domingo, 1 de septiembre de 2019

EL ESTADO DEL ARTE, UNA ENTREVISTA CON GIL KANE Y ROBERT CRUMB (PARTE 4 DE 5)

Entrevista realizada en la Dallas Con por Gary Groth para The Comics Journal nº 113 (1986). Traducción: Frog2000. Parte 1parte 2, parte 3.

CRUMB: Toda esa dicotomía se puede rastrear hasta el Renacimiento, hasta la Escuela Italiana y la Flamenca. Los chicos de la Escuela Flamenca estaban completamente obsesionados con los personajes y el realismo, y querían capturar la vida real de una forma tan naturalista como les resultara posible. Breughel y el resto... todos los artistas del Renacimiento Italiano creaban figuras idealizadas que parecían una representación de Dios. Lo mismo con todas esas escenas románticas y religiosas que básicamente giran en torno a la musculatura de las figuras y la belleza del cuerpo humano y todo eso, algo que personalmente nunca me ha interesado, me refiero a todas esas cosas. Siempre he pensado que la Escuela Flamenca era mucho mejor.

KANE: Ya sabes, hay cierta cualidad en el virtuosismo, siempre me ha parecido que discurría en paralelo a... es como cuando ves una película en la que algún maestro de esgrima italiano saca su espada y la utiliza con una destreza deslumbrante -hace el sonido de la espada cortando el viento-. Si, es una muestra vacía de virtuosismo, pero muy emocionante. Te das cuenta de todo lo que se lo han trabajado. Resulta difícil reconocer que todas esas habilidades para la abstracción solo sean herramientas para hacer una declaración sobre algo. Al final, el virtuosismo se convierte en la propia declaración. Porque parece como si nunca hubiese nada más allá del dominio absoluto de dichas habilidades. 

CRUMB: Me pregunto si eso no las invalidará de alguna forma...

KANE: Bueno, todo depende de si descubres algo que no te satisface del todo, y entonces ese elemento podría invalidar...

CRUMB: Cierto.

KANE: ...o igual lo usas como un fundamento... 

CRUMB: En sus mejores momentos, el virtuosismo puede ser grandioso por sí mismo. Pero te pones a pensar, de todas formas, ¿de qué va todo esto? ¿Qué están intentando decir? No sé, pero aún así tiene buena pinta. [Risas.]
GROTH: ¿No crees que esas obras poseen cualidades más allá de su virtuosismo técnico?

KANE: Bueno, es cierto que tienen cierto atractivo emocional. Como he dicho, es un atractivo muy accesible para todo el mundo. El único problema reside en que ese atractivo es... Dicho en otras palabras, en poco tiempo has superado esa primera fase de atracción, y empiezas a buscar algo más... Verás, la tendencia habitual es rebajar el valor de ese tipo de obras, e incluso algo peor, degradarlas. Rebajarlas me parece razonable. Pero la tendencia es rechazarlas por completo como si no tuviesen valor alguno. Y no es que no lo tengan. Lo tienen. Solo que poseer ciertos elementos característicos no me parece suficiente. 

GROTH: Te puedes cansar de ver a alguien haciendo malabarismos.

KANE: No todos hacen lo mismo. Claro, puedes seguir enganchado a alguien, porque de alguna forma puede que descartes por un tiempo sus habilidades, pero luego te vuelves a enganchar al ver otras cualidades, porque puede que te importen más sus triunfos y logros genuinos que sus limitaciones. De repente, parece estar haciendo algo nuevo, quizá gracias a una nueva forma de hacer las cosas. Así que te quedas atrapado... Una de las cosas que siempre he pensado sobre lo que hago es que, de alguna manera -no sé cómo-, pero siempre lo he pensado, estaba abierto a cualquier tipo de estilo que resultara diametralmente opuesto al mío. La mayoría de los tíos con los que he crecido, como Frazetta, Carmine [Infantino] y Alex Toth parecían haber estudiado a otros artistas o estilos -Caniff, Foster, Raymond-, y toda su atención estaba dedicada a copiar y memorizar a sus favoritos. En poco tiempo se convertían en profesionales, y sus versiones de ese punto de vista que les había vuelto locos y que habían mimetizado se empezaban a diluir. ¡Y nunca se volvían a desviar de su estilo! Así que empezaron fijándose en mucho artistas y conceptos de dibujo que eran diametralmente opuestos: dibujos idealizados, naturalistas, surrealistas. Y lo mismo me ocurre en cuanto a la literatura y el cine. Me llevó años empezar a orientarme e imaginar qué quería hacer: "¡Espera un poco! Debería escoger algún estilo en concreto". Cuando ya empecé a hacer pie, todas esas cosas que se habían quedado como codificadas...

GROTH: ¿Crees que llegaste a escoger un camino concreto?

KANE: No, no lo hice. Creo que definitivamente, todas las cosas se terminaron por sintetizar en un solo punto de vista.
CRUMB: Bueno, yo tuve el mismo problema. Siempre he estado experimentando con cosas que provenían de un espectro opuesto y completamente diferente. Y eso siempre te lleva hasta una especie de área estilística desconocida.

KANE: Y tiende a disipar incluso las certezas que habías empezado a desarrollar.

CRUMB: Eso es. Puedo coger el lápiz y dibujar una strip parecida a Popeye perfecta, pero ya sabes, cuando empiezo con el pincel, intento hacer que de alguna forma el dibujo parezca crudo y experimental. 

GROTH: Pero eso me parece bastante superficial. Me refiero a que se puede reconocer cualquiera de tus dibujos de un vistazo gracias a tu sensibilidad, sin importar si has usado el lápiz o el pincel para crearlos.

CRUMB: Bueno, cuando uso el pincel me doy cuenta de que hay un montón de cosas que todavía desconozco -efectos luminosos, la musculatura-, y los pliegues en la ropa que me esfuerzo en poner en estas jodidas páginas del cómic, y a veces tengo que borrar y empezar de nuevo, para poner algunos pliegues y que el dibujo no parezca torpe e incorrecto. Ya sabes. Así que a veces tengo que borrar y empezar otra vez, y eso me lleva mucho tiempo. Me esfuerzo como si tuviese de nuevo dieciséis años, como si acabase de empezar.

GROTH: Gil, me has dicho que Robert te parece uno de los mejores dibujantes naturales que has visto nunca, pero Robert tiene sus dudas. 

KANE: Lo conocí en donde trabajaba Harvey [Kurtzman] hace veinte años. Solo tenía 18 o 19. ¿Cuándo estuvo Robert haciendo los dibujos en Harlem?

CRUMB: A los 19 años.
KANE: Eché un vistazo a su material, ¡y no me lo podía creer! De hecho, Harvey se quedó igual de impresionado. Así que usó y publicó directamente su material. En ese momento los dibujos ya eran muy narrativos y convincentes, con un punto de vista maduro...

CRUMB: No sé nada de todo eso...

KANE: Lo de ver... aprender cómo dibujar con tu estilo es lo más difícil para un artista, y es difícil llegar a dominarlo de una forma que merezca la pena. Dibujar con tu propio estilo es lo que hay que hacer. Esto es, tener un punto de vista propio, algo que decir, y luego mezclarlo correctamente con todas las habilidades que necesitas para poder transmitir lo que quieres decir. Es la manera más sencilla y única de afrontar el dibujo.

CRUMB: Creo que todo eso podría ser una reacción extrema a lo que ocurrió en tu caso. Tienes algo de razón, pero al mismo tiempo...

KANE: Solo te estaba describiendo.

(Continuará)

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