lunes, 4 de octubre de 2010

BILL SIENKIEWICZ: EL “SPEECH” DEL MAESTRO DE LA TOSTADORA.

ENTREVISTA A BILL SIENKIEWICZ EN AMAZING HEROES 151 (1988), por Peter Sanderson. Traducida por Frog2000.

Imagínate un mundo en un futuro cercano en el que por razones desconocidas no nace casi ninguna niña. Puede que haya algunas chicas jóvenes, pero son los niños sin hogar los que están por todas partes vagabundeando por las calles. Entre las sombras de este extraño mundo, dos asesinos en serie andan sueltos. Uno es un hombre 
aparentemente gigantesco que asesina brutalmente a mujeres en sus cocinas y deja destrozados los electrodomésticos a su alrededor. El otro secuestra y mata niños, drenando los fluidos de sus cuerpos y dejando sentados sus cadáveres frente a los televisores, como si todavía pudiesen mirarlos. Ese es el mundo de Stray ToastersUna colección de cuatro números publicada por el sello Epic de Marvel Comics y la primera serie escrita y dibujada por Bill Sienkiewicz al completo. Las ilustraciones de Sienkiewicz se convirtieron en algo familiar para el público lector de cómics gracias a su trabajo en el Caballero Luna y Los Nuevos Mutantes. Casi desde el principio, su estilo ha ido sufriendo una constante evolución, un proceso que ha adquirido una velocidad tremenda durante los últimos años, a través de su trabajo presentado en la novela gráfica protagonizada por Daredevil, la serie limitada de Elektra Asesina, y en la serie de La Sombra. Stray Toasters debuta al mismo tiempo que la obra de Sienkiewicz ha empezado a atraer la atención de todo el mundo ajeno al comic-book. 
En anteriores proyectos Sienkiewicz casi siempre ha trabajado en colaboración con otros guionistas. Aparte de su historia corta “Slow Dancer”, Stray Toasters es el primer proyecto publicado en cómic en el que Sienkiewicz escribe su propio material. Es una obra de ciencia-ficción, pero no es la típica aventura de fantasía familiar para lectores de cómic de super-héroes. Stray Toasters es, por otra parte, un thriller psicológico que tiene más en común con la exploración de la psique distorsionada de sus personajes que con las escenas de lucha super-poderosa. “No me preocupa demasiado la gente que puede partir estrellas por la mitad. Me he ido totalmente hacia el lado opuesto. Stray Toasters se adentra en un oscuro y pequeño micro-cosmos: la unidad familiar. Comenzando por una unidad familiar que está creciendo como si fuese un cáncer.”

En la superficie Stray Toasters tiene la forma de un thriller que mezcla el misterio con el asesinato, pero el motor de su argumento no es realmente lo más importante de la serie. “No quiero que parezca un policíaco con un asesinato de por medio. En su mayor parte [las soluciones a las intrigas] resultan casi telegráficas. No va a haber ninguna gran sorpresa, porque quiero escarbar más en el factor motivacional. Lo que realmente me gustaría es que [Stray Toasters] fuese una especie de ejercicio en el que se muestra ese horror que se encuentra oculto en la naturaleza humana sin importar su aspecto, edad o sexo.”
“Una de las cosas que más me gustan es coger a personas que conozco y descubrir qué es lo que las hace ser como son. Creo que en general esas diferencias ocultas [entre la gente] son las que nos motivan a todos, porque nos hacen levantarnos y continuar con nuestra vida. En la época en la que empecé a escribir los guiones, pensaba que esto podía ser algo en lo que poner todo mi esfuerzo. A partir de ese momento se convirtió en algo angustioso, porque desencadenó otros aspectos que residen en mi interior. Creo que [Stray Toasters] puede llegar a molestar a la gente. Y también supongo que terminarán o bien amando la obra o bien odiándola."
CONECTANDO

“No quería hacer una historia específicamente sobre tostadoras”, comenta Bill Sienkiewicz. “Se me ocurrieron un montón de ideas, todas a la vez, que terminaron convirtiéndose en lo que es Stray Toasters. El nombre fue algo que se me quedó clavado después de un encargo para el National Lampoon, [en donde] estuve jugueteando pensando en unos pósters que había en la pared al fondo de una viñeta. [Stray Toasters] fue el nombre que le había dado a una banda punk que iba a tocar en un club.”

En cuanto al nombre de la serie, Sienkiewicz también comenta: “No tenía nada pensado hasta que hice la historia titulada “Slow Dancer” [que Sienkiewicz escribió y dibujó, y que terminó apareciendo en el último número de Epic Comics]. Fue en ese momento cuando atisbé todo un mundo que quería dejar expuesto, así que me puse a pensar en cómo relacionar a varios personajes entre ellos. Y “Slow Dancer” formaba parte de todo eso. Aparecen múltiples personajes, y cada uno de ellos te cuenta un poco más sobre cómo es el planeta. Realmente no quería dejar tan claro que era nuestra Tierra, aunque obviamente lo sea. Tampoco quería que estuviese ambientado específicamente en una época, aunque fuese en el futuro.
“De hecho, Stray Toasters está ambientada en el futuro, pero tal y como lo muestro, dicho futuro recuerda de muchas formas al mundo actual. “No es que se repitan las cosas que han ocurrido, sino que sencillamente, de alguna forma se van superponiendo unas con otras. Es como esas imágenes de Polaroid que aparecen una después de otra, una capa tras la anterior. Cuantas más cosas cambian, más seguirán siendo iguales.”

Esta última declaración, tal y como reconoce el propio Sienkiewicz, parece un cliché. Pero el uso consciente del cliché es uno de los mecanismos temáticos que subyacen en Stray Toasters. En la serie a veces se usan clichés para mostrar cosas sobre la vida y la psicología humana. Mucha gente repite clichés como un loro, sin pararse a pensar en su verdadero significado. “La mayor parte de lo que se puede encontrar en Toasters son clichés, aunque estoy intentando ahondar en ellos para llegar a los verdaderos hechos que los hace funcionar.”

“Se parece a todos esos refranes que oyes cuando te estás haciendo adulto, como ese de “el árbol que crece torcido, jamás enderezará su tronco”, excepto que aquí hay una increíblemente desesperada situación de asesinato de por medio, en la que los niños experimentan un montón de emociones y furia [y puede que lleguen a desempeñar algún papel importante].”
Así va modelándose la personalidad de cada uno hasta que de adulto termina convirtiéndose en un tópico. Al examinar las emociones y necesidades primarias tanto de los chicos como de los adultos, Stray Toasters busca llegar a la verdad detrás de todos esos tópicos, y hace que los lectores sean conscientes del poder que poseen las necesidades y emociones de los personajes, y por extensión, también será consciente el propio lector de las suyas propias.

EL DEMONIO

El primer personaje principal que nos encontramos en la obra no es del todo humano: es Phil el demonio, que ha dejado atrás a su amada familia para irse de vacaciones al exótico mundo de la humanidad. “Creo que el único que puede llegar a conectar con la mayoría de lectores es el demonio”, dice Sienkiewicz. “Se encuentra de vacaciones fuera del infierno. Envía postales a su hogar. Visita galerías de Arte. Observa que los cuadros de Leroy Neiman se venden por mucho dinero, lo que le ofrece la prueba irrefutable de que Dios no existe.”
Pero el demonio también sirve como propuesta temática en Stray Toasters: “el demonio es la cabeza de turco que utiliza todo el mundo”, afirma Sienkiewicz. Este demonio representa la maldad o cualquier otra cosa a la que la gente culpe de sus propios fallos. Pero el papel del diablo y su influencia en el comportamiento es otro de los tópicos con los que también se juega en Stray Toasters. Después de todo, Phil el demonio no hace nada, tan sólo está de vacaciones. El resto del reparto de Stray Toasters deberá encontrar en otros lugares quién o qué es el responsable de la maldad que rodea su vida. Como ejemplo, también deberían echar un vistazo a su propio interior.
TODD Y LAS TOSTADORAS

Uno de los personajes aún más destacados en la obra es un joven chico huérfano llamado Todd, al que Sienkiewicz describe como “un pilluelo de la calle”. De hecho, es uno de los personajes que dan título a la serie. “Hay muchos chicos jóvenes en las calles”, pero no hay demasiadas chicas, “porque las mujeres se han encontrado con que la dificultad de tener hijas se ha incrementado biológicamente”. Por qué ocurre exáctamente algo así sigue resultando todo un misterio. Estos chicos, dice Sienkiewicz, “son descarriados y nadie cuida de ellos. Hay muchos chavales necesitados y perdidos que no pueden cubrir sus necesidades básicas.”

Uno de estos “descarriados” es Todd. No conoce a sus padres. Sin embargo, su madre es una mujer millonaria llamada Dhalia, y como realmente no quería tener un hijo, alquiló los servicios de un tipo siniestro llamado Dr. Montana Violet para que lo asesinara. Pero no lo hizo. En su lugar se puso a experimentar con Todd, y fue tan lejos como para insertarle un enchufe eléctrico en el cuello, como si el chico fuese un artefacto. Quizá como si fuese una tostadora.
“La Tostadora es una de las imágenes centrales”, argumenta Sienkiewicz. “Todo lo que se sabe sobre el padre [de Todd] es que era un reparador de electrodomésticos.” El chico quiere ser un hombre como su padre, por lo que tiene que convertirse en alguien capacitado para poder manipular máquinas. “Es un chico para el que convertirse en un hombre pasa por ser alguien que trabaje durante todo el día usando maquinaria y herramientas, cortando y haciendo cosas con martillos. Desde que [el chico] ha empezado a querer ser adulto, un hombre, su enlace con esa vida ha sido la tostadora. En cuanto su madre, el chico la asocia con la cocina. Por lo tanto, Todd ve a los hombres y a las mujeres bajo los términos de “el tópico de lo que es ser un hombre y el tópico de lo que es ser una mujer, con la cocina repleta de electrodomésticos como tostadoras y cosas así. [El chico] ve una especie de conexión entre todo eso. Estar junto a los electrodomésticos en la cocina es como estar cerca de su madre.” Y por eso el niño piensa en sí mismo como si fuese uno de los electrodomésticos de la cocina: quizá incluso se imagine que es una tostadora.

“Hay otro aspecto más en la metáfora de la máquina”, argumenta Sienkiewicz, que es “el rasgo de deshumanización”. Vemos que la gente se relaciona entre sí como si lo hicieran con una máquina, que es algo que se describe como una relación “no afectuosa”. Sienkiewicz describe a los chicos vagabundos que están errando por las calles como “tostadoras”, porque los tratan como a “desechos, son artefactos, son cosas para ser usadas en esta Sociedad. También están abandonados y nadie cuida de ellos.”

Por lo tanto, estos chicos vagabundos son las “Tostadoras Descarriadas” del título, y son tratados como si no fuesen mucho más importantes o humanos que los pequeños electrodomésticos del hogar.
Mientras Todd está buscando a su madre desconocida es acogido por unas cuantas mujeres “porque potencia su necesidad de realizarse cumpliendo con su rol maternal.” Pero Todd también necesita tanto como quiere encontrar a una madre, y odia a su madre por no estar ahí para cuidar de él. “El chico está muy cabreado con su madre, así que sale en su busca, se va detrás de cada mujer que le parece que encaja en ese papel.” El odio de Todd hacia las mujeres se exterioriza en Big Daddy, una criatura robótica que encarna la tópica imagen estereotipada de lo que Todd cree que es ser un hombre: pleno, poderoso, violento, un manipulador de cacharros. A través de una tostadora, Todd logra activar su conexión con Big Daddy.

“Básicamente, la tostadora es su forma de pedir consejo,” dice Sienkiewicz. Y Big Daddy es el asesino en serie de mujeres de esta historia. “
[En Stray Toasters] he explorado algunas partes de la misoginia, del odio hacia las mujeres," dice Sienkiewicz. “Y bajo este contexto, el odio surge porque hay alguna necesidad que no está cubierta. Todo lo que quiere Todd es dejar de hacer daño.” Pero eso, argumenta Sienkiewicz, no vale como excusa para sus actos, sino que simplemente ayuda a explicarlos.
DAHLIA

Sobre el personaje de Dahlia, Sienkiewicz comenta: “sexualmente está muy reprimida. Además es una hipócrita, siempre quiere quedar bien con Dios y con el diablo al mismo tiempo. Creo que se arropa con la religión para no tener que decidir por sí misma sobre ciertos temas. Se esconde [de ellos]. Creo que estamos hablando de uno de los personajes más enigmáticos; la maltrataron en el pasado y la maltratan en la actualidad, y ella se sigue maltratando a sí misma. Fue un producto del incesto.” Sienkiewicz comenta de forma enigmática que el Doctor Montana Violet es como el “complemento” de Dahlia.

Dahlia no es consciente de que el Dr. Violet ha suspendido finalmente el asesinato de Todd, pero de alguna forma puede sentir que Todd está buscándola ahí fuera. Y encontrarse con Todd es lo último que querría Dahlia.
EGON Y ABBY

En Stray Toasters aparecen otros dos personajes que son complementarios: los dos psicólogos, Egon Rustemagik y Abby Nolan. “Egon Rustemagik y Abby Nolan han sido maestro y pupila”, dice Sienkiewicz. “Se convirtieron en amantes y acabaron extremadamente mal. Y terminaron tan mal porque toda su relación íntima se acabó. Lo que ella quería básicamente era tener una familia. Pero Egon abrazó la auto-destrucción”, y su bebé también tuvo un destino adverso, “así que ella se cabreó con Egon hasta conseguir que lo encerraran” en una institución mental. Después “se ha liberado de su encierro en el asilo y se ha ido a vivir a una casucha desde la que ha empezado a operar y hacer sus cosas.“

Pero Rustemagik sigue sin librarse de sus problemas emocionales. “Porque bebe, y por eso es capaz de ver otro de los tópicos: los elefantes rosas flotando a su alrededor. Les pone nombres y habla con ellos, y ellos pueden actuar como su conciencia, o igual como ninguna en absoluto”. Tiene una pistola y a veces los dispara para intentar matarlos. “Parece como si los viese muchas veces, y por eso su techo está lleno de agujeros, porque termina disparando contra el aire.”

Rustemagik fue contratado por la policía como consultor para que les ayude en las investigaciones de los dos desconocidos asesinos en serie. Pero aunque parezca que durante la trama el personaje actúe en el papel de detective, para Rustemagik no es demasiado importante encontrar a los asesinos y se esfuerza muy poco en conseguirlo. Tan sólo le importa él mismo.”

Abby, aunque haya perdido a su bebé, sigue queriendo formar una familia, y por eso recoge a un joven chaval que ha conocido en la calle como sustituto de su hijo. Por supuesto, ese chico es Todd.
ACERCA DE LOS VILLANOS

“Realmente, el término “villano" no puede aplicarse en Stray Toasters,” afirma Sienkiewicz. Y eso es porque no tenía como objetivo representarlos como sencillos malhechores, sino que intentaba “meterse dentro de su cabeza” para “entenderlos tal y como son”. Sienkiewicz también comenta que “a muchos adultos no les importa su forma de actuar. No se preocupan de lo que sienten [y] qué es lo que les motiva, así que siguen operando a una escala de apetencia juvenil. Lo que he intentado crear es un mundo de la negación, en donde las necesidades nunca han sido cubiertas del todo, aunque los personajes quieran recubrir de amor el dolor que acompaña a esa situación, en vez de seguir sufriendo. Todo ello acompañado de rabia. Los personajes también han ido creciendo con una armadura puesta para protegerse [de las emociones dolorosas] de formas diferentes, aunque también hayan acabado auto-destruyéndose. [En Stray Toasters] aparecen villanos, pero nunca se ven a sí mismos de esa guisa, porque todo lo que quieren es que el dolor se detenga.” Eso no los hace menos malvados, dice Sienkiewicz, pero nos hace entender mejor su comportamiento. “Entenderás a los personajes, aunque sigan sin gustarte.”


“Siempre se tienen necesidades, pero como [ellos] las han reprimido, se han convertido en algo obsesivo”, continúa Sienkiewicz, “haciendo que su comportamiento se distorsione por completo”. En Stray Toasters, dice Sienkiewicz, “todo el mundo está herido. Cada uno de los personajes esconde algo; reprime algo, llena de formas extrañas sus necesidades. [En Stray Toasters] todo el mundo es tanto un villano como un héroe”, porque ninguno de los personajes es totalmente bueno o malo.
Pero entonces ¿finalmente toda la problemática causada por las emociones destructivas nacidas de las necesidades reprimidas no tendrá solución? Sienkiewicz afirma que “hay una cualidad redentora a través de la que poder desprenderse de todas estas carencias, de todo el odio, y creo que de alguna forma los personajes terminarán encontrándola. Lo que me gustaría realmente es que llegaran de alguna forma a abordar una especie de solución y pudieran comenzar de nuevo. Pero los personajes no se hacen ilusiones. No todo saldrá a pedir de boca, porque no creo que las cosas funcionen de esa forma. Creo que [solucionar] las cosas lleva mucho tiempo.

“Las situaciones inicial y final de Todd serán bastante diferentes, y algunos se preguntarán si se merece esa nueva situación. ¿Es que es peor?, ¿o es mejor? Lo importante es que será algo diferente y que de alguna forma, Todd habrá evolucionado."
CAMBIOS DE HUMOR

Los lectores de Elektra Asesina, la obra en la que el autor ha colaborado con Frank Miller, recordarán durante mucho tiempo esta serie en la que Sienkiewicz realiza tanto el guión como el dibujo. El autor cambia continuamente de estilo, moviéndose entre el suspense y el terror, e incluso bordeando la sátira y la caricatura y regresando a lo anterior con suma facilidad. Sienkiewicz continúa
evolucionando en Stray Toasters su cambiante estilo, retratando algunas veces acontecimientos y personajes de una forma dramática, y otras caricaturizándolos. El autor lo describe como “una mezcla del estilo de los dibujos animados con elementos muy oscuros y con calidad pictórica”.
El autor comenta que encontró un análogo de su técnica que mezcla gente real con figuras animadas en “¿Quién engañó a Roger Rabbit?” “Después de ver esa película, pude darme cuenta de que todos los saltos que había dado en Elektra se me hacían mucho más relevantes. [En Stray Toasters] hay algunas escenas que son visualmente estúpidas, y ciertos personajes que incluso son caricaturas. Y también hay personajes que tienen un aspecto estupendo. Y viñetas que están hechas con la intención de aterrar. Así que siento como si hubiese estado subiendo y bajando por diferentes escalas. Creo que en la obra hay mucha mezcla, una mixtura delirante de dibujos animados y material real, y mucho más aún: si nos ponemos a hablar de metáforas y oscuridad, Stray Toasters es muy densa. Estoy intentado enfatizar más los rangos emocionales según el estilo pictórico que uso en un momento determinado. Muchas veces es como abofetear la cara de alguien. Si me lo pide la escena, entonces marcharé en esa dirección.”

Sienkiewicz también va cambiando entre un estilo dramático y uno satírico porque: “pienso que a veces tengo que hacer que la obra sea más divertida, debido al alto nivel de intensidad de la trama. Si en algún momento he necesitado un descanso en la obra, supongo que el lector también lo necesita.”
LOS PROYECTOS CON MOORE

Con Stray Toasters ya tenía una enorme carga de trabajo, pero Sienkiewicz ha asumido mucha más. Mientras estaba trabajando en Toasters, continuó entintando Doctor Zero para Epic y diseñando las portadas de “Lone Wolf and Cub” para First y los recopilatorios de Juez Dredd para Titan Books. Por otro lado, también ha estado colaborando con Alan Moore por primera vez en la historia “Shadowplay”, que formará parte del próximo recopilatorio titulado Brought to Light, que será editado por Joyce Brabner y publicado por Eclipse y Warner Books (“Shadowplay” también se podrá encontrar próximamente en las estanterías de Inglaterra). Brought to Light, que también contiene una historia de Brabner y Tom Yeates, trata acerca de la participación de América en Nicaragua, incluyendo las operaciones que llevó a cabo allí la CIA, y exponiendo la actuación del gobierno de EEUU en Nicaragua como una violación de la Constitución, mientras enseñan cómo dicha organización tomó parte en el tráfico de drogas amparado por los Estados Unidos.
 

“Verdaderamente, creo que es una obra muy importante”, dice Sienkiewicz, ilustrador de la historia de Moore. “Creo en la Carta de Derechos Humanos y en la Constitución, y esta gente [la que se describe en la obra] se ha limpiado los pies en ellas. Quiero que estos hechos 
sobre los trabajos de la Administración en la Sombra y del Gobierno en general “salgan a la luz”, quiero que esas cosas se puedan ver. Quiero que la gente lo tenga en cuenta.”

El personaje principal de la historia es una figura entendida como un chiste político: un Aguila Americana. “Es el Aguila de la CIA”, explica Sienkiwicz. “Básicamente es un hombre de negocios, el representante de una Empresa
. Tú, el lector, estarás sentado en el taburete de un bar a su lado. Te agarrará la mano y te dirá que te sientes. “Hey, camarero, sírvale una copa a mi amigo”. Pero lo que te está vendiendo es una ideología completamente malvada. Lo que realmente quiere de ti es tu complicidad. Quiere que le consientas hacer cualquier cosa.”
Sienkiewicz describe su estilo en “Shadowplay” como “mucho más ecléctico que en Elektra” debido a los cambios del dibujo. A continuación de Brought to Light y Stray Toasters, Sienkiewicz ilustrará y Moore guionizará una ambiciosa serie llamada The Mandelbrot Set, que será publicada por la nueva compañía de Moore, Mad Love Graphics. “No puedo dar demasiados detalles sobre The Mandelbrot Set, porque aún se encuentra en proceso de elaboración”, afirma el autor. “Sabemos que será una serie de doce números en blanco y negro.” Resumiendo, la serie se centrará en la forma en la que cambia el microcosmos de una Sociedad en un pueblo inglés por culpa de la construcción de un centro comercial al estilo americano. “Cuando el centro esté totalmente construido, entonces es cuando cambiará esa Sociedad”, dice Sienkiewicz. Pero como ocurre en Watchmen, hay mucho más en la serie de lo que pueda decirse en un simple resumen. Por ejemplo, el significado del propio título: The Mandelbrot Set. Sienkiewicz comenta: “bueno, es como una serie de números que cuando se introducen en un ordenador producen una imagen fractal. Alan lo describió como Mickey Mouse siendo arrollado por una apisonadora.” Durante el transcurso de la serie, The Mandelbrot Set se convertirá en la simbología del caos y el orden de la existencia.
ESCRIBIENDO PARA UNO MISMO

Considerando que Sienkiewicz tan sólo había publicado previamente una historia guionizada
 y dibujada por él mismo (“Slow Dancer”, en el último número de Epic Illustrated), ¿le resultó al autor muy difícil escribir el argumento y el guión de toda una serie de cuatro números? “En realidad fui aprendiendo mucho según iba improvisando. En cuanto al dibujo, sé qué es lo que me costó hacer más y lo que no, y sabía cómo componer una viñeta hasta finalizarla por completo. Escribiendo no soy tan eficiente, a pesar de que antes solía hacerlo mucho más, [como cuando acudía a] las clases de escritura creativa del Instituto. Al final del primer número terminé dejando a un lado lo que había hecho y me puse a reescribirlo todo, porque había aprendido mucho durante todo este tiempo. Cuando por fin terminé [el guión de Stray Toasters], era como un relato en prosa: simplemente había demasiadas palabras. Ese fue el mayor problema de trabajar con ciertos guionistas, que usaban demasiadas palabras. Y ahí estaba yo, culpable de hacer lo mismo. Así que dejé que las imágenes hablasen por sí mismas y que las palabras también hablasen por sí mismas, sin que cada elemento dijese demasiado por separado, e intentando no repetirme. 

¿Pero resultó difícil [escribir Stray Toasters]? En Elektra necesitaba probarme, supongo, y también quería expresar cosas nuevas a través de mi obra. Esto es diez veces Elektra, porque no tengo un Miller en el que apoyarme. Implícitamente confiaba mucho en Frank. Confío en su estética, en su juicio. Así que si quería podía arrojarle bolas curvas porque sabía que las recogería. Podía relajarme y jugar con las imágenes que sentía que hacían funcionar bien las cosas. Pero si ahora tengo un problema con el escritor, tengo que mirarme en el espejo. Lo que resulta toda una nueva sensación. Y es tan aterradora como parece, pero también es increíblemente excitante. En cierto modo desearía haber tenido más experiencia como guionista, porque creo que hay algunas cosas [en los guiones de Stray Toasters] sobre las que me gustaría volver y rehacerlas, porque creo que están hechas de forma algo desmañada. Pero ya hemos llegado hasta aquí y esto es lo que he intentado hacer, y parece que funciona.”

“Y creo que funciona porque a pesar de las fechas de entrega que he tenido y a pesar del tema que he tratado en la obra, ha sido como si estuviese haciendo un test y hubiese dejado por escrito la primera respuesta que se me venía a la cabeza, lo cuál es exactamente lo que quería hacer. No quiero decir que haya salido corriendo en busca de lo primero que se me ha ocurrido, porque no creo que el primer número tenga ese aspecto, sino que en realidad el primer número parece completamente finalizado. Tampoco es que quisiera meditarlo demasiado. Creo que muchas cosas son más efectivas cuanto más simples las haces, y a veces simplemente ocurren. Tenía la sensación de que probarme a mí mismo era algo que tenía que hacer en algún momento. Bill Sienkiewicz ha trabajado con Frank Miller, ha trabajado con Chris Claremont, Doug Moench, con muchos guionistas. Ahora estoy trabajando con Alan Moore. He trabajado junto a gente increíblemente talentosa. Pero simplemente tenía que saber que podía hacer que todo fuese mío. Es mi criatura. Es algo que me mordió. Quiero hacer más guiones. Porque serán algo mío. Como he dicho, también he caído en la cuenta de que Stray Toasters va a hacer que se entornen algunos ojos, porque tocará temas para los que la gente no está preparada y con los que no quiere tratar nunca. Y asumo que unos cuántos etiquetaran la obra rápidamente y también me etiquetarán a mí. Pero no me preocupa, porque siento que esto es algo que quería intentar. Quiero decir, he estado haciendo años de historias con personajes que llevan pijama y realmente sentía que esto [Stray Toasters] era algo que tenía atragantado en algún sitio. Y afortunadamente aquí lo tenemos. Incluso si sólo se convierte en nada más que en un pastiche de emociones inestables, mientras provoque algún tipo de reacción en plan: “claro, yo también me siento de esa forma”, o “yo podría identificarme con eso”, y si también puedo entretener a alguien, si puedo hacer que alguien sonría cuando quiero que sonrían, entonces sentiré que he conseguido algo.”

“Y también creo que en algún momento en el futuro miraré todo esto y me encogeré y pensaré: “ese es Bill mostrando sus tripas a todo aquél que quiera verlas”. Pero aunque para entonces ya me encuentre bastante alejado de este momento, esta obra se las seguirá enseñando a todo el mundo.”

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