Entrega nº 47 de la columna “Come In Alone” escrita por Warren
Ellis. Aparecida el 3 de noviembre de 2000 en Comic Book Resources. Traducida
por Frog2000. Nota: el título es una invención, la columna original no tenía
ningún encabezado.
Hablemos de los niños.
"¡Urrr! ¿Niños?"
Cállate. Son divertidos de hacer. Yo tengo uno. Está
durmiendo debajo del cuarto donde me encuentro. Lilith. Lili en diminutivo.
Cumplirá cinco años el dieciocho de octubre. Nació una noche a las diez y
veinticinco, justo antes de la hora de cierre de los bares. Buena chica. Los
niños son buenos. A todo el mundo le gustan los niños. Porque son una tubería que aspira el dinero. El dinero sale de mi bolsillo, pasa por el canal de los placeres
de Lili y termina alimentando la economía del entretenimiento. Genndy
Tartakovsky y Craig McCracken, que estuvieron conmigo la última vez en el
acontecimiento “Las 100 Personas Más Creativas en el Campo Del
Entretenimiento”, un ajuste de cuentas patrocinado por ENTERTAINMENT WEEKLY, actualmente son
hombres más ricos específicamente gracias a mí y al amor que mi hija siente por
Las SuperNenas. Probablemente sean mucho más ricos de lo que me parece. Porque el
entretenimiento para niños no es nada barato. Si no tienes hijos, visita tu
tienda de libros más cercana mañana mismo. Echa un vistazo en la sección de ficción para
niños. Coge uno de esos libros grandes, ilustrados y flexibles. Fíjate en su
precio.
Te has quedado asustado, ¿verdad?
Y las personas se quejan del precio de los cómics. Por lo
menos podría comprar dos cómics por el precio de un libro para niños de 20
páginas de Mick Inkpen. Pero Mick Inkpen vende mejor que la mayoría de cómics
que se me ocurra nombrar, y tiene un fondo editorial que haría que los
mejores de nosotros pareciésemos estar enfermos.
En mis manos tengo una copia de “THE COURAGEOUS PRINCESS” de
Rod Espinosa, publicado por Antarctic Press. Cuesta 11.95 dólares americanos y
son setenta y dos páginas a todo color. Si hablamos de ficción para niños, creo
que esta es una elección justa y ventajosa. Tiene algún rasgo en común con algunos
libros populares ingleses para niños como “Princess Smartypants” de Babette
Cole. Se trata de una historia “femenina”, pero también es una gran
aventura y tiene magia fantasmal, grandes emociones y un humor cálido. Y también es un
cómic. Si esto estuviese en las tiendas de cómics, harían el agosto, pero
por supuesto, allí no lo vas a poder encontrar.
Todo este tema empezó gracias a una conversación en mi foro. Durante Halloween, una amable e inteligente mujer estuvo regalando cómics al grito
de “Truco o Trato". (Nuestra calle estaba llena de críos
empapados en gasolina de mechero y alguien estaba gritándoles: “¡Truco,
pequeños cabrones! ¡Truco, os digo!" Suena como si hubiese sido yo mismo,
pero os aseguro de que no es cierto. Por otra parte, es algo que supongo harán la
mayoría de los miembros del foro. Por favor, si regaláis cómics, no rociéis a los críos
con gasolina para mechero ni les tiréis cerillas encendidas a continuación.)
Así que Anne llevaba encima un montón de títulos. Y también
otro montón de “YEAH!”, “SCARY GODMOTHER” y otros cómics que, obviamente, puede
que consideres que son ”para niñas”. Cuando se hizo de noche la pila de cómics
"femeninos" seguía entera y sin tocar, porque las niñas llamaban a su
puerta para conseguir los STAR WARS y el resto de material de acción.
Y ese es el motivo de que LAS SUPERNENAS sea super-ventas.
El motivo más jodidamente obvio es que a las niñas también les encanta la
ficción de aventuras. Cuando emiten unos buenos dibujos animados de acción o una
buena aventura para chicos, Lili se queda bien pegada a la televisión a mi lado. También se
queda clavada al borde de su silla con los antiguos dibujos animados de JONNY
QUEST. Últimamente ha descubierto THUNDERBIRDS. Su película favorita actual
(por supuesto, cambiará la semana que viene) es George de la Jungla, porque en ella hay giros de guión repentinos y el protagonista rescata a la gente y sufre amenazas o
peligros (tolerables) y su novia es más inteligente que él. Además, no creo que
duela mucho si os digo que Brendan Fraser está realmente encantador haciendo de George.
De acuerdo, pero si “YEAH!” y “SCARY GODMOTHER” son para
chicas, entonces, ¿por qué las niñas que visitaron a Anne no se agenciaron ese tipo de cómics en
lugar de los otros?
Es una pregunta tan interesante como incómoda. Lo único que sé es que el “SCARY GODMOTHER” de Jill Thompson está muy bien hecho, es un
objeto bonito y es ideal para Halloween. Y creo que “YEAH!” [de Peter Bagge y Beto
Hernandez] fue juzgado pésimamente, y además como objeto físico era bastante
feo, pero “SCARY GODMOTHER” es un libro para niños magnífico. Pero la verdad es
que los cómics de aventuras parecen más divertidos. Es muy fácil ponerse
relamido con la ficción infantil y proclamar que un canal de trabajo tan
bellamente decorado y tan reducido es "algo para chicas". Las niñas
también son seres humanos, y les gusta todo tipo de cosas. Esta es la lección
que se puede encontrar en la ficción para niños, donde el contenido de la
historia se ejecuta a través de una completa gama temática. No es que todos los
libros infantiles traten, por ejemplo, sobre superhéroes. La ficción para niños
ya dispone por sí misma de una salvajemente saludable diversificación.
Pero ya sabes, hay algo que hace que todos esos cómics
estén conectados entre sí. La verdad es que ninguno vende como Mick Inkpen o Babette
Cole. Y continuarán sin llegar a la audiencia que tanto se merecen hasta que
–ja- el mercado no crezca lo suficiente como para ser capaz de comerciar con
ficción para niños.
En la mayoría del resto de entretenimiento que
puede verse en las tiendas hay espacio reservado sólo para los niños. Tenemos la
sección de novelas de ficción para niños, las estanterías de vídeo para niños,
el estante de música para niños. Y sin embargo, no parece que los cómics para
niños lleguen alguna vez a las librerías. Las tiendas de cómics parecen dispuestas a
vender cómics de superhéroes de niños para adultos, y las librerías tienden a
acumular todas las novelas gráficas como complemento de la sección de ciencia
ficción o de humor.
La gente sigue diciendo: "¡Pensad en los niños!"
(A menudo también les arrojo encima líquido del mechero.) "¿Dónde están
los niños? ¡Los niños son nuestro futuro!" Y sin embargo, no estamos
haciendo lo que hay que hacer para atraer a los niños a las tiendas
de cómics. Estamos dejando de lado aquellos títulos que las niñas quieren leer,
y para los que los padres están muy capacitados para gastar cantidades
exorbitantes de dinero, y creo que se quedarían encantados con el valor que
posee “COURAGEOUS PRINCESS”: un cómic bien narrado, inteligente y atractivo. Y
sin embargo, extrañísimamente, los cómics para niños no son exactamente una
industria en expansión.
Prácticamente, los libros ilustrados para niños son cómics
gracias a su yuxtaposición secuencial entre palabra e imagen. La ficción para
niños es un mercado enorme (ENORME).
Pregúntale a tu distribuidor por qué no tiene una sección de
ficción para niños fija en su tienda. En la mayoría de los casos, me temo, se
te quedará mirando como (en palabras de Bill Hicks) un perro al que acaban de
mostrarle un truco de cartas.
Pregúntale a un editor de cómics por qué no está financiando
toda una completa lista de títulos infantiles y, por supuesto, empezará a santiguarse y
te dará la espalda. Y eso es porque no tienen un sitio reservado donde venderlos. Son
reacios o incapaces de introducir los cómics para niños dentro
de las librerías generalistas de una forma más potente. Yo no puedo comprar un cómic de LAS SUPERNENAS
en ninguna de las tiendas de la Warner Brothers, ¿no te parece retorcido? Y
tampoco venden nada en el mercado directo, porque los comerciantes no lo
hacen. Se podría argumentar que todo esto responde a que las tiendas de cómics
no son ni favorables del todo a los niños ni tampoco a los adultos que los
acompañan. Pocas son las tiendas de cómics que tienen un lugar que mi hija
pueda reconocer como propio.
Cuando leemos sobre el padecimiento del mercado por
culpa de la falta de ventas a los niños, también deberíamos entender todo lo anterior.
No es que haya fracasado porque unos pilluelos rubios como los de antaño hayan
surgido hace poco, empezando a toquetear las cosas por toda la almoneda repleta de cómics a
centavo, eso no es lo más doloroso. En realidad no solo es un fracaso de los editores
y los libreros, sino de todo el maldito sistema en conjunto por no ser capaces de
crear un espacio al que yo pueda acompañar a mi hija cuando entro en una tienda
y poder ver su alegría al buscar en su lugar personal, entregándole a continuación al
dueño de la tienda mi tarjeta oro, viendo cómo literalmente, me hace sangrar el
dinero. Es lo que suele ocurrir cada vez que voy a una librería para comprarme algo para mí.
Esta semana es el lanzamiento de un pequeño cómic
exclusivo en popimage, realizado por mí y por Lea Hernández. Leed aquí POPPY.
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