viernes, 12 de abril de 2013

NOSOTROS NUNCA APRENDEMOS: DETRÁS DE LA CORTINA DE HIERRO

Nota: Haunted George relata una anécdota para Vice de su época en The Beguiled. Como tributo a su defensa del Capital, dejo por ahí abajo en descarga directa y gratuita los tres productos (y algo más) que llegaron a grabar The Beguiled, para que se hagan más conocidos y se forre con los derechos de sus LP´s en una ansiada reedición futura.

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Algunas personas experimentan Europa y toda la belleza y el asombro que puede ofrecer el interior de una confederación de estados socializados de fronteras abiertas durante algún revelador programa de un semestre de duración en el extranjero. Y luego están los que han visto Europa por encima de los escombros de la recién caída cortina de hierro. Steve Sherman (anteriormente Steve Pallow y ahora Haunted George) de The Beguiled y Necessary Evils, acaba de esbozar esta historia para NOSOTROS NUNCA APRENDEMOS. Lamentablemente, después de una juerga de edición de 11 horas, necesaria para hacer frente a las limitaciones de espacio, hemos tenido que recortar el texto. Pero he aquí el resultado en todo su esplendor.

"The Beguiled tocamos en esa extraña ciudad de Alemania del Este junto con Fireworks. Fue sólo unos pocos años después de la caída del Muro de Berlín. Como norteamericanos, nos resultó bastante raro. Tan pronto como cruzamos desde el lado oeste hacia el lado este, las carreteras se estrecharon y se llenaron de baches. Entonces llegamos a ese pueblo que se llamaba Halberstatt. En él había una enorme zona medieval donde vivían muchísimos squatters. Toda la gente estaba vestida como Lemmy, el de Motorhead, o como uno de los Ramones: chaquetas de cuero negro, zapatillas de deporte y el pelo largo. Todos querían entrar en el concierto gratuitamente. Todavía no había llegado el capitalismo, donde todo el mundo tiene que pagar para poder ver un concierto y así la banda conseguirá algo de dinero para gasolina, ruedas y el tiempo necesario para poder llegar a tu ciudad.

Después de tocar las dos bandas la gente que estaba fuera se volvió loca. Empezaron a lanzar piedras y botellas contra el club e intentar entrar. Empezamos a correr para guardar nuestro equipo, pensando que si la multitud conseguía entrar nos lo robaría: nos sentíamos como si estuviésemos en una película de zombies. Subimos a la 2ª planta y nos asomamos por la ventana para ver cuánta gente había abajo, y las piedras empezaron a volar contra nosotros, rompiendo las ventanas, alguna pasó como una bala justo al lado de nuestra cabeza. Apagamos las luces para que no pudiesen vernos. Nos dimos cuenta de que no había seguridad en aquel lugar, tan sólo estaban el dueño del club y su esposa, por lo que corrimos para ver dónde estaban y nos los encontramos en un pasillo largo y estrecho con un bate de béisbol. La multitud se había abierto paso a través de una puerta que daba acceso al club, avanzando por un pasillo que tan sólo tendría como un metro de ancho. El propietario empezó a golpear a esa gente. Corrimos hacia él para echarle una mano. Recuerdo cómo él le clavó el bate a un tío en el antebrazo. El hombre gritó y se lo agarró. Estoy bastante seguro de que estaba roto. El propietario hizo retroceder al grupo hasta la puerta y luego la bloqueó. Era como algo sacado de una película de zombies, en serio, sólo que en vez de muertos vivientes o infectados teníamos a estos hunos euro-rockeros.

Corrimos hacia la camioneta. La estaban golpeando con los puños y dándole patadas. Sólo era cuestión de tiempo que alguien pensara en agarrar una piedra y romper las ventanas. De la nada aparecieron policías con porras y empezaron a golpear a la turba en el culo. Eran como la caballería. Empezaron a perseguir a la gente y les hicieron lamentar lo que habían hecho. El propietario del club estaba completamente ensangrentado. Estaba ido. Esa noche dormimos con las botas puestas."

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