miércoles, 12 de mayo de 2021

ENTREVISTA CON HARLAN ELLISON EN THE COMICS JOURNAL (1 de 6)

Entrevista realizada por Gary Groth para The Comics Journal nº 53 (1980). Esta versión es la recogida en la página web de The Comics Journal en 2018, año en el que falleció Harlan Ellison. Traducción: Frog2000.

La entrevista con Harlan Ellison fue realizada en 1979, y por eso es como una cápsula temporal hacia un mundo donde la cultura del cómic era diferente, al igual, supongo, que todo lo demás. Muy poco tendrá sentido para alguien sin cierta comprensión histórica de aquel momento en la historia de los cómics.

En esa época llevaba editando y publicando The Comics Journal desde hacía tres años, y en 1979, por fin encontré mi voz editorial disidente, y también la de la revista. Dicha disensión se dirigía contra lo que entonces era una industria monolítica del cómic compuesta principalmente por Marvel y DC, que comprendía lo que entonces se llamaba el "mainstream" y que publicaba probablemente el 98% de los cómics que consumía el público estadounidense (excepto Archie, que pasaba inadvertido para todo el mundo, especialmente para mí); el 2% restante eran vestigios de las editoriales de cómic underground, así como de unos pocos editores independientes o auto-editores minúsculos: Eclipse publicó su primer tomo en 1978 (guionizado y dibujado por dos creadores convencionales); Star * Reach de Mike Friedrich (1974-1979, ridículamente promocionada como "cómics ground level", para posicionarse entre los cómics underground y los convencionales) consistía principalmente, y de nuevo, en la obra de creadores mainstream que realizaban un trabajo no demasiado alejado de lo que ya estaban haciendo en Marvel y DC; Parsifal de P. Craig Russell es una ambiciosa excepción y por eso merece reconocimiento); y dos auto-editores, WaRP Graphics (Elfquest de Richard y Wendi Pini) y Aardvark-Vanaheim (Cerebus de Dave Sim). Contrato con Dios de Eisner (mencionado en la entrevista) apareció en 1978 y se consideró una especie de logro anómalo.

En este contexto, quizá lo más importante fuese Byron Preiss Visual Publications de Byron Preiss, que, en 1976 empezó a publicar lo que más tarde se denominarían "novelas gráficas" con Schlomo Raven de Tom Sutton (publicado en Pyramid Publications como Fiction Illustrated nº 1), alcanzando su cenit con la adaptación de Howard Chaykin del primer volumen de Las estrellas, mi destino de Alfred Bester (publicado a través de Baronet Publishing Company) en 1978. Pero eso era todo. Para nosotros, los estetas, era una escasa selección, pero en 1979 así de estéril y poco propicio era el panorama estético de los cómics. No había casi nada sobre lo que discutir excepto sobre los cómics de Marvel y DC, y no había casi nada bueno que decir sobre ellos.

La idea de que los creadores de cómics fuesen capaces de llevar a cabo una expresión artística genuina al mismo nivel que los directores de cine (Bergman) y los escritores de literatura (Doctorow, Borges) de los que hablamos en la entrevista se consideraba ridícula o fuera de lugar, si es que se consideraba en absoluto (por lo general no era así.) No existía modelo alguno de "historietas literarias", ni tampoco novelas gráficas. Los cómics eran la forma de entretenimiento del mínimo común denominador, y ya ni siquiera era un medio de comunicación masivo: ignorados por el público en general, despreciados o ignorados por el público lector inteligente, tampoco llamaban la atención de críticos y de la crítica. Incluso Ellison, que se jactaba de su elitismo y se consideraba un elitista entre elitistas, no pensaba que los cómics como medio pudieran, o debieran, ser algo más que basura. "Creo que cualquier adulto que se tome en serio los cómics está ya bastante perdido", decía en la entrevista. "Yo no me los puedo tomar tan en serio. Pero si hablamos de mediocridad, siempre me digo: 'Pero si siempre han sido mediocres'."

Esa era la realidad que estábamos intentando afrontar en ese momento, y la única forma de hacerlo era participando en un asalto frontal a gran escala contra la industria del cómic en cada número del Journal. Uno de los motivos por los que entrevisté a Ellison es porque era conocido por sus asaltos frontales a gran escala.

Ahora que lo pienso, en realidad estoy haciendo una especie de revisionismo. Cuando llegué al apartamento en el centro de Manhattan donde se alojaba Ellison, no tenía ni idea de qué esperar o con qué me iba a salir. La energía para acometer la entrevista se sustentaba en una reseña que había publicado en una recopilación de adaptaciones de cómic de sus relatos cortos titulada The Illustrated Ellison (publicada, de nuevo, por Byron Preiss), que provocó una llamada telefónica a gritos de Ellison.

Le sugerí que grabásemos una entrevista en la que pudiera abordar lo que él consideraba las deficiencias e inexactitudes críticas de la reseña. Estuvo de acuerdo en reunirse conmigo la siguiente vez que se pasara por la costa este. Es probable que también quisiera entrevistarlo porque estaba familiarizado con los cómics y le encantaban, pero profesionalmente se movía en círculos alejados de ellos; así que no estaba en deuda con los intereses corporativos que controlaban la producción de cómics y, por lo tanto, podía hablar más libremente: por eso fue notoriamente franco al hablar de sus elevados estándares estéticos.

La entrevista dio comienzo alrededor de las 9 de la mañana y duró hasta aproximadamente las 3 de la tarde. Al final se dio el caso de que ambos charlamos libremente -en opinión de muchos profesionales en activo en ese momento, demasiado libremente-, cruzando a menudo la línea y rozando el mal gusto al despreciar a buenos profesionales y los valores del profesionalismo en general.

Personas que aún no habían nacido cuando se realizó esta entrevista me han dicho que bien podría horrorizar a cualquiera de la joven generación actual. Tal vez sea así. Pero en ese entonces, y también ahora, yo creía que suponía un necesario correctivo para la complacencia institucionalizada, la esterilidad y el código de silencio que en ese momento se había asentado en la industria del cómic como un sudario.

Aunque uno puede ver las semillas de las demostraciones públicas de fatuidad de Ellison que llegarían con el tiempo, por ejemplo, sus incongruentes reverencias a Stan Lee, sigo pensando que esta fue una entrevista necesaria para su época y que Ellison estaba en el sitio adecuado en el momento adecuado, en ese The Comics Journal de 1979.

- Gary Groth, 3 de julio de 2018

De la introducción de Tom Spurgeon en la reimpresión de la entrevista en 2006 en The Comics Journal Library Vol. 6: The Writers:

El escritor y ensayista Harlan Ellison ha guionizado pocos cómics, pero no hay por qué descartar su presencia entre los guionistas de cómic de las décadas de los 60, 70 y 80. No solo se hizo amigo de varios de los guionistas que aparecen en este volumen, sino que prestó atención a su trabajo y proporcionó un ejemplo de una trayectoria a veces como guionista, a veces como autor en prosa, a la que muchos sin duda aspiraban. Ellison también fue una figura intrigante en un medio que en aquel entonces estaba estrechamente ligado con la ciencia ficción, con una fuerte y contundente personalidad, y cierta tendencia a hablar sin rodeos y yendo al grano.

La siguiente entrevista con Harlan Ellison realizada por el editor de The Comics Journal, Gary Groth, supuso todo un hito en la cultura del cómic. El entrevistado divaga despiadadamente, pasando de la ciencia ficción a la literatura, de la televisión al cine, pero lo hace de una manera que recuerda a cuánto se esforzaban los cómics en ese momento por encontrar una identidad artística en un período en el que había quedado claro que el arte no estaba demasiado valorado en cualquier medio en general. Considéralo una predicción de los dramas teatrales de sala de juntas y comportamientos escandalosos en el medio del cómic que llegarían más tarde.

Como famoso escritor y polémico crítico, aunque siempre quiso aplicar estándares más estrictos a los cómics, Ellison proporcionó un molde interesante y un contraste con las reclamaciones de los fans de los cómics que, en un número cada vez mayor, continuaban leyendo los productos del medio cumplida la edad adulta.

Los comentarios realizados en esta entrevista dieron lugar a una demanda por parte del escritor Michael Fleisher contra el entrevistado, el entrevistador y el editor del entrevistador. Los acusados ​​ganaron el juicio, pero la relación entre Ellison y Fantagraphics se agrió para siempre.

La entrevista empieza en medio de una discusión donde se enumeran argumentos que en muchos sentidos comenzaron pronto en la historia de los cómics, y que aún continúan a fecha actual, incluso aunque la identidad de los participantes haya cambiado. [Cuando arranca la cinta, Ellison está charlando sobre los guionistas de cómic que en ese momento estaban de actualidad].

Esta entrevista apareció originalmente en The Comics Journal nº 53, invierno de 1980.

HARLAN ELLISON: Dennis [O'Neil] tiene el mismo profundo defecto que creo que comparten gran parte de esos tíos. Suele elegir a los ídolos equivocados. Adoran los altares equivocados. Cuando eres un chaval y eliges como tu ídolo personal a Jonas Salk, Charles Lindbergh o Babe Ruth, entonces estás apuntando hacia algo que merece la pena. Cuando eliges a Jack Kirby como ídolo... me refiero a que por muy agradable que me parezca Jack, solo es un dibujante de cómics. Es el mejor de su profesión, pero esto es una cosa enrarecida, e incluso Jack por fin se ha marchado en busca de otras áreas artísticas. Pero cuando eres un niño, hay algo en lo que aspiras a ser que... De alguna forma, no sé cómo, [Mike] Friedrich, Denny [O'Neil] y [Steve] Gerber, y todos esos tipos se han descerebrado. Adoran a los ídolos de su infancia, y cuando se han convertido en adultos no han sido capaces de hacer la transición para poder comprender que el éxito bien podría pasar por cumplir los sueños que tenías de niño, pero en un contexto de adulto. Si cuando eras niño querías ser vaquero, y al crecer te has convertido en ganadero, eso no quiere decir que te hayas convertido en vaquero. Si querías ser Superman, y al crecer te has convertido en un jugador de fútbol americano profesional... es lo más cerca que vas a estar en tu vida de ser Superman.

Dennis es una de las mejores y más agradables personas que he conocido. Me gusta pensar que es un amigo muy querido y cercano, y por eso a veces lloro mucho, no es que llore, sino que me entristece un montón. Piensa que Denny podría haber sido cualquier cosa. Cualquiera. Ha publicado una novela, aunque no es de las buenas. Dennis tenía la capacidad suficiente para poder escalar hasta la cima de la montaña, así que te dices: "¿Por qué nunca lo hizo? ¿Qué diablos está haciendo en Marvel, y qué demonios estuvo haciendo en DC a lo largo de 10 años?" Ojalá no estuviese metido en los cómics. Ojalá estuviese escribiendo otras cosas que...

GARY GROTH: Me da la sensación de que él piensa lo mismo.

ELLISON: Sí. Quiero decir, escribió un artículo para... ¿Oui o Penthouse?

GROTH: ¿El que trataba sobre Vaughn Bodé?

ELLISON: No... era un artículo para la New York magazine. Era muy bueno, es un gran escritor. Sólo Dios sabe si alguna vez se terminará por convertir en Dostoievski, pero hay que gastar muchos años y entregar mucho material visceral sentado detrás de la máquina de escribir antes de poder esperar que gasten cinco minutos en ti después de que hayas salido del pozo. Y Dennis se ha pasado mucho tiempo escribiendo mucho material que incluso en su mejor momento era... en mi opinión, Dennis es el mejor escritor en el medio del cómic de los últimos 30 años.

Tío, las cosas que guionizó en Batman durante los años 60, los cómics de Green Lantern / Green Arrow, tuvieron mucha relevancia. Len Wein y él son los dos mejores guionistas que he leído en el medio. Los mejores. Len en La Cosa del Pantano y Denny en Batman y Green Lantern: tocaron el cielo. Por el amor de Dios, fue un buen momento para leer cómics, te sobrevenía una alegría inmensa e ilimitada. Coge esa mierda de ahora, tío, y... buuuuf. Menuda chorrada. Y lo mejor que puedes esperar es que ojalá parezca un poco menos estúpido.

GROTH: ¿No dirías que más o menos, la mayoría de los escritores de cómics han alcanzado una posición adecuada en la vida?

ELLISON: Sí, supongo que sí. Y me parece trágico. Conozco a muchos.

GROTH: No me refiero al caso de Denny, sino a otros.

ELLISON: Claro. Alguno de esos chicos... me refiero a que no tengo dudas de que Len Wein y Marv Wolfman se saldrán en unos años de esto y se buscarán otra cosa.

GROTH: ¿En serio?

ELLISON: Por supuesto. Son demasiado buenos. Conozco mejor la forma de escribir de Len que la de Marv, pero hace poco estuve de nuevo con Marv. Lo había conocido brevemente antes, pero Len y él se vinieron a casa y pasaron el rato y jugaron al billar, y nos divertimos cenando y lo demás. Son tipos encantadores y me parece que tienen aspiraciones más altas, y además son buenos jugadores. Un buen jugador de billar nunca permanece en el estanque pequeño si tiene oportunidad de irse a otro más grande. Ya están haciendo el packaging de las novelas de Pocket Books, por lo que, si me perdonas el chovinismo, están inmersos en otra aventura empresarial, y me parece que van a continuar a partir de ese punto. Creo que trabajarán cada vez menos de guionistas y cada vez más como emprendedores de algún tipo. No sé qué van a hacer... Porque el paso del tiempo es muy extraño. Cuando conocí a Gerry Conway, quien diablos hubiese sabido que se las iba a arreglar para arruinar él solito a toda la industria del cómic. Es un ejemplo clásico de la deificación de la falta de talento en todas las industrias. No es bueno, pero entrega a tiempo. Y eso es todo lo que les importa. Ya sabes, llenar las páginas.

GROTH: Esa actitud parece estar invadiendo casi todo el entretenimiento popular: televisión, cómics e incluso literatura.

ELLISON: Por supuesto. Hay un sinfín de horas de máxima audiencia que rellenar, y tampoco les importa con qué, porque los zánganos de este país se van a sentar para verlo, y les importa una mierda si están viendo "Las alegres comadres de Windsor" o Los ángeles de Charlie: lo ven todo como una y la misma cosa. Es uno de los motivos por los que el gusto en este país está desapareciendo casi por completo. No discriminan nada. Tanto los buenos como los malos son elogiados, y el público aplaude esa basura con el argumento de "Bueno, me he entretenido". Y de repente elevan las cosas al nivel de deificación absolutamente sin sentido llena de posturas vacías, con cosas como "El regreso" y "El cielo puede esperar", "La máscara del demonio" y "Manhattan", todas películas verdaderamente vacías, sin sentido, tontas y estúpidas. Y a películas como "Apocalipsis Now", tan impresionante, una genuina obra de arte, la tratan como si fuese una especie de monstruo de Brobdignan porque ha llevado demasiado tiempo rodarla. No entienden que el arte de alta calidad requiere tiempo para perfeccionarse, que el guión no puede estar siempre para el jueves, que no se pueden escribir siempre 64 páginas de cómic brillantes, frescas e inteligentes y que estén listas para el jueves. Como decía Balzac, el arte de alta alcurnia siempre exige manos limpias y compostura.

Cuando era mucho más joven y estaba empezando a escribir, tenía mucho respeto por los escritores que siempre eran capaces de entregar a tiempo, y de repente caí en la cuenta: "Espera un minuto, ¿y qué diablos importa lo de entregar a tiempo?" No le debo lealtad alguna a editores, productores o cadenas de televisión. Incluso aunque me paguen asombrosas sumas de dinero, solo he de ser leal a mi trabajo. Solo a él. Y si entrego mis mierdas en el tiempo que me establecen, entonces los estaré estafando. Si mi trabajo me lleva seis meses más de lo que esperaban, o cinco años, o diez más, y les doy algo que ningún otro podría haberles dado antes, entonces estaré cumpliendo con mis obligaciones. Ese es mi punto de vista, les guste o no. En ese sentido, me he vuelto un completo irresponsable.

La gente me suele preguntar: "¿Cuándo sale el último de Visiones Peligrosas?" y les doy la misma respuesta que Miguel Ángel le dio al Papa: "Estará cuando esté". Por supuesto, entonces se ponen a gritar y a patalear, y Fred Pohl corre a contar chismes terribles sobre mí. Fred Pohl estuvo en la SeaCon diciéndole a todo el mundo que "The Last Dangerous Visions" no iba a salir nunca porque todo el mundo estaba retirando sus historias. Los rumores se empezaron a reproducir por todas partes. Fred es un viejo conocido y somos amigos desde hace tiempo, así que para que conste en términos inequívocos, te aseguro que Fred Pohl no tiene ni zorra. Ningún escritor ha retirado nada de "The Last Dangerous Visions". Nadie, nadie ha sacado ninguna historia de "The Last Dangerous Visions". Todas las que tenía previstas siguen programadas. La antología estará lista muy pronto, en uno o dos meses ya estará lista.

Escribir las más de 100.000 palabras de la introducción me ha supuesto mucho trabajo, porque el libro tiene 750.000 palabras: son 120 historias. Es una caja con tres volúmenes. Es la antología más grande, de cualquier tipo, que jamás se ha realizado. Sin duda será la antología de ciencia ficción más enorme, el bloque final de ese edificio llamado "Visiones Peligrosas", y sigue siendo la vanguardia del género. Es como un maldito estado del arte propio. Alguien dirá [seguro que con voz de idiota]: "¿Cómo puede ser de vanguardia? Si alguna de esas historias llevan compradas diez años". No importa. No importa nada. Porque en la actualidad siguen a la vanguardia. Por lo que sé, las cosas no han avanzado gran cosa. Como siguen a medio gas, en los últimos cinco o seis años no se ha hecho mucho. Si, hay muchos escritores nuevos, y a medida que aparecían los he ido acogiendo. No sé por qué Fred habrá dicho eso. Me refiero a que puede que fuese una equivocación, o se estuviese haciendo el gracioso, o incluso que estuviese siendo malicioso, ¿quién diablos puede saberlo? Pero lo que sé es que el libro se va a imprimir exactamente con el mismo contenido que siempre había tenido. La única historia que eliminé fue una de un escritor que me hizo pasar un mal rato y que quité hace tiempo, así que le dije: "Vete a la mierda". Pasé de esa historia y se la devolví, porque estaba jugando al Soy Don Alguien Que Quiero Mucho Dinero. Logró cierto éxito y, de repente, pensó que su mierda ya no olía, y empezó a atosigarme con agentes literarios. Así que le dije: “¡Oye, tío, vete a la mierda! Aquí tienes tu relato, quédate con el avance ¡y lárgate de aquí! ¡Enróllalo y métetelo por el culo!" Así que conseguí otra historia para sustituir esa de exactamente la misma extensión escrita por P.J. Plauger, una historia muy, muy buena, por lo que el libro será de la misma extensión. Solo he desechado una. Eso no significa que el resto de autores hayan retirado sus historias. Todos siguen a bordo, saben bien de qué voy.

De todos modos he tenido un año muy difícil. Me he tirado todo un año, desde noviembre del año anterior hasta este noviembre, escribiendo I, Robot para Warner Brothers. Un año entero. Eso ha arruinado mi salud, arruinado todas mis relaciones. La mujer con la que estaba saliendo entró un día en mi oficina y me dijo: “¡Hasta nunca! ¡Nunca pedí algo así!" Llevaba días sin lavarme, sin cepillarme los dientes, sin afeitarme. Era como un animal. Ella me preparaba la comida y yo bajaba y me la comía con las manos, y luego le gruñía y volvía a ponerme frente a la máquina de escribir. Fue monstruoso. Era como una especie de vampiro enloquecido que se ocultaba en la oscuridad nocturna para chupar la cena y balbucear locuras sin sentido para más tarde gatear a cuatro patas a través de cristales rotos, de regreso a la máquina de escribir. Y esa situación continuó un día tras otro, una semana tras otra, y hasta muchos meses más tarde... durante todo un año. Finalmente lo pude acabar todo y se lo entregué a la Warner.

Me dijeron: "Es el trabajo propio de genio", lo dijeron literalmente, "es el trabajo propio de un genio, brillante... pero nos gustaría hacer ciertos cambios". Así que pasé de todo y no quise reescribir nada, por lo que me echaron, y durante estos últimos diez meses le han pasado el guión a otros cuatro escritores. Hace una semana, volvieron arrastrándose y me dijeron: "¿Podrías volver a encargarte del guión?". Les dije: “Solo si os mantenéis fuera de mi vista. Salid de mi maldita vista y entonces lo haré". Me dijeron: "Uhh, esperábamos que dijeras algo así como "Os lo dije". Y les contesté: "No tengo por qué decir "Os lo dije", imbéciles. Para empezar, yo sabía que tenía razón. No me estás pagando 150.000 dólares para escribir una maldita película que no podrías llegar a hacer ni en 15 años, y encima, cuando termino de escribirla me decís que tengo que cambiar a este personaje por aquel y a este por ese otro". Les dije: "No hay por qué convertir a Susan Calvin en Rocky solo para que los imbéciles que se sientan en los multicines empiecen a aplaudir. Que se jodan esos idiotas, tío. Si no les gusta, que se vayan a ver otra película de "Smokey and the Bear: Smokey and the Bandit”, o lo que sea.

Cuanto más viejo, más irritable. ¿Lo has notado?

GROTH: La verdad es que hasta ahora pensaba que te estabas suavizando.

ELLISON: Yo también. Te lo juro por Dios, durante un solo día me gustaría levantarme y no estar cabreado. Solo un maldito día de mi vida: levantarme y no estar jodidamente cabreado con todo el mundo.

Hoy me he pasado todo el día declarando ante el juez. Estamos en plena demanda por tres millones de dólares contra ABC-TV y Paramount. La presentamos hace dos años, y al final nos iremos a juicio. Tenemos que celebrar una audiencia previa antes del juicio, este 25 de octubre, y probablemente iremos a los tribunales en diciembre. Me copiaron mi historia y mi película "Brillo", la que hice para ABC, y luego se la enseñaron a un tío de la NBC, un ejecutivo, quien luego se largó a Paramount y montó Future Cop, ¡y se la vendió a los mismos que habían rechazado “Brillo” en la ABC! Y la emitieron y... Todo el caso se basa en que "las manos de Ellison no están nada limpias, porque para hacer "Brillo", mi historia para Analog con Ben Bova, Ellison ha robado la idea de "Bóvedas de Acero" de Isaac Asimov". Eso sí, cualquiera que haya leído ambas malditas historias se enterará de que todo esto es una locura. Sugerir que yo le robaría algo a Isaac, que es uno de mis amigos más cercanos desde hace 25 años... no se le suele robar a los amigos. Y si lo haces, tendría que ser una especie de tremendo imbécil como para coger algo de un libro como "Bóvedas de Acero", que todo el mundo ha leído, ¿verdad?

Pero en realidad, lo que ha ocurrido es... ni siquiera saben lo que es "Bóvedas de Acero". Pasa que esos abogados idiotas se dijeron: "Eeeespera, aquí tenemos un caso". Te lo juro, tampoco es que me esté molestando, no me supone mucha molestia. Porque voy a clavar las pieles de esos cabrones en la pared y a volarles el cerebro.

Así que dijeron: "Será mejor que encontremos a un experto en el tema que averigüe quién es ese tal Ellison". Se reunieron con alguien que trabaja en la ABC, un Trekkie, y le preguntaron: "¿Qué sabes sobre Harlan Ellison?" "Ohhh, Harlan es un hombre terrible, suele pasarse mucho con la gente de Star Trek, y la primera vez que conoció a Isaac Asimov incluso llegó a insultarle y todo, oh, es un tío terrible". Luego le preguntaron: "Bien, ¿conoces esa historia de 'Brillo'?" "No." "Bueno, léetela." Y esa persona cogió y se leyó "Brillo" y entonces le preguntaron: "De acuerdo, ¿hay más cosas parecidas en el campo de la ciencia ficción?", y les contestó: "Bueno, en "Bóvedas de Acero" también aparecía un robot". "Um, "Bóvedas de Acero", apuntadlo". Por eso ahora han empezado a decir que Ben Bova y yo hemos robado de esa historia para escribir “Brillo”. Ben Bova, fíjate bien, el antiguo editor de Analog, el editor de ficción para Omni, le ha "robado" ideas a Isaac Asimov. Maravilloso, me encanta.

Aseguran que "Brillo" (una historia que se publicó en el número de agosto de 1970 de Analog) es un robo y lo respaldan con tres fuentes diferentes: una es "Bóvedas de Acero", que leí cuando tenía 15 años en 1953, o la edad que demonios tuviese entonces, y en la que ni siquiera pensé al escribir “Brillo”. Según ellos, también robé algunos conceptos de "When Harlie Was One", el libro de David Gerrold, que, curiosamente, se publicó tres años después de "Brillo". Así que supongo que pude ver claramente el futuro, vi ese libro y me dije: "¡Ajá!" Y la tercera fuente es "El Hombre Terminal", el libro de Michael Crichton, donde ni siquiera aparece un robot, pero ¿por qué aplicar la lógica? Curiosamente, ese libro también se publicó cuatro años después de "Brillo". ¡Esos idiotas son tan estúpidos que ni siquiera se han puesto a buscar las malditas fechas de publicación, y van a declarar sin revisar nada, así que por mi parte me quedo sentado tranquilamente mientras me carcajeo! ¡Es que son tontos! Pero también son muy arrogantes, porque les respalda una gran compañía y piensan que me van a poder empapelar, así es como lo llaman en el negocio de la ley, me van a empapelar a base de declaraciones y nuevos descubrimientos, y toda esa mierda. Ya me ha costado más de 36.000 dólares, y es probable que esto me cueste otros 35 o 40 [mil] antes de que todo se haya acabado, ¡pero sé que voy a conseguirlo!

GROTH: ¿Con el término "empapelar", te refieres a que quieren que no te puedas permitir el lujo de pelear en su contra?

ELLISON: Cierto, eso es. Los honorarios de mis abogados me están matando, así que relevan a una persona, luego a otra, y nos hacen tomar un montón de declaraciones: voy a tener que pagarlo todo y blablablablablablah, y es como si al final no se enteraran de nada. No lo entienden, tío. Pero yo soy una tortuga con dientes. Cuando acelere, llegaré hasta allí, hasta tu propia tumba con mis dientes en tu garganta. Ni siquiera lo entienden. Creen que todo es dinero. Intentaron llegar a un acuerdo. Probaron con 165.000 dólares, o lo que fuese que me ofrecieran, y les dije: “¡Te los puedes meter por el culo! ¡No lo quiero! ¡Olvídalo!" Lo del dinero solo es para hacerles un poco de daño. Lo que quiero es demostrar las cosas públicamente. Porque no tienen ética. Siempre están robando a otros escritores, y muy pocos pueden darse el lujo de tener el descaro de plantarles cara. Yo puedo hacerlo porque soy intocable. Nadie es capaz de escribir como yo. Así que no les queda más remedio que contratarme. Pero no me preocupa. Si no me contratan, que se jodan. Escribiré mis libros. Gano mucho dinero, y tío, yo estoy a salvo. Incluso aunque me pusieran en la lista negra y me bloquearan para siempre en la industria editorial (de todos modos ya no escribo para la televisión), aunque me vetaran en todas las artes, podría volver a ser albañil. Todavía tengo bastante mano. Y si me rompiesen las manos, por el amor de Dios, me pondría a cantar en la calle por unas cuantas monedas de diez centavos. No me asusto, y tampoco van a poder... lo peor que pueden hacer es matarme.

GROTH: ¿Por “ellos” te refieres a las cadenas de televisión, a los ejecutivos que mandan allí?

ELLISON: Sí, sí. El gran complejo militar-industrial. Ya sabes, "ellos". Y quizá alguno se lea esto y se diga: "Ja, ja, ja, este pobre hijo de puta se está volviendo paranoico". No, no soy un paranoico, solo sé que las industrias, las corporaciones y otras grandes maquinarias como los estudios de cine, las gigantescas corporaciones que son propiedad de los conglomerados, ya no las llevan seres humanos. Son cosas mecánicas manejadas por compañías de seguros y fondos fiduciarios, corporaciones y otras cosas por el estilo, que las han blindado y te dicen: "Este podría ser un pleito bastante molesto". No saben... no tienen el sentido común de decir: "Jesús, nosotros somos quienes os hemos robado. Será mejor resarcir a esos tíos". Mañana mismo se podría acabar esto, me conformaría con los honorarios de mis abogados y que me indemnizaran por el tiempo que he gastado en esto (eso y que Ben obtenga algo también), y que se retracten públicamente, me refiero a que su disculpa llegue al gran público, no que se salgan con la suya con una simple frase en la parte inferior de un periódico. Quiero un anuncio a toda página en el Variety, quiero un anuncio a página completa en Hollywood Reporter: "Metimos las manos en el bolsillo de este hombre, pero nos dejó para el arrastre. Le robamos y nos lo hizo pagar. Firmado: el presidente de Paramount Pictures, el presidente de NBC Television Network”.

Y me gustaría que pusieran una valla publicitaria en Sunset Boulevard. Eso es lo que me gustaría. Por supuesto, no va a poder ser. Me darán todo el dinero del mundo porque es con dinero como logran que te calles. Pueden darse el lujazo de darme dinero. ¿Qué les importa? Es como una gota en el Océano. Pero bueno, no lo van a admitir, y por eso los he llevado al juzgado.

GROTH: ¿Ese tipo de robo casual se basa en la malevolencia, la ignorancia, la estupidez o en qué?

ELLISON: Se basa en su arrogante estupidez. En primer lugar, no comprenden que robar está mal. Un tipo como Glen Larceny no entiende que está mal copiar "Los Caraduras" y hacer  "Billy Joe y su mono". Está mal copiar con descaro "Dos hombres y un destino" y hacer "Los dos mosqueteros". Está mal robar la idea de Star Wars y hacer "Battlestar Ponderosa". Hacer todo eso está mal. Pero no lo entiende. Así que se dice [con acento de idiota]: "Wuuuhú, me parece una idea viable". La palabra "viable" está usada de forma incorrecta, pero es el tipo de lenguaje que usaría un idiota como él. Porque no lo entiende.

Una vez acudí a una reunión con el productor de una película y me dijo: "Tengo una idea fantástica para esta película. ¿Recuerdas aquel filme protagonizado por hormigas gigantes? Bueno, pues se nos ha ocurrido una idea totalmente nueva y fantástica: un saltamontes gigante", y continuó hablando para contarme esas ideas sobre un saltamontes gigante, y le dije: "Es que no va a funcionar". Me contestó: “¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué no va a hacerlo?" Y le dije: "Hay algo que se llama la Ley de la Inversa del Cubo" o "Ley del Cubo Cuadrado", o como sea que se llame, que consiste en que a medida que la masa de algo va creciendo, aumenta el peso, y como el saltamontes tiene los huesos huecos, colapsará por su propio peso". Así que no puedes hacerlo, porque no va a funcionar". "Oh, oh, bueno, está bien, pero tenemos muchas ideas, ahí van unas cuantas", y señaló un montón de viejas revistas de ciencia ficción. Me dijo: “¡Elige una al azar! ¡Escoge una cualquiera! " Y le dije: "Esas ideas pertenecen a otros escritores, son historias que deberías comprar para poder llevarlas a cabo". "¿Por qué? ¿Por qué? ¡Pero si solo son ideas!" Sencillamente no lo entendía. Ahora, las personas que trabajan en las cadenas, las que están a cargo de la creatividad...

Las cosas que he escuchado decir cuando han declarado me han dejado aterrado. Son declaraciones de personas del perfil más alto de Paramount y ABC. Como las de ese tipo, uno que estaba al cargo del desarrollo creativo de toda la cadena ABC, y su única credencial era que había estudiado empresariales, se había graduado y había sido asistente ejecutivo del presidente de la junta de RB Furniture. Te dices: ¿cómo es que un hombre así termina diciéndome a mí lo que tengo que escribir? ¿Cómo es que ha sucedido? Bueno, porque los empresarios solo pueden hablar con otros empresarios. No confían en los artistas. Y sus productores han sido artistas de un tipo u otro de perfil muy bajo, tipos como Glen Larceny, que son la interconexión entre ellos y nosotros. Son los hombres que utilizan para recortar gastos. Los escudos que interponen entre los comerciantes y tú. Y te hacen escribir esa mierda y te corrompen, y los escritores se convierten en alguien como ellos. No voy a seguir, pero hay muchos que... Casi todo el mundo en el cómic, todos, cualquiera daría su brazo por poder salirse y escribir otra mierda. Lo están deseando. Hay tipos que... yo he apadrinado a un par.

GROTH: La excusa habitual es que quieren ganar mucho dinero y luego ya se irán a otro sitio.

ELLISON: Sí. Pero por supuesto, al final nunca es así. Mira, estoy firmemente convencido de que escribir mierda es como comer mala comida. Con el tiempo, no vas a poder volver a ingerir comida de la buena. Si escribes la suficiente mierda, al final se corromperá tu talento, si es que lo tienes. Hay tíos con un talento mínimo y tampoco importa mucho si se corrompen o no. Te podría hacer toda una lista, pero ¿para qué molestarme? No tiene sentido patear a gente tullida. Me refiero a que todo lo que tienes que hacer es abrir los cómics de Marvel y DC, y echar un vistazo. Te das cuenta de que esos chavales tienen un talento bajo mínimos, así que hacer comentarios en plan: "Bueno, esta gente está desperdiciando su talento" puede parecer ridículo. Me refiero a que nunca van a poder mejorar. ¿Cuál es el nombre del tío que solía estar... en Marvel... que solía hacer ese...? [Pausa]. ¿...el peor dibujante del medio?

GROTH: ¿Don Heck?

ELLISON: Don Heck. [Risas.]

GROTH: Ya verás cuando se publique esto.

ELLISON: Bueno, por supuesto. Si alguien pregunta: "¿Quién es el peor dibujante en el cómic?" "¡Don Heck!" Por supuesto. Sin discusión.

GROTH: Te contaré una historia real: un importante editor de la DC me comentó hace tres semanas que respetaba mucho a Don Heck.

ELLISON: ¿Quizá porque entregaba a tiempo? Por supuesto. Pero tampoco me merece ningún respeto. Me refiero a que un caballo de tiro también puede hacerlo. Ya sabes, independientemente de los defectos y fallos de Neal Adams, y Dios sabe que tiene muchos (ha logrado que casi todo el mundo se vuelva loco en un momento u otro), Neal es un artista, es concienzudo y se preocupa por su trabajo, y cuando le meten prisa, Neal entrega basura, pero lo odia y se odia a sí mismo porque Neal tiene alma de artista y ha sido una influencia fundamental, y también es un hombre capaz de realizar un buen trabajo. Ahuyentaron a Jeff Jones, ahuyentaron a Bernie Wrightson, ahuyentaron a Barry Smith, ahuyentaron a [Michael] Kaluta. Todos los tíos realmente buenos han desaparecido. No lo pudieron soportar más. Por supuesto, la industria te dice: "Es que verás, eran unos irresponsables". Irresponsable es como esos malditos piratas de agua dulce catalogan a los dibujantes que no se doblegan ante sus malditos plazos artificiales. Así es como los llaman: irresponsables, locos, difíciles de tratar, imposibles. Cinco mil Don Hecks no valen ni un Neal Adams. Y no conozco a Don Heck. Ni siquiera estoy seguro de haber conocido a Don Heck, así que no quiero hacerle daño con mis palabras. Hablo de su trabajo, hablo de lo que veo en la página. ¿Cómo se llamaba el tío que hizo Nova? ¿Fue Heck?

GROTH: No.

ELLISON: ¿Quizá Ayers?

GROTH: Wolfman guionizaba la serie, ¿pero quién demonios la dibujaba? No sé. Era terrible.

ELLISON: ¡Terrible! ¿No era de Heck?

GROTH: De Dick Ayers o algún otro.

ELLISON: Si, era alguien como Dick Ayers. Podría ser él.

[El dibujante en cuestión era Sal Buscema.]

GROTH: Todo parece lo mismo.

ELLISON: Sí. Incluso en el caso de tipos como Gene Colan. Ahí tienes a un tío con un talento interesante, y como tiene que entregar a tiempo, a tiempo, a tiempo, se fastidia la cosa.

GROTH: Gene Colan y Don Heck: Más bien, ¿no será una cuestión de que Colan tiene un poco más de talento, aunque no está dispuesto a canalizarlo en una dirección significativa? Me refiero a que Colan es mejor ilustrador, y eso es todo.

ELLISON: Sí, bueno, a eso me refería, tiene un talento genuino con el que nunca ha hecho nada. Llegó a un lugar, hizo algo, y eso es todo. Es como Neil Simon. La gente dice que es un dramaturgo genial. Neil Simon es bastante pobre. El peor dramaturgo del planeta. Escribe mierda barata y superficial. Encontró su nicho y le resulta fácil quedarse ahí, así que ahí sigue, y eso es lo que le pasó a Gene Colan.

El secreto de todo arte importante siempre es el mismo: hay que correr riesgos, meterte en la boca del lobo, caminar por la cuerda floja, probar lo que nadie había hecho antes. Aunque fracases de forma estrepitosa, maldita sea, de eso se trata. No puedes estar buscando siempre lo más seguro. En el momento en que te sientes a salvo con lo que estás haciendo, estarás muerto. Te has quedado estancado. La gente me comenta cosas que... bueno, ya no lo hacen, porque he impartido suficientes lecciones. Cuando me refiero a "ellos", solo me refiero al público en general, a la masa descerebrada. Durante un tiempo se quedaron sin prestar atención, y luego, de alguna forma empecé a hacer mucho ruido y escribí: "¡Arrepiéntete, Arlequín!, dijo el Señor Tic-Tac". Entonces gané un Hugo y un Nebula.

Me dijeron: "Oh, guau, es una historia fantástica, fantástica". Entonces me senté y la siguiente historia que escribí fue "No tengo boca y debo gritar", y me dijeron: "Ahh, qué pedazo de mierda, tío, ¿por qué no escribes algo tan fantástico como "Arrepiéntete, Arlequín"?, ¿por qué no haces algo parecido?" Bueno, con "No tengo boca" gané un Hugo, y al año siguiente escribí “Pretty Maggie Moneyeyes”, y me dijeron: “¡Oh, Dios, vaya basura! ¿Por qué no haces algo como "No tengo boca y debo gritar"? ¡Era fantástica!" Porque no me repito. Igual detectas ciertas cosas en mi estilo con las que disfruto mucho, pero nunca... Es fácil dar en el blanco cuando el blanco se está quieto. Por eso, cuando me intentan imitar, cuando la gente hace parodias de mi obra, son parodias de cosas que he escrito hace 10 o 15 años, porque ahora no saben por dónde voy a ir. "Jeffty Tiene Cinco Años" no se parece a nada de lo que escribía hace 15 años, es una historia completamente diferente, y el año que viene sé que estaré en un sitio distinto. Pero en el cómic nunca pasa lo mismo. No suele pasar. La última vez que corrieron riesgos fue en los 60. Hicieron cómics "relevantes", y en su mayor parte me parecen una mierda, porque nadie se los creía realmente, excepto tíos como Denny, Len y algún otro, que se habían pateado las calles.

GROTH: Sin embargo, ¿no crees que si Denny hubiese escrito sus cosas, los números de Green Lantern / Green Arrow, en forma de libro, o en cualquier otro medio, hubiesen provocado la risa?

ELLISON: Oh, claro, era material muy inmaduro, pero así son los cómics. Los cómics son inmaduros. Me refiero a que aunque intenten hacer una especie de estupendo trabajo experimental como "Weirdworld", Jesús, vaya tontería más adolescente, infantil e imbécil. Es el tipo de cosas que solía leer en la biblioteca pública de Painesville, Ohio, a mis diez años. Ya sabes, historias sobre pequeñas criaturas de patas peludas. Si esa es la importante tendencia novedosa y audaz de los cómics... y lamento decirlo, porque es lo que aparecía en la portada de su maldita revista. Una "nueva y audaz dirección". Por el amor de Dios, debería avergonzarlos.

(Continuará)

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