lunes, 16 de julio de 2018

ENTREVISTA CON PETER MILLIGAN EN THE COMICS JOURNAL (5 DE 5)

Entrevista de Nick Hasted a Peter Milligan publicada en The Comics Journal nº 206 (1998). Traducida por Frog2000. Parte 1parte 2parte 3, parte 4.

VOCES DE VERTIGO

HASTED: Enigma fue una de las primeras obras importantes que hiciste para DC. Obviamente, lo más importante del cómic era la voz narrativa con la que narrabas la historia.

MILLIGAN: Quería hacer referencia a los personajes y a la historia con una voz particular, y ​​también quería jugar un poco con la idea de algo que me parece un problema habitual de los cómics. A menudo, la voz en los cómics sugiere que el autor te está contando una historia, y casi trata de hacer creer que no hay imágenes de por medio. Es complicado, porque cuando lees un libro, usas palabras para que alguien te cuente la historia de esa forma. En una película tienes las imágenes como apoyo. En los cómics casi parece que tienes que hacer creer que hay algo que no está ahí, lo cual quise explorar más a fondo. En Enigma quería que la voz formase parte integral de lo que era el cómic, y finalmente terminó siendo más integral de lo que me imaginaba.

HASTED: Los temas de ese cómic se van expresando mediante el cínico tono omnisciente del narrador. Las aspiraciones humanas y su potencial se arrastran entre los huecos que deja esa voz alejada y despreciativa.

MILLIGAN: Lo cuál tiende a dificultar bastante las cosas, porque la voz no es agradable, y puede ser muy molesta. Lo hice deliberadamente de esa forma. A veces, en los cómics hago que las cosas sean un poco más difíciles, porque uno de los problemas de los cómics es que pueden llegar a ser muy fáciles de utilizar, pueden ser fáciles de usar, porque son imágenes y palabras y te los puedes leer sin problema. A veces es necesario plantar cosas en ellos que los hagan algo más difíciles, por lo que tienes que volver sobre acontecimientos anteriores, o tienes que soportar esta voz que es un poco como un tipo hablando en un bar que te saca de quicio. Así que deliberadamente cargo contra la narración, o hago que el protagonista hable en pasado, o en futuro simple, y recorto su discurso un poco, lo que significa que cuando lo empieces a leer te costará un poco más, y quizá se convierta en una experiencia más gratificante.

HASTED: Gran parte de lo que sucede en la historia tiene que ver con la obsesión del personaje principal de Michael con un cómic de superhéroes. ¿Querías hablar sobre los superhéroes o sobre los lectores de cómics de superhéroes en concreto?


MILLIGAN: No particularmente. Enigma es un cómic, y en los cómics, los superhéroes funcionan muy bien. Creo que ignorarlo es pasar por alto una parte importante de tu capacidad artística como guionista de cómics. Parecía que era lo más obvio que podía hacer. Si hubiese sido una película o una novela, habría sido diferente.

HASTED: Entonces, supongo que en realidad gran parte de lo que escribiste y cómo lo escribiste estaba relacionado con el hecho de que eras consciente de que estabas escribiendo un cómic. Lo que lo hace parecer bastante mecánico, aunque obviamente, también incorporaste emociones bastante profundas.
MILLIGAN: Existe un conflicto entre las emociones tan crudas que se pueden ver en el cómic, y la voz y la estructura narrativa, la picaresca de la misma y su forma de tratar los cómics y lo que son capaces de hacer. Quería generar ese conflicto, y no me parece un conflicto aleatorio, parecía tener mucho que ver con lo que en esencia era la obra. Creo que de alguna manera, los problemas que Michael estaba viviendo (me refiero a los temas sobre su sexualidad y su dificultad para abordar su sensación de pérdida), parecían tener que ver con la mecánica de quién era y con su pasado. Michael todavía no había podido lidiar con el momento más decisivo de su pasado, que fue la muerte de su padre. De nuevo, eso fue algo que metí deliberadamente (casi de una forma ridícula) en la trama. Pero sin embargo todavía no lo había ni empezado a afrontar, algo que estaba en la raíz de todo lo que le está ocurriendo.

El conflicto se producía entre los sentimientos crudos que Michael encontraba impactantes y atemorizantes, y el universo mecánico en el que tenía que moverse para poder expresarse, lo que con suerte me hice eco en la estructura del libro, y mediante la voz y todas esas cosas que a veces parecen no encajar demasiado con las emociones que la obra intenta expresar.

HASTED: En The Extremist usaste una voz completamente diferente. No importa quién cuenta la historia, es un tono neutral, casi afable. A pesar de que en las frases aparezcan palabras bastante sensuales, casi se disipan por la forma en que se dicen. ¿Por qué lo escribiste de esa forma?

MILLIGAN: Porque quería dar una sensación de normalidad a todas estas cosas extraordinarias que estaban sucediendo en la historia. En parte, la idea de esa obra es que todo se vuelve normal. Se describen cosas extraordinarias con una comprensión casi aburrida acerca de que esto también se puede haber convertido en una parte ordinaria de sus vidas.

HASTED: ¿Te refieres a que lo extremo también puede ser una ilusión?

MILLIGAN: Si. Creo que a nivel social nos creamos nuestros propios extremos. Cada cultura tiene su propia idea de qué es lo extremo, y se basa en dónde considera esa cultura que está el límite. Pero además, a nivel personal, cada vez que buscas alcanzar un extremo, hay una especie de ley de rendimientos decrecientes, sea al consumir drogas o cuando buscas el curry más picante.

HASTED: ¿Fue un ejercicio intelectual escribir sobre ese universo sado-masoquista?

MILLIGAN: ¿Quién ha dicho que solo fuese intelectual?


HASTED: Bueno, a eso es a lo que quería llegar. Como hay ciertos aspectos caóticos en tu vida, ¿te interesaba mucho esa disciplina?
MILLIGAN: Sí. Yo diría que sí que tenía interés. [Pausa.] Me niego a decir más, porque podría dañar mi relación con mi novia. [Risas.]

La estructura de The Extremist también era importante, como lo era en Enigma. La estructura no lineal y repetitiva desde diferentes puntos de vista permitió que la historia fuese más profunda. Al romper la estructura, se agudizaba ese choque repentino y sorpresivo que hace que parezca que las cosas están poco sincronizadas. Me gustaría hacer una historia que he titulado The Event, sobre un único suceso, tal vez en doce partes, pero que de alguna manera cada cómic se cruzará con ese único evento. Ese evento podría ser que alguien ha derramado un poco de café sobre la alfombra, pero de alguna manera eso es lo que unirá o entretejerá todas esas otras vidas y eventos secundarios que giran alrededor. Parece una historia muy Milliganesca. De eso va la escritura, de que puedes elegir algo que luego te va a importar mucho, aunque cualquier otro evento podría haber sido igual de importante, o incluso más. Uno podría llevar las cosas al extremo y hacer que todo girase en torno a ese suceso, lo que haría que se convirtiese en algo más importante. Las personas a su alrededor podrían tener vidas dramáticas. Estarían haciendo cosas que por lo general nos parecerían importantes, pero luego las desecharíamos y nos olvidaríamos de ellas, porque lo que más nos interesa sigue siendo ese evento individual que funciona como nexo, porque yo, como escritor, digo que tiene importancia. En realidad creo que podría hacerlo. [Risas.] Estaría bien, ¿no te parece?
HASTED: El hecho de que uses voces radicalmente diferentes entre una historia y otra es muy interesante. ¿Crees que posees una voz natural?

MILLIGAN: Después de escribir todas estas cosas diferentes, la verdad es que ahora mismo no estoy muy seguro. Es difícil decir si tengo una voz propia. Creo que probablemente sí, un poco. Creo que tiendo a resaltar algunos aspectos de mi voz. Creo que tiendo bastante a expresarme desde mi interior, y a ser bastante intenso y exagerado. En realidad, no lo sé. Es bastante difícil saber cuál es mi voz, porque eso nos hace volver sobre lo que estábamos hablando antes, a la uniformidad de esa voz en el cómic, sea en la historia sobre una súper criatura de otro planeta o sobre un niño que acude a la escuela. Puedes usar el mismo tipo de voz, algo que yo no haría en particular, porque la voz es increíblemente importante para apuntalar sobre lo que trata la historia que estás contando.

HASTED: Si tuviese que elegir una voz que fuese la tuya propia, supongo que sería una bastante vanidosa y sardónica.

MILLIGAN: ¿No crees que en mi obra hay algo que puede que una a la mayoría de las voces, aunque no parezca estar presente, a pesar de que las diferentes voces representen una forma diferente de ironía?

HASTED: Creo que a medida que pasas de una obra a otra, se puede notar como una especie de conciencia de las voces, lo que sugiere cierto distanciamiento.

MILLIGAN: La ironía necesita ese pequeño distanciamiento. Pero también hay momentos en los que no hay ninguno, como, obviamente, en el caso de Martin 'Atchet, y en Rogan Gosh.

HASTED: ¿Crees que además de ese elemento de distanciamiento que aportas al moverte entre una voz y otra, también te estás dirigiendo hacia algo?


MILLIGAN: No lo sé. Podría ser.
BOLLOCKSTOWN

HASTED: Girl era la primera vez en mucho tiempo que volvías a retomar el entorno de clase trabajadora británica. ¿Por qué quisiste hacerla? ¿Marcó alguna diferencia?

MILLIGAN: Llevaba un tiempo sin explorarlo. Siempre resulta difícil intentar recordar los procesos de pensamiento que en el momento no son tan lineales como uno quiere hacerlos sonar. Puede que escribiese una frase aleatoria con su voz y decidiese que "eso es lo que quiero hacer ahora". Creo que fue algo así. Me parece que escribí: "No dejes que te engañe el nombre. Bollockstown no es el Jardín del Edén". E inmediatamente yo me convertí en ese personaje y supe lo que le iba a suceder.

HASTED: Puede que sea ficción, y que Bollockstown esté terriblemente distorsionado por todo lo que has experimentado con el argumento, pero aún así se podría establecer una conexión entre tu vida y la de la protagonista. ¿Alguna vez te ha sorprendido o conmovido lo que te vas encontrando al escribir una historia como esta?

MILLIGAN: A veces. Es bastante difícil, porque la historia es lo primero y ese personaje es lo primero. Tu actitud hacia tu propia persona es bastante desapasionada, porque casi es como si le prestases toda esa pasión a tu personaje. No sé si eso tendrá algún sentido.

HASTED: Entonces es como si utilizases la pasión interior.

MILLIGAN: Lo haces, pero se la estás dando a este personaje. Creo que estamos usando la palabra "pasión" en el sentido cristiano. [Risas.] Escribir puede emocionarte, pero estás intentando verter esas emociones en la historia usando a ese personaje que funciona como conducto, de lo contrario podrías convertirte en... no sería tan personal, porque creo que todas mis cosas son hasta cierto punto personales. Uno tiene que ser casi impersonalmente personal.

HASTED: Entonces, ¿te da miedo tener que tumbarte a tu pasado y a ti mismo en el diván, desnudos, porque es algo que tienes que hacer para escribir una historia?

MILLIGAN: Obviamente uno elige personajes y situaciones que reflejan lo que ha experimentado, sus gustos, e incluso usa esos personajes para acceder a partes de uno mismo.

Pero creo que existe una delgada línea entre hacer algo así y empujar a ese personaje hasta un segundo plano y ponerte tú mismo en primera fila. Uno puede decir muchísimo sobre uno mismo a través de sus personajes. Obviamente, todo lo que he escrito hasta ahora trata sobre mí.

HASTED: Entonces, ¿crees que escribir algo que tenga que ver con el trasfondo de la clase obrera británica puede marcar alguna diferencia?

MILLIGAN: Puede ser personal porque tenga algo que ver con tu pasado, pero también puede ser personal porque trata sobre algo que te intriga en ese momento. Podría ser como Face, que tiene que ver con preguntas que me suelo hacer sobre el arte, la belleza, el amor. Esos aspectos personales pueden ser muy profundos.
HASTED: Simone dice: "Notarás que dejo que mi mente divague a veces. La gente dice que vivo en un mundo de ensueño. Como tú. La única diferencia es que mis sueños son más reales que los tuyos". ¿Es esa densa vida de fantasía algo que tiene que ver con tu adolescencia?

MILLIGAN: Sí, totalmente. Y hasta cierto punto lo sigo haciendo. Pero mucho más cuando era niño. Supongo que eso contradice lo que he dicho antes. Pero sí. No es que siguiera exactamente el tipo de caminos que sigue Simone, sino que "sí que lo hice" si hablamos en términos de que estuve buscando una especie de escape. No solo hablo de la violencia. Creo que lo importante de Simone no solo es el entorno físico del que está escapando, sino que también está escapando de sí misma. Está disgustada consigo misma y preocupada por lo que es, y por quién es, y por dónde puede terminar. Ese deseo de escape en la fantasía continúa mediante una extensa búsqueda personal a través de una abundancia de drogas, bebida, sexo, literatura, arte, viajes, siempre tengo la sensación de que quiero expandir mis búsquedas para abarcar todavía más.

HASTED: Egipto también trata sobre algo parecido. La idea de la trascendencia, de si habrá vida después de la muerte, si la vida de un individuo puede tener o no significado. En principio parece sugerir que no hay nada, que solo vivimos y eso es todo. Pero también se puede ver cierto dolor, porque quizá no sean así las cosas, porque puede que haya algo, algo de trascendencia.


MILLIGAN: Lo cual creo que resume bien mi actitud.

HASTED: He leído fragmentos de Sartre, y parece tener la misma actitud, parece como que escribe esos enormes libros para decir que no hay nada más que lo que eres a cada segundo, y sin embargo, está sufriendo todo ese dolor, obviamente, de una forma desesperada, no quiere que ahí fuera exista ningún dios.
MILLIGAN: Sin toda esa desesperación, no sería Sartre, ¿verdad? No habría libro. Por lo demás, ¿qué más da? Ese es el terrible peso con el que tenemos que cargar, ¿no? No vivimos en el Jardín del Edén. Sabemos que vamos a morir. Somos conscientes de nosotros mismos como seres conscientes, esa es la carga de ser humano. Probablemente sea algo que atraviesa la mayor parte de mi trabajo, esa lucha. Es la gran pregunta, ¿no? Vida, sexo, muerte. No se puede tener uno sin lo otro. ¿Cómo le das sentido a la vida, o lo que sea, cuando la muerte parece despojarla de todo sentido? La idea de que existimos ahora es desalentadora, es como mirar al infinito. Nuestra idea del pasado, nuestra idea del futuro, en realidad es una estructura que usamos, porque es la única forma en que podemos ver las cosas, pero no existe. Es una estructura, es una fabricación, no es la realidad. La idea de que lo que conocemos como realidad no existe parece bastante desalentadora. Es un modelo que usamos para tratar de describir algo que desafía toda descripción.

HASTED: Otra cosa que recorre casi todo lo que has escrito es la extrema mutabilidad de casi todos tus personajes principales. Al final, revisados sus antecedentes emocionales, o simplemente cómo pensaban que iba a ser su vida, se convierten en alguien radicalmente diferente de lo que pensaban que eran. ¿Crees que es algo que se remonta a algunas de las cosas que estabas contando en Girl, y también a tu propio pasado, es algo que tiene que ver con que comienzas en cierto lugar, y luego llegas hasta otro?

MILLIGAN: Creo que... sí. Si lo miras desde el ángulo positivo, sí. También tiene algo de negativo. Algunos de mis personajes descubren que en realidad son alguien que no querían ser. Representa tanto un deseo como un miedo. Es esa sensación de trascender quién eres, pero también sufres el temor de que realmente te conviertas en esa persona. Creo que es un deseo y un modelo que a uno le gustaría seguir. También supone la arquitectura de tu propio destino.

HASTED: ¿Has podido sentir los dos lados?

MILLIGAN: Sí, creo que todos lo hacemos. Esa sensación de querer trascender las cosas, de volverse diferente, junto con el fracaso, la adversidad, la pérdida. Es como un modelo a seguir, pero el modelo puede significar cosas muy diferentes.

HASTED: En The Extremist aparece la siguiente frase: "Has perdido la idea de quién eres". ¿Es algo que has sentido alguna vez?

MILLIGAN: En Rogan Gosh también exploré un poco esas ideas, en la parte del Corredor de la Incertidumbre. Parece una buena forma de describir esa zona en la que te puedes sumergir en los momentos más extremos de tu vida, cuando la idea de ti mismo se vuelve menos obvia y tu realidad se vuelve más mutable.

HASTED: ¿Es esa una razón para lanzarte hacia los extremos?

MILLIGAN: Puede ser. También puede ser una buena razón para no hacerlo.
HASTED: Me parece que hasta el momento has escrito un montón de material. Ciertamente, cuando estabas trabajando sobre todo en el medio de los cómics, tenías muchos proyectos por separado que iban apareciendo a buen ritmo cada año. ¿Estabas de alguna manera intentando mantenerte presente en el mercado, mantener las cosas en movimiento?

MILLIGAN: Creo que tiene que ver con algunas cosas de las que hemos hablado hasta ahora. Tiendo a pensar que estoy escribiendo historias diversas y personajes diferentes, pero cuanto más escribes, y cuanto más expandes las cosas, más te das cuenta de que a pesar de que los escollos sean muy diferentes, te estás dirigiendo hacia lo mismo.

HASTED: Estás caminando más y más por un paisaje determinado, pensando que te estás alejando de algo, pero en realidad sigues en él todo el tiempo.


MILLIGAN: Tienes razón. Básicamente estás caminando con los zapatos de otros hombres. Pero siguen siendo tus propios pies. Y caminar todavía merece la pena.

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