martes, 9 de febrero de 2021

EL CINE DE MIKE LEIGH REVISADO POR ROGER EBERT (y 5): ENTREVISTA CON MIKE LEIGH EN TORONTO, LA TRANSCRIPCIÓN COMPLETA (2008)

Entrevista del 9 de septiembre de 2008 en el Festival de Cine de Toronto. Traducción de Frog2000.

Roger Ebert: Tu trabajo me atrae mucho. Nadie más está haciendo algo parecido, y desde que empezaste, ya hacías gala de todas tus particularidades.

Mike Leigh: Bueno, he de decir que si alguien sabe de eso, ese eres tú, y además me gusta ponerte al día de mis cosas, porque tu reseña de “Bleak Moments” ["Momentos Sombríos", la primera película de Leigh] es una de las experiencias fundamentales de mi vida. La originalidad... la conexión y continuidad entre "Bleak Moments" y "Happy-Go-Lucky" [Happy, un cuento sobre la felicidad]..., sé a lo que te referías en tu reseña. Tiene completo sentido.

Roger Ebert: Ya me había fijado en Sally Hawkins, pero nunca la había visto interpretar a un personaje como este. ¿Qué te llevó a pensar que era la elección adecuada para un papel tan difícil?

ML: Lo que suelo hacer es empezar a colaborar con los actores para que vayan creando a los personajes, y de alguna manera, un par de cosas encajaron de inmediato. La primera fue que, después de haber trabajado con Sally Hawkins en las dos últimas películas y llegar a conocerla muy bien, sentía que había llegado el momento de hacer una película en la que fuese la protagonista para intentar crear algo extraordinario. La otra fue que quería hacer una película que se pudiera catalogar como una "película contra lo miserable". Una película celebratoria, porque en 2008 están pasando una gigantesca cantidad de cosas que nos pueden hacer sentir bastante mal. Pero también hay personas que se llevan bien con los demás, entre ellos los profesores, que por definición aprecian y nutren el futuro. Sabía que entre Sally y yo podríamos crear un personaje explosivo, enérgico y positivo. Y además, cada vez que hago una película intento, dentro de mis limitaciones... intento hacer algo diferente. Cada vez que te invito a cenar, no me gusta servir el mismo plato. Así que sentía que después de haber hecho “Vera Drake” y “Todo o nada”, pensaba que en realidad había llegado el momento de hacer una película más positiva y optimista, una especie de celebración de la vida. Así que por un lado está la conjunción de esas dos cosas, y por otro, la idea de poner a Sally en el centro y aprovechar su propia energía, humor y espíritu incuestionables. Me dije que era lo más adecuado.

RE: Su personaje va evolucionando hasta tener que lidiar con esa poderosa confrontación con Eddie Marsan, pero esencialmente no nos damos cuenta de sus progresos , no sé si lo vemos venir, pero cuando llega, la protagonista parece conducirse de la forma más cabal.

ML: Por supuesto, cuando llegan los problemas nos damos cuenta de que era inevitable. Mucha gente sigue diciendo que creía que iba a pasar algo terrible y que los personajes iban a estrellarse sin salvación. Hasta cierto punto, mucho tiene que ver con las expectativas de los espectadores que suelen ver películas de Hollywood. Lo importante es que ella sepa cómo lidiar con lo que le ocurre. Nos podemos preguntar: ¿por qué diablos sigue yendo a las clases de conducir? Hay un momento en la película en el que alguien le dice: "Siempre puedes escoger a otro instructor". Y ella contesta: "Bueno, ya veremos qué tal va". Su espíritu más terrenal y su generosidad hacen que le otorgue al profesor el beneficio de la duda. Y su propio sentido del humor se apodera de ella, porque como ocurre con todas las personas con un sentido del humor muy desarrollado, entre las que podemos contarnos, cuando conoces a alguien que carece totalmente de sentido del humor, saca lo peor de ti. Ella lo sabe. Por eso, cuando se vuelve un poco más atrevida, en realidad está intentando ser amable. Simplemente no puede evitarlo. Pero cuando resulta obvio que él la ha empezado a acosar fuera de su hogar, las cosas se ponen más serias. Lo importante es que finalmente ella sabe cómo lidiar con la situación, porque ya hemos visto que sabe cómo lidiar con los niños, y básicamente él es un niño. Es un hombre muy inmaduro y ella se da cuenta de lo que ocurre.

RE: Eddie Marsan lleva mucho tiempo en el negocio, y es conocido como comediante. Sin haber visto todo lo que ha hecho, me parece que en "Vera Drake" fuiste el primero, sin duda uno de los primeros, en utilizarlo en un papel serio.

ML: Sí. No sé si será cierto en el caso de algunos actores. Me refiero a que Eddie encarnaba papeles menores en "Gangs of New York" y "21 Gramos"… conmigo estuvo después de... Bueno, de todos modos, ¿cuál era la pregunta?

RE: Tú siempre lo has visto como un buen actor para papeles serios.

ML: De hecho, es un gran actor. Dicho sea de paso, como persona es un hombre extremadamente divertido, al igual que Sally Hawkins. Pero, chico, ¿sería capaz de presionarlo para que encontrase las interioridades del personaje? Fue todo un hallazgo. En "Vera Drake" [donde es el tímido pretendiente de la hija] actúa de una forma extraordinaria, ¿no es cierto? Es un buen ejemplo de mi forma habitual de trabajar, me pongo en contacto con un actor y aunque no tenga ni idea de lo que vamos a hacer, sé que va a ser un festín de posibilidades y que daremos con algo extraordinario.

Para mí, eso es lo que merece la pena de este negocio de las películas: emprender ese viaje, descubrir por mí mismo qué es lo que busco, con todas las sorpresas concomitantes. Sally y el resto de personas, sin excepción, son auténticos actores que se lo trabajan mucho, son intransigentes y no dejan pasar ni una oportunidad. Ahí están las escenas de las clases de conducir. Al principio, las improvisaciones que hicimos implicaban utilizar un coche de verdad, y conducíamos por las calles e improvisábamos la situación desde el principio, sin que los actores conocieran cómo eran sus respectivos personajes. Yo iba recostado en el asiento trasero y lo que estaba sucediendo en el coche me parecía tan hilarante que tenía que intentar controlarme la risa, pero es cierto que las terribles calles de Londres no son lo mejor para la suspensión trasera de un Ford Focus. Trabajamos a fondo para corregir esas complejas escenas. Y estos chicos no dejaron piedra sin remover. Es como si su actuación se hubiese materializado en ese mismo momento. Son como 'momentos' de verdad.

RE: Cuando empezaste en el cine, eras el clásico "outsider". Ahora se te considera uno de los mejores directores británicos y te han concedido la Excelentísima Orden del Imperio Británico. Sin embargo, al principio tuviste incluso problemas para exhibir tus películas en el Reino Unido. ¿Nos enseña esto alguna lección?

ML: Con el debido respeto, sencillamente esa pregunta no tiene respuesta. No sé si el O.B.E será muy relevante. Me siento obligado a decírtelo, y a menos que haya algo que tú sepas y yo no, y seguro que Ken Loach podría decir lo mismo, y probablemente lo haya hecho, sigue siendo bastante difícil estrenar nuestras películas en las pantallas británicas. En el caso de "Happy-Go-Lucky" las cosas no funcionaron tan mal como antes. Pero tampoco han funcionado de la misma forma en que las películas de Hollywood suelen dominar el mercado, porque ese cine nos ha colapsado. Es un problema internacional. Hay tantas películas en cartelera, que además son blockbusters, que es muy difícil aguantar poco más que un tiempo mínimo, lo cual es una pena. Las películas pasan a editarse en DVD mucho más rápido y antes de lo que solían hacerlo.

Pero por responder tu pregunta, es probable que yo haya progresado un poco, de ser un "outsider" de entre los típicos "outsiders", puede que haya pasado a ser una especie de "outsider" interior". Y me parece bastante saludable. No es que lo buscase especialmente, aunque suelo tomar decisiones que probablemente, sea de forma consciente o no, me garantizarán que siga siendo un "outsider". Solo hago proyectos en los que no haya interferencias en el casting y en el resto del proyecto. Y por eso pago un precio. Sigo sin poder conseguir presupuestos más allá de una determinada cifra. Por lo tanto, hacemos películas que comparativamente tienen buena pinta gracias a actores muy capacitados. Sigo siendo extraordinariamente austero, y la verdad es que me encantaría pintar sobre un lienzo más grande. La única vez que lo hice fue en "Topsy-Turvy". Se podría argumentar que hasta cierto punto, también en "Vera Drake". Incluso "Topsy-Turvy", que rodé hace 10 años, costó solo 10 millones de libras, que es muy poco dinero.

Tengo en cartera algunos proyectos específicos. Me gustaría desesperadamente hacer una película sobre J. M. W. Turner, el gran pintor, un personaje fascinante. Sería un tremendo despliegue cinematográfico. En realidad, en el caso de "Topsy-Turvy" empezamos con un presupuesto mayor, pero mientras la estábamos rodando, el presupuesto se fue reduciendo particularmente debido a la crisis del sudeste asiático, y las cosas se terminaron por desplomar, así que nos quedamos con un millón y tres cuartos de libras menos mientras estábamos en pleno rodaje. Tuvimos que aceptar una serie de compromisos. En “Topsy-Turvy” prácticamente no hay exteriores, y los que ves (creo que hay tres) se construyeron de una manera muy barata en la parte trasera de un edificio en alguna parte. Es una película muy de interiores.

En una película sobre el gran Turner, que se golpeó contra un mástil de un barco para poder pintar a su perro, no funcionaría de la misma manera. Turner viajó a Venecia y a un montón de lugares del Mediterráneo y pintó paisajes marinos. Si hiciésemos una película sobre su vida, no podríamos recortar tanto en exteriores. En Inglaterra no puedes rodar en exteriores ni por un segundo. Es muy caro. He empezado a mostrar el proyecto en varios sitios, aunque en realidad, nadie, pero nadie, está aún interesado, porque insisto en que quiero rodar mis propios guiones, sin interferencias, etc., etc., lo cual no suele ser negociable. Cuando lo consigo me quedo en una curiosa posición donde puedo actuar con absoluta libertad pero con recursos limitados. En cierto modo se podría argumentar que... quizá tú mismo, Roger Ebert, dirías que... bien, en realidad, no está tan mal, porque me ha hecho ser medianamente disciplinado a la hora de hacer mis películas. Y es cierto, pero sin embargo, he cumplido 65 años y seguiré haciendo películas mientras pueda físicamente... ¿cuántos años tienes?

RE: Sesenta y seis.

ML: Sesenta y seis. Entonces, sabes bien que seguiremos manteniendo la llama, que debemos continuar, pero que el tiempo se acaba y no hay vuelta de hoja. Pero si podemos hacerlo, hay que seguir adelante con estas cosas.

RE: Nuestra amiga común londinense, Gillian Catto, se pasó años intentando poner en pie una película sobre Turner protagonizada por su vecino de al lado, Peter O'Toole, que habría encarnado al padre de Turner, mientras que Bob Hoskins habría sido Turner.

ML: Oh, ¿en serio? Bueno, lamento que no lo consiguiera, pero también me alivia un poco, porque odiaría que esta película no fuese uno de mis objetivos. Que otra persona haya tenido la misma idea que yo es muy interesante.

RE: Durante los años que te pasaste exiliado del cine convencional, estuviste trabajando constantemente en el teatro, y has dirigido muchos de tus guiones para televisión. ¿Contribuyó dicho período a que finalmente te convirtieses en director cinematográfico, o más bien retrasó tu carrera?

ML: No, la verdad es que no me supuso ninguna demora. Quiero decir, en ese momento, como tantos otros, me pasé mucho tiempo sentado lamentando el hecho de no estar rodando películas. Ciertamente, si en 1971, cuando hice "Bleak Moments", alguien me hubiese dicho que iba a rodar mi próximo largometraje dentro de 17 años, me habría sentido extremadamente angustiado. Quizá habría saltado desde el puente de Waterloo. Pero, por supuesto, lo cierto es que durante ese período me habría resultado imposible hacer más largometrajes.

Antes de nada, era imposible hacerlos, me refiero a rodar en el Reino Unido largometrajes autóctonos, independientes y serios. Nadie podía. Pero incluso si hubiese existido una forma de hacerlo, tampoco creo que me hubiese metido en muchos problemas, porque al sistema no le hubiese importado la forma en que hacía las cosas. Por supuesto, estuve trabajando de forma intermitente y como autónomo haciendo teatro y también haciendo películas para televisión, como has apuntado, durante 12 años. Y lo que ocurría con la BBC, porque ahí es donde se concentraba todo, es que entonces, como sabe todo el mundo, era una organización totalmente progresista. Entrabas allí y te decían: "Bueno, estas son las fechas, este es el presupuesto, cinco semanas, seis semanas, el rodaje, lo que sea, coge y haz la película". Y cuando empecé a hacer cine fue el final de toda esta etapa.

Así que cuando apareció Channel 4 a principios o mediados de los 80, cambió todo el panorama, porque se podía llevar a cabo la idea de producir teatro financiado por la televisión. Para entonces, yo tenía un portafolio lleno de ideas, y decidí que ese tipo de trabajos eran viables. Pero aparte de todo esto, aparte de la economía y la política, me había pasado mucho tiempo desarrollando, creciendo y aprendiendo el oficio y haciendo películas sin interferencias de ningún tipo, y es en serio, cada vez era mejor. Y cometí mis errores, y algunos fueron peores que otros, así que cuando te pones con series como "Grown Ups" [para la BBC], lo haces de forma muy elaborada. No hay duda de que la realidad es justamente como tú la has descrito, y esa es que, absolutamente, si hubiese empezado directamente haciendo uno o dos largometrajes fuera de la BBC, hubiese rodado menos películas. No sé cómo las podría haber hecho, pero si fuese así, habría sido una experiencia mucho menos enriquecedora y, ciertamente, el mero hecho de haber rodado (me parece que) nueve películas o algo parecido en poco más de una década, es el equivalente a haber estado haciendo lo que suelen hacer los artistas, salir al exterior con su cuaderno de bocetos. Es lo que estaba haciendo realmente con mi cámara, no quedarme sentado en las oficinas de cineasta, soñando, postergando el momento, y cada vez más amargado y frustrado. Me refiero a que hice cosas como "Abigail's Party", bastante avanzadas.

RE: Qué contento me puso su recopilación en DVD.

ML: ¿Has visto la colección en DVD? ¿Tienes la caja? ¿El set británico en caja? Sí, no me refiero a la edición pirata americana, sino a la británica.

RE: Si, tengo un reproductor que vale para todas las zonas.

ML: Oh, bien. Así que tienes el original británico. Es que se ha comercializado otro...

C: ¿Pirata?

ML: Oh, en Estados Unidos siempre sale la edición pirateada. Hace años que permitimos que lo hagan, para que al menos la gente pueda ver las malditas películas. Pero ahora las están reemplazando por nuestra nueva colección británica de precio medio. Y el próximo año saldrá otra recopilación con todas las películas de televisión remasterizadas, para las que he hecho comentarios, así que se podrán conseguir mis obras completas. Estoy muy contento, porque, ya sabes, puede que ruedes estas películas y luego se hundan en la oscuridad y todo ese esfuerzo se desperdicie.

RE: Cambiando un poco de tema, me parece que Timothy Spall es tu actor ideal, capaz de crear un hombre que en cierto grado se ríe por fuera y llora por dentro. [Leigh colaboró con Spall en “Life Is Sweet” (La vida es dulce, 1991), “Secrets and Lies” (Secretos y mentiras, 1996), “Topsy-Turvy” (1999) y “All or Nothing” (Todo o nada, 2002).]

ML: Absolutamente. Es un actor con una profundidad emocional increíble y una gran compasión frente a los sentimientos dolorosos, junto con un gran sentido del humor. Es un gran actor. Y aún no he terminado con él.

RE: Algunos críticos aseguran que sueles convertir a tus personajes en blancos de la condescendencia. A mí nunca me lo ha parecido. Creo que aceptas los defectos y complejidades de los personajes, y por eso los amas.

ML: Bueno, tú lo sabes y yo también, y estamos totalmente de acuerdo, que quizá esos críticos a los que te refieres cuenten más sobre ellos mismos en sus reseñas que sobre mi trabajo. En cierto modo, está bien que el personaje sea capaz de producir esa reacción en una minoría. Al ver 'Happy-Go-Lucky', parte del público suele reaccionar de una manera inequívoca: "No soporto a esta mujer. Me gustaría matarla." Fue el comentario de un buen montón de críticos británicos, y aquí en Toronto también lo han dicho algunos. Simplemente no lo entiendo. Ese sentimiento proviene de una forma de ver las películas que se centra más en observar el lenguaje cinematográfico que en fijarse en la gente y el mundo. Es muy insular y cínico.

RE: Poppy [el personaje de Sally Hawkins en "Happy-Go-Lucky"] tiene una gran empatía. Por ejemplo, con el niño a su cargo.

ML: Lo importante, y para mí fascinante y significativo de ella, es que el personaje es muy empático, abierto, se para a escuchar a los demás. En una escena va caminando por la calle a su aire, escucha un extraño canto y se topa con un vagabundo, pero no lo juzga, sino que se pone en su piel.

RE: Me encanta esa escena. Poppy le deja hablar y le pregunta si tiene hambre. No tiene miedo, sino que está genuinamente preocupada por él. Creo que él es consciente y por eso se tranquiliza al final. Seguro que nadie ha hablado en días o semanas con él.

ML: Absolutamente. De nuevo, un puñado de personas me dijeron: "Simplemente no entiendo la escena. No encaja con el resto de la película. Es como una trama postiza". Intentaron que la cortara, lo cuál me resulta increíble, pero sigue en la película. En esa escena pasan cosas muy importantes. Ves caminando al personaje por una especie de parque. Va a lo suyo, parece un lugar tranquilo. Entonces se encuentra con ese tipo, le pregunta cómo está, vuelve a su apartamento, y se guarda para ella el encuentro. Ni siquiera es una especie de trama argumental. Es solo que algunas cosas hay que mantenerlas en privado, son sucesos a los que simplemente te aferras y que se convierten en algo íntimo.

RE: Es una escena fundamental.

ML: También yo lo creo. Además, aparte de cualquier otra cosa, ese hombre es otro actor notable, Stanley Townsend, un actor irlandés, que hizo algo extraordinario. ¿Te he dicho dónde está rodada? La filmamos en las entrañas de la antigua central eléctrica de Battersea, ¿conoces ese edificio en el río Támesis? Es un edificio extraño con cuatro chimeneas situado en South Bank, y nadie sabe qué hacer con él, pero es un edificio protegido, un gran edificio art déco, y allí está y cuesta una fortuna mantenerlo. Por lo general no le suelo decir a la gente dónde filmamos, pero me gusta mucho esa escena. Me di cuenta de que si Poppy se cruzaba con él en el parque a plena luz del día, no tendría el mismo empaque y enfoque, así que le dije al diseñador de producción que tenía que ser en algún sitio donde en realidad no supiésemos dónde nos encontramos, ya sabes, así que filmamos allí, y no sabrías decir dónde estás. De alguna forma, quería sacar subliminalmente a la audiencia de su zona de confort. 

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