lunes, 30 de mayo de 2011

ENTREVISTA CON TOM SHANNON (CHEATER SLICKS)


Entrevista con Tom Shannon (Cheater Slicks),2006. Rescatada de philhonolulu y traducida por Frog2000)

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Os ofrezco una entrevista que le hice meses atrás a Tom Shannon, de los Cheater Slicks. Tienen un nuevo disco grabado que podremos escuchar el próximo año, y como son una banda en la que se puede confiar y que siempre ha producido grandes discos a lo largo de toda su extensa carrera, haré una conjetura y os diré que estoy seguro de que va a ser un disco increíble.

Phil Honolulu: ¿Qué edad tenías cuando empezaste a tocar?

Tom Shannon: Tenía cerca de 21 años, probablemente David tendría unos 25 y Dana ha estado tocando desde que era un adolescente. David y yo empezamos a tocar bastante dos años después de dejar la Universidad. David se pasaba el tiempo pintando y yo me dedicaba a trabajar. Ambos habíamos tocado otros instrumentos cuando estábamos en el instituto. David era un trompetista muy bueno. Provenimos de una familia de músicos. Nuestro padre es pianista. Pero de alguna forma esa situación nos frustró un poco y no nos ayudó demasiado.

PH: ¿Habías tocado en alguna otra banda antes de hacerlo en Cheater Slicks?

TS: Estuve tocando en una que se llamaba The Fishers cuando todavía iba al instituto, alrededor de 1984. Tan sólo lo hacía para divertirme, pero realmente fue como una especie de precursora de muchos de los grupos que más tarde hicieron garage y soul. Teníamos una cantante de color. Cuando empezamos, yo sólo llevaba un par de meses tocando la guitarra. Era divertido, pero no teníamos ambición alguna. Dana estuvo en un grupo de punk metal en el instituto que se llamaba Four Letter Words. Era el cantante. Formó la banda con algunos amigos fumetas y tocaron en un concierto de jóvenes talentos del instituto. Creo que cantaron "Gloria". También estuvieron tocando en Boston un par de veces e incluso llegaron a llamar ligeramente la atención, porque eran unos extraños tipos de instituto de una ciudad poco conocida. Para dar los conciertos se fueron en tren hasta Boston. David también estuvo tocando con algunos amigos de Nueva York, pero creo que el proyecto no era nada demasiado serio.
PH: ¿En qué momento te diste cuenta de que eras capaz de cantar?

TS: Creo que sabía que podía cantar desde que era un crio. Siempre he escuchado todo de forma musical, pero supongo que era demasiado tímido y derrotista como para intentar cantar de verdad. Me imagino que sabía bien que tenía la habilidad de hacerlo. Por supuesto, tocar la guitarra y cantar a la vez era otro asunto, y me llevó un par de años de estancia en la banda hasta que empecé a controlarlo. Dana fue el primer cantante de Cheater Slicks. "Leave My House" fue la primera canción en la que puse voz. Nuestros primeros conciertos fueron instrumentales. Teníamos un violinista que tocaba con nosotros. Hacíamos un rock drogado, ruidoso y drónico. Luego empezamos a probar cantantes durante todo un año, pero ninguno funcionó. Empezamos a hacer las voces nosotros mismos para lograr lo que queríamos hacer. Simplemente éramos demasiado extraños para la mayor parte de cantantes que lo intentaron. Sentíamos que nosotros podíamos hacerlo mucho mejor.

PH: ¿Cómo conociste a Dana?

TS: Dana estaba en un grupo con un tío con el que yo había estado estudiando. Acababa de llegar a Boston, aunque David todavía no lo había hecho. De todas formas, este colega del instituto ya estaba metido en la escena musical y era amigo de Stephen Merritt y otros tíos de su pandilla. Cuando llegó David teníamos otro batería. Era un amigo mío del instituto que estaba a punto de dejarlo. David y yo seguimos haciendo cosas juntos después de que él lo dejara. Este amigo de la universidad me comentó que podíamos usar su local de ensayo (pagándolo, claro) y nos “prestó” al tío que tocaba la batería con él, que resultó que era Dana. En el mismo momento en el que empezamos a tocar juntos sabíamos que allí había algo. Era crudo y terrible pero el sonido básico ya se encontraba allí. ¡Cuando formas una banda resulta algo muy importante! Tuvimos suerte. Después ya daba igual a quién intentáramos meter en la banda, porque de alguna forma nosotros tres siempre éramos el núcleo esencial.

PH: ¿Calculásteis a conciencia cómo queríais que sonaran los Cheater Slicks, o fue una cosa mucho más orgánica?

TS: Siempre hemos intentado sonar de una forma orgánica, sin copiar a nadie más. Queríamos que el sonido se desarrollase por sí mismo y pensábamos que era bueno hacerlo de esa forma. Siempre quisimos hacerlo así. Empezamos a tocar los temas y estuvimos haciéndolos evolucionar a lo largo de varios años antes de grabarlos, porque queríamos esperar a que madurasen hasta dar con su formato definitivo. Primero los hacíamos como instrumentales y a continuación, 
en cuanto la música se había desarrollado lo suficiente, añadíamos las voces. Nunca hemos debatido cómo tiene que ser una canción. Nunca nos ponemos a hablar sobre su estructura ni nada parecido. Cogemos y la tocamos hasta que encuentra su propia lógica. 

PH: Alguien me dijo que eras un tremendo fan del disco 'Like Flies On Sherbert' de Alex Chilton, que también es uno de mis favoritos. Me pregunto qué es lo que piensas del resto de su material...

TS: Pude ver a Alex Chilton en Boston en el año 1986 o algo así, y me pareció grandioso. Fue un concierto bastante caótico, no como lo que empezó a hacer un poco más tarde, cuando se convirtió en algo más profesional. Así que me empecé a pillar todo el material de Chilton que pude encontrar. Me gustan bastantes cosas hasta “High Priest”, pero luego mi interés va disminuyendo. Me encanta la forma en la que era capaz de hacer grandes canciones basadas en el caos. Creo que incluso Big Star tiene elementos similares. “Sister Lovers” es una obra maestra y creo que “Flies on Sherbet” estaba influenciado por su trabajo con los Cramps. Como yo era un gran fan de los Cramps en ese momento, también me encantaba el rock n roll sucio de “Flies”. Panther Burns también eran muy buenos en esa época. Sigo respetándolo mucho y de ninguna forma podría decir nada malo de él.
PH: ¿Qué tipo de música desprecias?

De muchos tipos. La mayor parte de grupos suelen aburrirme, y creo que ese es el peor insulto que se puede decir. Me gusta que la música sea profunda y emocional, y últimamente parece que eso es lo que falla. No me gusta la basura lloriqueante “suburbana”. Creo que se puede hacer algo más profundo. También echo de menos el rock´n´roll. Ya no se suele hacer demasiado. Hay toneladas de punk rock, pero muy poco RNR experimental original. La gente no parece saber cómo volver a pillar ese “toque”. Cada vez nos estamos alejando más de esa forma de hacer las cosas. Me parece que la gente lo ve como algo cursi. Realmente no parece que se esté haciendo algo que sea amenazador o escandaloso. No soy demasiado fan de ese folk neo-psicodélico que tanto se lleva en la actualidad. Me gustaría que esa moda se acabase de una vez.PH: ¿Hay alguna canción de los Cheater Slick de la que estés orgulloso?

TS: Siempre he pensado que “Possession” es uno de los grandes logros del grupo. Para mí fue con esa canción cuando realmente nos convertimos en un grupo de verdad. Realmente destacaba sobre todo lo demás. Y la hicimos entre nosotros tres. Nos permitió darnos cuenta de todo lo que éramos capaces de hacer. Estoy muy orgulloso de muchas de nuestras canciones, pero no soy egoísta. Para mí se formaron gracias a la atmósfera positiva que existía entre nosotros, y creo que nosotros tan sólo las canalizamos. He escuchado decir lo mismo a muchos compositores. Por lo tanto, no somos los completos responsables de su creación. Y ese es el motivo de que aún sigamos tocando. Creo que no hemos cambiado gran cosa nuestra forma de hacer las cosas, nuestra metodología, y aún así seguimos vivitos y coleando. Estoy orgulloso de muchas de las canciones más silenciosas, aunque hayan obtenido un reconocimiento menor, que de muchas de las más ruidosas. Nuestra banda no sería lo que es si no hiciésemos también material más melódico.

PH: ¿Sigues escuchando vuestros primeros discos? ¿Desearías cambiar alguna cosa?

TS: En cuanto se quedan arraigados en mi recuerdo, no vuelvo a escuchar demasiado nuestros discos. Sí, me gustaría cambiar algunas cosas, pero nunca lo hemos hecho. Las canciones son lo que son. Ser consciente de tus defectos es una parte del proceso de crecimiento. Son momentos que se quedan congelados en el tiempo... fotografías de nuestras ideas. Se quedan fijados en el tiempo. En algún momento me gustaría hacer un disco en directo para demostrar las diferencias que existen cuando tocamos esas canciones en directo. Muchas de esas canciones son más duras en directo.
PH: ¿Cuánto hace que pintáis tú y tu hermano?

TS: Mi hermano se especializó en Arte en el instituto. Siempre ha sido una persona extremadamente artística. Aún sigue haciendo obras artísticas, pero ahora mismo no está pintando mucho. Estoy seguro de que volverá a hacerlo. Últimamente ha estado esculpiendo y trabajando con moldes. Yo pinto ocasionalmente. Empecé hace un par de años como apoyo terapéutico para algunos problemas que había sufrido. Pero hace como un año que no hago nada.

PH: ¿Lees reseñas sobre el grupo? ¿Cómo llevas las malas críticas?

TS: Cuando empezamos recibimos algunas críticas pésimas. Supusieron todo un obstáculo a superar, pero realmente no nos importaban demasiado, porque teníamos la idea de que las cosas no podían ser revocadas o modificadas. Quizá en aquella época teníamos bastante estrechez de miras. Pero ser ignorados porque éramos diferentes seguía resultando muy desalentador. En cuanto a lo musical, creo que finales de los ochenta y toda la década de los noventa apestan un montón. Había muy pocas bandas con las que podíamos emparejarnos. Muchas bandas nos odiaban y nos sometieron a su odio y desprecio. Eso por no hablar de la audiencia a la que expulsábamos de los shows cada vez que tocábamos. Éramos capaces de vaciar una sala más rápido que cualquier otra banda de la historia. ¡Y a veces nos sigue ocurriendo! Por suerte para nosotros, a algunos otros les gustábamos mucho y eso nos dio la suficiente confianza como para pensar que “¡algo debíamos estar haciendo bien”. Ahora las reseñas son mucho más amables, pero hasta cierto punto seguimos siendo bastante ignorados.
PH: ¿Hay música reciente que te guste?

TS: Disfruto con bandas de noise bastante jodidas que siguen teniendo raíces en el rock n´roll. Y eso no significa que tengan que ser tradicionales. En los últimos tiempos hemos tocado con un montón de buenos grupos. Es bastante alentador, nos mantiene jóvenes y vivos, y nos respetan porque saben que nosotros nunca lo hemos dejado.

PH: ¿Te gusta leer? ¿Qué has leído últimamente?

TS: A todos nos gusta mucho leer. Últimamente mis lecturas han sido más esporádicas. Voy leyendo a trozos. A veces he sido un lector más ávido, pero luego tengo que dejarlo y vivir un poco. Últimamente no estoy leyendo demasiado y lo siento en el alma. El último libro que he leído ha sido una biografía de Djuna Barnes. No sé qué están leyendo los otros.

PH: ¿Conoce la gente de tu vida del día a día a los Cheater Slicks (los tíos con los que trabajas, etc, gente de fuera del entorno de la banda)?

TS: Yo diría que no. En nuestros trabajos sí que nos conocen. Más allá… ni les importa ni nos conocen demasiadas personas. Somos una banda muy poco conocida, y fuera de la escena musical nadie habla del grupo. En realidad la banda no tendría demasiado sentido para la mayoría de esa gente y tampoco quiero molestarlos.

PH: ¿Te gusta Boston?

TS: Personalmente no me parece el mejor sitio para vivir. Es una ciudad interesante y hemos hecho muchos amigos, pero... La música de Boston suele ser mejor que la de otros sitios y tenemos una buena radio, la WMBR. No tengo más sentimientos positivos por la ciudad. Nos pateó el culo, pero eso sólo forma parte de nuestra propia historia. Aquí hemos tocado con algunos buenos grupos y también hemos tenido buenas oportunidades. Pero la ciudad sigue teniendo ese molesto rasgo de que te pueden apuñalar por la espalda, por lo que...
PH: Parece que finalmente la gente está empezando a darles a los Cheater Slicks el crédito que se merecían desde hace mucho tiempo, ¿a qué atribuyes este reciente aumento de popularidad? ¿Crees que ha sido por algo específico?

TS: No creo que el crédito que estamos recibiendo sea tan enorme. Para nosotros todavía es casi imposible tocar en directo, ya que nuestra base de seguidores sigue siendo muy pequeña. Creo que para las bandas actuales somos una especie de influencia, pero tampoco tiene demasiado efecto en la prosperidad de nuestra banda. Es algo muy extraño. Estoy satisfecho de que llevemos tanto tiempo. Hemos tenido mucha suerte de que nuestras ideas les sigan pareciendo interesantes a la gente. Es algo que me parece más importante que todos esos clubs llenos de gilipollas que no se enteran de nada. No me gusta ir a conciertos repletos de esa gente. Para nosotros es como una maldición.

PH: ¿Puedes describirnos cómo se originó “Thinkin' Some More” [del LP “Whiskey” (In The Red)]?

TS: La verdad es que ahora mismo no sería capaz de hacerlo. Lo que sí que te puedo decir es que es una canción que compusimos de forma muy estructurada, con marcas y todo tipo de señales internas que nos guiaban como un mapa durante toda la improvisación. Y nos bebimos una botella de whisky antes de grabarla que se acabó justo cuando la cinta se estaba terminando... fue muy extraño. Es nuestro tributo personal a The Velvet Underground... resulta bastante obvio... es nuestra manera de demostrar que éramos capaces de improvisar y que no sólo éramos otra banda de “garaje” más... la ensayamos mucho y me acuerdo de que fue un ensayo enloquecido y complejo... ¡tal vez ese sea su origen!

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