viernes, 13 de mayo de 2011

BASSHOLES: BASEMENT TAPES


Bassholes: Basement Tapes
Entrevista por Stephen Slaybaugh, aparecida en Agit Reader.
Traducida por Frog2000.

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Desde que se formaron a partir de los residuos de los Gibson Bros, las astutas leyendas de Columbus, Ohio, que retorcieron tanto el blues hecho por ciegos como las variadas formas de country, acercándolas hacia su estética punk durante finales de los ochenta y primeros de los noventa, the Bassholes han allanado su propio camino a través de las apartadas regiones del Americana más extraño durante más de una década. Como económico grupo de dos personas antes de que esto se pusiese de moda, el guitarrista Don Howland y el batería Bim Thomas (que reemplazó al original y huesudo Rich Lillash después de algunos años) han creado un salvaje y variado catálogo que no se adhiere a ningún modelo que no sea el de su propia forma de hacer las cosas. Claro, las mismas influencias de las que se informó Howland durante su estancia en los Gibson continúan reverberando en lo que hace actualmente, pero con los Bassholes nunca se ha aferrado a ningún parámetro estricto, siendo igual de probable que realicen versiones de Joy Division como de Blind Lemon Jefferson, incorporando un idiosincrásico surtido de ideas tanto a su música como a sus letras.

Aunque tuvo su base en Columbus, ahora Howland vive en Asheville, Carolina del Norte, y Thomas, que también toca en This Moment in Black History, reside en Cleveland; esto hace que durante los últimos años, graben y realicen conciertos cada vez de forma más esporádica. Recientemente la banda sólo ha publicado un disco de nombre homónimo con el sello Dead Canary, en 2005. Para su nuevo álbum (el séptimo), titulado ...And Without a Name, el dúo se ha reunido con el reputado sello Columbus Discount Records, tanto para grabar el álbum como para editarlo (en Columbus Discount Recording). Tal vez sea el álbum más crudo de la banda, aunque por otra parte, se omite lo esotérico a favor de la pureza.

Tengo asido a Howland al teléfono para hablar sobre su nuevo álbum y su permanente motivación a la hora de hacer música.

Stephen Slaybaugh: Hablemos del nuevo disco. Lo primero que me impresionó es que es un poco más ruidoso si lo comparamos con el anterior.

Don Howland: Claro, es un poco más ruidoso. Esa primera canción (“Little Boy Blues”) se dispara en la salida de forma completamente frita.

SS: ¿Fue esa tu intención, o fue más bien el producto de haber trabajado con CDR, en oposición a grabar en Workbook?

DH: Bueno, fue por ambas razones. Siempre hemos realizado buenas grabaciones. Pero siempre hemos alternado entre la alta fidelidad, la grabación respetable y la psicópata. Con el primero (Blue Roots) hicimos una grabación psicópata, el segundo (Haunted Hill) se grabó en un gran estudio de forma muy normal. Luego “Deaf Mix” fue algo más enrarecido y con “Blue Moon Turns Red Again” volvimos a la normalidad. Definitivamente esa siempre fue nuestra intención a la hora de grabar esos discos.

Pero esos chicos de Columbus Discount estuvieron fantásticos. La primera noche hicimos la canción "Swannanoa River ", que se convirtió en la canción al estilo dub del disco.

Cuando entramos en la sala de mezclas, Adam (Smith) estaba haciendo cosas muy parecidas a los discos dub de principios de los años 70. En ese momento supe que era un alma gemela. Veo el disco como una colaboración entre the Bassholes y Adán y BJ (Holsapple) de CDR. Después de todo, los chicos han contribuido mucho a la idea de que íbamos a hacer un disco realmente jodido. Lo empujaron más allá de donde yo sabía que podía llegar. Me encanta el sonido de esa canción de apertura. Suena como un blues de 1950 registrado con la aguja llena de basura, y cuando entra la batería, justo ese es el momento en el que explota todo. Esa era la idea para la canción, pero esos tipos amplificaron dicha intención. Era casi como una sensibilidad hip-hop, donde se coge lo bueno y se aisla con samples o con la forma de hacer la mezcla. De alguna forma, son como una especie de chavales de la Bomb Squad.

SS: Además de simplemente ser más ruidoso, hay una mayor ambientación en el disco. En el pasado comentaste que cada espacio en el que has grabado ha influido en el sonido. ¿Dirías que aquí ese es el caso?

DH: Claro, absolutamente. El sótano de allí es un lugar tan cómodo como cualquier otro en el que haya grabado, aparte de en mi propio sótano. Tal vez haya algo en ese sótano. En contraste, hacer este disco no tiene que ver con el que hicimos para Dead Canary ni en lo más remoto, (aunque con esto no estoy diciendo nada malo de Workbook o de gastarse mucho dinero en un estudio) pero no fue algo muy divertido. Bim y yo estábamos un poco peleados y todo era como "mierda, mierda, mierda." En CDR fue algo explosivo desde el momento en que llegamos. Sería feliz si hiciese ahí abajo todos los discos que vaya a hacer durante el resto de mi vida, con los chicos. Y realmente pasaron cosas interesantes. Estábamos grabando y de repente entra ese tipo italiano. Resultó ser alguien que conocí hace un par de años durante una gira con los Bassholes, y su banda estaba tocando al otro lado de la calle, en el Carabar. Así que después de que terminásemos la grabación, fuimos para allá y pude ver a esa banda italiana, que era muy buena. Las probabilidades de que ocurra algo parecido suelen ser mínimas, y me parece que eso es algo que caracterizó toda la experiencia de esta grabación.

Es raro, uno pensaría que los lugares de grabación que son más caros y que cuentan con muebles y con todo ese tipo de cosas, serían sitios muy buenos. Pero este estudio no es sólo un sótano. Es agradable y seco y es un sótano, pero ahí te sientes mil veces mejor que en esos lugares que tratan de parecerse a una sala de estar o algo parecido y que cuestan mucho dinero.

SS: No creo que la gente os asocie con grabar en un estudio lujoso....

DH: No, ¡no realmente! Workbook puede que haya sido el más lujoso. El único disco doble de Bassholes (When My Blue Moon Turns Red Again), se grabó en un sitio realmente caro de Los Angeles —caro para mis estándares, entre ochenta y cien dólares por hora, algo que me parece una locura. Es un lugar al que van los grupos famosos a grabar. Había alfombras por todas partes. Fue una experiencia bastante vacía. Grabar en Sun Studio fue como jugar en el vestíbulo de una atracción turística. Fue raro y nos costó unos 100 dólares por hora. Hay un lugar aquí llamado Echo Mountain. Cuesta una fortuna, y se ha puesto de moda que vayan todas las bandas a grabar. Está en una iglesia restaurada, y se gastan una fortuna allí. Ni quiero ir ni quiero saber dónde está. No me gustan esos lugares. Quizá es por un defecto en mi carácter, pero siempre me ha gustado tocar en sótanos.

SS: Comentabas que con el disco de Dead Canary, Bim y tú tuvisteis algún conflicto. Algunas bandas se alimentan de conflictos, pero ¿vosotros no funcionáis mejor cuanto mejor os lleváis?

DH: Fácilmente podría señalar con una mano, o incluso con sólo tres dedos, las veces que me he puesto con alguien de mal humor. No me gusta la tensión dentro de los grupos, pero nosotros nos llevamos muy bien. Es una buena combinación. El tiene su vida y yo tengo la mía, y cuando nos reunimos sólo podemos ser The Bassholes.

Realmente no puedo ver a nadie haciendo algo parecido. Algo que es más como un hobby que otra cosa más impactante. No se podría hacer algo como esto, algo que no da dinero, a menos que realmente no disfrutes de la compañía de la gente con la que estás en la banda.

SS: ¿Crees que habríais durado tanto, si hubiéseis estado con el grupo a tiempo completo, viajando en furgoneta durante seis meses al año?

DH: No, Bassholes siempre hemos odiado las giras, así que eso está fuera de toda consideración. Nuestro único roce con la fama (supongo, de todos modos, que fue en algún nivel) fue cuando sacamos el disco con Matador. Querían algo parecido al excesivamente producido disco de In The Red (When My Blue Moon Turns Red Again), y en su lugar les dimos Long Way Blues, que para mí es de lejos el mejor disco que he hecho. Fue tan malditamente extraño, no lo promovieron de ninguna forma. Podríamos haber viajado y dado conciertos con muchas de las bandas de Matador, pero realmente no lo hicimos. Teloneamos a Yo La Tengo. Tío, ¡hablando de algo doloroso! Oh dios, eso sí que fue duro. Me gusta la gente que tiene una sensibilidad especial parecida a la mía, y no creo que haya muchos.

SS: SS: Una canción del disco que destaca en particular es “(I Like) Smoke & Lightning”...

DH: La he escuchado mucho. Es una grabación casera, como muchas de las canciones de Long Way Blues. Voy a grabar otro album en solitario en el cuatro pistas, con cosas parecidas. Probablemente me quede más contento que con el anterior.

Tuve dificultades para localizar el piano y la kalimba para esa canción. Finalmente encontré una que era totalmente casera, incluso estaba hecha con una cáscara de coco. Me encanta hacer cosas de ese estilo. Sólo tengo que conseguir poner mi cabeza en orden para lograr hacer más canciones.

SS: ¿Así que esa canción no está hecha en CDR? ¿La hiciste en tu casa?

DH: Claro, pero hicimos las mezclas de la kalimba en CDR.

SS: ¿Querías que esa canción contrastase con las del resto del disco?

DH: Pienso en las canciones de los Bassholes como si fuesen más un estado de ánimo que como tipos diferentes de canciones o tipos de dinámicas diferentes. Si la canción es correctamente extraña, entonces todo encaja para mí.

SS: Al incluir una canción que continúa de una cara a otra, ¿estabas pensando más en el concepto del disco como album en vez de en una colección de canciones?

DH: Claro, por supuesto. Creo que la verdadera razón por la que la gente extraña el vinilo, no se debe a alguno de los crujidos que supuestamente dan calor a la grabación, sino porque es el formato perfecto, en el que tienes entre 18 y 20 minutos por cada lado. Son dos mitades que son parte de un todo. Me encantan ese tipo de discos, cuando el último groove de la primera cara continúa en la siguiente. Es algo que me parece cool.

SS: Tengo curiosidad por saber qué os llevó a hacer la version de “New Values,” sabiendo que ese disco no está considerado generalmente como el mejor trabajo de Iggy [Pop].

DH: Oh, no sé. Es el último disco en el que tocó James Williamson. Creo que es el único disco de los que [Iggy] realizó en solitario que es fantástico, y deja atrás los dos álbumes producidos por David Bowie. Y esa canción, patea culos. Como “Search and Destroy,” tiene un crujiente solo de guitarra de James Williamson que surge de repente. También me encanta la letra, ¡me gusta todo de esa canción! El truco fue buscar a alguien que pudiese hacer ese solo de guitarra. En Columbus, sólo pudimos contactar con Derek DiCenzo. El tío es asesino, simplemente llegó con todo preparado, se situó y empezó a trabajar. E hizo el solo. Cuando tratas de rendir un homenaje a un solo de guitarra de James Williamson, sólo puedes hacer dos cosas. Tratar de sonar lo más parecido o distanciarte un universo. Así que claro, al final todo salió muy bien.

SS: ¿Llamar al disco “And Without a Name” es una forma de evitar titularlo?

DH: Sí, ¡más o menos! A medida que envejezco, cada vez me parece más fácil conseguir fraseos de guitarra pegadizos, pero la letra es harina de otro costal. Así que pensé que esa era una buena forma de no tener ningún título y de tenerlo al mismo tiempo.

SS: Comentas que tienes problemas con las letras. ¿Es por culpa de las canciones?

DH: Las canciones son un poco como pequeñas historias surrealistas, y todavía puedo hacerlas, pero cada vez me cuesta más. Las cosas me llegan cuando me voy a dormir, y no sé si estoy acusando los años, o si algo marcha mal en mí, pero cuando tengo un pensamiento en la cabeza, siento que se disuelve como si fuese un sueño en cuanto me despierto. Ya no puedo mantener las cosas en mi cabeza durante mucho tiempo.

SS: Una vez dijiste algo así como que prefieres estar dormido a estar despierto, porque los sueños son más emocionantes que la vida real. ¿Aún te sientes así?

DH: Claro, sigo diciéndolo, y por eso es por lo que la cercanía de la muerte no me aterra demasiado. Pero no puedes tener un punto de vista positivo sobre la muerte, porque la gente creerá que eres un suicida o algo así. Realmente la forma en la que tratamos la idea de la no existencia es muy negativa. Pero la vida… en su mayor parte es algo explosivo, pero tiene muchas horas tediosas de por medio.

SS: La propaganda que CDR está haciendo para el álbum le hace parecer un disco político. ¿Estás de acuerdo con eso?


DH: Bueno, al final las cosas se hicieron de forma un poco apresurada y Adam se encargó. Creo que es un punto de vista interesante y suena bien, pero el disco no es más político que otras cosas que haya hecho anteriormente. El disco con Wooden Tit, de alguna forma, también era político. El chico que tocaba el bajo era el editor de un periódico que recopilaba noticias de la prensa extranjera y de Reuters que no nos llegan, así que parecía una revista del ala izquierda incluso aunque sólo publicaba la verdad. Los noventa siempre me han parecido una época que no tiene ningún sentido, vacía, parecida a la forma en que la gente piensa sobre los cincuenta. Me parece como, bueno, una extensión de los ochenta, la nada absoluta. Pero ahora no hay forma de ignorar del todo lo mal que marchan las cosas. Hay un montón de sensibilidades en este momento, lo reconozcamos o no. La gente está preocupada, incluso si es sólo a un nivel subconsciente. Aunque no obstante, están más preocupados por la mortalidad a la que nos tenemos que enfrentar y por la incapacidad humana para el sacrificio, y a eso es a lo que se aferran. Es triste observar cómo funciona la gente. Es patético. Estoy hablando de la especie en general, no de la gente que conozco.

SS: Has hecho un disco en solitario, otro con Wooden Tit y también tocaste con Burning Bus, ¿verdad?

DH: Claro, [con Burning Bus] fuimos al Gonerfest. No me gusta el rollo del garage rock y su mentalidad, pero el Gonerfest estuvo bien. Pasaron cosas muy buenas. Pero no sé, esa banda es algo que hice, pero no es lo mismo que tocar con Bim o con Wooden Tit. El bajista de Wooden Tit ha estado perdido por ahí durante un tiempo, así que el grupo está en un descanso que dura años. Pero me encanta la banda y el disco de Wooden Tit para mí es tan bueno como el mejor de los Bassholes.

SS: ¿Montar esas bandas es más una cuestión de poder hacer música por no estar con Bim o te crees capaz de lograr cosas que no funcionarían en Bassholes?

DH: Hacer música es divertido, y no tengo nada más que hacer en mi tiempo libre. Me siento libre de tener relaciones. Tuve una que me consumió el tiempo y la mente. Me libré de ella y dije “Que lo jodan, he acabado totalmente con ese tema”. Fue como quitarse un yugo.

Muchas de las cosas de Bassholes tienen partes de guitarra en estudio, pero también me gusta ver lo que se puede hacer con un grupo de tres, cuatro o cinco personas.

SS: Habiendo hecho crítica musical, ¿encuentras que lo que se ha escrito sobre Bassholes es absurdo, o simpatizas más con los críticos musicales?

DH: Simpatizo más, pero una cosa que me molesta es cuando escriben de forma errónea. ¡No se puede leer! Pero no se ha escrito mucho sobre Bassholes, y lo que hay está orientado cien por cien hacia el fan, está hecho por personas a las que les gusta la banda. Así que si a alguien le gusta la banda, siempre estaré de acuerdo con ellos. Si alguna vez se vendiesen discos suficientes como para fichar con una discográfica más grande, entonces estaría haciendo discos que comprarían personas que ni les importa el disco ni les preocupa conseguirlo. Entonces, a continuación te estrellarías, y no sólo porque tus discos no llegasen a los sitios adecuados, sino porque intentaste alcanzar algo que no podías lograr. Al menos podrías tener la sensación de tener un final triste. Nosotros nunca lo hemos tenido, ni siquiera algo que se acerque, así que me siento afortunado de cómo funcionamos. O no, igual no tan afortunado, porque de todos modos las cosas nunca han ocurrido tal y como las hemos planificado.

SS: Una última pregunta, ya que estamos viviendo en la era de los regresos de las bandas de rock independiente…

DH: Oh, los Gibson Brothers.

SS: ¿Hay alguna posibilidad?

DH: Dan (Dow) y Ellen (Hoover) siempre han querido reunirse, y yo también he querido hacerlo, solo es cuestión de hablar con Jeff (Evans) para que también lo quiera llevar a cabo. Lo he intentado durante años. No creo ni que lo haya empezado a pensar. Tiene algo que ver con que no le gustaría ser recordado por lo que hizo con los Gibson Bros. Quiere que su material más reciente diga a la gente quién es él. Pero de todas las bandas que podrían hacer una buena reunión, creo que nosotros seríamos la mejor opción, porque al principio ya sonábamos como retrasados y actualmente somos retrasados. Me gustaría hacerlo y grabar un disco con CDR. ¿Sabes qué? En cuanto termine de hablar contigo, llamaré a Jeff para volver a hablar sobre el tema.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias señor frog2000. Mire esto. Creo ke le interesará:
http://doom-grinder.blogspot.com/2009/12/you-see-me-laughin-hill-country.html

frog2000 dijo...

Extra-gracias!!!!

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