lunes, 28 de abril de 2014

ENTREVISTA A ALAN MOORE EN BLATHER (5 DE 5)

Entrevista realizada por Barry Kavanagh el 17 de Octubre de 2000. El autor le agradecía su ayuda a Steve Moore y Alan O’Boyle.Traducida por Frog2000. Primera partesegunda partetercera parte, cuarta parte.

BK: ¿Has leído la biografía que escribió John Symonds sobre Crowley?

“The Great Beast”.

BK: Um, si, y luego la puso al día con el título de “King of the Shadow Realm”.

Uh-huh. Bueno, me leí “The Great Beast”. Ya sabes, si aceptas el hecho de que queda muy claro que a John Symonds no le gusta Aleister Crowley, me parece una buena biografía. Un poco sesgada. Acaba de salir una nueva que he empezado hace poco. Parece más equilibrada. Me he olvidado de quién la ha escrito, pero acaba de salir este último mes o algo así.

BK: He oído que Lawrence Sutin, que escribió “Divine Invasions: A Life of Philip K. Dick”, también está haciendo otra biografía.

No estoy seguro, pero...

BK: ...podría ser un rumor...

...suena interesante. Si, Crowley es un tipo interesante. Creo que uno de los problemas que se presentan cuando se revisa a Crowley lo genera la gente que se interesa por él, porque al final todos son unos pequeños satanistas de jodida clase media que están intentando impresionar a sus papis y mamis. Han escuchado que Aleister Crowley era “el hombre más malvado de la Tierra “ y se han dicho: “Oh, sí, estoy bastante metido en Crowley y también en la filosofía de Charles Manson y me gusta un montón William Burroughs.” No es que les guste William Burroughs porque fuese un escritor brillante, sino porque disparó a su esposa e hizo un montón de mierdas raras. Es como: “Mírame, qué malo soy”.

BK: Si, me doy cuenta de que también es muy americano, allí hay demasiados cristianos, y entonces ellos cogen esos símbolos y, ya sabes, crean el otro, el otro extremo del cristianismo con esa especie de rollo satánico.

Oh, claro. Lo mismo ocurre con Anton Szandor La Vey, ¿sabes? Melinda Gebbie, que es tanto mi novia como mi colaboradora, es de San Francisco. Hace poco estuvo allí y se reunió con un montón de viejos amigos, un montón de dibujantes de cómic underground americano, porque solía formar parte de la escena, y estuvieron de marcha con Carla La Vey, y me dijo que era una mujer muy agradable…
BK: Es su hija, ¿no?

Si, pero ha tenido que crecer siendo la hija de Satán, y entonces ella [Melinda] me dijo que había estado en la casa de La Vey, y ya sabes, es como un show de caucho sobre Satán. Es Satanismo de carnaval, justamente algo anti-cristiano. Eso es lo que no me gusta, es decir, me parece que en la filosofía pura del cristianismo hay cosas bastante recomendables, y también en otro montón de diferentes escuelas de pensamiento, pero obviamente, la religión cristiana actual se las arregla para destruir el alma por completo. Me parece un gran error intentar convertirte en un reflejo, “Oh, eres bueno, así que yo voy a ser malo.” Hasta cierto punto, el satanismo es simplemente una especie de enfermedad de la cristiandad. Tienes que ser un verdadero cristiano para creer en Satanás.

BK: Me recuerda al principio del taoísmo donde los opuestos se crean entre sí.

Si, por supuesto que lo hacen. Creo que has dado completamente en el clavo. No te lo voy a discutir. Si, los opuestos se crean entre sí, el negro crea el blanco. Todas esas dualidades, no puedes tener un solo pensamiento sin que su sombra aparezca inmediatamente después. No, estoy completamente de acuerdo contigo.

BK: ¿Y qué es lo que piensas sobre Crowley, el hombre?

Creo que fue un alumno brillante. Es difícil juzgarlo, en su mayor parte porque él mismo hizo todo lo que pudo para oscurecer su biografía. Me refiero a que esparció todo tipo de rumores y escándalos y por un momento creo que pensó: “Oh, bueno, toda publicidad es buena publicidad”. Pero en realidad las cosas no funcionan de esa forma.

BK: Tuvo un final muy doloroso.

Bueno, depende. Te puedo decir que tengo un magnífico dibujo suyo. Bueno, sólo lo tengo en un catálogo, es una reproducción. Fui a visitar una exposición de Crowley que hicieron hace un par de años en Londres. Tenían todo un cargamento de cuadros suyos. Y además tenían algunos de los que pintó Frieda Harris. Y había, sí, un par de originales de la baraja de Thoth. Estuvo muy bien, fue bastante interesante. También tenían un pequeño dibujo a lápiz titulado “A.C. Dying”, de Frieda Harris. Un pequeño dibujo a lápiz de un tío de frágil esqueleto con la barba rala, hundido en la almohada de su cama, devorado, consumido por su enfermedad, y con uno de sus dedos tocando su labio inferior. Y cuando oyes hablar de las presuntas últimas palabras de Crowley, “Estoy perplejo,” entonces... si, Steve Moore, que es amigo mío, y también un colega guionista de cómics, ocultista, y fue uno de los editores de Fortean Times durante un tiempo, él y yo salimos de la exposición y empezamos a charlar...
BK: Es el editor de los “Estudios Fortean”.

Sí, edita los “Estudios Fortean”, bueno, lo ha estado haciendo hasta hace poco, pero ha vuelto a guionizar cómics. Steve es uno de mis más viejos amigos, no es familia mía, pero lo conozco desde que tenía catorce años. Bueno, estábamos saliendo de esa exposición y charlando sobre ese frágil y pequeño bosquejo a lápiz de Crowley y Steve me dijo: “Sabes, es como una representación pictórica de ese “estoy perplejo” de la realidad, ya sabes, con el dedo en el labio, pensando, cuestionándose las cosas,” y pensé: “sí, pero por otro lado, también parece el signo con el que se pide silencio”, es bastante ambiguo. Si en realidad llegó a decir ese “estoy perplejo” sería terrible, que esas fuesen las últimas palabras de un hombre como él, ya sabes, sería terrible y abrumador para Crowley. ¿O en realidad el dibujo representa a un mago haciendo el signo del silencio? Hay algo en esa ambigüedad que realmente me gustaba y que me pareció emblemático de todo lo que pienso sobre Crowley. Si quisiera juzgarlo moralmente, diría que probablemente fuese un poco egoísta, es probable que algunas veces su actitud hacia otras personas fuese un poco irreflexiva.

BK: ¿Como con Ninette Shumway?

Como con todas sus mujeres en general, aunque a veces creo que ellas le causaron tanto dolor como él les causó a ellas. Probablemente fuese un poco bobo, un poco egoísta, pero sin duda no era malvado.

BK: No, nunca lo habría pensado.

No, su “maldad” era como una especie de teatro, todo estaba programado para aparecer en los periódicos del domingo y todo eso, lo que probablemente no fuese tan buena idea, sin duda no parece tan buena idea como él pensaría que fue en su momento.

BK: Definitivamente su magia era algo de lo que no podía escapar. Cuando intentó escribir novelas, “Moonchild”, “Diario de un drogadicto”, estaban llenas de ella, llenas de todo ese…

...creo que en realidad intentaba que fuesen obras mágicas. Creo que el gran problema...
BK: ...como novelas son horribles.

No son buenas. Pero diría que el problema principal es que en realidad, en su mayor parte se pueden leer como se leen las de Dennis Wheatley, pero al revés. “Está bien, todavía estamos en una novela de Dennis Wheatley, pero ahora todos los satanistas somos los buenos.” [Risas.] No, me refiero a que algunos fragmentos de sus escritos son brillantes. Algunos de sus escritos, de sus ramplones versos, parte de ellos son hermosos. Admiro el estilo de su prosa en “El libro de la ley”, eso es todo lo que admiro de él. Estoy seguro de que probablemente dispone de mucha sabiduría y estoy bastante seguro de que la canalizó desde algún sitio, ¡pero no creo que provenga del auténtico ángel de Aeon! Probablemente fuese algo jodidamente grande y aterrador, pero no, no, nunca podría aceptar[lo], es demasiado enloquecido y cruel, es demasiado cruel, es demasiado inhumano, no me interesa. Si eso es lo que ocurre al alcanzar la divinidad, entonces me conformo con lo que tengo.

BK: Austin Osman Spare. En una ocasión escribí un artículo sobre lo que llamé “artistas en trance”, como Rosaleen Norton y él. No creo que fuese un buen artículo. Una de las razones es que no mencioné las drogas. Aparecían en el “Argentum Astrum” de Crowley. Solían usar mescalina, ¿no es cierto? para activar...

...si. Era mescalina “ana luini” o peyote, así es como siempre llamaban a esa “ana lu”... No me acuerdo del nombre técnico de lo que utilizaban en cada ocasión, pero sí, usaban drogas. Hasta donde sé, desde el principio de los tiempos la magia ha predicado el uso de drogas.

BK: Si, así es como se activan las visiones y todo eso.

Bueno, los chamanes las usaban...

BK: ...también puedes morirte de hambre, es otra forma de hacerlo.

Puedes hacer cualquier cosa que te funcione. Quiero decir, supongo que ciertos actos de violencia, determinados actos sexuales, morirse de hambre, azotarse uno mismo… hay un montón de formas mediante las que conseguir entrar en trance. Los tambores, el baile, pero las drogas… probablemente las drogas son bastante fiables, si es que no te matan antes, y sin duda llevan rondando la magia desde hace muchísimo tiempo. La forma más antigua de magia probablemente podría ser el chamanismo y probablemente se basaba en algún tipo de hongo psicodélico. Y a partir de ese punto, a lo largo de la historia se puede ver una conexión entre la magia y las drogas. Sin duda también en el caso de Spare y Crowley. Por lo menos Crowley fue famoso por su uso de las drogas.
BK: De alguna forma me parece irrelevante que las mencionase o no en el artículo, porque lo más interesante de toda esa investigación de personas diferentes que veían diferentes cosas cuando entraban en trance es que algunos de los arquetipos que vislumbraban eran recurrentes. Criaturas aladas y otras que se parecían a serpientes y cosas así.

Bueno, yo he hecho algunos fragmentos de dibujo tan sólo para mi propio consumo de algunas de las cosas que he visto durante mis rituales mágicos. Es interesante. Tengo una imagen de un demonio que vi una vez y que pronunció mi nombre, así que en realidad, sí, es bastante interesante porque estaba leyendo un libro sobre la cuarta dimensión, uno de matemáticas sobre la cuarta dimensión, donde el matemático en cuestión jugueteaba un poco y describía a qué podría parecerse en realidad una cuarta dimensión y decía que su mejor conjetura es que se vería como un brillante entramado con múltiples copias de uno mismo a escalas diferentes, lo cual es una descripción bastante exacta de ese dibujo de un demonio que he creado a partir de múltiples fotocopias del dibujo original a diferentes escalas y que luego he colocado en un entramado, para sugerir la criatura que había visto, que también tenía un montón de conexiones más con la cuarta dimensión. Por otro lado, creo que es tan complejo y enloquecido que probablemente no significará nada para nadie a menos que también hayan visto la imagen después de encontrarse con el demonio.

BK: El contador de la cinta acaba de saltar hasta el número “666” cuando has dicho esas palabras.

¿Lo ha hecho? De hecho, hay alguien... [Risas.] Bueno, el otro día estuve en Sainsbury´s y allí estaba ese joven con acné en el mostrador y estaba comprando un par de paquetes de cigarrillos o algo así y entonces marcó 666 y fue como “¡Wow!”, y miró justo hacia mí en cuanto los números 666 salieron en pantalla.

BK: ¿Te asustaste?

Me asusté, ya puedes decirlo.

BK: Entonces estarás de acuerdo con Jung y su teoría de que independientemente de la cultura o la sociedad, los arquetipos son la base de la religión y del misticismo.

Creo que en muchos sentidos los arquetipos son aquello de lo que estoy hablando cuando me refiero a las “ideas vivientes”.
BK: ¿No crees que sean algo propio de la sociedad y de la cultura o…?

Um, bueno, creo que podrían ser un poco parte de ambas cosas. Hay una idea viviente inicial que de repente emerge sin previo aviso en la mente humana, aunque la forma en que está vestida bien podría llamarse “socio-cultural”. Puedes tener ideas muy similares vestidas con una gran variedad de formas culturales. Creo que en cierta medida, esas entidades son independientes de nosotros, al menos en algunos aspectos, aunque sí, también podrían formar parte de nosotros. Creo que de alguna forma están en nuestro interior y fuera de nosotros al mismo tiempo, que forman parte de nosotros, pero también se encuentran separadas. De manera que son como un reflejo. De alguna forma... hasta cierto punto su corporeidad o sus atributos específicos… los toman de lo que hacemos, de cómo nos vestimos. No sé, en esas criaturas hay algo muy reflexivo. Por ejemplo, lo que ocurría con ese demonio con el que al menos yo creo haberme encontrado. Cuando me encontré con él por primera vez, estaba muerto de miedo y muy aterrorizado. Luego, más tarde, después de que consiguiera situarme a una determinada distancia como para sentirme lo suficientemente seguro como para poder hablar con él sin sentirme amenazado, mantuvimos una conversación y fue encantador. No tenía miedo en absoluto. Si hubiese sido un ser humano, me hubiese gustado irme a tomar una copa con él. Era irónico, divertido, inteligente. Y creo que todo depende de lo que te esperas encontrar. Creo que si saludas a estas cosas con miedo, entonces pueden ser temibles.

BK: Si, yo creo que “demonio” implica algún tipo de moralidad...

Cuando estaba hablando con él empecé a darme cuenta de… [risas] que en cierto modo, un demonio es alguien que ha sido demonizado. A un nivel espiritual estás hablando de los negros o los gays, o la clase obrera, o cualquier grupo que haya sido demonizado. También lo han sido los demonios. Son una especie de entidad espiritual. No creo que sean buenos o malos, como tampoco lo somos nosotros.

BK: Es gracioso que digas algo así, porque la otra noche estuve viendo “The Devil Rides Out” [en TV] y el demonio era un hombre negro, el único personaje negro de toda la película que tenía conocimientos satanistas.

Bueno, Dennis Wheatley era un poco raro con todo ese tipo de cosas... en sus libros cualquiera que fuese de un color diferente al blanco, generalmente moría al final de la novela, y normalmente era el villano.

BK: De todos modos, la película se mantenía fiel a su estilo.

Absolutamente. Quiero decir, la vi con doce años o lo que fuese y recuerdo que era divertida.

BK: Si, es magnífica, con Christopher Lee agarrando al tipo que se va a convertir en satanista y diciéndole: “¡Maldito idiota!”

[Risas]. Si, y Charles Gray como el satanista diabólico. Me refiero a que parecía que se lo estaban pasando muy bien haciéndola, ¿sabes?

2 comentarios:

Iñaki Aragón dijo...

Gran trabajo de traducción y una estupenda entrevista.

Gracias por semejantes trabajos, Frog!

frog2000 dijo...

Gracias por leerlo!!

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