EL ÚLTIMO TREN, por Warren Ellis. De una charla ofrecida en el bar "Last Train" de Oslo, Noruega, el 23 de Enero de 1999. (Artículo para "Desde el Escritorio de Warren Ellis, Volumen II", Avatar, 2000. Traducido por Frog2000.)
Los motivos de por qué guionizo cómics son los siguientes:
1) es el medio narrativo visual más efectivo y barato del mundo
2) no le importa a nadie
Tanto en América como en Inglaterra, los cómics se han quedado en la periferia de la cultura. Lo mismo que allí, aquí tampoco te puedes comprar el Transmetro (título noruego de Transmetropolitan) en un quiosco de camino a casa. Tienes que acudir a una tienda especializada, como la misma Avalon, de Oslo.
A nadie que está volviendo a su casa le importa lo que los cómics son capaces de hacer, porque nadie puede verlos.
Tienes que esforzarte y buscarlos, tienes que saber qué es exactamente lo que estás buscando. Lo que en Noruega significa público, en los países de habla inglesa, a todos los efectos, es una sociedad secreta. Por completo, incluso con el apretón de manos divertido y el pezón expuesto.
Pero a veces esta situación trabaja a nuestro favor. Porque nos permite tener libertad. La libertad del perdedor, claro, pero aún así... somos capaces de escuchar nuestros pensamientos como en ningún otro medio, porque no trabajamos bajo el control corporativo completo que se observa en otros medios con más exito, y de las consiguientes demandas de sus masivas audiencias.
Cuando pienso cada día en las razones de por qué debería dejarlos, esa es una de las cosas que me hacen seguir en los cómics. Me repito que me gustan y que es uno de los medios más accesibles que existen. Los cómics sólo son palabras e imágenes. Con palabras e imágenes se puede hacer de todo.
(Y te lo aseguro, no te creerías las razones en las que pienso cada día para dejarlos. El negocio del cómic americano permanece en un estado de caos terminal. Y las cosas no van a mejorar.)
Me gustaría decir que, claro, seguro, que ojalá tuviésemos la gran aceptación del medio que he visto en Escandinavia, en Europa y que sé que existe en Japón. Me regocijaría un montón. Cada día me esfuerzo para alcanzarla haciendo todo lo que puedo. Pero también me gustaría insistir en que seguimos manteniendo con nosotros la libertad e integridad que posee un medio tan desvalido. Si debemos entablar batalla con las obras corporativas de mentalidad de mercado de masas, me gustaría hacerlo con historias que me salgan de dentro, no de un comité, y me gustaría tener la oportunidad de continuar ofreciendo mis historias con honestidad y la conciencia tranquila.
Oslo, Noruega,
23 de Enero de 1999
Los motivos de por qué guionizo cómics son los siguientes:
1) es el medio narrativo visual más efectivo y barato del mundo
2) no le importa a nadie
Tanto en América como en Inglaterra, los cómics se han quedado en la periferia de la cultura. Lo mismo que allí, aquí tampoco te puedes comprar el Transmetro (título noruego de Transmetropolitan) en un quiosco de camino a casa. Tienes que acudir a una tienda especializada, como la misma Avalon, de Oslo.
A nadie que está volviendo a su casa le importa lo que los cómics son capaces de hacer, porque nadie puede verlos.
Tienes que esforzarte y buscarlos, tienes que saber qué es exactamente lo que estás buscando. Lo que en Noruega significa público, en los países de habla inglesa, a todos los efectos, es una sociedad secreta. Por completo, incluso con el apretón de manos divertido y el pezón expuesto.
Pero a veces esta situación trabaja a nuestro favor. Porque nos permite tener libertad. La libertad del perdedor, claro, pero aún así... somos capaces de escuchar nuestros pensamientos como en ningún otro medio, porque no trabajamos bajo el control corporativo completo que se observa en otros medios con más exito, y de las consiguientes demandas de sus masivas audiencias.
Cuando pienso cada día en las razones de por qué debería dejarlos, esa es una de las cosas que me hacen seguir en los cómics. Me repito que me gustan y que es uno de los medios más accesibles que existen. Los cómics sólo son palabras e imágenes. Con palabras e imágenes se puede hacer de todo.
(Y te lo aseguro, no te creerías las razones en las que pienso cada día para dejarlos. El negocio del cómic americano permanece en un estado de caos terminal. Y las cosas no van a mejorar.)
Me gustaría decir que, claro, seguro, que ojalá tuviésemos la gran aceptación del medio que he visto en Escandinavia, en Europa y que sé que existe en Japón. Me regocijaría un montón. Cada día me esfuerzo para alcanzarla haciendo todo lo que puedo. Pero también me gustaría insistir en que seguimos manteniendo con nosotros la libertad e integridad que posee un medio tan desvalido. Si debemos entablar batalla con las obras corporativas de mentalidad de mercado de masas, me gustaría hacerlo con historias que me salgan de dentro, no de un comité, y me gustaría tener la oportunidad de continuar ofreciendo mis historias con honestidad y la conciencia tranquila.
Oslo, Noruega,
23 de Enero de 1999
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