viernes, 25 de mayo de 2018

ENTREVISTA CON ALAN MOORE EN AMAZING HEROES, 1985 (1 DE 3)

Entrevista de Kim Thompson para Amazing Heroes nº 71, 1985. Traducción: Frog2000.

En una época de Millers y Chaykins, Byrnes y Hernandezes, de Sims y Simonsons, o por decirlo más rápidamente, en una era en la que los guionistas-dibujantes de cómic son los que cortan el bacalao, Alan Moore sigue siendo alguien que trabaja  "únicamente" de guionista.

"Únicamente" de guionista. Lo mismo que el Gran Cañón es "únicamente" un agujero en el suelo. O que el show de Mary Tyler Moore es "únicamente" una comedia.

Pero mira tú por dónde, en el caso de Alan, el tema de ser "únicamente un guionista" no es estrictamente cierto. En sus primeros tiempos como dibujante profesional de cómics, justo en el cambio de la década, Alan estuvo trabajando como dibujante, creando las clásicas tiras satíricas de culto tituladas "Roscoe Moscow" y "The Stars My Degradation" para el semanal de rock británico Sounds, así como el encantador humor destilado en "Maxwell The Magic Cat" para un periódico local.

Alan pronto abandonó sus ambiciones de trabajar como artista y decidió buscar un empleo remunerado como guionista de cómics. Siguiendo el consejo de su amigo, el guionista de cómics Steve Moore (sin relación), Alan empezó a abrirse camino en dos de las editoriales de cómics más grandes de Gran Bretaña, Marvel UK e I.P.C. (hogar de Juez Dredd), produciendo historias para las franquicias Star Wars, Dr. Who y argumentos para títulos tan inverosímiles como "Ro-Jaws Robo Tales" y "Time Twisters".

Sin embargo, la estrella de Alan se convirtió en nova cuando Dez Skinn, antiguo editor de Marvel UK, abandonó esta editorial para crear la revista Warrior e invitó a Alan a unirse a él en su aventura. Cuando apareció el primer número de Warrior en el verano de 1982, el genio de Alan estaba representado en la revista con dos innovadoras tiras. Una de ellas era "Marvelman", una renovación radical de un superhéroe británico de los sesenta que en realidad era una especie de spin off del Capitán Marvel. Junto con los artistas Garry Leach y (más tarde) Alan Davis, creó la novedosa y más convincente crónica sobre el tema de los superhéroes en 20 años. La otra era "V for Vendetta", una distopía salvaje ilustrada por David Lloyd que pronto se hizo famosa por su severos y temperamentales dibujos, así como por su atmósfera escalofriante y opresiva y su brillante e innovadora narrativa.
El trabajo de Moore en estas dos tiras se convirtió en un éxito instantáneo entre los fans británicos, que respondieron otorgando a Alan todos los principales premios Eagle de 1982 y 1983. Mientras, Alan siguió sacando más entregas de ambas series, pero también deslumbró con una sorprendente continuación de la saga del "Captain Britain" [Capitán Britania] (que la mayoría había dado por perdida), el retorcido "DR and Quinch" para el 2000 AD, la igualmente extraña "BoJeffries Saga" [La Saga de los BoJeffries] para Warrior y mucho más.

Moore pronto contó con bastantes admiradores en los Estados Unidos, entre ellos Len Wein. Len había estado buscando a un nuevo guionista para la revivida serie Swamp Thing [La Cosa del Pantano] que estaba editando. Tampoco es que el título, engendrado principalmente para cosechar los dudosos beneficios de la inmortalización del personaje en la tremebunda y espantosa adaptación cinematográfica de 1982, hubiese encandilado la imaginación de los lectores, y eso a pesar de la presencia del a menudo brillante e inquietante equipo artístico de Steve Bissette y John Totleben. Len pensó que Alan sería capaz de proporcionar esa chispa. Y es lo que hizo.

Después de un número "puente" que eliminó parte del peso muerto de números anteriores, el primer ejemplar "auténtico" de Alan para la Saga de La Cosa del Pantano, titulado "The Anatomy Lesson" (Lección de Anatomía, nº 21), sorprendió a los lectores que no estaban familiarizados con el talento de Moore y su modus operandi. Con un buen golpe de efecto en la trama, el guionista redefinió la naturaleza de su héroe y su razón de ser, y se lanzó en pos de una serie de verdaderas historias aterradoras. La prosa enérgica, evocadora e increíblemente inventiva de Moore, su oído para los diálogos agudamente desconcertantes, y su sentido del horror genuinamente inspirado se combinaron para crear un clásico instantáneo.

Casi de la noche a la mañana, Swamp Thing empezó a ser admirada entre críticos, colegas de profesión, editores y estudiosos del cómic. Como resultado, Alan se convirtió en uno de los productos más apreciados del medio. Dado que Warrior había comenzado a trastabillar, con algunos rumores de discordia entre sus trabajadores, Alan empezó a tener algo de tiempo libre entre las manos, y se lanzó alegremente sobre el mercado estadounidense como un niño que entra en una tienda de juguetes. El material de Moore empezó a aparecer en los lugares más insólitos: una historia del Vigilante en dos partes, varias historias cortas de ciencia ficción para las series de los Omega Men y Green Lantern, una historia de Green Arrow en Detective, ¡incluso una serie de complemento para American Flagg!, y anunciados para esta fecha, aunque aún no se han publicado, algunos one shots e historias para Superman Annual y un guión de Mr. Monster, así como un proyecto aún sin título para Fantagraphics Books y la serie de 12 números de Watchmen para DC.

Nuestra entrevista atrapa a Alan en la cresta de la ola, algo perplejo pero satisfecho, construyéndose alegremente una reputación como uno de los mejores artesanos del cómic de la década. Trabajando "únicamente" como guionista, lo mismo que Napoleón solo fue un tipo bajito que comandaba a un puñado de soldados.
AMAZING HEROES: Empecemos por el aquí y ahora. En este momento estás escribiendo uno de los comic books más admirados, respetados y aclamados del país: Swamp Thing. ¿Cómo te hace sentir su éxito instantáneo?

ALAN MOORE: Bueno, estoy algo aturdido. La aceptación de Swamp Thing fue mucho más rápida de lo que esperaba. Porque es un título de terror en un medio predominantemente dedicado a los superhéroes, así que la verdad es que no me esperaba nada parecido. Pero estoy plenamente satisfecho. No sé, creo que a veces la gente es un poco más amable conmigo de lo que quizás me merezco. Cuando reviso el trabajo de Swamp Thing que he hecho hasta ahora, hay algunos números que me siguen gustando, pero sé que si hubiese tenido algo de tiempo extra, podría haber escrito mejor un par de ellos. Creo que la gente tal vez debería ser un poco más dura, más severa, pero supongo que pronto todos los críticos de The Comics Journal empezarán a clavarme sus garras, por lo que tal vez debería disfrutar de la adulación mientras aún dure. 

AH: ¿Cómo explicas ese éxito?

MOORE: Creo que si hay algo que haya atraído a la gente a Swamp Thing, es que entre Steve, John y yo quizás hayamos añadido mucha profundidad emocional y realismo a las historias. Y de alguna manera eso ha sido capaz de afectar al lector. Espero que eso es lo que hayamos conseguido. Idealmente, nos gustaría que alguien se terminase una copia de un número de Swamp Thing y experimentase algún tipo de sensación en lugar de tener la sensación de haber perdido cinco o diez minutos. Nos gustaría pensar que, de alguna manera, hemos presionado los botones adecuados de la gente que no se suelen presionar tan a menudo, proporcionando una experiencia en un nivel u otro. Si ese es el caso, eso podría explicar por qué los lectores creen que en comparación con los títulos que se mantienen en un nivel de entrenamiento más superficial, Swamp Thing es tan refrescante. Es algo a lo que deberían responder los lectores. Pero en su mayor parte, me he quedado desconcertado por todo el fenómeno, así que he dado un paso atrás y he empezado a observar más detenidamente lo que ocurre con completo desconcierto. 
AH: Hablas de inyectar emoción en el trabajo. ¿Crees que esa emoción también aparece cuando estás trabajando en la serie? En otras palabras, ¿te asustas / te repele / te diviertes cuando estás escribiendo? 

MOORE: ¡Oh, sí! Claro que sí. Si lo haces de la forma más adecuada, lo verdaderamente crítico de la escritura es intentar llegar a un nivel de psicoanálisis sobre tu propia persona. Tienes que examinar tu propio personaje e intentar resolver las áreas que más te molestan, las zonas en las que preferirías no pensar, sobre las que no querrías hablar y, desde luego, sobre las que nunca querrías escribir [risas]. A menudo me doy cuenta de que si tengo que tratar con un personaje particularmente vil, aborrecible o malvado... si los miras lo suficiente, todos tienen ciertas facetas que tal vez repriman, o que no se usan muy a menudo, y cuando escribes y trabajas en el desarrollo de los diferentes personajes, debes mirar esas facetas [en ti mismo] y agrandarlas, convertirlas en personajes válidos para las páginas del cómic. Creo que este sistema también funciona en el terror. Es muy difícil poner el dedo sobre el punto exacto que te molesta en ciertas historias... es como si hubieses leído algo en las noticias, y te dieses cuenta de que hay algo que te perturba, que te hace sentir un poco mareado, pero tienes que analizarlo minuciosamente para descubrir de qué se trata. Creo que si cuando escribo Swamp Thing solo se me ocurriese una idea y pensara: "Ah, sí, eso suena aterrador", entonces estaría haciendo trampa. Porque si no va a asustarme a mí, dudo mucho que asuste al lector. Intento que me atormente un poco, se parece a esa máxima de que para crear es necesario sufrir y todo eso. Un artista debería sufrir, así que, ¿por qué no debería intentarlo? 
AH: Hace poco estuve hablando con un guionista que me dijo: "Gracias a Dios Alan es un débil argumentista, de lo contrario, todos tendríamos que unirnos y asesinarlo". 

MOORE: [Risas]. Puede que tenga razón. Creo que algunas partes de mi trabajo se resienten de vez en cuando... Hay ciertas zonas de las historias a las que no puedo prestar tanta atención como me gustaría, dado que mi tiempo es finito. A veces me quedo satisfecho con los argumentos, a otras me parecen más flojas. Supongo que a veces pueden parecer débiles porque quizá no tengo el mismo respeto por las argumentos que algunos guionistas estadounidenses. Veo el desglose de la historia en términos ligeramente diferentes. No creo que la trama sea el todo y el fin en sí misma. La trama es como un vehículo para la historia real tal como lo puede ser el lenguaje, o la utilización de varias técnicas literarias. El argumento no es de lo que debería tratar la historia. Es algo que está ahí simplemente para que aquello de lo que trata sea mejor. Por ejemplo, si revisas el número "Ritos de Primavera" de Swamp Thing [nº 34], te puedes dar cuenta de que no posee ningún argumento en absoluto. Es solo una especie de encuentro psico-sexual en algún pantano. Y la verdad es que podría haberlo escrito en una página. No todo tiene por qué tener un argumento, pero obviamente en esa historia, el cómic no trata sobre ese argumento en particular. No estoy intentando disculpar mis débiles argumentos, porque hay casos en los que he sido obviamente tan culpable de escribir un argumento débil como cualquier otra persona, aunque puede que en algunos casos la trama no sea lo más importante de una historia en particular. No es algo que crea necesario darle tanta importancia. A veces se consiguen cómics increíblemente densos porque los guionistas se sienten obligados a enlazar cada elemento de la trama, así que mientras los personajes van caminando solos, o están peleando, empiezan a aparecer bocadillos de pensamiento con un gran diálogo expositivo y otras cosas que intentan explicar todo el argumento. Y cuando lo miras, en muchos casos la trama en sí misma tal vez no sea terriblemente emocionante o efectiva. Y toda la historia parece ser solo un ejercicio para explicar el argumento a los lectores. Es algo que en mi caso intento evitar. He descubierto que en muchos casos, sobre todo en los títulos que más he disfrutado, la trama no era lo más importante. Más bien se trata de un estado de ánimo que el autor intenta expresar a través de su personaje. Creo que los cómics están demasiado orientados hacia lo que indica el argumento, por lo que tienden a cumplir con los estándares que se les suele aplicar. Lo que yo intento es acercarme al medio con una técnica de escritura que haya absorbido cierta cantidad de estándares externos al cómic. Tampoco puedo hacerlo siempre, pero por ejemplo, a veces se me ocurre una idea para la estructura (algo que me parece técnicamente interesante y que se debería probar) y que será el germen de la historia. Tal vez suene un poco indulgente conmigo mismo, pero puede que se me ocurra una idea para la estructura, algo que luego veré si se puede adaptar, y eso es lo que me proporciona la historia. Si quieres, puedes usar un punto de partida diferente. No tienes por qué comenzar con una historia y un guión consolidados. Puedes comenzar con una idea acerca de cómo se podría utilizar el lenguaje, o una idea de cómo hacer un corte entre una secuencia y otra. Hay muchas cosas que todavía no se han probado. A menudo intento hacer algo que solo tenga un argumento más rudimentario. El anual de Swamp Thing era básicamente la historia de Orfeo, alguien que atraviesa el inframundo del punto A al punto B, sin una trama real más allá de todo eso. Pero creo que la historia tenía efecto más allá de su mecánica. De todos modos, por eso intenté hacerlo de esa forma. Pero sí, a veces otras personas pueden ver tu forma de escribir mucho más claramente de lo que puedes verla por ti mismo. 
AH: Sé que has experimentado con el sistema llamado "estrategias oblicuas" de Brian Eno, donde se utilizan elementos aleatorios para poner en marcha una obra. ¿Quieres hablarnos un poco sobre el tema? 

MOORE: ¡Oh, claro! No suelo pensar en la escritura como si fuese una ciencia. No deberíamos dar nada por hecho. Deberíamos observarlo y luego separarlo en sus componentes como si fuese una construcción hecha de ladrillos, y luego deberíamos desmontar aún más esos ladrillos... para intentar examinar la mecánica de los mismos. Algunas historias funcionan por una razón determinada, y algunas otras por una razón completamente diferente. En cuanto a Swamp Thing, que sin duda es la cosa más extensa que he escrito hasta la fecha, algo de 25 páginas mensuales, (después del relativo lujo de haber escrito seis u ocho páginas por mes para Warrior,) he descubierto que dado que tengo que cubrir tanto terreno con todas esas páginas como me resulte posible, junto a Steve y John hemos intentado esforzarnos y pensar en formas diferentes de contar historias para evitar caer en la rutina. Creo que hemos dado con algunas cosas absolutamente experimentales. No sabemos si alguna podrá funcionar, como uno de los números escritos completamente en un idioma alienígena seudo-joyceano, tal y como hicimos en "Pog" [nº 32]. Estas cosas simplemente van evolucionando a medida que me voy fijando en la historia. El ángulo experimental es uno de los elementos que considero más importantes de mis guiones. Es de lo más importantes de mi estilo de escritura. Es lo que más me interesa. La caracterización y el resto son todo cosas a las que suelo prestar atención, pero me fijo mucho en el diálogo, intentando ver qué efecto se puede conseguir. Si omites los recuadros narrativos en algunas historias, pero no los globos de pensamiento, conseguirás un cierto efecto. Si colocas muchos recuadros llenos de subtítulos y una secuencia narrativa, tendrás otro efecto. Cuando empiezas a examinar estas cosas te das cuenta de qué es lo que se imprime en la página del cómic afecta realmente al lector, y una vez que lo has aprendido y lo entiendes, entonces me parece que puedes usarlo para mejorar tu trabajo. Me gusta dar con cosas con las que poder trabajar en un proceso continuo de experimentación, y probablemente es una actitud que he tomado prestada de Eno, y de varias cosas ajenas a los cómics -literatura-, ese tipo de cosas. O de las estrategias oblicuas. Tampoco es que las use tan a menudo, porque es muy difícil hacerlo correctamente, pero de vez en cuando, si me veo absolutamente atrapado por la rutina, cogeré el paquete de tarjetas y las echaré un vistazo. Seguro que en las cartas habrá algún tipo de argumento completamente irracional y aparentemente irrelevante acerca del que tendrás que empezar a reflexionar, y solo por el hecho de pensarlo dejarás atrás la rutina en la que estabas. Un par de minutos más tarde te podrás dar cuenta de que las ideas echan a volar de nuevo. Empezarás a pensar de otra forma. Es un proceso muy mecánico, pero creo que en mi caso funciona, y al menos hasta cierto punto, puedo eliminar algunas de las historias aburridas, malas y sin garra que de otro modo podría haber escrito.

(Continuará)

martes, 15 de mayo de 2018

THEORETICAL GIRLS

 El 13 de mayo falleció Glenn Branca con 69 años. Su legado, a veces inabarcable, otras ligeramente audible, la mayoría de ocasiones de escucha excitante, sigue expandiendo por sí solo la música en nuevas direcciones en este S. XXI que tanto necesita de lo viejo para poder hacer algo novedoso (ay, la imaginación...) Mi disco favorito de su ingente producción es "The Ascension" (1981), seguido muy de cerca por cualquier cosa que caiga en mis manos de Theoretical Girls. Intentando honrar su memoria, traduzco un extenso artículo (2002) de Dan Warburton que apareció en Paris Transatlantic Magazine a cuenta de una recopilación de Theoretical Girls (en Acute). 

Traducción: Frog2000

THEORETICAL GIRLS 

En el comunicado para la prensa de Acute [sub-sello de Carpark Records -Washington DC- especializado en rescatar punk, rock y post-punk] se indica: "Theoretical Girls puede ser el grupo más influyente que hayas escuchado nunca". Bueno, eso es discutible: yo votaría por la formación original de The Theatre of Eternal Music (a menos que tengas la suerte de poseer uno de esos horribles bootlegs), pero el finalmente reeditado álbum de Theoretical, perdido hace tiempo (o por lo menos en su mayor parte: ver a continuación), puede ser de interés para aquellos de nosotros que nos gusta mirar en el espejo retrovisor para ver de dónde venimos. En este caso, ahora la línea se puede rastrear claramente desde Theoretical Girls pasando por su guitarrista Glenn Branca hasta llegar a Sonic Youth (Moore y Ranaldo participaron en los ensambles de Branca).
Entre 1976 y 1978, el artista y poeta Phil Demise dirigió un espacio-loft en Chelsea apodado The Placenter, donde organizaba actuaciones de, entre otros, Bob Moses, Jerome Cooper, David van Tieghem, Jay Clayton, The Acme Band (más tarde The Breakfast Club) y numerosos poetas locales. Demise recuerda: "Jeffrey Lohn instaló las cañerías de mi loft y nos hicimos amigos. Glenn Branca acababa de llegar de Boston y empezó a acudir al sitio para pasar el rato, allí pudo ver los ensayos de mi banda, la N.DoDo Band. La idea de montarla fue consecuencia de mi arte / poesía y se sumergía por completo en el concepto "Todo El Mundo Es DoDo": todos formaban parte de la DoDo Band. Jeffrey tocó el violín eléctrico en varios conciertos, y fue entonces cuando conoció a Glenn. Los dos empezaron a tocar música y nos "pidieron prestado" a nuestro batería, Mike Anthol. El resto es historia".

Formada en esa época, Theoretical Girls estaba compuesta por Lohn a la voz, teclados y guitarra, Branca a la guitarra, Margaret Dewys (ahora compone y enseña en el Bard College) a los teclados y Wharton Tiers (quien posteriormente produjo a Swans, Dinosaur Jr y Sonic Youth en sus Fun City Studios) a la batería. Lohn dice que de las veinticinco canciones originales de la banda, tres cuartas partes fueron escritas por él y el resto por Branca. El nombre del grupo "surgió espontáneamente" en conversaciones con el artista Dan Graham (la canción "Theoretical Girls" llegó algo más tarde). Su primer concierto con Graham fue a finales de 1977 en el Franklin Furnace de Tribeca; la última fue en Max's Kansas City a principios de 1979. Branca afirma que solo ofrecieron dieciséis conciertos. ("Entre dieciséis y veintidós", recuerda Lohn).

No está claro quién acuñó el término "No Wave", pero el percusionista y autoridad de los Flying Luttenbachers en la escena No Wave, Weasel Walter, recuerda haber visto que se había utilizado en el New York Rocker para referirse al show en el Artist's Space de mayo del ´78 que eventualmente dio como resultado el influyente álbum producido por Brian Eno "No New York", donde aparecían canciones de DNA, Mars, Contortions y la banda de Lydia Lunch, Teenage Jesus and the Jerks. "Se suele ver en muchas publicaciones que se acredita el término a Lydia", afirma. "Es certero, es brumoso, pero esa es su belleza. No es que necesariamente denote un estilo particular de hacer música, solo una cierta actitud nihilista hacia la deconstrucción de la música rock, algo puro y simple, un cierto nivel de fealdad y disonancia".
Según Weasel Walter: "en ese momenot había dos facciones de las así denominadas bandas No Wave. Las bandas de "No New York" estaban enraizadas principalmente en el East Village, mientras que la actividad de otras bandas menos documentadas como Theoretical Girls, Gynecologists (y varios actos más de Rhys Chatham) ), Tone Death, Red Transistor, Arsenal, Youth In Asia, Boris Police band estaba localizada cerca del Soho / West Village. La actitud de las bandas del East Village era que eran más "callejeros" y que los de la parte oeste eran todos pretenciosos artistas. Se suponía que en "No New York" iban a aparece más bandas, pero alguien del lado este le dijo a Eno que no las incluyera". La versión de la historia de Glenn Branca confirma la hipótesis de Walter: "Se referían a nosotros como "la quinta banda del disco No New York". Supuestamente, en el álbum iban a aparecer diez bandas con dos cortes cada una. De esa forma se hubiera involucrado a todos en la escena. Creo que cuando Eno se juntó con las bandas del East Village, lo convencieron de que ellos eran la "verdadera" No Wave. Así que tuvieron toda su atención. Hasta donde sé, ninguno de nosotros llegó a conocerle". Branca también afirma que Theoretical Girls atrajo exponencialmente más multitudes a sus conciertos que Teenage Jesus. "No sé si eso que dice Glenn de que fuimos más populares que ellos es cierto", comenta Weasel Walter: "A finales del ´78 y principios del ´79, los Contortions eran una banda extremadamente buena para los clubes. En varios artículos sobre la escena del New York Rocker solían agrupar a todas estas bandas como parte de un movimiento, pero finalmente las bandas de "No New York" terminaron por eclipsar al resto. Creo que es difícil dilucidar cuál fue el impacto real de Theoretical Girls. Musicalmente eran bastante eclécticos. Por supuesto, Branca es el miembro más famoso del grupo y todos sabemos lo que ha hecho en su carrera posterior".
Alrededor de 1978, Lohn empezó a organizar conciertos en su loft de la 33 Grand St. (en la esquina de Grand y Thompson, un manzana al suroeste de West Broadway y Broome), el más elaborado de los cuales fue: "Temas cortos / Música eléctrica / Performance / Cine", donde participaron Laurie Anderson, John Lurie, Glenn Branca, Adele Bertei, los cineastas Scott y Beth B., Mark Abbot, Lohn y Rhys Chatham (a quien Lohn invitó a tocar con Theoretical para "una interpretación o dos de "Computer Dating". El guitarrista tocó una parte de guitarra compuesta por mí"). Parece que Brian Eno estaba interesado en Theoretical Girls, pero Lohn no estaba interesado en Eno, porque encontraba su obra "aburrida y pretenciosa". Admite no haber tenido ningún interés en The Velvet Underground, Suicide, Talking Heads, Phil Glass y en bandas alemanas como Neu!, todas los cuales podrían venir a la mente al escuchar el material de Theoretical Girls. De hecho, Lohn, que se especializó en inglés y música, enumera entre sus influencias la música clásica, desde el canto gregoriano a John Adams ("algunas de sus cosas") y algunas otras más, con "una afinidad especial por la increíble brillantez rítmica, contra-puntística y armónica de la obra coral y orquestal de Haydn." (También es un gran fan del jazz, la música latina y étnica. De hecho, de todo, excepto del rock", "excepto por algunas cosas tempranas como Little Richard, y una actuación en directo de Dead Boys en el CBGBs que me estimuló para comenzar a mezclar punk-rock con ideas y técnicas de música clásica"). El artista también identifica claramente la influencia de Bach (en "Polytonal") y Beethoven ("en los cambios armónicos y de voz (contrapunteados) de" Computer Dating" y "Lovin in the Red"). Por su parte, a Branca le encantaba Suicide, pero no le gustaba ninguna de las bandas euro-hippies. Estaba más interesado en Henry Cow y Matching Mole. "Tanto Jeff como yo estábamos muy interesados ​​en los minimalistas". 
Las únicas canciones que Theoretical Girls llegaron a grabar en un verdadero estudio (un estudio de 8 pistas "de bajo presupuesto" en el Greenwich Village, cuyo nombre Branca y Lohn han olvidado) fueron "US Millie", de Lohn, y "Computer Dating" y "You Got Me" y "Jill", de Branca. (Para el single de 7", Branca eligió "You Got Me" y Lohn seleccionó "US Millie".) Varios temas ("Nato", "No More Sex", la segunda versión de "Computer Dating" y una de las versiones de "Lovin in the Red") las grabó el grupo y algunos amigos en un 4 pistas en varios conciertos en espacios artísticos de Nueva York como The Kitchen, Art Space, The Experimental Intermedia Foundation (NYC) de Phil Niblock, y en un concierto benéfico para la revista "X" en el East Village, así como en clubes como Hurrahs, CBGB's, Max's Kansas City, Tier 3 (en Tribeca) y La Vitrine pour l'Art Actuel en París. "Teníamos la intención de publicar este disco hace muchos años, alrededor de 1984, aunque el orden de las canciones sería diferente", recuerda Lohn. "Se suponía que lo iba a editar Daisy o Neutral (no recuerdo cuál). El máster ya estaba realizado y listo para enviarse al fabricante cuando de repente Glenn rehusó que apareciese alguna de sus canciones en el disco. Decidí cancelar todo el proyecto en lugar de editarlo solo con mi material. Estaba ocupado con otras cosas, así que simplemente me olvidé de ello". Lohn se sorprendió mucho cuando posteriormente Branca editó las canciones que había escrito para Theoretical Girls en su álbum para Atavistic "Songs '77-79". "Lo hizo sin mi conocimiento y permiso, porque yo había tocado el teclado, el bajo o la guitarra en todas sus canciones", recuerda Lohn. (De manera similar, Branca parece desconocer el lanzamiento del álbum de Acute: "Sé muy poco sobre ese CD. Jeff no ha contactado conmigo para charlar al respecto. Ni siquiera sabía que había salido"). No sabemos si Branca decidió no permitir el lanzamiento original del álbum de Girls porque pensaba que se descubriría que el trabajo de Lohn, especialmente "Contrary Motion", "Electronic Angie" y "Computer Dating", podría llevar a acusaciones de que la obra de Branca era menos original de lo que realmente era. Cuando se le pregunta sobre el tema, simplemente responde: "Son mis canciones, tío. No se debería promocionar como un disco de las T-Girls". Aun así, los temas de Lohn antes mencionados parecen apuntar bastante claramente en dirección a las sinfonías de guitarra de Branca, pero dado el estado actual de las relaciones entre Lohn y Branca, perseguir la pregunta de quién escribió aquello en lo que se convertiría más adelante solo llevaría a escuálidas y ásperas reclamaciones y demandas. 
Será mejor sentarse en su lugar y presionar el botón de PLAY. "Definitivamente, Theoretical Girls no son tan extravagantes como las otras bandas más conocidas", escribe Weasel Walter. "Tienen sus momentos tangenciales de ruido, pero también una evidente sensibilidad pop / rock que las bandas de "No New York" evitaron deliberadamente". La letra de "Computer Dating" -erróneamente marcada como la pista tres, aunque de hecho es la segunda, y la segunda es la pista 18, no la 19- podría provenir directamente de Laurie Anderson ("¿Cuánto tiempo pasas sola? / ¿Te gustan realmente los niños y las mascotas?"), y sus líneas de guitarra en constante aumento y los patrones arpegiados del teclado la colocan claramente en el lado de la escena del West Village tal y como se describía un poco más arriba. Lohn está orgulloso de los barrocos tejidos contra-puntísticos de "Polytonal" y "Lovin in the Red". Se incluyen dos versiones, la primera es la pista cinco y no la segunda. También un favorito personal "por la forma en la que el órgano y la guitarra trabajan juntas: los fraseos de la primera sección son muy "clásicos", ¡pero me parecen sexys y molan mucho!" El tema "Theoretical Girls" (del que se incluyen dos versiones, una en directo) no tiene otra letra más que su título y la clásica cuenta regresiva "1-2-3-4", una simple señal métrica elevada a material musical (una especie de análogo al tema de Ligeti para 100 metrónomos).
De hecho, en las pocas ocasiones en que consiguieron una grabación más clara ("No More Sex"), el grupo suena más cercano al rock convencional que otros contemporáneos de la No Wave como Mars o DNA. La contundente letra de "Mom & Dad" ("Ella me dijo que cuando cumplí 11 años, la vida estaba vacía, todo está en el cielo / Cuando supe lo que era empalmarse, me dijeron que el sexo era algo enfermizo / Enfermo y feo"...) está bellamente compensada por un riff de teclado pegadizo. A pesar de una rugosidad superficial resaltada por la ausencia de graves, "Europe Man" es una canción directamente aplastante, como también lo es "Nato", mientras que "US Millie", con esos patrones de batería militarizada de Tiers y la letra de Lohn es puro pop. Puede que a Lohn no le gustaran los Talking Heads, pero es fácil imaginar a David Byrne trotando entre frases como: "Sitting on the beach with your ping pong peach"; en completo contraste, nunca podría haber inventado algo como "Electronic Angie" o la primera versión de "Chicita Bonita", el corte más largo del álbum (de 5'35"), que muestra cómo eran los Girls cuando se ponían tensos, con guitarras salvajes, desagradables clusters de teclado y voces gruñonas. Los cortes en directo son ásperos y cercanos al rocks: en "Angie" Lohn toca el bajo y lo golpea hasta la muerte, en "Keyboard Etude" (una pista deliciosamente irregular grabada en Tier 3 con Mike Anthol) maneja un órgano Farfisa y en "Parlez-vous français", canción seleccionada del concierto que dieron los Girls en París), entona en un francés notablemente bueno sobre un charco de fango gris.
"Las Theoretical Girls participaron en el mismo género emergente en el que militaron Contortions y Teenage Jesus, pero no se acercaron tanto al estilo como esas bandas", recuerda Phil Demise. "Tenían muchos seguidores, y su presencia en la escena era bien conocida, pero su aparición pública era mínima, lo cuál sumaba a su mística. Se convirtieron en alegorías simbólicas de la fusión de arte, música y actuación. Me encantaban, ¡eran el verdadero Art Brut!"

Quiero dar las gracias por su ayuda en la investigación y revisión de este artículo a: Jeffrey Lohn, Glenn Branca, Wharton Tiers, Weasel Walter, Phil Demise, Dan Selzer, Marie Warburton.

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