¿Editores encubiertos de revistas guarras o idealistas acorralados y en aprietos? Kim Thompson y Gary Groth defienden su honestidad intelectual contra un Grant Morrison con jet-lag. Stuart Green hace las preguntas.
Entrevista publicada en la revista Speakeasy nº 115 (noviembre de 1990). Traducción: Frog2000.
Gary Groth fundó Fantagraphics en 1976 tras heredar The Nostalgia Journal, un fanzine con espíritu periodístico que fue mutando lentamente en The Comics Journal. A partir de entonces, The Journal ha apostado y establecido un alto nivel moral para los cómics, siempre buscando una política editorial que aduce que "los cómics deben ser tratados y criticados con el mismo respeto por la excelencia que otras formas de arte". A lo largo de los años, han hecho incesante campaña contra lo que ven como la "prostitución desenfrenada que se está llevando a cabo en la industria [del cómic]", dividiendo al fandom entre quienes denigran al Journal como "un auto-proclamado perro guardián de la industria" y quienes admiran al magazine por su intransigente postura editorial.
Siguiendo esa misma política, Fantagraphics empezó a publicar el cómic Love and Rockets en 1982. Para 1990, Fantagraphics y Love and Rockets en particular, se habían convertido en la piedra angular de todo lo bueno y grandioso de los cómics modernos.
Más tarde, en junio de este año Fantagraphics abandonó su espléndido aislamiento al hacer público el anuncio de una nueva línea de cómics eróticos bautizada como Eros. El mismo fue recibido en la Convención de San Diego con un chasquido de labios por parte de aquellos que habían sido criticados como "Batputas" y escritorzuelos en las páginas del Journal; dondequiera que los expertos en cómics se reuniesen para tomar unas margaritas, arreciaba la acusación de grosera hipocresía. En su típico estilo de bocazas, la columna EMBUSTES de Grant Morrison (en el número 112) fue la que probablemente reflejó con mayor precisión los sentimientos provocados por esta nueva línea erótica de Groth y su compañero Kim Thompson. Groth, "una de las voces editoriales más farisaicas y más-santas-que-tú-de-los-cómics" se había bajado los pantalones en público.
Me entró la curiosidad, así que solicité realizar una entrevista con Groth y Thompson, y después de leer EMBUSTES en San Diego, exigieron su derecho a réplica. "Sí, haremos la entrevista mientras esté Grant presente", me dijeron. Su siguiente demanda fue que la entrevista se llevase a cabo en su habitación de hotel a las 11 de la noche. Era un momento temporal raro, pero "qué diablos", pensé, "unas copas, algunas preguntas..." Pero no iba a ser una charla junto a la chimenea. A las 22.45 me crucé con Groth, y luego con Thompson, en el vestíbulo de mi hotel justo cuando Grant y yo arrancábamos para reunirnos en el suyo. Hmmmm... de esta manera, todo empezó a parecer como una especie de trampa.
HABITACIÓN 101
Finalmente, alrededor de las 22.30 nos preparamos para llevar a cabo la entrevista propiamente dicha.
Por lo que... ¿por qué después de todos sus altisonantes principios, Fantagraphics ha decidido publicar una línea de cómics eróticos?
Thompson: "Bueno, la respuesta corta es financiera. Teniendo en cuenta los cambios en el mercado, no resulta económicamente factible respaldar a una empresa que fabrica solo el tipo de material que nosotros publicamos. Eso nos demostró nuestro contable, quien nos informó que se había producido una pérdida continua en los últimos años. Una pérdida que, si continúa en la misma dirección nos llevaría a la bancarrota esta misma Navidad". A lo largo de las siguientes dos horas, Groth y Thompson, en respuesta a algunas preguntas repetitivas que les hice, expresaron el mismo razonamiento. Que después de doce años de publicación 'ideológicamente sólida' finalmente han llegado a un punto en que el sello Fantagraphics significaba automáticamente ventas menores. Nos los ilustraron en un tono desesperado asegurando que Eightball, fácilmente el nuevo título más celebrado del año, vende actualmente menos de 5.000 copias. También lo corroboraron con un informe aparecido en el último suplemento de la Guía de Precios Overstreet que predecía un "reajuste" del mercado independiente durante el próximo año que haría que muchas empresas se pusieran a temblar. Thompson continuó señalando que "en la actualidad los editores de cómics alternativos están contra la espada y la pared". Last Gasp, Kitchen Sink, Vortex y Rip-Off se han sumergido también en la publicación de material erótico.
¿Pero no erais vosotros un caso especial en contra de todos esos? Thompson: "atendiendo al hecho de que hemos sido escandalosos y bulliciosos cuando hemos defendido ciertos valores... Se nos ha acusado de que es hipócrita por nuestra parte publicar una línea de cómics eróticos. Bueno, me parece hipócrita hasta cierto punto".
Como era de esperar, no ha sido una decisión que tomasen a la ligera. Thompson: "Nos resultó bastante difícil. Llevábamos elaborando nuestra posición moral desde hace mucho tiempo y de una forma llamativa... He de decir que la idea se empezó a fraguar cuando Gilbert nos propuso Birdland. Pensamos que si nuestra vanguardia era un cómic erótico de Gilbert Hernández, eliminaría muchas posibles críticas".
Entonces, si nos referimos al grado de compromiso, ¿podría Eros Comics dejar intacta la reputación de Fantagraphics?
Grant responde: "Es mejor ser una puta que una virgen que se deja follar", lo cual no es la cosa más sabia que decir en estas circunstancias, además de ser algo que realmente no puede defender, pero empezamos a divagar por un momento cuando Groth nos pregunta: "¿Por qué es preferible publicar cómics racistas?" Grant responde que en lo que a él respecta, los cómics sexistas se encuentran al mismo nivel. Como era de esperar, los aludidos niegan aquello de lo que se les acusa y, dado que Grant no ha leído realmente ninguna de las obras de Eros y basa todas sus suposiciones en el material promocional, tampoco está en posición de poder ganar la discusión con sus argumentaciones.
Es muy parecido a la acusación de plagio que se lanzó contra Richard Forg, excepto que este intercambio llevó a que los contendientes revisaran varios escalones entre Borges y Burroughs acerca de lo que es plagio y lo que no.
Groth volvió sobre el tema de las creencias filosóficas de Grant y empezó un típico intercambio plasmado en las treinta páginas transcritas que tengo ante mí.
Groth: "Si llevamos esto hasta su conclusión más lógica, llegaremos a un mundo en el que no existe una conducta moral con un propósito detrás. Me parece una visión filosóficamente repugnante. ¿No será la tuya?"
Grant: "No del todo".
Groth: "No es del todo tu punto de vista. ¿Cómo no podríamos lógicamente inferir que esa es tu preferencia filosófica? Si prefieres un mundo sin principios que un mundo con principios de los cuales las personas se puedan desviar, ¿cómo podríamos no inferir desde un punto de vista lógico que, de hecho, esa es tu verdadera preferencia?"
Grant: "Nunca sabré por qué estamos aquí a las 11 en punto de la noche".
Thompson: "Creo que te está acusando de bullying intelectual".
Groth: "Oh, ¿de eso me estás acusando?"
Grant: "No acuso a nadie de nada".
Groth: "Bien, mi pregunta sigue pendiente de respuesta".
Y quedó pendiente mientras nos adentrábamos en alguna otra infructuosa vía de debate sin movernos de los presupuestos centrales de la conversación: que Grant había sido un bocazas al señalar sin leer los cómics de Eros o tener conocimiento que Fantagraphics estaba a punto de quebrar, por todo lo cual se disculpa en alguna otra parte de este palpitante mamotreto. Para Groth, decidido a defender su integridad, el tema central en cuestión es el siguiente: "¿es importante que los editores tengan integridad o incluso que se sientan comprometidos, o deberíamos simplemente buscar editores que no tengan ningún principio para que publiquen buenas obras por chiripa o basándose en alguna abstrusa teoría económica centrada en el beneficio, pero sin verdaderos principios artísticos o morales que los guíen?" A lo cual, a la fría luz del día, es fácil responder afirmativamente, pero la entrevista barrió incesantemente adentrarnos en este gélido terreno con una acumulación de detalles cada vez mayor. Detalles de los que no tengo espacio suficiente para aburriros.
Pregunto qué principios se aplican al publicar el material de Eros. ¿Hay algún tipo de material erótico que nunca llegarían a publicar?
Groth: "Sí, claro. Hemos rechazado algunas propuestas. Resulta arriesgado porque no habíamos publicado antes material erótico, así que es una disciplina completamente nueva... Seguimos buscando a tientas y formulando nuestra política sobre lo que vamos a publicar y lo que no".
A lo largo de la entrevista, Groth y Thompson nunca defienden el material de Eros por su valor artístico, aunque en un momento dado, Thompson afirma que estaría orgulloso de poder publicar a Frank Thorne como parte de la línea regular de Fantagraphics. Responden a la sugerencia de Grant de que Dan Clowes lleve a cabo un cómic erótico con un simple "no es viable económicamente". Así que seguimos hablando de los principios generales de los cómics de Eros.
Thompson: "En cuanto te metes a publicar material erótico, te das cuenta de que existe un paradigma completamente novedoso para poder distinguir lo que estás haciendo... los problemas que se producen en las relaciones entre sexos, por ejemplo. Cuando se trata de material érotico, entran en juego cómo te afecta lo que lees y otras preguntas similares."
¿No utilizáis principios parecidos en Fantagraphics?
Groth: "Hasta cierto punto sí, pero han empezado a surgir nuevos principios. Llevamos mucho tiempo sin darle una vuelta, así que no estoy seguro de si puedo concretar más".
¿Tienes miedo de cruzar la línea?
Groth: "Diría que estoy asustado. Lo peor que puede pasar si cruzas la línea es que saques un mal cómic. No es que me haga perder el sueño, pero nos preocupa bastante. No es algo que nos tomemos a la ligera".
Hablamos sobre la necesidad de producir material erótico para hombres y mujeres. Groth y Thompson dicen que les gustaría producirlo para ambos sexos, con la única condición de que quizá exista cierta controversia sobre si las mujeres disfrutan del estímulo visual en la misma medida que los hombres. También señalan que hay muy pocas mujeres haciendo cómics extensos y solo les ha llegado una petición por parte de una mujer interesada en contribuir a la línea Eros.
Groth y Thompson esperan poder publicar una línea de cómics eróticos con los que "puedan vivir". Pero al final, Eros nace de una profunda sensación de desilusión y un deseo desesperado por preservar la independencia de una línea de cómics que probablemente ha tenido más que decir sobre la vida tal como se vive, en lugar de imaginarla, que cualquier otra en el mundo durante los últimos diez años.
Al final de un arduo enfrentamiento de dos horas que ninguno de nosotros disfrutó demasiado, en un sorprendente speech Groth nos confiesa lo que ha significado exactamente para él adoptar los colores de un "editor de revistas guarras encubierto":
"Recientemente, a lo largo del año pasado, llegamos a la conclusión de que cada vez es menos posible que los seres humanos con un agudo sentido de la conciencia vivan una existencia sin compromisos, pero también creo que la naturaleza de ese compromiso no es igual para todos. Sin duda, es algo muy a tener en cuenta al emitir un juicio de valor sobre dicho compromiso".
"Uno de los motivos por los que empezamos la línea erótica es porque con Fantagraphics podemos mantener cierta independencia. Podemos publicar obras que creemos que se deberían publicar, que sentimos que valen la pena, que aportan algo a este medio y a las personas que las leen. Sin eso, probablemente estas obras serían absorbidas por grandes corporaciones que no tienen principios en absoluto... y cuyas decisiones se toman casi en su totalidad sobre una base económica. A lo largo de doce o catorce años, Fantagraphics nunca ha hecho algo parecido. De hecho, creo que podemos asegurar sin temor a equivocarnos que en realidad nunca hemos intentado ganar dinero".
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