya se editará en una edición especial "Martes de Carnaval" de la revista Crisis con guiones del Mark Millar de Tierra Prima y dibujo del Sean Phillips Bizarro.

¡Haz ya tu pedido!

sábado, 18 de junio de 2022

EMBUSTES, POR GRANT MORRISON /13

Columna para Speakeasy nº 113 (1990), traducción: Frog2000. 

Desafortunadamente para algunos, aquí tenemos el EMBUSTES número 13. Justo después de la jarra de vitriolo arrojada en la entrega anterior y sus horribles repercusiones (ver más abajo), he pensado que esta vez debería andar sobre seguro y hablar únicamente sobre lindos ponis y cómo las algodonosas nubes toman a veces forma de alegres gnomos y trastabillantes duendecillos.

Sin embargo, como he caído en que recientemente ha tenido lugar un evento igualmente inofensivo, mejor será hablar del mismo. Me refiero, por supuesto, a la San Diego Comic Expo que se llevó a cabo, con una desesperada falta de imaginación, en San Diego, Estados Unidos.

El vuelo en avión fue el típico viaje de ocho horas que termina por derretirte el culo, durante el cuál me leí completo El Dragón Rojo de Thomas Harris, bastante malo excepto por el mierdoso y chocante final y la forma en la que este tipo de libros parecen estar obligados a seguir una fórmula reconocible. Lo que quiero decir es que El Silencio de los Corderos es mucho mejor. Y entonces llegué a Chicago. Desde allí tardamos cuatro horas hasta llegar a la soleada San Diego. Por si no fuese lo bastante malo, el hecho de que estuviésemos viajando hacia el este significaba que estábamos atravesando varias zonas horarias hacia atrás, así que llegamos antes de salir. De hecho, llegamos a finales de febrero de 1976, justo a tiempo para las celebraciones del 200º aniversario de la Declaración de Independencia. ¡Dios bendiga a América!

Aterrizamos con el suave y brillante crepúsculo de San Diego. Nos registramos en el lujoso y famoso Westgate Hotel, leímos Cartas del Yage de ese conocido dueto de entretenedores, Burroughs y Ginsberg, y luego caí dormido.

¿A tí no te pasaría lo mismo?

En la calurosa mañana, salí a dar un paseo y terminé en una parte sórdida y deteriorada de la ciudad, los colores pastel se desvanecían y desconchaban en las paredes de madera combada. Se escuchaban algunas ásperas voces y me retiré rápidamente al hotel donde me encontré con James Hudnall, quien me llevó hacia México, donde por fin pude esquivar esta frase inusualmente larga. Tijuana era el lugar escogido, también un lugar bastante miserable y deprimente. Ciudad de Cartón [Cardboard City en el original] sin ni siquiera el propio cartón. En un esfuerzo por evadir a los innumerables mendigos, practiqué algunas técnicas de invisibilidad a lo Bill Borroughs y, casi de inmediato, empecé a cansarme de la gente. Hora de marcharse.

Cuando conocí a Karen Berger esa misma noche, lo primero que me dijo fue: "¿Ya has visto a algún marino?". Bueno, ¡Dios sabe que lo he intentado! Estuve deambulando con una cerilla en una mano y un cartón de leche en la otra, pero todos los alegres marineros [jack tar en el original] se habían marchado para celebrar la Tercera Guerra Mundial en el Golfo, por lo que en la agenda no tendría nada de 'Fuegos artificiales´. Me pregunto si les harán la misma pregunta a todos los que visitan San Diego.

La fiesta celebrada por la noche fue bastante agradable, conocí a mucha gente interesante y mucho más: ¿que más se le puede pedir a una fiesta? Desafortunadamente, a pesar de llevar a cabo todo lo que estuvo en mi mano, y a pesar de los serviciales esfuerzos de un grupo de muchachos de Houston, no fui capaz de conseguir ninguno de esos divertidos abre-mentes sobre los que escriben en cada número de Mondo 2000. Aún así... aquí en Speakeasy también sabemos lo nuestro.

La Convención en sí fue solo un poquito más grande que una de las que se suelen celebrar en Londres, pero lo que la distinguía de nuestros esfuerzos locales fue la asombrosa cantidad de mujeres que había asistido. No solo había muchas, había muchas mujeres extrañas. En el hogar, los verdaderos monstruos son invariablemente hombres, pero en San Diego todo vale para todos. ¡Mujeres vestidas de superheroínas y bárbaras! ¡Mujeres con los bikinis y los pantalones cortos más horteras que jamás hayas visto! De hecho, el bikini de cuero parece ser el equivalente femenino estadounidense de la ubicua parka del Reino Unido. Me dejó fascinado, os lo aseguro. Otro día más y habría levantado mi andamio portátil, sacado mi casco (¡yeaah!) y empezado a emitir ruidos de WHOHOO y a empujar mi pelvis en la dirección de esas chicas tan sexys. En su lugar, me retiré a mi habitación con un dolor de cabeza tenso y nervioso y una copia de Gems from Shelley.

Al ser uno de los invitados destacados, me dedicaron un panel solo para mí, lo cual fue genial. ¿Por qué no podemos hacer lo mismo en UKCAC? Estoy harto de compartir escenario con gente que no me deja hablar, y exijo poder demostrar que soy bastante capaz de aburrir a un público envarado por mi propia cuenta. También se llevó a cabo una entrega de premios en la que a todos los asistentes se les entregó una placa con una estatuilla de plástico. Incluso las señoras de la limpieza recibieron premios por cosas como: "El vestido estampado más feo de la sala". Pensé que estaría listo para este tipo de cosas, pero no hubo suerte.

Después de haber disfrutado de verdad había llegado la hora de que el Karma arreglara el equilibrio cósmico. Stuart Green, editor de la súper-importante Speakeasy, había concertado una entrevista con Gary Groth y Kim Thompson de Fantagraphics. Acababan de leer mi columna del número 112 de este, tu fanzine favorito, e insistieron en que los acompañara. El hilarante relato completo de mi vivisección a manos de Groth y Thompson se podrá saborear cuando transcribamos la entrevista para el sensual próximo número especial 'Sexo' de Speakeasy. Todos los que alguna vez hayan anhelado verme recibir mi merecido pueden empezar a frotarse las manos con alegría.

Después de una noche en el foso de los leones, me sentí renovado espiritualmente y volví para enfrentar los dos días restantes de la Convención con una sonrisa en el rostro y manchas en los pantalones. Me quedé vagando por el centro masticando chicle. Celebré largas y significativas conversaciones. Me miré en el espejo del hotel durante horas y horas, viendo rostros de reptiles y caras de Stalin fundirse y fusionarse con la mía. Esperé en vano a que mis contactos desenterraran algo un poco más alucinógeno que un espejo. Heidi McDonald me arrastró hasta el panel titulado 'El sexo en los cómics', que era casi tan bueno como el de verdad, y entonces...

Y entonces todo terminó.

Y justo cuando el desfase horario empezaba a desaparecer, llegó el momento de volver a casa. Mi aventura en San Diego había llegado a su fin y todo lo que me esperaba era un sombrío vuelo al hogar. Como respuesta a mis oraciones, una confusión con los pasajes terminó haciendo que me sentaran en clase ejecutiva. Nueces tostadas calientes, champán, '¿Puedo llamarte por tu nombre, Grant?', etc., etc.

Llegué a casa. Dormí durante días. Una tarde escribiendo Embustes. Fin.

Sigo aquí dentro.


lunes, 6 de junio de 2022

EMBUSTES, POR GRANT MORRISON /12

Columna para Speakeasy nº 112 (1990), traducción: Frog2000. 

Por inverosímil, o incluso creíble que parezca, llevo un año escribiendo esta columna. Empecé como uno de los "Jóvenes Valores" de los cómics y terminé como líder de la "Patrulla Zimmer", junto a todos esos jóvenes que están constantemente en ascenso y bajo los focos. Fíjate, el otro día escuché en Hull hablar sobre un chavalillo al que le habían ofrecido guionizar la serie de Spider-Man. Al parecer, se llama Todd McFarlane, y aprendió a escribir extirpándose el lóbulo prefrontal con un abrelatas. Ah, sí, un año entero y mucha agua bajo el puente donde las Tres Cabras Gruff suelen masticar botellas rotas y viejas recetas.

También es la primera columna que escribo desde que me mudé a mi nuevo y lujoso remolque para caballos. Aquí se está muy tranquilo porque me encuentro rodeado de hospitales privados y hogares crepusculares para personas con discapacidad intelectual. Sin embargo... sin embargo, seguimos avanzando a través del fango.

PUBLICIDAD SEXUAL ENCUBIERTA

Lo que me lleva al negocio de los cómics de Eros Comix. Bueno, tampoco es que yo sea un mojigato, pero...

A raíz del célebre disgusto que me causó Black Kiss, tengo la horrible sensación de que empiezo a parecerme a la Mary Whitehouse de los cómics (incluso llevo el pelo teñido de azul). Dicho esto, y a pesar de que casi doy por seguro que comprometerá mi reputación de ser una auténtica y salvaje máquina sexual, me siento obligado a apuntar azarosamente contra alguno de los nuevos cómics sucios para chavales que suelen andar encorvados por la escuela, afligidos por una fatiga poco natural.

Honestamente, tampoco me importan gran cosa los cómics como Leather and Lace, Ripper o Faust, o como sea que se llame la última carga de cieno. Están guionizados, dibujados y publicados por gente sencilla, almas honestas pero descarriadas, cuya afligida imaginación dañada por la pobreza los convierte en personas incapaces de elevarse más allá de lo obvio. No, lo que me hace hervir la sangre es la hipocresía, la codicia y el cinismo. Todas estas cualidades y más se pueden encontrar en el material promocional de la línea Eros Comix que, después de un fallido intento de escabullirse escondida tras unas gafas de sol y una gabardina, resultó ser una creación de los capitostes de Fantagraphics, Gary Groth y Kim Thompson.

Sí, este es el mismo Gary Groth que me escribió expresando su preocupación sobre las implicaciones 'morales' de publicar The New Adventures of Hitler (que en un momento dado presentamos a Fantagraphics para su publicación). Es el mismo Gary Groth que permite que sus columnistas más tediosos rellenen página tras página con tonterías ilegibles de crítica literaria sobre la vacuidad ética y espiritual de Black Kiss.

Bueno, puede que sea cierto todo lo que decís, pero al menos Batman se las arregla para mantener sus jodidos pantalones puestos, Gary.

Debería haber buenos cómics eróticos, y estoy convencido de que puede haberlos, pero es tremendamente obvio que toda la sórdida operación de Eros es poco más que un intento desesperado para sacar provecho del éxito de Leather and Lace, etc.

Es un plan para ganar dinero rápidamente y de forma no demasiado alegre, que se vuelve un acto doble, triple e incluso cuádruplemente odioso por el hecho de que ha sido iniciado por una de las voces editoriales más santurronas, más limpias que tú del campo de los cómics. Y lo que es casi peor, fíjate en el espectáculo que da Groth intentando hacerlo pasar por una enorme broma. Desafortunadamente, no da tanta risa, tan solo es una estrategia de marketing cínica y degradada que, como antes Black Kiss, apunta directamente a los bajos del mercado adolescente de fanboys. De hecho, toda su actitud es un ejemplo perfecto de lo que el propio Groth describió desdeñosamente como 'la inclinación estadounidense por el autoengaño'. De repente, Howard Chaykin parece un modelo de integridad.

Pero, ¿qué hay de los cómics en sí? Dados los elevados estándares de Groth, ¿podemos esperar una ficción erótica que aspire a la imaginación y profundidad de de Sade, Bataille, Mirbeau, o la sección de correo de la revista erótica Fiesta?

No.

Puede que Gilbert Hernandez pueda, por así decirlo, conseguirlo, pero difícilmente se puede esperar lo mismo del resto de estrellas del firmamento Eros. Por ejemplo, nos prometen Los mundos eróticos de Frank Thorne, no solo un mundo erótico, sino varios. ¿Recuerdas a Frank Thorne? Es el viejo tonto con barba que solía aparecer en fotografías vestido como un mago en las últimas páginas de las revistas Marvel en blanco y negro. Puede que lo recuerdes mirando lascivamente y retozando con Wendy Pini, que se pasó los 70 disfrazada de Red Sonja. Si ya era bastante malo en aquel entonces, ¿te imaginas hasta dónde habrá llegado Thorne ahora, en su senilidad?

No te lo imagines más, porque los mundos eróticos prometen una historia nunca antes vista de Ghita de Alizarr, seguida de una sección de fotos que me hace preguntarme si ese adorable mago anciano también aparecerá en ellas. ¿Mantendrá puesta su bata? Estos mundos eróticos también vienen con una selección de portadas: la portada 'sexy' o la portada 'violenta'. Por supuesto, la portada 'mal dibujada' es de obligado cumplimiento.

Luego está Liaison Delicieuses de Richard Forg, dibujada, nos dicen, con un 'estilo post-Manara'. Que es otra forma de decir que es una copia, pero no una de esas copias horteras como la de Keith Giffen fusilando a Muñoz. No, no es así en absoluto.

Otra mas del establo Eros es Wendy Whitebread, Undercover Slut, que aparentemente está dibujada por un 'veterano de los cómics' bajo un bobo seudónimo. Se trata de una mujer policía a la que 'enseñan' diversas técnicas sexuales (sus profesores son hombres) en la Academia, y la envían a la calle con su placa en la entrepierna para combatir el crimen dejándose follar. No hace falta aplicar una gran deconstrucción postmodernista, ni post-Baudrillardiana para descubrir el misógino pavor ante la sexualidad femenina que impulsa este material supuestamente humorístico. En otras palabras, es la misma mierda de tetas y culos dibujada por los mismos hombres desesperados de siempre. Y todo esto, os recuerdo, viene por parte del irreprochable y recién lavado Gary Groth. Y todo ello impulsado por una motivación que se reduce simplemente a su sed de ganar dinero, dinero, dinero. ¿No es asombroso con qué rapidez los virtuosos se deshacen de su ética y sus catalogaciones cuando empiezan a relucir los billetes verdes?

Oh, bueno, supongo que soy yo quien lo arruinó todo en aquella ´penetrante´ entrevista en dos partes que me hicieron en The Comics Journal.

Vuestro chico del Festival of Light favorito [movimiento cristiano formado en UK a finales de los 60 para oponerse a la creciente tendencia de exhibir temas sexuales y violentos en los medios de comunicación].

NUEVA YORK EN EL DAREDEVIL DE FRANK MILLER

"Investigué mucho para hacer un buen trabajo. Si me pedían que dibujara una cascada, iba hasta una y la dibujaba. Esto es algo que a...