Artículo de Ryan Holmberg para The Comics Journal, 2012. Traducción: Frog2000. Parte 1, parte 2, parte 3.
Uno de los rasgos de Mickey es que es absolutamente reconocible incluso cuando se presenta de una forma alejada de las versiones oficiales de Disney. Sus características distintivas, particularmente la forma de su cabeza, le permiten funcionar ajeno a cualquier estilo gráfico particular. Desde mediados de la década de los treinta, los artistas de akahon japoneses habían aprovechado esta situación, permitiéndose usar la imagen de Mickey sin el estilo concreto de Disney. Conozco algunos ejemplos que aparecieron en el akahon de posguerra, por ejemplo, en Doctor Strange (Kai hakasei) de Yoshioka Ryūzaburō, publicado en Nagoya en 1948.
La historia es una aventura de "detective juvenil" al estilo de Edogawa Ranpo, sobre un niño precoz que usa su inteligencia e invenciones para capturar a una pandilla criminal, en este caso una que utiliza un robot para robar trenes y bancos. El asombroso invento de este manga es una poción que le permite al niño transformarse en otros personajes a voluntad: una mujer cuando quiere caminar por la ciudad de incógnito, un gorila gigante cuando es hora de pelear, o Popeye por la misma razón. En algún momento se queda atrapado en una habitación cuyas paredes se están empezando a acercar una a la otra para aplastarlo, así que el niño se transforma en un roedor en miniatura de Mickey, que se parece al de la portada de Manga College, y salta por la ventana con barrotes.
Por supuesto, el objetivo del artista no era realizar una representación fiel del Mickey de Disney. Yoshioka era un artista sólido de trazo seguro, contratado a menudo por las principales revistas infantiles, y si hubiera deseado hacer que este ratón se pareciera más a la versión de Disney, ciertamente era capaz de hacerlo. Pero eligió no hacerlo. Para este artista, Mickey no exigía un respeto tal como para dibujarlo con altos estándares. De hecho, la narrativa sugiere que no hay nada de especial en él. Es uno más entre un conjunto de personajes cómicos Hollywoodienses prominentes pero intercambiables.
La imagen de abajo es la portadilla interior de uno de los tomos "Screen Manga" de Hōreikan Enomoto, una serie que el prolífico editor de Osaka produjo a principios de los años 50. Como sugiere su título, la serie estaba diseñada para aprovechar la popularidad de las películas, y lo hizo publicando obras de géneros como el chanbara y el Western de lucha con espadas, pero también intentando simular la emoción de ir al cine a ver películas en pantalla grande. La serie es un tema interesante en sí mismo, así que por ahora solo me fijaré en un par de detalles. La portadilla interior y posterior de cada volumen de la serie están decoradas con una gran variedad de personajes de películas, manga y animación, posiblemente destinados a evocar el cartel o pósteres de un cine pintados a mano. Entre ellos se mezclan Popeye, su novia Olivia y Mickey Mouse, que tiene peor aspecto, como si fuese un lejano recuerdo o el graffiti de un fan.
Mickey aparece por segunda vez en la parte trasera de los tomos, ahora vestido con un traje de vaquero, montando a caballo, sonriendo mientras enarbola una pistola. Es una imagen mucho mejor diseñada, aunque todavía palidece comparada con el original. Al aparecer debajo de la frase "Screen Manga de Enomoto", se convierte en el representante del cómic. Claramente, la imagen de Mickey era tan poderosa como para ser el icono permanente del humor, y un símbolo de entretenimiento en la pantalla. Si embargo, estos cómics no están particularmente bien dibujados. La serie "Screen Manga" tiene algunas florituras interesantes, pero la pobreza del dibujo y el acabado los señala estereotípicamente: son "akahon". Quizás eso es lo que Mickey también representa aquí: una ética del entretenimiento que nunca privilegia la calidad.
¿Y cuál es el punto de unión entre las copias de Mickey y las copias de Tezuka? A Tezuka le encantaba Mickey Mouse desde la infancia. Como artista que respetaba a Disney, sería fácil argumentar que como fan, simpatizaba con el destino de Mickey en el akahon. Pero la conexión también se puede hacer de otra manera, y sin tener que intentar indagar en los pensamientos de Tezuka, porque existe la evidencia impresa.
Aunque podría ser un ejemplo aislado. Pero fijémonos en The Strange Man from Underground (Chitei no kaijin) de Eiji Nishioka, sin fecha y sin información de publicación, incluso el nombre del artista también puede ser inventado, pero por el formato y el contenido, supongo que es un tomo de 1953 o algo así. La obra intenta parecerse a uno de los cómics de Enomoto Hōreikan, pero la calidad sugiere la labor de un imitador. El título ya se basa en Tezuka, tan solo elimina un personaje kanji de su famoso Hombre extraño del país subterráneo (Chitei kuni no kaijin), la aventura de ciencia ficción de 1948 que presenta a Michio, el conejo que habla y tiene sentimientos, a menudo considerado como el primer personaje trágico del manga. Este "manga de bolsillo" de bolsillo posee algunas características de la trama muy parecidas a la obra de Tezuka: las clásicas formas de vida tipo renacuajo de la clásica revista de fantasía estadounidense que viven en secreto bajo tierra, el joven que irrumpe en su fortaleza para hacerse con unos planos de tecnología de alto secreto. En cambio, el profesor barbudo que lo acompaña proviene de The World One Thousand Years Later, de Tezuka. Otra historia de ciencia ficción de 1948 que trata sobre viajes en el tiempo.
Una de las cosas sobre el kakihan de las que Tezuka se queja repetidamente es que le parece que fue esa técnica la que acabó con el estilo, particularmente si hablamos del trazo de un autor. Describió los resultados como carentes del mismo "matiz que mis líneas dibujadas" y "los dibujos estaban realizados con trazos que repelen los ojos". De hecho, era un proceso que tendía a reducir los dibujos y hacerlos más esquemáticos. Dicha característica, incluso las líneas que describen contornos constantes donde se encierran figuras planas, se convirtió en parte del estilo akahon. Los dibujos en The Strange Man from Underground representan una versión exagerada de ese estilo general. Podríamos intentar verlos como simples copias de las figuras de Tezuka, pero carecen del dinamismo de los originales. Parte de su falta de vida proviene del hecho de que esa "falta de vida" a veces también se podía ver en el trabajo de Tezuka en los años en que reinaban el procesamiento de los dibujos con la técnica kakihan y el pirateo del kakihan.
¿Y qué es o que aparece en la contraportada de este seudo-Tezuka?
Mickey Mouse, parado frente a un caballete en el que está pintando la transcripción alfabética del inglés al japonés de "Pocket Manga", como si fuera el responsable de esta obra de arte, con una mano ligeramente más segura que la de su escuálido hermano de la portada de Manga College. La presencia de Mickey podría no significar mucho más que la utilización de su icónica imagen humorística de dibujos animados. Pero si pensamos también en sus veinte años de atrincheramiento en una abierta cultura de uso y abuso de su imagen, y en lo que está sucediendo en el interior de este manga de bolsillo, Mickey muy bien podría aparecer aquí como portavoz de la apropiación.
Su amor por Disney, su respeto a Disney, porque a él también le usurparon ideas, y por la agresividad que suponía la cultura de la copia que era el akahon, además de que sabía que Disney había pasado por lo mismo... parecen razones suficientes para suponer que Tezuka se tomó como propias las desgracias de Mickey a principios de los 50. Pero la verdad es que había más: en 1951, Tezuka comenzó a trabajar, por así decirlo, para Disney. Esa historia, una parte de la historia más grande de la emulación de Disney por parte de Tezuka, merece que se cuente en alguna otra ocasión.
Uno de los rasgos de Mickey es que es absolutamente reconocible incluso cuando se presenta de una forma alejada de las versiones oficiales de Disney. Sus características distintivas, particularmente la forma de su cabeza, le permiten funcionar ajeno a cualquier estilo gráfico particular. Desde mediados de la década de los treinta, los artistas de akahon japoneses habían aprovechado esta situación, permitiéndose usar la imagen de Mickey sin el estilo concreto de Disney. Conozco algunos ejemplos que aparecieron en el akahon de posguerra, por ejemplo, en Doctor Strange (Kai hakasei) de Yoshioka Ryūzaburō, publicado en Nagoya en 1948.
La historia es una aventura de "detective juvenil" al estilo de Edogawa Ranpo, sobre un niño precoz que usa su inteligencia e invenciones para capturar a una pandilla criminal, en este caso una que utiliza un robot para robar trenes y bancos. El asombroso invento de este manga es una poción que le permite al niño transformarse en otros personajes a voluntad: una mujer cuando quiere caminar por la ciudad de incógnito, un gorila gigante cuando es hora de pelear, o Popeye por la misma razón. En algún momento se queda atrapado en una habitación cuyas paredes se están empezando a acercar una a la otra para aplastarlo, así que el niño se transforma en un roedor en miniatura de Mickey, que se parece al de la portada de Manga College, y salta por la ventana con barrotes.
Por supuesto, el objetivo del artista no era realizar una representación fiel del Mickey de Disney. Yoshioka era un artista sólido de trazo seguro, contratado a menudo por las principales revistas infantiles, y si hubiera deseado hacer que este ratón se pareciera más a la versión de Disney, ciertamente era capaz de hacerlo. Pero eligió no hacerlo. Para este artista, Mickey no exigía un respeto tal como para dibujarlo con altos estándares. De hecho, la narrativa sugiere que no hay nada de especial en él. Es uno más entre un conjunto de personajes cómicos Hollywoodienses prominentes pero intercambiables.
La imagen de abajo es la portadilla interior de uno de los tomos "Screen Manga" de Hōreikan Enomoto, una serie que el prolífico editor de Osaka produjo a principios de los años 50. Como sugiere su título, la serie estaba diseñada para aprovechar la popularidad de las películas, y lo hizo publicando obras de géneros como el chanbara y el Western de lucha con espadas, pero también intentando simular la emoción de ir al cine a ver películas en pantalla grande. La serie es un tema interesante en sí mismo, así que por ahora solo me fijaré en un par de detalles. La portadilla interior y posterior de cada volumen de la serie están decoradas con una gran variedad de personajes de películas, manga y animación, posiblemente destinados a evocar el cartel o pósteres de un cine pintados a mano. Entre ellos se mezclan Popeye, su novia Olivia y Mickey Mouse, que tiene peor aspecto, como si fuese un lejano recuerdo o el graffiti de un fan.
Mickey aparece por segunda vez en la parte trasera de los tomos, ahora vestido con un traje de vaquero, montando a caballo, sonriendo mientras enarbola una pistola. Es una imagen mucho mejor diseñada, aunque todavía palidece comparada con el original. Al aparecer debajo de la frase "Screen Manga de Enomoto", se convierte en el representante del cómic. Claramente, la imagen de Mickey era tan poderosa como para ser el icono permanente del humor, y un símbolo de entretenimiento en la pantalla. Si embargo, estos cómics no están particularmente bien dibujados. La serie "Screen Manga" tiene algunas florituras interesantes, pero la pobreza del dibujo y el acabado los señala estereotípicamente: son "akahon". Quizás eso es lo que Mickey también representa aquí: una ética del entretenimiento que nunca privilegia la calidad.
¿Y cuál es el punto de unión entre las copias de Mickey y las copias de Tezuka? A Tezuka le encantaba Mickey Mouse desde la infancia. Como artista que respetaba a Disney, sería fácil argumentar que como fan, simpatizaba con el destino de Mickey en el akahon. Pero la conexión también se puede hacer de otra manera, y sin tener que intentar indagar en los pensamientos de Tezuka, porque existe la evidencia impresa.
Aunque podría ser un ejemplo aislado. Pero fijémonos en The Strange Man from Underground (Chitei no kaijin) de Eiji Nishioka, sin fecha y sin información de publicación, incluso el nombre del artista también puede ser inventado, pero por el formato y el contenido, supongo que es un tomo de 1953 o algo así. La obra intenta parecerse a uno de los cómics de Enomoto Hōreikan, pero la calidad sugiere la labor de un imitador. El título ya se basa en Tezuka, tan solo elimina un personaje kanji de su famoso Hombre extraño del país subterráneo (Chitei kuni no kaijin), la aventura de ciencia ficción de 1948 que presenta a Michio, el conejo que habla y tiene sentimientos, a menudo considerado como el primer personaje trágico del manga. Este "manga de bolsillo" de bolsillo posee algunas características de la trama muy parecidas a la obra de Tezuka: las clásicas formas de vida tipo renacuajo de la clásica revista de fantasía estadounidense que viven en secreto bajo tierra, el joven que irrumpe en su fortaleza para hacerse con unos planos de tecnología de alto secreto. En cambio, el profesor barbudo que lo acompaña proviene de The World One Thousand Years Later, de Tezuka. Otra historia de ciencia ficción de 1948 que trata sobre viajes en el tiempo.
Una de las cosas sobre el kakihan de las que Tezuka se queja repetidamente es que le parece que fue esa técnica la que acabó con el estilo, particularmente si hablamos del trazo de un autor. Describió los resultados como carentes del mismo "matiz que mis líneas dibujadas" y "los dibujos estaban realizados con trazos que repelen los ojos". De hecho, era un proceso que tendía a reducir los dibujos y hacerlos más esquemáticos. Dicha característica, incluso las líneas que describen contornos constantes donde se encierran figuras planas, se convirtió en parte del estilo akahon. Los dibujos en The Strange Man from Underground representan una versión exagerada de ese estilo general. Podríamos intentar verlos como simples copias de las figuras de Tezuka, pero carecen del dinamismo de los originales. Parte de su falta de vida proviene del hecho de que esa "falta de vida" a veces también se podía ver en el trabajo de Tezuka en los años en que reinaban el procesamiento de los dibujos con la técnica kakihan y el pirateo del kakihan.
¿Y qué es o que aparece en la contraportada de este seudo-Tezuka?
Mickey Mouse, parado frente a un caballete en el que está pintando la transcripción alfabética del inglés al japonés de "Pocket Manga", como si fuera el responsable de esta obra de arte, con una mano ligeramente más segura que la de su escuálido hermano de la portada de Manga College. La presencia de Mickey podría no significar mucho más que la utilización de su icónica imagen humorística de dibujos animados. Pero si pensamos también en sus veinte años de atrincheramiento en una abierta cultura de uso y abuso de su imagen, y en lo que está sucediendo en el interior de este manga de bolsillo, Mickey muy bien podría aparecer aquí como portavoz de la apropiación.
Su amor por Disney, su respeto a Disney, porque a él también le usurparon ideas, y por la agresividad que suponía la cultura de la copia que era el akahon, además de que sabía que Disney había pasado por lo mismo... parecen razones suficientes para suponer que Tezuka se tomó como propias las desgracias de Mickey a principios de los 50. Pero la verdad es que había más: en 1951, Tezuka comenzó a trabajar, por así decirlo, para Disney. Esa historia, una parte de la historia más grande de la emulación de Disney por parte de Tezuka, merece que se cuente en alguna otra ocasión.