martes, 19 de noviembre de 2013

COMENTARIOS SOBRE CRUMB 25: B. N. DUNCAN

Varios autores ofrecen sus impresiones sobre Robert Crumb y su trabajo. Artículo aparecido en Blab nº3 (1988). Traducido por Frog2000. 

1. JAXON
2. KIM DEITCH
3. JOHN THOMPSON
5. JOEL BECK
6. TRINA ROBBINS
7. HARVEY PEKAR
8. ACE BACKWORDS 
9. SAVAGE PENCIL
10. TOM VEITCH
11. SPAIN RODRIGUEZ 
12. JOSH ALAN FRIEDMAN
13. BETO HERNANDEZ
14. GEORGE HANSEN 
15. DON DONAHUE 
16. BOB BURDEN
17. JUSTIN GREEN
18. DANIEL CLOWES
19. LESLIE CABARGA
20. CHESTER BROWN
21. RICHARD SALA
22. REVERENDO IVAN STANG
23. RALPH STEADMAN
24-JAY LYNCH

25. BRUCE N. DUNCAN 


[Activista del underground de Berkley (California) desde los sesenta, el fallecido (2009) historietista y editor publicó en Weirdo, Daily Gazette o Raw. Sus historietas de apariencia cruda y enérgica fueron descritas en el Comics Reader por Peter Bagge de la siguiente forma: "Su trabajo trataba por completo acerca de sus obsesiones, específicamente sobre el sexo sado-masoquista, pero también era capaz de filosofar compulsivamente y era un crítico de arte. Siempre estaba perorando (tanto en persona, pero especialmente a través del correo y de forma impresa) sobre lo que le llamaba la atención. Especialmente mediante el medio del cómic, aunque no sólo se limitaba al mismo. Muchos encontraban su trabajo de inspiración S&M de mal gusto (por lo general, la gente se ponía muy tensa con ese tipo de cosas en los ochenta... especialmente las mujeres, que encontraban esas imágenes mucho más amenazantes de lo que se hace en la actualidad, en donde los adornos bondage y disciplinarios se han convertido en accesorios comunes de la moda), y su tosco estilo de dibujo tampoco ayudaba demasiado a que su trabajo fuese más apreciado por la gente. Aún así, me parece que sus dibujos tenían un extraño encanto, además era un buen escritor de gags, incluso aunque esas "bromas" casi siempre fuesen meras proyecciones de sus propios caprichos y obsesiones". Tom Spurgeon también daba un repaso a su vida tras su fallecimiento.] 
De acuerdo con sus seguidores, creo que Robert Crumb ha hecho maravillas por el cómic como medio creativo. En lugar de ofrecer diversión y escapismo, sus cómics suelen dar indicios sobre la angustia y alienación como parte de los mayores problemas que sufre el mundo del Siglo XXl, al igual que hizo Picasso con sus cuadros o Céline con su libro "Journey to the End of the Night" [Viaje al fin de la noche, 1932]. Como historietista, Crumb retrata la crisis de personalidad de la sociedad moderna, completando el cuadro con sus pataleos y fallas espirituales y morales. En la mayoría de su obra este proceder se refleja usando personajes "animales" como vehículos de sus ensayos satíricos o propuestas para sus cómics, porque los sesenta y setenta fueron un período de plenitud para este tipo de tiras.

R. Crumb dio grandes pasos al utilizar en sus cómics estructuras libres, usando el medio sin una forma arquitectónica definida con la intención de permitirse incluir originalidad, significados frescos y una expresión creativa impactante. Crumb ha demostrado que si quiere, "la tira de cómic" puede dejar atrás sus argumentos estandarizados, sus personajes de continuará y sus historias y situaciones producidas en cadena en favor de temas y asuntos de mayor validez. Ha demostrado con profundidad artística y de forma muy interesante, y refiriéndose a la vida real, que los cómics pueden ser atractivos y funcionar como vehículos de representaciones sociológicas y autobiográficas, así como también pueden contener historias naturalistas y una narrativa bien documentada.

Una de las revoluciones que los seguidores de los cómics le atribuyen a Crumb es el uso crudo del sexo como uno de los aspectos más importantes de la vida. El Crumb de los ochenta ha dirigido directamente su obra hacia la narración autobiográfica a través del cómic, de la misma forma que el innovador novelista Henry Miller lo hizo en la literatura, mostrando libremente el retrato sin embellecer de su vida sexual y de otras cuántas tendencias de su existencia. Para Crumb la relación entre hombre y mujer es un característica fundamental de la vida, lo mismo que ocurría con el novelista D.H. Lawrence. La incapacidad de Crumb para "renunciar" al sexo tiene cierta similitud con la del novelista y ensayista satírico Aldous Huxley, otro espíritu creativo con una frecuente obsesión por el sexo. Como Huxley, otro manojo de nervios, Crumb encuentra que la realidad primordial del sexo es perturbadora, no sólo algo placentero. El propio uso que hace Crumb de sí mismo como personaje defiende la aceptación y la comprensión de los hombres "nervudos", frágiles e introvertidos que William H. Sheldon, un psicólogo visionario de una generación anterior a la de Crumb identificaba y etiquetaba como hombres "cerebrotónicos". Cada uno con su respectiva voz, tanto Sheldon como Crumb hablan de que es mejor defender a estos hombres cerebrotónicos como otra variedad de personas igualmente cualificadas en una sociedad más agresiva y competitiva. William H. Sheldon mantenía que mientras que los hombres cerebrotónicos son incapaces de realizar correctamente un montón de las cosas rutinarias del día a día, cierta cantidad de estas personas sensibles, profundas e intensas pueden hacer brillantes contribuciones creativas que benefician a la sociedad y a la vida, y los cómics de Crumb ilustran perfectamente las observaciones de Sheldon.

En el innovador movimiento de los cómics alternativos y underground, creo que la obra de R. Crumb ha alcanzado un amplio rango de logros, yendo incluso más lejos gracias a su combinación de intensidad y claridad.

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