lunes, 21 de abril de 2014

ENTREVISTA A ALAN MOORE EN BLATHER (4 DE 5)

Entrevista realizada por Barry Kavanagh el 17 de octubre de 2000. El autor le agradecía su ayuda a Steve Moore y Alan O’Boyle. Traducida por Frog2000. Primera partesegunda parte, tercera parte.

BK: Tampoco he leído [el libro en prosa] La Voz del Fuego

...muy poca gente lo tiene...

BK: ...aunque Mark Pilkington de Fortean Times dice que es fantástico, por lo que me lo pillaré.

Bien, deberías encontrar una copia en algún lugar, y entonces buena suerte si consigues pasar del primer capítulo. En realidad, lo que hice en el primer capítulo fue escribirlo como una aproximación a lo que yo pensaba que sería el patrón de pensamiento neolítico. Así que lo escribí en ese inglés completamente reducido hasta lo esencial, donde creo que había un vocabulario como de unas cuatrocientas palabras para esa primera historia, quiero decir que son sesenta páginas, es muy largo y denso, pero creo que sólo uso alrededor de cuatro centenares de palabras y cuando piensas que el vocabulario promedio de un lector promedio del Sun es aproximadamente de diez mil palabras, entonces… era como un experimento.

BK: Supongo que suena excitante.

Bueno, casi resulta ilegible. [Risas]. A mí me encanta, pero la gente me ha señalado que ya que estaba escribiendo mi primera novela y era el primer capítulo de mi primera novela, entonces tal vez no habría sido una mala idea escribirlo en inglés, pero ah, qué demonios.

BK: Creo que tengo una cinta de “The Birth Caul” [la performance de “spoken word”.]

Oh, ¿en serio? Ah, estoy muy orgulloso de esa obra. Tanto de “The Birth Caul” como del otro par de CDs. Todos tienen su origen en mi reciente interés en la magia.

BK: Sin embargo hablemos en primer lugar sobre “The Birth Caul”. Durante gran parte de su primer tramo hablas sobre Northampton, pero parece estar representado de forma muy sombría.

Bueno, no sé. Creo que lo que hago es… en cierto modo, sí, hablo... en algunos momentos estoy hablando de una historia específica, es decir, de la mía. Pero la mayor parte del tiempo estoy tratando de universalizarla. Lo que quiero es que la gente la escuche y piense: “Sí, lo sé, conozco ese sentimiento, sé cuál es ese sitio, conozco esa época.”

BK: Sí, pensé que cuanto más hacia atrás te ibas… quizá se deba a mi edad [27] o algo así, pero cuanto más hacia atrás te ibas, ya sabes, más podía sentir de lo que estabas hablando.

Definitivamente toda la primera parte trata sobre Newcastle, que fue donde interpretamos la obra. Hablamos sobre Newcastle, donde la interpretamos en la Corte Victoriana.

BK: Estabais David J, tú y...

...Bueno, David J hizo la música con Tim Perkins, pero Dave no estaba en la actuación.

BK: ¿Es el mismo David J que estuvo en Bauhaus?

El bajista de Bauhaus y Love & Rockets, si, si, un chico de Northampton, somos amigos desde hace años. Creo que yo fui uno de los primeros periodistas que entrevistó a Bauhaus.

BK: [En The Birth Caul] aparece un material magnífico sobre la infancia.

Bueno, todo salió por… hicimos un ritual una noche y principalmente nos empezamos a preguntar: “¿Sobre qué debería ir nuestra próxima actuación?” y lo que surgió fueron todas estas cosas increíblemente ricas sobre la infancia. Así que más tarde fue una cuestión de ir construyendo lo que al final se convertiría en “The Birth Caul” [El Amnios Natal].

BK: Y luego, cerca del final tienes… cuando retrocedes hasta el momento anterior al nacimiento y al sentido de identidad aparece una frase muy buena: “Cuando se nos da nombre ya no formamos parte del todo”. Me recuerda al taoísmo...

¿Cómo era tu cara original antes de que nacieses? Esas son las palabras que se me ocurrieron. Cubren parte del mismo terreno. ¿Has visto la adaptación de “The Birth Caul” que ha hecho Eddie Campbell en forma de cómic?

BK: No, no sabía nada.

Sí, la ha hecho Eddie Campbell (probablemente aún se pueda encontrar en algún sitio), es una edición suya, “The Birth Caul” como cómic. Se trata de su completa interpretación de la obra, cogió el CD y se puso a trabajar en el texto mientras escuchaba el CD y luego se puso a producir ese cómic de cuarenta páginas, y de hecho, ahora mismo se encuentra trabajando en otra de las actuaciones que hicimos: “Red Lion Square in Holborn [London]”, que en este mismo momento la está transformando en un cómic.
BK: Me parece magnífico. Pero sin embargo, creo que “tener nombre” es un concepto menor que el de ser “innominado”. Pero estoy muy de acuerdo con el concepto, o sea, el Taoísmo es la filosofía con la que estoy más de acuerdo de todas.

Claro, tengo un gran respeto por el taoísmo. Pero mis propios gustos tienden un poco más hacia… [risas], los siniestros y elaborados movimientos de la tradición ocultista occidental.

BK: ¿En donde puede haber entidades y otras...?

Si.

BK: Luego, más adelante, hay otra parte casi al final, donde aparecía esta… Voy a leer la frase: “En algún momento anterior, dentro de cámaras gigantes llenas de truenos y emociones impensables, el dios y la diosa follaron, y entre el sudor y el hedor del tabú surgió la luz, misteriosa y profunda”. De acuerdo, “la luz”, me recuerda a Austin Osman Spare.

Oh, ahora sí que estamos hablando de algo importante.

BK: Porque, como sabes, hablaba de encarnaciones del pasado mediante las que el hombre se remontaba hasta los animales, los pájaros, los vegetales, etcétera.

Los atavismos.

BK: Y decía: “Cuanto más abajo profundicemos en esos estratos, cuanto más primarias sean las formas de vida a las que lleguemos: finalmente llegaremos hasta la simplicidad del Todopoderoso.” Esa podría ser la “luz”, así es como yo lo entiendo.

Mm-hmm. No sé, cuando estaba escribiendo todo esto no me quería referir a Spare.
BK: Pero definitivamente se puede ver un paralelismo [sobre todo al final de “The Birth Caul"].

Estoy seguro de que lo hay. No lo había notado hasta que lo has señalado, pero sí, soy un gran fan de Spare, tengo un magnífico dibujo hecho a dos colores pastel de Spare enmarcado en la pared, está mirándome mientras tú y yo estamos hablando, y casi tengo todo un juego completo de “The Golden Hind and Form”.

BK: Aunque el único material disponible siga siendo esa edición limitada…

Oh, sí. Lo tengo también, porque la obra de Spare es una de las pocas que estoy dispuesto a buscar y a desprenderme de una gran cantidad de dinero para conseguirla.

BK: Sus originales, ¿verdad?

Si. Es una persona muy interesante. Un mago muy poderoso. A veces he discutido que fue... me refiero a que es como ¿quién es más fuerte, Thor o Hulk? ¿Quién es el rey de los ocultistas? ¿Crowley o Spare? ¿Bill o Ben? Y resulta difícil elegir entre ambos porque... claro, probablemente si hablamos en términos de la cantidad de información mágica que produjo y la forma en la que sintetizó sistemas diferentes, Crowley fuese un teórico superior. Por otro lado, ¡Austin Spare podía hacer que lloviese! Y Austin Spare era capaz de dibujar los lugares en los que había estado, de forma que no tenías ni rastro de duda de que realmente había estado allí. Tengo un gran respeto por él.

BK: Lo único que me confunde de esa frase tuya era la palabra “tabú”, incluso aunque fuese en ese punto de la cosmología.

Bueno, se me ocurrió al pensar en ver a nuestros padres follando. Ese es el tema primordial. Es un tabú. El dios y la diosa, que son nuestro mamá y nuestro papá, que son la madre y el padre de todos. En algún momento está la idea de la concepción, es algo que está por encima de nosotros en algún lugar, tú estás ahí, debajo del mismo, te encuentras en algún punto de esa fusión, pero allá arriba aparece esa cosa masculina y esa cosa femenina, que te resultan completamente incomprensibles, ellos copulando, y en alguna parte de todo eso tú estás empezando a suceder.

BK: Vale, lo pillo.

Algo así. Pero sí, ciertamente existen ciertos paralelismos con el material de Spare.
BK: En cuanto a aquellos CDs que grabaste… ¿Son todos “spoken word” musicados o...? Sé que has compuesto algunas canciones, porque en una tienda he visto “The Alan Moore Songbook”.

Si, bueno la mayor parte de esas canciones surgieron en la época en la que estuve en una banda, hace seis o siete años, ocho años, que se llamaba “Emperors of Ice Cream”. [Fue en ese momento cuando] escribí la mayoría de esas canciones, aunque un par de ellas creo que las compuse cuando tenía diecisiete años. La banda era buena, nos lo pasamos muy bien, hicimos algunos buenos temas, pero probablemente al final nos habríamos convertido en otro buen grupo de pop y ya existen un montón de buenas bandas de pop. Pero la banda se separó por las habituales “diferencias musicales”, es decir, porque ya no nos aguantábamos unos a otros. Pero no, Tim Perkins, que también estaba en los Emperors, y yo, seguimos colaborando y justo después fue cuando me metí en la magia. Lo primero que hicimos fue una gran performance en el ´94, en Bride Lane, cerca de Fleet Street [Londres] llamada “Subversion in the Streets of Shame”. Fue Paul Smith, de Blast First records, quien consiguió que Iain Sinclair montase un evento de tres días de duración que era, supongo, underground. Estoy recordando... acudieron Stewart Home, Robin Cook [alias] del escritor políciaco Derek Raymond, que hizo su última lectura antes de fallecer, llegó y realizó una lectura que trataba sobre la muerte, fue muy enfermizo.

BK: Parte de su material es muy metafísico.

Oh, era un gran tipo, una ricura. También era un canalla, un perfecto viejo canalla del Eton. Un gran tipo con el que tomar una copa. Sí, y luego Kathy Acker se dejó caer inesperadamente a mitad de actuación e hizo la mejor lectura que jamás haya visto hacer nunca. Querida, dulce, preciosa Kathy Acker. Llevaba puestos unos zapatos Mary-Jane. Y calcetines. No sé si se trataba de algún tipo de “paedo-cosa” por la que estaba pasando, pero parecía un poco… Quiero decir, que era como, ya sabes, tendrá unos cincuenta años, o casi cincuenta años, pero parece tan dulce, fresca y linda, e hizo una lectura brillante. Así que terminamos haciendo ese espectáculo mágico de una hora de duración aquella noche de sábado. En Estados Unidos lo editó Discos Cleopatra, sacaron un CD que se titulaba “The Moon and Serpent - Grand Egyptian Theatre of Marvels”.
BK: Es cierto, pude ver la portada [y el anuncio] en la parte trasera del Cerebus [221], con aquella fotografía fantasmal.

Era bastante espeluznante. Si, la tomó Melinda en los ensayos. Y sí, ya sabes, es como si me hubiese troceado el alma.

BK: Recuerdo que la enviaste a Fortean Times [en el número 79]. “¿Qué será esto?”

Se la he enseñado a fotógrafos profesionales, no pueden entender cómo está hecha. Nadie puede. Si, es bastante interesante. [Risas.] Si, y entonces lo siguiente que hice fue “The Birth Caul” y luego hice una cosa en Highbury [Londres], que es algo que también aparecerá en un par de semanas. Steve Severin, de [Siouxsie and] the Banshees, lo sacará a través de su propio sello de discos, Re: records, y “The Highbury Working” saldrá en él, también estoy muy orgulloso de este. Trata sobre…

BK: ...me parece un título magnífico...

También es un “spoken word” musicado, pero en “The Highbury Working” hicimos algo diferente. Me refiero a que en “The Birth Caul” las palabras y la música están obviamente integradas, hay trozos donde estoy diciendo algo, algo sucede en la música y se produce una conexión evidente entre ambas cosas, lo que no está mal si tenemos en cuenta que “The
Birth Caul” es en realidad una grabación en directo y que estaba leyendo algo que ya había sido convenido con anterioridad, que sabíamos que se iba a grabar, así que tuve tiempo para medir cada palabra que dijese durante esa hora. Ya ves, en “The Birth Caul” la música y las palabras se integran perfectamente, pero en lo más básico, la música tiende a crear ambiente. Es más como una especie de patrones de sonido o campos de sonido o “drones” o lo que sea, mientras que “The Highbury Working”, en oposición a “El Amnios Natal”, se parece más a la música dance (una de las pistas se parece mucho al drum’n’ bass) y la integración entre palabras y música se hace de forma mucho más inteligente. Es mucho más bailable. Probablemente sea la pieza más accesible que hayamos hecho hasta ahora. Como he dicho, siempre ha habido un elemento de danza en mi misticismo. Sí, así que ya sabes, estoy deseando que lo editen y John ha hecho una buena presentación y un gran diseño para el CD. Se parece un poco al “Sergeant Pepper”.
BK: Dicho sea de paso, ¿se vendió bien “The Alan Moore Songbook”?

Oh, no lo sé. Nunca me enviaron copias. Bueno, no, sí que lo hicieron, me enviaron algunos ejemplares, pero eran de ese tipo de gente que te dice: “Mira, estamos desesperados por sacar algo tuyo, ¿qué tienes?” y les dije “nada”, y me dijeron: “Bueno, ¿no habías compuesto algunas canciones?” y contesté: “Bueno, te puedo enviar un montón de letras si quieres y entonces puedes distribuirlas entre algunos dibujantes.” Y eso es lo que hicieron. Simplemente se las entregaron a varios dibujantes y ellos ilustraron las canciones. En realidad no he tenido nada que ver con el proceso. No tengo ni idea de si se habrá vendido bien o no, ya sabes, ni siquiera sabía que estaban sacando una colección. Pensé que sólo sería una pequeña antología ocasional o algo así.

BK: Te ví en un programa de televisión titulado XXXTripping, en el que estabas hablando sobre la magia. Aunque todos los cortes en los que aparecías eran muy rápidos, creo que estabas hablando de que por una parte la magia son las ideas y por otra, que los espíritus y entidades asociados a la misma son una segunda interpretación. Y me gustaría preguntarte si eso es todo.

Diría que las entidades son una especie de idea compuesta, al menos por lo que yo entiendo. Se me han presentado de forma muy ocasional, pero me parece que lo hacen como una especie de forma de idea compuesta. Pero podrían ser una idea (y puede que esto sólo sea el tipo de teoría enloquecida al estilo hippie que-tomó-demasiado-ácido-en-los-sesenta,) pero si pudieses conseguir dar con una idea que fuese lo suficientemente compleja y auto-referencial, ¿podría convertirse en algo consciente? Dicen que la conciencia es una propiedad emergente de la complejidad. ¿Podría ser cierto a un nivel puramente inmaterial, en el plano de las ideas? Si tuvieses una idea lo suficientemente compleja, ¿podría llegar a adquirir consciencia? ¿Podrías dar con cosas que fuesen ideas, pero que estuviesen vivas? Me refiero a que ciertamente he dado con cosas que tienen la apariencia de ideas, pero que actúan como si estuviesen vivas. No estoy diciendo que lo estén, no estoy diciendo que no sean tan sólo alguna proyección de mí mismo, porque también es muy posible que... no es que lo quiera descartar, pero también ellas están pretendiendo no formar parte de mí. [Risas.] Parecen ser algo más. Esa es la forma en que mi magia tiende a funcionar. Cuando me inicié en la magia por primera vez, que fue por medio de un suceso, un hecho espontáneo en lugar de por cualquier cosa organizada, esa fue la forma a la que parecieron aferrarse mis pensamientos al pensar en este tema: que en realidad la conciencia es un lugar, que podemos considerar la mente como un lugar y dicho lugar podría estar habitado. Es posible que haya entidades oriundas de ese lugar, la flora y la fauna de esa esfera mental, que creo que es algo más que suficiente como para explicar a todos los demonios, ángeles, quimeras y extraterrestres grises en platillos volantes y a los elfos, duendes y duendecillos de toda nuestra cultura humana.

BK: ¿Hasta dónde llega tu interés por Aleister Crowley? Lo citabas en V de Vendetta.

Si. Me enteré de que al parecer, la primera fecha que aparecía en Watchmen, el 12 de octubre, es el cumpleaños de Crowley. Yo no lo sabía en ese momento. En realidad, mi verdadero interés en Crowley reside en una profunda lectura de sus libros… y sí, también tengo un Crowley firmado… y se remonta al ‘94, cuando empecé a interesarme por la magia, pero obviamente conocía a Crowley desde que tenía doce años, cuando pasé por una época de lectura de los libros de bolsillo sobre ocultismo de Dennis Wheatley, donde nos informaba de que Aleister Crowley era el hombre más malvado del mundo. Hay referencias a Crowley en V de Vendetta, hay referencias a Fausto, el lema mágico de John Faust [en el capítulo cinco].

BK: Algunas cosas me recordaban a Crowley. Las “dos caras de la anarquía” de V de Vendetta, la destrucción seguida por la creación. Crowley [o Frieda Harris] escribió algo en su [o sus] instrucción[es] para el tarot [Thoth], en referencia a una de las cartas [el 2 de Bastos: Dominio], “... la destrucción es el primer paso en el proceso creativo”, que es algo con lo que estoy completamente de acuerdo.

Obviamente, si quieres hacer algo nuevo, entonces, de alguna forma tendrás que destruir lo que le precedió. [Risas].
BK: Si, además podrías interpretar a “Alejandro Magno” tanto como un destructor como un creador. Se pueden ver todas las conexiones que haces a lo largo de tu obra.

Bueno, probablemente fuese más intuitivo. Me pasó algo después de incluir al personaje de Crowley en “From Hell”, cuando aparece como un niño. Un tipo de la rama californiana de la Ordo Templi Orientis empezó a hablar conmigo y me dijo: “Oh, me pareció muy bien, me gusta la forma en la que Crowley chupa el azúcar de caña, porque obviamente eso es una referencia a la señal de silencio,” y me dije: “¡Sí! ¡Supongo que lo será!”, porque en realidad no lo había pensado hasta el momento.

BK: Eso me recuerda que cuando me di cuenta que te interesaba Crowley, cogí y me releí tu material antiguo, y acabé encontrándome con todas esas ideas que estaban presentes a lo largo de tu obra. No me lo esperaba…

…te diré algo, viste un montón de ideas que no tenías previsto ver.

BK: Si, eso es lo que sucedió.

Se parece un poco a otra de las cosas que me han pasado. Podría jurar que mi interés en Jack el Destripador comenzó en 1988, pero luego, cuando mi madre falleció y me fui a su casa, me encontré una maleta grande en la que había un montón de viejos libros y cómics, y las cosas que tenía cuando era niño, incluyendo dos o tres páginas centrales de The Sunday Mirror que trataban sobre Jack el Destripador, y obviamente yo las había recortado por alguna razón. No recordaba haberlo hecho, pero obviamente, desde los doce o trece tenía cierto interés en Jack el Destripador. Así que es probable que ese tipo de temas, esas ideas, estén discurriendo a lo largo de nuestras vidas como una especie de música que se va desarrollando, que esa especie de patrones y acordes básicos se encuentren disponibles desde el principio, pero que luego se empiecen a transformar en algo más elaborado, o más penetrante o profundo.

BK: Es probable que seas tú quien “dé vueltas” a su alrededor.

Si.

BK: ¿Se parece un poco a estar volcado en algo y entonces llega un momento en el que tienes que recoger los cabos sueltos…?

Algo de eso.

(Finalizará)

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