Doce cómics que he disfrutado mucho más que el resto de los ingeridos el pasado año.
1-Sunny, 6 números, ECC. Autor: Taiyô Matsumoto.
Os aseguro que este cómic sería capaz de hacer llorar a Harry el Sucio. Es tan emotivo como divertido y está protagonizado por chavales y chavalas que provienen de matrimonios rotos, familias que no han funcionado, etécetera y que independientemente de cómo te caigan, cada uno tiene una interesante historia personal que contar. Ah, y uno de los personajes es un coche. Pero lo mejor son las nuevas relaciones que se crean entre ellos. El dibujo es completamente diferente a cualquier manga del pasado, presente o futuro. Cuando me leí el sexto tomo me alegré un montón, porque ya tenía la colección completa y ni un huracán me la podría arrebatar, pero también me cabreé mucho, porque ya no iba a haber más dosis... mierda, quizá sería mejor que me las hubiese racionado... Me ocurrió lo mismo con Calvin & Hobbes. Esto es mejor que lo que hace Inio Asano.
2-Doctor Extraño, 11 grapas por ahora. Panini. Autores: Jason Aaron al guión, Chris Bachalo y puntualmente otros colegas al dibujo.
"Es que no me gustan los superhéroes porque [introduzca aquí su objeción.]" Cualquier adicto a los bicharracos de la Marvel sabe que en cuanto te infectan estos virus con poderes, te quedarás enganchado para toda la vida, y puede que tiritando con el síndrome de abstinencia si las sucesivas entregas no colman el pantagruélico apetito del que solemos hacer gala los lectores de superhéroes. La serie del Doc lo hace: Aaron y Bachalo han inventado una forma de hacer "pijamas" que se apoya en el pasado pero que es capaz de divertir hasta al lector más postmoderno, ese que asegura que la Marvel solo produce basura, justamente porque esta serie no tiene más pretensión que hacértelo pasar de cine mientras estás leyéndola en tu sofa favorito. Y Stephen no me caía tan bien desde los tiempos de Roger Stern, y eso es una laaarga temporada.
3-Natacha. 6 tomos integrales hasta la fecha (puede que terminen siendo ocho en total). Dolmen. Autores: principalmente Walthery, con una ayudita de Gos y otros colegas.
El dibujo: en los setenta Neal Adams alabó la tremenda habilidad de Walthery desde el otro lado del charco. Y eso que estamos hablando de un pavo que era uno de los mejores diez dibujantes norteamericanos del momento. El guión: perfecto para olvidarte de problemas, inspirador si tienes veleidades artísticas, adecuado para enganchar a un niño a la lectura y puede que la mejor forma de conseguir que un adulto recuerde lo que es emocionarse con historias de gozo puro.
4-Perramus. Integral. 001 Ediciones. Autores: Guión Juan Sasturain. Dibujo: Alberto Breccia.
No estaría de más que esos que opinan que la política es aburrida o incomprensible (cuando lo está impregnando todo, hasta su postura apolítica) se leyeran este tochaco abrumador repleto de aventuras que gravitan en torno al discurso político de izquierdas más combativo y sincero que recuerdo, difuminándolo, eso sí, con las trepidantes peripecias y persecuciones que sufren los "protas".
5-Basura. Un solo tomo. Astiberri. Guión y dibujos: Derf Backderf.
¡Cuánto malnacido hay en el mundo! Imagino que si estás trabajando en la rué y viene un elemento para vacilarte con falsa superioridad de clase, lo mínimo que debería llevarse es una buena hostia. En Basura los protagonistas sufren bastante la mala educación de sus congéneres, pero también son capaces de reírse del brete que les ha tocado sufrir: trabajar como basureros. El tebeo se lee de un tirón y vas descojonándote sin control durante casi toda la experiencia. Por poner un ejemplo, una de las anécdotas repletas de humor vitriólico del cómic es la siguiente (pero hay más): ahí tenemos al agarrado que va tirando su coche en pedazos a la basura para ahorrarse un buen dinero mientras no le importa destruir las espaldas de los basureros que tienen que soportar tamaña injusticia. Un día saca una puerta, al siguiente parte del chasis, el culmen es cuando saca el motor al completo...
6-Button Man, 3 "prestigios". ECC. Guión: John Wagner. Dibujo: Arthur Ransom.
El guión es de un incombustible de la altura de John Wagner, el dibujante es un ARTISTA con letras mayúsculas que se lleva las técnicas del mejor Steranko a su mundo personal. El tebeo una gozada que apareció por entregas en 2000AD. Tiene aires de thriller setentero y es descarnado, violento y está repleto de ricachones haciendo lo que saben hacer, joder al prójimo, y asesinos desesperados que saben que irremediablemente están condenados.
1-Sunny, 6 números, ECC. Autor: Taiyô Matsumoto.
Os aseguro que este cómic sería capaz de hacer llorar a Harry el Sucio. Es tan emotivo como divertido y está protagonizado por chavales y chavalas que provienen de matrimonios rotos, familias que no han funcionado, etécetera y que independientemente de cómo te caigan, cada uno tiene una interesante historia personal que contar. Ah, y uno de los personajes es un coche. Pero lo mejor son las nuevas relaciones que se crean entre ellos. El dibujo es completamente diferente a cualquier manga del pasado, presente o futuro. Cuando me leí el sexto tomo me alegré un montón, porque ya tenía la colección completa y ni un huracán me la podría arrebatar, pero también me cabreé mucho, porque ya no iba a haber más dosis... mierda, quizá sería mejor que me las hubiese racionado... Me ocurrió lo mismo con Calvin & Hobbes. Esto es mejor que lo que hace Inio Asano.
2-Doctor Extraño, 11 grapas por ahora. Panini. Autores: Jason Aaron al guión, Chris Bachalo y puntualmente otros colegas al dibujo.
"Es que no me gustan los superhéroes porque [introduzca aquí su objeción.]" Cualquier adicto a los bicharracos de la Marvel sabe que en cuanto te infectan estos virus con poderes, te quedarás enganchado para toda la vida, y puede que tiritando con el síndrome de abstinencia si las sucesivas entregas no colman el pantagruélico apetito del que solemos hacer gala los lectores de superhéroes. La serie del Doc lo hace: Aaron y Bachalo han inventado una forma de hacer "pijamas" que se apoya en el pasado pero que es capaz de divertir hasta al lector más postmoderno, ese que asegura que la Marvel solo produce basura, justamente porque esta serie no tiene más pretensión que hacértelo pasar de cine mientras estás leyéndola en tu sofa favorito. Y Stephen no me caía tan bien desde los tiempos de Roger Stern, y eso es una laaarga temporada.
3-Natacha. 6 tomos integrales hasta la fecha (puede que terminen siendo ocho en total). Dolmen. Autores: principalmente Walthery, con una ayudita de Gos y otros colegas.
El dibujo: en los setenta Neal Adams alabó la tremenda habilidad de Walthery desde el otro lado del charco. Y eso que estamos hablando de un pavo que era uno de los mejores diez dibujantes norteamericanos del momento. El guión: perfecto para olvidarte de problemas, inspirador si tienes veleidades artísticas, adecuado para enganchar a un niño a la lectura y puede que la mejor forma de conseguir que un adulto recuerde lo que es emocionarse con historias de gozo puro.
4-Perramus. Integral. 001 Ediciones. Autores: Guión Juan Sasturain. Dibujo: Alberto Breccia.
No estaría de más que esos que opinan que la política es aburrida o incomprensible (cuando lo está impregnando todo, hasta su postura apolítica) se leyeran este tochaco abrumador repleto de aventuras que gravitan en torno al discurso político de izquierdas más combativo y sincero que recuerdo, difuminándolo, eso sí, con las trepidantes peripecias y persecuciones que sufren los "protas".
5-Basura. Un solo tomo. Astiberri. Guión y dibujos: Derf Backderf.
¡Cuánto malnacido hay en el mundo! Imagino que si estás trabajando en la rué y viene un elemento para vacilarte con falsa superioridad de clase, lo mínimo que debería llevarse es una buena hostia. En Basura los protagonistas sufren bastante la mala educación de sus congéneres, pero también son capaces de reírse del brete que les ha tocado sufrir: trabajar como basureros. El tebeo se lee de un tirón y vas descojonándote sin control durante casi toda la experiencia. Por poner un ejemplo, una de las anécdotas repletas de humor vitriólico del cómic es la siguiente (pero hay más): ahí tenemos al agarrado que va tirando su coche en pedazos a la basura para ahorrarse un buen dinero mientras no le importa destruir las espaldas de los basureros que tienen que soportar tamaña injusticia. Un día saca una puerta, al siguiente parte del chasis, el culmen es cuando saca el motor al completo...
6-Button Man, 3 "prestigios". ECC. Guión: John Wagner. Dibujo: Arthur Ransom.
El guión es de un incombustible de la altura de John Wagner, el dibujante es un ARTISTA con letras mayúsculas que se lleva las técnicas del mejor Steranko a su mundo personal. El tebeo una gozada que apareció por entregas en 2000AD. Tiene aires de thriller setentero y es descarnado, violento y está repleto de ricachones haciendo lo que saben hacer, joder al prójimo, y asesinos desesperados que saben que irremediablemente están condenados.
7-Paciencia. Un tomazo. Guión y dibujos: Daniel Clowes. Fulgencio Pimentel.
Soy seguidor de Daniel Clowes desde que leí por primera vez su majarada titulada "Como un guante de seda forjado en hierro". Me chifla casi todo lo que pude conseguir durante los noventa de su pluma y dibujo, obras importantes como "David Boring" o especialmente "Caricatura", donde nos mostraba el patetismo sincero que podía suponer la vida de cualquier artista poco importante. Pero en los dos-miles el autor se enfrascó en una carrera por demostrar la agriedad descarnada y nada más, y se olvidó de ese humor esquivo que salvaba al lector de quedar arrasado. Ni "Wilson" ni mucho menos "Ice Haven" me parecieron obras dignas de un autor tan importante, sino pataletas existenciales, meros ejercicios de estilo. En "Paciencia" Clowes por fin entrega un tomo que da sopas con onda al resto de sus competidores. Es "mainstream" repleto de mal café, tiene el punto justo de ciencia ficción hortera y molona y es una de las historias de amor más alambicadas y bonitas que se pueden leer esta temporada.
8-El día de Julio. Un tomillo. Guión y dibujos: Beto Hernández. La Cúpula.
Beto, quién te ha visto y quién te ve. A todos tus seguidores nos gustan a medias tus historias imaginarias (supuestas películas) protagonizadas por una de las hijas de Luba, por no decir que no nos gustan, y las nuevas penurias de Luba nos importan mucho menos que las "vintage". Pero cabronazo, nos has dejado enganchados al personaje (estoy enamorado de ella lo mismo que de Julie Cafritz. Dos personajes de ficción que siempre suelen disputarse mi alma.) La verdad es que nos da igual que cada vez más sus apariciones resulten tan desangeladas, te lo perdonamos todo, te damos nuestro dinero, pero ¿no podrías utilizar con ella la maestría que sigues demostrando en tebeos como "El día de Julio" o "Tiempo de canicas" ? ¿Por qué nos condenas a los esclavos de tus creaciones, tus esclavos, a sufrir por el bajo nivel que tienen las historias de Luba en lugar de por lo que están sufriendo los personajes en ellas, como antaño?
9-Barbarroja. Ocho tomos integrales hasta la fecha. Guión: Jean-Michel Charlier, dibujo: Victor Hubinon y otros genios. Ponent Mon.
Empecemos por Hubinon y su placentera evolución desde sus primeras tímidas entregas hasta que termina alcanzando el nivel de maestro. Los piratas de la saga urdida junto al gran Charlier lucen estupendos y fieros, como debe ser. Charlier es más conocido por Blueberry, pero la otra gran historia de aventuras donde volcó su ingenio y sus miles de lecturas de sólida literatura de evasión como la que hacía Julio Verne o Jack London es Barbarroja. Es un cómic clásico que ofrece un ritmo trepidante, tramas agudas llenas de giros y recovecos que logran que tu mente se quede tan absorbida por lo que está pasando en las viñetas que no puedo dejar de recomendárselo a los que están hartos de las historias medidas al milímetro actuales que van desangrándose hasta quedar en nada al llegar al final, pura filfa. En contraposición, Barbarroja te deja lleno, pero esperando con ganas la siguiente ración.
10-Estela Plateada. 4 tomos. Guión: Dan Slott. Dibujo: Mike Allred. Panini.
Otra de superhéroes. Mi casa está lleno de ellos y parafraseando a mi crítico de cómics favorito, José María Méndez, eso no dice nada bueno de mí. En su Estela Plateada, Dan Slott no podría hacer lo mismo sin el dibujo diferente y de aspecto "cartoon" de Allred. Entre los dos regurgitan las historias de ciencia ficción más amables donde el héroe sin tacha lograba salvar el día, y nos ofrecen un tebeo donde la imaginación y el talento rebosan en cada minuto, pero tampoco es que esto marque una diferencia respecto a las decenas de cómics anteriores de la historia de Marvel y DC que ofrecen lo mismo. Aquí lo hace la preciosa Dawn Greenwood, nuestro nuevo amor, un personaje pizpireto que me temo que en el futuro, en manos de otro, terminará convirtiéndose en carne lista para la montaña de secundarios sin propósito. Pero es ahora mismo cuando está funcionando y cuando tenemos que disfrutarlo. Ojalá los autores tuviesen una cláusula en sus contratos que les asegurara que no iban a volver a tocar sus creaciones, porque a los editores siempre se les puede ocurrir cualquier chorrada, tal y como ha pasado con la Elektra de Frank Miller, convertida en un guiñapo.
11-Safari Honeymoon. Un "prestigio". Guión y dibujos: Jesse Jacobs. Dehavilland.
Es empezar a leer "Safari Honeymoon" y meterte casi sin darte cuenta en un entorno alienígena que aunque no se explique, se entiende desde el primer momento. También es la extraña historia de una pareja que quiere disfrutar de una aberrante luna de miel en un lugar supuestamente paradisíaco que puede convertirse en un infierno verde o en un cielo mutante. La minuciosa portada anticipa el talento de Jesse Jacobs para dibujar mundos raros pero próximos, bichejos e infecciones asquerosas pero llenas de encanto, tramas prendidas con pinzas que llegan a buen puerto. Y encima el guión se sostiene en un humor también alienígena. Al igual que su anterior "Por sus obras le conoceréis" esto es medicina de la buena si necesitas una obra que sugiera hasta dónde puede llegar el cómic, que en pleno 2017 sigue siendo un medio joven y lustroso repleto de futuro.
12-Howard, el Pato. Dos Tomos. Guión: Steve Gerber. Dibujos: autores que se encuentran entre los mejores que haya tenido nunca la Marvel. Panini.
Howard el Pato es un personaje desagradable y lleno de contradicciones. A diferencia de lo que ocurre con otros animales antropomórficos es arisco, fuma puros y se pasa la moralidad Disneyana por las plumas de atrás. Howard el Pato es un superhéroe atípico, porque en realidad no quiere salvar a nadie excepto a sí mismo, y como mucho, a su novia humana Beverly. Steve Gerber es el creador de este palpímedo humanizado con mala uva y nadie ha logrado escribirlo mejor (ni peor, como ocurría en aquella serie revival donde lo convertía en una rata). Y en 2016 se hizo el milagro y por primera vez podemos disfrutar de la primera parte de la saga del tirón, hasta atragantarnos con una forma de escribir descriptiva y cargada de crítica que en la aséptica Marvel actual solo está siendo replicada por uno de los tres guionistas que le quedan a la editorial que no se encargan de sus series con el piloto automático: Nick Spencer. Los otros dos os los dejo a vuestra elección.
1 comentario:
Cada uno tiene sus gustos y es absurdo pelearse por ellos, no obstante, me parece una lista muy valiente ya que se hace una elección sobre comics de diferentes editoriales, formatos, autores europeos y no europeos, comerciales e independientes...
Así que enhorabuena, porque me imagino que no ha sido tarea fácil.
Yo me aventuro a sugerir incluir en esta lista a Providence de Alan Moore, que aunque vuelve a tocar temas recurrentes en su obra tales como la Magia del Caos, Crowley, Lovecraft... así como a mezclar elementos simbólicos comunes que encontramos en otros títulos del autor tales como Promethea, se le da una mayor madurez a un tipo de relato en el que al autor le sobran recursos e ingenio sin olvidar elementos narrativos transgresores.
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