lunes, 26 de febrero de 2018

THE PLEASURE FUCKERS - LOUD, LUBED & LIVE

The Pleasure Fuckers ‎- Loud, Lubed & Live
(Imposible Records, 1989)

A1-Pain

A2-Slumlord
A3-No More Of My Love
A4-(My Baby Stole) Satan's Wheels
A5-Sleeping In The Morning
B1-Pleasure Fuckers
B2-Amanda
B3/B4/5 (same track) The Saint/ I Wanna Be Your Dog/ Hang Up

AQUI.


Reseña llena de pullas de Dr. Rawk del "Loud, Lubed and Live" (Imposible-Record Runner) de The Pleasure Fuckers en Ruta 66 número 43 (1989).

"Cuesta hacerse a la idea. Todos conocemos las cualidades explosivas de Don Enrique Vitoria, alias Kike Turmix, como pinchadiscos machaca-tímpanos de la noche madrileña. También sabemos de su peso específico, nunca mejor dicho, como virus letal enquistado en el oportunismo centralista de la escena musical de Madriz y alrededores. Y hemos presenciado más de una actuación espontánea, como invitado o no de otros grupos (¿víctimas?), en la que el amigo Kike ha ejercido de tonel-de-güisqui-segoviano vociferante ante un público pasmado por lo rotundo de su humanidad. Pero, la verdad, descubrirlo al frente de uno de los más cacareados nuevos grupos de la capital, bueno, hace que uno se estremezca aterrado ante la perspectiva de tener que asistir desde primera fila a la carrera de Turmix como estrella del hard-rock underground nacional. 

Es del dominio público que Vitoria no es Luciano Pavarotti. Como es natural, ha preferido alistarse en la legión extranjera formada por los cien mil hijos de Rob Younger. Y lo cierto es que la banda que le acompaña (¿o es a la inversa?) dispone del voltaje necesario como para sostenerle de aquí a Detroit. Mike, Nora, José y Miguel Angel, los Folladores Por Placer, escupen una bola de fuego imparable sobre la que el campeón de los pesos pesados puede acometer mil y una atrocidades vocales al tiempo que se deja llevar por su conocida glotonería musical. No vale la pena reseñar títulos concretos, sólo adelantaré que la mayor parte de su primer LP son temas propios (salvo el ya sobadísimo "I wanna be your dog" de Iggy y un par de versiones más). Y que, sin ser Rob Tyner ni Bon Scott, Kike por lo menos da la cara. Que es mucha. 

Los Pleasure Fuckers me parecen un grupo más anecdótico que esencial, de directo más que de disco, de ponerse hasta el culo de speed y cerveza. Pero, tomado como otro eslabón más en la carrera de Turmix para aniquilar el babosismo remanente de la escena rock nacional, tiene sentido. Déjate aplastar por ellos."

lunes, 19 de febrero de 2018

ENTREVISTA CON DEBBIE DRECHSLER EN THE COMICS JOURNAL (PARTE 9 de 9)

Entrevista con Debbie Drechsler en The Comics Journal nº 249, 2002. Traducida por Frog2000. Parte 1parte 2parte 3parte 4parte 5parte 6parte 7, parte 8.

ENFERMAR

GROTH: Una vez afirmaste: "Ponerme enferma y hacer cómics está completamente vinculado a quién soy".

DRECHSLER: Supongo que lo que une ambas cosas es que en una ocasión no fui capaz de encontrar la pintura gouache que solía usar siempre.

GROTH: ¿Puedes decirme qué te pasó? Sé que de repente te volviste alérgica a todo tipo de cosas. ¿Cuándo te empezó a ocurrir? ¿Fue a finales de los ochenta?

DRECHSLER: Sí. Me mudé de San Francisco al campo para entrar en comunión con la naturaleza. Empecé a vivir en una pequeña casita reformada que habían cubierto con una alfombra de pared a pared. Estaba rodeada de huertos llenos de manzanos que solían regar todo el tiempo. Para ser justa, antes también estuve sufriendo algunos problemas alérgicos. Incluso de niña. Recuerdo que me pasaron algunas cosas que ahora sé que eran reacciones químicas. Estoy segura de que las sufría de pequeña. Sencillamente, cuando llegué a esa casita las cosas se pusieron peor. Me llevó un tiempo darme cuenta, porque el primer síntoma fue que dejé de dormir. Así que me pasé dos años sin dormir más de tres horas por la noche. En ese momento acudía a terapia, que se centraba más en el incesto, y mi terapeuta me decía: "Oh, no, esto es lo que te está pasando en realidad, bla, bla, bla". Así que me dije: "Ok, así que esto es lo que ocurre cuando vives algo así". En ese momento todavía no había enfermado demasiado.

De todos modos, empecé a investigar qué me ocurría y descubrí que probablemente estaba reaccionando a la casa de una forma negativa, así que me mudé a otra y empecé a dormir de nuevo... Pero para entonces el daño ya estaba hecho, así que empecé a sufrir reacciones por culpa de todo tipo de cosas locas y descabelladas.

GROTH: ¿Sabes qué es lo que provocaba reacciones tan fuertes?

DRECHSLER: Nadie sabe nada sobre esta enfermedad, así que no te puedo responder. Hay más gente que ha estado viviendo en esa cabaña y que nunca ha llegado a enfermar, así que, ¿quién sabe? Todos tienen su propia teoría, pero ninguno ha podido probarla, por lo que es difícil de decir.

GROTH: Pero era bastante duro, ¿no?

DRECHSLER: Es muy duro. No puedo ir a ningún lado, no puedo viajar en absoluto. Mi casa tiene que estar limpia. Tuvimos que quitar todo el papel de la pared, porque tenía fungicidas y otras cosas. Tenemos que usar pinturas especiales. Tampoco puedo tener muchas cosas en la casa. La semana pasada fui al dentista y dos días después me puse enferma por culpa de la lidocaína [novocaína]. Además, el simple hecho de estar en una oficina me puede hacer enfermar. Así que tienes que ir pensando en todo con antelación. Ir al dentista ya no es algo sencillo en plan: "Ok, iré al dentista durante una hora". Tienes que calcular bien los horarios y  todo lo demás.
GROTH: Tu y yo nos conocimos en Oakland, y me acuerdo que tenías buen aspecto.

DRECHSLER: Estuve bien mientras estuvimos reunidos. Enfermé al día siguiente, pero esa es una de esas bendiciones-maldiciones de todo esto, porque generalmente no suelo enfermar cuando estoy en un lugar tóxico. No enfermo hasta más tarde.

Además, entonces estaba atravesando por un período muy bueno en el que pude hacer muchas cosas, pero te aseguro que no sé por qué me está ocurriendo esto. Me refiero a que ahora estoy pasando por una mala racha en la que simplemente enfermo conque alguien me mire con los ojos entrecerrados. Es impredecible. En definitiva, paso por rachas buenas y malas.

GROTH: Parece que quedarte prisionera en tu hogar es beneficioso para tu obra artística.

DRECHSLER: Ah, sí. La verdad es que trabajo un montón. Aunque lo peor de todo es que una de las cosas de las que me he dado cuenta es que no hay forma de que pueda escribir sobre el presente, a menos que escriba sobre mi enfermedad, porque no tengo la paciencia suficiente. Tampoco tengo fuerzas como para salir y empezar a hacer cosas. Mi conexión actual con la cultura pop se limita a la radio, la televisión y a mi vecindario. Pero como no salgo ni hago gran cosa, es como si estuviese perdiendo contacto con todo eso.

Me fastidia mucho no poder salir con la gente. Aunque me gusta estar sola, es algo que me encanta, también me gusta mucho socializar. No me importa no estar en sintonía con la cultura pop, pero estoy segura de que no me gustaría dejar de relacionarme con la gente. Esto te hace perder amigos, para la gente es difícil conectar contigo cuando juntarse contigo es tan complicado. Tengo algunos amigos para los que no lo es tanto, porque para empezar son bastante naturales, por lo que su estilo de vida coincide con lo que necesito. Pero si otras personas quieren reunirse conmigo tienen que esforzarse mucho, y si luego enfermo cuando estoy con ellos, me quedo muy angustiada, porque se sienten culpables. Así que estoy perdiendo el contacto con mucha gente. No me parece mal. Pero se me hace difícil no ser capaz de tener amigos como solía tener.
GROTH: ¿Crees que esta condición va a ser permanente?

DRECHSLER: ¡Por supuesto que espero que no! Por otro lado, no he mejorado mucho. Es algo que sufro desde los 12 años. Es bastante alarmante. Por otro lado, tengo mucha suerte, porque soy muy adaptable y me gusta pasar mucho tiempo sola, me pongo a trabajar o lo que sea. Me encantaría que mañana alguien me anunciase que por fin han encontraron la cura y que ha sido muy sencillo descubrirla.
SOAP

GROTH: No eres muy fan de los cómics. Tampoco sueles investigarlos con atención o te compras lo que va saliendo o tienes tu panteón personal de artistas, etc. Por otro lado, te encanta lo que es capaz de lograr y la elocuencia de este arte. Supongo que me gustaría saber cómo encajas esas dos actitudes, porque en realidad, cuando alguien piensa en los cómics como forma de arte tan en serio como lo haces tú suele ser muy obsesivo al respecto.

DRECHSLER: También yo he intentado reconciliar ambas posturas. No sé. Cuando hablo con gente, especialmente con hombres, que participan en el mundillo de los cómics, me doy cuenta de que para ellos es diferente. En cierto modo, para ellos es el cómic por el cómic. No quiero decir un cliché en plan "es algo que me ha pasado con todos los hombres con los que he hablado" o algo así, pero me parece que la tendencia es la de que como han estado dedicando toda su vida a los cómics, por eso están metidos tan profundamente. Mientras que en mi caso se ha convertido en un medio que se adapta completamente a mi sensibilidad y eso es todo. Estoy muy interesada en lo que hacen otros con el medio, pero no tengo ese tipo de devoción en plan "esta es LA forma de arte definitiva". Es magnífica y la amo totalmente, y estoy feliz de que exista, pero para mí es algo muy diferente.

GROTH: Porque no te sientas y empiezas a teorizar al respecto. [Risas.]

DRECHSLER: No, la verdad es que no. De vez en cuando me leo algún foro o algo en el The Comics Journal que me deja atónita. En cierto modo, me recuerda a cuando intentaba ser una buena artista y la gente se sentaba y hablaba ad nauseum sobre el significado de la pintura y todo ese tipo de cosas. Sencillamente no me gusta que se haga en ningún medio.

GROTH: ¿Es que ahorras esa especie de pasión obsesiva para otra cosa?

DRECHSLER: Hmmm.

GROTH: ¿O es tu actitud habitual con todo en general?

DRECHSLER: He sufrido mis obsesiones, pero aparecen y desaparecen. Puede que me ponga obsesiva con algunas cosas, pero luego se me pasa.

GROTH: Obsesiones transitorias.

DRECHSLER: Supongo. Estoy intentando pensar en algo por lo que haya estado obsesionada durante mucho tiempo. Probablemente lo que más me haya obsesionado nunca sean las ideas. Supongo que para algunas personas los cómics son una idea. Bueno, ciertamente mi punto de vista feminista me obsesionó un montón. Más tarde se amplió para pasar a convertirse en una obsesión por los Derechos Humanos. Me obsesionan mucho esas cosas, nuestro loco país y su forma de funcionar. Eso es lo que más me obsesiona.

GROTH: ¿Te gusta mucho alguna cosa actual?

DRECHSLER: He de admitir que estoy extremadamente obsesionada con Buffy the Vampire Slayer, el programa de televisión. [Risas.] Pero quizá sea mejor no decirlo en voz alta, ¿no?

GROTH: [Risas]. Tienes razón. Alguna vez has comentado tu amor por las telenovelas. Eres fan del género.
DRECHSLER: Tampoco es que sea lo único que veo. Ahora estoy viendo Days of Our Lives [1965]. Pero las telenovelas ya no me parecen tan atractivas, porque como la televisión tiene tantos canales alternativos, hay un montón de buenas series para ver. Todavía me gusta mucho el formato.

GROTH: Es que me parece extraño, porque desde mi punto de vista tus cómics son muy certeros, lo más sinceros posible. No me refiero necesariamente al aspecto autobiográfico, sino al componente estético. Las telenovelas me parecen exactamente lo opuesto: en esencia, parece como si lo falsificasen todo.

DRECHSLER: Creo que lo que me gusta de las telenovelas es solo la forma: suelen ser una historia continuada. También me gusta mucho, y creo que lo uso en mis historias, ese momento decisivo. Obviamente, no puedes hacerlo demasiado en la soap opera, pero adoro el momento en el que la trama te está conduciendo hacia algo y te va preparando para todo ese gran alboroto que se va a producir al final, ¡así que mañana tengo que volver a por más! Me encanta la continuidad de los personajes, lo que me lleva a preguntarme por qué me gustaría dejar mi personaje de Lily. Lo estoy pensando mientras estoy hablando contigo, pero es que me gusta mucho. También me gusta la serie televisiva de Buffy, me parece increíble. Creo que muchas de sus raíces están en los cómics. Me encanta que llegues a convivir con estos personajes. Me encantan las películas, pero en los últimos diez o quince años me ha empezado a gustar mucho más el personaje de una serie porque se puede desarrollar más que en una película. Me encanta. Y aunque mucho menos, también en las soap operas suelen potenciar mucho a los personajes. Creo que lo más me gusta de las soap es que parece como si estos personajes siempre fuesen a estar junto a ti. Aunque los interpreten actores diferentes, "La parte de fulano está siendo interpretada por..." Ya sabes, también tienes que tragarte algunos pequeños anuncios.

GROTH: Eso es lo que hace que las soap sean tan confortables, siempre puedes regresar a ellas, y siempre podrás ver a todos estos personajes seguir y seguir y seguir con su vida. Pero en tu caso, gran parte de tu trabajo se basa en la incomodidad.

DRECHSLER: Bueno, tendría que analizarlo. No puedo explicar por qué me gustan las soap y cómo es que se pueden relacionar con mi trabajo. Pero te aseguro que es cierto.

GROTH: Tengo que decirte que los cliffhangers son bastante patéticos como tal.

DRECHSLER: ¿Lo son? Oh, me parece bien.

GROTH: Son demasiado sutiles como para que sirvan como tal.

DRECHSLER: Oh.
GROTH: Apenas son cliffhangers en el sentido melodramático aceptado. No son como si alguien descubriese de repente que tiene cáncer.


DRECHSLER: Sí, lo sé. Pero creo que todavía quiero seguir usándolos, en el sentido de que mis historias son más discretas, pero tú las sigues, lees la historia y al final sucede algo que te hace desear leer el próximo episodio. De acuerdo, tampoco es que se produzca un gran suspense dramático, pero, ¿es que hay alguna ley en contra de poder utilizar un cliffhanger?

GROTH: No, no.

DRECHSLER: Y tal vez es que no soy buena haciéndolos. Me refiero a, ya sabes, que me lo voy a trabajar más.

GROTH: No, lo que intento decir es que si fueses mejor haciéndolos, puede que tu obra fuese más pobre.

DRECHSLER: La mayoría de mis influencias no son de gente del cómic. Ahora me inspiran mucho más los cómics de otras personas, pero la mayoría de lo que más influye en mi trabajo son novelas, televisión, películas, así que es como... no sé. Ahora solo se me ocurren telenovelas que citar, quizá sea porque me siento más cómoda viéndolas, no lo sé. Simplemente es obvio que me gusta esa narración continuada, o si no, no me habría metido en los cómics. Creo que en ese sentido son bastante similares.

GROTH: ¿Hay alguna película sobre adolescentes, sobre el tipo de cosas que has explorado en Summer of Love que te haya gustado?

DRECHSLER: Me gustó mucho Ghost World, pero me gustó mucho más el libro. [Groth se ríe.] También un programa de televisión titulado My So-Called Life [Es mi vida], de mediados de los noventa, y Once & Again [Una vez más] de los mismos creadores. Gregory's Girl, Splendor In the Grass [Esplendor en la hierba], My Bodyguard [Mi guardaespaldas], Little Darlings [Faldas revoltosas], Valley Girl [La chica del valle]... ahí tienes un puñado de las cosas que me gustan.

GROTH: ¿Qué hay de "Diner" [1982]?

DRECHSLER: "Diner" se centraba demasiado en los chicos. En realidad, hay una película de los setenta que me encanta titulada "Girlfriends" [Las amigas], con Melanie Mayron. Bueno, en realidad no eran adolescentes. Las protagonistas acababan de salir del Instituto, por lo que no debería contar. Puede que te guste más otra película posterior que se titula "Ordinary People" [Gente corriente]. ¿La has visto?
GROTH: Claro, con Mary Tyler Moore, estaba dirigida por Robert Redford.

DRECHSLER: Es un referente, la verdad. Creo que esa película me impactó mucho. Oh, querido bebé, eres tú. John Sayles. Es una gran película. Siempre me ha gustado. Aunque no me identifico con la protagonista en absoluto. En la película se retrata una especie de post-adolescencia, pero aún así era una película para adolescentes que estaba muy bien hecha. También me gustan todas las películas para adolescentes de mierda. Me encantan. Bueno, las más recientes apestan, pero me gustan mucho las películas de John Hughes. Te aseguro que no tengo gusto alguno. Mi madre se ponía como loca, porque le hubiese gustado que yo fuese alguien verdaderamente intelectual, y ¿sabes?, no lo soy, así que me encantan todas esas películas. Molly Ringwald es genial.

GROTH: ¿Has visto una película titulada "Whatever" [Conflicto de juventud, 1998]?

DRECHSLER: No.

GROTH: Trata sobre una niña de 17 años que se está graduando en el instituto y no sabe lo que quiere hacer con su vida. La estrenaron hace tres años. Era el primer trabajo de la directora. Me parece una película brillante.

DRECHSLER: He visto "Welcome to the Dollhouse" [Bienvenido a la casa de muñecas, 1995], pero no me llegó demasiado. Todo el mundo decía que era fabulosa, pero...
FLIRTEANDO CON NUEVAS IDEAS

GROTH: No sé cuándo salió el último número de Nowhere, hará cerca de dos años.

DRECHSLER: Si, por lo menos.

GROTH: Y desde entonces no has vuelto a hacer ningún cómic. ¿Por qué?

DRECHSLER: Se han mezclado una serie de cosas y ni siquiera estoy segura de si las puedo enumerar todas. Creo que en parte ahora soy más consciente de que la gente se lee mis cosas, por lo que hacerlas resulta un poco más difícil. Antes pensaba: "Bueno, a quién le importa lo que piensen, voy a hacer lo que me de la gana". Ya no tengo la misma actitud. Otra cuestión es: ¿Realmente quiero continuar con Lily? Últimamente he estado escribiendo algo, o por lo menos lo he intentado. Se me han ido ocurriendo algunas ideas, pero hasta el momento ninguna de ellas me ha parecido lo suficientemente digna. También puedo quedarme a esperar ese momento en que la historia me atrape y se empiece a escribir a sí misma. Sé que suena simplista, pero es que no puedo coger y decir: "Ok, necesito una historia. Voy a escribirla pero ya". Eso no me funciona. En mi caso me siento y empiezo a escribir y espero que la historia me diga: "Ok, allá vamos". Pero todavía no ha sucedido.

GROTH: ¿Has coqueteado con muchas ideas?


DRECHSLER: No es que sean muchas, pero hay un par a las que las estoy dando vueltas.

FIN

viernes, 9 de febrero de 2018

ENTREVISTA CON DEBBIE DRECHSLER EN THE COMICS JOURNAL (PARTE 8 de 9)

Entrevista con Debbie Drechsler en The Comics Journal nº 249, 2002. Traducida por Frog2000. Parte 1parte 2parte 3parte 4parte 5parte 6, parte 7.

DIRIGIÉNDOSE HACIA NINGUNA PARTE EN EL VERANO DEL AMOR

Groth: Durante un año estuviste trabajando para el New York Press, aproximadamente en torno a 1990 o 1991. ¿Cómo surgió Nowhere?

Drechsler: Si mal no recuerdo, me tuve que tomar un descanso. Estuve con las cosas de New York Press y acabé un poco harta, así que me quedé un tiempo sin hacer nada. Creo que en esa época también me puse bastante enferma.

Groth: ¿Por qué dejaste de hacer la tira para el periódico?

Drechsler: Para mí, los cómics son el equivalente de un pintor que tiene otro trabajo y pinta los fines de semana. Los cómics son mi disciplina artística más pura, mi arte más especial. Cuando estás haciendo ilustración, tienes que cumplir con unas fechas extenuantes, así que como tienes que llegar a tiempo, debes tomar un montón de decisiones sobre tu obra artística que necesariamente no tienen por qué gustarte. Acabo de caer en la cuenta de que hacer esto en el cómic sindicado debe ser muy parecido, además te pagan menos. El caso es que me gusta la ilustración, pero dibujar de forma comercial hizo que cambiase mi percepción sobre el dibujo para siempre. Lo convierte en algo diferente. Existe una gran diferencia entre sentarte para hacer el dibujo que quieres dibujar y en el momento que te apetece hacerlo, y dibujar para unas personas que tienen ideas determinadas sobre lo que deberías dibujar y cómo y cuándo tienes que hacer la entrega. Así que era algo que no quería que le pasara a mis cómics. Yo quería que mis cómics fuesen míos. Y como obviamente era evidente que las posibilidades de que ganase algún dinero eran realmente escasas, me resultó difícil tener que elegir, aunque siempre había tenido otra forma de ganar dinero. Muchas de las cosas que hacía para el periódico me gustaban un montón, como la sección de correo o que muchas personas viesen mis cosas, pero el cronograma era agotador, y además ese pequeño formato resultó ser más limitado de lo que me hubiese gustado. No podía contar mis historias como me hubiese gustado hacerlo.
Groth: Mientras hacías la tira para el New York Press, ¿estuviste trabajando en algo más para poder llegar a fin de mes?

Drechsler: También dibujaba ilustración. Por las tiras solo me pagaban 30 dólares a la semana. ¡Es criminal! Tienes que conseguir publicar en muchos diarios para poder empezar a ganar una cantidad de dinero decente, y si quieres que te paguen por el copyright de autor tienes que empezar a publicar tu tira en un nuevo periódico. Pero si solo publicas en un periódico, con lo que ganas apenas puedes tomarte un café con leche por la mañana.

Groth: ¿Cómo lograste hacer malabares con los dos trabajos? ¿Tenías una especie de rutina?

Drechsler: Recuerdo que las cosas se pusieron un poco difíciles. En realidad, al principio no lo eran tanto, porque como ilustradora siempre estaba ocupada, aunque más tarde tuve algunos parones durante un tiempo. Eso sí, fue bastante fácil llenar esos espacios sin nada que hacer con los cómics. Pero lo que sucedió fue que los cómics empezaron a parecerme mucho más convincentes que la ilustración, y las cosas se pusieron peor. De hecho, empecé a relajarme más en mi trabajo como ilustradora y empecé a aferrarme y a pulir más mis cómics. Y luego caí enferma y dejé de hacer ilustración por un tiempo. Luego, Greg y yo nos juntamos y nos pusimos de acuerdo para que me intentase ganar la vida con los cómics.

Groth: ¡Oh, chica! ¿Es que eras tan optimista?

Drechsler: En realidad pensaba que nunca lo iba a conseguir, pero me dije: "De acuerdo, intentaré hacer cómics a tiempo completo y veremos qué pasa". De hecho, no me gusta estar haciendo cómics a tiempo completo. Como he dicho, dibujar cómics me parece realmente tedioso y me suelo aburrir. Cuando terminé las cosas de Daddy's Girl y empecé con Nowhere, ya no me parecía tan urgente. La narrativa era verdaderamente diferente. No estoy diciendo que me aburriese de contar historias, pero pasarse todo el día, todos los días, dibujando cómics, me parece aburrido. Simplemente no hay otra forma de decirlo. Es muy repetitivo.
Groth: ¿Necesitabas compaginarlo con la ilustración?

Drechsler: Es lo que hice. Mis ilustraciones son ligeras y más suaves y son como un antídoto muy bueno para mis cómics.

Groth: No he visto muchas de tus ilustraciones, pero de vez en cuando recibo tus tarjetas por correo. Por lo que he visto, el estilo de tus ilustraciones es completamente diferente.

Drechsler: Radicalmente diferente. Es como los dos lados de Debbie Drechsler.

Groth: ¿Crees que las dos disciplinas se retro-alimentan entre sí?

Drechsler: Sí. Antes de hacer cómic hacía ilustración. Cuando empecé a hacer ilustraciones eran mucho más oscuras. Pero empecé a dibujar con un tono más claro. En realidad, no era consciente de lo que estaba sucediendo. Creo que en gran parte, ese cambio tuvo que ver con cómo había estado viviendo mi vida durante tanto tiempo. Siempre he intentado tener una actitud positiva. De hecho, creo que hice un cómic que hablaba sobre el tema: "Hacer amigos", donde todos acuden a ver a la chica con problemas. Ella es nueva en la escuela y un día que está deprimida intenta que alguien la escuche y básicamente el chico que lo hace se cabrea con ella por atreverse a estar deprimida.

Groth: Has dicho que te gustaría llegar a un punto medio entre tu ilustración y tus cómics. Pero, ¿te gustaría hacerlo de verdad?

Drechsler: No lo sé. Puede que no. Tal vez solo quiera hacerlo en la vida real, donde no hay tanta diferencia entre mi personaje público y mi privacidad.

Groth: Bueno, parece que como ha hecho mucha gente antes, fuiste capaz de compaginar tu vida profesional en tu trabajo más comercial, donde tienes que ajustarte a ciertos estándares comerciales, y tu otro trabajo donde básicamente estás intentando contar la verdad lo mejor que puedes.

Drechsler: Sí.
Groth: No estoy tan seguro de que realmente quieras encontrar un término medio entre ambos trabajos, porque supongo que resultaría completamente insatisfactorio.

Drechsler: Sí, puede que tengas razón. Bueno, de hecho, sería muy agradable tener la suficiente libertad como para dejar escapar resquicios de felicidad en el cómic y una oscuridad lo más admisible posible en la ilustración. A veces creo que si alguna vez llego a hacer un cómic que rebose felicidad empezarán a abuchearme. Parece que el mundo del cómic tiene sus propias rígidas reglas, como que toda la vida es solo angustia y más angustia, pero al menos por mi experiencia, ese no es el caso. Me suelen ocurrir cosas que me llenan de felicidad, también algunas cosas angustiosas, a veces al mismo tiempo, a veces no.

Groth: Tu último tomo, "Summer of Love" es una recopilación de Nowhere. Está narrado de forma mucho más pausada que Daddy's Girl. Obviamente es menos incendiario. ¿Puede que fuese más fácil porque no te basaste en un tema tan complicado?

Drechsler: Bueno, en ese sentido fue más difícil. En otras palabras, tuve que esforzarme más para que se me ocurriese toda la historia. Pero me gustó poder contar la historia de una forma más pausada. Lo hizo mucho más sencillo. Fue agradable poder contar la historia en el espacio que quería hacerlo y con el suficiente tiempo.

Groth: Me parece que entre ambas obras diste un gran salto formal. Mientras que la estructura narrativa de Daddy's Girl lo convertía en una obra más compacta, cada viñeta saturada de significado, la historia de Summer of Love es estructuralmente mucho más expansiva. ¿Fue algo deliberado y cuidadosamente pensado?

Drechsler: Sé que me moría de ganas de hacer algo a un ritmo más pausado, sin tener que explicar punto por punto todo lo que sucedió, así que supongo que sí, se podrías decir de esa forma.
Groth: Cuando empezaste Nowhere, ¿tenías planeados ya los cinco números?

Drechsler: No, pero nunca volveré a trabajar como lo hice.

Groth: ¿Los escribiste uno tras otro?

Drechsler: Si, y fui rellenando todos estos pequeños agujeros de la trama que luego tenía que resolver en el siguiente número. Fue como una pesadilla.

Groth: ¿Es un cómic autobiográfico?

Drechsler: Es bastante autobiográfico. Supongo que depende de lo que estemos hablando. Ciertamente da la sensación de que es 1967, cuando estaba en... La verdad es que no pude tomar ninguna decisión definitiva. En uno de los números estoy en octavo curso y en otro estoy en noveno, pero creo que la idea general se entiende bastante bien.

Groth: Al leerlo tuve la impresión de que durante la mayor parte del cómic estabas en noveno curso.

Drechsler: Sí. Y en cuanto a la historia, uno de los muchachos de clase de la Elysian Fields se puso en contacto conmigo este año y recordó a la Debbie Drechsler con la que solía ir a la escuela, porque estaba seguro de que era yo. Fue muy divertido.

Groth: ¿Cuánto tuviste que reconstruir imaginativamente y cuánto tuviste que tirar de recuerdos? Supongo que habrá muchos detalles que tuviste que reconstruir, porque igual no los recordabas y supongo que intentaste más capturar un sentimiento que rememorar un momento específico.
Drechsler: ¿Te refieres a los detalles concretos de los hechos?

Groth: Sí, a captar la esencia en lugar de lo específico.

Drechsler: De hecho, hice toneladas de reconstrucción. De nuevo, lo encaré de la misma forma que siempre: empiezo con el germen de una idea, algo que recuerdo, y luego básicamente invento todo lo que no soy capaz de recordar. Para mí, esa es una de las cosas realmente divertidas de ponerte a hacer una obra autobiográfica que no es realmente autobiográfica. ¿A quién le importan los hechos? Pero las emociones y los sentimientos... eso es lo más difícil de recordar. Me esforcé mucho para recordar mi yo adolescente y cómo solíamos actuar y lo que sentíamos mis amigos y yo.

Groth: ¿Crees que es importante que la gente entienda que lo que está leyendo es autobiográfico? En mi caso no me parece tan importante.

Drechsler: Sí. También creo que no es tan importante. En un sentido estricto, no es un cómic autobiográfico. No sé dónde se podría trazar la línea. Es una de las razones por las que me gustaría dejar de escribir a Lily, porque me da un poco de miedo ponerme en su lugar. Puede que mucha gente me diga: "Sé que esto te pasó y es lo que tú viviste", y yo pienso: "En realidad no es así. Me lo he inventado".
Groth: ¿Alguna vez te has sentido bloqueada porque intentas hacer algo autobiográfico y preciso sobre tu vida tal y como la recuerdas, pero obviamente tienes que inventarte cosas y no crees que vayas a poder hacerlo?

Drechsler: Bueno, no fue hasta el final de Nowhere cuando me empecé a sentir bastante constreñida, justo cuando empecé a intentar pensar en una nueva historia en la que ponerme a trabajar. Parte del problema se debe a que me inventé muchas cosas o bien las había modificado, y si continuaba escribiendo autobiográficamente y trabajando con Lily, creo que las cosas podrían empezar a ponerse bastante difíciles. Sin embargo, hasta ahora he fracasado al intentar idear cosas que no sean autobiográficas, por lo que es posible que esa sea mi vocación, no estoy segura. Pero si continúo, podría meterme en problemas, porque si estás haciendo algo realmente autobiográfico, tampoco deberías tener que preocuparte tanto por meter algunos detalles inventados. Básicamente, las cosas sucedieron cuando sucedieron y tú tienes que narrarlas en consecuencia. En su lugar, yo he estado jugueteando con todo esto, lo que puede que no sea tan malo. El caso es que para mí, lo autobiográfico funciona muy bien como base para poder contar historias. Pero me resulta difícil crear nuevos personajes, así que no sé.

Groth: ¿Cómo hiciste para estirar tus piernas artísticas, por así decirlo, para Nowhere? Decidiste usar un formato más grande y más alargado, un ritmo más pausado, y así sucesivamente. ¿Crees que mientras estabas haciendo esta obra seguías aprendiendo?

Drechsler: Si te fijas en cada capítulo, verás cómo voy aprendiendo a cada paso. Especialmente si miras las entregas originales, porque las he toqueteado un poco para la recopilación. El dibujo cambia radicalmente de la primera a la última, y creo que la narración también lo hace.

Groth: Supongo que a lo largo de los cinco números la narración tampoco es que cambie demasiado. Utilizas una técnica concreta, que creo que es deliberada, de cinco viñetas por página donde una de las viñetas es del doble de tamaño de cualquier otra, generalmente en vertical. La usas a menudo, desde el primer número y no la varías hasta el último.

Drechsler: Lo hago así por mis estudios de diseño gráfico. Solo es un truco de composición. Como he estudiado diseño, me resulta muy fácil componer la página de esa forma, ni siquiera es algo en lo que me tenga que esforzar en pensar. Es como una segunda naturaleza.

Groth: Pero parte de la gramática de los cómics consiste en saber cuándo utilizar una viñeta silenciosa. Me parece que en tu caso lo entendiste enseguida. Es algo así como la síncopa en la música. Necesitas un ritmo determinado, y de nuevo, desde el primer número sabías cómo hacerlo.

Drechsler: Mientras estaba escribiendo la historia, el dibujo parecía salir solo. Creo que eso es más o menos lo que se puede ver al leer la obra. Cuando empiezo a escribir, sé cuándo hay que incluir o no palabras.
Groth: ¿Cómo describirías la transición estética de Daddy's Girl a Nowhere?

Drechsler: Es lo que requería la historia. Ni siquiera recuerdo haber experimentado mucho con el estilo. Obviamente, hice lo que ha quedado plasmado, pero todavía estaba intentando encontrar mi voz visual. Sabía que tenía que ser diferente, porque era una historia diferente.

Groth: Una de las facetas más importantes, una de las cosas que le otorga tanta verosimilitud a la historia, es que estos personajes adolescentes posan y gesticulan perfectamente. Si hubieses hecho una historia protagonizada por adultos, creo que el dibujo debería haber sido completamente diferente. ¿Estudiaste alguna figura adolescente en concreto?

Drechsler: Básicamente las que acababa de recordar. Tuve que trabajarme un poco esos dibujos. Sabía lo que quería dibujar y luego tuve que seguir dibujándolo y dibujándolo hasta conseguir lo que quería. Nunca he dibujado a partir de modelos.

Groth: En las figuras hay como como una especie de torpeza que no es una torpeza propia del dibujo.

Drechsler: Recuerdo que cuando era adolescente, era consciente de cada uno de mis movimientos. Así que simplemente los plasmé en el cómic. También recordaba más a los chicos. Obviamente, las posturas de un chico son diferentes de las de una chica, pero si eres una adolescente que está loca por los chicos, aunque fuese muy mala en todo eso de emparejarme, te fijas mucho en ellos. Intenté recordar qué aspecto tenían todos esos chicos.

Groth: ¿Hasta qué punto cada número o capítulo estaba escrito de antemano?

Drechsler: Fue muy parecido a como hice Daddy's Girl. Lo que hago es escribir una historia en primera persona. Normalmente suelo hacer algunos borradores. Puede que en el primero indique: "Dijo que no me quería", y luego lo expanda o lo comprima como lo considere oportuno, y mientras lo estoy haciendo, el tipo de imágenes y dibujos que tengo que empezar a dibujar se van haciendo cada vez más presentes. Luego empiezo con los guiones gráficos, básicamente para tener una idea de cómo voy a diseñar la página, qué va a aparecer en cada viñeta, qué diálogos irán incluidos. Luego paso a los bocetos, las líneas azules y más tarde al entintado.
Groth: Entonces, ¿creas el diálogo mientras estás dibujando?

Drechsler: No. Me invento los diálogos mientras estoy con los guiones gráficos. Bueno, en realidad empiezo a crearlo cuando estoy con los borradores, supongo que se le podría llamar el segundo y tercer borrador del guión. No finalizo el diálogo hasta estar muy cerca del final del proceso de guión y todavía lo sigo modificando mientras lo estoy dibujando. Muchas veces, el dibujo cambia el guión o el tamaño de las viñetas: "Oh, igual esto no queda tan bien, probemos esto otro". Ese tipo de cosas.

Groth: Alteraste el color y la elaboración del cómic para convertirlo en una novela gráfica.

Drechsler: Sí, aparentemente, a algunos no les ha sentado tan bien. Cuando empecé a trabajar en la obra, estaba tan cansada de escuchar bromas sobre que había que leerla con gafas 3-D que me dije: "Ok, voy a cambiar esos malditos colores". Entonces, lo que sucedió es que tuve tantos problemas con la impresión que no presté tanta atención a los colores como debería haberlo hecho, porque estaba muy ocupada vigilando el resto de mierda que estaba yendo mal. Entonces, cuando salió el tomo me dije: "Oh, debería haberme quedado con los colores originales". ¿Pero qué podía hacer? Ya estaba hecho. No es que odie los nuevos colores, pero no me gustan tanto como cuando decidí usarlos por primera vez. Creo que el verde azulado es muy brillante y el marrón y el verde evocan mucho mejor esa especie de sensación veraniega. Pero ya sabes, tomamos nuestras decisiones y tenemos que vivir con ellas.

Tampoco es que cambiase demasiado las páginas originales del cómic, en su mayoría solo revisé la primera parte: hice un esfuerzo por deshacerme del estigma en 3-D. Fue lo peor de ese número, y ​además creo que ​el dibujo no era tan fabuloso, así que intenté limpiarlo un poco. Tuve que volver a colorear la tercera parte porque la primera vez la había hecho en la resolución incorrecta. Solo volví a tocar lo que me parecía que estaba mal, porque odio revisar las cosas que ya he hecho.

Groth: Me temo que la gente todavía puede hacer bromas tridimensionales sobre el color.

Drechsler: Sí. Chris Oliveros me envió un enlace, creo que eran varios mensajes del foro del Comics Journal. Debía ser una especie de charla sobre el tomo donde estaban lloriqueando mucho sobre el color y haciendo bromas sobre el 3-D.

Groth: Por supuesto.
Drechsler: Supongo que estaré maldita. La gente se quejaba del marrón y el verde.

Groth: Para empezar, ¿por qué decidiste usar esos dos colores?

Drechsler: Yo no provengo del mundillo del cómic, sino del diseño. ¿Por qué simplemente voy a hacer algo en blanco y negro si se puede hacer con un par de colores? Pero lo que no tuve en cuenta, porque simplemente no formaba parte de este mundillo, es que la gente iba a pensar que el color era demasiado impuro: "¡Color! ¿En qué estabas pensando?" Así que fue como juntar los dos mundillos en una forma que no parecía tan grandiosa. Pero a la mayoría de la gente le gustó. Recibí cartas donde me decían: "La verdad es que cuando vi la obra recopilada en tomo, la odié un montón, pero ahora creo que funciona muy bien". Así que supongo que era una obra diferente de lo habitual y eso le molestaba mucho a algunas personas.

Groth: Supongo que aplicaste los colores por ordenador.

Drechsler: Más o menos. Los hice como si hicieses la técnica del rubylith por ordenador. En ese momento, Photoshop no era compatible con el color directo, que es lo que son esos colores, así que básicamente los hice en escala de grises y luego Ronald imprimió pequeñas muestras de los colores que había elegido.

Groth: ¿Dibujaste las áreas de color en el ordenador?

Drechsler: Sí, sobre todo porque ya no puedo utilizar rubylith, porque me parece demasiado tóxico.

(Finalizará)

NUEVA YORK EN EL DAREDEVIL DE FRANK MILLER

"Investigué mucho para hacer un buen trabajo. Si me pedían que dibujara una cascada, iba hasta una y la dibujaba. Esto es algo que a...