lunes, 13 de julio de 2015

ENTREVISTA CON KEIJI NAKAZAWA (PIES DESCALZOS), 2003. Parte 1 de 5.

ENTREVISTA CON KEIJI NAKAZAWA EN THE COMICS JOURNAL Nº 256, OCTUBRE DE 2003. Parte 1 de 5. Traducida por Frog2000.

Keiji Nakazawa nació en Hiroshima en 1939 y acababa de cumplir seis años cuando arrojaron la bomba en su localidad. Aunque se encontraba a tan sólo una milla de distancia de la zona del impacto, sobrevivió milagrosamente con heridas mínimas, pero perdió a su padre, a su hermano y a su hermana en el consiguiente holocausto. Creciendo entre la devastación y la pobreza en un Hiroshima post-guerra, encontró consuelo en los manga de Osamu Tezuka. Inspirándose también en su padre fallecido, que había sido artista, mostró talento para el dibujo a una edad muy temprana. Después de dejar la escuela para trabajar como pintor de señales, empezó a entregar algunos “cartoons” a revistas de manga, hasta que finalmente se mudó a Tokyo para proseguir su carrera como dibujante a tiempo completo. En Tokyo dibujó mangas de deporte y aventuras durante varios años hasta que un editor iluminado le instó para que escribiese y dibujase acerca de su propia experiencia como superviviente de la bomba atómica. El resultado fueron cincuenta páginas autobiográficas en forma de cómic, "Ore wa Mita" (I Saw It), donde se describía el bombardeo y sus consecuencias con un detalle gráfico desgarrador. El trabajo inspiró al editor de Nakazawa a darle su propio espacio para que crease una épica novela gráfica que se convertiría en el trabajo de su vida, "Hadashi no Gen" [Barefoot Gen, "Pies Descalzos", obra publicada por Mondadori].

Protagonizado por un joven, Gen Nakaoka, que está diseñado con el propio autor como molde, Gen es el recuento único y algo novelado de la vida del propio Nakazawa en Hiroshima durante la época de la guerra, antes, durante y después del bombardeo. Fue serializado entre 1972 y 1973 en la exitosa revista semanal para chicos Shonen Jump, y luego recogida de forma antológica en cuatro volúmenes, convirtiéndose en todo un éxito entre los lectores jóvenes, sus padres, así como entre los profesores. Finalmente Gen llenaría diez tomos con la crónica de su mundo de posguerra en el que Nakazawa estuvo viviendo hasta la muerte por leucemia de su madre en 1966.

En 1976, un grupo de jóvenes japoneses activistas por la paz acudieron a una marcha a Estados Unidos que formaba parte del Transcontinental Walk for Peace & Social Justice de ese año. Durante los actos les preguntaban bastante frecuentemente acerca del bombardeo de Hiroshima, y uno de ellos se acordó de que llevaba una copia de “Hadashi no Gen” en la mochila. Los americanos que estaban en la marcha se quedaron anonadados de que alguien hubiese escrito un cómic sobre el holocausto nuclear, y les rogaron a sus amigos japoneses que lo tradujeran al inglés. Después de regresar a Japón, varios de los activistas formaron el Proyecto Gen, un grupo sin ánimo de lucro y voluntario para convertirlo enrealidad.
En 1977 me topé con "Project Gen" casi por casualidad. Acababa de llegar a Tokyo para estudiar música japonesa y allí conocí a unos hippies que vivían en una comuna cerca de mi apartamento. Me instaron a que me pasara por su casa y les echase una mano en algún tipo de proyecto de traducción en el que estaban ocupados. Un día me presenté en su casa y descubrí una habitación repleta de jóvenes japoneses y americanos entintando febrilmente letras en inglés sobre bocadillos blanqueados en las fotos de las páginas completas del primer tomo de Gen. Solo tuve que leer un poco de la historia para convencerme de que era un proyecto que iba más allá del voluntariado, y desde entonces también me involucré en la traducción y publicación de Gen.

Además, a lo largo de estos años he tenido la oportunidad de conocer bien a Keiji Nakazawa. (E incluso le enseñé inglés a su hija cuando estaba en el Instituto.) Es un hombre decidido, terco y de buen corazón que parece notablemente poco traumatizado por las irreproducibles experiencias de su infancia. Lo más llamativo es la pasión con la que habla sobre la necesidad de que la gente de todo el mundo conozca el horror y la injusticia de la guerra. Sin embargo, también pude sentir su rabia, articulada con calma, aunque también diluida por el paso del tiempo, contra los que perpetran tales horrores contra civiles inocentes.

Retirado ahora de la creación de manga, Nakazawa vive con su esposa en la zona residencial de Tokyo, pero sigue pasando mucho tiempo al año en su pueblo natal. Su más reciente proyecto ha sido una película con actores reales que ha escrito y dirigido sobre los niños que crecieron en Hiroshima después de la guerra. Actualmente está trabajando en otra obra fílmica.

Finalmente “Project Gen” llegó a traducir al inglés cuatro tomos de Barefoot Gen, uno o más de los que a continuación han sido publicados al francés, alemán, italiano, portugués, sueco, noruego, ruso, coreano, indonesio, tagalo y esperanto. La traducción de los diez volúmenes sigue actualmente en proceso. Gen también se ha convertido en una trilogía en imagen real, una película de animación, una ópera y un musical que fue estrenado en Nueva York, siendo aplaudido por la crítica.

—Alan Gleason

[Esta entrevista se llevó a cabo en dos sesiones diferentes, una en persona el 11 de enero de 2003, y otra a través de conversación telefónica el 28 de marzo del mismo año. La entrevista fue transcrita y traducida por el señor Gleason, que la copió y editó con la ayuda de Milo George. Todas las imágenes son propiedad de Keiji Nakazawa.)

NOTA DEL TRADUCTOR: esta traducción al castellano está realizada sin ánimo de lucro y con enorme alegría porque tengamos la oportunidad de volver a leer esta obra en nuestro idioma. La anterior edición fue en 2002 por parte de Otakuland, en siete volúmenes y con el título de Hiroshima. Por supuesto, está completamente agotada.
ALAN GLEASON: Entre el manga que se ha traducido al inglés, "Pies Descalzos" (Barefoot Gen) destaca por varios motivos. No solo porque sea el primer manga extenso traducido a dicho idioma (en 1978), sino porque su importante temática ha atraído la atención de lectores y críticos de fuera del medio del cómic. Los lectores saben que Gen es primordialmente biográfico y que se basa en tus propias experiencias mientras crecías en Hiroshima en tiempos de guerra y durante la posguerra, además de tu experiencia directa con la bomba atómica. ¿Puedes hablarnos sobre cómo era tu infancia antes de la bomba?

KEIJI NAKAZAWA: Nací en Hiroshima en 1939, a menos de una milla del epicentro de la bomba. Era el cuarto de cinco hijos. Mis primeros recuerdos tienen mucho que ver con que estábamos en mitad de la guerra. No teníamos comida suficiente: recuerdo que siempre estábamos hambrientos, siempre estábamos buscando comida.

GLEASON: ¿Así que tus primeros recuerdos son de una época en guerra?

NAKAZAWA: Fue hacia el final de la Guerra. Estábamos hambrientos, las incursiones de la aviación eran lo cotidiano, nos escondíamos en los refugios. Esa era nuestra vida cotidiana.

GLEASON: ¿Te parecía normal entonces?

NAKAZAWA: De niño pensaba que era normal. No recuerdo sentir miedo, no conocía una vida diferente.

GLEASON: A pesar de la Guerra, ¿erais chicos que vivían normalmente, solíais jugar y divertiros?

NAKAZAWA: Sólo éramos chicos normales. Jugábamos a juegos basados en la Guerra, Japón contra el Enemigo. ¡Más o menos es lo que hacíamos durante todo el santo día!

GLEASON: ¿Cuál era la ocupación de tu padre durante la guerra?

NAKAZAWA: Era artista, un verdadero excéntrico. Cuando era joven se había marchado a Kyoto y había estudiado trabajo con laca y Nihonga (pintura tradicional japonesa en la que se usan pigmentos naturales). También pertenecía a una compañía de teatro underground, donde también estaban los actores Osamu Takizawa y Eitaro Ozawa. Se inventaron un montón de obras de drama contemporáneo.

Si te cogían durante la Guerra haciendo obras subversivas como esas, te podían arrestar. Bueno, ellos eran partícipes del movimiento en contra de la Guerra y por eso arrestaron a toda la troupe. Cogieron a mi padre y lo encerraron en prisión durante un año y medio. Cuando nos preguntaban dónde estaba, mi madre mentía y decía que se había alistado en el Ejército. Lo encerraron en la prisión de la prefectura de Hiroshima. Aparentemente también lo torturaron.
GLEASON: De niño, ¿qué pensabas de la policía, del Gobierno, de los militares?

NAKAZAWA: Mi padre siempre decía que la Guerra era un error, que estaba seguro de que Japón iba a perder y que quizá entonces y solo entonces, al país le iría mejor. Fue una de las personas que hicieron que cambiase mi punto de vista sobre la Guerra.

GLEASON: ¿Hizo eso que te metieras en problemas en la escuela o con el resto de chicos? ¿Te dabas cuenta de que tus puntos de vista eran diferentes del de otras personas?

NAKAZAWA: Estaba en primer curso, así que todavía no era capaz de juzgar nada, pero pude darme cuenta de que mi padre pensaba de forma diferente que cualquiera sobre la Guerra. Puede que me sintiese un poco orgulloso.

GLEASON: ¿Por qué tu padre se posicionó en contra de la Guerra?

NAKAZAWA: Supongo que le influyeron sus amigos y colegas. Cuando estuvo en Kyoto, un montón de sus amigos eran gente de izquierdas que se oponía a la Guerra. Mi madre se preocupó terriblemente al escucharlo criticar al Emperador. Mi padre decía que el sistema imperial era peligroso, y que había dado lugar a la creación de la institución militar que nos estaba arrastrando hacia la Guerra. Solía decir: "¡Abajo el sistema imperial!"

GLEASON: ¿Y eso le preocupaba a tu madre?

NAKAZAWA: Oh, si. Mi madre intentó que sus puntos de vista no se conocieran en el vecindario. Hasta después del conflicto nunca pude entender lo radicales que eran sus opiniones. 
GLEASON: Así que no entendiste su punto de vista hasta que fuiste un poco más mayor.

NAKAZAWA: Si, puede que me dijese: “¡así que es de esto de lo que hablaba siempre mi padre!” En su momento no lo entendía.

GLEASON: ¿Crees que el hecho de vivir en el Hiroshima de posguerra hizo que te calasen más los puntos de vista de tu padre sobre la Guerra?

NAKAZAWA: No, todavía era un niño. No era capaz de pensar tan profundamente en esas cosas. Pero puede que pensara algo en plan: “tal y como decía mi padre, todo esto debe ser un error del Emperador. Que no tengamos suficiente comida y que tengamos que buscarla cada día debe ser un fallo del sistema imperial.” Es lo primero que aprendí de él.

También tenía un tío, el hermano de mi madre, que se llamaba Miyake Yoshio, y que era oficial en un submarino de la Armada. Participó en el ataque a Pearl Harbor. Cuando acabó la guerra vino a nuestra casa y me dijo: “tu padre estaba en lo cierto.” Me dijo que en su momento estaba listo para ir a la guerra y morir por el Emperador. Justo antes de embarcarse para ir a Pearl Harbor, vino a ver a mi padre. Estuvieron hablando, pensando que era la última vez que se verían. Pero justo cuando el ataque estaba a punto de empezar, su submarino golpeó contra algo en el fondo del mar y se quedó averiado. Finalmente consiguieron arreglarlo, pero cuando salieron a la superficie el ataque había terminado. Después de la Guerra vino a vernos y nos contó lo que había hablado con mi padre antes de que él partiese hacia Pearl Harbor. “¿Crees que Japón puede ganar esta guerra? Eso es absurdo. Estoy seguro de que perderemos. Vuelve con vida. No te hagas matar por ningún motivo. ¡Abajo con el sistema imperial!”

Cuando lo escuchó, mi tío me dijo que casi se le paró el corazón. Pero Japón perdió, exactamente como había predicho mi padre. Eso es lo que mi tío quería decir cuando me comunicó que mi padre tenía razón. Así fue como me crió mi padre hasta el 6 de agosto 1945.

GLEASON: Cuéntame qué es lo que ocurrió ese día.

(Continuará)

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