[Risas.] Qué jodido manicomio es toda la industria.
GROTH: ¿No te alegra no formar parte de ella?
ELLISON: ¡Sí! Quiero decir, estoy escribiendo una historia de Batman para Julie Schwartz...
GROTH: Llevas seis años con ella, ¿no?
ELLISON: Lo sé. Planeo acabarla antes de que Julie se retire. Me he puesto en serio. Pero cada vez que me relaciono con estas personas, cuando estoy en Los Ángeles y me invitan a su mundo de artisteo en el gremio del cómic, echo un vistazo, conozco a algunos autores y me digo a mí mismo: ¿En serio quiero estar sentado en una habitación con estas personas?"GROTH: Están todos un poco locos, ¿verdad?
ELLISON: Oh, sí.
GROTH: ¿Has conocido a algún profesional de la industria que en comparación te haya parecido normal y que se adapte sin problema a la sociedad en la que vive?
ELLISON: Sí.
GROTH: Denny [O'Neil] es bastante normal.
ELLISON: Denny es bastante normal. Pero también tiene sus rarezas. La imagen que tiene Denny de sí mismo es la de Orson Welles en "La dama de Shanghai". Un irlandés negro. Eso es lo que se cree que es. Para un hombre de su edad, está un poco loco.
GROTH: ¿Quiénes crees que son más anormales y cuáles son sus rasgos particulares?
ELLISON: Creo que cualquiera que trabaje para Jim Warren es un chiflado y que se le debería descartar de...
GROTH: Hay una gran animosidad entre Warren y tú, por lo que tu opinión probablemente sea un poco...
ELLISON: Bueno, la animosidad se debe a que él me jodió. Y es un tío de mente bastante simple.
GROTH: Tampoco es alguien que carezca de inteligencia, ¿verdad?
ELLISON: Bueno, espera un minuto. Existe una diferencia entre la astucia y la inteligencia. Es un hombre astuto, un hombre inteligente, lo suficientemente articulado como para satisfacer sus propias necesidades. Incluso cuando es muy generoso, es como los santos y pecadores que no cuentan más que bromas escatológicas y luego le ofrecen algo de leche a los niños para poderse justificar. Jim Warren vive para él mismo, siempre lo ha hecho, si fuese sincero al respecto debería admitirlo. Tampoco me gusta su ética empresarial, me parece un absoluto mentiroso. A mí me ha mentido. Me ha jodido. Y no tenía ninguna necesidad de hacerlo. Verás, es lo que suelen hacer las personas estúpidas. Hay cierta gente a la que no tienes por qué joder, porque sé muy bien que te puedes meter en problemas. Porque van en serio. Es mejor dejarlos en una zona neutral o mejor no llamar su atención que convertirme en su enemigo. Gratuitamente, por unos centavos o por rencor, quién sabe, Warren me jodió a mí. Eso se lo concedo, se salió con la suya. Es uno de los pocos que se salió con la suya. Pero, como consecuencia, me convirtió en un terrible enemigo para toda la vida. Y le he hecho un flaco favor del que no sabe nada, que nunca va a saber, y que le ha costado miles de dólares, miles. Cuando las compañías cinematográficas han venido a preguntarme por él, les he dado una respuesta absolutamente sincera. Podría haber sido más neutral y simplemente decir: "No sé nada sobre esa persona". Pero les dije la verdad. No les mentí. No esquivé la pregunta. Estoy en esa posición de... hay algunas personas que se cruzan en tu camino, y si las jodes, en algún momento te la devolverán, ni siquiera por una cuestión de malicia, simplemente porque no has sido lo suficientemente generoso con ellos. Y yo no tengo ninguna razón para ser amable o generoso con Warren. Así que no lo soy.GROTH: Solo estaba cuestionando la validez de tu afirmación de que cualquiera que trabaje para Warren es un estúpido. Eso es como decir que todos los que trabajan en televisión son estúpidos.
ELLISON: No. Diría que no me parece ético. Por Dios, ¿conoces a alguien que haya trabajado para Jim Warren que no se haya apartado de la relación diciendo que le habían jodido? ¿Alguno? Nómbrame uno solo que no lo haya hecho. [Silencio.] Rich Corben. Will Eisner.
GROTH: No, no voy a defender a Jim Warren.
ELLISON: Es casi imposible.
GROTH: Solo digo que parece una persona inteligente. Un taimado intrigante tal vez, pero un hombre inteligente.
ELLISON: En la inteligencia hay niveles. Tú mismo eres un hombre mucho más inteligente de lo que jamás lo será Jim Warren. Quiero decir, sabemos que posee astucia, ferocidad animal, una forma de hacer negocios concreta, pero es que eso no me parece inteligencia. No lo es. La inteligencia te empuja a tener ideales más elevados y a ampliar tu mundo y a intentar mejorarlo junto al resto de personas. Por Dios, mira su 1984. Es lamentable.
GROTH: Verdadera pornografía.
ELLISON: Sí, exactamente, verdadera pornografía. Es una revista de historietas llena de sexo y violencia de lo más ofensiva. Cuando vi la portada del número 2 no me lo podía creer. Era de Rich Corben. Horrible. Aparecía un cohete. Una perspectiva vista desde arriba de un cohete V-2, uno de esos grandes cohetes fálicos, y también aparece una mujer desnuda con pechos enormes y bulbosos, como si estuvieran llenos de celulosa, como grandes globos redondos, con pezones gigantes y protuberantes, todo muy detallado, y todo esto en una especie de dibujo tridimensional para que parezca real pintado a aerógrafo. Y ella está atada con cuerdas o cadenas a la mayor parte del cohete, cerca de la punta, y estás mirando ese dibujo desde arriba y... me refiero a que las implicaciones sexuales son... Ni siquiera abrí la revista, ¿tenía esa portada algo que ver con alguna de las historias del interior?GROTH: No, pero dentro todo era peor, me refiero a las historias. Incluso a mí me ofendieron.
ELLISON: ¿Todavía publica Warren esa revista?
GROTH: Sí. Su público debe estar compuesto por idiotas.
ELLISON: No, no, no. Son niños pequeños que han entrado en la pubertad, por el amor de Dios, y que están empezando a tener sus primeros orgasmos.
GROTH: No lo sé. Creo que Warren ha realizado encuestas de marketing y la edad promedio de sus lectores puede ser de unos 18 años.
ELLISON: ¿No crees que los adolescentes son retrasados que...? Esa es exactamente su edad, por el amor de Dios. Dieciocho años. Dios sabe por qué no estarán comprando Penthouse en lugar de eso.
GROTH: Probablemente lo sean.
ELLISON: Seguro que les resulta más difícil conseguir la Penthouse.
GROTH: No para un chaval de 18.
ELLISON: No, para chavales de 18 no. ¿Habéis hecho algún reseña de 1984?
GROTH: Oh, sí. [En The Comics Journal # 40]. ¿No la recuerdas?
ELLISON: No la he leído. No la he visto. ¿Cómo lo justifica Warren? ¿Hablaste con Warren antes de escribir el artículo?
GROTH: No. Lo entrevisté una vez hace muchos años y le pregunté por qué publica tanta basura y su posición fue básicamente la de "Tú dices que es una mierda, pero nuestros lectores no, entonces, ¿quién eres tú para decir lo contrario?" No hay mucho más que decir al respecto.
ELLISON: Es como la idea que tendría la Liga de Bolos polaca del material de un Hugh Hefner venido a menos. Lo que más me sorprende es... me refiero a que Bill DuBay tiene que ser tan sórdido como él. ¿Quieres que te diga algo? Amo The Spirit y a Will Eisner. Como sabes, escribí el guión para la película de The Spirit. Fue increíblemente doloroso para mí comprar The Spirit cada mes. No podía no hacerlo, pero juro por Dios que me fastidiaba darle dinero a Jim Warren. Pero, cuando quería archivadores o carteles de The Spirit, no lo pagaba. En su lugar llamaba a un amigo que trabajaba en Warren y le decía: "Pssstt, los sacas y me los envías", y eso hicimos. Por supuesto, si alguna vez averigua quién fue, seguro que lo despide, así que no puedo nombrarlo. Jim Warren es la única persona que conozco que deja un rastro húmedo allá por donde camina. Es un Napoleón mezquino que ha tenido suerte con su pequeña idea de editorial. Ha encontrado una forma de sacarles a los adolescentes el dinero del almuerzo vendiéndoles máscaras de monstruos y otra basura inútil. Forma parte de esa gran tradición de la obsolescencia estadounidense. Puedes imprimir todo lo que digo sin problema. Y en lugar de sobrellevarlo con un poco de humildad, se comporta como Billy Rose. Se cree que está dirigiendo Ziegfield Follies o algo así cuando, de hecho, todo lo que tiene son esas revistas tontas e idiotas donde aparecen imágenes de monstruos enloquecidos. Cualquiera que se gane la vida publicando fotografías de personas con pústulas y llagas en la cara no está en posición de hablar de arte ni de nada. Si en realidad balbucea como una especie de Elmer Gantry de Kansas que trafica con sus propias heces. [Risas.]GROTH: Es algo así como el personaje de Saturday Night Live interpretado por Gary Busey, capaz de sumergirse en un montón de mierda por 25 centavos y luego cobrar 50 dólares antes de irse. Es como un salta-mierdas.
ELLISON: [Risa incontrolada.] ¡Qué gran analogía! ¡Me encanta! ¡No dejes de imprimirlo! Si quieres pon que he sido yo. Si a ti te da vergüenza, ¡pon que he sido yo! ¡Es maravilloso!
Es un tío tan repugnante. Jodidamente repugnante. Es como un grano que te sale una y otra vez.
GROTH: ¿Dirías que es más repugnante que Stan Lee?
ELLISON: Oh, me gusta Stan Lee. De verdad, me gusta Stan. Lo siento, tío, me gusta Stan.
GROTH: ¿Por qué? Se ha montado ese conglomerado gigante que muele idioteces cada mes y que no deja de contaminar el medio. Una fábrica de basura insípida.
ELLISON: ¿Es más insulso que la mierda que se publicaba en 1940 cuando solo era guionista de la empresa?
GROTH: No, pero eso es irrelevante.
ELLISON: ¿Lo es?
GROTH: Para nuestra evaluación de Stan Lee como ser humano, creo que sí.
ELLISON: Está bien. Déjame contarte cuál es mi evaluación de Stan Lee como ser humano. Para mí Stan Lee es un buen hombre. Stan Lee nunca me ha tratado con nada más que respeto y cortesía mutuas. Las pocas veces que he estado en las oficinas de Marvel, Stan... puede que sea porque tengo una especie de representante, así que siempre se porta bien conmigo. Sé que le gustan las personas con reputación. ¿Cómo me va a desagradar alguien que nunca me ha hecho nada malo?GROTH: No me refiero a que te desagrade personalmente.
ELLISON: Tampoco hay nada que me desagrade en su producción. No te entiendo.
GROTH: Echa un vistazo a sus cómics.
ELLISON: Sí.
GROTH: ¿No te estremeces?
ELLISON: ¿Cómo?
GROTH: Creí que lo dabas a entender.
ELLISON: Bueno, yo me compro...
GROTH: ¿Crees que el último número de Godzilla supone algún logro cultural en particular?
ELLISON: No, pero tampoco me gustaba Super Friends. Recuerdo Prez. ¿Cómo se llamaba esa otra cosa tan maravillosa?
GROTH: ¿Geek?
ELLISON: [Risas.] Brother Power, The Geek, cierto. Lo recuerdo muy bien. Fue el momento más bajo del cómic. Es incluso peor que el último número de Scooby-Doo. [Risa estridente.] Apestaba. Era increíble. No puedo ni describirlo. Simplemente increíble. No tenía ningún sentido. ¿Cómo se las arreglaron para sacar ese número? Eso es todo lo que publicaron, un número. ¿Y Prez llegó al segundo? El dos o el tres. Seguro que tuvieron que revisar el primer número y decirse: "¿Qué diablos es esto?" Es como cuando te despiertas por la mañana y tu mano se ha convertido en una garra y dices: "¿Qué diablos pasa?" [Risa incontrolada.] Cortas con el problema de inmediato, no sigues adelante. Lo más interesante es que si se atreven a publicar ese tipo de cosas, ¿te imaginas las que no publican?
Pero estábamos con Stan...
GROTH: Stan no ha demostrado tener un pensamiento serio en los 40 años que lleva en la industria del cómic.
ELLISON: No sé contra qué estoy defendiendo a Stan Lee. ¿De qué se le acusa?
GROTH: Bueno, está en la cima de esa pirámide que edita demasiada basura cada mes. Es el Freddy Silverman de los cómics.
ELLISON: ¿A diferencia de las cosas maravillosas que salen en DC?
GROTH: Para nada.
ELLISON: Bueno, ¿dónde está la excelencia? Hasta donde sé, solo hay dos empresas.
GROTH: Hay muchas editoriales alternativas. ¿Conoces la obra de Craig Russell?
ELLISON: Sí.
GROTH: El Parsifal de Russell es un buen ejemplo de excelencia.
ELLISON: Sí, pero no es un trabajo importante.
[NOTA: más tarde en la entrevista se hizo evidente que Ellison estaba pensando en Arik Khan: como resultado, sus comentarios sobre Parsifal se deben leer teniéndolo en cuenta].
GROTH: Eso no importa. ¿A qué te refieres con "importante"?
ELLISON: Veo muchos cómics underground y, hasta donde sé, todos me parecen basura.
GROTH: Tienen momentos brillantes, ciertamente están a años luz del Increíble Hulk.
ELLISON: Están bien en su mayoría, pero, ¿durante cuántos años puedes seguir haciendo esa especie de pezones protuberantes de Robert Crumb, los funny-animals y más chorradas sobre la vida en el interior de las ciudades? No hay más. No soy una de esas personas que fue un enrrollado en los años 60 y todavía sigue dando la chapa [con voz senil]: “Sí señor, desfilé junto a Martin Luther King”, como un viejo tambaleante de los años 20 que dice [con voz senil]: "¡Sindicalista, sindicalista para siempre!" Los tiempos pasados han pasado.
Para mí Star*Reach no ofrece gran cosa.
GROTH: En Star*Reach se han publicado cosas interesantes.
ELLISON: Bueno, sí, siempre hay cosas interesantes en todo lo que se ha publicado en algún lugar, lo cual está bien, pero no me parece un gran avance artístico.
GROTH: Comparativamente hablando, lo es.
ELLISON: Andromeda es una revista bastante buena. Han publicado cosas inteligentes e ingeniosas y me compraron una historia hace 900 años. Hasta hacen cosas del estilo. Nunca se sabe. Siguen publicando a grandes como Walter Miller y James Tiptree y Arthur Clarke, los pesos pesados. Tal vez no contraten basura de rango inferior...GROTH: ¿De qué estábamos hablando?
ELLISON: Estábamos hablando de Stan Lee y que ha coronado la cima de la mierda. Sí, supongo que tus comentarios me deberían molestar. Porque no son ciertos.
GROTH: Suponía que pensabas lo mismo porque también has arremetido contra la televisión, una industria que muestra un tipo de sensibilidad similar.
ELLISON: Supongo que sí. Pero los cómics no me cabrean tanto porque a) no me los tomo tan en serio, y b) son para gente que lee. Leer cualquier cosa es mejor que sentarse y mirar "Drone Tone". Supongo que esa es la diferencia. Igual no debería hacerla, pero la hago.
En cuanto a Stan, personalmente... nunca le he dicho esto a Stan porque no estoy seguro de que Stan y yo hayamos llegado a conversar seria y significativamente...
GROTH: Es que igual es imposible.
ELLISON: Bueno, la verdad es que no lo sé. Estoy seguro de que Stan habla con su esposa o habla con con quien sea: todo el mundo quiere desenmascarar a los demás. Stan Lee nunca ha sido nada más que amable conmigo, cortés, elogioso, no solo en privado, sino en plataformas públicas donde no tenía nada que ganar. Actuó de esa forma porque, según tengo entendido, tenía ganas de hacerlo.
Déjame acotar todo esto con algo: en varias ocasiones, no en una ni en dos, sino en varias, de repente me he fijado en el público formado por universitarios que ha venido a mis conferencias, y he visto a Stan Lee sentado entre la gente, solo, sin nadie más. Puede que su esposa estuviese con él, puede que estuviese solo, puede que con un amigo, pero allí estaba Stan, escuchando mi conferencia. Y me he preguntado: "¿Qué diablos estará haciendo Stan Lee? ¿Por qué se desviaría de su camino para venir a escucharme hablar a mí?" Bueno, Stan también suele dar charlas. Gana mucho dinero haciéndolo. Se me ocurren dos cosas. Stan Lee viene a escucharme porque le gusta observar cómo lo hago, o quizá Stan Lee ha venido para aprender alguna variación, otra forma de ofrecer una conferencia. Porque yo tengo una forma particular de dar las charlas, y me desenvuelvo muy bien con el público. Quizá a Stan le interesaba verlo desde un punto de vista técnico, o puede que fuese una combinación de ambos. Pero en cualquier caso, es un gran cumplido. Seguro que mi ego es tan grande como el suyo, aunque puede que no se manifieste de la misma manera. Entonces, ¿cómo puede no gustarte alguien a quien le caes bien? Eso es todo lo que necesitas para gustarme. Si yo te gusto, tú me gustarás a mí. Si me jodes, te perseguiré hasta la tumba. O si jodes a uno de mis amigos... soy una persona muy leal.
Recuerdo la primera vez que subí a las oficinas de Marvel por lo que fuese. Había quedado con algunos chicos, unos amigos que trabajaban allí. Puede que fuese con Gerry Conway. Y Stan escuchó que yo estaba en el edificio. Ni siquiera sabía que él sabía quién diablos era yo. Me invitó a su oficina, me ofreció asiento, charlamos un rato. Fue muy amable. Por lo tanto, no me puedo cabrear con Stan Lee por el producto que publica, porque no creo que su producto sea particularmente dañino.
GROTH: ¿No es la banalidad dañina de alguna forma?
ELLISON: Absolutamente, absolutamente.
GROTH: Aquí tenemos a un hombre que corre de un campus universitario a otro comparando a Shakespeare con su grupo de guionistas, deslumbrando a universitarios impresionables que se tragan su rollo.
ELLISON: Vamos, tío, en su mayor parte la universidad está llena de idiotas y lo sabes. Están ahí porque no quieren engrosar el mercado laboral. Y si son lo bastante tontos como para sentarse y escuchar a un hombre que guioniza cómics y deja que les cuente cosas sobre Shakespeare, para empezar, no valen un pimiento.
GROTH: No creo que con eso se pueda excusar el comportamiento de Stan.
ELLISON: ¿Y cuál es su comportamiento? Es un tío que, para bien o para mal, para bien o para mal, ha cambiado el rostro del cómic. Sin lugar a dudas, ha sido una influencia germinal. Ha escrito cosas que no se habían hecho antes. Sí, eso fue hace 20 o 25 años, o cuando sea, los tiempos cambian. Pero también fue el primero en contratar a estos chavales. Otra cosa más a su favor. No veo que esas revistas sean mejores o peores que la mayor parte de lo que se publica. Sí, hay algunas cimas: Andromeda, algunas cosas de Star*Reach, y "Harlan the Duck", que posiblemente sea la obra de excelencia literaria más maravillosa de nuestro tiempo, eclipsada solo, tal vez, por "El Arco Iris de la Gravedad", "Huckleberry Finn" y "Moby Dick". Aparte de esas, "Harlan the Duck" es la primera en mi lista.Pero detecto algo en tus comentarios. La misma animosidad contra Stan Lee que la que yo tengo contra Jim Warren.
GROTH: No conozco a Stan Lee. Lo he visto solo una vez y muy brevemente.
ELLISON: ¿En serio? Interesante. Te diré la verdad, me gustan mucho más los cómics de Marvel que los de DC. Y eso me duele porque me gustan más los personajes de la DC.
GROTH: En Marvel parece haber más vitalidad que en DC.
ELLISON: Por supuesto. Siempre me gustó la Sociedad de la Justicia, y Dios sabe que estuvo muy bien el tratamiento de Gerry [Conway]. Siempre me gustó Batman, siempre me han gustado Aquaman, Flash, El Espectro, Dr. Midnight, Hourman, Starman. Me he criado con todos, y verlos de vuelta, incluso en su forma alterada, bastarda, corrupta, miserable, lisiada y parapléjica es un pequeño placer. Pero también me doy cuenta de que no soy capaz de leer esas malditas cosas. Son simples imbecilidades. Las leo y me digo: "Oh, Dios". Y lo que más me molesta es que se esfuerzan de forma paranoica, patológica, para integrarlo todo, para que todo encaje. Ya sabes, en todas las historias se puede leer: "Ese villano aparecía al fondo de la tercera viñeta en el "World's Fair Comics" de 1939, que luego se ha convertido en "World's Finest", ¡y ahora ha vuelto! ¡El villano que pensabas que nunca volverías a ver!" Quién iba a pensar que este villano, El Meados, iba a volver después de 40 o 50 años para combatir a su vieja némesis, [ronquido]. Pero, ¿quién necesita algo así?
GROTH: Tu actitud laxa hacia los cómics me parece extraña, porque siempre has atacado a los de segunda categoría o a los más mediocres. Los cómics mainstream son banalidades tan repetitivas que tus comentarios sobre ellos me parecen un poco contradictorios.
ELLISON: ¿Si? ¿Me contradigo? Me contradigo. “Soy grande. Contengo multitudes". Walt Whitman, "Song of Myself".
GROTH: Si te opones a las cosas de segunda, a la falsedad, la vulgaridad, ¿por qué disculparlas cuando aparecen en un cómic?
ELLISON: Bueno, porque hay que lidiar con una serie de realidades. Desde el principio, la televisión tuvo el potencial para ser la mayor herramienta para la educación de las masas que el mundo ha conocido. Como todas las cosas para las masas, se hundió hasta el mínimo común denominador y a toda velocidad. Se hundió por completo. Si hubiese tenido patines, habría ido mucho más rápido. Ahora está haciendo mucho daño, mucho daño de una forma activa, a diario, día tras día, hora tras hora. Mientras estamos sentados, la televisión está destruyendo a la raza humana. Lo creo de verdad. Tal vez me parezca un poco a una Anita Bryant mesiánica, pero lo creo de verdad. La televisión está causando daño de forma activa, día y noche, a las mentes de las personas, lo que eventualmente terminará provocando la licuación del acervo genético de una forma tan completa que nos hundiremos bajo los pantanos como los dinosaurios.Por otro lado, respecto a los cómics, a pesar de que son absolutamente banales, absolutamente inútiles, cuando los niños crecen superan esa etapa. Y crecen muy rápido. Muy pocos niños se quedan en los cómics para siempre. Hay muy pocos como nosotros. [Risas.] La gente viene a mi casa -soy un adulto, tengo 45 años- y en la pared ven un Hundertwasser y más allá un Rothko, y en esta pared una estatua de Brancusi, y justo al lado hay una estantería llena de cómics. Y preguntan: "Vaya, ¿coleccionas cómics?" Y yo les respondo: "Sí, todavía lo hago, pero ya no me los leo. Solo de vez en cuando". Lo que no saben es que los compro porque quiero comprarlos, porque siempre he comprado historietas y siempre he tenido historietas en casa, y siempre he creído en el medio. Somos excepciones. Excepciones. La mayoría de los niños normales superan muy rápido el período de los cómics. Quizá porque se interesan por otra cosa, lo que es de esperar. Y de esa forma los cómics se convierten en algo bueno para su aprendizaje. Aunque sean banales, son una forma de ver palabras y enseñar la construcción de frases, con elementos didácticos muy positivos, que en el cómic siempre han funcionado. Dependiendo del tipo que sean, los cómics son muy positivos para los niños. Por muy malo que sea, Godzilla no es muy problemático. Ni tampoco van a aprender nada realmente malo al leerlo. Excepto lo que aprenden en otras partes de la sociedad de una forma igual de fácil, ese vocabulario compuesto por juros e insultos. O quizá que puedes resolver todos tus problemas arrojando al malo contra una pared. Bueno, si no aprenden eso en los cómics, lo aprenderán en las películas, y si no lo aprenden en las películas, lo aprenderán en la televisión, y si no lo aprenden en la televisión, lo aprenderán en cualquier otro sitio. Lo aprenderán en el patio del colegio. Por lo tanto, estoy seguro de que no será tan mala lección.
Con esto no quiero dar a entender que los cómics son destructivos para los niños.
GROTH: No, excepto si hablamos sobre su banalidad y mediocridad.
ELLISON: Por supuesto, los adultos leen esos cómics infantiles.
GROTH: Son adultos que ya están perdidos. No se puede hacer nada por ellos. Cualquier adulto que lea cómics...
ELLISON: Uno de mis más queridos amigos es Arthur Byron Cover. Arthur es un hombre asombroso. Su libro más reciente, "East Wind Coming", es una especie de pastiche de Sherlock Holmes. Es un escritor fabuloso, un joven escritor brillante. Lee cómics, los lee fielmente. Cuando termino con mi The Comics Journal del mes, se lo paso de inmediato. Se lo lee y lo archiva. Arthur lee los cómics de la misma manera, literalmente, que lee a Dostoievski. Es una autoridad en literatura rusa. Alguien con un intelecto que funciona a un elevado nivel literario. Hablamos de "Los Demonios", de "El Idiota", de Turgenev, de Chéjov, de gente así. Al mismo tiempo, no se pierde ni un número de un cómic de DC o Marvel. Se los lee todos. No lee los cómics de amor ni bélicos, pero se lee todos los cómics de superhéroes, todos y cada uno, de cabo a rabo. Y te puede decir cualquier cosa sobre ellos. Así que le pregunto: “¿Por qué, Arthur, por qué lo haces? Me refiero a que me gustan los cómics como a ti. Los encuentro muy divertidos". Tengo la necesidad voraz de saberlo todo. Tengo una casa con 37.000 libros. En un mes determinado quizá me lea Science News, Scientific American, Playboy, Atlantic, Harper's, Time, New York, New West, American Film, Armchair Detective, TV Guide, Partisan Review, National Review, New York Review of Books, Intellectual Digest, que lamentablemente ya no se publica, Esquire, Omni, National Geographic y otro puñado más.GROTH: ¿The American Spectator?
ELLISON: ¿Qué es eso?
GROTH: Una revista de la derecha, como el National Review.
ELLISON: Oh, no. A veces me leo National Review para estar al tanto de cómo son esas personas, no porque me guste. Además, algunos artículos están muy, muy bien escritos, y en la revista hay mucha gente interesante que no es necesariamente de su palo político.
Pero, de todos modos, compro cómics de la misma manera: porque necesito saberlo todo. Lo necesito. Supongo que estar a la última o alguna tontería parecida es una necesidad destructiva.
GROTH: Los lees más para saber qué contienen que para...
ELLISON: ...que por placer, sí. Me mantengo al día con los cómics por eso. Además, cuando voy a un campus universitario, es bueno poder mencionar lo que está sucediendo ahora mismo. Durante mucho tiempo, Howard, el Pato fue una buena forma de presentarme en mis charlas en universidades. De todos modos, quieres ganarte a la audiencia, así que hablas de lo que sea que estén haciendo en su vida, y dado que solo toman droga y cerveza, ¿de qué diablos puedes hablar? Es difícil lograr que la gente confíe en ti cuando estás dando una conferencia. Seguro que te escuchan y tal vez crean lo que dices, pero no van a confiar en ti, y yo opero por medio de la confianza.
Así que cualquiera que se tome los cómics en serio de adulto, me parece que ya está bastante perdido. Yo no me los puedo tomar tan en serio. Cuando hablamos de que son mediocres, siempre digo: "Sí, pero siempre lo han sido". Los pocos que no lo fueron eran cosas como Doll Man, los cómics de Lev Gleason, The Spirit de Eisner...
Verás, The Spirit de Eisner es una verdadera cima. Puedo retomarlo y releerlo una y otra vez. No solo es intelectualmente válido y enriquecedor, sino visualmente sorprendente. ¡Las técnicas cinematográficas que utiliza! Cuando empecé a escribir el guión para la película de The Spirit, hablé varias veces con Will Eisner y le describí la escena inicial. La escena de apertura es tremenda: la cámara entra en un plano general, avanza a lo largo de un río invadido por la niebla. En lo alto, entre la oscuridad, se puede ver un puente que lo cruza de izquierda a derecha. La cámara comienza a subir, está justo al nivel del agua, atravesando la niebla, y sube hacia el puente, y el puente está muy alto, sería como si estuvieras bajo el puente de Brooklyn, mirándolo desde abajo, y la cámara empieza a subir. Cuando la cámara se acerca, se mueve muy rápidamente en el aire hacia el puente y allí arriba se pueden ver dos figuras. De repente se produce un destello de luz, uno de ellos ha encendido un cigarrillo. Le entrega unos papeles al otro. El otro rompe los papeles, los arroja por el puente, los papeles comienzan a caer a medida que sube la cámara. Los papeles pasan flotando; la cámara se dirige hacia las dos figuras, y entonces, el que ha roto los papeles levanta repentinamente al otro tipo y lo arroja por el puente. La cámara se queda fija un momento mientras el cuerpo cae. La cámara lo acompaña. A medida que el cuerpo va cayendo, la cámara busca los papeles, los encuentra, y en ellos se lee “The Spirit” deletreado entre los pequeños trozos de papel. La cámara sigue al cuerpo mientras cae al agua, seguido del cigarrillo, que cae y se apaga en el agua. Esa es la escena inicial.Sabes que en la página de presentación de Eisner siempre indica "The Spirit" de una forma divertida, ¿no? Pues en una de ellas dibujó papeles cayendo. Se lo dije a Will y me dijo que le encantaba. Me dijo: "¿Cómo has ideado esa secuencia de apertura?" Le dije: “Bueno, fue muy fácil. Tú dibujaste a Fellini. La película tiene que ser de su estilo. Tú dibujaste a Fellini y yo escribiré un tratamiento de la película al estilo Fellini". Y por un momento tocamos el cielo hasta que Friedkin se volvió loco. Es un verdadero asqueroso. Y tiene tantos proyectos en marcha que no fue capaz de sacar este adelante, no quería hacerlo; es como una mariposa, siempre revoloteando. Dejó al pobre Will venga que te espera. Así que Will finalmente recuperó los derechos. De todos modos, era un buen guión. Aparecían políticos corruptos, todos con nombres divertidos. Uno se llama George Jerrymander, ese tipo de cosas. Hay un extraterrestre, uno de los graciosos extraterrestres calvos de [Eisner]. Aparece una mujer fatal, también Ebony. No solo Ebony, sino el otro niño con una piruleta que siempre deja ver su cara en una esquina. Dolan y Ellen. Hay una escena maravillosa protagonizada por Dolan en la que alguien entra por la puerta y amenaza a Dolan con un arma. Es muy divertida. Dolan lo golpea con una lámpara. Y The Spirit es él tal cual. Es Jim Garner hace 20 años con su expresión irónica. Es Terence Hill sin acento. No sé quién más podría hacerlo. Es un guión maravilloso. Me encanta.
GROTH: ¿Qué te ha parecido la nueva obra de Eisner, "Contrato con Dios?
ELLISON: Extraña, muy extraña. Es una obra importante. De verdad. Me parece una obra importante. Eisner es uno de los pocos hombres de los que se puede decir que posee una visión individual con toques de genialidad. Y además es un buen hombre. Pero, Dios mío, su ego es tan grande como el de Stan Lee. Es una vieja figura muy querida. Ya no se pasa tanto por donde vivo, así que no nos vemos tanto, pero la verdad es que Will tiene un ego bien desarrollado.
(Finalizará)